domingo, 17 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 17/09/2023 - Domingo de la 24ª semana de Tiempo Ordinario

Perdona la ofensa a tu prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados
Primera Lectura. Eclesiástico 27, 33-28, 9

Rencor e ira también son detestables, el pecador lo posee.
El vengativo sufrirá la venganza del Señor, que llevará cuenta exacta de sus pecados.
Perdona la ofensa a tu prójimo y, cuando reces, tus pecados te serán perdonados.
Si un ser humano alimenta la ira contra otro, ¿cómo puede esperar la curación del Señor?
Si no se compadece de su semejante, ¿cómo pide perdón por sus propios pecados?
Si él, simple mortal, guarda rencor, ¿quién perdonará sus pecados?
Piensa en tu final, y deja de odiar, acuérdate de la corrupción y de la muerte y corrupción, y sé fiel a los mandamientos.
Acuérdate de los mandamientos, y no guardes rencor a tu prójimo; acuérdate de la alianza del Altísimo y pasa por alto la ofensa.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 102, 1-2. 3-4. 9-10. 11-12

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mí ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
Ya vivamos, ya muramos, somos del Señor
Segunda Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14, 7-9
Hermanos:
Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo.
Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos ya muramos, somos del Señor.
Pues para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.

Palabra de Dios


No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 18, 21-35
En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
"Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta:
"No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
"Págame lo que me debes".
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré."
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano".

Palabra de Dios


San Roberto Belarmino obispo y doctor de la Iglesia

Nació el año 1542 en Montepulciano (Toscana, Italia), de familia noble. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560, estudió en el Colegio Romano y luego en Padua y Lovaina, donde también fue profesor. Recibió la ordenación sacerdotal en Gante el año 1570. Vuelto al Colegio Romano, enseñó teología, mantuvo brillantes disputas en defensa de la fe católica y publicó obras importantes.

Fue provincial de los jesuitas, teólogo del Papa y colaborador de varias Congregaciones romanas. Estuvo relacionado con los grandes personajes y santos de su tiempo, y entre sus amigos y dirigidos espirituales están Luis Gonzaga y Juan Berchmans.

Elegido cardenal y nombrado obispo de Capua, permaneció tres años en su diócesis como solícito pastor, hasta que regresó a sus tareas en Roma, donde murió el 17 de septiembre de 1621, día de las llagas de San Francisco, cuya memoria había conseguido que se celebrara en toda la Iglesia.

Oración: Señor, tú que dotaste a san Roberto Belarmino de santidad y sabiduría admirable para defender la fe de tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Inclina mi corazón a tus preceptos (Del tratado de san Roberto Belarmino sobre la ascensión de la mente hacia Dios)

Tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia; ¿quién, que haya empezado a gustar, por poco que sea, la dulzura de tu dominio paternal, dejará de servirte con todo el corazón? ¿Qué es, Señor, lo que mandas a tus siervos? Cargad –nos dices– con mi yugo. ¿Y cómo es este yugo tuyo? Mi yugo –añades– es llevadero y mi carga ligera. ¿Quién no llevará de buena gana un yugo que no oprime, sino que halaga, y una carga que no pesa, sino que da nueva fuerza? Con razón añades: Y encontraréis vuestro descanso. ¿Y cuál es este yugo tuyo que no fatiga, sino que da reposo? Por supuesto aquel mandamiento, el primero y el más grande: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón. ¿Qué más fácil, más suave, más dulce que amar la bondad, la belleza y el amor, todo lo cual eres tú, Señor, Dios mío?

¿Acaso no prometes además un premio a los que guardan tus mandamientos, más preciosos que el oro fino, más dulces que la miel de un panal? Por cierto que sí, y un premio grandioso, como dice Santiago: La corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. ¿Y qué es esta corona de la vida? Un bien superior a cuanto podamos pensar o desear, como dice san Pablo, citando al profeta Isaías: Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.

