viernes, 18 de noviembre de 2022

Lecturas y Santoral 18/11/2022 - Viernes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario

Tomé el librito y lo devoré
Primera Lectura. Apocalipsis 10, 8- 11

Yo, Juan, escuche la voz del cielo que se puso a hablarme de nuevo, diciendo:
"Ve a tomar el librito abierto de la mano del ángel que está de pie sobre el mar y la tierra".
Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito.
Él me dice:
"Toma y devóralo; te amargará en el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel".
Tomé el librito de mano del ángel y lo devoré; en mi boca sabía dulce como la miel, pero, cuando lo comí, mi vientre se llenó de amargor.
Y me dicen:
"Es preciso que profetices de nuevo sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131
¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas.

¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
Tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros.

¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
Más estimo yo la ley de tu boca
que miles de monedas de oro y plata.

¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca!

¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón.

¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos.

¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!.
Habéis hecho de la casa de Dios una "cueva de bandidos"
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 19, 45-48
En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:
"Escrito está: 'Mi casa será casa de oración'; pero vosotros la habéis hecho una 'cueva de bandidos'"
Todos los días enseñaba en el templo.
Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él escuchándolo.

Palabra de Dios

Dedicación de la Basílica de San Pedro y San Pablo


Según la tradición, el martirio de San Pedro tuvo lugar en los jardines de Nerón en el Vaticano, donde se construyó el Circo de Calígula y se afirma que fue sepultado cerca de ahí. Algunos autores sostienen que, en el año 258, se trasladaron temporalmente las reliquias de San Pedro y San Pablo a una catacumba poco conocida llamada San Sebastián a fin de evitar una profanación, pero años después, las reliquias fueron trasladadas al lugar en que se hallaban antes.

En el año 323, Constantino comenzó a construir la basílica de San Pedro sobre el sepulcro del Apóstol. Permaneció idéntica por dos siglos, y poco a poco los Papas fueron estableciendo junto a ella, al pie de la colina Vaticana, su residencia, tras el destierro de Aviñón. En 1506, el Papa Julio II inauguró la nueva Basílica proyectada por Bramante. La construcción duró 120 años. La nueva basílica de San Pedro, tal como se ve hoy, fue consagrada por Urbano VIII el 18 de noviembre de 1626, y el altar mayor fue construido sobre el sepulcro de Pedro.

El martirio de San Pablo tuvo lugar a unos 11 kilómetros del de San Pedro, en Aquae Salviae (actualmente Tre Fontane), en la Vía Ostiense. El cadáver fue sepultado a tres kilómetros de ahí, en la propiedad de una dama llamada Lucina.

La gran Iglesia de San Pablo Extramuros fue construida principalmente por el emperador Teodosio I y el Papa San León Magno. En 1823 fue consumida por un incendio. Se reconstruyó, haciendo una imitación de la anterior y fue consagrada por el Papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854, pero la fecha de su conmemoración se celebra en este día, como lo hace notar el Martirologio.

Oración: Defiende a tu Iglesia, Señor, con la protección de los apóstoles y, pues ha recibido por ellos el primer anuncio del Evangelio, reciba también, por su intercesión, aumento de gracia hasta el fin de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Lecturas y Santoral 17/11/2022 - Jueves. Santa Isabel de Hungría, religiosa

El Cordero fue degollado y con su sangre nos compró de toda nación

Primera Lectura. Apocalipsis 5, 1-10
Yo, Juan, vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi a un ángel poderoso, que pregonaba en alta voz:
"¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?".
Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el rollo y ver su contenido. Yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro y de mirarlo.
Pero uno de los ancianos me dijo:
"No llores más. Sábete que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David, y que puede abrir el rollo y sus siete sellos".
Entonces vi delante del trono, rodeado por los seres vivientes y los ancianos, a un Cordero en pie; se notaba que lo habían degollado, y tenía siete cuernos y siete ojos - son los siete espíritus que Dios ha enviado a toda la tierra -. El Cordero se acercó, y el que estaba sentado en el trono le dio el libro con la mano derecha.
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante él; tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume - son las oraciones de los santos -. Y entonaron un cántico nuevo:
"Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes, y reinan sobre la tierra".

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b
Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles.

Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes.
¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 19, 41-44
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
-"¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.
Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida".

Palabra de Dios


Santa Isabel de Hungría (1207-1231)

Nació en Sárospatak, en el norte de Hungría, en una familia de la alta nobleza con una estirpe de santidad. Santa Isabel fue hija del rey de Hungría Andrés II y de Gertrudis de Carintia y Andechs-Meran. Su tía Santa Eduvigis, y una sobrina nieta suya habría de convertirse más tarde en Santa Isabel de Portugal.

Por motivos políticos, cuando Isabel tenía cuatro años de edad fue prometida en matrimonio con Hermann, el hijo del landgrave de Turingia, que tenía once. Así, desde pequeña fue enviada a esa ciudad, donde recibió formación alemana. Lamentablemente, antes de que la boda se celebrara, Hermann falleció, al igual que su padre. El heredero fue entonces el menor, Luis de Turingia, quien recibió la heredad como Luis IV, y enamorado de la prometida de su difunto hermano, se casó con Isabel cuando esta tenía 15 años (él tenía 20 años).

Aún en medio de la corte, Santa Isabel fue un ejemplo de bondad y amor al prójimo. Sin que le importase su condición de princesa y reina, socorría a enfermos y mendigos; de día, de noche, en invierno y en verano, en su propio palacio o en la más humilde choza. Con frecuencia se la veía llevar cántaros de leche, hogazas de pan, frutas y medicinas a cualquier persona que estuviese en cama postrado por las fiebres, la lepra o cualquier otra enfermedad. También fue una esposa devota y muy amorosa. Como exprimía el tesoro real en beneficio del pueblo sus enemigos conspiraban contra ella ante su esposo, príncipe heredero de Turingia.

