jueves, 30 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 30/12/2021. Jueves - Octava de Navidad

El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2, 12-17
Os escribo, hijos míos, porque se os han perdonado vuestros pecados por su nombre. Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. Os he escrito, hijos, porque conocéis al Padre. Os he escrito, padres, porque ya conocéis al que existía desde el principio. Os he escrito, jóvenes, que sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la arrogancia del dinero -, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, y su concupiscencia. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Palabra de Dios

95, 7-8a. 8b-9. 10

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas, postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente.»

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 36-40
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

Palabra de Dios

San Raúl monje Cisterciense

San Raúl es un monje cisterciense de origen inglés del que sabemos que en 1131 fundó el monasterio de Vaucelles (cerca de Cambrai, Francia). Fue discípulo de san Bernardo de Claraval, el gran reformador de la vida monástica, por lo que puso su monasterio bajo las nuevas reglas, contribuyendo a la regeneración de la vida eclesiástica. Su rectitud y su austeridad le valieron ser elevado al honor de los altares. Los que llevan el nombre de Raúl celebran su onomástica el 30 de diciembre, día en que la Iglesia conmemora a este santo.

Recomendaba que las oraciones que más debemos repetir cada día son: Miserere: o sea Señor ten piedad, perdón Señor que soy un pecador. Y Aleluya, Tedeum: o sea: Gracias a Dios. Bendito sea Dios.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 29/12/2021. Miércoles - Octava de Navidad

Quien ama a su hermano permanece en la luz
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó. Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - y esto es verdadero en él y en vosotros -, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Palabra de Dios

95, 1-2a.2b-3.5b-6

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y esplendor están en su templo.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Luz para alumbrar a las naciones
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-35
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”, a quien has presentado ante todos los pueblos: “luz para alumbrar a las naciones” y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción - y a ti misma una espada te traspasará el alma - para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».

Palabra de Dios

Santo Tomás Becket

Nació en Londres el año 1118. Estudió en París y se hizo clérigo del arzobispo de Canterbury. Completó sus estudios en Roma y Bolonia, y luego en Auxerre.

A la edad de 36 años fue elevado a la dignidad de canciller del reino por Enrique II. Gozó de los favores del rey por siete años y compartió muchos de sus afanes terrenos. El año 1162, nombrado por influencia del rey, sucesor del arzobispo, recibió la ordenación sacerdotal y episcopal. Desde aquel momento cambió su vida, haciéndose más austera y apartándose de los usos de la corte.

Pronto la amistad del rey se convirtió en odio. Tuvo que elegir entre la fidelidad a Enrique II y su responsabilidad como pastor, y optó por lo segundo y además tomó la defensa de los derechos de la Iglesia contra las pretensiones regias. Tomás tuvo que refugiarse en Francia y, vuelto a su sede, fue asesinado por los esbirros del rey el 29 de diciembre de 1170.

Oración: Señor, tú que has dado a santo Tomás Becket grandeza de alma para entregar su vida en pro de la justicia, concédenos, por su intercesión, sacrificar por Cristo nuestra vida terrena para recuperarla de nuevo en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

David, rey y profeta del Antiguo Testamento

La Iglesia conmemora hoy al rey y profeta David, hijo de Jesé, de Belén de Judá, que encontró gracia ante Dios y en su juventud fue ungido con el santo óleo por el profeta Samuel, para que reinase sobre el pueblo de Israel.

Trasladó a la ciudad de Jerusalén el Arca de la Alianza, y el Señor mismo le juró que su descendencia permanecería para siempre, porque de ella nacería Jesucristo según la carne.

Se calcula que murió el año 960 antes de Cristo.

martes, 28 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 28/12/2021. Martes - Octava de Navidad. Los Santos Inocentes, mártires

La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado

Primera Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1, 5 - 2, 2
Queridos hermanos: Este es el mensaje que hemos oído a Jesucristo y que os anunciamos: Dios es luz y en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que estamos en comunión con él y vivimos en las tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Pero, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 123, 2-3. 4-5. 7b-8

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros.

