martes, 26 de abril de 2022

Lecturas y Santoral 26/04/2022 Martes de la cuarta semana de Pascua. San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia.

Un solo corazón y una sola alma
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 4, 4, 32-37

El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y se los miraba a todos con mucho agrado. Entre ellos no había necesitados, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se distribuía a cada uno según lo que necesitaba. José, a quien los apóstoles apellidaron Bernabé, que significa hijo de la consolación, que era levita y natural de Chipre, tenía un campo y lo vendió; llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 92, lab. 1c-2. 5

El Señor reina, vestido de majestad

El Señor reina, vestido de majestad, el Señor, vestido y ceñido de poder.

El Señor reina, vestido de majestad

Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno.

El Señor reina, vestido de majestad

Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término.

El Señor reina, vestido de majestad

Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 3, 5a. 7b-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?» Le contestó Jesús: «¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo; hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».

Palabra de Dios

San Isidoro de Sevilla, obispo y doctor de la Iglesia

El último de los Santos Padres latinos de la Iglesia. Nació hacia el año 560, y era oriundo, como sus santos hermanos Leandro, Fulgencio y Florentina, de Cartagena (España). Educado por su hermano san Leandro, arzobispo hispalense, le sucedió en la sede sevillana, donde desarrolló su extraordinaria labor pastoral y literaria, procurando la maduración cultural y moral del clero, fundando un colegio, prototipo de los futuros seminarios.

Su sabiduría iba unida a una gran humildad y caridad. Compuso libros llenos de erudición, entre los que hay que destacar el de las Etimologías. Organizó bibliotecas, convocó y presidió varios concilios, entre ellos el IV de Toledo del 633, ordenó la liturgia hispano-visigoda, dio cánones sabios para renovar la vida de los religiosos y de los fieles.

Después de 40 años de episcopado, murió el 4 de abril del 636. El año 1063 fue trasladado su cuerpo a León, donde hoy recibe culto en la iglesia de su nombre.

Oración: Señor, Dios todopoderoso, tú elegiste a san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia, para que fuese testimonio y fuente del humano saber; concédenos, por su intercesión, una búsqueda atenta y una aceptación generosa de tu eterna verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Fray Maria Rafael Arnáiz Barón, monje trapense

Nació en Burgos (España) el 9 de abril de 1911, de una familia de alta sociedad y profundamente religiosa. En esa misma ciudad fue bautizado y confirmado. Comenzó sus estudios en el colegio de los padres jesuitas y recibió por primera vez la Eucaristía en 1919.

En esos años tuvo la primera visita de la que habría de ser su asidua compañera: una enfermedad de fiebres colibacilares que le obligó a interrumpir sus estudios. Cuando se recuperó, su padre, en agradecimiento a lo que consideró una intervención especial de la santísima Virgen, a finales del verano de 1921 lo llevó a Zaragoza, donde lo consagró a la Virgen del Pilar.

Su familia se trasladó a Oviedo, y allí continuó sus estudios de bachillerato, en el colegio de los padres jesuitas y al terminar se matriculó en la Escuela superior de arquitectura de Madrid, donde supo unir el estudio con una ardiente y asidua vida de piedad; había introducido en su horario de estudio una larga visita diaria a "el Amo" en el oratorio de Caballero de Gracia, y participaba puntualmente en su turno de adoración nocturna.

De inteligencia brillante y ecléctica, Rafael tenía destacadas dotes para la amistad y buen trato. Poseía un carácter alegre y jovial; era deportista, rico en talento para el dibujo y la pintura; le gustaba la música y el teatro. A la vez que crecía en edad y desarrollaba su personalidad, crecía también en su experiencia espiritual de vida cristiana.

En su corazón bien dispuesto a escuchar a Dios quiso suscitar la invitación a una consagración especial en la vida contemplativa. Había conocido la trapa de San Isidro de Dueñas y se sintió fuertemente atraído porque la percibió como el lugar que correspondía a sus íntimos deseos. Así, en diciembre de 1933 interrumpió sus cursos en la universidad, y el 16 de enero 1934 entró en el monasterio de San Isidro.

Después de los primeros meses de noviciado y la primera Cuaresma vividos con entusiasmo en medio de las austeridades de la trapa, de improviso Dios quiso probarlo misteriosamente con una penosa enfermedad: una aguda diabetes sacarina, que lo obligó a abandonar apresuradamente el monasterio y a regresar a casa de sus padres para ser cuidado adecuadamente.

Regresó a la trapa apenas restablecido, pero la enfermedad le obligó a abandonar varias veces el monasterio, donde volvió otras tantas veces para responder generosa y fielmente a la llamada de Dios.

Se santificó en la gozosa y heroica fidelidad a su vocación, en la aceptación amorosa de los planes de Dios y del misterio de la cruz, en la búsqueda apasionada del rostro de Dios; le fascinaba la contemplación de lo Absoluto; tenía una tierna filial devoción a la Virgen María —la "Señora" como le gustaba llamarla—. Falleció en la madrugada del 26 de abril de 1938, recién cumplidos los 27 años. Fue sepultado en el cementerio del monasterio, y después en la iglesia abacial.

Muy pronto su fama de santidad se extendió fuera de los muros del convento. Sus numerosos escritos ascéticos y místicos continúan difundiéndose con gran aceptación y para el bien de cuantos entran en contacto con él. Ha sido definido como uno de los más grandes místicos del siglo XX.

