lunes, 19 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 19/09/2022 Lunes de la vigesimoquinta semana de Tiempo Ordinario

El Señor detesta al perverso
Primera Lectura. Libro de los Proverbios 3, 27-34

Hijo mío:
No niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano concedérselo.
Si tienes, no digas al prójimo: "Anda, vete; mañana te lo daré".
No trames daños contra tu prójimo, mientras vive confiado contigo a tu lado; no pleitees con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño alguno; no envidies al hombre violento, ni trates de imitar su conducta, porque el Señor detesta al perverso y pone su confianza en los honrados; el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del justo; el Señor se burla de los burlones y concede su gracia a los humildes.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5
El justo habite en tu monte santo, Señor.
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua.

El justo habite en tu monte santo, Señor.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino.
El que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor.

El justo habite en tu monte santo, Señor.
El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.

El justo habite en tu monte santo, Señor.
El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
-"Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entran tengan luz.
Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.
Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener".

Palabra de Dios


San Genaro y Compañeros Mártires

Mártir, Obispo de Benevento. Se cree que San Genaro sufrió persecución por Diocleciano, c.305. Con respecto a la historia de su vida y martirio conocemos bastante poco. Las colecciones varias de "Hechos", aunque numerosas (cf. Biblioteca Hagiographica Latina, n. 4115-4140) son extremadamente tardías y poco confiables. Beda (c. 733) en su "Martyrologium" sintetizó la llamada "Acta Bononiensia" (ver Quentin, "Les Martyrologes historiques", 76). Podemos rastrear desde esta fuente la siguiente acepción en el actual Martirologio Romano, aunque la referencia del milagro de la licuefacción es una adición de una fecha más reciente. "En Pozzuoli en Campania [la memoria] de los santos mártires Jenaro, Obispo de Benevento, Festo, y Desiderio, lector, junto con Socio, diácono de la iglesia de Misenas, Próculo, diácono de Pozzouli, Eutiques y Acucio, quienes tras sufrir cadenas y prisión fueron decapitados en el tiempo el Emperador Diocleciano. El cuerpo de San Genaro fue llevado a Nápoles, donde fue sepultado honorablemente en la iglesia, donde su santa sangre es conservada en una redoma de cristal y al estar cerca de su cabeza, se torna líquida y burbujea como si estuviera fresca."

En el Breviario se da un recuento más largo. Ahí se nos dice que "Timoteo, Presidente de Campania", fue el oficial que condenó a los mártires, que Genaro fue arrojado a un horno ardiente, pero las llamas no lo tocaban, y que después el santo y sus compañeros fueron expuestos a bestias salvajes en el anfiteatro sin ningún efecto. Timoteo, al declarar que eso se debía a la magia y ordenar la decapitación de los mártires, fue atacado por la ceguera, pero Genaro lo curó y cinco mil personas fueron convertidas a Cristo antes de que los mártires fueran degollados. Entonces, como dice la lección del Breviario, "las ciudades de esas costas pelearon por obtener los cuerpos para honrarse como sus sepulcros y asegurarse de tenerlos como abogados ante Dios. Por Su Voluntad, las reliquias de Genaro fueron llevadas finalmente a Nápoles, después de haber sido trasladadas de Pozzuoli a Benevento y de ahí a Monte Vergine. Cuando las reliquias llegaron de ese lugar a Nápoles, fueron puestas en la iglesia principal y han alcanzado gran fama por los abundantes milagros. Entre estos resulta destacable el haber calmado erupciones del Monte Vesubio, cuando pareció que tanto las cercanías como lugares alejados iban a ser destruidos. También es bastante conocido y constituye un hecho claro que se puede ver hasta nuestros días, que la sangre de San Jenaro, que se conserva seca en un pequeña redoma de cristal, se pone a la vista de la cabeza de dicho mártir, empieza a bullir y a burbujear de una forma muy extraña, como si estuviera fresca y recién derramada."