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes.

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Herodes mató a todos los niños en Belén
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 2, 13-18
Cuando se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».

Palabra de Dios

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


Santos Inocentes Mártires

Son los niños a quienes asesinó el rey Herodes persiguiendo al Niño Jesús. El hecho nos lo refiere san Mateo. Nacido Jesús en Belén, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: "¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?". El rey Herodes se sobresaltó, llamó aparte a los magos y averiguó el tiempo de la aparición de la estrella que los guiaba. Después, enviándolos a Belén, les dijo: "Id e indagad, y cuando encontréis al niño, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle".

Ellos llegaron a Belén, entraron en la casa, vieron al niño y, postrándose, le adoraron. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino. Después el Ángel del Señor se apareció a José y le dijo que huyera a Egipto. El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto.

Herodes, al ver que había sido burlado, se enfureció y envió a matar a todos los niños de Belén y de su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.

Oración: Los mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor, no de palabra, sino con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 27 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 27/12/2021. Lunes - Octava de Navidad. San Juan, apóstol y evangelista

Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos
Primera Lectura. Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan 1, 1-4
Queridos hermanos: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos acerca del Verbo de la vida; pues la Vida se hizo visible, y nosotros hemos visto, damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis en comunión con nosotros y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestro gozo sea completo.

Palabra de Dios

96, 1-2. 5-6. 11-12

Alegraos, justos, con el Señor.

El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono.

Alegraos, justos, con el Señor.

Los montes se derriten como cera ante el señor, ante el Señor de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria.

Alegraos, justos, con el Señor.

Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre.

Alegraos, justos, con el Señor.

El otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 20, 2-8
El primer día de la semana, María la Magdalena echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Palabra de Dios

San Juan Apóstol y Evangelista

San Juan tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Nació en Galilea y fue hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el mayor. San Juan era pescador, tal como su hermano y su padre, y según señalan los antiguos relatos, al parecer fue San Juan (que también fue discípulo de Juan el Bautista) uno de los dos primeros discípulos de Jesús junto con Andrés. La primera vez que Juan conoció a Jesús estaba con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y Andrés remendando las redes a la orilla del lago; el Señor pasó cerca y les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de almas". Ante este subliminal llamado, el apóstol dejó inmediatamente sus redes, a su padre y lo siguió.

Juan evangelista conformó junto con Pedro y Santiago, el pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos; y junto con Pedro se encargó de preparar la Última Cena.

A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: "Hijos del trueno", debido al carácter impetuoso que ambos tenían. Estos dos hermanos vanidosos y de carácter impetuoso se volvieron humildes, amables y bondadosos cuando recibieron el Espíritu Santo. Juan, en la Última Cena, tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de Cristo. Fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos; Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a su Madre Santísima, María, como si fuera su propia madre, diciéndole: "He ahí a tu madre". Y diciendo a María: "He ahí a tu hijo".

El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Después de la resurrección de Cristo, en la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en reconocer a Jesús en la orilla. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan: "¿Y éste qué?". Jesús le respondió: "Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?". Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores. Juan se encargó de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos.

Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su gloriosa muerte. El emperador Domiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de lo que había entrado, siendo desterrado de la isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis. Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio.

A San Juan Evangelista se le representa con un águila al lado, como símbolo de la elevada espiritualidad que transmite con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados pensamientos como su Evangelio.

Según señala San Jerónimo cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a las reuniones de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto: "hermanos, ámense los unos a otros". Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura". San Epifanio señaló que San Juan murió hacia el año 100 a los 94 años de edad.

viernes, 24 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 24/12/2021. Viernes - Comienza La Navidad

El reino de David se mantendrá siempre firme ante el Señor
Primera Lectura. Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16
Cuando el rey David se asentó en su casa y el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una tienda». Natán dijo al rey: «Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo». Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán: «Ve y habla a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Tú me vas a construir una casa para morada mía? Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. He estado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré para que resida en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño, cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa. En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para siempre”».

Palabra de Dios

88, 4-5. 16-17. 27 y 29

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno», más que el cielo has afianzado tu fidelidad.

