sábado, 28 de noviembre de 2009

El Adviento

La corona de adviento, primera semana
La palabra ADVIENTO tiene su origen en el latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo.
Son cuatro semanas de camino para la oración, la reflexión y el recuerdo de cómo las profecías acerca de la venida de Jesucristo fueron cumplidas a través del tiempo y la distancia. En la encarnación, Dios se hace uno como nosotros, busca y abraza todo lo humano. Hemos de prepararnos para recibir en nuestro corazón al Rey de reyes, Jesucristo.

Explicación de la Corona de Adviento
La corona de adviento se hace con ramas verdes en forma circular sobre las que se insertan cuatro velas. La forma circular de la corona, recuerda la eternidad de Dios y nos hace pensar en los miles de años de espera del Mesías, así como en la actual espera de la segunda venido de Cristo. El color verde significa la esperanza de la vida.

Las velas se van encendiendo de una en una, durante los cuatro domingos de adviento. Su encendido se acompaña de oración en familia y la lectura de algún pasaje de la Biblia.

La vela blanca simboliza a nuestro Señor Jesucristo, nuestro salvador. Con su nacimiento, vino a iluminar definitivamente la vida del hombre, disipando las tinieblas. Él es la fuente de nuestra fe, de nuestra esperanza. Su justicia es resultado de su infinito amor por nosotros y nos otorga una paz verdadera.

La noche del 24 de diciembre con las velas encendidas, tras leer el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén y haber hecho una reflexión y oración en familia, cantamos villancicos y se “acuesta al niño Jesús” en el nacimiento.

Bendición de la corona
Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.

martes, 24 de noviembre de 2009

A Orillas del Jordán

A Orillas del Jordán, como aquel día al igual que hoy, tú eres uno de nosotros. Uno entre la gente, que pasa desapercibido. Eres el Rey de los pobres, el esclavo del Señor hijo de carpintero, Judío piadoso y buen compañero hijo amoroso venido del cielo.

En la fila de Juan uno más de nosotros nos viniste a enseñar y a curarnos a todos pero aún no te veo. Mi buen compañero, mi hermano, Señor quiero hacer tu palabra quiero verte mejor. Te busco en la fila miro uno por uno y espero que un día te pueda encontrar.
Carl Bloch - El bautismo de Cristo

lunes, 23 de noviembre de 2009

Blaise Pascal (1623 – 1662) El Memorial

Blaise Pascal (1623 – 1662)
Blaise Pascal (1623 – 1662)
"El corazón tiene razones que la razón desconoce".
Resulta muy difícil poner por escrito el camino interior de la conversión pues exige percibir a cada paso lo que sucede y conservarlo con claridad en la memoria.
Si quien ha dejado tan íntimo testimonio es una persona con "vida intelectual" llama especialmente la atención por la capacidad que brinda para contemplar en detalle las circunstancias que han llevado a ese momento importante. Blaise Pascal (1623 – 1662), uno de los fundadores del cálculo matemático de probabilidades, llamó a esa fotografía instantánea de su encuentro definitivo con Dios, "El Memorial", y llevó ese testimonio cosido al forro de su chaleco durante los últimos 8 años de su vida.

AÑO DE GRACIA DE 1654
Lunes 23 de noviembre, día de San Clemente papa y mártir y otros del martirologio. Víspera de San Crisógono mártir y otros santos.
Desde las diez y media de la noche aproximadamente hasta casi las doce y media

FUEGO
Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, no de los filósofos ni de los sabios.
Certeza, certeza. Sentimiento. Alegría. Paz
Dios de Jesucristo.
Deum meum et Deum vestrum.
“Tu Dios será mi Dios.”
Olvido del mundo y de todo, menos de Dios.
Sólo se le encuentra por los caminos enseñados en el Evangelio.
Grandeza del alma humana.
“Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido.”
Alegría, alegría, alegría, lágrimas de alegría
Me he separado de él:
Dereliquerunt me fontem aquae vivae.
“Dios mío, ¿me abandonarás tú?”
Que no me separe de él eternamente.
¡Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único verdadero Díos, y al que tú has enviado, Jesucristo.”
Jesucristo.
Jesucristo.


Yo me he separado de él; le he huido, he renunciado a él, le he crucificado.
Que no sea jamás separado de él.
Sólo se le conserva por los caminos enseñados en el Evangelio.
Renunciación total y dulce.
Sumisión total a Jesucristo y a mi director.
Alegría eterna por un día de fatiga sobre la tierra.
Non obliviscar sermones tuos. Amén.