En verdad es muy grande el premio que proporciona la observancia de tus mandamientos. Y no sólo aquel mandamiento, el primero y el más grande, es provechoso para el hombre que lo cumple, no para Dios que lo impone, sino que también los demás mandamientos de Dios perfeccionan al que los cumple, lo embellecen, lo instruyen, lo ilustran, lo hacen en definitiva bueno y feliz. Por esto, si juzgas rectamente, comprenderás que has sido creado para la gloria de Dios y para tu eterna salvación, comprenderás que éste es tu fin, que éste es el objetivo de tu alma, el tesoro de tu corazón. Si llegas a este fin, serás dichoso; si no lo alcanzas, serás un desdichado.

Por consiguiente, debes considerar como realmente bueno lo que te lleva a tu fin, y como realmente malo lo que te aparta del mismo. Para el auténtico sabio, lo próspero y lo adverso, la riqueza y la pobreza, la salud y la enfermedad, los honores y los desprecios, la vida y la muerte son cosas que, de por sí, no son ni deseables ni aborrecibles. Si contribuyen a la gloria de Dios y a tu felicidad eterna, son cosas buenas y deseables; de lo contrario, son malas y aborrecibles.

Impresión de las llagas de San Francisco

Desde su conversión a Dios, san Francisco profesó una grandísima devoción a los misterios de la pasión del Señor, y no cesó de meditar y de predicar, con su vida y su palabra, a Cristo crucificado.

En septiembre de 1224, dos años antes de su muerte, se retiró al monte Alverna para consagrarse totalmente a la oración y la penitencia, y un día, mientras estaba sumido en contemplación, el Señor Jesús imprimió en su cuerpo -manos, pies y costado- los estigmas de su pasión. Le sangraban, le causaban grandes sufrimientos y le dificultaban su vida y actividades, pero no cesó de viajar y predicar mientras sus fuerzas se lo permitieron.

En vida del Santo, sus compañeros más cercanos pudieron ver las llagas de manos y pies, y a partir de su muerte todos pudieron contemplar también la llaga del costado. Benedicto XI concedió a la Orden franciscana celebrar cada año la memoria de este hecho, probado por testimonios fidedignos.

Oración: Dios de amor y de misericordia, que marcaste con las señales de la pasión de tu Hijo al bienaventurado padre Francisco para encender en nuestros corazones el fuego de tu amor, concédenos, por su intercesión, configurarnos a la muerte de Cristo para vivir eternamente con él. Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

sábado, 16 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 16/09/2023 - Sábado de la 23ª semana de Tiempo Ordinario

Vino al mundo para salvar a los pecadores
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,15-17
Querido hermano:
Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de mí: para que en mi, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 112, 1-2. 3-4. 5a y 6-7

Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.

Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.

Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se baja para mirar al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre.

Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 6, 43-49
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
"No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.
¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?
Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida.
El que escucha y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa".

Palabra de Dios


Santos Cornelio y Cipriano

[El 14 de septiembre se dio sepultura al primero y sufrió martirio el segundo; su memoria se celebra el 16 del mismo mes]

Debido a la violencia de la persecución de Decio, la sede pontifical de Roma estuvo vacante por más de doce meses tras el martirio del Papa San Fabián, hasta que el sacerdote Cornelio fue elegido Papa por su humildad y su bondad, en marzo del año 251, al cesar la persecución del emperador Decio. Adoptó una actitud indulgente en la praxis penitencial para acoger a los que habían apostatado en la persecución, y así, con gran espíritu de caridad, recuperó a la plena comunión con la Iglesia a muchos cristianos caídos en la apostasía.

Sin embargo, los primeros problemas del nuevo Papa surgieron no tanto del poder secular como de las disensiones internas, a pesar de que éstas se derivaban de la misma persecución; se opuso al rigorista Novaciano quien provocó un cisma, pero con la ayuda sobre todo de Cipriano pudo imponer su autoridad. La persecución contra los cristianos se intensificó de nuevo, y el Papa fue desterrado a Centumcellae por el emperador Galo. San Cipriano, Obispo de Cartago y que tenía una profunda amistad con el Papa, le escribió una carta congratulatoria por haber podido gozar de la felicidad de sufrir por Cristo y por la gloria de su Iglesia, ya que ni uno sólo de sus cristianos había renegado de su fe. El santo Papa sufrió muchas penurias, fatigas y sufrimientos en su destierro para luego ser decapitado en Civitavecchia, puerto de Roma, en septiembre del año 253. Su cuerpo, trasladado a Roma, fue sepultado en el cementerio de Calixto.

