sábado, 3 de febrero de 2024

Lecturas y Santoral 03/02/2024 - Sábado de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Concede a tu siervo un corazón atento para juzgar a tu pueblo
Primera Lectura. Reyes 3, 4-13

En aquellos días, el rey Salomón acudió a Gabaón a ofrecer mil holocaustos sobre aquel altar, pues era aún el santuario principal.
Aquella noche el Señor se apareció allí en sueños a Salomón y le dijo:
"Pídeme lo que deseas que te dé".
Salomón respondió:
"Has actuado con gran benevolencia hacía tu siervo David, mi padre, porque caminaba en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón. Has tenido para con él una gran benevolencia, concediéndole un hijo que había de sentarse en su trono, como sucede en este día.
Pues bien, Señor, mi Dios: Tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un muchacho joven y no sé por dónde empezar o terminar. Tu siervo esta en medio de tu pueblo, el que tú te elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede, pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre bien. Pues, cierto ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tan inmenso?".
Agradó al Señor esta súplica de Salomón.
Entonces le dijo Dios:
"Por haberme pedido esto y no una vida larga o riquezas para ti, por no haberme pedido la vida de tus enemigos sino inteligencia para atender a la justicia, yo obraré según tu palabra: te concedo, pues un corazón sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti ni surgirá otro igual después de ti.
Te concedo también aquello que no has pedido, riquezas y gloria mayores que las de ningún otro rey mientras vivas".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14
Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos.

Enséñame, Señor, tus leyes.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus decretos.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Mis labios van enumerando
todos los mandamientos de tu boca.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Mi alegría es el camino de tus preceptos
más que todas las riquezas.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Andaban como ovejas que no tienen pastor
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
"Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco".
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra de Dios


San Blas obispo de Sebaste y mártir 316

Nació en Sebaste (Armenia) en la segunda mitad del siglo III. Según la tradición fue médico y cristiano ejemplar. Lo eligieron obispo de su ciudad natal, y fue pastor prudente y celoso, intrépido protector de sus fieles en las terribles persecuciones del Imperio Romano de principios del siglo IV.

Tuvo que huir a las montañas donde se entregó a la penitencia y la contemplación. Lo apresaron, y su traslado ante el prefecto constituyó una apoteosis popular, acompañada de milagros. Ante su negativa a renunciar a la fe, lo sometieron a toda clase de tormentos, y murió decapitado en su ciudad natal, con toda probabilidad el año 316.

Su culto se extendió por toda Europa y es invocado como intercesor en las enfermedades de garganta. Se le atribuye el milagro de la espina atravesada en la garganta de un niño al que Blas salvó tocando el lugar del atragantamiento.

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

viernes, 2 de febrero de 2024

Lecturas y Santoral 02/02/2024 - Viernes. Presentación del Señor, fiesta

Llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando
Primera Lectura. Malaquías 3, 1-4

Esto dice el Señor:
"Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mi.
De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada?, ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 23, 7. 8. 9. 10 d
El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, valeroso en la batalla.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
Tenía que parecerse en todo a sus hermanos
Segunda Lectura. Carta a los Hebreos 2, 14-18

Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.
Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.

Palabra de Dios


Mis ojos han visto a tu Salvador
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-32
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo varón primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones".
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel".

Palabra de Dios


Fiesta de la Presentación del Señor

Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, Epifanía y La Presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.

Es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV. Se celebraba allí a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero. La peregrina Egeria (=Eteria=Echeria), que cuenta esto en su famoso diario ("Itinerarium": diario escrito hacia el año 400 tras su peregrinación a los Santos lugares), añade el interesante comentario de que se "celebraba con el mayor gozo, como si fuera la pascua misma". Desde Jerusalén, la fiesta se propagó a otras iglesias de Oriente y de Occidente. En el siglo VII, si no antes, había sido introducida en Roma. Se asoció con esta fiesta una procesión de las candelas. La Iglesia romana celebraba la fiesta cuarenta días después de Navidad.

Entre las iglesias orientales se conocía esta fiesta como "La fiesta del Encuentro" (en griego, Hypapante), nombre muy significativo y expresivo, que destaca un aspecto fundamental de la fiesta: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo. San Lucas narra el hecho en el capítulo 2 de su evangelio. Obedeciendo a la ley mosaica, los padres de Jesús llevaron a su hijo al templo cuarenta días después de su nacimiento para presentarlo al Señor y hacer una ofrenda por él.

