miércoles, 27 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 27/09/2023 - Miércoles de la 25ª semana de Tiempo Ordinario

Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud
Primera Lectura. Esdras 9, 5-9

Yo, Esdras, a la hora de la ofrenda de la tarde salí de mi abatimiento y, con mi vestidura y el manto rasgados, me arrodillé, extendí las palmas de mis manos hacia el Señor, mi Dios, y exclamé:
"Dios mío, estoy avergonzado y confundido; no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti, porque nos hemos hecho culpables de numerosas faltas y nuestros delitos llegan hasta el cielo.
Desde la época de nuestros padres hasta hoy hemos pecado gravemente. Por causa de nuestros delitos, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados a los reyes extranjeros, a la espada, a la esclavitud, al saqueo y a la vergüenza, como sucede todavía hoy.
Pero ahora, en un instante, el Señor nuestro Dios nos ha otorgado la gracia de dejarnos un resto y de concedernos un lugar en el templo santo. El Señor ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud.
Porque somos esclavos, pero nuestro Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud, sino que nos ha otorgado el favor de los reyes de Persia, nos ha dado y respiro para reconstruir el el templo de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y nos ha proporcionado un refugio seguro en Judá y Jerusalén".

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. Tb 13, 2. 3-4. 6

Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Bendito sea Dios, que vive eternamente;
y cuyo reino dura por los siglos.
Él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.

Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Dadle gracias, hijos de Israel, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza.

Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro padre por todos los siglos.

Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre las naciones
por donde estáis dispersados.

Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Que todos alaben al Señor
y le den gracias en Jerusalén.

Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Les envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 9, 1-6

En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:
"No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos".
Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

Palabra de Dios


San Vicente de Paul

San Vicente -cuyo nombre significa victorioso- solía decir, por experiencia propia, a los impacientes: "Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades". Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión".

Nació en el pueblo Pouy, distrito de Tarbes al sudoeste de Francia en abril de 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. No experimentó la extrema miseria pero sí una dura pobreza y un arduo trabajo. Tuvo el privilegio de estudiar y, para tener un ingreso, ayudó a otros alumnos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote en 1600 a los 19 años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor.

Tenía un proyecto centrado en sí mismo y gastó varios años de su vida tratando de realizarlo. El Señor es paciente y esperaba una respuesta valiente y generosa. En esta etapa de su vida Vicente va de fracaso en fracaso. En una carta suya de 1607 cuenta que fue hecho prisionero por unos piratas cuando navegaba de Marsella a Narbona, y fue llevado cautivo y vendido como esclavo a Túnez. Experimentó el maltrato y la pobreza pero también la fuerza y el consuelo de la fe cristiana. Al volver a París es públicamente acusado de ladrón y pasará luego un calvario de tentaciones contra la fe.

En medio de sus fracasos supo escuchar una voz que lo llamaba a entregarse. ¿A qué? ¿A quién? ¡Al servicio de los pobres por amor a Jesucristo! Vicente buscó ayuda en personas con ideales y horizontes, dispuestas a empujarlo a la superación, al sacrificio y la entrega. Así fueron apareciendo en su vida el espiritual y sabio Pedro de Berulle, el sencillo y apostólico Antonio Duval y San Francisco de Sales de quien recibió Vicente amplias influencias.

En 1612, por medición de Berulle, llega como párroco de Clichy donde vive su enorme capacidad de contagio y renovación cristiana. En 1613 por indicaciones del mismo Berulle deja Clichy para atender, como maestro, a los hijos de la familia Gondi, una de las más ricas, nobles e influyentes de Francia. De allí 'se escapó' a la parroquia de Chatillon. Sólo 6 meses pasaría allí antes de volver nuevamente con los Gondi, ahora con una total libertad para entregarse a la evangelización y al servicio de los pobres del campo.

Con un amor "inventivo hasta el infinito" realiza importantes fundaciones:
1617 – Es el año de la creación de las "Cofradías de la Caridad" que hasta nuestros días sigue sembrando el amor organizado a favor de los pobres.

1625 – Surge la Congregación de la Misión como una respuesta a las necesidades de evangelización de los pobres campesinos.
El Ministro Gondi nombró al P. Vicente como capellán de las grandes regiones donde tenía sus haciendas, descubriendo con horror que los campesinos ignoraban totalmente la religión; que las pocas confesiones que hacía eran sacrílegas porque callaban casi todo, y que no tenían quién les instruyera.

Se consiguió un grupo de sacerdotes amigos, y empezó a predicar misiones por esos pueblos. La gente acudía por centenares y miles a escuchar los sermones, se confesaban y enmendaban su vida. Fue ahí donde vio la necesidad de fundar la Comunidad de Padres Vicentinos, dedicada a instruir y ayudar a los más necesitados. La obra apostólica del santo se extendió velozmente fundando no sólo comunidades sino también grupos de caridad para ayudar e instruir a las gentes más pobres; sin embargo, para dirigir las misiones el santo vio la necesidad de que fueran religiosas quienes lo ayudasen fundando la comunidad de las hermanas vicentinas a cargo de Santa Luisa de Marillac.

1633 - Fundación de las Hijas de la Caridad, obra conjunta de San Vicente y Santa Luisa de Marillac.

París y otras ciudades francesas estaban llenas de pobres, dementes, pordioseros, mujeres en venta, mutilados y bandas organizadas que, por las buenas o por las malas, conseguían sobrevivir. La buena sociedad les tenía miedo, se sentía insegura con tanto pobre. Los políticos escribieron cientos de leyes contra la mendicidad y los pobres. Eran leyes inútiles.

Vicente y los suyos, con instituciones, escuelas, asilos, evangelio, limosnas y mucha organización, recuperaron para la dignidad y la vida a cientos de miles y miles de estos pobres, víctimas de una mala estructura económica, del pillaje de las guerras, de los impuestos abusivos, de las malas cosechas del campo.

¿Cómo fue posible tanta profundidad, tanto servicio y tanta capacidad para contagiar y organizar a otros? "¡Amemos a Dios, hermanos míos, decía Vicente, pero que sea con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos!". Él sólo pretendía "hacer en la tierra lo mismo que hizo nuestro Señor, esto es, hacer la voluntad de Dios". Vicente de Paúl fue un apasionado de Jesucristo. De ahí floreció su pasión por el cuidado de los pobres.

San Vicente de Paúl murió el 27 de septiembre de 1660, a los 80 años de edad y fue canonizado en 1737. El Santo Padre León XIII lo proclamó Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad. Desde la casa del Padre nos mira, nos acompaña y nos pregunta ¿Y tú, qué haces con tu vida? ¿A quién sirves? ¿A quién llevas la amorosa salvación de Jesucristo?

Oración: Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 25 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 25/09/2023 - Lunes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario

El que pertenezca al pueblo del Señor que suba a Jerusalén, a reconstruir el templo del Señor
Primera Lectura. Comienzo del libro de Esdras 1, 1-6
Comienzo del libro de Esdras. El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías, el Señor despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia, para que proclamara de palabra y por escrito en todo su reino: «Esto dice Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. El que de vosotros pertenezca a su pueblo, que su Dios sea con él, que suba a Jerusalén de Judá, a reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. Y a todos los que hayan quedado, en el lugar donde vivan, que las personas del lugar en donde estén les ayuden con plata, oro, bienes y ganado, además de las ofrendas voluntarias para el templo del Dios que está en Jerusalén». Entonces, los cabezas de familia de Judá y Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos aquellos a quienes Dios había despertado el espíritu, se pusieron en marcha hacía Jerusalén para reconstruir el templo del Señor. Todos los vecinos les ayudaron con toda clase de plata, oro, bienes, ganado y objetos preciosos, además de las ofrendas voluntarias.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6

El Señor ha estado grande con nosotros.
Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

El Señor ha estado grande con nosotros.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

El Señor ha estado grande con nosotros.
Recoge, Señor, a nuestros cautivos,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

El Señor ha estado grande con nosotros.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.

El Señor ha estado grande con nosotros.

La lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luz
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público. Mirad, pues, cómo oís. Al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».

Palabra de Dios

San Sergio de Radonez

Es considerado gran maestro de la vida monástica rusa y protector de Rusia. Nació de familia noble en Rostov en torno al año 1314. A los veinte años, siguiendo el ejemplo de los Padres del desierto, inició la vida eremítica en un bosque cerca de Radonez, no lejos de Moscú.

Pronto se le unieron muchos seguidores, y en 1354 empezó con ellos la vida monástica en comunidad. Así nació el monasterio de la Santísima Trinidad, punto de referencia para el monacato de la Rusia septentrional.

"Como san Francisco de Asís, santo al que muchos hagiógrafos lo han comparado, san Sergio trabajaba con empeño no sólo al servicio de la Iglesia, sino también al de la sociedad, oponiéndose al egoísmo y a los intereses privados y difundiendo la paz y el amor de Cristo" (Juan Pablo II, Angelus del 4-X-92).

Se le atribuyeron experiencias místicas, como las visiones. Murió en su monasterio el 25 de septiembre de 1392, y sus restos mortales se veneran en la iglesia de la Santísima Trinidad, lugar que a lo largo de los siglos ha sido y sigue siendo un importante centro de la espiritualidad rusa.