Santa Isabel quedó viuda a los veinte años, pues su marido, Luis IV, falleció en Otranto al unirse a Federico II para la Cruzada en Tierra Santa.

Santa Isabel, sin embargo, aceptó con resignación los designios de Dios, y en vez de contraer matrimonio nuevamente, decidió entregarse al servicio de los desamparados y vivir ella misma en pobreza. Con los bienes que le correspondieron como viuda fundó un gran hospital para pobres. Imitando a San Francisco de Asís hizo voto de renuncia y cambió su atuendo de princesa por un hábito sencillo de franciscana ingresando en la tercera orden de los Franciscanos. Durante cuatro años Santa Isabel de Hungría dedicó su vida a atender a los pobres y enfermos en el hospital que había fundado, viviendo en una humilde choza adjunta, dedicándose a todo tipo de labores de servicio.

Su fama de santidad recorrió numerosas comarcas, e incluso fue admirada por el propio emperador.

Apenas con 24 años de edad, Santa Isabel falleció repentinamente en el año 1231. A sus funerales acudió una enorme multitud de todas las clases sociales y de varias nacionalidades, al frente de la cual iba el mismísimo emperador Federico II.

Entre varios milagros que se le atribuyen, se cuenta que justo el día de su muerte, un religioso que se había roto un brazo la vio pasar vestida elegantemente, y ella le había explicado que iba a la gloria; y tocándole el brazo, al instante quedó sanado.

Apenas a los cuatro años de su muerte, Santa Isabel de Hungría fue canonizada por el papa Gregorio IX en 1235. Es la santa patrona de Turingia, así como de los viudos, los huérfanos y los pobres. La Iglesia Católica ha visto en ella un modelo admirable de donación de bienes y vida a favor de los pobres y enfermos.

Isabel reconoció y amó a Cristo en la persona de los pobres
Conrado de Marburgo


De una carta escrita por el director espiritual de santa Isabel (Al Sumo Pontífice, año 1232: A. Wyss, Hessisches Urkundenbuch 1, Leipzig 1879,31-35)

Pronto Isabel comenzó a destacar por sus virtudes, y, así como durante toda su vida había sido consuelo de los pobres, comenzó luego a ser plenamente remedio de los hambrientos. Mandó construir un hospital cerca de uno de sus castillos y acogió en él gran cantidad de enfermos e inválidos; a todos los que allí acudían en demanda de limosna les otorgaba ampliamente el beneficio su caridad, y no sólo allí, sino también en todos los lugares sujetos a la jurisdicción de su marido, llegando a agotar de tal modo todas las rentas provenientes de los cuatro principados de éste, que se vio obligada finalmente a vender en favor de los pobres todas las joyas y vestidos lujosos.

Tenía la costumbre de visitar personalmente a todos sus enfermos, dos veces al día, por la mañana y por la tarde, curando también personalmente a los más repugnantes, a los cuales daba de comer, les hacía la cama, los cargaba sobre sí y ejercía con ellos muchos otros deberes de humanidad; y su esposo, de grata memoria, no veía con malos ojos todas estas cosas. Finalmente, al morir su esposo, ella, aspirando a la máxima perfección, me pidió con lágrimas abundantes que le permitiese ir a mendigar de puerta en puerta.

En el mismo día del Viernes santo, mientras estaban denudados los altares, puestas las manos sobre el altar de una capilla de su ciudad, en la que había establecido frailes menores, estando presentes algunas personas, renunció a su propia voluntad, a todas las pompas del mundo y a todas las cosas que el Salvador, en el Evangelio, aconsejó abandonar. Después de esto, viendo que podía ser absorbida por la agitación del mundo y por la gloria mundana de aquel territorio en el que, en vida de su marido, había vivido rodeada de boato, me siguió hasta Marburgo, aun en contra de mi voluntad: allí, en la ciudad, hizo edificar un hospital, en el que dio acogida a enfermos e inválidos, sentando a su mesa a los más míseros y despreciados.

Afirmo ante Dios que raramente he visto una mujer que a una actividad tan intensa juntara una vida tan contemplativa, ya que algunos religiosos y religiosas vieron más de una vez cómo, al volver de la intimidad de la oración, su rostro resplandecía de un modo admirable y de sus ojos salían como unos rayos de sol.

Antes de su muerte, la oí en confesión, y, al preguntarle cómo había de disponer de sus bienes y de su ajuar, respondió que hacía ya mucho tiempo que pertenecía a los pobres todo lo que figuraba como suyo, y me pidió que se lo repartiera todo, a excepción de la pobre túnica que vestía y con la que quería ser sepultada. Recibió luego el cuerpo del Señor y después estuvo hablando, hasta la tarde, de las cosas buenas que había oído en la predicación: finalmente, habiendo encomendado a Dios con gran devoción a todos los que la asistían, expiró como quien se duerme plácidamente.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Lecturas y Santoral 16/11/2022 - Miércoles de la 33ª semana de Tiempo Ordinario

Santo es el Señor Dios, el todopoderoso; el que era y es y ha de venir
Primera Lectura. Apocalipsis 4, 1-11