El 19 de agosto de 1989 el Papa Juan Pablo II, con ocasión de la Jornada mundial de la juventud en Santiago de Compostela, lo propuso como modelo para los jóvenes del mundo de hoy y el 27 de septiembre de 1992 lo proclamó beato.

La canonización la realizó el Papa Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009. Con su canonización el Papa Benedicto XVI lo presenta como amigo, ejemplo e intercesor a todos los fieles, sobre todo a los jóvenes.

Su fiesta se celebra hoy, 26 de abril.

Algunas máximas espirituales de San Fray María Rafael

¡Sólo Dios llena el alma…, y la llena toda!

La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.

El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?

Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.

¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!

Oración: Señor omnipotente que glorificas a los humildes y abates a los soberbios, te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre ensalces la memoria de San Rafael, concediéndonos la gracia que te pedimos por intercesión del mismo, que vivió y murió para glorificarte a Ti, Señor, que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén

Anacleto (Cleto), Santo

El santo papa Anacleto fue natural de Atenas, hijo de Antioco, y por su mucha santidad y letras fue puesto en la Silla del Príncipe de los Apóstoles, por muerte de San Clemente, papa y mártir, imperando Trajano. Este cruelísimo emperador, viendo crecer la religión cristiana y disminuir el culto de sus falsos dioses, levantó la tercera persecución contra la Iglesia, pensando que con tormentos podría exterminarla; pero la semilla regada con la Sangre de los mártires fructificaba más y más.

En virtud de esta persecución tan rigurosa, ordenó San Anacleto que al fin de la Misa comulgasen todos los que se hallaran presentes. Mandó también que a la consagración del obispo asistiesen otros tres obispos, y que los clérigos fuesen admitidos a las órdenes públicamente. Escribió algunas Epístolas, en las que trata de la autoridad del Sumo Pontífice, afirmando que sólo Dios le puede juzgar. Finalmente, después de haber gobernado la Iglesia de Dios nueve años, tres meses y diez días, padeció martirio por la fe de nuestro Señor Jesucristo en el año 88.

Antiguamente se recordaba a este santo el 13 de julio, en el actual martirologio se trasladó su fiesta al 26 de abril.

LECTURAS DEL DIA SAN ISIDORO DE SEVILLA OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

PRIMERA LECTURA
Vuestra fe se apoye en el poder de Dios.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-10
Yo mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Sabiduría, sí, hablamos entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino, como está escrito:
«Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman».
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL 118, 99-100. 101-102. 103-104
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos.
Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus mandatos. 
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra;
no me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido.
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca!
Considero tus mandatos,
y odio el camino de la mentira.

EVANGELIO

Vosotros sois la luz del mundo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielos».

Palabra del Señor

lunes, 25 de abril de 2022

Lecturas y Santoral 25/04/2022 Lunes de la segunda semana de Pascua. San Marcos, evangelista

Os saluda Marcos, mi hijo
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pedro 5, 5b-14

Queridos hermanos:
Revestíos todos de humildad en el trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, mas da su gracia a los humildes. Así pues, sed humildes bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce en su momento. Descargad en él todo vuestro agobio, porque él cuida de vosotros.
Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Resistidle, firmes en la fe, sabiendo que vuestra comunidad fraternal en el mundo entero está pasando por los mismos sufrimientos. Y el Dios de toda gracia que os ha llamado a su gloria eterna en Cristo Jesús, después de sufrir un poco, él mismo os restablecerá, os afianzará, os robustecerá y os consolidará. Suyo es el poder por los siglos. Amén.
Os he escrito brevemente por medio de Silvano, al que tengo por hermano fiel, para exhortaros y para daros testimonio de que esta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos firmes en ella.
Os saluda la comunidad que en Babilonia comparte vuestra misma elección, y también Marcos, mi hijo. Saludaos unos a otros con el beso del amor.
Paz a todos vosotros, los que vivís en Cristo.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. Salmo 88, 2-3. 6-7. 16-17
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor
Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor
El cielo proclama tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad, en la asamblea de los santos.
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?
¿Quién como el Señor entre los seres divinos?

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo.

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor

Proclamad el Evangelio a toda la creación.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Palabra de Dios


San Marcos Evangelista

Fue el primer Evangelio en ser escrito. La fecha exacta de cuando fue escrito no se tiene con certeza. San Ireneo, uno de los Padres de la Iglesia, en su libro "Contra las Herejías" escribió que el evangelio de San Marcos fue escrito después de la muerte de San Pedro y de San Pablo. San Clemente de Alejandría pensaba que se escribió antes de la muerte de San Pedro, muerte que ocurrió en el año 64 d.c. El capítulo 13:5-17, conocido como el "pequeño Apocalipsis" indica el conocimiento de eventos que llevaron a la guerra de los Judíos contra los Romanos (66-77 d. c.), pero no muestra un claro conocimiento de la caída de Jerusalén en el año 70 d.c. La mayoría de los estudiosos piensan que el evangelio fue escrito poco antes de la caída de Jerusalén y probablemente entre los años 65-75 d.c.