Esta fiesta comenzó a ser conocida en Occidente, desde el siglo X, con el nombre de Purificación de la bienaventurada virgen María. Fue incluida entre las fiestas de Nuestra Señora. Pero esto no era del todo correcto, ya que la Iglesia celebra en este día, esencialmente, un misterio de nuestro Señor. En el calendario romano, revisado en 1969, se cambió el nombre por el de "La Presentación del Señor". Esta es una indicación más verdadera de la naturaleza y del objeto de la fiesta. Sin embargo, ello no quiere decir que infravaloremos el papel importantísimo de María en los acontecimientos que celebramos. Los misterios de Cristo y de su madre están estrechamente ligados, de manera que nos encontramos aquí con una especie de celebración dual, una fiesta de Cristo y de María.

La bendición de las candelas antes de la misa y la procesión con las velas encendidas son rasgos chocantes de la celebración actual. El misal romano ha mantenido estas costumbres, ofreciendo dos formas alternativas de procesión. Es adecuado que, en este día, al escuchar el cántico de Simeón en el evangelio (Lc 2,22-40), aclamemos a Cristo como "luz para iluminar a las naciones y para dar gloria a tu pueblo, Israel". Esta fiesta, también se llama "La Candelaria", y a continuación el episodio según lo narra san Lucas:

Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, a los 40 días del parto, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor y así cumplir su santa Ley. En el templo les salió al encuentro el anciano Simeón, hombre justo y que esperaba la consolación de Israel. El anciano anunció a María su participación en la Pasión de su Hijo, y proclamó a éste "luz para alumbrar a las naciones". De ahí que los fieles, en la liturgia de hoy, salgan al encuentro del Señor con velas en sus manos y aclamándolo con alegría. Es una fiesta fundamentalmente del Señor, pero también celebra a María, vinculada al protagonismo de Jesús en este acontecimiento por el que es reconocido como Salvador y Mesías.

Oración: Dios todopoderoso y eterno, te rogamos humildemente que, así como tu Hijo unigénito, revestido de nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos concedas, de igual modo, a nosotros la gracia de ser presentados delante de ti con el alma limpia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Jornada de la vida consagrada

Esta Jornada, instituida por Juan Pablo II en 1997 y que se viene celebrando desde aquel año el 2 de febrero, "quiere ayudar -dice el Papa- a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor".

Según el mismo Pontífice, las finalidades de la Jornada son tres:

1) alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada;

2) promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada;

3) que las personas consagradas celebren juntas y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en ellas.

"La Jornada -establece el Papa- se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2,22)".

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

jueves, 1 de febrero de 2024

Lecturas y Santoral 01/02/2024 - Jueves de la 4ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Yo emprendo el camino de todos. Ten valor, Salomón, y sé hombre
Primera Lectura. Primer libro de los Reyes 2, 1-4. 10-12

Se acercaban los días de la muerte de David y este aconsejó a su hijo Salomón:
"Yo emprendo el camino de todos. Ten valor y sé hombre. Guarda lo que el Señor tu Dios, manda guardar siguiendo sus caminos, observando sus preceptos, órdenes, instrucciones y sentencias, como está escrito en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todo lo que hagas y adondequiera que vayas. El Señor cumplirá así la promesa que hizo diciendo: 'Si tus hijos vigilan sus pasos, caminando fielmente ante mí, con todo su corazón y toda su alma, no te faltará uno de los tuyos sobre el trono de Israel.'"
David se durmió con sus padres y lo sepultaron en la Ciudad de David.
Cuarenta años reinó David sobre Israel; siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
Salomón se sentó en el trono de David su padre y el reino quedó establecido sólidamente en su mano.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. l Cro 29, 10. 1lab. 11d-12a. 12bcd
Tú eres Señor del universo.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.

Tú eres Señor del universo.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.

Tú eres Señor del universo.
Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria.

Tú eres Señor del universo.
Tú eres Señor del universo
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.

Tú eres Señor del universo.
Los fue enviando
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 7-13
En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y decía:
"Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos".
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra de Dios


Santa Brigida de Irlanda 450-523

La señora de Erín, The Lady of Erin, Brígida es la santa nacional irlandesa, patrona de la isla después de san Patricio, y su culto se propagó por Escocia, Inglaterra y Gales.

Nació aparentemente en una pequeña aldea llamada Faughart, o Forthairt, cerca de Dundalk, en Irlanda, en una época en la que se estaba llevando a cabo la evangelización de Europa. Su padre es un jefe irlandés y su madre una sirvienta.

Ya de muy joven Brígida respondió a la llamada del Señor a la vida religiosa. Era muy generosa con los pobres. Fue muy querida en su tierra y fundó varios conventos, aunque el más importante fue sin duda el de Kildare, o Kill-dara, que quiere decir "templo del encino" que fundó a la edad de 20 años. Se hizo famoso como lugar de devoción y formación. Santa Brígida vio necesario el vínculo entre la Fe y el intelecto.

