sábado, 18 de febrero de 2023

Lecturas y Santoral 18/02/2023 - Sábado de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

Por la fe, sabemos que el universo fue configurado por la palabra de Dios
Primera Lectura. Hebreos 11,1-7

Hermanos:
La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve.
Por su fe, son recordados los antiguos.
Por la fe, sabemos que el universo, fue configurado por la palabra de Dios, de manera que lo visible procede de lo invisible.
Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que Caín; por ella, Dios mismo, al recibir sus dones, lo acreditó como justo; por ella sigue hablando después de muerto.
Por fe, fue arrebatado Henoc, sin pasar por la muerte; no lo encontraban, porque Dios lo había arrebatado; en efecto, antes de ser arrebatado se le acreditó que había complacido a Dios, y sin fe es imposible complacerle, pues el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Por la fe, advertido Noé de lo que aún no se veía, tomó precauciones y construyó un arca para salvar a su familia; por ella condenó al mundo y heredo la justicia que viene de la fe.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 144, 2-3 4-5. 10-11
Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.

Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.
Una generación pondera tus obras a la otra
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.

Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.
Se transfiguró delante de ellos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 9, 2-13
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:
"Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:
"Este es mi Hijo amado; escuchadlo".
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Esto se les quedó grabado, y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.
Le preguntaron:
"¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?".
Les contestó él:
"Elías vendrá primero y lo renovará todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Os digo que Elías ya ha venido, y han hecho con él lo que han querido, como estaba escrito acerca de él".

Palabra de Dios


San Simeón, Obispo y Mártir

El Evangelio de San Mateo describe a San Simeón como uno de los parientes o hermanos del Señor. Su padre era Cleofás, hermano de San José, y su madre, era hermana de la Virgen María, siendo Simeón primo carnal del Señor. Sin duda, el santo fue uno de los hermanos de Jesús que recibió el Espíritu Santo el día de Pentecostés.

Siendo asesinado Santiago el menor por lo judíos, los apóstoles y discípulos se reunieron para elegir a su sucesor en la sede de Jerusalén y por unanimidad escogieron a Simeón. El año 66 estalló en Palestina la guerra civil a consecuencia de la oposición de los judíos a los romanos y parece que los cristianos de Jerusalén recibieron del cielo el aviso de que la ciudad sería destruida y que debían salir de ella sin tardanza, refugiándose con el santo en la ciudad de Pela.

Después de la toma y destrucción de Jerusalén, los cristianos volvieron y se establecieron en las ruinas, hasta que el emperador Adriano arrasó con los escombros, pero este hecho permitió que la Iglesia floreciera grandemente y que numerosos judíos se convirtieran al cristianismo debido a los milagros obrados por los santos. Vespaciano y Domiciano mandaron a matar a todos los miembros descendientes de David, pero Simeón consiguió escapar.

Sin embargo, durante la persecución de Trajano, fue denunciado como cristiano y descendiente de David, siendo sentenciado a muerte por el gobernador romano Atico. Fue torturado y crucificado, soportando con fortaleza y valentía el suplicio, pese a que contaba con 120 años.

San Flaviano, Obispo y Mártir

Martirologio Romano: Conmemoración de san Flaviano, obispo de Constantinopla, que, por defender la fe católica proclamada en Éfeso, fue atacado con puñetazos y patadas por los partidarios del impío Dióscoro y, enviado al exilio, falleció poco después (449).

San Flaviano, sacerdote y tesorero de la Iglesia de Constantinopla, sucedió en el patriarcado a San Proclo, el año 447. El cortesano Crisafio, que gozaba de gran favor ante el emperador Teodosio II, le sugirió que pidiera a Flaviano un presente como muestra de gratitud por su elevación a la dignidad de patriarca. El obispo envió al emperador unos panes benditos, según la costumbre de aquel tiempo, pues el pan era un símbolo de bendición y comunión. Crisafio hizo saber al santo que el emperador esperaba un regalo muy diferente y mucho más rico; pero el obispo respondió resueltamente que las rentas de la Iglesia estaban destinadas a otros usos. A partir de ese instante, el favorito del emperador decidió acabar con Flaviano. En efecto, valiéndose de la emperatriz Eudocia, persuadió al emperador para que obligase al patriarca a nombrar a Pulqueria, hermana del mismo Teodosio II, diaconisa de su Iglesia, con lo cual la corte se vería libre de la influencia de la santa. Flaviano se negó a ello, cosa que Crisafio consideró como una nueva ofensa.

Por otra parte, la condenación que Flaviano hizo de los errores de Eutiques, abad de un monasterio próximo a la ciudad, acabó de enfurecer a Crisafio. Eutiques, movido de un celo excesivo por convencer a Nestorio de que había dos personas en Cristo, cayó en el error de negar que también tuviera dos naturalezas. Esto le constituyó en jefe de la herejía monofisita. En un sínodo reunido por San Flaviano en 448, Eusebio de Dorileo desenmascaró el error de Eutiques; el sínodo condenó como herética la opinión de Eutiques y le mandó comparecer para justificarse. El alegato de Eutiques no convenció al sínodo, que le depuso y le excomulgó. Eutiques apeló entonces a los obispos de Roma, Egipto y Jerusalén, y escribió una carta al Papa San León I, quejándose de la forma en que el sínodo le había tratado y había entendido su doctrina. Pero el Papa no se dejó engañar.

