martes, 27 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 27-02-10

Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 11,19-26
En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquia, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquia, se pusieron a hablar también a los helenistas, anunciándoles la Buena Noticia del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
Salmo Responsorial Salmo 86, 1-3, 4-5. 6-7
Alabad al Señor, todas las naciones.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Alabad al Señor, todas las naciones.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido allí.» Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado.»
Alabad al Señor, todas las naciones.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Éste ha nacido allí.» Y cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en ti.»
Alabad al Señor, todas las naciones.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
Yo y el Padre somos uno
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 10, 22-30
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: - «¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente.» Jesús les respondió: - «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.» Palabra del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
"La Moreneta", Nuestra Señora de Montserrat
Nuestra Señora de Montserrat es la más importante advocación de la Virgen en Cataluña. Está relacionada con el descubrimiento de una imagen de la Virgen María allá por las últimas décadas del siglo IX, según cuenta la tradición. Fueron unos pastores que apacentando sus rebaños en la falda de la montaña vieron resplandores arriba en los picos. Fueron éstos a anunciarlo al párroco, y éste al obispo de Vic quien acompañado de numerosa comitiva vio que eran ciertos los resplandores, y que procedían de una Virgen Morena, colocada en una hornacina excavada en la roca. Se construyó una capilla para venerar la imagen y en torno a ella un monasterio de monjas benedictinas que, por temor a los sarracenos, fueron sustituidas por monjes de Ripoll. Fue creciendo la devoción de los nobles a la Virgen Morena, y gracias a ello creció el monasterio, hasta que los reyes Católicos le dieron el impulso definitivo para convertirse en un gran santuario servido por una floreciente comunidad religiosa. El 11 de septiembre de 1881 fue declarada por León XIII patrona de Cataluña.

La montaña de Montserrat se yergue majestuosa aislada de los demás sistemas montañosos. Forma una pequeña cordillera de 10 km de largo por 5 de ancho. La fascinante combinación de roca desnuda y exuberante verdor, los picos rocosos inclinándose levemente unos sobre otros como si hubiese quedado allí petrificada una batalla de titanes, el más alto de los cuales se alza orgulloso a una altura de 1.235 metros; la luz cambiante a lo largo del día, especialmente al atardecer y en el sucederse de las estaciones, que ofrece una visión siempre nueva y fascinante; es en su conjunto de una belleza no para ser contada, sino para ser vista. Con toda seguridad fue santa esta montaña desde el principio de los tiempos: santuario de la naturaleza, cuando subían a ella las gentes tenían la sensación de ascender a la sagrada morada de los dioses, igual que sintieron los israelitas el monte Sinaí y los griegos el Olimpo. La Madre de Dios que veneran los cristianos en esta santa montaña, es la última forma de la divinidad más antigua, la Madre, que tiene en ella su morada desde que el mundo es mundo.

Las Montses pueden sentirse orgullosas de su nombre: al pronunciarlo se hacen presentes la indescriptible belleza de la santa montaña, la Virgen a la que está dedicada, la tradición, la fe y la esperanza de un pueblo que se ha aglutinado en torno a este nombre y a este símbolo. Es realmente una gran cosa llamarse Montserrat, sobre todo en Cataluña.

¡Felicidades!

Santoral confeccionado consultando: el preparado por elalmanaque.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es

lunes, 26 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 26-04-10

Vuestra fe se apoye en el poder de Dios
Primera Lectura. San Pablo 1ª Corintios 2, l-l0
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.» Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
Salmo Responsorial Salmo 118, 99-100. 101-102. 103-104
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus leyes.
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Aparto mi pie de toda senda mala, para guardar tu palabra; no me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido.
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
¡Qué dulce al paladar tu promesa: más que miel en la boca! Considero tus decretos, y odio el camino de la mentira.
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
Vosotros sois la luz del mundo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»
Palabra del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia (560-636)
Dante, el mayor poeta de todos los tiempos, dice en el canto X del Paraíso que ve "llamear el espíritu ardiente de Isidoro", y así, flamígero, hombre de fuego en la palabra y en la acción, ha pasado a la historia como una gran luminaria de piedad y de saber en los siglos oscuros.

"El Doctor de las Españas". "Doctor egregio de nuestro tiempo, esplendor recentísimo de la Iglesia Católica; el último de los predecesores en edad, mas no inferior a ellos en doctrina, y, lo que sobrepasa a todo, el más docto de nuestro siglo". Así calificaba a nuestro Isidoro el VIII Concilio toledano.

También se le ha llamado "el último Padre de Occidente". El Martirologio Romano así lo presentaba: "Insigne en santidad y doctrina, ilustra a España con su celo en favor de la fe católica y su observancia de las disciplinas eclesiásticas".

España se honra de haber dado a luz a una familia de santos en los hermanos Leandro, Fulgencio, Isidoro y su hermana Florentina. Sus padres fueron los mejores educadores de sus hijos. Se llamaron Severiano y Túrtura.

Leandro, el mayor, que fue obispo de Sevilla (hacia el año 580), educó a su hermano menor Isidoro, nacido entre el 560 y el 570. Fue monje y luego abad de un monasterio, llamando la atención por un afán de ciencia - siempre ávido de lectura, ansioso por acumular libros y escribirlos - que le caracteriza. Alrededor del año 600 sucede a su hermano en la sede sevillana y casi eclipsa a tan ilustre antecesor.