San Cleofás discípulo

Conmemoración de san Cleofás, discípulo del Señor, a quien, con el otro compañero itinerante, ardía el corazón cuando Cristo, en la tarde de Pascua, se les apareció en el camino explicándoles las Escrituras, y después, en la casa de Cleofás, en Emaús, conocieron al Salvador en la fracción del pan.







San Carlos de Sezze, Franciscano

Nació en 1620 en el pueblo italiano de Sezze. Un día una bandada de aves espantó a los bueyes que Carlos dirigía cuando estaba arando, y estos arremetieron contra él con grave peligro de matarlo. Cuando sintió que iba a perecer en el accidente, prometió a Dios que si le salvaba la vida se haría religioso. Y milagrosamente quedó ileso. Pidió entonces a unos religiosos franciscanos que le ayudaran a entrar en su comunidad y ellos lo invitaron a que fuese a Roma para que hablara con el superior de la congregación. Así lo hizo junto con tres compañeros más y tras ser probados en la humildad tratándolos con mucha dureza, el superior accedió a admitirlos.

Ante el pedido de muchas personas que le pedían incesantemente que redactase algunas normas para orar mejor y crecer en santidad, el santo publicó un folletín causándole diversas dificultades por lo que casi es expulsado de su comunidad. Humillado se arrodilló ante un crucifijo para contarle sus angustias, y oyó que Nuestro Señor le decía: "Ánimo, que estas cosas no te van a impedir entrar en el paraíso". La petición más frecuente del hermano Carlos a Dios era esta: "Señor, enciéndeme en amor a Ti". Y tanto la repitió que un día durante la elevación de la santa hostia en la Misa, sintió que un rayo de luz salía de la Sagrada Forma y llegaba a su corazón. Al fin los superiores se convencieron de que este sencillo religioso era un verdadero hombre de Dios y le permitieron escribir su autobiografía y publicar dos libros más, uno acerca de la oración y otro acerca de la meditación.

El Papa Juan XXIII lo declaró santo en 1959, porque su vida es un ejemplo de que aún en los oficios más humildes y en medio de humillaciones e incomprensiones podemos llegar a un alto grado de santidad y llegar a la gloria del cielo.

sábado, 23 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 23/09/2023 - Sábado de la 24ª semana de Tiempo Ordinario

Guarda el mandamiento sin mancha hasta la manifestación del Señor
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6,13-16
Querido hermano:
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor e imperio eterno. Amén.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 99, 2. 3. 4. 5

Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre.

Entrad en la presencia del Señor con vítores.
"El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades".

Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Lo de la tierra buena son los que guardan la palabra y dan fruto perseverancia
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 8, 4-15
En aquel tiempo, habiéndose reunido una gran muchedumbre y gente que salía de toda la ciudad, dijo Jesús en parábola:
"Salió el sembrador a sembrar su semilla.
Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso y, después de brotar, se secó por falta de humedad.
Otro parte cayó entre abrojos, y los abrojos, creciendo al mismo tiempo, la ahogaron.
Y otra parte cayó en tierra buena y, después de brotar, dio fruto al ciento por uno".
Dicho esto, exclamó:
"El que tenga oídos para oír, que oiga".
Entonces le preguntaron los discípulos qué significaba esa parábola.
Él dijo:
"A vosotros se os ha otorgado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás, en parábolas, 'para que viendo no vean y oyendo no entiendan'.
El sentido de la parábola es este: la semilla es la palabra de Dios.
Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
Los del terreno pedregoso son los que, al oír, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan.
Lo que cayó entre abrojos son los que han oído, pero, dejándose llevar por los afanes y riquezas y placeres de la vida, se quedan sofocados y no llegan a dar fruto maduro.
Lo de la tierra buena son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia".

Palabra de Dios


San Pío de Pietrelcina

Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el "Fraile" estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.

El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el padre, Grazio Forgione, y la madre, Maria Giuseppa Di Nunzio, ya tenían otros hijos.

Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguió de sus coetáneos. Tal "diversidad" fue observada por sus parientes y amigos. Mamá Peppa contó - "no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre nos obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no salió nunca con los compañeros. A veces le dije: "Francì sal un poco a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman". Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fué uno de los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran absolutamente normales.

Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, ingresó como clérigo a la Orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone. El día anterior de entrar al Seminario, Francisco tuvo una visión de Jesús con su Santísima Madre. En esta visión Jesús puso su mano en el hombro de Francisco, dándole coraje y fortaleza para seguir adelante. La Virgen María, por su parte, le habló suave, sutil y maternalmente penetrando en lo más profundo de su alma.

Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Poco después de su ordenación, le volvieron las fiebres y los males que siempre le aquejaron durante sus estudios, y es enviado a su pueblo, Pietrelcina, para que se restableciera de salud. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte.

El Padre Pío iniciaba sus días despertándose por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó muchas almas.

Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre Pío fué lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918, tras 8 años de sacerdocio, cuando rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas de Nuestro Señor Jesucristo en sus manos, pies y costado izquierdo, convirtiéndose en el primer sacerdote estigmatizado. Los estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo fraile.

En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre Pío cuenta su "crucifixión": "¿Qué cosa os puedo decir a los que me han preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura!

Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma rutina.

Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho.

La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación...."

Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los "Grupos de ruego", hoy llamados "grupos de oración" y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un moderno hospital: "Casa Alivio del Sufrimiento."

En septiembre de 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. El Padre Pío celebró la Misa a la hora acostumbrada. Alrededor del altar hubo 50 grandes macetas con rosas rojas para sus 50 años de sangre... A los dos días murmurando por largas horas "Jesús, María!", muere el Padre Pío, a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968. Los que estaban presentes quedaron largo tiempo en silencio y en oración. Después estalló un largo e irrefrenable llanto por la partida de este maravilloso fraile, escogido por Dios para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.

El funeral del Padre Pío fue impresionante ya que se tuvo que esperar cuatro días para que la multitud de personas pasaran a despedirse. Se calcula que más de cien mil personas participaron del entierro. Al morir desaparecieron los estigmas con el cual el Señor ha confirmado su origen místico y sobrenatural.

Muchas han sido las sanaciones y conversiones concedidas por la intercesión del Padre Pío e innumerables milagros han sido reportados a la Santa Sede.

El 18 de diciembre, de 1997, Su Santidad Juan Pablo II pronunció venerable al Padre Pío. Este paso, aunque no tan ceremonioso como la beatificación y canonización, es ciertamente la parte más importante del proceso.

Fue beatificado por su S.S. Juan Pablo II el 2 de mayo de 1999 en una solemne Concelebración Eucarística en la Plaza San Pedro.

El 16 de junio del 2002 fue declarado San Pío de Pietrelcina en presencia de S.S. Juan Pablo II, en una solemne misa en la Plaza San Pedro.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

viernes, 22 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 22/09/2023 - Viernes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA Tú, en cambio, hombre de Dios, busca la justicia.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6,2c-12

Querido hermano:

Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar.

Si alguno enseña otra doctrina y no se aviene a las palabras sanas de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones y discusiones sobre palabras; de ahí salen envidias, polémicas, blasfemias, malévolas suspicacias, altercado interminables de hombres corrompidos en la mente y privados de la verdad, que piensan que la piedad es un medio de lucro.

La piedad es ciertamente una gran ganancia para quien se contenta con lo suficiente. Pues nada hemos traído al mundo, como tampoco podemos llevarnos nada de él. Teniendo alimentos y con qué cubrirnos, contentémonos con esto.

Los que quieren enriquecerse sucumben a la tentación, se enredan en un lazo y son presa de muchos deseos absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque el amor al dinero la codicia es la raíz de todos los males, y algunos, arrastrados por él, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos.

Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas. Busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado, y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.

Palabra de Dios.



Salmo 48, 6-8. 9-10. 17-18. 19-20
R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?

R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa. R.

R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él. 

R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con la generación de sus padres,
que no verán nunca la luz. 

R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Aleluya Cf. Mt 11, 25

EVANGELIO. Las mujeres iban con ellos, y les servían con sus bienes.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Palabra del Señor


San Mauricio

La legión de Tebas fue una de esas que Diocleciano sacó del Este para componer su ejército para su expedición a la Galia. Maximiliano, al cruzar los Alpes, hizo un alto con su ejército para que los soldados pudieran descansar. Llegaron a Octodurun, una ciudad en Rhône sobre el lago de Ginebra. Aquí Maximiliano dió orden de que todo el ejército se uniese para hacer un sacrificio a los dioses por el éxito de la campaña. La legión de Tebas se retiró de allí y acampó cerca de Agauno ahora llamado Saint Maurice d´Agaune, a tres leguas de Octodurun. El emperador les mandó de nuevo las órdenes para que volviesen al campamento y se unieran a los sacrificios; y, ante su constante y unánime negación ordenó que fueran diezmados. Así, se dió muerte a diez hombres, elegidos por sorteo; el resto, mientras tanto se exortaban los unos a los otros a la perseverancia.