En una carta cuidadosamente redactada que envió a Flaviano y que se hizo famosa en la Historia de la Iglesia con el nombre de "Tomo" o "Carta Dogmática," San León definió la fe ortodoxa sobre los principales puntos de la discusión. Un nuevo concilio confirmó las decisiones del sínodo anterior. Crisafio, humillado pero no vencido, trató de conseguir

sus fines por otros medios. Así pues escribió a Dióscoro, sucesor de San Cirilo en la sede de Alejandría, prometiéndole su amistad y apoyo a condición de que se constituyera en defensor de Eutiques contra Flaviano y Eusebio. Dióscoro aceptó la proposición y ambos se valieron de la emperatriz Eudocia, la cual pensaba que, haciendo daño a Flaviano, molestaría a su cuñada Pulquería, a la que detestaba, Eudocia logró persuadir a Teodosio de que convocara a un concilio en Efeso.

El emperador invitó a Dióscoro de Alejandría a presidir el concilio; con él acudieron algunos obispos africanos y un grupo de laicos. A lo que parece, se trataba simplemente de una banda organizada de malhechores. Al concilio fueron también otros obispos de oriente, y San León envió delegados. La asamblea, conocida generalmente con el nombre de Latrocinium o "conciliábulo de bandidos," como la llamó más tarde San León a causa de las violencias a que dio lugar, se abrió en Efeso, el 8 de agosto de 449. Eutiques estuvo presente, así como dos oficiales del emperador, acompañados por un fuerte contingente de soldados. Las deliberaciones, en las que predominaban los partidarios de Eutiques, se desarrollaron en un ambiente de violencias, se impidió a los legados papales que leyesen las Cartas de San León al concilio y se terminó, en medio del mayor desorden, con la sentencia de deposición de Flaviano y Eusebio, a pesar de las protestas de los legados del Papa. Cuando Dióscoro empezó a leer la sentencia, varios obispos pidieron a gritos que se callase. Dióscoro interrumpió la lectura y dio voces para llamar a los enviados del emperador, Elpidio y Eulogio. Estos mandaron al punto que se abrieran las puertas de la iglesia y Proclo, el procónsul de Asia, entró escoltado por soldados y seguido por una multitud armada con palos. Esta incursión intimidó tanto a la asamblea, que prácticamente ningún obispo tuvo el valor de negarse a firmar la sentencia, excepto los legados papales que se retiraron decepcionados.

San Flaviano hizo una apelación al Papa San León y a otros obispos del occidente, y entregó sus cartas a los legados papales. Pero cuando se disponía a abandonar la sala en medio del tumulto que siguió a la asamblea, la turba le derribó y, según cuentan Dióscoro y el abad Barsumas, fue tan salvajemente golpeado a puntapiés por los soldados y malhechores, que murió poco después, no en Efeso (como suponen algunos autores) sino en Sardis de Lidia, a donde había sido desterrado.

El triunfo de Crisafio fue de corta duración. El emperador murió al año siguiente y Marciano mandó ejecutar a Crisafio. Santa Pulquería, la esposa de Marciano, mandó llevar a Constantinopla el cuerpo de San Flaviano para que fuera sepultado, con gran pompa en la sede episcopal, junto a sus predecesores. El Concilio de Calcedonia que tuvo lugar en 451, reivindicó su memoria, restituyó a Eusebio de Dorileo y depuso y desterró a Dióscoro de Alejandría.

San Angilberto de Centula

Fue un hombre importante en la política y la cultura de su tiempo. Se educó en la corte de Pipino el Breve, fue amigo personal, colaborador y consejero de Carlomagno, discípulo y luego miembro de la Academia palatina fundada por Alcuino, contrajo matrimonio con Berta, hija de Carlomagno, y tuvo dos hijos.

Ocupó cargos de gran responsabilidad, por ejemplo, como tutor del futuro rey Pipino. En trance de perder la vida, hizo voto de entrar en religión si sanaba. Se curó y, con permiso de su mujer, que también se hizo religiosa, profesó en el monasterio de Saint-Riquier en Centula (Amiens, Francia), del que fue abad.

Introdujo la oración continua, con grupos de monjes que se sucedían. La abadía llegó a tener más de 300 monjes, aparte los muchos jóvenes aspirantes o educandos. Cuidó el edificio, lo renovó y amplió, incrementó la biblioteca, afianzó la vida regular de los monjes y los edificó con los ejemplos de su vida santa.

Murió el 17 de febrero del año 814.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

viernes, 17 de febrero de 2023

Lecturas y Santoral 17/02/2023 - Viernes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

Bajemos y confundamos allí su lengua
Primera Lectura. Génesis 11, 1-9

Toda la tierra hablaba una misma lengua con las mismas palabras.
Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura en la tierra de Senaar y se establecieron allí.
Se dijeron unos a otros:
"Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos al fuego".
Y emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de argamasa.
Después dijeron:
"Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance al cielo, para hacernos un nombre, no sea que nos dispersemos por la superficie de la tierra".
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres.
Y el Señor dijo:
"Puesto que son un solo pueblo con una sola lengua y esto no es más que el comienzo de su actividad, ahora nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Bajemos, pues y confundamos allí su lengua, de modo que ninguno entienda la lengua del prójimo".
El Señor los dispersó de allí por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad.
Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó el Señor por la superficie de la tierra.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 32, 10-11. 12-13. 14-15
Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres.

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 8, 34-9, 1

En aquel tiempo, llamando a la gente y a sus discípulos, Jesús les dijo:
"Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles".
Y añadió:
"En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia".

Palabra de Dios



Los siete santos fundadores de la orden de los siervos de María

Son Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benito, Gerardino, Ricóvero y Alejo Falconieri; éste murió, último de todos ellos, el 17 de febrero de 1310, y en ese día los celebramos a todos.

Hacia el año 1233, cuando Florencia vivía agitada por las luchas fratricidas, siete ciudadanos nobles, comerciantes, miembros de una asociación seglar de devotos de la Virgen, unidos por el ideal evangélico de la comunión fraterna y del servicio a los pobres, decidieron abandonar sus negocios y retirarse a llevar vida eremítica en el monte Senario, cerca de Florencia, con particular dedicación al culto de la Virgen.