A la muerte de Leandro (601), le sucedió Isidoro quien continuó con brillantez la organización de la Iglesia de España en el reino visigodo emprendida por su hermano. Leandro había tenido en Toledo un importante concilio en el año 586, Isidoro prosiguió su influjo por medio de numerosos sínodos y, en especial, con el célebre IV Concilio de Toledo (633). A lo largo de un episcopado de treinta y cinco años, se consagró a la formación del pueblo cristiano no sólo a través de la predicación, sino por la instrucción de los jóvenes.

Sus seminarios, su bellísima liturgia coordinada, sus cánones para religiosos y fieles, y su manual de teología y liturgia dieron un gran esplendor a la Iglesia española visigótica.

Fundó un colegio en el que quiso enseñar él mismo. Tal preocupación era algo completamente innovador en su tiempo. Esto fue lo que motivó, al menos en parte, la producción literaria de Isidoro que forma una especie de inventario del conjunto de los conocimientos humanos, a lo que el autor proporcionó una aportación original.

En sus Etimologías, con los veinte libros enciclopédicos del saber antiguo que tanto se manejó en la Edad Media (se conservan más de un millar de códices), los conocimientos se acumulan sin ningún afán de originalidad ni exhibicionismo, como un valioso, difícil y humilde pedestal de sabiduría humana que ha de acercarnos un poco más a las alturas del secreto de Dios.

Por primera vez en 4 decenios, durante la Semana Santa del año 636 no puede atender y lavar los pies a los pobres, ni celebrar la noche del Sábado Santo al Domingo de Pascua. Pero realiza el rito penitencial, en la Basílica de San Vicente. Se hace cortar el pelo y poner sobre la ceniza, y confiesa en público sus faltas todas, mientras el pueblo implora perdón por ellas. Recibe el Santo Viático. Y a tres días de su muerte en abril, se despide de sus cristianos: "guardad la caridad entre vosotros; no devolváis mal por mal; que el lobo no devore a ninguno de vosotros; y que la oveja errante vuelva al redil a hombros del buen pastor". Toda la Edad Media se formó en su escuela. Su cuerpo reposa en León desde el siglo XI.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por oremosjuntos.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es

domingo, 25 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 25-04-10

Sabed que nos dedicamos a los gentiles
Primera Lectura. Hechos 13, 14. 43-52
En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquia de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondian con insultos a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: - «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra. "» Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 99, 2. 3. 5
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores.
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
«El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.»
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas
Segunda Lectura. Apocalipsis 7, 9. 14b-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y uno de los ancianos me dijo: - «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.»
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Yo doy la vida eterna a mis ovejas
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús: - «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
San Marcos
Fue el primer Evangelio en ser escrito. La fecha exacta de cuando fue escrito no se tiene con certeza. San Ireneo, uno de los Padres de la Iglesia, en su libro "Contra las Herejías" escribió que el evangelio de San Marcos fue escrito después de la muerte de San Pedro y de San Pablo. San Clemente de Alejandría pensaba que se escribió antes de la muerte de San Pedro, muerte que ocurrió en el año 64 d.c. El capítulo 13:5-17, conocido como el "pequeño Apocalipsis" indica el conocimiento de eventos que llevaron a la guerra de los Judíos contra los Romanos (66-77 d. c.), pero no muestra un claro conocimiento de la caída de Jerusalén en el año 70 d.c. La mayoría de los estudiosos piensan que el evangelio fue escrito poco antes de la caída de Jerusalén y probablemente entre los años 65-75 d.c.

Este evangelio fue escrito para cristianos gentiles; así lo demuestra al traducir vocablos arameos y explicar costumbres Judías. El uso de latinismos y de la alusión a Rufo y Alejandro (15:21) indica que los destinatarios fueron los cristianos gentiles de Roma, siendo así que ese Rufo es probablemente el citado en la Carta a los Romanos 16:13. También se deja entrever que los destinatarios de este evangelio pertenecen a una comunidad amenazada por la persecución, lo cual cuadra con la Roma de los tiempos de Nerón.

BIOGRAFIA DE SAN MARCOS

Autor del segundo Evangelio (el primero en escribirse), San Marcos es judío de Jerusalén. A veces el Nuevo Testamento lo llama Juan Marcos (Hechos 12,12). Acompañó a San Pablo y a Barnabás, su primo, a Antioquia y en el primer viaje misionero de estos. (Hechos 12, 25). Se separó de ellos en Perga y regresó a su casa. (Hechos 13,13). No sabemos las razones por las que San Marcos de esa separación pero si sabemos que causó una separación posterior entre San Pablo y Barnabás, cuando San Pablo rehusó aceptar a San Marcos como compañero en el segundo viaje misionero. Barnabás se enojó tanto que rompió su asociación misionera con San Pablo y se fue a Chipre con Marcos (Hechos 15,36-39). Años mas tarde San Pablo y San Marcos volvieron a unirse en un viaje misionero.

San Marcos también se unió estrechamente con San Pedro, posiblemente siendo su intérprete. Juntos fueron a Roma. San Pedro por su parte se refería a San Marcos como "mi hijo" (1P 5,13).