Es especialmente este milagro de la licuefacción el que ha dado celebridad al nombre de Genaro y en esto ocuparemos nosotros nuestra atención. Establezcamos cuanto antes que la suposición de truco o impostura deliberada está fuera de cuestión, como ahora están dispuestos a admitir los oponentes honestos. Por más de cuatrocientos años ha ocurrido la licuefacción en intervalos frecuentes. Si fuera un truco sería necesario admitir que todos los arzobispos de Nápoles y un sinnúmero de eclesiásticos eminentes por su saber y muchas veces por su gran santidad fueron cómplices del fraude, así como un número de funcionarios seglares; porque la reliquia está tan protegida, que su exposición requiere de la presencia de tanto autoridades civiles como eclesiásticas.

Oración: Tú que nos concedes, Señor, venerar la memoria de tu mártir san Jenaro, otórganos también la gracia de gozar de su compañía en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 18 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 18/09/2022 Domingo de la vigesimoquinta semana de Tiempo Ordinario

Contra los que «compran por dinero al pobre»
Primera Lectura. Amos 8, 4-7

Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre y elimináis a los humildes del país, diciendo:
«¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal - reduciendo el peso y aumentando el precio, y modificando las balanzas con engaño - ,para comprar al indigente por plata, y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la gloria de Jacob: «No olvidará jamás ninguna de sus acciones».

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 112, 1-2. 4-6. 7-8
Alabad al Señor, que alza al pobre.
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.

Alabad al Señor, que alza al pobre.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Alabad al Señor, que alza al pobre.
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo.

Alabad al Señor, que alza al pobre.
Que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios, que quiere que todos los hombres se salven
Segunda Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 1-8
Querido hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol - digo la verdad, no miento -, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando las manos limpias, sin ira ni divisiones.

Palabra de Dios


No podéis servir a Dios y al dinero
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
"¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando".
El administrador se puso a decir para sí:
"¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa."
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Éste respondió:
"Cien barriles de aceite."
Él le dijo:
"Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta."
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Él contestó:
"Cien fanegas de trigo".
Le dijo:
"Aquí está tu recibo, escribe ochenta".
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

Palabra de Dios

José de Copertino

Nació en el año 1603 en Copertino, pueblo del sur de Italia, de familia pobre y honrada. Desde joven mostró tener muy escasas las dotes intelectuales y las habilidades manuales. Superando muchas dificultades ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales y sólo gracias a la fuerte ayuda de Dios llegó al presbiterado.

Tras su ordenación sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las almas. Adornado de carismas singulares, éxtasis y levitaciones, por lo que es conocido como el "Santo de los vuelos", los superiores tuvieron que cambiarlo con frecuencia de un convento a otro, huyendo del fanatismo popular.

Descolló por su obediencia, humildad, paciencia y caridad para con los necesitados de Dios. Manifestó ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en especial la Eucaristía, y a la Madre de Dios.

Sus biógrafos dicen que lograba transmitir su santa y franciscana alegría mediante el modo de orar, enriquecido por atractivas composiciones musicales y versos populares que entusiasmaban a sus oyentes, reavivando su devoción.

Murió en Ósimo (Marcas) en 1663.

Oración: Dios de misericordia, que con admirable sabiduría has querido que tu Hijo, al ser levantado de la tierra, atrajera todas las cosas hacia él, concédenos, por intercesión de san José de Copertino, tender a la perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de la malicia de este mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

sábado, 17 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 17/09/2022 Sábado de la vigesimocuarta semana de Tiempo Ordinario

Se siembra un cuerpo corruptible, resucita incorruptible
Primera Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 35-37. 42-49

Hermanos: Alguno preguntará: «¿Y cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?» Insensato, lo que tú siembras no recibe vida si (antes) no muere. Y al sembrar, no siembras el cuerpo que llegará a ser, sino un simple grano, de trigo, por ejemplo, o de cualquier otra planta. Lo mismo es la resurrección de los muertos: se siembra un cuerpo corruptible, resucita incorruptible; se siembra un cuerpo sin gloria, resucita glorioso; se siembra un cuerpo débil, resucita lleno de fortaleza; se siembra un cuerpo animal, resucita espiritual. Si hay un cuerpo animal, lo hay también espiritual. Efectivamente, así está escrito: el primer hombre, Adán, se convirtió en viviente. El último Adán, un espíritu vivificante. Pero no fue primero lo espiritual, sino primero lo material y después lo espiritual. El primer hombre, que proviene de la tierra, es terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como el hombre terrenal, así son los de la tierra; como el celestial, así son los del cielo. Y lo mismo que hemos llevado la imagen del hombre terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 55, 10. 11-12. 13-14

Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida.
Que retrocedan mis enemigos
cuando te invoco,
y así sabré que eres mi Dios.

Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida.
En Dios, cuya promesa alabo,
en el Señor, cuya promesa alabo,
en Dios confío y no temo;
¿qué podrá hacerme un hombre?

Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida.
Te debo, Dios mío, los votos que hice,
los cumpliré con acción de gracias;
porque libraste mi alma de la muerte,
mis pies de la caída;
para que camine en presencia de Dios
a la luz de la vida.

Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida.

Lo de la tierra buena son los que guardan la palabra y dan fruto perseverancia
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 8, 4-15
En aquel tiempo, habiéndose reunido una gran muchedumbre y gente que salía de toda la ciudad, dijo Jesús esta parábola: «Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros del cielo se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso y, después de brotar, se secó por falta de humedad. Otro parte cayó entre abrojos, y los abrojos, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. La otra parte cayó en tierra buena y, después de brotar, dio fruto al ciento por uno». Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». Entonces le preguntaron los discípulos qué significa esa parábola. Él dijo: «A vosotros se os ha otorgado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás, en parábolas, “para que viendo no vean y oyendo no entiendan”. El sentido de la parábola es éste: la semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al oír, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre abrojos son los que han oído, pero, dejándose llevar por los afanes, riquezas y placeres de la vida, se quedan sofocados y no llegan a dar fruto maduro. Lo de la tierra buena son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, lo guardan y dan fruto con perseverancia».

Palabra de Dios


San Roberto Belarmino obispo y doctor de la Iglesia

Nació el año 1542 en Montepulciano (Toscana, Italia), de familia noble. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560, estudió en el Colegio Romano y luego en Padua y Lovaina, donde también fue profesor. Recibió la ordenación sacerdotal en Gante el año 1570. Vuelto al Colegio Romano, enseñó teología, mantuvo brillantes disputas en defensa de la fe católica y publicó obras importantes.

Fue provincial de los jesuitas, teólogo del Papa y colaborador de varias Congregaciones romanas. Estuvo relacionado con los grandes personajes y santos de su tiempo, y entre sus amigos y dirigidos espirituales están Luis Gonzaga y Juan Berchmans.

Elegido cardenal y nombrado obispo de Capua, permaneció tres años en su diócesis como solícito pastor, hasta que regresó a sus tareas en Roma, donde murió el 17 de septiembre de 1621, día de las llagas de San Francisco, cuya memoria había conseguido que se celebrara en toda la Iglesia.

Oración: Señor, tú que dotaste a san Roberto Belarmino de santidad y sabiduría admirable para defender la fe de tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Inclina mi corazón a tus preceptos (Del tratado de san Roberto Belarmino sobre la ascensión de la mente hacia Dios)

Tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia; ¿quién, que haya empezado a gustar, por poco que sea, la dulzura de tu dominio paternal, dejará de servirte con todo el corazón? ¿Qué es, Señor, lo que mandas a tus siervos? Cargad –nos dices– con mi yugo. ¿Y cómo es este yugo tuyo? Mi yugo –añades– es llevadero y mi carga ligera. ¿Quién no llevará de buena gana un yugo que no oprime, sino que halaga, y una carga que no pesa, sino que da nueva fuerza? Con razón añades: Y encontraréis vuestro descanso. ¿Y cuál es este yugo tuyo que no fatiga, sino que da reposo? Por supuesto aquel mandamiento, el primero y el más grande: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón. ¿Qué más fácil, más suave, más dulce que amar la bondad, la belleza y el amor, todo lo cual eres tú, Señor, Dios mío?

¿Acaso no prometes además un premio a los que guardan tus mandamientos, más preciosos que el oro fino, más dulces que la miel de un panal? Por cierto que sí, y un premio grandioso, como dice Santiago: La corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. ¿Y qué es esta corona de la vida? Un bien superior a cuanto podamos pensar o desear, como dice san Pablo, citando al profeta Isaías: Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.