Más tarde se dedicaron a predicar por toda la Toscana. Muchas personas acudían a ellos en busca de consuelo o de consejo, y no pocos deseaban compartir su forma de vida. Por eso decidieron fundar la Orden de los Siervos de la Virgen María, los “Servitas”, que adoptó la Regla de San Agustín y fue reconocida definitivamente por la Santa Sede el año 1304.
Oración: Señor, infunde en nosotros el espíritu de amor que llevó a estos santos hermanos a venerar con la mayor devoción a la Madre de Dios, y les impulsó a conducir a tu pueblo al conocimiento y al amor de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Hermógenes de Moscú(¿?-1612)

Nació en el seno de una familia pobre en la región de Vologda, Rusia. Es un santo de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Al ser tan grande su vocación por el sacerdocio, sus padres se sacrifican para hacerse de recursos y enviarlo al monasterio de Kazan, para que realizara sus estudios.

Ya ordenado, el obispo lo envió a servir a la parroquia de San Nicolás. En ese sitio tiene lugar el acontecimiento que marcó su vida. San Hermógenes tuvo una visión en la que se le apareció el icono de la Virgen María.

Esta experiencia lo motivó para llevar a cabo una intensa labor misionera. Luego de ser nombrado con el cargo de metropolita en Kazán, se dedica a llevar el Evangelio a los tártaros, un pueblo rudo y levantisco.

De manera paralela a su labor, escribe varios libros de teología, que le habrían de ayudar a llevar a cabo su misión. Por su fama de santidad, el rey Basilio lo nombró patriarca.

Cuando en una guerra las tropas de Polonia ocuparon Moscú, la capital del imperio ruso, los soldados saquearon y después incendiaron la ciudad. San Hermógenes fue encarcelado. Sin nadie que lo atendiera, murió de hambre y sed en el calabozo.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

jueves, 16 de febrero de 2023

Lecturas y Santoral 16/02/2023 - Jueves de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra
Primera Lectura. Génesis 9, 1-13

Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles:
"Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y respetarán; todos los reptiles del suelo y todos los peces del mar, están a vuestra disposición. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento; os lo entrego, lo mismo que los vegetales.
Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre, que es vuestra vida, se las pediré a cualquier animal. Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano.
Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre.
Vosotros sed fecundos y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla".
Dios dijo a Noé y a sus hijos:
"Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañan, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Establezco, pues, mi alianza con vosotros: el diluvio no volverá a destruir criatura alguna ni habrá otro diluvio que devaste la tierra".
Y Dios añadió:
"Esta es la señal de la alianza que establezco con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 101, 16-18. 19-21. 29 y 22-23

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sion el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor.

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 8, 27-33

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos:
"¿Quién dice la gente que soy yo?".
Ellos le contestaron:
"Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas".
Él les preguntó:
"Y vosotros, ¿quién decís que soy?".
Tomando la palabra Pedro le dijo:
"Tú eres el Mesías".
Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.
Y empezó a instruirlos:
"El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días".
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:
-"Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!".

Palabra de Dios

San Onésimo mártir de Asia (¿?-90)

Vivió en el primer siglo de nuestra era. Servía como esclavo para Filemón, señor de la ciudad de Colosas, un desaparecido lugar en la actual Turquía.

Casi todo lo que sabemos de él proviene de San Pablo, pues lo menciona en varias de sus epístolas.

Descontento con su situación como esclavo, Onésimo aprovecha una oportunidad para robar a su amo y escapar. Pero cuando se encontraba huyendo de la justicia, entra en contacto con San Pablo, quien se encontraba prisionero en Roma.

Pablo lo convierte y le coge mucho cariño. Al ver su sincero arrepentimiento, luego de bautizarlo lo manda de vuelta a casa de su amo Filemón, con una carta en la que el Apóstol garantiza su buena conducta y se hace responsable de él.

Filemón, que para entonces ya se había convertido al cristianismo, al recibir a Onésimo lo perdona y le concede la libertad. Además, lo envía de nuevo con San Pablo, a quien le siguió los pasos mucho tiempo.

Según cuenta San Jerónimo, San Onésimo llegó a ser predicador del Evangelio y después obispo de Éfeso por instancia de San Pablo.

Más tarde fue capturado por las autoridades imperiales y llevado de vuelta a Roma, donde murió lapidado.

Juliana, virgen y mártir (+ s. III)

Otro mártir, la doncella de Nicomedia (Asia Menor), cuyas reliquias dieron origen y nombre a la ciudad santanderina de Santillana del Mar, con un culto muy antiguo tanto en Oriente como en Occidente, y a la que sólo conocemos por una "pasión" no poco legendaria y muy tardía.

Como en tantos otros casos, la verdad está enmascarada por un repertorio de clichés hagiográficos que se repiten hasta la más completa inverosimilitud: cúmulo de perfecciones, resistencia heroica a las asechanzas del mundo, tormentos sin fin que no hacen mella en su cuerpo y, tras la manifestación de la evidente ayuda sobrenatural que la asiste, muerte ejemplar a filo de espada.

Hija de paganos, según se nos cuenta, querían casarla con el rico y poderoso Eleusio, a quien ella, para ganar tiempo, impuso la condición de que alcanzase el cargo de prefecto; cuando fue prefecto, le pidió que abrazara el cristianismo, y aquí empieza la historia martirial.

En ella hay un notable episodio: cuando Juliana está en su mazmorra, se le aparece el Maligno en figura de ángel del Cielo y le aconseja que acceda a las pretensiones de Eleusio; la virgen comprende que allí hay engaño, y su oración encadena al Diablo, quien ahora es visible en toda la monstruosidad de su naturaleza.