Este evangelio fue escrito para cristianos gentiles; así lo demuestra al traducir vocablos arameos y explicar costumbres Judías. El uso de latinismos y de la alusión a Rufo y Alejandro (15:21) indica que los destinatarios fueron los cristianos gentiles de Roma, siendo así que ese Rufo es probablemente el citado en la Carta a los Romanos 16:13. También se deja entrever que los destinatarios de este evangelio pertenecen a una comunidad amenazada por la persecución, lo cual cuadra con la Roma de los tiempos de Nerón.

Biografía de San Marcos

Autor del segundo Evangelio (el primero en escribirse), San Marcos es judío de Jerusalén. A veces el Nuevo Testamento lo llama Juan Marcos (Hechos 12,12). Acompañó a San Pablo y a Barnabás, su primo, a Antioquia y en el primer viaje misionero de estos (Hechos 12, 25). Se separó de ellos en Perga y regresó a su casa (Hechos 13,13). No sabemos las razones por las que San Marcos se separó pero sí sabemos que causó una separación posterior entre San Pablo y Barnabás, cuando San Pablo rehusó aceptar a San Marcos como compañero en el segundo viaje misionero. Barnabás se enojó tanto que rompió su asociación misionera con San Pablo y se fue a Chipre con Marcos (Hechos 15,36-39). Años mas tarde San Pablo y San Marcos volvieron a unirse en un viaje misionero.

San Marcos también se unió estrechamente con San Pedro, posiblemente siendo su intérprete. Juntos fueron a Roma. San Pedro por su parte se refería a San Marcos como "mi hijo" (1P 5,13).

La mayor contribución de San Marcos es el segundo Evangelio. Se debate la fecha de su origen, quizás fue en la década 60-70 AD. San Marcos escribió en griego con palabras sencillas y fuertes. Por su terminología se entiende que su audiencia era cristiana. Su Evangelio contiene historia y teología.

Evangelizó y estableció a la Iglesia en Alejandría, fundando allí su famosa escuela cristiana.

Murió mártir en Alejandría el 25 de abril del 68 AD aprox. y sus reliquias están en la famosa catedral de Venecia.

Oración: Señor, Dios nuestro, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con el ministerio de la predicación evangélica, concédenos aprovechar de tal modo sus enseñanzas que sigamos siempre fielmente las huellas de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 24 de abril de 2022

Lecturas y Santoral 24/04/2022 Domingo de la segunda semana de Pascua

Crecía el número de los creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres, que se adherían al Señor
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 5, 12-16

Por mano de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en medio del pueblo.
Todo se reunían con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres, que se adherían al Señor.
La gente sacaba los enfermos a las plazas, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno.
Acudía incluso mucha gente de las ciudades cercanas a Jerusalén, llevando a enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos eran curados.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. Salmo 117, 2-4. 22-24. 25-27a
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia
Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia.
Digan los que temen al Señor: eterna es su misericordia.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia
Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia
Estaba muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos
Segunda Lectura. Apocalipsis 1, 9-1 la. 12-13. 17-19
Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
El día del Señor fui arrebatado en espíritu y escuché detrás de mí una voz potente como de trompeta que decía:
- «Lo que estás viendo, escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete iglesias».
Me volví para ver la voz que hablaba conmigo, y vuelto, vi siete candelabros de oro, y en medio de los candelabros como un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, y ceñido el pecho con un cinturón de oro.
Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Pero él puso su mano derecha sobre mí, diciéndome:
- «No temas; Yo soy el Primero y el Último, el Viviente; estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que estás viendo: lo que es y lo que ha de suceder después de esto».

Palabra de Dios


A los ocho días llegó Jesús
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 20, 19-31
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
- «Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
- «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
- «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
- «Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
- «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
- «Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
- «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
- «¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
- «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor


DOMINGO II DE PASCUA. FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA



Introducción

Cuando Dios quiere revelar un mensaje a la humanidad, no busca a los más importantes y sabios, sino que se revela a través de los más sencillos y humildes, que saben ser dóciles a sus inspiraciones y gracias. Este es el caso del mensaje de la Divina Misericordia dado a la Santa Hna. María Faustina Kowalska, religiosa polaca, instrumento elegido y probado por el Señor.

Santa Faustina (como es conocida en el mundo entero) pertenecía a la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, conocidas como las "Hermanas Magdalenas" que se dedican a la educación de jóvenes de bajos recursos. Vemos como el Señor empieza a poner las piezas de su "rompecabezas de gracia", en un orden perfecto. Él revela Su Misericordia a una religiosa de la comunidad dedicada a Su Misericordia.

Santa Faustina estuvo en varias casas de su Orden, siempre realizando trabajos muy sencillos y desapercibidos, tales como la cocina, el jardín, la limpieza del convento o atendiendo la puerta. Precisamente es a esta hermana menos notoria a la que el Señor escoge para dar al mundo entero el gran mensaje de su Misericordia que a tantas almas ha tocado y transformado al propagarse por el mundo entero en momentos tan críticos para la humanidad.

La imagen de la Misericordia

El 22 de febrero de 1931, santa Faustina recibió la primera revelación de la Misericordia de Dios, ella lo anota así en su diario: "En la noche cuando estaba en mi celda, vi al Señor Jesús vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir y, con la otra mano, se tocaba el vestido, que aparecía un poco abierto en el pecho, brillaban dos rayos largos: uno era rojo y, el otro blanco. Yo me quedé en silencio contemplando al Señor. Mi alma estaba llena de miedo pero también rebosante de felicidad. Después de un rato, Jesús me dijo:

Pinta una imagen Mía, según la visión que ves, con la Inscripción : "¡Jesús, yo confío en Ti!." Yo deseo que esta Imagen sea venerada, primero en tu capilla y después en el mundo entero. Yo prometo que el alma que honrare esta imagen, no perecerá. También le prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, pero especialmente a la hora de su muerte. Yo el Señor la defenderé como a Mi propia Gloria.

Cuando contó esto en confesión, el padre le dijo que seguramente Jesús deseaba pintar esta imagen en su corazón pero ella sentía que Jesús le decía "Mi Imagen ya está en tu corazón. Yo deseo que se establezca una fiesta de la Misericordia y que esta imagen sea venerada por todo el mundo. Esta fiesta será el primer domingo después de Pascua. Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia Mía a los pecadores."

Por orden de su confesor Santa Faustina le preguntó al Señor el significado de los rayos que aparecen en la imagen emanando del corazón y el Señor le respondió:

"Los dos rayos significan Sangre y Agua- el rayo pálido representa el Agua que justifica a las almas; el rayo rojo simboliza la Sangre, que es la vida de las almas-. Ambos rayos brotaron de las entrañas mas profundas de Mi misericordia cuando mi corazón agonizado fue abierto por una lanza en la Cruz… Bienaventurado aquel que se refugie en ellos, porque la justa mano de Dios no le seguirá hasta allí".

El Señor manifiesta su Corazón, y el agua y la sangre que de el brotaron como manantial de reconciliación para todos los hombres. Esta revelación es una continuación de la misericordia divina que Jesús nos ofrece en la cruz y que se reveló también a Santa Margarita María.

La Coronilla de la Misericordia

El viernes 13 de septiembre de 1935, el Señor le reveló a santa Faustina un poderoso medio para obtener la misericordia de Dios para el mundo. Ella lo escribe así:

En la noche, cuando estaba en mi celda, vi un Ángel que era el ejecutor de la justicia de Dios. Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y relámpagos. Cuando vi las señales de la ira divina, con las cuales cierto país de la tierra sería castigado de una manera particular, imploraba al Ángel, pero noté enseguida que mis plegarias eran impotentes contra la ira de Dios … En el mismo momento vi a la "Santísima Trinidad", que irradiaba Majestad y Santidad incomparables. Al mismo tiempo oí interiormente palabras, con las cuales empecé a implorar fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh milagro! el Ángel era impotente contra esta oración y no podía ejecutar el justo castigo. Las palabras con las que imploraba la misericordia de Dios eran las siguientes: "Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo por nuestros pecados y los pecados del mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

A la mañana siguiente, cuando entraba en la capilla, escuché estas palabras interiormente: "Cada vez que entres en la capilla, inmediatamente recita la oración que te enseñé ayer". Cuando había recitado la oración, escuché estas palabras dentro de mi alma:

Esta oración sirve para aplacar la ira de Dios. La rezarás por nueve días en tu rosario ordinario de la siguiente manera: al principio rezarás un Padre Nuestro, una Ave María y un Credo. Después rezarás en las cuentas grandes: "Padre Eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo para implorar el perdón de nuestros pecados y de los del mundo entero" En los granos pequeños: "Por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero". Al final rezarás tres veces: "Santo Dios, Santo Omnipotente, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero"(474_476).

Esta es la corona que Jesús le pidió a santa Faustina introducir a su comunidad y al mundo entero. En 1936, el Padre Miguel Sopocko hizo imprimir esta corona (en la Editorial Cebolski en Cracovia) en el reverso de la estampa con la imagen de la Divina Misericordia que Eugenio Kasimierwsko pintó.

El Señor ha prometido que las almas que recen esta corona serán abrazadas con Su Misericordia durante su vida y especialmente en la hora de su muerte.

La Verdadera Devoción de la Divina Misericordia

Durante el retiro de octubre de 1936, Jesús le dio a Santa Faustina indicaciones explícitas sobre lo que constituye la verdadera devoción de la Divina Misericordia:

Misericordia. Yo exijo de ti actos de misericordia, que deben realizarse por amor a Mí. Tú debes mostrar misericordia a tu prójimo siempre y en todas partes. No debes acobardarte ante esto o tratar de excusarte o de dispensarte de esto. Te estoy dando tres medios de ejercitar misericordia con tu prójimo: el primero por obra, el segundo de palabra, y el tercero por la oración. En estos tres grados está contenida la totalidad de la misericordia y es una prueba de tu amor por Mí. Por estos medios un alma glorifica y da tributo a Mi Misericordia. Si bien, el Primer Domingo de Pascua, es la Fiesta de la Misericordia, también debe haber otro actos de misericordia, y pido la adoración a Mi Misericordia en la Celebración Solemne de esta festividad y la veneración de esta imagen por medio de la cual yo concederé muchas gracias a las almas. Todo esto como un recordatorio de la urgencia de Mi misericordia, porque aún la fe más fuerte, sin obras no tienen valor".(742)

Las palabras con que Jesús habló a Santa Faustina al comienzo del retiro empezaron a tener efecto. En la Fiesta de Cristo Rey, celebrada el 25 de octubre de 1936, la hermana escribió en su diario: "Durante la Santa Misa, estuve tan envuelta en el fuego interior del amor de Dios y el deseo de salvar almas que no sé como expresarlo. Sentía que estaba en llamas. Yo lucharé contra el mal, con el arma de la misericordia. Me quema el deseo de salvar almas. Me cruzaría todo el largo y el ancho de la tierra y llegaría hasta el último confín, para salvar almas por medio de la oración y sacrificio, deseo que todas las almas glorifiquen la misericordia de Dios"(745).