En verdad es muy grande el premio que proporciona la observancia de tus mandamientos. Y no sólo aquel mandamiento, el primero y el más grande, es provechoso para el hombre que lo cumple, no para Dios que lo impone, sino que también los demás mandamientos de Dios perfeccionan al que los cumple, lo embellecen, lo instruyen, lo ilustran, lo hacen en definitiva bueno y feliz. Por esto, si juzgas rectamente, comprenderás que has sido creado para la gloria de Dios y para tu eterna salvación, comprenderás que éste es tu fin, que éste es el objetivo de tu alma, el tesoro de tu corazón. Si llegas a este fin, serás dichoso; si no lo alcanzas, serás un desdichado.

Por consiguiente, debes considerar como realmente bueno lo que te lleva a tu fin, y como realmente malo lo que te aparta del mismo. Para el auténtico sabio, lo próspero y lo adverso, la riqueza y la pobreza, la salud y la enfermedad, los honores y los desprecios, la vida y la muerte son cosas que, de por sí, no son ni deseables ni aborrecibles. Si contribuyen a la gloria de Dios y a tu felicidad eterna, son cosas buenas y deseables; de lo contrario, son malas y aborrecibles.

Impresión de las llagas de San Francisco
Desde su conversión a Dios, san Francisco profesó una grandísima devoción a los misterios de la pasión del Señor, y no cesó de meditar y de predicar, con su vida y su palabra, a Cristo crucificado.

En septiembre de 1224, dos años antes de su muerte, se retiró al monte Alverna para consagrarse totalmente a la oración y la penitencia, y un día, mientras estaba sumido en contemplación, el Señor Jesús imprimió en su cuerpo -manos, pies y costado- los estigmas de su pasión. Le sangraban, le causaban grandes sufrimientos y le dificultaban su vida y actividades, pero no cesó de viajar y predicar mientras sus fuerzas se lo permitieron.

En vida del Santo, sus compañeros más cercanos pudieron ver las llagas de manos y pies, y a partir de su muerte todos pudieron contemplar también la llaga del costado. Benedicto XI concedió a la Orden franciscana celebrar cada año la memoria de este hecho, probado por testimonios fidedignos.

Oración: Dios de amor y de misericordia, que marcaste con las señales de la pasión de tu Hijo al bienaventurado padre Francisco para encender en nuestros corazones el fuego de tu amor, concédenos, por su intercesión, configurarnos a la muerte de Cristo para vivir eternamente con él. Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 16 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 16/09/2022 Viernes. Santos Cornelio, Papa, y Cipriano, obispo, mártires

Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12-20

Hermanos: Si se anuncia que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Pues bien: si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado. Pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe; más todavía: resultamos unos falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio contra él, diciendo que ha resucitado a Cristo, a quien no ha resucitado... si es que los muertos no resucitan. Pues si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís estando en vuestros pecados; de modo que incluso los que murieron en Cristo han perecido. Si hemos puesto nuestra esperanza en Cristo solo en esta vida, somos los más desgraciados de toda la humanidad. Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto.

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 16, 1. 6-7. 8 y 15

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica, que en mis labios no hay engaño.

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia, tú que salvas de los adversarios a quien se refugia a tu derecha.

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia, y al despertar me saciaré de tu semblante.

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

Las mujeres iban con ellos, y les servían con sus bienes
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Palabra de Dios


Santos Cornelio y Cipriano

[El 14 de septiembre se dio sepultura al primero y sufrió martirio el segundo; su memoria se celebra el 16 del mismo mes]

Debido a la violencia de la persecución de Decio, la sede pontifical de Roma estuvo vacante por más de doce meses tras el martirio del Papa San Fabián, hasta que el sacerdote Cornelio fue elegido Papa por su humildad y su bondad, en marzo del año 251, al cesar la persecución del emperador Decio. Adoptó una actitud indulgente en la praxis penitencial para acoger a los que habían apostatado en la persecución, y así, con gran espíritu de caridad, recuperó a la plena comunión con la Iglesia a muchos cristianos caídos en la apostasía.