La mayor contribución de San Marcos es el segundo Evangelio. Se debate la fecha de su origen, quizás fue en la década 60-70 AD. San Marcos escribió en griego con palabras sencillas y fuertes. Por su terminología se entiende que su audiencia era cristiana. Su Evangelio contiene historia y teología.

Evangelizó y estableció a la Iglesia en Alejandría, fundando allí su famosa escuela cristiana.

Murió mártir el 25 de abril del 68 AD aprox. en Alejandría y sus reliquias están en la famosa catedral de Venecia.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es

sábado, 24 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 24-04-10

La Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo
Primera Lectura. Hechos 9, 31-42
En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo. Pedro recorría el país y bajó a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacia ocho años no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: -«Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama.» Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Sarán, y se convirtieron al Señor. Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacia infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba. Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando vivía. Pedro mandó salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a rezar y, dirigiéndose a la muerta, dijo: - «Tabita, levántate.» Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, se la presentó viva. Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 115, 12-13. 14-15. 16-17
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 6, 60-69
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oirlo, dijeron: -«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?» Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: - «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.» Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: - «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: - «¿También vosotros queréis marcharos?» Simón Pedro le contestó: - «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
San Marcos Evangelista S.I
Era un judío de Jerusalén, sin duda helenizado (además de su nombre hebreo, Juan, usaba el grecorromano de Marcos), que sin ser uno de los apóstoles pertenecía al círculo de los primeros seguidores de Jesús, lo mismo que su madre, una tal María, y su primo, el chipriota Bernabé.

Tanto los Hechos de los Apóstoles como las Cartas de San Pablo y de San Pedro, nos permiten entrever el puesto que ocupaba San Marcos dentro de la comunidad primitiva. Partiendo de Jerusalén, en donde Juan Marcos poseía una casa, podemos seguirle en sus viajes apostólicos, al lado de su primo Bernabé y de Pablo, y más tarde solo con Bernabé, a principios del año 52.

Diez años después, volvemos a hallarle en Roma, colaborando con Pablo, y luego con Pedro. A Marcos le gusto siempre, bien fuera por temperamento o por virtud, actuar en segundo plano, junto a una personalidad más relevante que la suya. Dentro de esta misma línea fue como compuso su Evangelio, recogiendo la catequesis romana de Pedro. Pero el estilo tan vivo, tan concreto y directo del evangelio de Marcos nos podría decir mucho sobre el alma de su autor.

El ilustre predicador Bossuet refiriéndose a lo bien que supo sintetizar la doctrina de Jesús predicada por San Pedro llamó a nuestro Santo "el más divino de los compendiadores".

Pedro amaba con cariño a Marcos. Le llama "mi hijo Marcos" (1 Pe 5, 13). El evangelista Marcos escribe con fluidez, sencillez, en estilo directo y sólido a la vez. Es el más breve de los Evangelios (16 capítulos) y se propone probar la Divinidad de Jesucristo.

Marcos se halla en Roma el año 67 cuando mueren los dos Apóstoles San Pedro y San Pablo.

Juan Marcos ha jugado un papel muy importante en la evangelización como lo demuestran estas palabras de San Pablo que el 62 dice a Timoteo: "Trae contigo a Marcos, pues lo necesito para el ministerio evangélico". Después parece que extendió el Evangelio por diversos países: Egipto, Aquilea, Cirene... Quizá expiró el año 68.

Ya desde el siglo III se le atribuía a San Marcos la fundación de la Iglesia de Alejandría y su tumba era venerada en las afueras de la ciudad. A partir de entonces, la Iglesia copta de Egipto se ha adherido siempre a la «Predicación de San Marcos. Unidos a ella saludamos hoy al que llama «el contemplativo de Dios, e imploramos al evangelista por todas las comunidades cristianas que conservan la fe en Jesucristo dentro de los piases del Islam compartiendo con sus hermanos de raza la adoración del Único Dios.

En el siglo IX unos mercaderes llevaron sus reliquias a Venecia, y la república de las aguas le hizo su patrón, le erigió una grandiosa basílica y paseó en triunfo por los mares su emblema del león alado (quizá por alusión a una de las primeras frases de su evangelio), prolongando su inquietud desde las antiguas huidas a los grandes viajes de misión.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es, Catholic.net

Lecturas y Santoral 23-04-10

Es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a los pueblos
Primera Lectura. Hechos 9, 1-20
En aquellos días, Saulo seguía echando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor. Fue a ver al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse presos a Jerusalén a todos los que seguían el nuevo camino, hombres y mujeres. En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente, una luz celeste lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: - «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Preguntó él: - «¿Quién eres, Señor?» Respondió la voz: - «Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad, y allí te dirán lo que tienes que hacer.» Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber. Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión: - «Ananías.» Respondió él: - «Aquí estoy, Señor.» El Señor le dijo: - «Ve a la calle Mayor, a casa de judas, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista.» Ananías contestó: - «Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.» El Señor le dijo: - «Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que tiene que sufrir por mi nombre.» Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: - «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y te llenes de Espíritu Santo.» Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y lo bautizaron. Comió, y le volvieron las fuerzas. Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 116, 1. 2
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos.
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre.
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 6, 52-59
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: - «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Entonces Jesús les dijo: - «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.» Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
BEATA TERESA MARIA DE LA CRUZ - Carmelita Descalza (y San Jorge)
Teresa Adelaida Cesina Manetti nació de humilde familia en San Martino a Campo Bisenzio (Florencia-Italia), el 2 de marzo de 1846.