Después de la primera matanza se comenzaría una segunda a menos que los soldados acataran las órdenes; pero gritaron que sufrirían lo más extremo antes de hacer algo contrario a su religión. Fueron animados principalmente por tres de sus oficiales, Mauricio, Exuperius y Cándido.

El emperador mandó nuevas amenazas de que si persisitían en su desobediencia ninguno de entre ellos escaparía de la muerte. La legión contestó con una debida amonestación, la esencia de la cual se contiene aquí: "Somos tus soldados, pero los siervos del verdadero Dios. Solo te debemos servicio y obediencia militar pero no podemos renunciar a Él que es nuestro maestro y creador. Tú nos ordenas castigar a los cristianos: mira, nosotros somos tales. Tenemos armas en nuestras manos pero no opondremos resistencia, porque preferimos morir como inocentes." Esta legión estaba constituída por alrededor de 6600 hombres. Maximiliano ordenó a todo su ejército que los rodeara y los cortara en trozos. No se resistieron, sino que dejaron caer sus armas y sufrieron una carnicería como inocentes ovejas. El suelo se cubrió con sus cuerpos, y arroyos de sangre corrían por todos lados. Estos mártires son llamados por Fortunato "La Feliz Legión". Su festividad se menciona en este día en los martiriólogos de San Jerónimo, Bead y otros.

San Alfonso de Orozco

Nació en la localidad de Oropesa, Diócesis de Avila, en el año de 1500, y desde temprana edad sintió el fervoroso deseo de consagrarse al servicio de Dios. Realizó sus estudios en Talavera y en Toledo para luego continuarlos en la universidad de Salamanca, donde gracias a los sermones de Santo Tomás de Villanueva, tomó los hábitos de la orden de lo Ermitaños de San Agustín a la edad de 22 años.

Tras su ordenación, Fray Alfonso se entregó en cuerpo y alma a la enseñanza, la predicación y otras actividades de su apostolado, y su profundo conocimiento del alma humana y su evidente bondad, le hicieron muy solicitado como confesor. En cuatro ocasiones, fue prior de otras tantas casas de agustinos y dos años más tarde fue nombrado predicador de la corte y enseguida comenzó a ejercer su influencia sobre la nobleza, a quienes atraía tanto por la elocuencia de sus sermones como por la calidad exquisita de su música, a la que era muy afecto y destacaba por su destreza.

Durante treinta años realizó el trabajo de mantener la vida cristiana en su más alto nivel de entre la nobleza y la gentilidad, así como entre la servidumbre de la corte española. Falleció a la edad de noventa años, fue beatificado en 1881, y canonizado en el 2002 por Juan Pablo II.

José Aparicio Sanz y 232 compañeros mártires

El 11 de marzo del año 2001, el papa Juan Pablo II beatificó en Roma a 233 mártires de la persecución religiosa en España durante los años 1936 y 1937, inmolados en distintos lugares y fechas, y estableció que su fiesta conjunta se celebre el 22 de septiembre.

Son el Beato José Aparicio y 232 compañeros: sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de las distintas órdenes y congregaciones, hombres y mujeres seglares, casados y solteros, ancianos y jóvenes, etc. De cada uno de ellos hacemos memoria en el día de su martirio. Entre ellos hay 49 miembros de la Familia Franciscana: 4 Franciscanos (Bto. Pascual Fortuño y Comps.); 6 Conventuales (Bto. Alfonso López y Comps.); 12 Capuchinos y 5 Clarisas-Capuchinas (Bto. Aurelio de Vinalesa y Comps.); 19 Terciarios Capuchinos y 3 Terciarias Capuchinas(Bto. Vicente Cabanes y Comps.); también hay Terciarios, miembros de la Orden Franciscana Seglar, laicos o sacerdotes seculares. A ellos nos referimos en las fechas de sus respectivos martirios.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 21/09/2023 - Jueves de la 24ª semana de Tiempo Ordinario. San Mateo Apóstol

Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelizadores
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13

Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 18, 2-3. 4-5
A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.

A toda la tierra alcanza su pregón.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje.

A toda la tierra alcanza su pregón.
Sígueme. Él se levantó y lo siguió.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: -"Sígueme."
Él se levantó y lo siguió.
Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: - "¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?"
Jesús lo oyó y dijo: - "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa 'misericordia quiero y no sacrificios': que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."