Yo, Juan, miré y vi una puerta abierta en el cielo; y aquella primera voz, como de trompeta, que oí hablando conmigo decía:
"Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto".
Enseguida fui arrebatado en espíritu. Vi un trono puesto en el cielo, y sobre el trono uno sentado. El que estaba sentado en el trono era de aspecto semejante a una piedra de diamante y cornalina, y había un arco iris alrededor del trono de aspecto semejante a una esmeralda.
Y alrededor del trono había otros veinticuatro tronos, y sobre los tronos veinticuatro ancianos sentados, vestidos con vestiduras blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas. Y del trono salen relámpagos, voces y truenos; y siete lámparas de fuego están ardiendo delante del trono, que son los siete espíritus de Dios, y delante del trono como un mar transparente, semejante al cristal.
Y en medio del trono y a su alrededor, había cuatro vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás: El primero era semejante a un león, el segundo a un toro, el tercero tenía cara como de hombre, y el cuarto viviente era semejante a un águila en vuelo. Los cuatro vivientes, cada uno con seis alas, estaban llenos de ojos por fuera y por dentro. Día y noche cantan sin pausa:
"Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso; el que era y es y ha de venir".
Cada vez que los vivientes dan gloria y honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas ante el trono diciendo:
"Eres digno, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 150, 1-2. 3-4. 5
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso.
Alabad al Señor en su templo,
alabadlo en su fuerte firmamento;
alabadlo por sus obras magníficas,
alabadlo por su inmensa grandeza.

Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso.
Alabadlo tocando trompetas,
alabadlo con arpas y cítaras,
alabadlo con tambores y danzas,
alabadlo con trompas y flautas.

Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso.
Alabadlo con platillos sonoros,
alabadlo con platillos vibrantes.
Todo ser que alienta alabe al Señor.

Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso.
¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 19, 11-28
En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestase enseguida.
Dijo, pues:
"Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:
"Negociad mientras vuelvo".
Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:
"No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros".
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quien había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo:
"Señor, tu mina ha producido diez".
Él le dijo: "Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades".
El segundo llegó y dijo: "Tu mina, señor, ha rendido cinco."
A ese le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades".
El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente, que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado".
Él le dijo: "Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses."
Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas".
Le dijeron: "Señor, si ya tiene diez minas".
"Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no me querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia"".
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Palabra de Dios.


Santa Gertrudis la Magna, Mística (1302)

Santa Gertrudis nació en Eisleben, Alemania en el año 1256. La santa es considerada como patrona de las personas místicas; y fue ella quien propagó la devoción al Sagrado Corazón y el culto a San José.

A los 5 años se consagró al Señor en el monasterio de Helfta, cerca de Eisleben (Alemania), siendo así una de las vocaciones más precoces de la historia del cristianismo.

Hasta los 25 años Santa Gertrudis fue una monja como las demás, dedicada a la oración, a los trabajos manuales y a la meditación. Sentía una inclinación sumamente grande por los estudios literarios. Con esta edad recibió la primera revelación, la cual transformaría su vida para siempre. Tras esta aparición de Jesucristo (el 27 de enero de 1281) se convirtió a Él por entero y desde entonces se entregó exclusivamente al estudio de la Sagrada Escritura, a los escritos de los Padres y de los teólogos, sirviéndose especialmente para sus escritos de San Agustín, San Gregorio Magno, san Bernardo y Hugo de San Víctor.

Así lo narra ella misma: "Estaba yo en un rincón de la capilla donde acostumbraba hacer mis tibias oraciones, cuando se me apareció Nuestro Señor y me dijo: – Hasta ahora te has dedicado a comer polvo como los que no tienen fe. De allí has tratado de extraer miel y sólo has encontrado espinas. Desde ahora dedícate a meditar en mis mensajes y ahí sí encontrarás el verdadero maná que te alimentará y te dará la fortaleza y la paz".

Ella dice: "cambié el estudio de ciencias naturales y literatura, por el de la teología y la Sagrada Escritura". Y en sus escritos se notará en adelante que su ciencia la ha ido a beber (después de las revelaciones que Dios le hizo) en los libros sagrados de la Biblia y de los santos.

Dios se sirvió de sus padecimientos físicos para santificarla, obligándola especialmente a luchar contra el amor propio y la impaciencia. Vivió en perfecta unión con Dios y fueron tales su pureza y su amor para con el Señor que Dios la privilegió con continuas gracias místicas y con la impresión de sus llagas.

En vida no tuvo Gertrudis más cargo que el de ser suplente de Santa Matilde, que fue su maestra, pero hizo el bien a muchísimas personas gracias a su don de palabra y a los dones que Dios le había dado. Esta otra gran santa era 15 años mayor que Santa Gertrudis y le contaba las revelaciones que ella había recibido también. Las dos (adelantándose varios siglos a lo que después se aceptaría) recomendaban mucho la comunión frecuente, la devoción al Sagrado Corazón y el encomendarse a San José. Un día Santa Matilde supo que su sobrina Gertrudis venía copiando todas las experiencias místicas y las revelaciones que ella le había contado, y se alarmó. Pero el Señor le comunicó que Él mismo le había inspirado a Gertrudis el deseo de escribir tales experiencias y revelaciones, y entonces la misma Matilde se encargó de corregir aquel escrito, el cual fue publicado con el título de "Revelaciones de Santa Matilde".

Jesucristo le dijo un día: "Gertrudis, tú serás mi heraldo" (Se llama heraldo el que transmite mensajes de un superior). Y ella escribió en cinco libros los mensajes que recibió en sus revelaciones, y a su obra le puso por nombre: "Heraldo de la amorosa bondad de Dios". A esta obra que se ha hecho famosa entre todas las personas que se dedican a la mística, se le ha llamado también: "Revelaciones de Santa Gertrudis". Allí se contienen visiones, comunicaciones, y experiencias místicas, y estas experiencias se han repetido después en muchas otras almas santas como por ejemplo San Juan de la cruz, Santa Teresa, Santa Magdalena de Pazzi, Santa Gema y muchísimos santos más.