Santa Brígida fue una santa "del pueblo" llevando el Evangelio a la vida real de los Celtas en un tiempo en el que solo podían disponer de él con mucha dificultad. Un hombre de carácter duro y guerrero se estaba muriendo; él había oído que esta jovencita era una virgen de vida santa y aunque él no era cristiano y no creía, la llamó para que viniera a su lecho de muerte. Ella se arrodilló a su lado y trató de confortarlo. Él le preguntó: "¿Quien es ese Dios tuyo, ese Jesucristo del que hablas?". En el suelo había juncos esparcidos para dar calidez y confort a la casa de dura piedra fría; Brígida cogió algunos y los unió formando una cruz simple y le dijo "¿Ves esta Cruz? En esta cruz Jesucristo murió por tí. Él murió por amor a tí. Él es tu Dios, acógelo en tu corazón por el Amor que te tiene y la muerte que sufrió por tí. Y aquel hombre fue convertido por mirar aquella cruz hecha de juncos, y murió entregando su alma a Jesucristo.

A Santa Brígida se le atribuyen numerosos milagros, como devolver la vista a personas ciegas, aplacar las pestes, multiplicar el alimento, e incluso convertir agua en cerveza para apagar la sed en alguna celebración religiosa. Se cuenta que sanó a un anciano enfermo dándole leche de una vaca que cuando ella la ordeñaba producía inagotablemente el nutritivo líquido. Por eso se le representa generalmente con una vaca a sus pies y se le conoce como patrona de los lecheros.

Beata Viridiana de Attavanti

Nació en Castelfiorentino (Florencia) hacia 1180/82. Desde joven llamó la atención de sus paisanos por su piedad y sus virtudes humanas y cristianas. Peregrinó a Roma y a Santiago de Compostela. A su regreso, decidió vivir como reclusa. Le construyeron una celdita junto a una capilla de san Antonio abad, cerca del pueblo.

Hizo voto de reclusión en la parroquia, vistió la túnica de penitente y, acompañada del clero y del pueblo, marchó a su choza, donde permaneció encerrada treinta y cuatro años dedicada a la oración y la penitencia.

Muchas personas acudían a ella en busca de consuelo o de consejo, y le llevaban alimentos, que luego ella distribuía a los pobres que la visitaban.

Se dice que en 1221 san Francisco fue a visitarla y la admitió en su Tercera Orden. Murió en su pueblo natal el 1 de febrero de 1242.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

miércoles, 31 de enero de 2024

Lecturas y Santoral 31/01/2024 - Miércoles de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Soy yo el que ha pecado al censar al pueblo. Pero ellos, las ovejas, ¿qué han hecho?
Primera Lectura. Segundo libro de Samuel 24, 2. 9-17

En aquellos días, el rey David mandó a Joab, jefe del ejército, que estaba a su lado:
"Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, y haz el censo del pueblo, para que sepa su número".
Joab entregó al rey el número del censo del pueblo: Israel contaba con ochocientos mil guerreros, que podían empuñar la espada y en Judá con quinientos mil hombres.
Pero después, David sintió remordimiento por haber hecho el censo del pueblo. Y dijo al Señor:
"He pecado gravemente por lo que he hecho. Ahora, Señor, perdona la falta de tu siervo, que ha obrado tan neciamente"
Al levantarse David por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió esta palabra del Señor:
"Ve y di a David: así dice el Señor: 'Tres cosas te propongo. Elige una de ellas y la realizaré'"
Gad fue a ver a David y le notificó:
"¿Prefieres que vengan siete años de hambre en tu país?, o que tengas que huir durante tres meses ante tus enemigos, los cuales te perseguirán, o que haya tres días de peste en tu país? Ahora reflexiona y decide qué he de responder al que me ha enviado?"
David respondió a Gad:
"¡Estoy en un gran apuro! Pero pongámonos en manos del Señor, cuya misericordia es enorme, y no en manos de los hombres".
Y David escogió la peste. Eran los días de la recolección del trigo. El Señor mandó la peste a Israel desde la mañana hasta el plazo fijado.
Murieron setenta y siete mil hombres del pueblo desde Dan hasta Berseba.
El ángel del Señor extendió su mano contra Jerusalén para asolarla. Pero el Señor se arrepintió del castigo y ordenó al ángel que asolaba al pueblo:
"¡Basta! Retira ya tu mano"
El ángel del Señor se encontraba junto a la era de Arauná, el jebuseo. Al ver al ángel golpeando al pueblo, David suplicó al Señor:
"Soy yo el que ha pecado y el que ha obrado mal. Pero ellos, las ovejas, ¿qué han hecho? Por favor, carga tu mano contra mí y contra la casa de mi padre".