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

«Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades».

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

«Él me invocará: “Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora”; Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable».

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

Nos visitará el Sol que nace de lo alto
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1, 67-79
En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se llenó del Espíritu Santo y profetizó diciendo: «”Bendito sea el Señor, Dios de Israel”, porque ha visitado y “redimido a su pueblo”, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la “misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza” y “el juramento que juró a nuestro padre Abrahán” para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante “del Señor a preparar sus caminos”, anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».

Palabra de Dios

Día de la Nochebuena

"Hoy sabréis que viene el Señor, y mañana contemplaréis su gloria". Escuchemos, hermanos, la calenda o pregón de Navidad, que nos trae la buena noticia, la gran alegría para todo el mundo: "Transcurridos innumerables siglos desde la creación del mundo, cuando en el principio creó Dios el cielo y la tierra y formó al hombre a su imagen. Transcurridos veintiún siglos desde la emigración de Abrahán, nuestro padre en la fe, de la ciudad de Ur en la Caldea. Trece siglos después de la partida de Israel de la tierra de Egipto, bajo la guía de Moisés. Transcurridos alrededor de mil años desde que David fuera ungido como rey. En la semana sesenta y cinco de la profecía de Daniel. En la Olimpíada ciento noventa y cuatro. En el año 752 de la fundación de Roma. En el año 42 del imperio del César Octavio Augusto, estando todo el orbe en paz, Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar al mundo con su venida, concebido del Espíritu Santo y transcurridos nueve meses desde su concepción, nace en Belén de Judá, hecho hombre, de la Virgen María. Es la Natividad de nuestro Señor Jesucristo según la carne".

Oración Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que esperan todo de tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Santos antepasados de Jesús

La Iglesia conmemora hoy, víspera de la Natividad, a todos los santos antepasados de Nuestro Señor Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, hijo de Adán, es decir, a todos los Padres que agradaron a Dios y que fueron hallados justos y murieron en la fe, sin haber recibido aún las promesas, pero viéndolas de lejos y saludándolas: de ellos nació según la carne Cristo, que está por encima de todas las cosas y es Dios bendito por todos los siglos.

Santa Paula Isabel Cerioli

Nació en Soncino (Cremona, Italia) el año 1816, de familia noble y rica. Contrajo matrimonio con un hombre mayor, de su misma condición social. Tuvieron cuatro hijos; tres murieron casi al nacer; el cuarto, que murió a los 16 años, había dicho a su madre: "Mamá, no llores por mi próxima muerte, porque Dios te dará otros muchos hijos".

Ella, meditando en la maternidad universal de la Virgen de los Dolores, comprendió que las palabras de su hijo se realizarían en una maternidad espiritual con respecto a los necesitados y los enfermos, especialmente los niños solos y abandonados. Poco después quedó viuda y heredera de un ingente patrimonio.

Buscando el sentido de su vida, lo encontró en el servicio a los niños huérfanos y pobres, a los que fue acogiendo cada vez en mayor número. Para potenciar su obra fundó dos congregaciones: las Religiosas de la Sagrada Familia, en la que ella profesó, y los Hermanos de la Sagrada Familia, para el medio rural. Murió en Comonte (Bérgamo) el 24 de diciembre de 1865.

Fue canonizada el año 2004 por Juan Pablo II.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 20/12/2021. Lunes de la cuarta semana de Adviento de Adviento

Mirad: la virgen está encinta
Primera Lectura. Isaías 7,10-14
En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo: «Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo». Respondió Ajaz: «No lo pido, no quiero tentar al Señor». Entonces dijo Isaías: Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel».

Palabra de Dios

23, 1-2 3-4ab. 5-6

Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.

Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.

¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.

Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.

Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob.

Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.

Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1, 26-38
En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Palabra de Dios

Santo Domingo de Silos

Nació en La Rioja, España, cerca del año 1000. Entró de religioso con los Padres Benedictinos en el famoso monasterio de san Millán de la Cogolla, y estando allí, hizo grandes progresos espirituales recibiendo del Espíritu Santo la inspiración para interpretar los temas de la Revelación divina contenidos en la Sagrada Biblia.