Cuando le fue anunciado que se acercaba su muerte exclamó: "Esta es la más dulce de las alegrías, la que más había deseado, porque voy a encontrarme con Cristo". Y dictó sus últimos pensamientos acerca de la muerte, que son de lo más sublime que se haya escrito. Murió el 17 de noviembre del año 1302 aunque su fiesta se celebra el 16 de noviembre. Por sus escritos se le ha dado a esta santa el título de Magna.

Los especialistas afirman que los libros de Santa Gertrudis son, junto con las obras de Santa Teresa y Santa Catalina, las obras más útiles que una mujer haya dado a la Iglesia para alimentar la piedad de las personas que desean dedicarse a la vida contemplativa. Es una de las Patronas de los escritores católicos.

Tras su primer encuentro con Cristo del fondo de su alma brotaron estas palabras que dejó escritas: "Soy una huerfanita, sin madre, pobre y privada de todo. Sólo Jesús es mi consolación. Desde hoy soy toda tuya; mi cuerpo y mi alma están en tus manos; los entrego a tu amor. ¡Oh Jesús, amor único de mi corazón; oh amante lleno de ternura; oh amado, amado, amado sobre todas las cosas, por ti suspira y enferma el deseo ardiente de mi alma! Tú eres para ella como un día de primavera, vibrante de vida y perfumado de flores".

La oración de las mil almas del purgatorio (muy popular en alemania)

En una aparición mística, Jesús aseguró a santa Gertrudis que esta oración liberaría a mil almas del purgatorio cada vez que se ofreciese y se extendería también la promesa a la conversión y salvación de las que todavía peregrinan por la tierra. Con el rezo diario de esta oración es incalculable el bien que podemos hacer a las almas si se recita varias veces y se consigue además la salvación de miles de ellas, dentro y fuera de la Iglesia, y en la propia familia.


Padre eterno, os ofrezco la preciosísima sangre de vuestro divino hijo Jesús, junto con las misas que se celebren en todo el mundo hoy:
  • por todas las santas almas del purgatorio
  • por los pecadores en todas partes
  • por los pecadores en la Iglesia universal
  • los de mi propio hogar y dentro de mi familia.
Amén.

martes, 15 de noviembre de 2022

Lecturas y Santoral 15/11/2022 - Martes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario. San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia

Si alguien escucha la puerta, entraré en su casa y cenaré con él
Primera Lectura. Apocalipsis 3, 1-6. 14-22

Yo, Juan, escuché al Señor que me decía:
"Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes:
'Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Sé vigilante y reanima lo que te queda y que estaba a punto de morir, pues no he encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios. Acuérdate de cómo has recibido y escuchado mi palabra, y guárdala y conviértete. Si no vigilas, vendré como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes en Sardes unas cuantas personas que no han manchado sus vestiduras, y pasearán conmigo en blancas vestiduras, porque son dignos.
El vencedor será vestido de blancas vestiduras, no borraré su nombre del libro de la vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias'.
Escribe al ángel de la Iglesia en Laodicea:
'Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios: Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca. Porque dices: 'Yo soy rico, me he enriquecido, y no tengo necesidad de nada'; y no sabes que tú eres desgraciado, digno de lastima, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas; y vestiduras blancas para que te vistas y no aparezca la vergüenza de tu desnudez; y colirio para untarte los ojos a fin de que veas.
Yo, a cuantos amo, reprendo y corrijo; ten, pues, celo y conviértete. Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias'".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5
Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mi.
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua.

Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mi.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor.

Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mi.
El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.

Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mi.
El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
"Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa".
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
"Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador".
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
"Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más".
Jesús le dijo: "Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido".

Palabra de Dios


San Alberto Magno doctor de la Iglesia

Nació en Lauingen (Baviera) en 1206. Era de familia rica y de importancia en el gobierno y en la alta sociedad. Estudió en Bolonia y en Padua donde vistió el hábito de los dominicos en 1229.

Ejerció con éxito el profesorado en varios centros de Alemania y, a partir de 1245, en París; de muchas naciones iban estudiantes a escuchar sus clases. En París fue el maestro del más grande sabio que ha tenido la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino. Él descubrió la genialidad del joven Tomás a quien tuvo por discípulo predilecto.

Tuvo el mérito de haber separado la teología de la filosofía, y de rescatar y reconciliar las ideas del filósofo con las cristianas (lo cual perfeccionará luego su discípulo Santo Tomás).

Escribió 38 volúmenes, de todos los temas. Fue nombrado superior provincial de su comunidad de Dominicos. Y el Sumo Pontífice lo nombró Arzobispo de Ratisbona en 1260. Allí fue un pastor celoso y austero, que puso todo su empeño en pacificar pueblos y ciudades. Dos años después renunció para predicar la cruzada y volver a la docencia. Es autor de muchas e importantes obras de teología, y también de ciencias naturales.

Armonizó en su persona la sabiduría de los santos y el saber humano y las ciencias de la naturaleza. Desempeñó cargos importantes en su Orden y, junto con san Buenaventura, defendió ante el Papa la causa de los mendicantes contra quienes querían excluirlos de la docencia universitaria.

Murió en Colonia el 15 de noviembre de 1280.