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 31, 1-2. 5. 6. 7

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
y en cuyo espíritu no hay engaño.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: "Confesaré al Señor mi culpa",
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Tú eres mi refugio,
me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
No desprecian a un profeta más que en su tierra
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
"¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?".
Y se escandalizaban a cuenta de él.
Les decía:
"No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa".
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe.
Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra de Dios


San Juan Bosco

Fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales, los salesianos, y de la Congregación de Hijas de María Auxiliadora.

Nació junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín, el año 1815. Su niñez fue dura. Ordenado sacerdote, dedicó sus energías y sus admirables dones carismáticos a la educación de los jóvenes, a los que enseñaba diversos oficios y formaba en la vida cristiana, en aquel momento histórico de la naciente industrialización y de la aparición del movimiento obrero.

Escribió también algunos opúsculos en defensa de la religión. Promovió la devoción a María Auxiliadora. Destacó entre los santos de su tiempo, especialmente en el apostolado de la juventud, en el que usó y enseñó el método basado en el amor y la confianza en los jóvenes, la persuasión, la religiosidad auténtica, el amor atento a prevenir más que a reprimir.

Fue terciario franciscano y muy devoto de san Francisco. Murió en Turín el 31 de enero de 1888.

Oración: Señor, tú que has suscitado en san Juan Bosco un padre y un maestro para la juventud, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente, que nos impulse a entregarnos al bien de los hermanos y a servirte a ti en ellos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 30 de enero de 2024

Lecturas y Santoral 30/01/2024 - Martes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar!
Primera Lectura. Primer libro de Samuel 18, 9 -10. 14b. 24-25a. 31 - 19, 3

En aquellos días, Absalón se encontró frente a los hombres de David.
Montaba un mulo y, al pasar el mulo bajo el ramaje de una gran encina, la cabeza se le enganchó en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que montaba siguió adelante.
Alguien lo vio y avisó a Joab:
"He visto a Absalón colgado de una encina".
Cogiendo Joab tres venablos en la mano y los clavó en el corazón a Absalón.
David estaba sentado entre las dos puertas.
El vigía subió a la terraza del portón, sobre la muralla. Alzó los ojos y vio que un hombre venía corriendo en solitario.
El vigía gritó para anunciárselo al rey.
El rey dijo:
"Si es uno solo, trae buenas noticias en su boca".
Cuando llegó el cusita, dijo:
"Reciba una buena noticia el rey, mi señor: El Señor te ha hecho justicia hoy, librándote de la mano de todos los que se levantaron contra ti".
El rey preguntó:
"¿Se encuentra bien el muchacho Absalón?".
El cusita respondió:
"Que a los enemigos de mi señor, y a todos los que se han levantado contra ti para hacerte mal les ocurra como al muchacho".
Entonces el rey se estremeció. Subió a la habitación superior del portón y se puso a llorar. Decía al subir:
"¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar !¡Absalón, hijo mío, hijo mío!".
Avisaron a Joab:
"El rey llora y hace duelo por Absalón".
Así, la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, al decir que el rey estaba apenado por su hijo.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 85, 1-2. 3-4. 5-6
Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva, Dios mío, a tu siervo, que confía en ti.

Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti, Señor.

Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Contigo hablo, niña, levántate
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 5, 21-43
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
"Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva".
Se fue con él, y lo seguía mucha gente que lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando: "Con sólo tocarle el vestido curaré".
Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió enseguida, en medio de la gente y preguntaba:
"¿Quién me ha tocado el manto?".
Los discípulos le contestaban:
"Ves como te apretuja la gente y preguntas: '¿Quién me ha tocado?'".
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había hecho esto. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que le había ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad.
Él le dice:
"Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
"Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?".
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
"No temas; basta que tengas fe".
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo:
"¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida".
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
"Talitha qumi" (que significa: "Contigo hablo, niña, levántate").
La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra de Dios


Santa Martina Virgen y mártir(+ 226)

La historia de esta joven santa comienza por su tumba, 1400 años después de su martirio; es decir, cuando en 1634 el activísimo Urbano VIII, empeñado en lo espiritual en la contrarreforma católica, y en lo material en la restauración de famosas iglesias romanas, descubrió las reliquias de la mártir, les propuso a los romanos la devoción a Santa Martina y fijó la celebración para el 30 de enero. Él mismo compuso el elogio con el himno: "Martinae celebri plaudite nomini, Cives Romulci, plaudite gloriae", que era una invitación a honrar a la santa en la vida inmaculada, en la caridad ejemplar y en el valiente testimonio que demostró a Cristo con su martirio.