Sofer, que así se llama el ministro de Satanás, debidamente interrogado confiesa todos sus crímenes – él fue el inductor de Caín y de Judas -, y después de oírle, Juliana, diríase que satisfecha ya su natural curiosidad femenina, le lleva atado hasta el lugar del suplicio, mientras Sofer se lamenta del ridículo que hace ante las gentes y del descrédito que significa aquella humillación para su oficio diabólico. Antes de entregarse al verdugo la santa le echa a un estercolero, y muere decapitada a los dieciocho años.

Santos Elías y compañeros mártires de Cesarea de Palestina

El año 309, en Cesarea de Palestina, en tiempo del emperador Galerio Maximiano y por obra del gobernador Firmiliano, fueron martirizados un grupo numeroso de cristianos.

Elías, Jeremías, Isaías, Samuel y Daniel, cristianos de Egipto, que habían ido a Cilicia a confortar a sus hermanos en la fe condenados a trabajos forzados en las minas, fueron arrestados, confesaron su fe y se mantuvieron firmes en su fidelidad a Cristo, por lo que, después de sufrir crueles tormentos, fueron muertos a espada. Tras ellos y después de dos años de cárcel, recibieron la corona del martirio Pánfilo, sacerdote, Valente, diácono de Jerusalén, y Pablo, oriundo de la ciudad de Iammia.

También fueron martirizados Porfirio, servidor de Pánfilo, Seleuco de Capadocia, Teódulo, antiguo siervo de la casa del gobernador Firmiliano, y Juliano de Capadocia; éste último, habiendo llegado a la ciudad después de un viaje, se acercó y besó los cuerpos de los mártires, por lo que fue denunciado como cristiano y el gobernador mandó que lo quemaran a fuego lento.

Beata Felipa Mareri

Nació de la noble familia de los Mareri a finales del siglo XII cerca de Rieti (Italia). Tuvo la fortuna de ver y escuchar a san Francisco cuando el santo, de viaje por el Valle de Rieti, se hospedaba en casa de sus padres.

Movida por el ejemplo de Francisco decidió consagrarse a Dios y, como sus familiares no aprobaban su propósito, huyó de casa y se refugió, con algunas compañeras, en una gruta de las montañas cercanas. Allí permaneció hasta que su sus hermanos le dieron, en 1228, el castillo de Borgo San Pietro (Abruzzo) y la iglesia aneja, donde se fue organizando la vida claustral siguiendo las normas y forma de vida que san Francisco había dado a las clarisas de San Damián.

El mismo Francisco encomendó al beato Rogerio de Todi el cuidado espiritual del monasterio, en el que se oraba y se trabajaba, se hacía apostolado y se ayudaba a los pobres. Felipa murió el 16 de febrero de 1236.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

Lecturas y Santoral 15/02/2023 - Miércoles de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

Miró y vio que la superficie del suelo estaba seca
Primera Lectura. Génesis 8, 6-13. 20-22

Pasados cuarenta días, Noé abrió el tragaluz que había hecho en el arca y soltó el cuervo, que estuvo saliendo y retornando hasta que se secó el agua en la tierra.
Después soltó la paloma, para ver si había menguado el agua sobre la superficie el suelo. Pero la paloma no encontró donde posarse y volvió al arca, porque todavía había agua sobre la superficie de toda la tierra. Él alargó su mano, la agarró y la metió consigo en el arca.
Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca. Al atardecer, la paloma volvió con una hoja verde de olivo en el pico.
Noé comprendió que el agua había menguado sobre la tierra. Esperó otros siete días, y soltó la paloma, que ya no volvió.
El año seiscientos uno, el día primero del mes primero se secó el agua en la tierra. Noé abrió la claraboya del arca, miró y vio que la superficie estaba seca.
Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar.
El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo:
"No volveré a maldecir el suelo a causa del hombre, porque la tendencia del corazón humano es mala desde la juventud. No volveré a destruir a los vivientes como acabo de hacerlo. Mientras dure la tierra no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche".

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 115, 12-13. 14-15. 18-19

Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.

Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.

Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.

El ciego estaba curado y veía todo con claridad
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 8, 22-26

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida.
Y le trajeron a un ciego, pidiéndole que lo tocase.
Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó:
"¿Ves algo?".
Levantando lo ojos dijo:
"Veo hombres, me parecen árboles, pero andan".
Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad.
Jesús lo mandó a casa, diciéndole que no entrase en la aldea.

Palabra de Dios


San Claudio de la Colombiere +1683

La "llamada" a la vida religiosa es un misterio. El Señor se sirve de miles de caminos para conseguir lo que quiere. El pequeño Claudio había recibido una muy esmerada educación cristiana de aquella familia que en los Anales de la Visitación se llama "familia de santos", especialmente de parte de su buena madre que con visión profética le dijo en el lecho de muerte: -"Hijo mío, tú tienes que ser un santo religioso".

A pesar de ello, como después él mismo escribirá en sus apuntes espirituales, no era este el género de vida por el que sentía inclinación Claudio, más bien todo lo contrario. Escribió: "Cuando me hice religioso tenía una grandísima aversión a la vida que iba a abrazar. Los planes que se trazan para servir a Dios, nunca se realizan sino a costa de grandes sacrificios. He ingresado en la Compañía de Jesús por el aprecio que siempre he tenido de sus Reglas; y por haber visto que los Superiores saben exigir de tal manera su observancia, que estoy persuadido ser cosa fácil santificarse uno mismo y ayudar con la palabra y el ejemplo a la santificación de los demás".