Sin embargo, los primeros problemas del nuevo Papa surgieron no tanto del poder secular como de las disensiones internas, a pesar de que éstas se derivaban de la misma persecución; se opuso al rigorista Novaciano quien provocó un cisma, pero con la ayuda sobre todo de Cipriano pudo imponer su autoridad. La persecución contra los cristianos se intensificó de nuevo, y el Papa fue desterrado a Centumcellae por el emperador Galo. San Cipriano, Obispo de Cartago y que tenía una profunda amistad con el Papa, le escribió una carta congratulatoria por haber podido gozar de la felicidad de sufrir por Cristo y por la gloria de su Iglesia, ya que ni uno sólo de sus cristianos había renegado de su fe. El santo Papa sufrió muchas penurias, fatigas y sufrimientos en su destierro para luego ser decapitado en Civitavecchia, puerto de Roma, en septiembre del año 253. Su cuerpo, trasladado a Roma, fue sepultado en el cementerio de Calixto.

La amistad de San Cipriano fue el gran apoyo del Papa San Cornelio como Supremo Pontífice y como defensor de la Iglesia contra el rigorismo de Novaciano, y la estrecha asociación entre ambos se ha reconocido, desde entonces, como muy valiosa.

San Cipriano

Cipriano nació en Cartago hacia el año 210, de familia pagana. Convertido a la fe y ordenado sacerdote, fue elegido obispo de su ciudad el año 249. En tiempos muy difíciles gobernó sabiamente su Iglesia con sus obras y sus escritos, desempeñando un papel importante en la historia de la Iglesia y en el desarrollo del pensamiento cristiano en África.

Convertido al cristianismo en edad adulta, el santo dedicó todos sus esfuerzos a mantener viva la fe de la Iglesia tras ser decretada la violenta persecución de Valeriano en aquella ciudad.

En dicha persecución fue desterrado a Curubis por varios años, hasta que el pre-cónsul Máximo ordenó su regreso a Cartago para compadecer ante él y obligarlo a desistir de su fe. El Obispo se mantuvo firme por lo que fue decapitado el 14 de septiembre del año 258.

Fue importante por sus escritos, pero sobre todo como pastor, cuya influencia se dejó sentir no sólo en el norte de África sino también en las Iglesias de España.

Oración: Oh Dios, que has puesto al frente de tu pueblo como abnegados pastores y mártires intrépidos a los santos Cipriano y Cornelio, concédenos, por su intercesión, fortaleza de ánimo y de fe para trabajar con empeño por la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Juan Macías

Nació en Rivera de Fresno, en Extremadura, España, el 2 de marzo de 1585. Era muy niño cuando sus padres murieron, quedando él bajo el cuidado de un tío suyo que lo hizo trabajar como pastor. Después de un tiempo conoció a un comerciante con el cual comenzó a trabajar, en 1616 el mercader viajó a América y Juan junto con él.

Llegó primero a Cartagena y de ahí decidió dirigirse al interior del Reino de Nueva Granada, visitó Pasto y Quito, para llegar finalmente al Perú donde se instalaría por el resto de su vida. Recién llegado obtuvo trabajo en una hacienda ganadera en las afueras de la capital y en estas circunstancias descubrió su vocación a la vida religiosa. Después de dos años ahorró un poco de dinero y se instaló definitivamente en Lima.

Repartió todo lo que tenía entre los pobres y se preparó para entrar a la Orden de Predicadores como hermano lego en el convento de dominicos de Santa María Magdalena donde había sido admitido. El 23 de enero de 1622 tomó los hábitos. Su vida en el convento estuvo marcada por la profunda oración, la penitencia y la caridad. Por las austeridades a las que se sometía sufrió una grave enfermedad por la cual tuvo que ser intervenido en una peligrosa operación. Ocupó el cargo de portero y este fue el lugar de su santificación.

El portón del monasterio era el centro de reunión de los mendigos, los enfermos y los desamparados de toda Lima que acudían buscando consuelo. El propio Virrey y la nobleza de Lima acudían a él en busca de consejos. Andaba por la ciudad en busca de limosna para repartir entre los pobres. No se limitaba a saciar el hambre de pan, sino que completaba su ayuda con buenos consejos y exhortaciones en favor de la vida cristiana y el amor a Dios.