La amistad de San Cipriano fue el gran apoyo del Papa San Cornelio como Supremo Pontífice y como defensor de la Iglesia contra el rigorismo de Novaciano, y la estrecha asociación entre ambos se ha reconocido, desde entonces, como muy valiosa.

San Cipriano

Cipriano nació en Cartago hacia el año 210, de familia pagana. Convertido a la fe y ordenado sacerdote, fue elegido obispo de su ciudad el año 249. En tiempos muy difíciles gobernó sabiamente su Iglesia con sus obras y sus escritos, desempeñando un papel importante en la historia de la Iglesia y en el desarrollo del pensamiento cristiano en África.

Convertido al cristianismo en edad adulta, el santo dedicó todos sus esfuerzos a mantener viva la fe de la Iglesia tras ser decretada la violenta persecución de Valeriano en aquella ciudad.

En dicha persecución fue desterrado a Curubis por varios años, hasta que el pre-cónsul Máximo ordenó su regreso a Cartago para compadecer ante él y obligarlo a desistir de su fe. El Obispo se mantuvo firme por lo que fue decapitado el 14 de septiembre del año 258.

Fue importante por sus escritos, pero sobre todo como pastor, cuya influencia se dejó sentir no sólo en el norte de África sino también en las Iglesias de España.

Oración: Oh Dios, que has puesto al frente de tu pueblo como abnegados pastores y mártires intrépidos a los santos Cipriano y Cornelio, concédenos, por su intercesión, fortaleza de ánimo y de fe para trabajar con empeño por la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Juan Macías

Nació en Rivera de Fresno, en Extremadura, España, el 2 de marzo de 1585. Era muy niño cuando sus padres murieron, quedando él bajo el cuidado de un tío suyo que lo hizo trabajar como pastor. Después de un tiempo conoció a un comerciante con el cual comenzó a trabajar, en 1616 el mercader viajó a América y Juan junto con él.

Llegó primero a Cartagena y de ahí decidió dirigirse al interior del Reino de Nueva Granada, visitó Pasto y Quito, para llegar finalmente al Perú donde se instalaría por el resto de su vida. Recién llegado obtuvo trabajo en una hacienda ganadera en las afueras de la capital y en estas circunstancias descubrió su vocación a la vida religiosa. Después de dos años ahorró un poco de dinero y se instaló definitivamente en Lima.

Repartió todo lo que tenía entre los pobres y se preparó para entrar a la Orden de Predicadores como hermano lego en el convento de dominicos de Santa María Magdalena donde había sido admitido. El 23 de enero de 1622 tomó los hábitos. Su vida en el convento estuvo marcada por la profunda oración, la penitencia y la caridad. Por las austeridades a las que se sometía sufrió una grave enfermedad por la cual tuvo que ser intervenido en una peligrosa operación. Ocupó el cargo de portero y este fue el lugar de su santificación.

El portón del monasterio era el centro de reunión de los mendigos, los enfermos y los desamparados de toda Lima que acudían buscando consuelo. El propio Virrey y la nobleza de Lima acudían a él en busca de consejos. Andaba por la ciudad en busca de limosna para repartir entre los pobres. No se limitaba a saciar el hambre de pan, sino que completaba su ayuda con buenos consejos y exhortaciones en favor de la vida cristiana y el amor a Dios.

Murió el 16 de septiembre de 1645 y fue canonizado el 28 de septiembre de 1975 por Pablo VI.

viernes, 15 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 15/09/2023 - Viernes de la 23ª semana de Tiempo Ordinario. Bienaventurada Virgen María de los Dolores

Antes era un blasfemo, pero Dios tuvo compasión de mí
Primera Lectura. Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1 Tim 1,1-2. 12-14

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, Salvador nuestro, y de Cristo Jesús, esperanza nuestra, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fio de mí y me confió este ministerio, a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí porque no sabía lo que hacía, pues estaba lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 15, 1b-2a y 5.7-8. 11

Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.

Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
Bendeciré al Señor que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
Me enseñarás el sendero de la vida
me saciarás de gozo en su presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.

Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 19, 25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
-"Mujer, ahí tienes a tu hijo."
Luego, dijo al discípulo:
-"Ahí tienes a tu madre."
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra de Dios


Nuestra Señora la Virgen de los Dolores

Después de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia ha venido celebrando la participación de María en la pasión de su Hijo. Por dos veces durante el año, la Iglesia conmemora los dolores de la Santísima Virgen que es el de la Semana de la Pasión y también hoy, 15 de septiembre.

La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, puesto que se instituyó en Colonia y en otras partes de Europa en el siglo XV y cuando la festividad se extendió por toda la Iglesia, en 1727, con el nombre de los Siete Dolores, se mantuvo la referencia original de la Misa y del oficio de la Crucifixión del Señor.

En la Edad Media había una devoción popular por los cinco gozos de la Virgen Madre, y por la misma época se complementó esa devoción con otra fiesta en honor a sus cinco dolores durante la Pasión, centrando así la mirada principalmente en la compasión de María al pie de la cruz, la Dolorosa, la Piedad. Más adelante, esta visión se fue ampliando hasta abarcar los siete dolores de la Virgen o las siete espadas clavadas en su corazón: la espada de dolor anunciada por el anciano Simeón, la huida a Egipto, la pérdida y hallazgo del niño Jesús en el templo, el camino del calvario, la crucifixión, el descendimiento de la cruz y la sepultura de Cristo y soledad de su Madre.

A los frailes servitas, que desde su fundación tuvieron particular devoción por los sufrimientos de María, se les autorizó para que celebraran una festividad en memoria de los Siete Dolores, el tercer domingo de septiembre de todos los años.

Refiriéndose a esta celebración, escribía Pablo VI que es "ocasión propicia para revivir un momento decisivo de la historia de la salvación y para venerar junto con el Hijo exaltado en la Cruz a la Madre que comparte su dolor".

Oración: Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 14/09/2023 - Jueves de la 23ª semana de Tiempo Ordinario. La Exaltación de la Santa Cruz

Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida
Primera Lectura. Números 21, 4b-9

En aquellos días, el pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:
"¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia".
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
"Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes".
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
"Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38

No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.

No olvidéis las acciones del Señor.
Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios altísimo su redentor.

No olvidéis las acciones del Señor.
Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.

No olvidéis las acciones del Señor.
Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor.

No olvidéis las acciones del Señor.
Tiene que ser elevado el Hijo del hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 3, 13-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
"Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios".

Palabra de Dios


La exaltación de la Santa Cruz

Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos.

Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba.

En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.

Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.

Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, se produjeron muchos milagros.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


El Signo de la Cruz

Desde niños hemos aprendido a trazar sobre nosotros el signo de la cruz. Esa Cruz nos recuerda a un Dios cercano y entregado por nosotros. Nos infunde esperanza, nos enseña el camino, nos asegura la victoria final en Cristo resucitado. Pero ese gesto tiene un significado más hondo. Al hacer la Cruz desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo hasta el derecho, consagramos nuestra frente, boca y pecho, expresando así el deseo de acoger el misterio de Dios trinidad en nosotros, de manera que los pensamientos de nuestra mente, las palabras que pronuncien nuestra boca y los sentimientos y deseos que nazcan de nuestro pecho sean los de un creyente que vive desde la confianza total en el Padre, siguiendo fielmente al Hijo encarnado en Jesús, y dejándose inspirar por la acción del Espíritu Santo.

Todo lo que es parte de nuestra vida puede ser ocasión de oración. Una alegría o una preocupación, un momento feliz o una desgracia, un éxito o un temor. Nos santiguamos ante un peligro o al comenzar una obra buena. Nos dirigimos a la Santísima Trinidad desde lo que estamos viviendo en ese momento.