Oración: Señor, tú que has hecho insigne al obispo san Alberto Magno, porque supo conciliar de modo admirable la ciencia divina con la sabiduría humana, concédenos a nosotros aceptar de tal forma su magisterio que, por medio del progreso de las ciencias, lleguemos a conocerte y a amarte mejor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 14 de noviembre de 2022

Lecturas y Santoral 14/11/2022 - Lunes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario

Acuérdate de dónde has caído, y conviértete
Primera Lectura. Comienzo del libro del Apocalipsis 1, 1-4; 2, 1-5a

Revelación de Jesucristo, que Dios le encargó mostrar a sus siervos acerca de lo que tiene que suceder pronto. La dio a conocer enviando su ángel a su siervo Juan, el cual fue testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo de todo cuanto vio. Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
Juan, a las siete Iglesias de Asia:
"Gracia y paz a vosotros de parte del que es, el que era y ha de venir; de parte de los siete Espíritus que están ante su Trono".
Escuché el Señor que me decía: Escribe al ángel de la Iglesia en Éfeso:
"Esto dice el que tiene las siete estrellas en su derecha, el que camina en medio de los siete candelabros de oro. Conozco tus obras, tu fatiga, tu perseverancia, que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles, pero no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Tienes perseverancia y has sufrido por mi nombre y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has abandonado tu amor primero. Acuérdate, pues, de dónde has caído, conviértete y haz las obras primeras".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 1, 1-2. 3. 4 y 6
Al que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.

Al que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida.
Será como un árbol,
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.

Al que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.

Al que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida.
"¿Qué quieres que haga por ti?" "Señor, que recobre la vista"
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 18, 35-43
Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron: "Pasa Jesús Nazareno."
Entonces empezó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!".
Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mi!".
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?".
Él dijo: "Señor, que recobre la vista".
Jesús le dijo: "Recobra la vista, tu fe te ha curado".
Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

Palabra de Dios

San José Pignatelli

Nació en Zaragoza, el 27 de Diciembre del año 1737. Su padre D. Antonio, de la familia de los duques de Monteleón, y su madre Doña María Francisca Moncayo Fernández de Heredia y Blanes. Fue el séptimo de nueve hermanos. Pasa la niñez en Nápoles y su hermana María Francisca es, a la vez que hermana, madre, puesto que perdió la suya cuando tenía José cuatro años.

Se forma entre Zaragoza, Tarragona, Calatayud y Manresa, primero en el colegio de los jesuitas y luego haciendo el noviciado, estudiando filosofía y cursando humanidades. Reside en Zaragoza, ejerciendo el ministerio sacerdotal entre enseñanza y visitas a pobres y encarcelados, todo el tiempo hasta que los jesuitas son expulsados por decreto de Carlos III, en 1767.

Civitavecchia, Córcega, Génova, los veinticuatro años transcurridos en Bolonia (1773-1797) dan testimonio del hombre que les pisó, sabiendo adoptar actitudes de altura humana con los hombres, y de confianza sobrenatural con Dios.

La Orden de San Ignacio ha sido abolida en 1773, sus miembros condenados al destierro y sus bienes confiscados. El último General, Lorenzo Ricci, consume su vida en la prisión del castillo de Sant’ Angelo. Sólo quedan jesuitas con reconocimiento en Prusia y Rusia. Allí tanto Federico como Catalina han soportado las maniobras exteriores y no han publicado los edictos papales, aunque la resistencia de Federico no se prolongará más allá del año 1776. Queda como último reducto la Compañía de Rusia con un reconocimiento verbal primero por parte del Papa Pío VI y oficial después con documento del Papa Pío VII. José de Pignatelli comprende que la restauración legal de la Compañía de Jesús ha de pasar por la adhesión a la Compañía de Rusia. Renueva su profesión religiosa en su capilla privada de Bolonia.

No verá el día en que el Papa Pío VII restaure nuevamente la Compañía de Jesús en toda la Iglesia, el día 7 de Agosto de 1814, pero preparará bien el terreno para que esto sea posible en Roma, en Nápoles, en Sicilia. Formará a nuevos candidatos, reorganizará a antiguos jesuitas españoles e italianos dispersos y buscará nuevas vocaciones que forzosamente han de adherirse, como él mismo, a la Compañía de Rusia. Esta labor la realizará mientras es consejero del duque de Parma, don Fernando de Borbón nieto de Felipe V, y como provincial de Italia por nombramiento del vicario general de Rusia Blanca.

En este esfuerzo colosal, muere en Roma el 15 de Noviembre de 1811, en el alfoz del Coliseo.

Estuvo convencido el santo aragonés de que, si el restablecimiento de su Orden era cosa de Dios, tenía que pasar por el camino de la tribulación, del fracaso, de la humillación, de la cruz, de la vida interior que no se presupone sin humildad, sin confianza.

jueves, 10 de noviembre de 2022

Lecturas y Santoral 10/11/2022 - Jueves. San León Magno, papa y doctor de la Iglesia

Recóbralo, no como esclavo, sino como un hermano querido
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a Filemón 7-20

Querido hermano:
He experimentado gran gozo y consuelo por tu amor ya que, gracias a ti, los corazones de los santos han encontrado alivio.
Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para indicarte lo que conviene hacer, prefiero apelar a tu caridad, yo, Pablo, anciano y ahora prisionero por Cristo Jesús. Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien engendré en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí. Te lo envío como a hijo.
Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en nombre tuyo en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con toda libertad. Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que si lo es mucho para mí, cuánto más para ti, humanamente y en el Señor.
Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Sí, hermano, hazme este favor en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 145, 7. 8-9a. 9bc-10
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
El reino de Dios está dentro de vosotros
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 20-25
En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús:
"¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?".
Él les contestó:
"El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: 'Está aquí' o 'Está allí'; porque mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros".
Dijo a sus discípulos:
"Vendrán días en que desearéis ver un solo día con el Hijo del hombre, y no lo veréis.
Entonces se os dirá: 'Está aquí' o 'Está allí'; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.
Pero primero es necesario que padezca mucho y ser reprobado por esta generación".