Palabra de Dios

San Mateo Apóstol y Evangelista

Las noticias sobre él son pocas e incompletas pero sí se puede trazar el perfil que ofrece el Evangelio. Mateo está siempre presente en las listas de los Doce elegidos por Jesús (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15; He 1,13). En hebreo, su nombre significa "don de Dios". El primer evangelio canónico que lleva su nombre, nos lo presenta en la lista de los doce con un apelativo muy preciso "el publicano" (Mt 10,3). De este modo se identifica con el hombre sentado en el despacho de impuestos, a quien Jesús llama a su seguimiento: "Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo 'sígueme'. Él se levantó y le siguió" (Mt 9,9). También san Marcos (Mc 2,13-17) y san Lucas (Lc 5, 27-30) narran la llamada del hombre sentado en el despacho de impuestos, pero lo llaman "Leví".

Los Evangelios nos brindan otro detalle biográfico: en el pasaje que precede a la narración de la llamada se refiere un milagro realizado por Jesús en Cafarnaún (Mt 9, 1-8; Mc 2, 1-12), y se alude a la cercanía del mar de Galilea, es decir, el lago de Tiberíades (Mc 2, 13-14). De ahí se puede deducir que Mateo desempeñaba la función de recaudador en Cafarnaún, situada precisamente "junto al mar" (Mt 4,13), donde Jesús era huésped fijo en la casa de Pedro.

Basándonos en estas sencillas constataciones que se encuentran en el Evangelio, podemos hacer un par de reflexiones. La primera es que Jesús acoge en el grupo de sus íntimos a un hombre que, según la concepción de Israel en aquel tiempo, era considerado un pecador público. En efecto Mateo no sólo manejaba dinero considerado impuro por provenir de gente ajena al pueblo de Dios, sino que además colaboraba con una autoridad extranjera, odiosamente ávida, cuyos tributos podían ser establecidos arbitrariamente. Por estos motivos, todos los evangelios hablan en más de una ocasión de "publicanos y pecadores" (Mt 9,10; Lc 15,1), de "publicanos y prostitutas" (Mt 21,31). Además, ven en los publicanos un ejemplo de avaricia (Mt 5,46: sólo aman a los que aman) y mencionan a uno de ellos, Zaqueo, como "jefe de publicanos, y rico" (Lc 19,2), mientras que la opinión popular los tenía por "hombres ladrones, injustos, adúlteros" (Lc 18,11).

Ante estas referencias, salta a la vista un dato: Jesús no excluye a nadie de su amistad. Es más, precisamente mientras se encuentra sentado a la mesa en la casa de Mateo-Leví, respondiendo a los que se escandalizaban porque frecuentaba compañías poco recomendables, pronuncia la importante declaración: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores" (Mc 2,17). La buena nueva del Evangelio consiste precisamente en que Dios ofrece su gracia al pecador. En otro pasaje, con la famosa parábola del fariseo y el publicano que subieron al templo a orar, Jesús llega a poner a un publicano anónimo como ejemplo de humilde confianza en la misericordia divina: mientras el fariseo hacía alarde de su perfección moral, "el publicano (...) no se atrevía ni a elevar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!". Y Jesús comenta "Os digo que este bajó a su casa justificado y aquel no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado" (Lc 18,13-14). Por tanto, con la figura de Mateo, los evangelios nos presentan una auténtica paradoja: quien se encuentra aparentemente más lejos de la santidad puede convertirse incluso en un modelo de acogida de la misericordia de Dios, permitiéndole mostrar sus maravillosos efectos en su existencia.

A este respecto, san Juan Crisóstomo hace un comentario significativo: observa que sólo en la narración de algunas llamadas se menciona el trabajo que estaban realizando esas personas. Pedro, Andrés, Santiago y Juan fueron llamados mientras estaban pescando; y Mateo precisamente mientras recaudaba impuestos. Se trata de oficios de poca importancia -comenta el Crisóstomo-, "pues no hay nada más detestable que el recaudador y nada más común que la pesca". Así pues, la llamada de Jesús llega también a personas de bajo nivel social, mientras realizan su trabajo ordinario.

Hay otra reflexión que surge de la narración evangélica: Mateo responde inmediatamente a la llamada de Jesús: "Él se levantó y lo siguió". La concisión de la frase subraya claramente la prontitud de Mateo en la respuesta a la llamada. Esto implicaba para él abandonarlo todo, en especial una fuente de ingresos segura, aunque a menudo injusta y deshonrosa. Evidentemente Mateo comprendió que la familiaridad con Jesús no le permitía seguir realizando actividades desaprobadas por Dios. Se puede intuir fácilmente su aplicación también al presente: tampoco hoy se puede admitir el apego a lo que es incompatible con el seguimiento de Jesús, como son las riquezas deshonestas. En cierta ocasión dijo tajantemente "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven y sígueme" (Mt 19,21). Esto es precisamente lo que hizo Mateo: se levantó y lo siguió. En este "levantarse" se puede ver el desapego de una situación de pecado y, al mismo tiempo, la adhesión consciente a una existencia nueva, recta en comunión con Jesús.