Santa Faustina comprendió que debía hacerse una víctima pura de amor, reconociendo el camino marcado por las pisadas de Jesús, el camino del sufrimiento, de ser ridiculizada, perseguida y humillada, todo esto debía ser su vida, aceptada por amor a Jesús y a las almas con la única esperanza de que Jesús sería siempre su consuelo y compañero.

Hora de la Gran Misericordia: Las tres de la tarde

El 10 de octubre de 1937, Santa Faustina recibió instrucciones del Señor concerniente a otro elemento principal de la devoción a la Divina Misericordia; esto es, La Hora de Gran Misericordia:

A las tres de la tarde en punto, implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y, aunque sea por un breve momento, sumérgete en Mi pasión, particularmente en Mi abandono al momento de la agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para todo el mundo. Yo te permitiré entrar en Mi dolor mortal. En esta hora, Yo no rehusaré nada al alma que Me pida algo en virtud de Mi pasión. (1320)

La Fiesta de la Misericordia: Domingo después de Pascua de Resurrección. Instituida oficialmente por la Iglesia en el año 2000
El Señor le pide a Santa Faustina, por lo menos 14 veces, que se instituya oficialmente una "Fiesta de la Misericordia" (Diario de Santa Faustina)

Esta Fiesta surge de Mi piedad mas entrañable…Deseo que se celebre con gran solemnidad el primer domingo después de Pascua de Resurrección….Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y abrigo para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. Las entrañas mas profundas de Mi Misericordia se abren ese día. Derramaré un caudaloso océano de gracias sobre aquellas almas que acudan a la fuente de Mi misericordia.

El alma que acuda a la Confesión, y que reciba la Sagrada Comunión, obtendrá la remisión total de sus culpas y del castigo… Que el alma no tema en acercarse a Mi, aunque sus pecados sean como la grana. Toda Comunión recibida con corazón limpio, tiende a restablecer en aquel que la recibe la inocencia inherente al Bautismo, puesto que el Misterio Eucarístico es "fuente de toda gracia".
Nuestro Señor manifestó a Santa Faustina que en la "Fiesta de la Misericordia" se abrían todas las compuertas a través de las cuales fluían las gracias divinas. Gracias de conversión y perdón de los pecados.


¿Por qué el Señor manifiesta su Misericordia?

Después de haber visto brevemente como el Señor manifestó a Santa Faustina el deseo de su Corazón de que se arraigara en los corazones la devoción a su Divina Misericordia, nos podremos preguntar ¿Por qué? ¿Por qué el Señor en pleno siglo XX, se aparece a esta religiosa y con insistencia le pide que se establezca esta devoción?.

Si pensamos un poco, no es una devoción nueva, ha estado siempre en la Iglesia desde que el Corazón de Dios existe, pero de una forma nueva el Señor presenta su Misericordia, fluyendo y derramándose en forma de dos rayos que no tienen otro fin más que el de la conversión y arrepentimiento del pecado. Aquí está el propósito del Señor.

El Señor, contemplando como la humanidad en el siglo mas avanzado tecnológicamente, se ha alejado de El, y ha caído en las garras del pecado y de la oscuridad, quiso dar a los hombres el remedio para salir de la fosa en la que se ha adentrado.

Jesús se le reveló a Santa Faustina cuando estaba en pleno apogeo la Segunda Guerra Mundial, y muchas almas recibieron gracias de conversión y de fortaleza al venerar la imagen de Jesús Misericordioso, que se propagó rápidamente en toda Polonia, y luego en toda Europa y el mundo.

El hombre necesita a Dios, y Dios en su Amor, sale a su encuentro derramando los rayos de Misericordia, que tanto le costaron, porque el precio fue que su Corazón fuese Traspasado.
El hombre de hoy necesita escuchar que hay esperanza; que Dios en su Misericordia quiere que todos se salven pero la única condición es el cambio de corazón; el reconocer los pecados y con profundo arrepentimiento volver a Dios y alejarse del mal.

"La Humanidad no tendrá paz, hasta que torne con confianza a Mi Misericordia"
La Paz es fruto de la amistad con Dios, los hombres de hoy no tienen paz porque han tornado su corazón lejos de Dios. El Señor le dijo a Santa Faustina que solo tendría paz la humanidad cuando se tornase a su Misericordia; porque solo habrá paz en el corazón del hombre cuando se arrepienta y vuelva a restablecer su amistad con Dios su Señor.

Oremos todos por la conversión de los pecadores, por nuestra propia conversión y la de todos los que viven en pecado mortal. Atraigamos a todos a la "fuente de la Misericordia" el Corazón de Jesús, y sumerjámosles en él, para que sean liberados y sanados del pecado que les separa del Señor y la gracia de Dios se restituya en toda la humanidad.

"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de Misericordia para nosotros y para el mundo entero. En Ti confío".

San Fidel de Sigmaringa, presbítero y mártir (1578-1622)

Nació en Sigmaringa (Suabia, Alemania) el año 1578, en tiempos agitados por la Reforma protestante. Fue un joven de vida intachable, que estudió filosofía y derecho en Friburgo de Brisgovia con excelentes resultados. Ejerció luego la abogacía con tal amor a la justicia y a los más indefensos, que le dieron el sobrenombre de "abogado de los pobres".

En 1612 recibió la ordenación sacerdotal y poco después ingresó en los capuchinos. Fue un predicador incansable entre los católicos y los hermanos separados en los diversos cantones de Suiza y Suabia. Por su gran actividad misionera, la Congregación de la Propagación de la Fe, recién creada, le encargó fortalecer la fe católica en Suiza.

Por orden de sus superiores, San Fidel fue enviado con otros ocho capuchinos a predicar a los swinglianos de Grions, misión que aceptó gustosamente, pese a las amenazas de los protestantes de aquella región. Las conversiones numerosas que el santo conseguía a diario se debían, sin duda, tanto a las largas horas de la noche que dedicaba a la oración, como a sus sermones e instrucciones cotidianos. Encolerizados de sus prodigios, los protestantes empezaron a hostigar al religioso, poniendo a la población en su contra. Enterado de lo sucedido, San Fidel pasó varias noches de oración ante el Santísimo Sacramento, para luego dirigirse a las aldeas aledañas.

Los herejes se conjuraron para acabar con su vida. Cuando se dirigía a Grüsch, fue atacado por un puñado de hombres armados, quienes le exigieron que abjurase de la fe católica, pero el santo se negó rotundamente por lo que fue derribado a tierra y acabado a puñaladas. Lo asesinaron el 24 de abril de 1622 en Seewis (Suiza), donde lo habían invitado a predicar.

Lo canonizó Benedicto XIV en 1746.

Oración: Señor Dios, que te has dignado conceder la palma del martirio a san Fidel de Sigmaringa cuando, abrasado en tu amor, se entregaba a la propagación de la fe, concédenos, te rogamos, que arraigados, como él, en el amor, lleguemos a conocer el poder de la resurrección de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Archidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

sábado, 23 de abril de 2022

Lecturas y Santoral 23/04/2022 Sábado de la Octava de Pascua

No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 4, 13-21

En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, estaban sorprendidos. Reconocían que habían sido compañeros de Jesús pero, viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín, y se pusieron a deliberar entre ellos, diciendo: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente que todo Jerusalén conoce el milagro realizado por ellos, no podemos negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que vuelvan a hablar a nadie de ese nombre». Y habiéndolos llamado, les prohibieron severamente predicar y enseñar en nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les replicaron diciendo: «¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él? Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído». Pero ellos, repitiendo la prohibición, los soltaron, sin encontrar la manera de castigarlos a causa del pueblo, porque todos daban gloria a Dios por lo sucedido.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 117,1 y 14-15.16-18.19-21

Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. El Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria en las tiendas de los justos.

Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste

«La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa». No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me castigó, me castigó el Señor, pero no me entregó a la muerte.

Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste

Abridme las puertas de la salvación, y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación.

Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 16, 9-15
Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».

Palabra de Dios

San Jorge

La figura de este mártir nos llega desde la remota antigüedad cristiana envuelta en leyenda. Nacido en Capadocia y educado en la fe cristiana por su madre, dejó su cargo en el ejército imperial, cambiándolo por la profesión de la milicia cristiana; repartió sus bienes entre los pobres, se enfrentó a los cultos paganos y sufrió cruel martirio durante la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo IV.

Ya en ese siglo fue objeto de veneración en Dióspolis o Lidda (Palestina), donde había una iglesia construida en su honor, en la que se veneraba su sepulcro. Su culto se difundió ampliamente desde muy antiguo por Oriente y Occidente. La tradición popular y el arte lo representan como el caballero que hace frente al dragón, símbolo de la fe intrépida que triunfa sobre la fuerza del maligno.

Oración: Señor, alabamos tu poder y te rogamos que san Jorge, fiel imitador de la pasión de tu Hijo, sea para nosotros protector generoso en nuestra debilidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Adalberto

Nació alrededor del año 956 en Libice (Bohemia). Estudió en Magdeburgo, y muy joven lo nombraron obispo de Praga. Su ministerio pastoral no resultó fácil, pues mucha gente seguía teniendo mentalidad y costumbres paganas. Pronto tuvo que abandonar la ciudad, y marchó a Roma, donde se hizo monje benedictino. Tras varias idas y venidas entre Praga y Roma, el Papa aceptó su renuncia a la diócesis de Praga y lo envió como misionero para anunciar a Cristo a pueblos que todavía no lo conocían en Polonia, Baviera, Hungría, Eslovaquia.

Quiso predicar también en la Prusia aún pagana. Atravesó en barca la laguna del Vístula, pero fue mal recibido y falleció traspasado por una lanza el día 23 de abril del año 997 en la aldea de Tenkitten, junto al golfo de Gdansk, cerca de la costa báltica.

Oración: Oh Dios, que concediste la corona del martirio a san Adalberto, obispo, encendido en el celo por la salvación de las almas, concédenos, por su intercesión, que nunca falte a los pastores la obediencia de su grey ni ésta carezca de la asistencia de los pastores. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

viernes, 22 de abril de 2022

Lecturas y Santoral 22/04/2022 Viernes de la Octava de Pascua

No hay salvación en ningún otro
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 4, 1-12

En aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, después de que el paralítico fuese sanado, se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y lo saduceos, indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran en Jesús la resurrección de los muertos. Los apresaron y los metieron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde. Muchos de los que habían oído el discurso creyeron; eran unos cinco mil hombres. Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas; junto con el sumo sacerdote Anás, y con Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes. Hicieron comparecer en medio de ellos a Pedro y a Juan y se pusieron a interrogarlos: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso vosotros?». Entonces Pedro, lleno de Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante vosotros. Él es “la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 117, 1-2 y 4. 22-24. 25-27a

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Digan los que temen al Señor: eterna es su misericordia.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular

Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos ilumina.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Palabra de Dios
San Sotero, papa (+175)

Tiempos nada fáciles los que le tocaron vivir a San Sotero (166-175) Fue el sucesor en el pontificado del Papa Aniceto muerto el año 165. Había nacido en la Campaña italiana, en Fondi y su padre se llamaba Concordio.

Durante su pontificado se extendió la Iglesia ya que él mismo ordenó a bastantes diáconos, sacerdotes y obispos. En el terreno disciplinar dictó leyes sobre el lugar de las mujeres en la Iglesia y, sobre todo, atajó con gran valentía las herejías que se cernían sobre la Iglesia en aquellos tiempos iniciales del cristianismo.

En su tiempo se extendió la herejía de Montano que propugnaba un exagerado rigorismo de costumbres.

Suponiendo cercano el fin del mundo, había que exigir a todos una sublimidad irreal: renunciar obligadamente al matrimonio, buscar el martirio y cuidar de no caer en pecado grave – homicidio, adulterio o apostasía -, porque según Montano la Iglesia carecía de facultad para perdonarlos, la penitencia más rigurosa y la vida mas perfecta debían practicarla todos los cristianos. Esta doctrina que después defenderían Tertualiano y, sobre todo, Novaciano, fue condenada por la Iglesia en tiempos del Papa San Sotero.

Él defendió la doctrina que siempre se había predicado y defendido en la Iglesia desde Jesucristo, que para el pecador arrepentido no hay pecado alguno, por grande que éste sea, que no se le pueda conceder el perdón. Así desaparecía el clima de rigorismo y pesimismo que atormentaba a los cristianos tan en contradicción con la doctrina del evangelio que es de amor, perdón, alegría y esperanza.

Otra característica de San Sotero fue su ardiente caridad para con los necesitados. Él era todo para todos y quería que se viviera de acuerdo con lo que los Hechos de los Apóstoles expresan de los primeros cristianos, que "todo era común entre ellos" y que "todos eran un solo corazón y una sola alma". San Sotero pedía limosnas a las Iglesias más ricas para distribuirlas entre las más pobres y se esforzaba "por tratar a todos con palabras y obras como un padre trata a sus hijos".

San Sotero por su parte sucedió a San Aniceto en la cátedra de San Pedro. Eusebio nos ha conservado una carta en la que San Dionisio, obispo de Corinto alude la paternal bondad del Papa, especialmente con los que habían sufrido por la fe en Cristo. Además, San Dionisio manifiesta que en las iglesias de Corinto se leyó una carta escrita por San Sotero junto con la carta del Papa San Clemente, considerada por algunos autores como la famosa "segunda carta de San Clemente".

Durante su pontificado el emperador Marco Aurelio (161-180), persiguió sañudamente a la Iglesia y durante este tiempo hubo abundantes mártires, entre ellos el mismo Papa que parece murió mártir el 22 de abril del 175. La Iglesia venera a San Sotero como mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.

San Agapito I, papa

Fue Papa de mayo del año 535 a abril del año 536. Nació en Roma de familia senatorial, ingresó en el clero romano y era arcediano cuando lo eligieron Papa. Su pontificado duró once meses, en los que demostró ser un hombre culto, recto y santo. Puso gran empeño en conseguir que el obispo de Roma fuera elegido libremente por el clero de la Urbe y que la dignidad de la Iglesia fuese respetada por todos.

Viajó a Constantinopla, enviado por el rey Teodato, para conseguir del emperador Justiniano que retirara su ejército de Italia. Esto no lo consiguió, pero sí logró deponer al patriarca monofisita y poner en su lugar a uno católico, Menas. Murió allí cuando se disponía a volver a Roma.

Beato Francisco Venimbene de Fabriano

Nació en Fabriano (Las Marcas, Italia) el año 1251, en el seno de una familia rica y distinguida, y murió allí mismo el 22 de abril de 1322. De joven vistió el hábito franciscano en el convento de su ciudad. Durante el noviciado visitó Asís para ganar la indulgencia de la Porciúncula, y allí se encontró con fray León, compañero de san Francisco; conversó familiarmente con él y leyó sus escritos; más tarde trasmitió la información sobre el origen de la Indulgencia.