Palabra de Dios

San Leon I Magno, Papa y doctor de la Iglesia

Papa del año 440 al año 461 y doctor de la Iglesia. Nacido en Toscana (Italia), pero romano de mentalidad y educación, desempeñó importantes misiones en la Iglesia al servicio de los papas, y el año 440 fue elevado a la cátedra de San Pedro. Ejerció su ministerio como un verdadero pastor y padre de las almas, trabajó incansablemente por la integridad de la fe, defendiendo con ardor la unidad de la Iglesia, hizo lo posible por evitar o mitigar las incursiones de los bárbaros del Norte, cuyo respeto y amistad logró ganarse.

El año 451 convocó el Concilio de Calcedonia, en el que se definió la doble naturaleza, humana y divina, en la única persona de Cristo. Dejó numerosos escritos que destacan por la claridad y profundidad de su doctrina y por sus preciosas homilías, siguiendo el año litúrgico.

Por todo ello ha pasado a la historia con el apelativo de Magno. Murió en Roma el 10 de noviembre del año 461.

Oración: Oh Dios, tú que no permites que el poder del infierno derrote a tu Iglesia, fundada sobre la firmeza de la roca apostólica, concédele, por los ruegos del papa san León Magno, permanecer siempre firme en la verdad, para que goce de una paz duradera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Lecturas propias del día de Nuestra Señora de la Almudena - Patrona de la archidiócesis de Madrid. 09/11/2022 - Miércoles de la 32ª semana de Tiempo Ordinario

Alégrate y goza, hija de Sión, que yo vengo.
Primera Lectura. Lectura de la profecía de Zacarías 2, 14-17
Alégrate y goza, Sión, pues voy a habitar en medio de ti —oráculo del Señor—. Aquel día se asociarán al Señor pueblos, sin número; ellos serán mi pueblo, y habitaré en medio de ti. Entonces reconocerás que el Señor del universo me ha enviado a ti. Judá será la herencia del Señor, su lote en la tierra santa, y volverá a elegir a Jerusalén. ¡Silencio todo el mundo ante el Señor que se levanta de su morada santa!

Palabra de Dios


Jdt 13, 18bcde. 19

Tú eres el honor de nuestro pueblo.

Hija, que el Dios altísimo te bendiga
entre todas las mujeres de la tierra.
Alabado sea el Señor,
el Dios que creó el cielo y tierra.

Tú eres el honor de nuestro pueblo.

Tu esperanza permanecerá
en el corazón de los hombres
que recuerdan el poder de Dios por siempre.

Tú eres el honor de nuestro pueblo.

Vi la nueva Jerusalén, arreglada como una esposa que se ha adornado para su esposo
Segunda Lectura. Lectura del libro del Apocalipsis 21, 3-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada como una esposa que se ha adornado para su esposo. Y oí una gran voz desde el trono que decía: «He aquí la morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y ellos serán su pueblo, y el “Dios con ellos” será su Dios». Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido. Y dijo el que está sentado en el trono dijo: «Mira, hago nuevas todas las cosas».

Palabra de Dios

Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 19, 25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre, y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Palabra de Dios


Dedicación de la Basílica de Letrán

Según una tradición que arranca del siglo XII, se celebra hoy el aniversario de la consagración de la basílica romana construida por el emperador Constantino hacia el año 324 en el Laterano. Esta celebración fue primero una fiesta de la ciudad de Roma; más tarde se extendió a toda la Iglesia de rito romano, con el fin de honrar aquella basílica, que es llamada "madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe", en señal de amor y de unidad para con la cátedra de Pedro que, como escribió san Ignacio de Antioquía, "preside a todos los congregados en la caridad".

La basílica de San Juan de Letrán es la catedral de Roma y está dedicada al mismo Cristo, el Salvador. En ella tiene su sede el Papa, como obispo de la Iglesia romana, Iglesia madre de la cristiandad occidental.

Oración: Señor, tú que edificas el templo de tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica en tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, a fin de que tu pueblo crezca siempre para edificación de la Jerusalén celeste. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido que tu pueblo se llamara Iglesia, haz que, reunida en tu nombre, te venere, te ame, te siga y, guiada por ti, alcance el reino que le has prometido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Nuestra Señora de la Almudena Advocación mariana, 9 de noviembre
(Autor: Xavier Villalta. Fuente: Catholic.net)

Es tradición, que la primitiva Imagen la trajo consigo el Apóstol Santiago cuando vino de Jerusalén a España a predicar el Evangelio, instaurándose entonces la devoción a tan bella Imagen en la Villa que, más tarde, llegaría a ser Capital de España.

Al conquistar los musulmanes Madrid, hacia los años 714, la Imagen de Nuestra Señora fue escondida por los cristianos en un hueco practicado en las murallas de la Villa, para evitar profanaciones y cumpliendo así el decreto del Arzobispo de Toledo, D. Raimundo. En prueba de devoción, ocultaron, junto con la Virgen, dos velas encendidas, tapiando después el hueco con una gruesa pared de cal y canto.