Familiarmente le llamaban todos "Bettina". Quedó huérfana de padre muy pronto y conoció lo dura que era la vida. A pesar de ello, ayudaba a los pobres privándose hasta de lo más necesario.

En 1872, junto con otras compañeras, se retiró a una casita de campo y allí "oraban, trabajaban y reunían a algunas jóvenes para educarlas con buenas lecturas y enseñarles la doctrina cristiana".

El 16 de julio de 1876 fueron admitidas a la tercera Orden del Carmen Teresiano y cambió su nombre por el de Teresa María de la Cruz.

El 1877 recibió las primeras huérfanas, cuyo número fue creciendo día a día. Aquellas niñas abandonadas "eran su mejor tesoro".

El 12 de julio de 1888 las 27 primeras religiosas vistieron el hábito de la Orden de Carmen Descalzo, a la que se habían agregado el 12 de junio de 1885.

El 27de febrero de 1904 el papa Pío X aprobaba el Instituto con el nombre de "Terciarias carmelitas de Santa Teresa".

Acudirán a ella toda clase de personas para que Madre Teresa María solucione sus más delicados problemas materiales y espirituales. Ella, con luces especiales que recibió de lo alto, tranquilizaba a aquellos espíritus atormentados, hacía las paces entre los encontrados y el Señor obraba milagros por su medio. Eran las "florecillas" de las que están llenos sus Procesos. La oración era su vida y tuvo el carisma de una perenne comunión con el Señor, hasta el punto de que, como asegura un testigo refiriéndose a una afirmación de la beata, "le daba lo mismo estar retirada en el convento, que tratar con las personas, porque doquiera se sentía unida con Dios".

Madre Teresa María vio con gran alegría extenderse el Instituto hasta Siria y el Monte Carmelo de Palestina.

Su gran vocación y su gran misión fue la Cruz. Sobre ella veía a Cristo, y con Cristo quería a toda costa estar crucificada. Quiso que su fiesta fuera el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Santa Cruz. Gozó siempre de muy poca salud y también su espíritu fue duramente probado, por ello le cuadraba muy bien su sobrenombre "de la cruz". Recorrió valientemente su "calvario", y con frecuencia, decía: "Tritúrame, Señor, exprímeme hasta al última gota".

En lo más arduo de la persecución o de la prueba, exclamaba, llena de gozo: "¡Viva la Cruz!'.

Su caridad no tenía Iímites. Se entregaba a todos y en todo, olvidándose siempre de sí misma. El obispo Andrés Casullo que la conocía bien a fondo, afirmaba de ella: "Se desvivía por hacer el bien".

Decía que los pobres y abandonados sean nuestros preferidos. que estemos dispuestos a arrastrar toda clase de sufrimientos por Cristo y por nuestros hermanos. Que la Eucaristía y María sean nuestros Maestros y nuestro consuelo, que la cruz sea nuestro mejor libro y maestro.

Devotísima del Santísimo Sacramento y del Sagrado Corazón de Jesús, solía decir: "Quisiera hacer de todos los corazones un solo corazón y mecerlo en el Corazón de Jesús".

El amor a Jesús la unía más íntimamente a la Sma. Virgen, a la que, como buena carmelita, trataba de amar e imitar siempre y en todo.

Después de pasar por noches oscurísimas de su alma, preparada por la gracia, le llegó la muerte en su mismo pueblo natal el 3 de abril 1910, mientras repetía una vez mas. "Oh Jesús mío, sí quiero padecer más..." Y murmuraba extática: "¡Está abierto!... ya voy".

El papa Juan Pablo II la beatificaba el 19 de octubre de 1986.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es, Catholic.net

jueves, 22 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 22-04-10

Siguió su viaje lleno de alegría
Primera Lectura. Hechos 8, 26-40
En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a Felipe: - «Ponte en camino hacia el Sur, por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto.» Se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: - «Acércate y pégate a la carroza.» Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó: - «¿Entiendes lo que estás leyendo?» Contestó: - «-Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?» Invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste-' «Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de los vivos.» El eunuco le preguntó a Felipe: - «Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?» Felipe se puso a hablarle y, tomando pie de este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. En el viaje llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco: - «Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?» Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su viaje lleno de alegría. Felipe fue a parar a Azoto y fue evangelizando los poblados hasta que llegó a Cesarea.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 65, 8-9. 16-17. 20
Aclamad al Señor, tierra entera.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies.
Aclamad al Señor, tierra entera.
Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua.
Aclamad al Señor, tierra entera.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor.
Aclamad al Señor, tierra entera.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 6,44-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: - «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
San Sotero, papa (+175)
Tiempos nada fáciles los que le tocaron vivir a San Sotero (166-175) Fue el sucesor en el pontificado del Papa Aniceto muerto el año 165. Había nacido en la Campaña italiana, en Fondi y su padre se llamaba Concordio.

Durante su pontificado se extendió la Iglesia ya que él mismo ordenó a bastantes diáconos, sacerdotes y obispos. En el terreno disciplinar dictó leyes sobre el lugar de las mujeres en la Iglesia y, sobre todo, atajó con gran valentía las herejías que se cernían sobre la Iglesia en aquellos tiempos iniciales del cristianismo.

En su tiempo se extendió la herejía de Montano que propugnaba un exagerado rigorismo de costumbres.