La tradición de la Iglesia antigua concuerda en atribuir a san Mateo la paternidad del primer Evangelio. Esto sucedió ya a partir de Papías, obispo de Gerápolis, en Frigia, alrededor del año 130. Escribe Papías: "Mateo recogió las palabras [del Señor] en hebreo, y cada quien las interpretó como pudo (en Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica III, 39,16). El historiador Eusebio añade este dato: 'Mateo, que antes había predicado a los judíos, cuando decidió ir también a otros pueblos, escribió en su lengua materna el Evangelio que anunciaba; de este modo trató de sustituir con un texto escrito lo que perdían con su partida aquellos de los que se separaba'".

Ya no tenemos el Evangelio escrito por san Mateo en hebreo o arameo, pero en el Evangelio griego que nos ha llegado seguimos escuchando todavía, en cierto sentido, la voz persuasiva del publicano Mateo que, al convertirse en apóstol, sigue anunciándonos la misericordia salvadora de Jesús. Escuchemos este mensaje de san Mateo, meditémoslo siempre de nuevo, para aprender también nosotros a levantarnos y a seguir a Jesús con decisión.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 19 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral  19/09/2023 - Martes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario

Conviene que el obispo sea irreprochable; asimismo los diáconos, que guarden el misterio de la fe con la conciencia pura
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 1-13

Querido hermano:
Es palabra digna de crédito que, si alguno aspira al episcopado, desea una noble tara. Pues conviene que el obispo sea irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, sensato, ordenado, hospitalario, hábil para enseñar, no dado al vino ni amigo de reyertas, sino comprensivo; que no sea agresivo ni amigo del dinero; que gobierne bien su propia casa y se haga obedecer de sus hijos con todo respeto.
Pues si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?
Que no sea alguien recién convertido a la fe, por si se le sube a la cabeza y es condenado lo mismo que el diablo.
Conviene además que tenga buena fama entre los de fuera, para que no caiga en descrédito ni en el lazo del diablo.
En cuanto a los diáconos, sean asimismo respetables, sin doble lenguaje, no aficionados al mucho vino ni dados a negocios sucios; que guarden el misterio de la fe revelada con la conciencia pura.
También que sean probados primero y, cuando se vea que son intachables, que ejerzan el ministerio
Las mujeres, igualmente, que sean respetables, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien a sus hijos y sus propias casas. Porque quienes ejercen bien el ministerio logran buena reputación y mucha confianza en lo referente a la fe que se funda en Cristo Jesús.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 100, 1-2ab. 2cd-3ab. 5. 6
Andaré con rectitud de corazón.
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?

Andaré con rectitud de corazón.
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal.

Andaré con rectitud de corazón.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes,
no los soportaré.

Andaré con rectitud de corazón.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.

Andaré con rectitud de corazón.
¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 7, 11-17

En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío.
Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo:
"No llores".
Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
"¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!".
El muerto se incorporo y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios, diciendo:
"Un gran Profeta ha surgido entre nosotros", y "Dios ha visitado a su pueblo".
Este hecho se divulgó por toda Judea y por toda la comarca circundante.

Palabra de Dios


San Genaro y Compañeros Mártires

Mártir, Obispo de Benevento. Se cree que San Genaro sufrió persecución por Diocleciano, c.305. Con respecto a la historia de su vida y martirio conocemos bastante poco. Las colecciones varias de "Hechos", aunque numerosas (cf. Biblioteca Hagiographica Latina, n. 4115-4140) son extremadamente tardías y poco confiables. Beda (c. 733) en su "Martyrologium" sintetizó la llamada "Acta Bononiensia" (ver Quentin, "Les Martyrologes historiques", 76). Podemos rastrear desde esta fuente la siguiente acepción en el actual Martirologio Romano, aunque la referencia del milagro de la licuefacción es una adición de una fecha más reciente. "En Pozzuoli en Campania [la memoria] de los santos mártires Jenaro, Obispo de Benevento, Festo, y Desiderio, lector, junto con Socio, diácono de la iglesia de Misenas, Próculo, diácono de Pozzouli, Eutiques y Acucio, quienes tras sufrir cadenas y prisión fueron decapitados en el tiempo el Emperador Diocleciano. El cuerpo de San Genaro fue llevado a Nápoles, donde fue sepultado honorablemente en la iglesia, donde su santa sangre es conservada en una redoma de cristal y al estar cerca de su cabeza, se torna líquida y burbujea como si estuviera fresca."