¿Quién era en realidad Santa Martina, que resurge de improviso y con fuerza en la devoción popular, hasta el punto de ser considerada como una de las patronas de Roma, después de tantos siglos de olvido? Son pocas las noticias históricas. La más antigua es del siglo VI, cuando el Papa Onorio le dedicó una iglesia en Roma. Quinientos años después, al hacer excavaciones en esta iglesia, se encontraron efectivamente las tumbas de tres mártires. En el siglo VIII ya se celebraba la fiesta de la santa. No se sabe nada más, y por eso es necesario buscar noticias en una Passio legendaria. Según esta narración, Santa Martina era una diaconisa, hija de un noble romano. Debido a su abierta profesión de fe, la arrestaron y la llevaron al tribunal del emperador Alejandro Severo (222-235). Este príncipe semioriental, abierto a todas las curiosidades, hasta el punto de incluir a Cristo entre los dioses venerados en la familia imperial, fue muy tolerante con los cristianos y su gobierno marcó un fructuoso paréntesis de calma respecto de la Iglesia, que en ese tiempo logró una gran expansión misionera.

El autor de la Passio ignora todo esto, y hace más bien una lista de las atroces torturas con que el emperador martirizó a la santa. Cuenta que cuando Martina fue llevada ante la estatua de Apolo, la convirtió en pedazos y ocasionó un terremoto que destruyó el templo y mató a los sacerdotes del dios.

El prodigio se repitió con la estatua y el templo de Artemidas. Todo esto hubiera debido hacer pensar a sus perseguidores; pero no, se obstinaron más y sometieron a la jovencita a crueles tormentos, de los que salió siempre ilesa. Entonces resolvieron cortarle la cabeza con una espada, y su sangre corrió a fertilizar el terreno de la Iglesia romana.

Santa Jacinta de Mariscotti

Nació en Vignanello, cerca de Viterbo (Italia), en 1585, de familia noble. Sus padres la enviaron a las clarisas, que pronto abandonó. A los 20 años ingresó en el monasterio de las Franciscanas de la Tercera Orden Regular de Viterbo.

Tanto en el siglo como en el claustro llevó una vida ligera y disipada hasta que, a los treinta años y a raíz de una grave enfermedad, se convirtió del todo al Señor. A partir de entonces llevó una vida de gran austeridad y penitencia, y se afanó en obras de caridad; fundó cofradías para la adoración de la Eucaristía y para atender a los pobres, enfermos y ancianos. Dios adornó su intensa oración y contemplación con carismas extraordinarios.

Murió en Viterbo el 30 de enero de 1640.

Oración: Oh Dios, que nos has dejado en santa Jacinta un ejemplo vivo de mortificación y amor a ti, concédenos, por su intercesión, reconocer nuestros pecados, llorarlos y permanecer en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 29 de enero de 2024

Lecturas y Santoral 29/01/2024 - Lunes de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Huyamos ante Absalón. Dejad a Semeí que me maldiga, si se lo ha ordenado el Señor
Primera Lectura. Primer libro de Samuel 15, 13-14. 30; 16, 5-13a

En aquellos días, alguien llego a David con esta información:
"El corazón de la gente de Israel sigue a Absalón".
Entonces David dijo a los servidores que estaban con él en Jerusalén:
"Levantaos y huyamos, pues no tendremos escapatoria ante Absalón. Vámonos rápidamente no sea que se apresure, nos de alcance, precipite sobre nosotros la ruina y pase la ciudad afilo de espada".
David subía la cuesta de los Olivos llorando con la cabeza cubierta y descalzo. Los que le acompañaban llevaban cubierta la cabeza y subían llorando.
Al llegar el rey David a Bajurin, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá. Iba caminando y lanzando maldiciones. Y arrojaba piedras contra David y todos sus servidores. El pueblo y los soldados protegían a David a derecha e izquierda. Semeí decía al maldecirlo:
"Fuera, fuera, hombre sanguinario, hombre desalmado. El Señor ha hecho recaer sobre ti la sangre de la casa de Saúl, cuyo reino has usurpado. Y el Señor ha puesto el reino en manos de tu hijo Absalón. Has sido atrapado por tu maldad, pues eres un hombre sanguinario".
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey:
"¿Por qué maldice este perro muerto al rey, mi señor? Deja que vaya y le corte la cabeza".
El rey contesto:
"¿Qué hay entre vosotros y yo, hijo de Seruyá? Si maldice y si el Señor le ha ordenado maldecir a David, ¿quién le va a preguntar: 'Por qué actúas así?'".
Luego David se dirigió a Abisay y a todos sus servidores:
"Un hijo mío, salido de mis entrañas, busca mi vida. Cuánto más este benjaminita. Dejadle que me maldiga, si se lo ha ordenado el Señor. Quizá el Señor vea mi humillación y me pague con bendiciones la maldición de este día".
David y sus hombres subían por el camino.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 3, 2-3. 4-5. 6 -7
Levántate, Señor, sálvame.
Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
"Ya no lo protege Dios"

Levántate, Señor, sálvame.
Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo.