Suponiendo cercano el fin del mundo, había que exigir a todos una sublimidad irreal: renunciar obligadamente al matrimonio, buscar el martirio y cuidar de no caer en pecado grave - homicidio, adulterio o apostasía -, porque según Montano la Iglesia carecía de facultad para perdonarlos, la penitencia más rigurosa y la vida mas perfecta debían practicarla todos los cristianos. Esta doctrina que después defenderían Tertualiano y, sobre todo, Novaciano, fue condenada por la Iglesia en tiempos del Papa San Sotero.

Él defendió la doctrina que siempre se había predicado y defendido en la Iglesia desde Jesucristo, que para el pecador arrepentido no hay pecado alguno, por grande que éste sea, que no se le pueda conceder el perdón. Así desaparecía el clima de rigorismo y pesimismo que atormentaba a los cristianos tan en contradicción con la doctrina del evangelio que es de amor, perdón, alegría y esperanza...

Otra característica de San Sotero fue su ardiente caridad para con los necesitados. Él era todo para todos y quería que se viviera de acuerdo con lo que los Hechos de los Apóstoles expresan de los primeros cristianos, que "todo era común entre ellos" y que "todos eran un solo corazón y una sola alma"... San Sotero pedía limosnas a las Iglesias más ricas para distribuirlas entre las más pobres y se esforzaba "por tratar a todos con palabras y obras como un padre trata a sus hijos". Durante su pontificado el emperador Marco Aurelio (161-180), persiguió sañudamente a la Iglesia y durante este tiempo hubo abundantes mártires, entre ellos el mismo Papa que parece murió mártir el 22 DE ABRIL del 175.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es, Catholic.net

miércoles, 21 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 21-04-10

Al ir de un lugar para otro, iban difundiendo el Evangelio
Primera Lectura. Hechos 8, lb-8
Aquel día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaria. Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Saulo se ensañaba con la Iglesia; penetraba en las casas y arrastraba a la cárcel a hombres y mujeres. Al ir de un lugar para otro, los prófugos iban difundiendo el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a
Aclamad al Señor, tierra entera.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: «¡Qué terribles son tus obras!»
Aclamad al Señor, tierra entera.
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres.
Aclamad al Señor, tierra entera.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna enteramente.
Aclamad al Señor, tierra entera.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Ésta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 6, 35-40
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: - «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre:'que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
San Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia 1033-1109
Santa Inés de Montepulciano 1268-1317" /> El ilustre historiador cardenal Baronio llamó a nuestro Santo "la lumbrera del siglo XI y la Estrella de Inglaterra".

Anselmo de Aosta, Anselmo de Bec o Anselmo de Cantorbery son los tres nombres que ha solido recibir aquel en quien se debe reconocer al iniciador del pensamiento medieval. El primero de ellos hace alusión a su nacimiento en el Piamonte (1033), el segundo, a su vida monástica en tierra normanda (1063-1090) y el tercero a su episcopado en Inglaterra (1093-1109).

Nació en la ciudad de Aosta, en el Piamonte italiano el 1033. Su padre se llamó Gondulfo y era ambicioso, apasionado. Su madre de origen quizá menos noble pero enriquecida con muchas dotes sobrenaturales y, sobre todo, muy buena educadora y una excelente cristiana. Ella fue quien mayormente influyó en la formación del pequeño como después lo recordará él mismo con gran alegría.

También los monjes benedictinos tendrán gran parte en la formación de su espíritu. Llegará a decir más tarde: "Todo lo que soy se lo debo a mi madre y a los monjes benedictinos".

Pidió ser admitido religioso y vistió el hábito a los veintisiete años en el Monasterio de Bec, en Normandía. Pocos años después era nombrado Prior y después Abad de aquel célebre Monasterio. El ejemplo que en todo daba Anselmo era maravilloso. Se entregó a servir a todos con gran caridad. Se sentía feliz entregado a la oración y al estudio.

Los años que pasó como Abad en Bec fueron verdaderamente fecundos. Se entregó de lleno a su misión de Padre bondadoso y de alentador de cuantas obras se realizaban en el Monasterio, pero aún le quedaba tiempo para escribir, y dar clases.

Era un profundo filósofo, teólogo y conocedor de las ciencias de su tiempo, llegando a ser uno de los Padres más importantes de la Edad Media. Amaba tiernamente a la Virgen María y sobre Ella, escribió preciosos tratados. Se le llamó "el segundo San Agustín", tan profundo era en sus escritos y en sus clases. Escribió el Proslogion, con el célebre argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios.

A la muerte de su gran amigo y compatriota Lanfranco de Pavía, también procedente de Bec, le sucedió como arzobispo de Canterbury.

Las paradojas de su personalidad son profundas y sugestivas; así, el monje piadosísimo, dulce y humilde, será de hierro en la enconada pugna con los reyes ingleses Guillermo II y Enrique I por la cuestión de las investiduras, fue desterrado en dos ocasiones y, como alguien ha dicho, retrasó en varios siglos la separación de Roma.

Es una de las figuras más atractivas por su don de gentes, al mismo tiempo que uno de los obispos que, a lo largo de los siglos, ha luchado con mayor denuedo por arrancar a la Iglesia de las manos de los poderosos: "Dios - dice este contemporáneo del papa Gregorio VII - nada desea tanto como la libertad de su Iglesia».