Murió el 16 de septiembre de 1645 y fue canonizado el 28 de septiembre de 1975 por Pablo VI.

jueves, 15 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 15/09/2022 Jueves. Bienaventurada Virgen María de los Dolores

Esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 1-11

Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe.
Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, se me apareció también a mí.
Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 117, 1-2. 16ab-171. 28

Dad gracias al Señor porque es bueno.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.

Dad gracias al Señor porque es bueno.
"La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa."
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.

Dad gracias al Señor porque es bueno.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.

Dad gracias al Señor porque es bueno.

Triste contemplaba y dolorosa miraba de Hijo amado la pena
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 19, 25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
-"Mujer, ahí tienes a tu hijo."
Luego, dijo al discípulo:
-"Ahí tienes a tu madre."
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra de Dios


Nuestra Señora la Virgen de los Dolores

Después de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia ha venido celebrando la participación de María en la pasión de su Hijo. Por dos veces durante el año, la Iglesia conmemora los dolores de la Santísima Virgen que es el de la Semana de la Pasión y también hoy, 15 de septiembre.

La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, puesto que se instituyó en Colonia y en otras partes de Europa en el siglo XV y cuando la festividad se extendió por toda la Iglesia, en 1727, con el nombre de los Siete Dolores, se mantuvo la referencia original de la Misa y del oficio de la Crucifixión del Señor.

En la Edad Media había una devoción popular por los cinco gozos de la Virgen Madre, y por la misma época se complementó esa devoción con otra fiesta en honor a sus cinco dolores durante la Pasión, centrando así la mirada principalmente en la compasión de María al pie de la cruz, la Dolorosa, la Piedad. Más adelante, esta visión se fue ampliando hasta abarcar los siete dolores de la Virgen o las siete espadas clavadas en su corazón: la espada de dolor anunciada por el anciano Simeón, la huida a Egipto, la pérdida y hallazgo del niño Jesús en el templo, el camino del calvario, la crucifixión, el descendimiento de la cruz y la sepultura de Cristo y soledad de su Madre.

A los frailes servitas, que desde su fundación tuvieron particular devoción por los sufrimientos de María, se les autorizó para que celebraran una festividad en memoria de los Siete Dolores, el tercer domingo de septiembre de todos los años.

Refiriéndose a esta celebración, escribía Pablo VI que es "ocasión propicia para revivir un momento decisivo de la historia de la salvación y para venerar junto con el Hijo exaltado en la Cruz a la Madre que comparte su dolor".

Oración: Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 14/09/2022 Miércoles. Exaltación de la Santa Cruz

Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida
Primera Lectura. Números 21, 4b-9

En aquellos días, el pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia». El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes». Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla». Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios

77, 1-2. 34-35. 36-37. 38

No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado.

No olvidéis las acciones del Señor.
Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios altísimo su redentor.

No olvidéis las acciones del Señor.
Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza.

No olvidéis las acciones del Señor.
Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor.

No olvidéis las acciones del Señor.

Tiene que ser elevado el Hijo del Hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 3, 13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».

Palabra de Dios

La exaltación de la Santa Cruz

Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos.

Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba.

En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.

Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.

Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, se produjeron muchos milagros.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

El Signo de la Cruz

Desde niños hemos aprendido a trazar sobre nosotros el signo de la cruz. Esa Cruz nos recuerda a un Dios cercano y entregado por nosotros. Nos infunde esperanza, nos enseña el camino, nos asegura la victoria final en Cristo resucitado. Pero ese gesto tiene un significado más hondo. Al hacer la Cruz desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo hasta el derecho, consagramos nuestra frente, boca y pecho, expresando así el deseo de acoger el misterio de Dios trinidad en nosotros, de manera que los pensamientos de nuestra mente, las palabras que pronuncien nuestra boca y los sentimientos y deseos que nazcan de nuestro pecho sean los de un creyente que vive desde la confianza total en el Padre, siguiendo fielmente al Hijo encarnado en Jesús, y dejándose inspirar por la acción del Espíritu Santo.

Todo lo que es parte de nuestra vida puede ser ocasión de oración. Una alegría o una preocupación, un momento feliz o una desgracia, un éxito o un temor. Nos santiguamos ante un peligro o al comenzar una obra buena. Nos dirigimos a la Santísima Trinidad desde lo que estamos viviendo en ese momento.