A sus dieciocho años, el 1658, ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en la ciudad de los Papas, Aviñón. El Maestro de novicios dio al P. Provincial este informe del joven novicio Claudio: "Es un joven con una prudencia superior a lo que corresponde a su edad. De juicio sólido, de rara piedad y las más altas virtudes no le parecen excesivas a su fervor". Durante el año de la tercera Probación hizo el voto de guardar con exactitud todas las Reglas y Constituciones de la Compañía, y añadió: "Hago el propósito firme de cumplir cuanto me sea posible con toda fidelidad todos los deberes de mi estado y ser fiel al Señor aun en las cosas más mínimas; romper de un golpe y para siempre las cadenas del amor propio, quitándole toda la esperanza de ser alguna vez tenido en consideración; adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga; reparar las irregularidades pasadas; dar a Dios una prueba de gratitud por las infinitas gracias recibidas, y hacer de mi parte cuanto pueda para ser de Dios sin reserva alguna".

Mientras su alma se transforma, otra alma gemela, la futura Santa Margarita María de Alacoque recibe durante una visión este aviso que tanta alegría proporciona a su alma: "No temas, muy pronto te enviaré a mi amigo y siervo fiel para que guíe tus pasos y te ayude en la misión que te voy a encomendar".

Hechos los votos solemnes el 2 de febrero de 1675, fue enviado como superior a la Casa de la Compañía en Paray-le-Monial. Allí, en el convento de la Visitación estaba de religiosa Margarita María de Alacoque que ya había recibido especiales luces de lo alto pero se sentía temerosa si aquello era o no de Dios. Pronto fue a visitarles el nuevo superior jesuita y al verlo oyó como una voz interior que le decía a Margarita: "Ese es mi amigo fiel que te traigo para que te ayude en la misión que te tengo encomendada". Poco después le abría "su alma totalmente, tanto lo bueno como lo malo." Escribió después la Santa: "El padre tuvo que sufrir mucho por mi causa. Decíase que yo pretendía engañarle con mis ilusiones, pero él no se preocupaba de las habladurías y no dejó de ayudarme mientras estuvo en la ciudad y no ha dejado nunca de ayudarme".

Lo mismo en Avignon que en París y Lyón, se esfuerza por "ser fiel al Señor aún en las cosas más pequeñas, adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga y ser de Dios sin reserva alguna".

Como Superior de Paray-le-Monial, impulsa el año 1675 la consagración de la vida y de los hombres a Cristo todo Corazón, con un amor pleno y reparación máxima de las faltas a ese amor; como corresponde a un "siervo fiel y amigo perfecto"; y con los mismos ideales de Santa Margarita María de Alacoque.

Esta devoción al Corazón de Jesús tiene ocasión de difundirla en Inglaterra, hasta que su apostolado se trunca violentamente, al ser detenido y torturado en la Torre de Londres.

Por la intervención del Rey de Francia le es conmutada la pena de muerte por el destierro; pero sólo para morir con 43 años en Paray-le-Monial, tras aquellos sufrimientos; a su juicio "una de las mayores misericordias que Dios le había concedido".

Miguel Sopocko, Beato Presbítero y Fundador

Director espiritual de Santa Faustina Kowalska. Martirologio Romano: En Bialystok, Polonia, beato Michal Sopocko, presbítero, fundador de las Hermanas de Jesús Misericordioso (1975).

Fecha de beatificación: Fue beatificado el 28 de septiembre de 2008 en el Santuario de la Divina Misericordia en Bialystok, bajo el pontificado de S. S. Benedicto XVI.

Miguel Sopocko nació el 1 de noviembre de 1888 en Nowosady (Juszewszczyzna), en aquel entonces parte de la Rusia Imperial. La autoridad zarista perseguía a la Iglesia Católica, y también a los polacos y lituanos dentro de sus territorios. En la familia Sopocko, que era de noble linaje, las tradiciones polacas y católicas se conservaban y fortalecían.

El joven Miguel maduró en esa atmósfera religiosa y patriótica, sentía un fuerte deseo de servicio incondicional a Dios, a la Iglesia y a la humanidad, por ello ingresó al Seminario Mayor de Vilna. El 15 de junio de 1914, fue ordenado al sacerdocio por el Obispo Franciszek Karewicz.

Por cuatro años (1914-1918) fue vicario parroquial en Taboryszki, donde abrió dos misioneras en Miedniki y Onzadw, así como diversas escuelas.

Informado por alguien de que las autoridades alemanas de la zona lo buscaban para arrestarlo, dejó la parroquia y se trasladó a Varsovia. Allí asumió el cargo de capellán del ejército polaco. Mientras se dedicaba a su ministerio como capellán, ingresó a estudiar en la Facultad de Teología de la Universidad de Varsovia en la que obtuvo un doctorado. Al mismo tiempo, se graduó del Instituto Pedagógico Nacional. En 1924, se convirtió en uno de los coordinadores regionales de los capellanes militares, con sede en Vilna.

En 1927, el arzobispo Romuald Jalbrzykowski le encomendó la responsabilidad de ser el Director Espiritual del Seminario Mayor. Durante este mismo período fue profesor en la Facultad de Teología en la Universidad Stefan Batory, también en Vilna. Finalmente pidió al Arzobispo ponerlo en libertad de su pastoral castrense y del seminario. Su deseo era dedicarse totalmente a los estudios teológicos. En 1934, recibió el título de "docente" en teología pastoral. Mientras enseñaba, nunca ha olvidó la importancia del servicio pastoral.

Fue rector de la Iglesia de San Miguel y también sirvió como confesor de Hermanas de la Congregación de María Madre de la Misericordia.

Uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Fr. Sopocko se produjo en 1933, cuando se convirtió en el director espiritual de Sor (ahora Santa) Faustina Kowalska. Él siguió prestando asistencia a la Santa después de que fuera trasladada a Lagiewniki, donde ella murió el 5 de octubre de 1938.

Como su confesor, él emprendió una evaluación completa de las experiencias místicas de Sor Faustina sobre la devoción a la Divina Misericordia. Siguiendo un consejo dado por él, ella escribió su "Diario", material que hasta el momento sigue siendo de valiosa inspiración espiritual.