Llegó a ser superior del convento, y en sólo dos años restauró totalmente aquella construcción que ya estaba deteriorada.

Un día llegó el rey de Navarra a exigirle que le entregara los cálices sagrados y lo más valioso que hubiera en el convento para dedicar todo esto a los gastos de guerra. Santo Domingo se le enfrentó valientemente y le dijo: "Puedes matar el cuerpo y a la carne hacer sufrir pero sobre el alma no tienes ningún poder. El evangelio me lo ha dicho, y a él debo creer que sólo al que al infierno puede echar el alma, a ese debo temer".

El rey de Navarra, lleno de indignación desterró al abad Domingo. Al enterarse de lo ocurrido, el rey Fernando I de Castilla, lo mandó llamar y le confió el Monasterio de Silos, que estaba en un sitio estéril y alejado; además se hallaba en estado de total abandono y descuido, tanto en lo material como en lo espiritual.

Santo Domingo demostró ser un genio organizador con un talento para la restauración. Levantó un monasterio ideal, y formó, entre otras cosas, una biblioteca llena de los mejores libros de ese tiempo, transformando aquella casa en un lugar de trabajo y oración.

Santo Domingo de Silos logró liberar a más de 300 cristianos que estaban prisioneros y eran utilizados como esclavos por los musulmanes. Por esta razón se le representa frecuentemente acompañado de hombres con cadenas.

El biógrafo, que escribió sobre la vida de este santo, poco después de su muerte, dice que no había enfermedad que las oraciones de este santo no lograran curar.

Y tras 96 años de su muerte, el santo se apareció en sueños a la mamá de Santo Domingo de Guzmán para anunciarle que tendría un hijo que sería un gran apóstol. Por eso cuando el niño nació lo llamaron Domingo en honor al santo de Silos. Es por ello también que muchas madres en España se encomiendan al santo Domingo de Silos para obtener que su hijo nazca bien y que cuando crezca lleve una vida santa.

Murió el 20 de diciembre del año 1073, y todavía se conserva el famoso monasterio de Santo Domingo.

sábado, 18 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 18/12/2021. Sábado de la tercera semana de Adviento

Daré a David un vástago legítimo
Primera Lectura. Jeremías 23, 5-8
Mirad que llegan días - oráculo del Señor - en que daré a David un vástago legítimo: reinará como monarca prudente, con justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán este nombre: «El-Señor-nuestra-justicia». Así que llegan días - oráculo del Señor - en que no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra».

Palabra de Dios

71, 1-2. 12-13. 18-19

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso; que su gloria llene la tierra.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta. «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Palabra de Dios

Nuestra Señora de la Esperanza

La Expectación del Parto de la Virgen, Santa María de la "O", son títulos de una fiesta de la Virgen María que no figura en el calendario litúrgico de la Iglesia, pero que tiene larga tradición en España, pues viene del Concilio X de Toledo, celebrado el año 656, que quiso dar mayor relieve a la fiesta de la Anunciación y Encarnación, sacándola del tiempo cuaresmal o pascual, y acercándola, en plena celebración del Adviento, al momento decisivo del parto de la Virgen Madre, acontecimiento esperado por la humanidad y muy especialmente por María.

Esperanza, pues presenta a María en estado avanzado del embarazo obrado por el Espíritu Santo. Expectación, por el ansia e intensidad con que ella esperaba tener pronto en sus brazos al que llevaba en su seno.

El título de María de la "O" hace referencia a las solemnes antífonas del Cántico de la Virgen, el Magníficat, que en las Vísperas de los siete días anteriores a Navidad empiezan por esa letra. En relación con estas advocaciones de la Virgen, el arte suele representar a María en avanzado estado de gestación, con su vientre abultado y la mano sobre el mismo, apuntando que allí está el Hijo de Dios, que pronto nacerá.