Levántate, Señor, sálvame.
Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.
Levántate, Señor; sálvame, Dios mío.

Levántate, Señor, sálvame.
Espíritu inmundo, sal de este hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 5, 1-20
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos.
Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es que vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó con voz potente:
"¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes".
Porque Jesús le estaba diciendo:
"Espíritu inmundo, sal de este hombre".
Y le preguntó:
"¿Cómo te llamas?".
El respondió:
"Me llamo Legión, porque somos muchos".
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había cerca una gran piara de cerdos paciendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaron:
"Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos".
Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al mar y se ahogó en el mar.
Los porquerizos huyeron y dieron la noticia en la ciudad y en los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado.
Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Y se asustaron.
Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su comarca.
Mientras se embarcaba, el que había estado poseído por el demonio le pidió que le permitiese estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:
"Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti".
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Palabra de Dios


San Sulpicio Severo obispo de Borges (¿511?-591)

Poco se sabe de la primera parte de la vida de este disciplinado clérigo, nacido probablemente en Agen, en la actual Francia. Es motivo de confusión el hecho de que dos siglos antes haya vivido un escritor que llevó precisamente el nombre de Sulpicio Severo. A San Sulpicio se le apoda "Severo" para distinguirlo de otro obispo de Bourges, San Sulpicio Pío.

Una tradición cuenta que nuestro Sulpicio contrajo matrimonio y estuvo casado muchos años, sin embargo siempre abrigó la inquietud de dedicar su vida al servicio de Dios.

A la edad de 35 años se decidió a comunicar a su esposa su decisión definitiva, y a partir de ahí pasa su vida rezando, en penitencias, escribiendo y estudiando a San Paulino de Nola, a San Jerónimo y a muchos autores de la Iglesia.

En 584 es nombrado Obispo de Tours, y de ahí traslada su sede a Bourges, en Aquitania (Francia). Convocó a un concilio provincial en Auvernia. También participó en el Concilio de Macon de 585. Murió en santa paz, posiblemente a la edad de 80 años.

San Constancio, obispo de Perugia y mártir, 178

Es recordado el 29 de enero por el martirologio Gerominiano. Según la leyenda, de la cual cuatro escrituras existen, estaba tras el cónsul de Lucio durante la persecución de Antonino y el bárbaro Flagellated, indio trabado que vivía arriba con otros compañeros, uno de guisa que fue quemado cuando salió ileso. Conducido a la cárcel, convirtió a sus vigilantes que le ayudaron a escaparse.

Abrigando en su casa a un cristiano seguro llamado Anastasio, con éstos, de nuevo fue arrestado. Después de varias vicisitudes en las cárceles de Asís y de Spello, fue decapitado cerca de Foligno.

Las varias escrituras del Evangelio de la pasión se convienen en asignar su martirio a la época de Antonino en un lugar cerca de Foligno llamado "el Trivio". San Perugio tenía en el hecho en esta ciudad, vecino a la puerta romana, una iglesia que, segundo el Iacobilli, fue demolida en 1527. Éstos afirman por otra parte que, a su tiempo, tal lugar todavía fue llamado "campaña de San Constancio".

En 1781 fue hecho un reconocimiento de sus reliquias y en 1825, con gran solemnidad, la traslación fue igual como unas nuevas y antiguas, en los ejecutados siempre en la iglesia de San Constancio.

San Sabiniano, Mártir

La diócesis de Troyes lo venera como primer apóstol y mártir de la ciudad del mismo nombre. El santo nació en la isla de Samos; su conversión al cristianismo fue gracias a que leyó la Biblia, y luego se dirigió a Galia para predicar el Evangelio.

Sin embargo, el emperador Aureliano ordenó su captura ante las numerosas conversiones de romanos y paganos por obra de San Sabiniano.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 28 de enero de 2024

Lecturas y Santoral 28/01/2024 - Domingo de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca
Primera Lectura. Deuteronomio 18, 15 20

Moisés habló al pueblo, diciendo:
"El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: 'No quiero volver a escuchar la voz del Señor mi Dios, ni quiero ver más ese gran fuego, para no morir'.
El Señor me respondió: 'Está bien lo que han dicho. Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande. Yo mismo pediré cuentas a quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá'".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 94, 1-2. 6-7c . 7d-9

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."
Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras".

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."