Sor Faustina, apoyándose en las revelaciones del Salvador que experimentaba aún de llegar a Vilna, le hablaba al padre Sopocko de las indicaciones que recibía durante esas revelaciones. Se trataba de pintar el cuadro del Salvador Misericordioso, establecer la Fiesta de la Divina Misericordia para el primer domingo después de la Pascua y fundar una nueva Congregación Conventual. La Divina Providencia confió la realización de estas tareas al padre Sopocko.

Apoyado en la doctrina de la iglesia, buscaba los argumentos teológicos que explicaran la existencia de la cualidad de la misericordia en Dios y los fundamentos para fijar como fiesta el día mencionado en las revelaciones. Los resultados de sus investigaciones y los argumentos para introducir el día en el calendario festivo de la iglesia, los presentó en varios artículos en las revistas teológicas y en varios trabajos autónomos acerca del tema de la Divina Misericordia.

En junio de 1936 en Vilna, publicó el primer folleto titulado "Divina Misericordia" con la imagen de Jesucristo Misericordioso en la portada (creado por el artista Eugeniusz Kazimirowski). Envió esa publicación a todos los obispos reunidos en la conferencia del Episcopado en Czestochowa. Sin embargo, no recibió ni una respuesta de alguno de ellos. El segundo folleto titulado "Divina Misericordia en la liturgia" se publicó en 1937 en Poznan.

En 1938, él estableció un comité para construir la Iglesia de la Divina Misericordia en Vilna. Sin embargo, este esfuerzo tuvo que ser detenido por el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Pero a pesar de la guerra y la ocupación alemana, Fr. Sopocko persistió en sus esfuerzos para promover la devoción a la Divina Misericordia. Lleno de celo, ayudó constantemente a aquéllos que fueron oprimidos y amenazados con el exterminio, por ejemplo, la numerosa población judía. Afortunadamente, él logró evitar ser arrestado.

En 1942, junto con los profesores y estudiantes del seminario, fue obligado a ocultarse cerca de Vilna. Permanecería oculto por dos años, tiempo durante el cual Fr. Sopocko tuvo un rol importante en la creación de una nueva Congregación Religiosa. Según las revelaciones de Sor Faustina, esta Congregación tendría como fin promover la devoción a la Divina Misericordia. Después de la Guerra, él escribió la Constitución de la Congregación, y trabajó activamente en el crecimiento y desarrollo de lo que nosotros conocemos como la Congregación de las Hermanas de la Divina Misericordia.

En 1947, el Arzobispo Jalbrzykowski, que desde dos años antes estaba en Bialystok con su Curia diocesana, buscó que Fr. Sopocko se trasladara a esa ciudad. Él aceptó una posición como profesor en el Seminario Mayor Archidiocesano. Allí enseñó pedagogía, caterética, homilética, teología pastoral, y espiritualidad. Adicionalmente, continuó impulsando el apostolado de la Divina Misericordia. También hizo serios esfuerzos para obtener la aprobación oficial para la devoción a la Divina Misericordia de las autoridades de la Iglesia. Fr. Sopocko trabajó incansablemente en los fundamentos bíblicos, teológicos y pastorales para explicar la verdad doctrinal acerca de la devoción de la Divina Misericordia. Sus publicaciones se tradujeron a numerosos idiomas, entre ellos: latín, inglés, francés, italiano, y portugués.

Fr. Miguel Sopocko murió el 15 de febrero de 1975, en su apartamento en la Calle Poleska. Aclamado popularmente para su santidad fue enterrado en el cementerio de la parroquia en Bialystok. Luego de iniciado el proceso para su Beatificación, su cuerpo se trasladó a la Iglesia de la Divina Misericordia el 30 de noviembre de 1988.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 14 de febrero de 2023

Lecturas y Santoral 14/02/2023 - Martes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario. Santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo, patronos de Europa

Sabed que nos dedicamos a los gentiles
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 13, 46-49

En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos:
"Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: 'Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra'".
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 116, 1. 2
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Alabad al Señor,
todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos.

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
La mies es abundante y los obreros pocos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
"La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.
No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: 'Está cerca de vosotros el reino de Dios'".

Palabra de Dios


San Cirilo monje y San Metodio obispo patronos de Europa

Eran hermanos, nacidos en Tesalónica (Grecia), misioneros, oriundos de la Iglesia Bizantina, que, en el siglo IX, en los tiempos difíciles del gran cisma del Oriente cristiano, evangelizaron a los pueblos eslavos de la Europa oriental. Tradujeron las sagradas Escrituras y celebraron la liturgia en lengua eslava, adaptando así el Evangelio a las diversas culturas.

El papa Nicolás I confirmó su misión y alentó sus trabajos. Juan Pablo II los proclamó en 1980, junto a san Benito, patronos de Europa.

San Cirilo hizo brillantes estudios en Constantinopla. En unión de su hermano Metodio se dirigió a Moravia a predicar la fe. Entre los dos publicaron los textos litúrgicos en lengua eslava, escritos en caracteres "cirílicos", como después se designaron. Llamados a Roma, Cirilo murió allí el 14 de febrero del año 869.

San Metodio, consagrado obispo, marchó a Panonia, donde desarrolló una infatigable labor de evangelización. Tuvo que sufrir mucho a causa de los envidiosos, pero contó siempre con el apoyo de los papas. Murió el 6 de abril del año 885 en la ciudad checoslovaca de Vellehrad.

Oración: Oh Dios, que iluminaste a los pueblos eslavos mediante los trabajos apostólicos de los santos hermanos Cirilo y Metodio, concédenos la gracia de aceptar tu palabra y de llegar a formar un pueblo unido en la confesión y defensa de la verdadera fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Valentín

Según los escritos de Butler, San Valentín fue un santo sacerdote, quien con San Mario, y su familia socorría a los mártires de la persecución de Claudio II; el emperador romano Claudio II había prohibido el matrimonio entre jóvenes en la creencia de que sus soldados, al estar solteros, rendirían más en la guerra defendiendo mejor su imperio. Ante estos hechos, el Obispo Valentín desafió la orden y se entregó a las parejas para casarlos de forma clandestina y los jóvenes acudían a él para recibir el sacramento del matrimonio.

