martes, 27 de septiembre de 2011

Lecturas y Santoral 27-09-11

Queremos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros.
Primera Lectura. Zacarías (8,20-23)

Así dice el Señor de los Ejércitos: Todavía vendrán pueblos y habitantes de grandes ciudades, y los de una ciudad irán a otra diciendo: «Vayamos a implorar al Señor, a consultar al Señor de los Ejércitos. - Yo también voy contigo.» Y vendrán pueblos incontables y numerosas naciones a consultar al Señor de los Ejércitos en Jerusalén y a implorar su protección. Así dice el Señor de los Ejércitos: Aquel día diez hombres de cada lengua extranjera agarrarán a un judío por la orla del manto, diciendo: «Queremos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros.»

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/

San Zacarias profeta

Salmo Responsorial Salmo 86,1-3.4-5.6-7
Dios está con nosotros.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Dios está con nosotros.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno, por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado.»
Dios está con nosotros.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en ti.»
Dios está con nosotros.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es

Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
No sabéis de que espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Lucas (9,51-56)

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?»
Él se volvió y les regañó y dijo: «No sabéis de que espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos.»
Y se marcharon a otra aldea.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/


Jesus Juan Santiago Zebedeos Marcos 10
San Vicente de Paul


Nadie nace santo, nadie nace seguidor de Jesucristo. Tampoco Vicente de Paúl nació santo.

En abril de 1581, en el pueblo de Pouy al sudoeste de Francia, vino al mundo. No experimentó la extrema miseria pero sí una dura pobreza y un arduo trabajo. Tuvo el privilegio de estudiar y, para tener un ingreso, ayudó a otros alumnos. Se ordenó sacerdote en 1600. Tenía un proyecto centrado en sí mismo y gastó varios años de su vida tratando de realizarlo. El Señor es paciente y esperaba una respuesta valiente y generosa. ¿Se la dará Vicente?


En esta etapa de su vida Vicente va de fracaso en fracaso. En una carta suya de 1607 cuenta que fue hecho prisionero por unos piratas y llevado cautivo a Túnez.

Experimentó el maltrato y la pobreza pero también la fuerza y el consuelo de la fe cristiana. Al volver a París es públicamente acusado de ladrón y pasará luego un calvario de tentaciones contra la fe.

En medio de sus fracasos supo escuchar una voz que lo llamada a entregarse. ¿a qué? ¿A quién? ¡al servicio de los pobres por amor a Jesucristo! Vicente buscó ayuda en personas con ideales y horizontes, dispuestas a empujarlo a la superación, al sacrificio y la entrega. Así fueron apareciendo en su vida el espiritual y sabio Pedro de Berulle, el sencillo y apostólico Antonio Duval y San Francisco de Sales de quien recibió Vicente amplias influencias.

En 1612, por medición de Berulle, llega como párroco de Clichy donde vive su enorme capacidad de contagio y renovación cristiana. En 1613 por indicaciones del mismo Berulle deja Clichy para atender, como maestro, a los hijos de la familia Gondi, una de las más ricas, nobles e influyentes de Francia. De allí “se escapó” a la parroquia de Chatillon. Sólo 6 meses pasaría allí antes de volver nuevamente con los Gondi, ahora con una total libertad para entregarse a la evangelización y al servicio de los pobres del campo.

Con un amor “inventivo hasta el infinito” realiza importantes fundaciones:
1617 – Es el año de la creación de las “Cofradías de la Caridad” que hasta nuestros días sigue sembrando el amor organizado a favor de los pobres.

1625 – Surge la Congregación de la Misión como una respuesta a las necesidades de evangelización de los pobres campesinos.

1633 - Fundación de las Hijas de la Caridad, obra conjunta de San Vicente y Santa Luisa de Marillac.

París y otras ciudades francesas estaban llenas de pobres, dementes, pordioseros, mujeres en venta, mutilados y bandas organizadas que, por las buenas o por las malas, conseguían sobrevivir. La buena sociedad les tenía miedo, se sentía insegura con tanto pobre. Los políticos escribieron cientos de leyes contra la mendicidad y los pobres. Eran leyes inútiles.

Vicente y los suyos, con instituciones, escuelas, asilos, evangelio, limosnas y mucha organización, recuperaron para la dignidad y la vida a cientos de miles y miles de estos pobres, víctimas de una mala estructura económica, del pillaje de las guerras, de los impuestos abusivos, de las malas cosechas del campo.

¿Cómo fue posible tanta profundidad, tanto servicio y tanta capacidad para contagiar y organizar a otros? “¡Amemos a Dios, hermanos míos, decía Vicente, pero que sea con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos!”. Él sólo pretendía “hacer en la tierra lo mismo que hizo nuestro Señor, esto es, hacer la voluntad de Dios”. Vicente de Paúl fue un apasionado de Jesucristo. De ahí floreció su pasión por el cuidado de los pobres.

El 27 de septiembre de 1660 murió San Vicente de Paúl y fue canonizado en 1737. Desde la casa del Padre nos mira, nos acompaña y nos pregunta ¿Y tú, qué haces con tu vida? ¿A quién sirves? ¿A quién llevas la amorosa salvación de Jesucristo?

Santoral confeccionado consultando el preparado por: sedconsolacion.blogspot.com, aciprensa.com, caminandocon Jesus, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, mercaba, El almanaque, monover.com,  Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va,  catholic.net, oremosjuntos.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario