lunes, 15 de agosto de 2022

Lecturas y Santoral 15/08/2022 Lunes. Asunción de la Bienaventurada Virgen María

Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal
Primera Lectura. Apocalipsis 11, l9a; 12, 1. 3-6a. l0ab

Se abrió en el cielo el santuario de Dios y apareció en su santuario el arca de su alianza.
Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz.
Y apareció otra signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra.
Y el dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz.
Y dio a luz un hijo varón, destinado el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro, y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios.
Y oí una gran voz en el cielo que decía:
"Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo".

Palabra de Dios.



Salmo Responsorial. 44, l0bc. 11-12ab. 16
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir.

De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor.

De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.

De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-27a
Hermanos:
Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto.
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo, en su venida; después al final, cuando Cristo entregue el reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Pues Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la muerte, porque lo ha sometido todo bajo sus pies.

Palabra de Dios



El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los humildes
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá".
María dijo:
"Proclama mi alma la grandeza del Señor, 'se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava'.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi: 'su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación'.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, 'derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia' - como lo había prometido a 'nuestros padres' - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre".
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.

Palabra de Dios


La Asunción de la Virgen María


La Madre de Dios fue asociada estrechamente, por voluntad del Padre, a los misterios de su Hijo. Así, al igual que Jesús, también ella murió y fue sepultada. Pero, como dice el Prefacio, "el Señor no quiso que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida".

Al respecto escribía Pío XII: "A la manera que la gloriosa resurrección de Cristo fue parte esencial y último trofeo de su más absoluta victoria sobre la muerte y el pecado, así la lucha de la bienaventurada Virgen, común con su Hijo, había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal. Por eso, la augusta Madre de Dios, misteriosamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad, consiguió, al fin, como corona suprema de sus privilegios, ser conservada inmune de la corrupción del sepulcro y, del mismo modo que antes su Hijo, vencida la muerte, ser levantada en cuerpo y alma a la suprema gloria del cielo".

Y la Constitución papal que en 1950 declaró el dogma de la Asunción concluía con esta definición: "Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial".

El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".

Y el Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes términos:

"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio" (JP II, 2-julio-97).

"Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos" (JP II , Audiencia General del 9-julio-97).

Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de quienes 'oyen la Palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial" (JP II, 15-agosto-97)

Oración: Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos, que, aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Canonización de Santa Clara

Santa Clara murió el 11 de agosto de 1253 en el monasterio San Damián, extramuros de Asís, y era tal su fama de santidad que el papa Inocencio IV, que presidió los funerales acompañado de su corte, dijo que, en aquella celebración, se le debía rezar el oficio de las santas vírgenes y no el de difuntos, como si quisiera canonizarla aún antes de que su cuerpo fuera entregado a la sepultura.

Con toda pompa fue enterrado en la iglesia de San Jorge, dentro de las murallas de la ciudad, donde antes había sido enterrado también el cuerpo de san Francisco. Dos años después, terminado el proceso canónico en el que se probaron las virtudes heroicas de Clara y los muchos milagros que Dios había realizado por su medio, el papa Alejandro IV la canonizó solemnemente el 15 de agosto de 1255 en la catedral de Anagni.

domingo, 14 de agosto de 2022

Lecturas y Santoral 14/08/2022 Domingo de la vigésima semana de Tiempo Ordinario

Me has engendrado para pleitear por todo el país
Primera Lectura. Jeremías 38, 4-6. 8-10

En aquellos días, los dignatarios dijeron al rey:
-"Hay que condenar a muerte a ese Jeremías, pues, con semejantes discursos, está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y al resto de la gente. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia".
Respondió el rey Sedecías:
"Ahí lo tenéis, en vuestras manos. Nada puedo hacer yo contra vosotros".
Ellos se apoderaron de Jeremías y lo metieron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. Jeremías se hundió en el lodo del fondo, pues el aljibe no tenía agua.
Ebedmelek abandonó el palacio, fue al rey y le dijo:
"Mi rey y señor, esos hombres han tratado injustamente al profeta Jeremías al arrojarlo al aljibe, donde sin duda morirá de hambre, pues no queda pan en la ciudad".
Entonces el rey ordenó a Ebedmélec, el cusita:
"Toma tres hombres a tu mando y sacad al profeta Jeremías del aljibe antes de que muera".

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. Sal 39, 2. 3: 4. 18

Señor, date prisa en socorrerme.

Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito.

Señor, date prisa en socorrerme.
Me levantó de la fosa fatal,
de la charca fangosa;
afianzó mis pies sobre roca,
y aseguró mis pasos.

Señor, date prisa en socorrerme.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.

Señor, date prisa en socorrerme.
Yo soy pobre y desgraciado,
pero el Señor se cuida de mí;
tú eres mi auxilio y mi liberación:
Dios mío, no tardes.

Señor, date prisa en socorrerme.
Corramos, con constancia, en la carrera que nos toca
Segunda Lectura. Hebreos 12, 1-4
Hermanos:
Teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.
Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

Palabra de Dios


No he venido a traer paz, sino división
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra".

Palabra de Dios
San Maximiliano María Kolbe Presbítero y mártir (1884-1941)

San Maximiliano Kolbe nació el 1894 en Zduska-Wola, en la Polonia central. Tenía gran devoción a la Virgen, se le llamará el Caballero de la Inmaculada. Todos los años peregrinaba a Czestochowa, donde se venera la Virgen negra de Jasna Gora, la dulce Patrona de Polonia. Una vez, de niño, vio que la Virgen le ofrecía dos coronas: la blanca, de la castidad, y la roja, del martirio. Con el tiempo, aceptaría gozoso las dos coronas.

Vistió el hábito franciscano en Lwow. Estudió en Cracovia y en Roma. En Roma fue ordenado sacerdote y dijo su Primera Misa en San Andrea delle Fratte, en el altar de la Conversión, donde la Virgen María se apareció al hebreo convertido Alfonso María Ratisbona. Otra gracia mariana.

Vuelto a Polonia, une una gran actividad a una profunda vida interior. La devoción mariana impreñaba su vida. "¡Todo por la Inmaculada!", decía. Funda la Milicia de la Inmaculada, que se extiende mucho. Edita el periódico El Caballero de la Inmaculada. Y adquiere tal volumen que construye un gran complejo, cerca de Varsovia, en Niepokalanow "La Ciudad de la Inmaculada", para facilitar la difusión. Cuando más tarde, pase varios años como misionero en Japón, creará allí estas mismas empresas.

El P. Kolbe estaba ya maduro para los planes de Dios. Su libertad apostólica molestaba a los nazis que ocupaban Polonia desde 1939. El P. Kolbe es detenido y recorre varios campos de concentración. El 28 de mayo de 1941 es trasladado a Auschwitz (en polacio, Oswiecim), a 60 kilómetros de Cracovia. En la triste lista de Dachau, Buchenwald, Treblinka, Mathausen, Bergen-Belsen, Auschwitz pasaba por ser el más terrible de los lager nazis. Fue llamado el Campo de la Muerte.

A finales de junio de 1941 se fugó un presidiario. La fuga se castigaba con la muerte de diez compañeros en "el bunker del hambre". El jefe de campo, Fritsch, los coloca en filas. Diez pagarán con su muerte la evasión. Señala uno de cada fila. El n.o 5.659, Francisco Gajowniczek, exclamó: "¡Ay! ¿Qué será ahora de mi mujer y de mis hijos?".

El P. Kolbe no lo dudó. Se le había presentado el momento cumbre de su vida. Pasar de las palabras a las obras. Dar la vida por el hermano. Dio un paso al frente, que sería irreversible. Ante el pasmo de todos, se cuadra ante Fritsch y dice: "Me ofrezco para morir a cambio de ese padre de familia. Soy sacerdote católico". Fritsch da su conformidad -para él el hombre no era más que un número- y ordena el cambio del 5.659 por el 16.670, que era el n.o del P. Kolbe. Un escalofrío les conmocionó a todos.

El guardia que les encerró, les dijo sarcásticamente: "Ahí os marchitaréis como tulipanes". Sólo la presencia voluntaria del P. Kolbe, dulce y alentadora, representaba algún alivio en el bunker de la muerte. Rezaba con ellos, entonaba salmos, les confortaba y preparaba a bien morir.

Después de tres semanas habían muerto ya todos. Menos el P. Kolbe, que seguía vivo, apoyado en la pared y musitando oraciones. Pero su presencia les estorbaba. El día 14 de agosto, el enfermero le inyectó una dosis de ácido muriático para acelerar la muerte. Y fue al cielo, a celebrar la Asunción.

Pablo VI beatificó al P. Kolbe en 1971. Hubo en la beatificación un testigo de excepción: el exsargento Francisco Gajowniczek, por quien el nuevo Beato había realizado el acto supremo de ofrecer su vida.

Oración: Oh Dios, que al mártir san Maximiliano María Kolbe, apóstol de la Inmaculada, le llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo; concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y tener el valor de asemejarnos a tu Hijo, incluso hasta en la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

viernes, 12 de agosto de 2022

Lecturas y Santoral 12/08/2022 Viernes de la decimonovena semana de Tiempo Ordinario

Eras perfecta con los atavíos que yo había puesto sobre ti; y te prostituiste
Primera Lectura. Ezequiel 16, 1-15. 60. 63

Me fue dirigida esta Palabra del Señor.:
"Hijo del hombre, hazle conocer sus acciones detestables a Jerusalén.
Di: 'Esto dice el Señor Dios, a Jerusalén. Por tu origen y tu nacimiento eres cananea: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Así fue tu nacimiento: El día en que naciste, no te cortaron el cordón, no te lavaron con agua para purificarte, ni te friccionaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti ni hizo por compasión nada de todo esto, sino que por aversión te arrojaron a campo abierto el día en que naciste.
Yo pasaba junto a ti y te vi revolviéndote en tu sangre, y te dije: Sigue viviendo, tú que yaces en tu sangre, sigue viviendo.
Te hice crecer como un brote de campo. Tú creciste, te hiciste grande, llegaste a la edad del matrimonio. Tus senos se afirmaron y te brotó el vello, pero continuabas completamente desnuda.
Pasé otra vez a tu lado, te vi en la edad del amor; extendí mi manto sobre ti para cubrir tu desnudez. Con juramento, hice alianza contigo - oráculo del Señor Dios - y fuiste mía.
Te lavé con agua, te limpié la sangre, que te cubría y te ungí con aceite. Te puse vestiduras bordadas, te calcé zapatos de cuero fino, te ceñí de lino, te revestí de seda.
Te engalané con joyas: te puse pulseras en los brazos y un collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en tus orejas y una magnífica diadema en tu cabeza.
Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de lino, seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas cada vez más bella y llegaste a ser como una reina.
Se difundió entre las naciones paganas la fama de tu belleza, perfecta con los atavíos que yo había puesto sobre ti - oráculo del Señor -. Pero tú, confiada en tu belleza, te prostituiste; valiéndote de tu fama, prodigaste tus favores y te entregaste a todo el que pasaba.
Con todo, yo me acordaré de mi alianza contigo en los días de tu juventud y estableceré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te avergüences y no te atrevas nunca más a abrir la boca por tu oprobio, cuando yo te perdone todo lo que hiciste - oráculo del Señor -".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
Ha cesado tu ira y me has consolado.
"Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación".
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.

Ha cesado tu ira y me has consolado.
"Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso".

Ha cesado tu ira y me has consolado.
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión,
porque es grande en medio de ti el Santo de Israel.

Ha cesado tu ira y me has consolado.
Por la dureza de corazón permitió Moisés repudiar a las mujeres; pero, al principio, no era así
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 19, 3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba:
"¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?".
El les respondió:
"¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: 'Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne'? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre".
Ellos insistieron:
"¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla?".
Él les contestó:
"Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer - no hablo de unión ilegítima - y se casa con otra, comete adulterio".
Los discípulos le replicaron:
"Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse".
Pero él les dijo:
"No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, entienda".

Palabra de Dios


Beato Carlos Leisner
Nació en Rees/Niederrhein el 28 de febrero de 1915, se crió en Kleve y de estudiante de bachillerato ingresó en el Movimiento Juvenil Católico. En dicho Movimiento, además de disfrutar de la comunidad con los jóvenes y de poder realizar largos viajes, adquiere conocimientos de las Sagradas Escrituras y sobre todo de la Eucaristía.

En su diario escribe: “Cristo – Tú eres mi pasión!”. Karl Leisner desea ser sacerdote. El obispo de Münster le asigna el cargo de director de la juventud diocesana. La Gestapo le observa. Durante el año de estancia en Friburgo le conmueven duras luchas interiores: ¿sacerdocio o matrimonio y familia? El 25 de marzo de 1939 es ordenado diácono. En pocos meses debería recibir las sagradas órdenes.
La Divina Providencia designa otra cosa: Una repentina tuberculosis le obliga a permanecer en St. Blasien en la Selva Negra. Allá, el 8 de noviembre de 1939, es detenido por la Gestapo a causa de un comentario hecho en relación con el atentado contra Hitler: cárcel en Friburgo.

Internamiento en el campo de concentración de Sachsenhausen y de allá, en 1940, traslado al campo de concentración de Dachau en el que sucede lo inesperado: el 17 de diciembre de 1944, en el bloque 26, y con gran peligro para todos los participantes, el moribundo diácono, Karl Leisner, es ordenado sacerdote por el obispo Gabriel Piguet, recluso francés. El nuevo sacerdote celebra su primera y única Santa Misa el día de San Esteban, en el año 1944.

El 4 de mayo de 1945 es puesto en libertad. Pasa sus últimas semanas en el sanatorio antituberculoso de Planegg en Munich. Sólo dos pensamientos absorben su mente: el amor y la penitencia. Entregado al amor de Dios, a ese amor en el que él creyó y que deseó transmitir a los hombres, fallece el 12 de agosto.

La última inscripción de su diario reza: “Bendice, Oh Altísimo también a mis enemigos!”.

Sus restos mortales reposan en la cripta de la Catedral de Xanten. El 23 de junio de 1996 Karl Leisner fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, quién en parte de su homilía señaló: “La prueba de un seguimiento auténtico de Cristo no consiste en las lisonjas del mundo, sino en dar testimonio fiel de Cristo Jesús.

El Señor no pide a sus discípulos una confesión de compromiso con el mundo, sino una confesión de fe, que esté dispuesta incluso a ofrecerse en sacrificio. Karl Leisner dio testimonio de esto no sólo con palabras, sino también con su vida y su muerte: en un mundo que se había vuelto inhumano.

Cristo es la vida: ésta fue la convicción por la que vivió y por la que, finalmente, murió Karl Leisner. Apóstol de una profunda devoción mariana, a la que lo impulsó el padre Kentenich y el movimiento de Schoenstatt
”.


Santa Juana Francisca Frémyot de Chantal

Nació en Dijon (Francia) el año 1572, en el seno de una familia católica ferviente, de la aristocracia. Contrajo matrimonio con el barón de Chantal y tuvo seis hijos, a los que educó esmeradamente.

Muerto su marido en 1601, cuando ella tenía sólo 29 años, llevó, bajo la dirección de san Francisco de Sales, una admirable vida de perfección, ejerciendo, sobre todo, la caridad con los pobres y enfermos. Con el apoyo seguro del santo obispo, fundó el instituto de la Visitación de Nuestra Señora (Salesas), convertido en 1619 en orden de clausura bajo la Regla de San Agustín, que gobernó sabiamente.

Llegó a altos grados de la vida mística, en la que sufrió penas internas muy grandes, aunque en apariencia gozase de una gran paz y serenidad.

Murió en el monasterio de la Visitación de Moulins (Francia) el 13 de diciembre de 1641.

Oración: Señor, Dios nuestro, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca de Chantal en los distintos estados de su vida, concédenos, por su intercesión, caminar fielmente según nuestra vocación, para dar siempre testimonio de la luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 11 de agosto de 2022

Lecturas y Santoral 11/08/2022 Jueves de la decimonovena semana de Tiempo Ordinario. Santa Clara, virgen

Emigra en pleno día, a la vista de todos
Primera Lectura. Ezequiel 12, 1-12

Me fue dirigida esta Palabra del Señor:
"Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde: tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son un pueblo rebelde.
Así pues, tú, hijo del hombre, prepara tu equipaje para el destierro, y emigra en pleno día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro sitio. Tal vez así comprendan que son un pueblo rebelde.
Sacarás tu equipaje de deportado en pleno día, a la vista de todos; partirás al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro.
A la vista de todos abre una brecha en el muro y saca por allí tu equipaje.
Cárgalo al hombro a la vista de todos, sácalo en la oscuridad. Cúbrete la cara para no ver la tierra, porque hago de ti un signo para la casa de Israel".
Yo hice todo lo que me había ordenado. Saqué mi equipaje como quien va al destierro, en pleno día; al atardecer abrí una brecha en el muro con las manos, lo saqué en la oscuridad y me lo cargué al hombro, a la vista de todos.
A la mañana siguiente me fue dirigida esta Palabra del Señor:
"Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías?
Pues respóndeles:
'Esto dice el Señor Dios: Este oráculo toca al príncipe en Jerusalén y a toda la casa de Israel que vive allí.'
Di: 'Yo soy un signo para vosotros: como yo he hecho, así harán con ellos. Serán deportados irán al destierro.
El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el equipaje, en la oscuridad saldrá, por una brecha que abrirán en el muro para sacarlo, se cubrirá la cara para no ver su tierra con sus propios ojos'".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 77, 56-57. 58-59. 61-62
No olvidéis las acciones del Señor.
Ellos tentaron al Dios altísimo y se rebelaron,
negándose a guardar sus preceptos;
desertaron y traicionaron como sus padres,
fallaron como un arco engañoso.

No olvidéis las acciones del Señor.
Con sus altozanos lo irritaban,
con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó,
y rechazó totalmente a Israel.

No olvidéis las acciones del Señor.
Abandonó sus valientes al cautiverio,
su orgullo a las manos enemigas;
entregó su pueblo a la espada,
encolerizado contra su heredad.

No olvidéis las acciones del Señor.
No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 18, 21-19, 1
En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
"Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta:
"No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
"Págame lo que me debes."
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré."
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano".
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

Palabra de Dios


Santa Clara de Asís fundadora (1193-1253)
Nació en Asís, Italia, en el seno de la noble familia de los Offreduccio D’Arezzo.
Antes de nacer Santa Clara, su madre tuvo un sueño en el que se le anunciaba que el fruto de su vientre sería un rayo de luz que iluminaría a toda la cristiandad; y en efecto así ocurrió, aunque de un modo inesperado para los progenitores, quienes esperaban casarla con un buen partido de su alcurnia.
Santa Clara recibió de niña una educación muy cristiana, pero ella misma ya destacaba desde entonces por su propensión a rezar y sus tendencias espirituales. Al mismo tiempo rechazaba el lujo y las posesiones, lo cual era contrario a las costumbres de su clase social.
Cuando oyó hablar de los Hermanos Menores, o sea los seguidores de San Francisco, ella quedó prendada de la imagen del Santo de Asís. Ella los ayudaba a través de sus criadas, pues tenía prohibido dirigirle la palabra a extraños, y desde lejos observaba su austeridad y su amor por los pobres.
Un sermón de San Francisco la ayudó a tomar la decisión de su vida. Así, el Domingo de Ramos de 1212 se fugó de su casa para iniciar una nueva vida. Se cortó los cabellos, vistió el hábito oscuro y se presentó ante San Francisco en la capilla Porciúncula para consagrarse a su obra.
Santa Clara hizo numerosos votos de renuncia, y en la capilla de San Damián, que San Francisco había reconstruido, da origen a la Segunda Orden Franciscana de Las Damas Pobres, o Pobres Reclusas, mejor conocida como la Orden de las Clarisas.
San Francisco le proporcionó una primera Regla, a partir de la cual ella redactó la Regla definitiva para ella y sus hermanas. Con el ejemplo de humildad, renuncia y amor al prójimo, Santa Clara, que fue designada abadesa, consiguió que su Orden creciera rápidamente.

A Santa Clara de Asís se le atribuyen varios milagros de multiplicación de panes y de barricas de aceite. Un día, santa Clara, en el refectorio de San Damián, en presencia del papa Gregorio IX, bendice los panes antes de su distribución: en cada uno, milagrosamente, se dibuja una cruz. Se cuenta también el milagro de haber hecho retroceder a piratas sarracenos que eventualmente habían tomado la villa de Asís en 1240, mostrándoles desde su ventana la Sagrada Hostia.
Pasados los años, la salud de Santa Clara se deterioró notablemente. Pero se negó a morir sin ver que el sumo pontífice confirmara la regla de las Clarisas. Esto ocurrió en 1253, por gracia de Inocencio IV, quien no veía con buenos ojos que la pobreza fuera la principal Regla de una comunidad.
A los dos días falleció finalmente Santa Clara de Asís. Su cadáver incorrupto se conserva hasta el día de hoy en la iglesia de Santa Clara, en Asís, que se construyó poco tiempo después de su muerte.
Santa Clara de Asís fue canonizada ya desde 1255 por el papa Alejandro IV. En 1958, el papa Pío XII nombró a Santa Clara santa patrona de la televisión.
Santa Clara de Asís nos enseña el valor de la renuncia a los bienes materiales.

Cronología de la vida de santa Clara y de los orígenes de la Orden de las Clarisas
Infancia y adolescencia

1146-1177: Existen en Asís documentos relativos al abuelo de Clara, Ofreduccio de Bernardino, distinto de Ofreduccio de Bernardo, propietario de la casa junto a la catedral de San Rufino, que muchos llaman, equivocadamente, “casa de Santa Clara”.

1182, enero-febrero: Nace Francisco de Pedro Bernardone i Pica

1193, antes: Madonna Hortelana, madre de Clara, peregrina a Tierra Santa

1193: Nace Clara de Asís, hija de Hortelana y de messer Favarone de Offreduccio de Bernardino.

1198: Tras la muerte del papa Celestino III y elección del joven Inocencio III, los burgueses y algunos nobles de Asís se liberan del dominio imperial e instituyen el Comune o régimen comunal. Las familias más nobles de Asís, entre ellas la de Clara, se refugian en sus castillos.

1200: Los nobles tienen que abandonar también sus castillos. La familia de Clara, que tiene siete años, se exilia en Perusa.

1202, noviembre: Batalla de Collestrada de Asís contra Perusa. Francisco (20 años), cae prisionero y permanece un año prisionero en dicha ciudad.

1203, noviembre: Tras un acuerdo de paz, Francisco y Clara regresan a Asís. Quienes la conocieron de pequeña hablan de sus excelentes virtudes.

1205, otoño: Comienza el proceso de conversión de Francisco.

1206, ¿enero?: Francisco, denunciado por su padre, renuncia a todo y se desnuda delante del obispo. Clara, con doce años, sueña con hacer lo mismo.

1206-1208: Francisco repara la iglesia de San Damián, y profetiza que allí surgirá un monasterio de señoras santas.


Conversión de Clara y fundación de San Damián


1210-1211: Francisco y sus compañeros se trasladan de Rivotorto a Santa María de la Porciúncula. Clara (17-18 años), por medio de una amiga, ayuda con limosnas a los que trabajan en la construcción de la casa de los hermanos. Rechaza a un joven que la pretende en matrimonio y lo anima a hacerse fraile. Su primo Rufino de Escipión de Ofreduccio se une al grupo de Francisco.

1211, invierno: Clara mantiene entrevistas secretas con Francisco, que la va preparando para abrazar la vida de pobreza.

1211, 28 de marzo: Domingo de Ramos. El obispo Guido, que debe de estar al corriente de sus planes, entrega personalmente a Clara una palma, símbolo del “martirio” que está a punto de abrazar.

1211, 29 de marzo: la madrugada del lunes santo se escapa de su casa y corre a la Porciúncula, donde la esperan Francisco y los suyos con antorchas encendidas. Ante el altar de la Virgen, el santo le corta sus rubios cabellos y recibe de ella la profesión de los votos de pobreza, castidad y obediencia. Ese mismo día la trasladan al monasterio de San Pablo de las Abadesas (Bastía), cerca de Asís. Su tió Monaldo y otros parientes tratan inútilmente de llevársela a casa. Inocencio III había concedido a este monasterio, en el 1200, un privilegio de “propiedad”, para que nadie pudiese arrebatarles sus tierras. Clara, 16 años después, solicitará al mismo papa lo contrario, es decir un privilegio de “pobreza”.

1211, 12 de abril: Clara es traslada de nuevo a otro monasterio, Santo Ángel de Panzo, en las faldas del monte Subasio.

1211, 14 de abril: Catalina de Favarone sigue a su hermana y se le une en Panzo. Se consagra al Señor con el nombre de Inés (fue canonizada igual que Clara). Poco después las sigue sor Pacífica de Guelfuccio, vecina y amiga de Clara.

1211, septiembre: se les une Bienvenida de Perusa. Por este tiempo (“apenas seis años después de la conversión de Francisco”) se trasladan a la iglesia de San Damián, cuna de la Orden de las Clarisas. La iglesia se la cedió el obispo Guido, según un documento de 1253.

1212: Francisco consulta a Clara y a sus hermanas acerca de si debe dedicarse a la contemplación o a la predicación. Suele visitarlas con frecuencia y mantiene con ellas deliciosos coloquios espirituales.
Primeros monasterios de Damianitas fuera de Asís

1214: Balbina Offreducci, del cercano monasterio benedictino de Vallegloria (Spello), visita a Clara y se interesa por su forma de vida. Clara le envía a sor Pacífica por un año, para su formación. Será el primer monasterio de damianitas fuera de Asís. Fray Felipe Longo es el primer visitador de las hermanas.+

1214: Fray Bentivegna, uno de los hermanos que las atiende, es testigo del milagro del aceite.

1215: En Sanseverino Marche surge el monasterio de Colpersito, tal vez por interés de los frailes, mientras Francisco recorre el norte de España y Portugal (1212-1213). Al regreso lo visita, y obtiene la conversión de fray Pacífico.

1215, noviembre: El canon XIII del Concilio IV de Letrán prohíbe la aprobación de nuevas reglas.

1216, julio: Clara, no pudiendo ver aprobada su Regla compuesta por san Francisco, tiene que profesar la regla benedictina, que permite tener posesiones, y aceptar el título de abadesa. Pero consiguió de Inocencio III un “privilegio de pobreza”, para que nadie pudiera obligarlas a tener rentas o propiedad alguna. Por estos años, antes de su viaje a Egipto, Francisco obliga a Clara a cambiar su jergón de sarmientos por uno de paja.

1216: Surge otro monasterio de damianitas en Carpello (Foligno).

Hugolino, protector de las Damianitas o Damas Pobres


1217, verano: El cardenal Hugolino se ofrece en Florencia a Francisco como protector de su Orden.

1218, pascua: el cardenal visita la Porciúncula y celebra la Pascua en San Damián. Regresa de nuevo a Asís para el capítulo de Pentecostés y se hace cargo de las damianitas, a las que llama “Damas Pobres”. Por deseo de Francisco, el cisterciense fray Ambrosio, del séquito de Hugolino, sustituye a fray Felipe Longo como visitador de ellas.

1219, 19 de marzo: el cardenal recibe en nombre de la Iglesia, unas propiedades para la fundación del monasterio de Monticelli, en Florencia. Probablemente en la cuaresma de ese año Francisco residió allí y ayudó al cardenal a redactar unos estatutos para los monasterios inspirados en la forma de vida del monasterio de “Santa María de San Damián” de Asís. En los meses siguientes, Hugolino se hace cargo también de los monasterios de damianitas de Siena, Perusa y Lucca.

Francisco y Clara enfermos


1219-1220: Francisco va a Egipto y Tierra Santa. Fray Felipe aprovecha su ausencia para hacerse cargo de nuevo de los monasterios de damianitas. Regresa enfermo y delega el gobierno de la Orden en manos de fray Pedro Catani.

1220: Llega a Asís la noticia de la muerte de los cinco mártires franciscanos de Marruecos. Clara llora por ellos y expresa su ardiente deseo de ir también ella a dar testimonio de la fe con su vida.

1221: Deposición de fray Felipe Longo y nombramiento de fray Pacífico como visitador de las Damianitas.

1222: Francisco, enfermo y muy deprimido, visita a Clara y a sus compañeras y no se atreve a dirigirles la palabra. Se limita a sentarse en medio de un círculo de ceniza trazado en el suelo, mientras recita el salmo Miserere (Sal 51) antes de marcharse a toda prisa, sin pronunciar palabra. Clara se da cuenta de su drama y le manda un mensajero a decirle que desea hablar con él.

1223: Cuatro monjas de Florencia fundan en Milán. Por estos años surgen también los monasterios de Padua, Verona, Venecia, Teieto, Faenza, Todi, Città di Castello…

1224: Clara empieza a enfermar por sus excesivas penitencias y ayunos. Francisco y el obispo Guido II la obligan a comer siquiera un panecillo al día.

1225, enero-primavera: Francisco, tras su regreso de la Verna con los estigmas y enfermo de los ojos, yace en San Damián, fuera de la clausura, en una celda de esteras dentro de la celda de los frailes que atienden a las monjas. Allí compuso el Cántico del Hermano Sol y desde allí reconcilió al Podestá de Asís con el obispo Guido. Clara no pudo verle, pues también estaba enferma. Fue tal vez este mismo año y por esos días (en Semana Santa) cuando Clara tuvo una fuerte experiencia de la Pasión de Cristo. No volverá a ver a Francisco hasta después de muerto.

1226, finales de septiembre: Francisco yace enfermo en la Porciúncula y Clara, también enferma, teme morir antes que él. El santo, para consolarla, le envía un escrito para ella, manifestándole su última voluntad para ella y sus hermanas.

1226, 4 de octubre: El cortejo fúnebre da un rodeo y pasa por San Damián, para que Clara y sus hermanas puedan dar el adiós definitivo a Francisco. A través de la reja, abierta para la ocasión, pudieron ver y besar los estigmas que aún adornaban su cuerpo. La descripción del llanto de las damianitas es una de las páginas más hermosas y emotivas de la Vida Primera de Tomás de Celano, que presenció la escena.
Después de la muerte de San Francisco

1228: Tras su elección como sucesor de Honorio III (marzo), el cardenal Hugolino -ahora Gregorio IX- dirige una carta a las damianitas de Asís. Fray Felipe Longo recupera el oficio de visitador de los monasterios de damianitas. Sor Inés, hermana de Clara, se traslada al monasterio de Monticelli (Florencia).

1230-1234: Inés escribe una carta a su hermana, desde Florencia.

1231: Muere San Antonio de Lisboa o de Padua, junto al monasterio de las Damas Pobres de La Arcella.

1232: Fray Elías sustituye a Juan Parenti al frente de la Orden de los Menores.

1234: Primera carta de Clara a Santa Inés de Bohemia o de Praga.

1235-1238: Segunda y tercera carta de Clara a Inés de Bohemia.

1240: Los sarracenos del ejército de Federico II entran en el claustro de San Damián. Clara defiende el monasterio y a sus hermanas recurriendo a Cristo eucarístico.

1241: Las oraciones de Clara y sus hermanas libran a Asís del asedio de las tropas imperiales, dirigidas por Vidal de Aversa.

1241: Muere Gregorio IX (ex-cardenal Hugolino).

1245: Inocencio IV promulga una Regla para las clarisas.

1252: Ante las insistencias de Clara, Inocencio IV aprueba “su” Regla, basada en la que redactó Francisco para ellas en los comienzos. Cuarta carta de Clara a Inés de Praga.

1252, 25 de diciembre: Clara, gravemente enferma, no puede asistir a los oficios navideños de medianoche con sus compañeras. Se queja al Señor de su situación y ve realizado su sueño de seguir, a distancia, los cantos y la misa de Nochebuena celebrada por los frailes Menores en la Basílica de San Francisco.

1253, 9 de agosto: en vísperas de la muerte de Clara, Inocencio IV, que residía en Asís, en el Sacro Convento de San Francisco, aprueba con bula oficial la Regla de Clara.

Muerte y canonización de Santa Clara

1253, 11 de agosto: Muere Clara en San Damián, a los sesenta años, después de 42 años de vida consagrada y de encierro voluntario en dicho lugar.

1253, 12 de agosto: Inocencio IV preside los funerales y el traslado de su cuerpo a la iglesia de San Jorge de Asís, donde antes había permanecido el cuerpo de Francisco durante cuatro años, antes de su traslado definitivo a la Basílica levantada en su honor por Gregorio IX y fray Elías.

1255, 26 de septiembre: El papa Alejandro IV canoniza a Santa Clara en Anagni. Fue Tomás de Celano, probablemente, quién escribió por encargo del papa la vida de Santa Clara, como antes lo hiciera con la de San Francisco.

1260: Los restos de Santa Clara son trasladados a su lugar definitivo, bajo el altar mayor de la basílica construida en su honor, sobre los cimientos de la antigua iglesia de San Jorge, donde permanecía sepultada desde su muerte.

1958: Santa Clara es declarada patrona de la Televisión, en virtud de la visión de la noche de Navidad de 1252.

Oración: Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 10 de agosto de 2022

Lecturas y Santoral 10/08/2022 Miércoles de la decimonovena semana de Tiempo Ordinario. San Lorenzo, diácono y mártir

Al que da de buena gana lo ama Dios
Primera Lectura. Segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9,6-10

Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra generosamente, generosamente cosechará. Cada uno dé como haya decidido su conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo ama Dios. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras buenas. Como dice la Escritura: "Reparte limosna a los pobres, su justicia es constante, sin falta."
El que proporciona semilla para sembrar y pan para comer os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra justicia.

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 111, 1-2. 5-6. 7-8. 9
Dichoso el que se apiada y presta.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

Dichoso el que se apiada y presta.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.

Dichoso el que se apiada y presta.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Dichoso el que se apiada y presta.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante,
sin falta, y alzará la frente con dignidad.

Dichoso el que se apiada y presta.
A quien me sirva, el Padre lo premiará
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 12, 24-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-"Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará."

Palabra de Dios

San Lorenzo diácono y mártir
Diácono de la Iglesia de Roma. Según la tradición, era de origen español, concretamente de Huesca. Sufrió el martirio durante la persecución del emperador Valeriano el 10 de agosto del año 258, cuatro días después que el papa Sixto II y sus otros diáconos.

Acusado de administrar incalculables bienes, declaró ante los jueces que la única riqueza de la Iglesia eran los pobres, atendidos solícitamente con las limosnas de la comunidad cristiana. Fue condenado a morir a fuego lento en la parrilla, y hasta el último momento puso de manifiesto su entereza y buen humor.

Su sepulcro y la basílica a él dedicada se hallan en el Campo Verano de Roma, en el cementerio que luego tomó su nombre, y su culto se difundió pronto en toda la Iglesia.

Oración: Señor Dios nuestro, encendido en tu amor, san Lorenzo se mantuvo fiel a tu servicio y alcanzó la gloria en el martirio; concédenos, por su intercesión, amar lo que él amó y practicar sinceramente lo que nos enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

martes, 9 de agosto de 2022

Lecturas y Santoral 09/08/2022 Martes. Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir, patrona de Europa

Me desposaré contigo para siempre
Primera Lectura. Oseas 2, 16.17b-18. 21-22

Esto dice el Señor:
«Yo la llevo al desierto, le hablo al corazón.
Allí responderá como en los días de su juventud, como el día de su salida de Egipto.
Me desposaré contigo para siempre, me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura, me desposaré contigo en fidelidad y conocerás al Señor».

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 44, 11-12. 14-15. 16-17
Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor.

Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras.

Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra». 

Escucha, hija, mira: inclina el oído.
¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las prudentes.
“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.
Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
“Señor, señor, ábrenos”.
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os conozco”.
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra de Dios

Santa Edith Stein, Mártir

Edith Stein nació en Breslau, Alemania, (hoy Broklaw, Polonia) el 12 de octubre de 1891. Fue la última de 11 hermanos de una familia judía devota. Ella murió en una cámara de gas de Auschwitz el 9 de agosto de 1942.

Fue una estudiante brillante, quien en un comienzo se incorporó a la Universidad de Breslau en 1911 y luego se trasladó a la Universidad de Göttingen para continuar sus estudios bajo la tutela del famoso fundador de la fenomenología Edmund Husserl. El filósofo escogió a Edith Stein para ser su asistente de cátedra en la Universidad de Freiburg y declaró que ella era la mejor estudiante de doctorado que nunca había tenido, incluso fue más capaz que Heidegger quien también fue su pupilo al mismo tiempo que Edith. En 1916, culminó su tesis y obtuvo el Doctorado en Filosofía con el grado de summa cum laude.

Luego de que muchos de sus amigos fueran enrolados para servir en la Primera Guerra Mundial, Edith se enroló de voluntaria junto con otras estudiantes mujeres para trabajar en hospitales militares. Así, obtuvo trabajo en hospitales de enfermedades infecciosas y cuidó caritativamente del ejército austríaco, donde campeaba la tifoidea, la disentería y el cólera.

Al término de su período como voluntaria en el hospital militar obtuvo la medalla de valor en reconocimiento a su servicio generoso. Tras retornar de la experiencia de la guerra, retomó su vida de estudiante, pero las dudas profundas, el insaciable hambre de verdad volcado a la filosofía y el testimonio de muchos cristianos comenzaron a socavar en ella su hasta entonces radical ateísmo. Los diálogos con el filósofo Max Scheller -que paradójicamente se había apartado de la Iglesia-, pero sobre todo la lectura de la vida de Santa Teresa de Jesús, terminaron completando la obra que Dios había iniciado en ella: su conversión al catolicismo. El 1 de enero de 1922 recibió el bautismo.

Por este tiempo, Edith dejó su carrera como estudiante y aceptó el puesto de profesora de Alemán en el Colegio de las Hermanas Dominicas en Speyer. Allí, trabajó por 8 años como profesora y dividía su día entre el trabajo y la oración. Era conocida por ser una benévola y servicial profesora que trabajaba duro por trasmitir su material de manera clara y sistemática y su preocupación iba más allá de trasmitir conocimientos, incluía la formación a toda la persona, pues estaba convencida que la educación era un trabajo apostólico.

A lo largo de este período, Edith continuó sus escritos y traducciones de filosofía y asumió el compromiso de dar conferencias, que la llevó a Heidelberg, Zurich, Salzburg y otras ciudades. En el transcurso de sus conferencias, frecuentemente abordaba el papel y significado de la mujer en la vida contemporánea, hablando de temas como: "Ethos de las mujeres que trabajan", "Diferentes vocaciones de hombres y mujeres de acuerdo con Dios y la naturaleza" , "La Espiritualidad de la mujer cristiana", "Los principios fundamentales de la Educación de la mujer", "Problemas en la Educación de la Mujer", "La Iglesia, la mujer y la juventud" " y "El significado intrínseco del valor de la mujer en la vida nacional".

Una lectura de sus textos revela claramente su oposición radical al feminismo y su fuerte compromiso al reconocimiento y desarrollo de la mujer, así como al valor de la madurez de la vida cristiana en la mujer como una respuesta para el mundo.

En 1931, Edith deja la escuela del convento para dedicarse a tiempo completo a la escritura y publicación de sus trabajos. En 1932, aceptó la cátedra en la Universidad de Münster, pero un año después le dijeron que debería dejar su puesto por su antecedente judío. Una caritativa universidad de administración le sugirió que trabajase en sus proyectos hasta que la situación de Alemania mejore, pero ella se negó. También recibió otra oferta de América del Sur, pero después de pensar bien la situación, Edith se convenció que había llegado el tiempo de entrar al convento.
El 14 de octubre de 1933, a la edad de 42 años, Edith Stein ingresa al convento carmelita en Cologne tomando el nombre de Teresa Benedicta y reflejando su especial devoción a la pasión de Cristo y su gratitud a Teresa de Ávila por su amparo espiritual.

En el convento, Edith continuó sus estudios y escritos completando los textos de su libro "La Finitud y el Ser", su obra cumbre.

En 1938 la situación en Alemania empeoró, y el ataque de las temidas S.S. el 8 de noviembre a las sinagogas (la Kristallnacht o "Noche de los Cristales") despejó toda duda acerca del estado verdadero de los ciudadanos judíos. El convento de los priores preparó el traslado de Edith al convento de Dutch en Echt y en Año Nuevo, el 31 de diciembre de 1938, Edith Stein fue llevada a Holanda.
Allá en el convento de Echt, Edith compuso 3 hermosos actos de oblación, ofreciéndolos por el pueblo judío, por el evitamiento de la guerra y por la santificación de la Familia Carmelita. Después, reorganizó su vida enseñando Latín a las postulantes y escribiendo un libro acerca de San Juan de la Cruz.

Como la incineración y los cuartos de gas aumentaron en el Este, Edith, como miles de judíos en Holanda, empezó a recibir citaciones de la S.S. en Maastricht y del Consejero para los Judíos en Amsterdam.
Edith pidió una visa a Suiza junto con su hermana Rosa, con quien había vivido en Echt, para ser transferidas al Convento de Carmelitas de Le Paquier. La comunidad de Le Paquier informó a la Comunidad de Echt que podía aceptar a Edith pero no a Rosa.

Para Edith fue inaceptable y por eso se rehusó ir a Suiza y prefirió quedarse con su hermana Rosa en Echt. Decidida a terminar "La Ciencia de la Cruz", Edith usó todo momento para investigar, incluso hasta quedar exhausta.

En la Comunidad Holandesa de Echt, la protección de Edith Stein en contra de la persecución de los judíos fue temporal. Mientras la policía nazi que exterminaba a los judíos era rápidamente implementada cuando Holanda fue ocupada, los judíos que profesaban la fe católica fueron inicialmente dejados en paz. Sin embargo, cuando el Obispo de Netherlands redactó una carta pastoral en donde protestaban severamente en contra de la deportación de los judíos, las reglas nazis reaccionaron ordenando la exterminación de los bautizados judíos.

Por esa razón, el domingo 2 de agosto a las 5 p.m., después de que Edith Stein había pasado su día como siempre, rezando y trabajando en su interminable manuscrito de su libro sobre San Juan de la Cruz, los oficiales de la S.S. fueron al convento y se la llevaron junto con Rosa. Asustada por la multitud y por no poder hacer nada ante la situación, Rosa se empezó a desorientar. Un testigo relató que Edith tomó de la mano a Rosa y le dijo tranquilamente: "Ven Rosa, vamos a ir por nuestra gente". Juntas caminaron hacia la esquina y entraron en el camión de la policía que las esperaba.

Hay muchos testigos que cuentan del comportamiento de Edith durante esos días de prisión en Amersfoort y Westerbork, el campamento central de detención en el norte de Holanda; cuentan de su silencio, su calma, su compostura, su autocontrol, su consuelo para otras mujeres, su cuidado para con los más pequeños, lavándolos y cepillando sus cabellos y cuidando de que estén alimentados.

En medio de la noche, antes del amanecer del 7 de agosto de 1942, los prisioneros de Westerbork, incluyendo a Edith Stein, fueron llevados a los trenes y deportados a Auschwitz. En 1950, la Gazette Holandesa publicó la lista oficial con los nombres de los judíos que fueron deportados de Holanda el 7 de agosto de 1942. No hubo superivientes. He aquí lo que decía lacónicamente la lista de los deportados: Número 44070: Edith Theresa Hedwig Stein, Nacida en Breslau el 12 de Octubre de 1891, Muerta el 9 de Agosto de 1942.

Aprobación de la regla de Santa Clara


La Regla redactada o dictada por santa Clara en persona, la suya propia, fue aprobada primero por el cardenal Rainaldo en septiembre de 1252 y confirmada luego solemnemente por Inocencio IV el 9 de agosto de 1253, dos días antes de la muerte de la Santa.

Poco antes el Papa había ido a visitarla. Cuando el día 10 un hermano menor llevó a Clara la bula papal, la santa, tomándola reverentemente, se la llevó a los labios para besarla. Al día siguiente murió Clara y el pergamino pontificio se depositó en uno de los pliegues de su manto, donde permaneció ignorado hasta que casualmente se descubrió en 1893.

Oración: Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Emigdio, Mártir

En Italia se le profesa gran veneración, sobre todo porque se le considera protector contra los terremotos. Por la misma razón, su culto se ha popularizado mucho en los últimos años en las ciudades de Los Ángeles y San Francisco, zonas donde también se suceden fuertes y frecuentes movimientos telúricos. 

Según las "actas" Emigdio era un alemán originario de Treveris. Después de su conversión al cristianismo, se trasladó a Roma en la época del Papa Marcelo I. Lleno de celo por la fe, Emigdio entró a un templo pagano y derribó una estatua de Esculapio. Ello enfureció tanto a los paganos, que el Papa Marcelo I para protegerlo le ordenó sacerdote, le consagró obispo y le envió a evangelizar el territorio de Ascoli Piceno.

Ahí trabajó el santo con gran éxito y logró numerosas conversiones. Fue decapitado durante la persecución de Diocleciano, junto con los santos Eupolo, Germán y Valentín. Dado que San Marcelo ciñó la tiara pontificia en el año 308, es imposible que él haya ordenado a San Emigdio, pero la tradición popular no respeta la cronología. La fiesta de San Emigdio se celebra en Italia no sólo el 9 de agosto, sino también en otras fechas, según las diversas tradiciones locales.