Al ser encerrado por segunda vez, el carcelero se dio cuenta de sus buenas cualidades y le presentó a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín le enseñó las primeras letras y le habló de Dios. La joven terminó creyendo y la luz de la prisión iluminó sus ojos.

Fue enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerlo renunciar a su fe eran ineficaces mandó a que lo golpearan con mazas y después lo decapitaran. Esto tuvo lugar el 14 de febrero del año 269 (ó 270).

Parece que fue el Papa Julio I quien hizo construir una iglesia cerca de Ponte Mole en memoria del mártir. Sus reliquias se encuentran en la basílica de la ciudad italiana de Terni, localidad situada en la región de Umbria y a 100 kilómetros al norte de Roma que ha vinculado desde siempre su nombre al de San Valentín, primer obispo de la ciudad.

Ahora bien, la costumbre sajona de que los jóvenes y las doncellas se escogieran como prometidos en este día, probablemente se basa en la creencia popular que encontramos relatada en la literatura desde los tiempos de Chaucer, de que los pájaros comenzaban a formar parejas el día de San Valentín.

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lunes, 13 de febrero de 2023

Lecturas y Santoral 13/02/2023 - Lunes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

Caín atacó a su hermano Abel y lo mató
Primera Lectura. Génesis 4, 1-15. 25

El hombre conoció a Eva, su mujer, que concibió y dio a luz a Caín. Y ella dijo:
"He adquirido un hombre con la ayuda del Señor".
Después dio a luz a Abel, su hermano. Abel era pastor de ovejas, y Caín cultivaba el suelo.
Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del suelo; también Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas.
El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, pero no se fijó en Caín ni en su ofrenda; Caín se enfureció y andaba abatido.
El Señor dijo a Caín:
"¿Por qué te enfureces y andas abatido? ¿No estarías abatido si obraras bien?; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta y te codicia, aunque tú puedes dominarlo".
Caín dijo a su hermano Abel:
"Vamos al campo".
Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
El Señor dijo a Caín:
-"¿Dónde está Abel, tu hermano?".
Respondió Caín:
"No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano?".
El Señor le replicó:
"¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde el suelo.
Por eso te maldice ese suelo que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano.
Cuando cultives el suelo, no volverá a darte sus productos. Andarás errante y perdido por la tierra".
Caín contestó al Señor:
"Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Puesto que me expulsas hoy de este suelo, tendré que ocultarme de ti, andar errante y perdido por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará".
El Señor le dijo:
"El que mate a Caín lo pagará siete veces".
Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien lo encontraba, no lo matase.
Adán conoció otra vez a su mujer, que dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo:
"Dios me ha dado otro descendiente en lugar de Abel, asesinado por Caín".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 49, 1 y 8. 16bc-17. 20-21
Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
"No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre.
Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara".

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
¿Por qué esta generación reclama un signo?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 8, 11-13
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo:
"¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación".
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

Palabra de Dios


Beato Jordan de Sajonia + 1237

Nació en Burgherg (Westfalia) en torno al año 1175 o 1185, hijo de los condes de Ebernstein. Estudió en la Universidad de París, y era ya maestro en artes y bachiller en teología cuando, en 1220, se encontró allí con Santo Domingo. La palabra y el ejemplo del Santo lo convenció, y no tardó en vestir el hábito de los dominicos.

El fundador de la Orden de Predicadores murió en agosto de 1221, y el capítulo general celebrado en París el año 1222 lo eligió como sucesor suyo al frente de la Orden. Es una de las grandes figuras de su Orden, contribuyó grandemente a su difusión y supo transmitir a la posteridad las líneas esenciales de la espiritualidad de Domingo y los rasgos que caracterizan a su familia religiosa.

Era muy virtuoso. Y por encima de todo, la caridad. Un día encontró un mendigo aterido de frío y le dio su manto. El mendigo al momento lo vendió y se emborrachó. Ante las recriminaciones de los frailes – que conservaban su manto -, Jordán les contestó: "Es preferible perder el manto antes que el amor".

A pesar de tanta bondad también sabía ser duro y firme cuando se trataba de cosas que se referían a algo muy serio en lo que se jugaban intereses de la Iglesia o de la Orden. Así lo fue con Federico II y con los superiores que no trataban de serlo según debían. A un procurador que le pidió lo relevara del cargo le contestó: "Hijo mío, este cargo lleva consigo cuatro cosas: la negligencia, la impaciencia, el trabajo y el mérito; yo te descargo de las dos primeras… pero te dejo las otras dos".

Fue hombre de palabra elocuente, tierno corazón y celo apasionado por llevar a todos el amor de Cristo. Peregrinó a Tierra Santa; a su regreso, la nave naufragó frente a las costas de Siria y él murió ahogado; era el 13 de febrero de 1237.

Benigno, presbítero y mártir (+ 303)

Entre los 18 santos con el nombre de Benigno [3 en el actual Martirologio Romano], el mártir conmemorado hoy pertenece a la inconmensurable legión de la última cruenta persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, a inicios del siglo IV. Muy poco se sabe de este santo, nacido y criado en Todi -en la región italiana de Umbría-, y ordenado sacerdote por su bondad y rectitud. Enfrentó con valentía la tortura y la muerte, y su cuerpo, recogido por manos piadosas, fue enterrado en el camino que, desde Todi, conducía al Vicus Martis (Campo de Marte), en un lugar que tomó su nombre y donde más tarde se levantó un monasterio benedictino.