En el Breviario se da un recuento más largo. Ahí se nos dice que "Timoteo, Presidente de Campania", fue el oficial que condenó a los mártires, que Genaro fue arrojado a un horno ardiente, pero las llamas no lo tocaban, y que después el santo y sus compañeros fueron expuestos a bestias salvajes en el anfiteatro sin ningún efecto. Timoteo, al declarar que eso se debía a la magia y ordenar la decapitación de los mártires, fue atacado por la ceguera, pero Genaro lo curó y cinco mil personas fueron convertidas a Cristo antes de que los mártires fueran degollados. Entonces, como dice la lección del Breviario, "las ciudades de esas costas pelearon por obtener los cuerpos para honrarse como sus sepulcros y asegurarse de tenerlos como abogados ante Dios. Por Su Voluntad, las reliquias de Genaro fueron llevadas finalmente a Nápoles, después de haber sido trasladadas de Pozzuoli a Benevento y de ahí a Monte Vergine. Cuando las reliquias llegaron de ese lugar a Nápoles, fueron puestas en la iglesia principal y han alcanzado gran fama por los abundantes milagros. Entre estos resulta destacable el haber calmado erupciones del Monte Vesubio, cuando pareció que tanto las cercanías como lugares alejados iban a ser destruidos. También es bastante conocido y constituye un hecho claro que se puede ver hasta nuestros días, que la sangre de San Jenaro, que se conserva seca en un pequeña redoma de cristal, se pone a la vista de la cabeza de dicho mártir, empieza a bullir y a burbujear de una forma muy extraña, como si estuviera fresca y recién derramada."

Es especialmente este milagro de la licuefacción el que ha dado celebridad al nombre de Genaro y en esto ocuparemos la atención. Establezcamos cuanto antes que la suposición de truco o impostura deliberada está fuera de cuestión, como ahora están dispuestos a admitir los oponentes honestos. Por más de cuatrocientos años ha ocurrido la licuefacción en intervalos frecuentes. Si fuera un truco sería necesario admitir que todos los arzobispos de Nápoles y un sinnúmero de eclesiásticos eminentes por su saber y muchas veces por su gran santidad fueron cómplices del fraude, así como un número de funcionarios seglares; porque la reliquia está tan protegida, que su exposición requiere de la presencia de tanto autoridades civiles como eclesiásticas.

Oración: Tú que nos concedes, Señor, venerar la memoria de tu mártir san Jenaro, otórganos también la gracia de gozar de su compañía en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 18 de septiembre de 2023

Lecturas y Santoral 18/09/2023 - Lunes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario

Que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios que quiere que todos los hombres se salven
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 1-8

Querido hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar un vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol -digo la verdad, no miento-, maestro de los naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 27, 2. 7. 8-9

Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
Escucha mi voz suplicante
cuando te pido auxilio,
cuando alzo las manos
hacia tu santuario.

Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
El Señor es mi fuerza y mi escudo:
en él confía mi corazón;
me socorrió, y mi corazón se alegra
y le canta agradecido.

Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
El Señor es fuerza para su pueblo,
apoyo y salvación para su Ungido.
Salva a tu pueblo y bendice tu heredad,
sé su pastor y llévalos siempre.

Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
Ni en Israel he encontrado tanta fe.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 7, 1-10

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
"Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga".
Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
"Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: 'Ve', y va; al otro: 'Ven', y viene; y a mi criado: 'Haz esto', y lo hace".
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
"Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe".
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

Palabra de Dios


José de Copertino

Nació el año 1603 en Copertino, pueblo del sur de Italia, de familia pobre y honrada. Desde joven mostró tener muy escasas las dotes intelectuales y las habilidades manuales. Superando muchas dificultades ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales y sólo gracias a la fuerte ayuda de Dios llegó al presbiterado.

Tras su ordenación sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las almas. Adornado de carismas singulares, éxtasis y levitaciones, por lo que es conocido como el "Santo de los vuelos", los superiores tuvieron que cambiarlo con frecuencia de un convento a otro, huyendo del fanatismo popular.

Descolló por su obediencia, humildad, paciencia y caridad para con los necesitados de Dios. Manifestó ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en especial la Eucaristía, y a la Madre de Dios.

Sus biógrafos dicen que lograba transmitir su santa y franciscana alegría mediante el modo de orar, enriquecido por atractivas composiciones musicales y versos populares que entusiasmaban a sus oyentes, reavivando su devoción.

Murió en Ósimo (Marcas) en 1663.

Oración: Dios de misericordia, que con admirable sabiduría has querido que tu Hijo, al ser levantado de la tierra, atrajera todas las cosas hacia él, concédenos, por intercesión de san José de Copertino, tender a la perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de la malicia de este mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."