Oración: Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria, asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe íntegra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

San Modesto

Este santo es especialmente reconocido por la Iglesia Católica ya que restauró los templos de los Santos Lugares en Jerusalén, después del terrible destrozo que hicieron allí los persas.

En el año 600 el rey persa Cosroes, pagano y enemigo de la religión católica invadió Tierra Santa en Palestina, y ayudado por los judíos y samaritanos fue destruyendo y quemando sistemáticamente todo lo católico: templos, casas religiosas, altares, etc. Mandó matar a millares de cristianos en Jerusalén, a muchos otros los vendió como esclavos y, a otros, los desterró sin piedad. Uno de ellos fue el Arzobispo de Jerusalén, San Zacarías, y fue San Modesto, superior de uno de los conventos de Tierra Santa al que Dios llamaría para reconstruir los templos. Heráclito, el nuevo gobernante, logró alejar a los persas de la ciudad, situación que el santo aprovechó para comenzar el proyecto de reconstrucción, para lo que contó con la ayuda de sus monjes a recoger.

Lo primero que reconstruyó fue el templo del Santo Sepulcro, y luego el de Getsemaní o el Huerto de los Olivos y la Casa de la Última Cena, o Cenáculo.

El Arzobispo Zacarías había muerto en el destierro, y el emperador Heráclito nombró como sucesor de éste a San Modesto. Lo nombró Patriarca Arzobispo de Jerusalén, siendo una elección muy oportuna, porque entonces sí tuvo facilidad para dedicarse a reconstruir los centenares de templos y demás lugares santos destruidos por los bárbaros. Modesto continuó incansable su labor de reconstruir templos, conseguir contribuciones e inspeccionar los trabajos en los diversos sitios.

Murió el 18 de diciembre mientras llevaba un valioso cargamento de ayuda para la restauración de los santos lugares, fue envenenado por unos perversos para poder robarle los tesoros que llevaba.

San Winebaldo de Heidenheim (701-761)

Nació en Wessex, en la actual Inglaterra, en el seno de una familia cristiana de la nobleza local.

San Winebaldo, o Vunibaldo, fue hijo de un rey de nombre Ricardo, y su madre se llamaba Wunna. Su familia dio muchos servidores a la Iglesia.

Su hermano Wilibaldo fue el célebre obispo de Eichstätt, en Baviera. También en Alemania, su tío Bonifacio fue gran evangelizador y su hermana, Valburga, un modelo de religiosidad en el monasterio de Heidenheim, que él mismo fundó.

En el año 721, Winebaldo y su hermano Wilibaldo acompañaron a su padre a la difícil empresa de una peregrinación a Roma y Palestina, pero lamentablemente durante el viaje el progenitor de ambos murió, en Lucca.

A continuación Wilibaldo perseveró en llegar hasta Tierra Santa, su destino original, mientras que San Winebaldo prefirió permanecer en Roma, donde ingresó a un monasterio en 723, en el que permanecería más de quince años, incluyendo un breve regreso a Gran Bretaña.

En 739 se encontró en Roma a su hermano Wilibaldo y también a San Bonifacio, quien lo convenció de abandonar la vida contemplativa y realizar labor misionera en Alemania. Así, San Winebaldo realizó su apostolado en Baviera y en Turingia.

San Winebaldo se estableció primeramente en Sülzenbrücken, al sur de Erfurt, en Turingia, mientras que su hermano Wilibaldo se convertía en obispo de Eichstätt y San Bonifacio en arzobispo de Maguncia.

De ahí pasó a la Franconia bávara en 744, y en 747 a Maguncia. Finalmente, atraído como siempre por la vida monacal, San Winebaldo se retiró en 751 al monasterio de Heidenheim.

En Heidenheim San Winebaldo fue abad del monasterio masculino, mientras que su hermana Valburga era abadesa del femenino; y encontrándose en la diócesis de Eichstätt, el hermano de ambos, Wilibaldo, era obispo.

viernes, 17 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 17/12/2021. Viernes de la tercera semana de Adviento

No se apartará de Judá el cetro
Primera Lectura. Génesis 49. 1-2. 8-10
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos».