La soltera se preocupa de los asuntos del Señor, de ser santa
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 32 35
Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el no casado se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.
También la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, de ser ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.
Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

Palabra de Dios


Les enseñaba con autoridad
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 1, 21b-28
En la ciudad de Cafarnaún, y el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.
Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
"¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios".
Jesús lo increpó:
"¡Cállate y sal de él!".
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
"¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad es nuevo. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen".
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios


Santo Tomás de Aquino

Doctor de la Iglesia con el título de Doctor Angélico. Nació alrededor del año 1225, hijo de los condes de Aquino, en Roccasecca (Italia). Estudió en el monasterio de Montecasino y más tarde en Nápoles, donde conoció a los dominicos e ingresó en su Orden. Completó sus estudios en Colonia bajo la dirección de san Alberto Magno.

Ya ordenado de sacerdote, marchó a la Universidad de París. Escribió muchas obras de filosofía y teología y ejerció también el profesorado, contribuyendo grandemente al desarrollo y sistematización de las ciencias eclesiásticas en su Orden y en la Iglesia. Su obra más conocida es la Suma Teológica. Decía: "Más he aprendido orando ante el crucifijo que de los libros".

De 1259 a 1268, el santo era muy popular en toda Italia, país en el que enseñó y donde también predicó en muchas ciudades. Hacia 1266, comenzó a escribir la más famosa de sus obras: la Suma Teológica. De vuelta a París, el santo continuó, en medio sus clases, predicaciones y discusiones públicas, la redacción de la Suma, incluido el tratado de la Eucaristía. Dice una tradición que el Crucifijo le habló y le dijo: “Has escrito bien de mí, Tomás”, confirmando su teología eucarística. Posteriormente, Tomás fue llamado nuevamente a Italia y ocupó el cargo de rector en la Universidad de Nápoles.

Al año siguiente, por causa de una poderosa visión, Tomás cesó de escribir y enseñar, sin terminar la Suma Teológica.

Después residió, como teólogo y maestro, en Nápoles, en Orvieto junto al Papa, en Roma, en París y una vez más en Nápoles. Se hallaba muy enfermo cuando el Papa Gregorio X lo invitó al Concilio de Lyon, pero durante el viaje su enfermedad se agravó aún más, siendo trasladado a la abadía cistercience de Fossa Nuova, donde falleció en la madrugada del 7 de marzo de 1274.

Su fiesta se celebra el 28 de enero, día en que su cuerpo fue trasladado a Toulouse en 1369.

Oración: Oh Dios, que hiciste de santo Tomás de Aquino un varón preclaro por su anhelo de santidad y por su dedicación a las ciencias sagradas, concédenos entender lo que él enseñó e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

sábado, 27 de enero de 2024

Lecturas y Santoral 27/01/2024 - Sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario

He pecado contra el Señor
Primera Lectura. Segundo libro de Samuel 12, 1 7a. 10-17

En aquellos días, el Señor envió a Natán a David. Entró Natán ante el rey y le dijo:
- "Había dos hombres en un pueblo, uno rico y otro pobre. El rico tenía muchos rebaños de ovejas y vacas. El pobre, en cambio, no tenía más que una cordera pequeña que había comprado. La alimentaba y la criaba con él y con sus hijos. Ella comía de su pan, bebía de su copa y reposaba en su regazo; era para él como una hija.
Llegó una peregrino a casa del rico, y no quiso coger una de sus ovejas o de sus vacas y preparar el banquete para el hombre que había llegado a su casa, sino que cogió la cordera del pobre y la aderezó para el hombre que había llegado a casa".
La cólera de David se encendió contra aquel hombre y replicó a Natán:
-"Vive el Señor que el hombre que ha hecho tal cosa es reo de muerte. Resarcirá cuatro veces la cordera, por haber obrado así y por no haber tenido compasión".
Entonces Natán dijo a David:
- "Tú eres ese hombre. Pues bien, la espada no se apartará de tu casa jamás, por haberme despreciado, y haber tomado como esposa a la mujer de Urías, el hitita, Así dice el Señor: 'Yo voy a traer la desgracia sobre ti, desde tu propia casa. Cogeré a tus mujeres ante tus ojos y las entregaré a otro, que se acostará con ellas a la luz misma del sol. Tú has obrado a escondidas. Yo, en cambio, haré esto a la vista de todo Israel y a la luz del sol'"
David respondió a Natán:
- "He pecado contra el Señor".
Y Natán le dijo:
- "También el Señor ha perdonado tu pecado. No morirás. Ahora bien, por haber despreciado al Señor con esa acción, el hijo que te va a nacer morirá. sin remedio".
Natán se fue a su casa.
El Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y cayó enfermo.
David oró con insistencia a Dios por el niño. Ayunaba y pasaba las noches acostado en tierra.
Los ancianos de su casa se acercaron a él e intentaban obligarlo a que se levantara del suelo, pero no accedió, ni quiso tomar con ellos alimento alguno.