Alfonso VI conoce la existencia de una Imagen de la Santísima Virgen, escondida por los cristianos siglos atrás, el Monarca hizo -al parecer- voto de buscarla incansablemente para restituirla al culto de los fieles, si Dios le concedía la victoria sobre los Sarracenos, y lograba tomar la Ciudad. Pero, una vez liberada ésta y no obstante sus pesquisas, no lograba localizar el sitio donde la Imagen estaba oculta. Por ello, y en su deseo de que la Virgen Santa María fuese venerada hasta tanto se lograse hallarla, mandó pintar una Imagen, inspirándose en los rasgos que la tradición atribuía a aquélla y, no se sabe si por el deseo del artista o por gusto del propio Rey casado en aquel momento con Doña Constanza, hija de Enrique I de Francia-, pintaron en su mano una flor de lis.

La Imagen fue pintada sobre los muros de la antigua Mezquita musulmana. Tras las ceremonias de purificación y dedicación del Templo, quedó expuesta al culto en el cuadro hoy conocido por Nuestra Señora de la Flor de Lis.

Una vez conquistado Toledo, en mayo de 1085, Alfonso VI volvió a insistir en la búsqueda de la Imagen oculta por los cristianos, celebrándose un piadoso novenario o rogativa por el éxito de las pesquisas que finalizó con una devota procesión presidida por el Monarca y los Prelados; y al pasar la comitiva frente a la alhóndiga o Almudith, establecida por los moros; se desplomaron unas piedras, dejando al descubierto la Imagen llamada desde entonces de la Almudena- que, es tradición, conservaba encendidas dos candelas, con que fue escondida al ser ocultada 369 años antes. Era el día 9 de noviembre de 1085.

Llevada a la Iglesia de Santa María, fue colocada solemnemente en el Altar mayor, donde permaneció hasta el día 25 de octubre de 1868 en que, por demolición del Templo, fue instalada en el Convento de las Religiosas Bernardas del Santísimo Sacramento, en cuya Iglesia estuvo expuesta al culto hasta el 29 de mayo de 1911, fecha en la que se trasladó con la mayor solemnidad a la Cripta de la Nueva Catedral que construía en honor de su Advocación junto al lugar de la muralla donde fue hallada la Imagen por Alfonso VI, existiendo hoy en el hueco donde la Virgen estuvo oculta, una Imagen de piedra que conmemora el hecho.

Hace pocos años, al hacer una excavación para construir un edificio, se encontraron los restos de la antigua muralla árabe, del entonces llamado Magerit, a pocos metros del lugar donde hoy está la Imagen que recuerda la aparición y, por su carácter histórico, el Ayuntamiento de Madrid tuvo el singular acierto de declarar aquel terreno como "lugar no edificable" para que pueda quedar siempre al descubierto los restos de la citada muralla.

Durante los años 1936-39, periodo en que tuvo lugar la guerra civil española, Nuestra Señora de la Almudena permaneció intacta en la Cripta. De nuevo fue llevada la Imagen a la Iglesia de Las Religiosas Bernardas de la calle del Sacramento (Actualmente Iglesia Arzobispal Castrense) y finalmente, trasladada el 2 de febrero de 1954 a la Santa Iglesia Catedral de San Isidro -en la calle Toledo-.

Obtenidas de Roma las necesarias bulas y como culminación de su patronazgo sobre la Villa de Madrid, Santa María la Real de la Almudena fue coronada Canónicamente en 1948, por mano del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Obispo de Madrid-Alcalá y patriarca de las Indias Dr. D. Leopoldo Eloy Garay, siendo madrina la Sra. Carmen Polo de Franco. A la brillante ceremonia asistieron entre innumerables personalidades, el jefe de Estado, Francisco Franco y su Excelencia Reverendísima el Nuncio de Su Santidad; fervientes devotos de Santa María la Real de la Almudena fueron, entre otros, San Ildefonso de Toledo, San Isidro Labrador, y su esposa, Santa María de la Cabeza, obteniéndose por medio de esta venerada Advocación innumerables favores, que acrecentaron de día en día la confianza de los fieles en esta bellísima Imagen de Nuestra Señora, entre los que se contaron los Monarcas de España, la nobleza y, muy especialmente, el pueblo madrileño.

Lecturas y Santoral 09/11/2022 - Miércoles de la 32ª semana de Tiempo Ordinario

Andábamos por el camino equivocado, pero según su propia misericordia nos salvó
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a Tito 3, 1-7

Querido hermano: Recuérdales que se sometan a los gobernantes y a las autoridades; que obedezcan, estén dispuestos a hacer el bien, no hablen mal de nadie ni busquen riñas; que sean condescendientes y amables con todo el mundo. Porque antes también nosotros, con nuestra insensatez y obstinación, andábamos por el camino equivocado; éramos esclavos de deseos y placeres de todo tipo, nos pasábamos la vida haciendo el mal y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hubiéramos hecho nosotros, sino, según su propia misericordia, nos salvó por el baño del nuevo nacimiento y de la renovación del Espíritu Santo, que derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, seamos, en esperanza, herederos de la vida eterna.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6

El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mí pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

El Señor es mi pastor, nada me falta.

Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.

El Señor es mi pastor, nada me falta.

Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

El Señor es mi pastor, nada me falta.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

El Señor es mi pastor, nada me falta.

¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 11-19
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra de Dios


Dedicación de la Basílica de Letrán

Según una tradición que arranca del siglo XII, se celebra hoy el aniversario de la consagración de la basílica romana construida por el emperador Constantino hacia el año 324 en el Laterano. Esta celebración fue primero una fiesta de la ciudad de Roma; más tarde se extendió a toda la Iglesia de rito romano, con el fin de honrar aquella basílica, que es llamada "madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe", en señal de amor y de unidad para con la cátedra de Pedro que, como escribió san Ignacio de Antioquía, "preside a todos los congregados en la caridad".