Palabra de Dios

71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, el Gran Río al confín de la tierra.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Genealogía de Jesucristo, hijo de David
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 1, 1- 17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.

Palabra de Dios

San Lazaro

San Lázaro tuvo la dicha de ser el protagonista de uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo, ya que fue resucitado por el Señor después de cuatro días de haber fallecido.

Según las Sagradas Escrituras, Lázaro enfermó gravemente y dos de sus hermanas Marta y María enviaron con urgencia un mensajero al lugar donde se encontraba Jesús con el siguiente mensaje: "Aquél a quien Tú amas, está enfermo". Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte.

El santo fallece y recién al cuarto día llegó el Señor. Las dos hermanas salen al encuentro de Jesús en medio de lágrimas y sollozos diciéndole: "Oh, Señor ¡si hubieras estado aquí! ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus labios: "Jesús". No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte! Oh Señor: sí hubieras estado aquí no se habría muerto nuestro hermano".

Jesús responde: – "Yo soy la resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre". Jesús, al verlas llorar se conmovió y también lloró. Nuestro Redentor verdadero Dios y verdadero hombre, sintió también el dolor ante la muerte de un ser querido. Los judíos que estaban allí en gran número, exclamaron: "¡Miren cuánto lo amaba!". Jesús dijo: ¡Lázaro, yo te mando, sal fuera! Y Lázaro se levantó. Después de cuatro días de muerto, fue resucitado milagrosamente y visto por la multitud que contempló el hecho.

martes, 14 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 14/12/2021. Martes de la tercera semana de Adviento. San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia

La salvación mesiánica será enviada a todos los pobres
Primera Lectura. Sofonías 3,1-2.9-13
Esto dice el Señor: «¡Ay de la ciudad rebelde, impura, tiránica! No ha escuchado la llamada, no ha aceptado la lección; no ha confiado en el Señor, no ha recurrido a su Dios. Entonces purificaré los labios de los pueblos para que invoquen todos ellos el nombre del Señor y todos lo sirvan a una. Desde las orillas de los ríos de Cus, mis adoradores, los deportados, traerán mi ofrenda. Aquel día, ya no te avergonzarás de las acciones con que me ofendiste, pues te arrancaré tu orgullosa arrogancia, y dejarás de engreírte en mi santa montaña. Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor. El resto de Israel no hará más el mal, no mentirá ni habrá engaño en su boca. Pastarán y descansarán, y no habrá quien los inquiete».

Palabra de Dios

33,2-3.6-7.17-18.19 y 23

El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren.

El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. El afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.

El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias.

El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él.

El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Vino Juan y los pecadores le creyeron
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero». Jesús les dijo: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».

Palabra de Dios

San Juan de la Cruz

Nace en Fontiveros (Ávila-España) en 1542. De niño, al quedar huérfano de padre, se gana la vida con servicios varios en un hospital. A los 21 años viste el hábito carmelita en Medina, el año 1563. Estudia filosofía y teología en Salamanca y se ordena sacerdote en 1567. El mismo año se encuentra con Teresa de Ávila, la reformadora de las carmelitas, que lo convence para iniciar también él la reforma de los carmelitas, proyecto que le gana persecuciones y la prisión. Humillado y marginado, pero lleno de una alegría que nada ni nadie le puede arrebatar.

A los 21 años fue recibido como religioso en la comunidad de Padres Carmelitas, y obtuvo el permiso de observar los reglamentos con toda la exactitud posible sin buscar excepciones en nada. Al ser ordenado sacerdote en 1567, pidió a Dios como especial regalo que lo conservara siempre en gracia y sin pecado y que pudiera sufrir con todo valor y con mucha paciencia toda clase de dolores, penas y enfermedades.