Catequesis de San Juan Crisóstomo (Cat 3, 13-19: SC50, 174-177)

San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, fue monje y gran predicador, obispo de Constantinopla. Doctor de la Iglesia, es desterrado por combatir los errores y los pecados de su pueblo, especialmente de la Corte imperial, y muere en el exilio. Para saber más sobre su vida ver el día 13 de Septiembre del Santoral.

"¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. 'Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa' [Ex 12, 5.7]. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? "Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor"...

"¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor: Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, 'uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre' [Jn 19,34]: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía... Con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva".

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 13/09/2023 - Miércoles de la 23ª semana de Tiempo Ordinario

Habéis muerto con Cristo; en consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1-11

Hermanos:
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
Esto es lo que atrae la ira de Dios sobre los rebeldes.
Entre ellos andabais también vosotros, cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio, deshaceos también vosotros de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca!
¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaros y escita, esclavo y libres, sino Cristo que lo es todo y en todos.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 144, 2-3. 10-11. 12-13ab

El Señor es bueno con todos.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.

El Señor es bueno con todos.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

El Señor es bueno con todos.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

El Señor es bueno con todos.
Bienaventurados los pobres. Ay de vosotros, los ricos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 6, 20-26

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía:
"Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.
Pero, ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!.
¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!, porque tendréis hambre!.
¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!.
¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas".

Palabra de Dios


San Juan Crisostomo, Arzobispo de Constantinopla, obispo y doctor de la Iglesia


San Juan nació en Antioquía de Siria, alrededor del año 347 hijo de un funcionario imperial. Después de recibir una excelente formación clásica, se dedicó a la vida ascética y monástica.

En 386, el Obispo Flaviano le confirió el sacerdocio y le nombró predicador suyo. El santo consideraba como su primera obligación el cuidado y la instrucción de los pobres, y jamás dejó de hablar de ellos en sus sermones y de incitar al pueblo a la limosna.

El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una profunda reforma de las costumbres del clero y de los fieles. La elocuencia y el celo del santo movieron a penitencia a muchos pecadores y convirtieron a numerosos idólatras y herejes.

Otra de las actividades a las que el arzobispo consagró sus energías fue la fundación de comunidades de mujeres piadosas, siendo la más ilustre la noble Santa Olimpia. El santo Obispo se distinguió también por su extraordinario espíritu de oración, virtud ésta que predicó incansablemente, y exhortó a los fieles a la comunión frecuente.

Fue desterrado dos veces por conspiración de la reina Eudoxia y del Obispo de Alejandría, Téofilo; en el último destierro ante las penosas condiciones del viaje y la crueldad de los soldados imperiales, San Crisóstomo falleció deportado en Comana del Ponto (Turquía), el 14 de septiembre del año 407.

En 1909, San Pio X declaró al santo "Patrono de los Predicadores".

Este incomparable maestro contribuyó en gran manera, por su palabra y sus escritos, al enriquecimiento y explicación de la doctrina católica hasta el punto de merecer después de su muerte el sobrenombre de Crisóstomo, es decir, "Boca de oro", en recuerdo de sus maravillosos dones de oratoria. Pero su piedad y su indomable valor son títulos todavía más gloriosos que hacen de él uno de los más grandes pastores de la Iglesia.

Oración: Oh Dios, fortaleza de los que esperan en ti, que has hecho brillar en la Iglesia a san Juan Crisóstomo por su admirable elocuencia y su capacidad de sacrificio, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos llene de fuerza el ejemplo de su valerosa paciencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Aunque murió el 14 de septiembre su fiesta se celebra el 13 del mismo mes.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 12 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 12/09/2023 - Martes de la 23ª semana de Tiempo Ordinario

El Señor os vivificó con él, y nos perdonó todos los pecados
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2, 6-15