Vivió en la segunda mitad del siglo III en Todi (Italia) y fue un propagador de la fe cristiana. El Obispo Ponciano lo consagra presbítero y, con la persecución de Maximiano y Diocleciano, se dedica a la atención espiritual de los confesores de la fe, pobres o desfavorecidos. Pasado el momento álgido, comenzó a predicar la fortaleza de Jesucristo, pero es apresado y en el año 303 muere mártir.

La catequesis, es decir, llevar a Cristo a los demás, comporta la responsabilidad de ser fiel a lo que se propone y ni que decir tiene que en este contexto la vida humana no es ningún valor absoluto. ¡Qué bien lo supo hacer san Benigno sin tener que darle vueltas a los textos de las bibliotecas de las universidades que aún no se habían inventado! Fue sencillamente el don del Espíritu Santo. Hoy también hacen bastante falta sacerdotes -no sólo en Hungría- cuidadosos menos de su propia vida que de la Salvación que ofrecen y ¡obispos que los descubran!

En 1904 sus restos, que estaban guardados desde 1679 en una preciosa urna de plata, fueron colocados en el altar mayor de la iglesia de San Silvestre. A pesar de que su culto no estuvo muy extendido, la memoria de san Benigno de Todi fue constante, al menos en la iglesia Tudertina.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 12 de febrero de 2023

Lecturas y Santoral 12/02/2023 - Domingo de la 6ª semana de Tiempo Ordinario

A nadie obligó a ser impío
Primera Lectura. Eclesiástico 15, 16-21

Si quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad.
Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras.
Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera.
Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder y lo ve todo.
Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del hombre.
A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. Sal 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34 ( R.: Ib)

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Tú promulgas tus mandatos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus decretos.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu ley.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Muéstrame, Señor, el camino de tus decretos, y lo seguiré puntualmente;
enséñame a cumplir tu ley
y a guardarla de todo corazón.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Dios predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria
Segunda Lectura. primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10
Hermanos:
Hablamos de sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino que, como está escrito: "Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman".
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios

Así se dijo a los antiguos; pero yo os digo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 17-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.
Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "necio", merece la condena de la "gehenna" del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.
Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio".
Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la "gehenna".
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la "gehenna".
Se dijo: "El que se repudie a su mujer, que le dé acta de repudio." Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer -no hablo de unión ilegítima- la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus juramentos al Señor".
Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno".

Palabra de Dios


Santa Eulalia, Mártir

Eulalia significa: "la que habla bien" Eu = bien, Lal = hablar. Santa Eulalia es una de las santas más famosas de España. Los datos acerca de su vida y de su muerte los encontramos en un himno que en honor de ella se escribe el poeta Prudencio en el siglo cuarto. Y allí se cuenta lo siguiente:

Cuando Eulalia cumplió los doce años apareció el decreto del emperador Diocleciano prohibiendo a los cristianos dar culto a Jesucristo, y mandándoles que debían adorar a los falsos ídolos de los paganos. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno.

Viendo la mamá que la jovencita podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo, pero ella se vino de allá y llegó a la ciudad de Mérida.

Eulalia se presentó ante el gobernador Daciano y le protestó valientemente diciéndole que esas leyes que mandaban adorar ídolos y prohibían al verdadero Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos.

Daciano intentó al principio ofrecer regalos y hacer promesas de ayudas a la niña para que cambiara de opinión, pero al ver que ella seguía fuertemente convencida de sus ideas cristianas, le mostró todos los instrumentos de tortura con los cuales le podían hacer padecer horriblemente si no obedecía a la ley del emperador que mandaba adorar ídolos y prohibía adorar a Jesucristo. Y le dijo: "De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas este poquito de incienso en los altares de ellos". La jovencita lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y le dijo valientemente: "Al sólo Dios del cielo adoro; a El únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más".

Entonces el juez pagano mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. La hermosa cabellera de Eulalia se incendió y la jovencita murió quemada y ahogada por el humo.

Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir. Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.

El culto de Santa Eulalia se hizo tan popular que hasta el gran San Agustín hizo sermones en honor de esta joven santa. Y en la muy antigua lista de mártires de la Iglesia Católica, llamada "Martirologio romano", hay esta frase: "el 12 de febrero, se conmemora a Santa Eulalia, mártir de España, muerta por proclamar su fe en Jesucristo".

Joven mártir Eulalia: a tu protección encomendamos tantas personitas jóvenes que en este tiempo tienen que enfrentarse, no ya a los perseguidores que matan a quienes se niegan a ofrecer sacrificios a los ídolos, sino que tienen que oponerse a quienes quieren que dediquen su vida a la sensualidad, a las drogas, a los vicios, a las malas amistades y al pecado, que son monstruos mucho peores que los ídolos, y son perseguidores más crueles que los que mataban el cuerpo, porque lo que ellos matan es la vida del alma. Santa Eulalia: te recomendamos a nuestra juventud que vive en medio de tantos peligros y que corre cada día el riesgo de ser infiel a Cristo. Que de tan grandes peligros nos libre siempre el Señor.

Dijo Jesús: Quien sacrifica su vida por mi, la ganará para la vida eterna.

Santos Mártires de Abitina

 
San Saturnino, presbítero, y sus compañeros sufrieron el martirio el año 304 en Cartago, durante la persecución de Diocleciano. De ellos decía Benedicto XVI el 29-V-05: "En Abitina, pequeña localidad de la actual Túnez, 49 cristianos fueron sorprendidos un domingo mientras, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía desafiando así las prohibiciones imperiales. Tras ser arrestados fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino.

Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió: "Sine dominico non possumus"; es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir.

Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir. Después de atroces torturas, estos 49 mártires de Abitina fueron asesinados. Así, con la efusión de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron; ahora los recordamos en la gloria de Cristo resucitado".

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."