Ordenado de sacerdote, se consagró con intensidad a la predicación y al confesionario, a la vez que atendía a los pobres y a los enfermos y moribundos. Destacó también por su vida de oración y por su rigurosa penitencia; profesó particular devoción a las almas del purgatorio. Con la herencia paterna fundó en Fabriano la primera biblioteca de la Orden.

jueves, 21 de abril de 2022

Lecturas y Santoral 21/04/2022 Jueves de la Octava de Pascua

Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 3, 11-26
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, todo el pueblo, asombrado, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde estaban ellos. Al verlo, Pedro dirigió la palabra a la gente: «Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello. Por la fe en su nombre, este, que veis aquí y que conocéis, ha recobrado el vigor por medio de su nombre; la fe que viene por medio de él le ha restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros. Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios, y envíe a Jesús, el Mesías que os estaba destinado, al que debe recibir el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de la que Dios habló desde antiguo por boca de sus santos profetas. Moisés dijo: "El Señor Dios vuestro hará surgir de entre vuestros hermanos un profeta como yo: escuchadle todo lo que os diga; y quien no escuche a ese profeta será excluido del pueblo." Y, desde Samuel, en delante, todos los profetas que hablaron anunciaron también estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: "En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra." Dios resucitó a su Siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros para que os traiga la bendición, apartándoos a cada uno de vuestras maldades».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 8, 2a y 5. 6-7. 8-9

¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¡Señor, Dios nuestro, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para mirar por él?

¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies.

¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar.

¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 24, 35-48
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros». Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?». Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: - «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí» Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y le dijo: - «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».

Palabra de Dios

San Anselmo de Canterbury (o de Aosta), obispo y doctor de la Iglesia

Anselmo de Aosta, Anselmo de Bec o Anselmo de Canterbury son los tres nombres que ha solido recibir aquel en quien se debe reconocer al iniciador del pensamiento medieval. El primero de ellos hace alusión a su nacimiento en el Piamonte (1033), el segundo, a su vida monástica en tierra normanda (1063-1090) y el tercero a su episcopado en Inglaterra (1093-1109).

Nació el año 1033 en Aosta (Piamonte, Italia) de familia noble y rica. Su padre se llamó Gondulfo y era ambicioso, apasionado. Su madre de origen quizá menos noble pero enriquecida con muchas dotes sobrenaturales y, sobre todo, muy buena educadora y una excelente cristiana. Ella fue quien mayormente influyó en la formación del pequeño como después lo recordará él mismo con gran alegría. También los monjes benedictinos tendrán gran parte en la formación de su espíritu. Llegará a decir más tarde: "Todo lo que soy se lo debo a mi madre y a los monjes benedictinos".

En su juventud quiso abrazar la vida monástica, pero no se lo permitió su padre. Estuvo viajando por varios países, hasta que llegó al monasterio benedictino de Bec, en Normandía (Francia), donde le cautivó la figura de Lanfranco de Pavía y en el que pidió ser admitido religioso. Ingresó a los veintisiete años, estudió, se ordenó de sacerdote y enseñó teología. Pocos años después era nombrado Prior y después, en 1078, Abad de aquel célebre monasterio donde se consagró a la formación de los monjes en el camino de la Regla y en el servicio de Dios. El ejemplo que en todo daba Anselmo era maravilloso. Se entregó a servir a todos con gran caridad. Se sentía feliz entregado a la oración.

Visitó Canterbury (Inglaterra), donde estaba de arzobispo Lanfranco de Pavía, y fue tal la impresión que dejó, que lo eligieron para sucederle en 1093. Al frente de su diócesis tuvo que padecer mucho por defender la libertad de la Iglesia en sus tirantes relaciones con los monarcas ingleses, sufriendo dos veces el destierro.

Fue un teólogo eminente y su amplia producción literaria es importante para el desarrollo del pensamiento cristiano en siglos posteriores. Es el prototipo del creyente que busca entender su fe para dar razón de ella.

Defendió también la Inmaculada Concepción de la Virgen, por lo cual es con san Bernardo uno de los "capellanes de Nuestra Señora". Sus escritos filosóficos y teológicos le merecieron el título de Doctor de la Iglesia.

Murió en su sede episcopal el 21 de abril de 1109.

Oración: Señor Dios, que has concedido a tu obispo san Anselmo el don de investigar y enseñar las profundidades de tu sabiduría, haz que nuestra fe ayude de tal modo a nuestro entendimiento, que lleguen a ser dulces a nuestro corazón las cosas que nos mandas creer. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Conrado de Parzham

Nació en Parzham (Baviera, Alemania) el año 1818, en el seno de una familia labradora acomodada y piadosa. Fallecidos los padres, su numerosa prole siguió trabajando el campo y llevando una vida intensamente religiosa. Conrado, después de una juventud ejemplar, a los 33 años repartió sus bienes a los pobres y a la parroquia e ingresó en la Orden capuchina, en la que hizo su profesión como hermano lego el año 1852. Luego, durante más de cuarenta años ejerció el oficio de portero en el convento de Altötting (Baviera), célebre santuario mariano, donde murió el 21 de abril de 1894.

En su humilde oficio ejerció un gran apostolado, supo armonizar laboriosidad y vida de oración, ayudó, edificó y confortó a cuantos se acercaban a la portería, en los que alimentaba el amor a Dios y la devoción a la Eucaristía y a la Virgen que él les profesaba desde niño.

Oración: Dios de bondad, que abriste las puertas de tu misericordia a los necesitados por medio de san Conrado, te rogamos nos concedas imitarle en el servicio a nuestros hermanos los hombres, y seguir el ejemplo de su sencillez. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.