Hermanos:
Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded unidos a él, arraigados y edificados en él, afianzados en la fe que os enseñaron, y rebosando agradecimiento.
Cuidado con que nadie os envuelva con teorías y con vanas seducciones de tradición humana, fundadas en los elementos del mundo y no en Cristo.
Porque en él habita la plenitud de la divinidad corporalmente, y por él, que es cabeza de todo Principado y Potestad, habéis obtenido vuestra plenitud.
En él habéis sido también circuncidados con una circuncisión no hecha por manos humanas mediante el despojo del cuerpo de carne, con la circuncisión de Cristo.
Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él, por la fe en la fuerza de Dios que lo resucitó de los muertos. Y a vosotros, que estabais muertos por vuestros pecados y la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó con él, y nos perdonó todos los pecados.
Canceló la nota de cargo que nos condenaba con sus cláusulas contrarias a nosotros; la quitó de en medio, clavándola en la cruz, y, destituyendo por medio de Cristo a las Potestades y los Principados, los exhibió en público espectáculo, y los llevó cautivos en su cortejo.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 144, 1-2. 8-9. 10-11

El Señor es bueno con todos.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

El Señor es bueno con todos.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es bueno con todos.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

El Señor es bueno con todos.
Pasó la noche orando. Escogió a doce, a los que también nombró apóstoles
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 6, 12-19

En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en un llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra de Dios


Fiesta del Santo Nombre de María


El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la iglesia de occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia.

Esta conmemoración es probablemente algo más antigua que el año 1513, aunque no se tienen pruebas concretas sobre ello. Todo lo que podemos decir es que la gran devoción al Santo Nombre de Jesús, que se debe en parte a las predicaciones de San Bernardino de Siena, abrió naturalmente el camino para una conmemoración similar del Santo Nombre de María.

El evangelista san Lucas, en la escena de la Anunciación, escribe: "Y el nombre de la Virgen era María". Benedicto XVI decía el 12 de septiembre de 2006: "Celebramos hoy la fiesta del 'Nombre de María'. María, la Madre del Señor, recibió del pueblo fiel el título de "Abogada", pues es nuestra abogada ante Dios.

Desde las bodas de Caná la conocemos como la mujer benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que percibe las necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante el Señor. Hoy hemos escuchado en el evangelio cómo el Señor la entrega como Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros.

En todas las épocas los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre la seguridad y la confiada esperanza que nos llenan de gozo en Dios y en nuestra fe en él. Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios. Sí, el que cree nunca está solo".

Oración: Te pedimos, Dios Todopoderoso, que a cuantos celebramos el nombre glorioso de santa María Virgen, ella nos consiga los beneficios de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Beatos Apolinar Franco y Compañeros

Son seis mártires de Japón, que fueron quemados vivos en Omura el 12 de septiembre de 1622. Tres eran franciscanos y tres dominicos.
Apolinar Franco nació en Aguilar de Campoo (Palencia, España) hacia el año 1570, estudió leyes en la Universidad de Salamanca y luego vistió el hábito franciscano en la Provincia observante de Santiago. Religioso austero y contemplativo, recibió la ordenación sacerdotal y fue un predicador renombrado. En 1600 partió para Filipinas, y dos años después pasó a Japón, donde estuvo evangelizando e instituyendo obras de beneficencia hasta que, en 1614, los misioneros fueron expulsados. Pasó entonces a la clandestinidad para seguir atendiendo a los cristianos. Lo detuvieron en 1617 y, después de cinco años terribles de cárcel, vividos con gran paciencia y mansedumbre para ejemplo de propios y extraños, lo condenaron a muerte.

Francisco de San Buenaventura era un japonés que se había educado con los franciscanos, y que se hizo compañero y catequista del beato Apolinar. Cuando a éste lo apresaron, él estaba ausente, y, al enterarse, acudió al gobernador a quien reprochó sus delitos y su apostasía de la fe cristiana; el gobernador, irritado, lo encerró con el P. Apolinar, quien, en la cárcel, lo admitió al noviciado y a la profesión en la Orden franciscana.

También Pablo (o Pedro) de Santa Clara era japonés y catequista con el P. Apolinar, con quien lo encarcelaron y bajo cuya guía y autoridad, pues era el superior de los misioneros franciscanos, hizo en la cárcel el noviciado y profesó la Regla de san Francisco.

Tomás de Zumárraga nació en Vitoria (España) el año 1577, ingresó en la Orden de Predicadores y, ordenado de sacerdote, partió para Filipinas en 1601, de donde pasó a Japón. Evangelizó en medio de muchos peligros y, después de cinco años de cruel prisión, recibió la corona del martirio.

Domingo Magoshichi era japonés, colaborador del P. Tomás a quien, en la cárcel, pidió el hábito dominico, que le fue concedido. Mateo de Santo Tomás Chiwiato también era japonés y colaborador del P. Tomás, de quien recibió el hábito dominico en la cárcel.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 11 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 11/09/2023 - Lunes de la 23ª semana de Tiempo Ordinario

Nombrado servidor de la Iglesia para llevar a plenitud el misterio escondido desde siglos
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 24-2, 3

Hermanos:
Ahora me alegro de mi sufrimiento por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado servidor, conforme al encargo que me ha sido encomendado en orden a vosotros: llevar a plenitud la palabra de Dios, el misterio escondido desde siglos y generaciones y revelado ahora a sus santos, a quienes Dios ha querido dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para presentarlos a todos perfectos en Cristo. Por este motivo lucho denodadamente con su fuerza, que actúa poderosamente en mí.
Quiero que sepáis el duro combate que sostengo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente; para que se llenen de ánimo sus corazones y, estrechamente unidos en el amor mutuo, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y el perfecto conocimiento del misterio de Dios, que es Cristo.
En él están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 61, 6-7. 9
De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Descansa solo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
Dios es nuestro refugio.

De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Estaban al acecho para ver si curaba en sábado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 6, 6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar.
Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada:
"Levántate y ponte ahí en medio".
Y, levantándose, se quedó en pie.
Jesús les dijo:
"Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?".
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo:
"Extiende tu mano".
Él lo hizo y su mano quedó restablecida.
Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.

Palabra de Dios


San Emiliano

Santo español, nacido en el año 473 en Berceo (La Rioja). Hijo de una familia campesina de origen hispanorromano, siendo en su juventud pastor de ovejas. Decidió dedicarse a la vida contemplativa, por lo que pasó a ser uno de los discípulos del monje Félix, retirado en los montes de Bilibio, cerca de Haro, donde llevó una vida solitaria y penitente. Se sujetó a la disciplina monacal, pero encontrándola demasiado holgada, se retiró a la soledad durante cuarenta y cuatro años en los montes Distercio, soportando allí las inclemencias del tiempo y la dureza de condiciones del lugar.

Su fama de santidad se extendió de tal manera que todos los que estaban en dificultades espirituales acudían a él y fue llamado por el obispo de Tarazona, Dídimo, quien no consintió que tanta virtud se perdiese en la soledad del monte, le ordenó sacerdote y le puso al cargo de la parroquia de Santa Eulalia, en su pueblo natal Berceo.

El paso por la parroquia resultó un estruendoso fracaso ya que las tareas administrativas no parecían encajar con su carácter y entregaba todas las donaciones propiedad de la parroquia a los necesitados por lo que fue acusado de malversación del dinero parroquial por sus hermanos sacerdotes y reprendido por el obispo, quien lo destituyó del cargo.

Decide volver a su soledad y se retira al valle de Suso o de arriba, cercano a su pueblo, donde transcurre la última etapa de su vida. En torno al santo va formándose una comunidad de hermanos y hermanas que formarán un oratorio primitivo, sus nombres son: Aselo, Geroncio, Citonato, Sofronio, Oria y Potamia.

San Juan Gabriel Perboyre

Nació en Montgesty (Mediodía-Pirineos, Francia) en 1802 de familia numerosa; tanto él como sus dos hermanos entraron en la Congregación de la Misión, y Jean-Gabriel recibió la ordenación sacerdotal en 1826. Comenzó su ministerio en la formación de los seminaristas, pero a la muerte de su hermano Luis durante su viaje a China, solicitó sustituirlo. Llegó a China en 1835 y, después de ambientarse y prepararse en Macao, inició su ministerio.

En 1839 se desencadenó la persecución contra la religión cristiana. El 16 de septiembre de aquel año, fue detenido por un grupo de soldados que, con amenazas, habían obligado a un catecúmeno a revelar el lugar donde se escondía el misionero. Así inició su largo calvario, indefenso, a merced de carceleros y jueces. Lo sometieron a varios procesos y un sinfín de interrogatorios.

