viernes, 27 de septiembre de 2013

Lecturas y Santoral 27-09-13

La palabra pactada con vosotros cuando salíais de Egipto, y mi espíritu habitan con vosotros: no temáis.
Primera Lectura. Profecía de Ageo (2,1-9)

El año segundo del reinado de Darío, el día veintiuno del séptimo mes, vino la palabra del Señor por medio del profeta Ageo: "Di a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote, y al resto del pueblo: '¿Quién entre vosotros vive todavía, de los que vieron este templo en su esplendor primitivo? ¿Y qué veis vosotros ahora? ¿No es como si no existiese ante vuestros ojos? ¡Ánimo!, Zorobabel –oráculo del Señor–, ¡Ánimo!, Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote; ¡Ánimo!, pueblo entero –oráculo del Señor–, a la obra, que yo estoy con vosotros –oráculo del Señor de los ejércitos–. La palabra pactada con vosotros cuando salíais de Egipto, y mi espíritu habitan con vosotros: no temáis. Así dice el Señor de los ejércitos: Todavía un poco más, y agitaré cielo y tierra, mar y continentes. Pondré en movimiento los pueblos; vendrán las riquezas de todo el mundo, y llenaré de gloria este templo –dice el Señor de los ejércitos–. Mía es la plata y mío es el oro –dice el Señor de los ejércitos–. La gloria de este segundo templo será mayor que la del primero –dice el Señor de los ejércitos–; y en este sitio daré la paz –oráculo del Señor de los ejércitos.–'"

Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading

Templo-Salomon-infidelidad-Dios-paganos
Salmo Responsorial 42,1.2.3.4

Espera en Dios, que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios mío".
Hazme justicia, oh Dios,
defiende mi causa contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.

Espera en Dios, que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios mío".
Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?,
¿por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?

Espera en Dios, que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios mío".
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.

Espera en Dios, que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios mío".
Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la citara,
Dios, Dios mío.

Espera en Dios, que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios mío".
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Lucas (9,18-22)

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?"
Ellos contestaron: "Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas."
Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"
Pedro tomó la palabra y dijo: "El Mesías de Dios."
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading

Juan-Jesus-Pedro

San Vicente de Paul

San Vicente de Paul

San Vicente -cuyo nombre significa victorioso- solía decir, por experiencia propia, a los impacientes: "Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades". Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión".

Nació en el pueblo Pouy, distrito de Tarbes al sudoeste de Francia en abril de 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. No experimentó la extrema miseria pero sí una dura pobreza y un arduo trabajo. Tuvo el privilegio de estudiar y, para tener un ingreso, ayudó a otros alumnos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote en 1600 a los 19 años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor.

Tenía un proyecto centrado en sí mismo y gastó varios años de su vida tratando de realizarlo. El Señor es paciente y esperaba una respuesta valiente y generosa. En esta etapa de su vida Vicente va de fracaso en fracaso. En una carta suya de 1607 cuenta que fue hecho prisionero por unos piratas cuando navegaba de Marsella a Narbona, y fue llevado cautivo y vendido como esclavo a Túnez. Experimentó el maltrato y la pobreza pero también la fuerza y el consuelo de la fe cristiana. Al volver a París es públicamente acusado de ladrón y pasará luego un calvario de tentaciones contra la fe.

En medio de sus fracasos supo escuchar una voz que lo llamaba a entregarse. ¿a qué? ¿A quién? ¡al servicio de los pobres por amor a Jesucristo! Vicente buscó ayuda en personas con ideales y horizontes, dispuestas a empujarlo a la superación, al sacrificio y la entrega. Así fueron apareciendo en su vida el espiritual y sabio Pedro de Berulle, el sencillo y apostólico Antonio Duval y San Francisco de Sales de quien recibió Vicente amplias influencias.

En 1612, por mediación de Berulle, llega como párroco de Clichy donde vive su enorme capacidad de contagio y renovación cristiana. En 1613 por indicaciones del mismo Berulle deja Clichy para atender, como maestro, a los hijos de la familia Gondi, una de las más ricas, nobles e influyentes de Francia. De allí "se escapó" a la parroquia de Chatillon. Sólo 6 meses pasaría allí antes de volver nuevamente con los Gondi, ahora con una total libertad para entregarse a la evangelización y al servicio de los pobres del campo.

Con un amor "inventivo hasta el infinito" realiza importantes fundaciones:
1617 – Es el año de la creación de las "Cofradías de la Caridad" que hasta nuestros días sigue sembrando el amor organizado a favor de los pobres.

1625 – Surge la Congregación de la Misión como una respuesta a las necesidades de evangelización de los pobres campesinos.
El Ministro Gondi nombró al P. Vicente como capellán de las grandes regiones donde tenía sus haciendas, descubriendo con horror que los campesinos ignoraban totalmente la religión; que las pocas confesiones que hacía eran sacrílegas porque callaban casi todo, y que no tenían quién les instruyera.

Se consiguió un grupo de sacerdotes amigos, y empezó a predicar misiones por esos pueblos. La gente acudía por centenares y miles a escuchar los sermones se confesaban y enmendaban su vida. Fue ahí donde vio la necesidad de fundar la Comunidad de Padres Vicentinos, dedicada a instruir y ayudar a los más necesitados. La obra apostólica del santo se extendío velozmente fundando no sólo comunidades sino también grupos de caridad para ayudar e instruir a las gentes más pobres; sin embargo, para dirigir las misiones el santo vio la necesidad de que fueran religiosas quienes lo ayudasen fundando la comunidad de las hermanas vicentinas a cargo de Santa Luisa de Marillac.

1633 - Fundación de las Hijas de la Caridad, obra conjunta de San Vicente y Santa Luisa de Marillac.

San Vicente de Paul
París y otras ciudades francesas estaban llenas de pobres, dementes, pordioseros, mujeres en venta, mutilados y bandas organizadas que, por las buenas o por las malas, conseguían sobrevivir. La buena sociedad les tenía miedo, se sentía insegura con tanto pobre. Los políticos escribieron cientos de leyes contra la mendicidad y los pobres. Eran leyes inútiles.

Vicente y los suyos, con instituciones, escuelas, asilos, evangelio, limosnas y mucha organización, recuperaron para la dignidad y la vida a cientos de miles y miles de estos pobres, víctimas de una mala estructura económica, del pillaje de las guerras, de los impuestos abusivos, de las malas cosechas del campo.

¿Cómo fue posible tanta profundidad, tanto servicio y tanta capacidad para contagiar y organizar a otros? "¡Amemos a Dios, hermanos míos, decía Vicente, pero que sea con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos!". Él sólo pretendía "hacer en la tierra lo mismo que hizo nuestro Señor, esto es, hacer la voluntad de Dios". Vicente de Paúl fue un apasionado de Jesucristo. De ahí floreció su pasión por el cuidado de los pobres.

San Vicente de Paúl murió el 27 de septiembre de 1660, a los 80 años de edad y fue canonizado en 1737. El Santo Padre León XIII lo proclamó Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad. Desde la casa del Padre nos mira, nos acompaña y nos pregunta ¿Y tú, qué haces con tu vida? ¿A quién sirves? ¿A quién llevas la amorosa salvación de Jesucristo?

Oración: Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: web católico de Javier, santoral-virtual.blogspot.csipom, Archidiócesis de Madrid, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, catholic.net, oremosjuntos.com, Vidas de los Santos de Butler, devocioncatolica.blogspot.com

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