La basílica de San Juan de Letrán es la catedral de Roma y está dedicada al mismo Cristo, el Salvador. En ella tiene su sede el Papa, como obispo de la Iglesia romana, Iglesia madre de la cristiandad occidental.

Oración: Señor, tú que edificas el templo de tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica en tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, a fin de que tu pueblo crezca siempre para edificación de la Jerusalén celeste. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido que tu pueblo se llamara Iglesia, haz que, reunida en tu nombre, te venere, te ame, te siga y, guiada por ti, alcance el reino que le has prometido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Nuestra Señora de la Almudena Advocación mariana, 9 de noviembre
(Autor: Xavier Villalta. Fuente: Catholic.net)

Es tradición, que la primitiva Imagen la trajo consigo el Apóstol Santiago cuando vino de Jerusalén a España a predicar el Evangelio, instaurándose entonces la devoción a tan bella Imagen en la Villa que, más tarde, llegaría a ser Capital de España.

Al conquistar los musulmanes Madrid, hacia los años 714, la Imagen de Nuestra Señora fue escondida por los cristianos en un hueco practicado en las murallas de la Villa, para evitar profanaciones y cumpliendo así el decreto del Arzobispo de Toledo, D. Raimundo. En prueba de devoción, ocultaron, junto con la Virgen, dos velas encendidas, tapiando después el hueco con una gruesa pared de cal y canto.

Alfonso VI conoce la existencia de una Imagen de la Santísima Virgen, escondida por los cristianos siglos atrás, el Monarca hizo -al parecer- voto de buscarla incansablemente para restituirla al culto de los fieles, si Dios le concedía la victoria sobre los Sarracenos, y lograba tomar la Ciudad. Pero, una vez liberada ésta y no obstante sus pesquisas, no lograba localizar el sitio donde la Imagen estaba oculta. Por ello, y en su deseo de que la Virgen Santa María fuese venerada hasta tanto se lograse hallarla, mandó pintar una Imagen, inspirándose en los rasgos que la tradición atribuía a aquélla y, no se sabe si por el deseo del artista o por gusto del propio Rey casado en aquel momento con Doña Constanza, hija de Enrique I de Francia-, pintaron en su mano una flor de lis.

La Imagen fue pintada sobre los muros de la antigua Mezquita musulmana. Tras las ceremonias de purificación y dedicación del Templo, quedó expuesta al culto en el cuadro hoy conocido por Nuestra Señora de la Flor de Lis.

Una vez conquistado Toledo, en mayo de 1085, Alfonso VI volvió a insistir en la búsqueda de la Imagen oculta por los cristianos, celebrándose un piadoso novenario o rogativa por el éxito de las pesquisas que finalizó con una devota procesión presidida por el Monarca y los Prelados; y al pasar la comitiva frente a la alhóndiga o Almudith, establecida por los moros; se desplomaron unas piedras, dejando al descubierto la Imagen llamada desde entonces de la Almudena- que, es tradición, conservaba encendidas dos candelas, con que fue escondida al ser ocultada 369 años antes. Era el día 9 de noviembre de 1085.

Llevada a la Iglesia de Santa María, fue colocada solemnemente en el Altar mayor, donde permaneció hasta el día 25 de octubre de 1868 en que, por demolición del Templo, fue instalada en el Convento de las Religiosas Bernardas del Santísimo Sacramento, en cuya Iglesia estuvo expuesta al culto hasta el 29 de mayo de 1911, fecha en la que se trasladó con la mayor solemnidad a la Cripta de la Nueva Catedral que construía en honor de su Advocación junto al lugar de la muralla donde fue hallada la Imagen por Alfonso VI, existiendo hoy en el hueco donde la Virgen estuvo oculta, una Imagen de piedra que conmemora el hecho.

Hace pocos años, al hacer una excavación para construir un edificio, se encontraron los restos de la antigua muralla árabe, del entonces llamado Magerit, a pocos metros del lugar donde hoy está la Imagen que recuerda la aparición y, por su carácter histórico, el Ayuntamiento de Madrid tuvo el singular acierto de declarar aquel terreno como "lugar no edificable" para que pueda quedar siempre al descubierto los restos de la citada muralla.

Durante los años 1936-39, periodo en que tuvo lugar la guerra civil española, Nuestra Señora de la Almudena permaneció intacta en la Cripta. De nuevo fue llevada la Imagen a la Iglesia de Las Religiosas Bernardas de la calle del Sacramento (Actualmente Iglesia Arzobispal Castrense) y finalmente, trasladada el 2 de febrero de 1954 a la Santa Iglesia Catedral de San Isidro -en la calle Toledo-.

Obtenidas de Roma las necesarias bulas y como culminación de su patronazgo sobre la Villa de Madrid, Santa María la Real de la Almudena fue coronada Canónicamente en 1948, por mano del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Obispo de Madrid-Alcalá y patriarca de las Indias Dr. D. Leopoldo Eloy Garay, siendo madrina la Sra. Carmen Polo de Franco. A la brillante ceremonia asistieron entre innumerables personalidades, el jefe de Estado, Francisco Franco y su Excelencia Reverendísima el Nuncio de Su Santidad; fervientes devotos de Santa María la Real de la Almudena fueron, entre otros, San Ildefonso de Toledo, San Isidro Labrador, y su esposa, Santa María de la Cabeza, obteniéndose por medio de esta venerada Advocación innumerables favores, que acrecentaron de día en día la confianza de los fieles en esta bellísima Imagen de Nuestra Señora, entre los que se contaron los Monarcas de España, la nobleza y, muy especialmente, el pueblo madrileño.