Pero por encima de todo, el nombre de Anselmo es el de un hombre de Dios, de "ese Ser tan perfecto que no se puede concebir nada mejor que él". El niño que soñaba con escalar las más elevadas montañas para hallar a Dios en sus cumbres anunciaba ya al monje y al obispo cuyo empeño total consistiría en «intentar comprender lo que creía», investigando las profundidades de la sabiduría de Dios, no por satisfacer un hambre desmesurada de conocimientos, sino por descubrir el sabor inefable de la verdad: «Dios mío, te suplico que hagas que te conozca, te ame y encuentre mi felicidad en ti».

Teólogo que es todo sensibilidad y calidez afectiva, y que piensa a partir de la fe como quien basa un edificio en cimientos inconmovibles "Quiero comprender algo de la verdad que mi corazón cree y ama, no quiero comprender para creer, sino que creo para poder comprender".

Defendió también la Inmaculada Concepción de la Virgen, por lo cual es con san Bernardo uno de los «capellanes de Nuestra Señora».

Será el primero, abriendo el camino a la escolástica, que requiera el uso sistemático de la razón para completar la fe cristiana.

El místico es más duro que nadie cuando hay que serlo, el santo de las tiernas efusiones cordiales opina que es negligencia desdeñar las luces humanas, a las que así dignifica, y que también son dones de Dios, con el fin de iluminar la fe. Murió en Canterbury sobre un lecho de cenizas el 21 DE ABRIL de 1109.

Sus escritos filosóficos y teológicos le merecieron el título de Doctor de la Iglesia.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es, Catholic.net

martes, 20 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 20-04-10

Señor Jesús, recibe mi espíritu
Primera Lectura. Hechos 7, 51-8, la
En aquellos días, Esteban decía al pueblo, a los ancianos y a los escribas; -«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Siempre resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la Ley por mediación de ángeles, y no la habéis observado.» Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: -«Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.» Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: - «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: - «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» Y, con estas palabras, expiró. Saulo aprobaba la ejecución.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 30. 3cd-4. 6ab y 7b y 8a. 17 y 21 ab
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás; yo confío en el Señor. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: - «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo."» Jesús les replicó: - «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.» Entonces le dijeron: - «Señor, danos siempre de este pan.» Jesús les contestó: - «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.»
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Santa Inés de Montepulciano 1268-1317
Santa Inés de Montepulciano 1268-1317" /> Agnese Segni forma con Catalina de Siena y Rosa de Lima el gran trío de las santas dominicas.

Nació por el año 1274 de unos padres bien acomodados y muy buenos cristianos en Gracciano Vecchio, cerca de Montepulciano (Italia). Llevó una niñez normal pero pronto se despertó en ella el deseo de llevar una vida entregada al Señor por completo y para ello solicitó de unas monjas de Montepulciano que le vistieran su hábito que llamaban "el saco" cuando apenas contaba nueve años de edad.

Cuando nada más contaba quince años abrazó la vida religiosa llamando la atención por su entrega sin límites a toda clase de sacrificios y a la más rigurosa vida de observancia regular. Pronto todas las monjas se fijaban en Inés y trataban de copiar sus virtudes. Era como una regla viva para todas. Ella, en compañía de Margarita, que había sido su maestra y guía en la vida monacal, dio comienzo a la fundación de un convento que pronto llamaría la atención por la irradiación de frutos de santidad que de él se desprenderían por toda aquella comarca. Fue el célebre convento de Proceno en el que a sus dieciocho años ya fue nombrada abadesa del mismo.

Como la fama de Proceno se extendía de día en día, los buenos hijos de Montepulciano quisieron que también allí, en su pueblo natal, hiciera otra fundación para que sirviera como de irradiación espiritual y saneamiento de costumbres. Sobre las ruinas de unas casas de lenocinio, en «un lugar de pecadoras», «sin nada, sólo contando con la Providencia», junto con dieciocho doncellas funda un monasterio en el que iba a vivir el resto de sus días.

Después de tener una visión en la que se le aparecieron tres naves con tres santos como capitanes - Agustín, Francisco y Domingo - invitándola a embarcar, se puso bajo la tutela de los dominicos, y llevó una mortificada vida que iluminaron éxtasis, visiones y milagros.

Raimundo de Capua nos ha contado el chorro de poéticos prodigios que se vinculan a su paso por la tierra: las flores que nacían donde ella se arrodillaba, el favor que le concedió la Virgen poniendo en sus brazos al Niño Jesús (antes de devolvérselo a su Madre, arrancó la crucecita que llevaba al cuello y la guardó como el más preciado de los tesoros).

Cae enferma. Tiene sólo cuarenta y tres años. Sufre mucho. Obra milagros en aquella misma hora de su muerte. Es el 20 de abril de 1317.

Santa Catalina de Siena, que era muy devota de esta santa, y que hizo una peregrinación a su tumba, en su Diálogo pone en boca de Jesucristo un conmovido elogio de Inés de Montepulciano: "La dulce virgen santa Inés, que desde la niñez hasta el fin de su vida me sirvió con humildad y firme esperanza sin preocuparse de sí misma". Es difícil resumir en menos palabras el mejor programa de santidad.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es, Catholic.net

lunes, 19 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 19-04-10

No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba
Primera Lectura. Hechos 6, 8-15
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Indujeron a unos que asegurasen: - «Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.» Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, agarraron a Esteban por sorpresa y lo condujeron al Sanedrin, presentando testigos falsos que decían: -«Este individuo no para de hablar contra el templo y la Ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las tradiciones que recibimos de Moisés.» Todos los miembros del Sanedrin miraron a Esteban, y su rostro les pareció el de un ángel.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 118, 23-24. 26-27. 29-30
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita tus leyes; tus preceptos son mi delicia, tus decretos son mis consejeros.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Te expliqué mi camino, y me escuchaste: enséñame tus leyes; instrúyeme en el camino de tus decretos, y meditaré tus maravillas.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu voluntad; escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 6,22-29
Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no habla habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas lanchas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: - «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» Jesús les contestó: - «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.» Ellos le preguntaron: - «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?» Respondió Jesús: - «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.»
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
San León IX, papa 1002-1054
Bruno de Egisheim-Dagsburg nació en Alsacia el año 1002 y fue hijo de los condes de aquella comarca. Al bautizarlo le impusieron el nombre de Bruno. Estaba emparentado con los emperadores alemanes. De muy niño frecuentó la escuela episcopal de Toul llamando la atención a maestros y compañeros por su ingenio y bondad nada comunes. Como sacerdote destacó por sus virtudes hasta el punto de ser conocido como “el buen Bruno”, capellán de su primo el emperador Conrado II. Llamado al lado del Obispo Hermann de Toul trabajó con todas sus fuerzas por la reforma de las costumbres especialmente entre los clérigos. Se entregó a la vez a cuidar de los más pobres y necesitados. Tanto progresó en la virtud en cuantas empresas ponía la mano, que era conocido por todos como "el buen Bruno".

Muerto el obispo Hermann fue elegido por el pueblo y por el clero para sucederle como obispo de Toul. Se entregó de lleno a la misión y no se arredraba ante dificultad alguna. Fue con el ejemplo de su vida, sobre todo, el arma con que más trabajó para atajar tanto mal como se había ido introduciendo entre el clero. Era intransigente con los abusos y, sobre todo, era duro consigo mismo no permitiéndose a sí ni a los suyos obra alguna que pudiera escandalizar. Eligió como norma de su vida aquel dicho: "Vencer el mal por medio del bien". Se dio cuenta clara de que el futuro de la Iglesia estaba en la reforma de las grandes Ordenes religiosas y que una vez reformadas éstas, no sería tarea difícil reformar al resto. Era muy grande el influjo que ellas ejercían entre el clero y el pueblo llano sin olvidar hasta los mismos príncipes. Muy activo y enérgico, peregrinó por media Europa para corregir vigorosamente los peores abusos (sobre todo la simonía y el concubinato de los clérigos), defendiendo la supremacía pontificia, impulsando la reforma de Cluny, sentando las bases de lo que será el derecho canónico, oponiéndose a herejías y llamando a su lado como canciller al gran Hildebrando.

Los Papas Clemente II y Dámaso II apenas pudieron hacer nada con la reforma que quisieron introducir porque sus pontificados fueron efímeros. Los reyes en esta época tenían un influjo casi totalitario en la designación de los Papas. Así Enrique III el Negro en diciembre de 1048 convocó la Dieta de Worms y propuso a Bruno de Toul como candidato a sucesor de la silla de San Pedro y fue gustosamente aceptado por todos. A pesar de su resistencia hubo de aceptar porque veía ser la voluntad de Dios.

Desde un principio se puso en contacto con los hombres más prestigiosos y santos de su época y los que eran más inclinados a cortar con los abusos que poco a poco se habían ido introduciendo en la Iglesia. Este fue su gran acierto, ya que ayudado de ellos, y formando a otros como sucesores suyos, pudo la Iglesia encontrar su verdadero rostro afeado especialmente durante las últimas décadas. Estos fueron los principales: San Hugo de Cluny, el arzobispo Halinard de Lyon, San Pedro Damián y sobre todo el futuro Papa Gregorio VII, el gran Hildebrando.

León IX hizo comprender a todo el mundo que el Papa era quien gobernaba y no sólo presidía. Dictó leyes muy importantes y las hizo cumplir, especialmente a los príncipes y clérigos, sobre estos dos puntos que tanta necesidad tenían de una tajante reforma.

Una trayectoria ejemplar de padre que defiende la pureza de la fe y de las costumbres, y la independencia de la Iglesia, interviniendo en la política mundial para poner paz con un talante de bondad evangélica que desarmaba a sus mismos enemigos.

En este misterioso nudo de lo humano y lo trascendente que es siempre la Iglesia y su cabeza visible parece como si desde nuestra perspectiva los esfuerzos más admirables y los éxitos clamorosos tuviesen que estar siempre empañados por la imprudencia, el fracaso y el error, como si todo gobierno, incluso el de los sucesores de Pedro, llevara un estigma de grave imperfección.

Tan santo pontífice, con grandes dotes para serlo, vio iniciarse la polémica con el patriarca de Constantinopla que conduciría después de su muerte al cisma de Oriente, y su desafortunada guerra defensiva contra los normandos en el sur de Italia concluyó con una derrota y con el cautiverio del propio León.

Murió el 1054 y fue muy llorado por los romanos por su gran bondad.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es

domingo, 18 de abril de 2010

Lecturas y Santoral 18-04-10

Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo
Primera Lectura. Hechos 5, 27b-32. 40b-41
En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: - «¿No os hablamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.» Pedro y los apóstoles replicaron: - «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Salmo Responsorial Salmo 29, 2 y 4. 5 y 6. 11 y l2a y 13b
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mi. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante, su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Escucha, Señor, y ten piedad de mi; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza
Segunda Lectura. Apocalipsis 5, 11-14
Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos-, que decían: «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.» Y los cuatro vivientes respondían: «Amén.» Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: - «Me voy a pescar.» Ellos contestan: - «Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: - «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: - «No.» Él les dice: - «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. » La echaron, y no teman fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: - «Es el Señor.» Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: - «Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: - «Vamos, almorzad,» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
BEATA MARIA DE LA ENCARNACIÓN, religiosa + 1618
Se llamó en el siglo Bárbara Avrillot y fue hija de los nobles Nicolás, señor de Champalsteurs y de María L'Huiller, muy buenos cristianos que al no tener descendencia prometieron consagrarlo al Señor si les daba fruto de su matrimonio. Éste llegó el 1 de febrero de 1566 y la consagraron al Señor y a la Virgen María vistiéndola de blanco hasta la edad de siete años. Desde esa fecha vivió interna entre las Hermanas Menores de la Humildad de Longchamp llamando la atención por su sencillez y piedad.

Cuando salió del convento a los catorce años, aunque ella hubiera querido consagrarse al Señor en la vida religiosa, sus padres la encaminaron hacia el matrimonio y a los dieciséis años se casó con el vizconde Pedro Acarie al que amó y sirvió con toda su alma como correspondía a una fidelísima esposa. El Señor les concedió seis hijos que educaron cristianamente.

Al salir del convento como interna, sus padres pusieron a su servicio a una joven, Andrea Levoiz, que era una maravilla por su gran piedad, honradez y caridad para con todos. Andrea y Bárbara, criada y señora, viven íntimamente unidas en el camino de la santidad. Se ayudan en su vida interior y ambas corren parejas hacia la meta. Andrea ayuda en la educación de los hijos de su señora y amiga, tres de los cuales se consagrarán al Señor en el mismo género de vida que lo hará su misma madre cuando se vea libre de las ataduras del mundo.

Todo parecía caminar viento en popa cuando vino a visitarle la prueba. Los enemigos de la Iglesia la atacan sin piedad. La herejía protestante se extiende cada día por Francia. El rey Enrique IV destierra al esposo de Bárbara y ella le sigue a todas partes. Es objeto de calumnias e ingratitudes pero todo lo soporta con valentía de espíritu. A todos perdona. Bárbara sostiene y ayuda a su marido en esta dura lucha. Ella misma es ayudada por su primo, el famoso cardenal Pedro de Bérulle, y por el mismo San Francisco de Sales.

Pasada la tormenta se extiende por toda Francia la noticia de las Carmelitas reformadas por Santa Teresa y se leen las maravillosas Obras de esta gran santa castellana. Es por el 1601. Bárbara Lee sus obras y el Señor va obrando maravillas en su alma. Pide consejo, ora mucho y se decide. Ella va a arreglar todas las cosas para que estas santas mujeres, las hijas de Teresa de Jesús, puedan venir a fundar también a Francia. Así obtiene el permiso del Papa Clemente VIII el 13 de noviembre de 1603 por el decreto "In supremo" para que sea una realidad, lo que sucede el 29 de agosto de 1604 que llegaban de España las seis primeras carmelitas descalzas al frente de las cuales iba Ana de Jesús y la conversa Beata Ana de San Bartolomé.

Seguidamente cooperó nuestra beata en la fundación de Pontoise de Digione y de Amiens en el que vio con alegría ingresar a tres de sus hijas. Por todos es considerada como la "Madre y fundadora del Carmelo Teresiano en Francia". Mientras, Bárbara sigue entregada a sus obras de caridad, de piedad y de maceración de su cuerpo, hasta que el 1616 muere su marido sin que ella durante su enfermedad le dejara ni un instante. Fue verdaderamente un modelo de esposa y de madre.

Rotas las ataduras que la ligaban al mundo sólo ansía ya entregarse al Señor en la vida religiosa. Podía hacerlo en los conventos que ella había fundado y donde sabía que tendría muchos deudos, pero quiso elegir el más pobre y más lejano, el de Amiens, al que solicitó, con gran humildad, que la recibieran como hermana de obediencia. Se entregó de lleno a la vida de oración, penitencia y servicio en los trabajos más humildes. Recibió muchas gracias del cielo y también hubo de sufrir no pocas incomprensiones y enfermedades que llevo con gran paz y hasta con alegría.

Por su delicado estado de salud, el 7 de diciembre de 1616 fue enviada al Carmelo de Pontoise, donde, confortada por el viático y por éxtasis y visiones celestiales, entregó su alma al Señor el 18 de abril de 1618.

El papa Pío VI la beatificó el 5 de junio de 1791.

Su cuerpo reposa en la capilla del convento de Pontoise.

"El Virgilio cristiano". "El Príncipe de los poetas latinos del cristianismo". "El humanista más santo y el santo más humanista"... Todo esto se ha dicho del Beato Bautista Spagnoli o Mantuano. De ambas formas se le conoce.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es