Le pidieron que traicionara a sus compañeros de fe, pero siempre se negó. El 11 de septiembre de 1840 fue llevado junto con siete delincuentes a una altura de Wuchang (Hebei), donde los estrangularon. Juan Pablo II lo canonizó en 1996.

San Patiens, Obispo de Lyon

En la serie de calamidades que azotaron a las Galias durante un período que abarcó buena parte del siglo V, Dios favoreció a sus servidores al enviarles a este santo prelado que les sirvió de consuelo y de apoyo. Alrededor del año 450, fue elevado a la sede episcopal de Lyon. La devastadora incursión de los Godos en Borgoña provocó una época de hambre, durante la cual, San Patiens, por cuenta propia, alimentó a millares, gracias a la providencia, que siembre le daba ciento por uno, multiplicando sus caudales maravillosamente a fin de que siempre hubiera lo suficiente con qué construir iglesias, repararlas y socorrer a los pobres, "en cualquier rincón de las Galias que estuvieran".

El santo era calificado como un hombre virtuoso y justo, activo, ascético y misericordioso y era muy admirado por su celo apostólico y su gran caridad hacia los pobres. Gracias a su solicitud pastoral y a sus sermones, numerosos herejes se convirtieron, sobre todo amos y señores de Lyon que por aquel entonces, favorecían decididamente la herejía de los arrianos y aún había algunos obispos en las diócesis que no estaban libres de aquellos errores.

Cuando la diócesis de Chalon-sur-Saòne quedó envuelta en la confusión y la discordia por la muerte de su Obispo, San Eufronio de Autun invitó a San Patiens para que le ayudase en la pacificación de la comarca y en la terminación del escándalo. Por orden de San Patiens, uno de los sacerdotes de su clero, llamado Constancio, escribió la "Vida de San Germano de Auxerre", la que el autor dedicó a su obispo. Se desconoce la fecha exacta de su deceso pero al parecer, ocurrió alrededor del año 480.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 10 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 10/09/2023 - Domingo de la 23ª semana de Tiempo Ordinario

Si no hablas al malvado, te pediré cuenta de su sangre
Primera Lectura. Ezequiel 33, 7-9

Esto dice el Señor:
"A ti, hijo de hombre, te he puesto de centinela en la casa de Israel; cuando escuches una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte.
Si yo digo al malvado: "¡Malvado, eres reo de muerte!", pero tú no hablas para advertir al malvado que cambie de conducta, él es un malvado y morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre.
Pero si tú adviertes al malvado que cambie de conducta, y no lo hace, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida".

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 94, 1-2. 6-7. 8-9

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón".
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón".
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón".
Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras".

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón".
La plenitud de la ley es el amor
Segunda Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10
Hermanos:
A nadie le debáis nada, más que amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el "no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás", y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor.

Palabra de Dios


Si te hace caso, has salvado a tu hermano
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Si tu hermano peca, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano.
En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.
Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".

Palabra de Dios


San Nicolás de Tolentino

Nació en Sant'\''Angelo in Pontano (Marcas, Italia) el año 1245. A los 14 años entró en los Ermitaños de San Agustín como oblato, más tarde profesó como religioso y en 1269 se ordenó de sacerdote. Tuvo varios destinos y desde 1275 estuvo destinado en Tolentino. Dedicaba una buena parte de su jornada a la oración y a la penitencia.

Severo consigo mismo, era comprensivo con los demás, y se imponía a sí mismo las penitencias de los otros. Era un asceta que difundía sonrisas, un penitente que trasmitía alegría. Después de horas de oración y ayuno a pan y agua, se entregaba al apostolado predicando por los pueblos de las Marcas y atendiendo el confesonario.

Muchos fieles se convertían a Dios al escucharle, y acudían, incluso desde lejos, a confesarse con él quedando llenos de su confianza gozosa. Visitaba a los enfermos en sus casas y los socorría. Dios le concedió experiencias místicas y tuvo fama de milagros. Murió el 10 de septiembre de 1305 en Tolentino.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."