Santa Teresa había fundado la comunidad de las Hermanas Carmelitas Descalzas y deseaba fundar también una comunidad de Padres Carmelitas que se dedicara a observar los reglamentos con la mayor exactitud posible. Mientras tanto nuestro santo le pedía a Dios que le iluminara un modo de vivir tan fervoroso que lo llevara pronto a la santidad. Y he aquí que al encontrarse los dos santos, descubrió Santa Teresa que este era el indicado para empezar su nueva comunidad y con otros dos frailes fundó su nueva comunidad de Carmelitas descalzos. Los envió a vivir a un convento muy pobre, llamado Duruelo.

Al fundar su nuevo convento en Salamanca, fue nombrado como rector Fray Juan de la Cruz, dedicándose con todas sus fuerzas al apostolado.

Dios le había concedido una cualidad especial: la de saber enseñar el método para llegar a la santidad. Y eso que enseñaba de palabra a personas que dirigía, lo fue escribiendo y resultaron unos libros tan importantes que le han conseguido que el Sumo Pontífice lo haya declarado Doctor de la Iglesia.

Como poeta ha sido admirado por siglos a causa de la musicalidad de sus poesías y de la belleza de sus versos. Son célebres sus pensamientos: "En el atardecer de tu vida serás examinado sobre el amor", "Donde no hay amor, siembra amor y recogerás amor". Nos ha dejado varias obras magníficas sobre su extraordinaria experiencia mística: Cántico Espiritual (muy popular), Comentarios al Cántico Espiritual y Subida al Monte Carmelo, La llama de amor viva, La noche oscura del alma. Es patrono de los místicos y de los poetas.

Después de tres meses de sufrimientos muy agudos, el santo murió el 14 de diciembre del año 1591. Apenas tenía 49 años.

Oración: Dios, Padre nuestro, que hiciste a tu presbítero san Juan de la Cruz modelo perfecto de negación de sí mismo y de amor a la cruz, ayúdanos a imitar su vida en la tierra para llegar a gozar de tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 13/12/2021. Lunes de la tercera semana de Adviento. Santa Lucía, virgen y mártir

Avanza una estrella de Jacob
Primera Lectura. Números 24, 2-7.15-17a
En aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos: «Oráculo, de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Poderoso, que cae y se le abren los ojos: ¡Qué bellas tus tiendas, oh, Jacob y tus moradas, Israel! Como vegas dilatadas, como jardines junto al río, como áloes que plantó el Señor o cedros junto a la corriente; el agua fluye de sus cubos, y con el agua se multiplica su simiente. Su rey es más alto que Agag, y descuella su reinado». Y entonó sus versos: «Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los planes del Altísimo, que contempla visiones del Poderoso, que cae en éxtasis y se le abren los ojos: Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto: Avanza una estrella de Jacob, y surge un cetro de Israel».

Palabra de Dios

24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9

Señor, instrúyeme en tus sendas

Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.

Señor, instrúyeme en tus sendas

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor.

Señor, instrúyeme en tus sendas

El Señor es bueno y es recto, enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humilles con rectitud, enseña su camino a los humildes.

Señor, instrúyeme en tus sendas

El bautismo de Juan ¿de dónde venía?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 21, 23-27
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?». Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?». Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos "del cielo", nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?” Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta». Y respondieron a Jesús: «No sabemos» Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».

Palabra de Dios

Santa Lucía

Es una de las figuras más estimadas por la devoción cristiana y la Iglesia la celebra como una de las gloriosas vírgenes y mártires del tiempo del Imperio Romano.

Murió en Siracusa (Sicilia) durante la persecución del emperador Diocleciano el 13 de diciembre del año 304. Su culto se extendió desde la antigüedad por la Iglesia, y su nombre fue introducido en el Canon Romano de la misa. A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe. La leyenda según la cual la Santa se habría arrancado los ojos por amor de Cristo, tiene su origen seguramente en la etimología popular del nombre de Lucía (lux-lucis, luz), luminosa, y sugiere la luminosidad que emana de su propio nombre.

Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.

Gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.

Es abogada de la vista y patrona de los ciegos.

Oración: Que la poderosa intercesión de santa Lucía, virgen y mártir, sea nuestro apoyo, Señor, para que en la tierra celebremos su triunfo y en el cielo participemos de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.