Catequesis de San Juan Crisóstomo (Cat 3, 13-19: SC50, 174-177)

San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, fue monje y gran predicador, obispo de Constantinopla. Doctor de la Iglesia, es desterrado por combatir los errores y los pecados de su pueblo, especialmente de la Corte imperial, y muere en el exilio. Para saber más sobre su vida ver el día 13 de Septiembre del Santoral.

"¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. 'Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa' [Ex 12, 5.7]. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? "Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor"...

"¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor: Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, 'uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre' [Jn 19,34]: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía... Con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva"

martes, 13 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 13/09/2022 Martes de la vigesimocuarta semana de Tiempo Ordinario. San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia

Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12,12-14. 27-31a

Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro, sino muchos.
Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Pues en la Iglesia Dios puso en el primer lugar a los apóstoles; en el segundo lugar, a los profetas; en el tercero, a los maestros; después, los milagros; después el carisma de curaciones, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?
Ambicionad los carismas mayores.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 99, 2. 3. 4. 5
Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre.

Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.

Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 7, 11-17
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío.
Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo:
"No llores".
Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
"¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!".
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios, diciendo:
"Un gran Profeta ha surgido entre nosotros", y "Dios ha visitado a su pueblo."
Este hecho se divulgó por toda Judea y por toda la comarca circundante.

Palabra de Dios

San Juan Crisostomo, Arzobispo de Constantinopla, obispo y doctor de la Iglesia

San Juan nació en Antioquía de Siria, alrededor del año 347 hijo de un funcionario imperial. Después de recibir una excelente formación clásica, se dedicó a la vida ascética y monástica.

En 386, el Obispo Flaviano le confirió el sacerdocio y le nombró predicador suyo. El santo consideraba como su primera obligación el cuidado y la instrucción de los pobres, y jamás dejó de hablar de ellos en sus sermones y de incitar al pueblo a la limosna.

El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una profunda reforma de las costumbres del clero y de los fieles. La elocuencia y el celo del santo movieron a penitencia a muchos pecadores y convirtieron a numerosos idólatras y herejes.

Otra de las actividades a las que el arzobispo consagró sus energías fue la fundación de comunidades de mujeres piadosas, siendo la más ilustre la noble Santa Olimpia. El santo Obispo se distinguió también por su extraordinario espíritu de oración, virtud ésta que predicó incansablemente, y exhortó a los fieles a la comunión frecuente.

Fue desterrado dos veces por conspiración de la reina Eudoxia y del Obispo de Alejandría, Téofilo; en el último destierro ante las penosas condiciones del viaje y la crueldad de los soldados imperiales, San Crisóstomo falleció deportado en Comana del Ponto (Turquía), el 14 de septiembre del año 407.

En 1909, San Pio X declaró al santo "Patrono de los Predicadores".

Este incomparable maestro contribuyó en gran manera, por su palabra y sus escritos, al enriquecimiento y explicación de la doctrina católica hasta el punto de merecer después de su muerte el sobrenombre de Crisóstomo, es decir, "Boca de oro", en recuerdo de sus maravillosos dones de oratoria. Pero su piedad y su indomable valor son títulos todavía más gloriosos que hacen de él uno de los más grandes pastores de la Iglesia.

Oración: Oh Dios, fortaleza de los que esperan en ti, que has hecho brillar en la Iglesia a san Juan Crisóstomo por su admirable elocuencia y su capacidad de sacrificio, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos llene de fuerza el ejemplo de su valerosa paciencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 12 de septiembre de 2022

Lecturas y Santoral 12/09/2022 Lunes de la vigesimocuarta semana de Tiempo Ordinario

Si hay divisiones entre vosotros, eso no es comer la Cena del Señor
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 17-26. 33

Hermanos:
Al prescribiros esto, no puedo alabaros, porque vuestras reuniones causan más daño que provecho.
En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra asamblea hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo; realmente tiene que haber escisiones entre vosotros para que se vea quiénes resisten a la prueba.
Así, cuando os reunís en comunidad, eso no es comer la Cena del Señor, pues cada uno se adelanta a comer su propia cena y, mientras uno pasa hambre, el otro está borracho.
¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a la Iglesia de Dios que humilláis a los que no tienen?
¿Qué queréis que os diga? ¿Que os alabe?
En esto no os alabo.
Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
"Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía".
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
"Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía".
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Por ello, hermanos míos, cuando os reunís para comer esperaos unos a otros.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17
Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: "Aquí estoy".

Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
"- Como está escrito en mi libro -
para hacer tu voluntad
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas".

Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes.

Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: "Grande es el Señor",
los que desean tu salvación.

Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Ni en Israel he encontrado tanta fe
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 7, 1-10
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
"Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro gente y nos ha construido la sinagoga".
Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
"Señor, no te molestes; porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace".
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
"Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe".
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

Palabra de Dios

Fiesta del Santo Nombre de María

El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la iglesia de occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia.

Esta conmemoración es probablemente algo más antigua que el año 1513, aunque no se tienen pruebas concretas sobre ello. Todo lo que podemos decir es que la gran devoción al Santo Nombre de Jesús, que se debe en parte a las predicaciones de San Bernardino de Siena, abrió naturalmente el camino para una conmemoración similar del Santo Nombre de María.

El evangelista san Lucas, en la escena de la Anunciación, escribe: "Y el nombre de la Virgen era María". Benedicto XVI decía el 12 de septiembre de 2006: "Celebramos hoy la fiesta del 'Nombre de María'. María, la Madre del Señor, recibió del pueblo fiel el título de "Abogada", pues es nuestra abogada ante Dios.

Desde las bodas de Caná la conocemos como la mujer benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que percibe las necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante el Señor. En el Evangelio escuchamos cómo el Señor la entrega como Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros.

En todas las épocas los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre la seguridad y la confiada esperanza que nos llenan de gozo en Dios y en nuestra fe en él. Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios. Sí, el que cree nunca está solo".

Oración: Te pedimos, Dios Todopoderoso, que a cuantos celebramos el nombre glorioso de santa María Virgen, ella nos consiga los beneficios de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Beatos Apolinar Franco y Compañeros

Son seis mártires de Japón, que fueron quemados vivos en Omura el 12 de septiembre de 1622. Tres eran franciscanos y tres dominicos.

Apolinar Franco nació en Aguilar de Campoo (Palencia, España) hacia el año 1570, estudió leyes en la Universidad de Salamanca y luego vistió el hábito franciscano en la Provincia observante de Santiago. Religioso austero y contemplativo, recibió la ordenación sacerdotal y fue un predicador renombrado. En 1600 partió para Filipinas, y dos años después pasó a Japón, donde estuvo evangelizando e instituyendo obras de beneficencia hasta que, en 1614, los misioneros fueron expulsados. Pasó entonces a la clandestinidad para seguir atendiendo a los cristianos. Lo detuvieron en 1617 y, después de cinco años terribles de cárcel, vividos con gran paciencia y mansedumbre para ejemplo de propios y extraños, lo condenaron a muerte.

Francisco de San Buenaventura era un japonés que se había educado con los franciscanos, y que se hizo compañero y catequista del beato Apolinar. Cuando a éste lo apresaron, él estaba ausente, y, al enterarse, acudió al gobernador a quien reprochó sus delitos y su apostasía de la fe cristiana; el gobernador, irritado, lo encerró con el P. Apolinar, quien, en la cárcel, lo admitió al noviciado y a la profesión en la Orden franciscana.

También Pablo (o Pedro) de Santa Clara era japonés y catequista con el P. Apolinar, con quien lo encarcelaron y bajo cuya guía y autoridad, pues era el superior de los misioneros franciscanos, hizo en la cárcel el noviciado y profesó la Regla de san Francisco.

Tomás de Zumárraga nació en Vitoria (España) el año 1577, ingresó en la Orden de Predicadores y, ordenado de sacerdote, partió para Filipinas en 1601, de donde pasó a Japón. Evangelizó en medio de muchos peligros y, después de cinco años de cruel prisión, recibió la corona del martirio.

Domingo Magoshichi era japonés, colaborador del P. Tomás a quien, en la cárcel, pidió el hábito dominico, que le fue concedido. Mateo de Santo Tomás Chiwiato también era japonés y colaborador del P. Tomás, de quien recibió el hábito dominico en la cárcel.