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 50, 12 -13. 14-15. 16-17
Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 4, 35-41
Aquel día, al atardecer, dice Jesús a sus discípulos:
-"Vamos a la otra orilla."
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal.
Lo despertaron, diciéndole:
-"Maestro, ¿no te importa que perezcamos?"
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago:
-"¡Silencio, enmudece!"
El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo:
-"¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?"
Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:
-" ¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!"

Palabra de Dios

Santa Ángela de Merici virgen, fundadora de las Ursulinas (1470-1540)

La fundadora de las ursulinas, primera congregación femenina dedicada a la enseñanza, nació de familia modesta el 21 de marzo de 1470 en el Desenzano. Los padres de la santa, más piadosos que ricos, la educaron cristianamente. Ambos murieron cuando Angela tenía 10 años, quien junto con sus dos hermanos se mudaron a la casa de un tío suyo.

Para poder llevar una juventud fuerte y espiritual, y comulgar con la máxima frecuencia, se hace terciaria de San Francisco tomando dicho hábito. Reunió un grupo de jóvenes, que vestían como las demás jóvenes del medio rural, a las que enseñó a buscar la santidad de vida en el mundo y a las que instruyó en la práctica de las obras de caridad. «¿En mi ambiente mismo, cómo podré santificarme? », le pregunta un hombre de la calle. Y ella responde: «Haga en cada momento lo que querrá haber hecho en la hora de la muerte».

Con gran temple penitencial peregrina en 1524, a sus cuarenta años, hasta Tierra Santa y Roma, las tierras de Cristo y de su Vicario, el Papa Clemente VII, por quien es paternalmente recibida en audiencia.

Hacia el año 1533, la santa empezó a formar a varias jóvenes selectas en una especie de noviciado informal. Doce de esas jóvenes se fueron a vivir con ella en una casa de las cercanías de la Iglesia de Santa Afra. Dos años después, 20 jóvenes se consagraron al servicio de Dios y la santa las puso al servicio de Santa Úrsula, la patrona de las universidades medievales. Por ello, las hijas de Santa Angela han conservado el nombre de ursulinas.

El 25 de noviembre de 1535 fundó en Brescia un instituto femenino, la Compañía de Santa Úrsula (las comúnmente llamadas Ursulinas). Las ursulinas se reunían para la enseñanza y la oración, ejecutaban trabajos que se les encomendaban y procuraban llevar vida de perfección en la casa paterna. Sin embargo, pese a los cambios, las ursulinas conservan hasta el día de hoy la finalidad para la que fueron creadas: la formación cristiana de las niñas pobres, y la promoción cultural y educación en la fe de las futuras madres de familia. En las primeras elecciones, la santa fue nombrada superiora y ejerció ese cargo durante los últimos cinco años de su vida.

A principios de enero de 1540, cayó enferma y murió el 27 del mismo mes en Brescia. Sus últimas palabras resumen su vida: «Sí, Dios mío; yo te amo».

En 1544, una bula de Paulo III confirmó la Compañía de Santa Úrsula, y la reconoció como congregación. Fue canonizada en 1807.

Oración: Señor, que no deje de encomendarnos a tu misericordia la santa virgen Ángela de Mérici, para que, siguiendo sus ejemplos de caridad y prudencia, sepamos guardar tu doctrina y llevarla a la práctica en la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Enrique de Ossó y Cervelló (1840-1896)

Nació en Vinebre, cerca de Tarragona, en Cataluña, España. A los 14 años ingresó al seminario tras la muerte de su madre, cumpliendo así el último deseo que ella tuvo. Tras ordenarse sacerdote en 1867, se dedicó a la enseñanza en el seminario.

Sin embargo, eran años de cruentas guerras civiles en España, y San Enrique padeció un abierto clima anticatólico. Aún así, reorganizó las clases en el seminario y reorganizó la catequesis en su ciudad.

Cuando la situación se aplacó, el padre Ossó organizó una publicación religiosa que se distribuyó en varios países de Europa y América.
Su obra más importante es la fundación de la Compañía de Santa Teresa de Jesús en 1876, en la ciudad de Tarragona. El cometido de las monjas teresianas sería la educación. Y tuvieron un gran éxito. La comunidad de religiosas creció, y en tan solo cinco años tenían ya bajo su cargo nueve colegios para niñas.

En el invierno de 1895 a 1896, cuando realizaba ejercicios espirituales franciscanos, le sobrevino un derrame cerebral y murió. Lo acompañaron dos frailes y un párroco.

Fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 1993.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza".