jueves, 20 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 20/06/2024 - Jueves de la 11ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo se llenó de su espíritu
Primera Lectura. Eclesiástico 48, 1-15

Surgió el profeta Elías como un fuego, su palabra quemaba como una antorcha. Él hizo venir sobre ellos el hambre, y con su celo los diezmó. Por la palabra del Señor cerro los cielos y también hizo caer fuego tres veces. ¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos! ¿Quién puede gloriarse de ser como tú? Tú despertaste a un cadáver de la muerte y del abismo, por la palabra del Altísimo; tú precipitaste reyes a la ruina y arrebataste del lecho a hombres insignes; en el Sinaí escuchaste palabras de reproche y en el Horeb sentencias de castigo; tú ungiste reyes vengadores y profetas para que te sucedieran; fuiste arrebatado en un torbellino ardiente, en un carro de caballos de fuego; tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros, para aplacar la ira antes de que estallara, para reconciliar a los padres con los hijos y restablecer las tribus de Jacob. Dichosos los que te vieron y se durmieron en el amor, porque también nosotros viviremos. Cuando Elías fue arrebatado en el torbellino Eliseo se llenó de su espíritu. Durante su vida ningún príncipe lo hizo temblar, nadie pudo dominarlo. Nada era imposible para él, incluso muerto, su cuerpo profetizó. Durante su vida realizó prodigios, y después de muerto fueron admirables sus obras. 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 96, 1-2. 3-4. 5-6. 7

Alegraos, justos, con el Señor. 
El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables. 
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. 

Alegraos, justos, con el Señor. 
Delante de él avanza fuego, 
abrasando en torno a los enemigos; 
sus relámpagos deslumbran el orbe, 
y, viéndolos, la tierra se estremece.

Alegraos, justos, con el Señor. 
Los montes se derriten como cera ante el señor, 
ante el Señor de toda la tierra; 
los cielos pregonan su justicia, 
y todos los pueblos contemplan su gloria. 

Alegraos, justos, con el Señor. 
Los que adoran estatuas se sonrojan, 
los que ponen su orgullo en los ídolos. 
Adoradlo todos sus ángeles. 

Alegraos, justos, con el Señor.
Vosotros orad así
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 6, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros orad así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas». 

Palabra de Dios


San Silverio Papa y mártir (+ 538)

Nació San Silverio en la provincia de Campania, y fue puesto en la Silla de San Pedro por muerte de Agapito. Depuesto por éste Autimo, patriarca de Constantinopla, deseaba Teodora, mujer del emperador Justiniano, también hereje, que aquél fuese restituido a su silla por Silverio, y al efecto escribió a Belisario, a la sazón en Italia, para que le ayudara en su deseo.

Belisario procuró convencer a Silverio, mas sin conseguirlo, y entonces dio el encargo a su mujer Antonina, por si ella era más feliz. Esta fingió una carta en que Silverio escribía a los godos que les entregaría la ciudad si fuesen a Italia, y con este falso pretexto le desnudaron del hábito pontificial y le vistieron de monje, y con buena guarda le enviaron desterrado a la isla de Poncia, donde, consumido de calamidades, miserias y mal tratamiento, vino a morir.

La Iglesia le celebra como mártir, porque murió en defensa de la justicia.

Fue su dichoso tránsito el día 20 de Junio año de la redención del mundo de 540.

Vigilio, su sucesor, fue menos maleable de lo que esperaba Teodora y acabó renunciando a la cátedra apostólica que había usurpado, aunque a la muerte de Silverio fue elegido canónicamente como papa. Con él Roma tuvo durante un largo periodo una política titubeante e insegura, que acentuaba aún más la firmeza heroica de que había dado muestras Silverio.

Santa Florentina S. VI
Nos encontramos ante un caso verdaderamente prodigioso. Cuatro hermanos santos y reconocidos como tales por la Iglesia: San Leandro, San Isidoro, San Fulgencio y nuestra biografiada Santa Florentina.

Los padres de nuestra santa se llamaron Severiano y Túrtura y supieron educar cristianamente a sus hijos cuyos frutos ahora reconocemos.

Su padre desempeñaba un alto cargo en Cartagena pero por razones políticas parece que hubo de emigrar a Sevilla por el 554.

Aquí continuaron dando maravilloso ejemplo de unión y de vivencia de las virtudes cristianas. Leandro llegará a ser Arzobispo de Sevilla y una vez muertos sus padres, se encargará de formar a sus hermanos menores: Isidoro, que será también Arzobispo de Sevilla y una gran lumbrera de España y San Fulgencio que fue obispo de Écija, así como a S. Florentina.

Su juventud fue tan santa como podía esperarse de aquel hogar donde reinaba el amor y temor santo de Dios. El trabajo y la formación espiritual era a lo que estaban entonces llamadas, especialmente las mujeres de la época visigoda, a la que pertenecen de lleno estos cuatro santos hermanos.

Consagra su virginidad en el monasterio benedictino sevillano de Santa María del Valle, junto a Écija. donde llegaría a ser abadesa y ejemplo y consejo para otros monasterios.

Vale la pena traer aquí los consejos que en un precioso tratado daba San Leandro a su hermana Florentina valiéndose del nombre de su piadosa madre, Turtur, en latín, que significa tórtola en castellano: “No quieras irte del tejado en donde la tórtola tiene sus pequeñuelos. Eres hija de la inocencia, del candor, tú precisamente que tuviste a la tórtola por madre. Pero ama mucho más a la Iglesia, tórtola mística que todos los días te engendra para Cristo. Descanse tu ancianidad en su seno, como antaño descansabas y tu ardor mecías en el regazo de la que cuidó tu infancia.

El mismo San Leandro escribirá para su hermana y las demás monjas de su tiempo un precioso tratado que vendrá a ser como una especie de Regla que influirá grandemente sobre todos los monasterios femeninos de su tiempo.

Le dice entre otras cosas que sea servicial con las hermanas que viven con ella y que procure no hacer sufrir a ninguna. Debe procurar leer y orar continuamente. Cuando tenga que hacer algún trabajo debe procurar que otra le lea algo. Si vive la vida comunitaria, su vida se parecerá a la de los Apóstoles. Debe procurar permanecer siempre en el mismo monasterio. Y un consejo para ella que era superiora: Que sea discreta para saber lo que debe conceder y negar según las necesidades de cada una. Que no tenga peculio, ya que todo en el Monasterio es común… Buenas reglas que siempre procuró vivir Florentina y que viviéndolas llegó a la perfección. Murió por el 636.

Sus reliquias principales se conservan en la catedral de Murcia y en El Escorial. Es Patrona de la diócesis de Plasencia.

San Juan Fischer, Cardenal y Mártir († 1535)

Este santo mártir nació en Beverley, Inglaterra, en el año 1469. A los 14 años ya era el estudiante más sobresaliente y, a los 20 fue nombrado profesor del colegio San Miguel. Se doctoró en la famosa Universidad de Cambridge, y a los 22 años, obtuvo ser dispensado de la falta de edad, y fue ordenado sacerdote. Poco después recibió el nombramiento de vicecanciller o vicerrector de la gran universidad.

En 1504, fue elegido nuestro santo como obispo de Rochester, cuando sólo tenía 35 años. Y él, como hacía con todos los cargos que le confiaban, se dedicó a este oficio con todas las fuerzas de su recia personalidad. Con un entusiasmo no muy frecuente en su época, se dedicó a visitar todas y cada una de las parroquias para observar si cada uno estaba cumpliendo con su deber, y animar a los no muy entusiastas. A los sacerdotes les insistía en la grave responsabilidad de cumplir muy exactamente sus deberes sacerdotales. Iba personalmente a visitar a los más pobres. Dedicaba, además, muchas horas al estudio y a escribir libros. Se hicieron famosos sus discursos fúnebres a la muerte del rey Enrique VII y en el funeral de la reina Margarita.

Aunque era obispo y además canciller de la universidad, llevaba una vida tan austera como la de un monje. No dormía más de seis horas. Hacía fuertes penitencias.

Cuando Lutero empezó a difundir los errores de los protestantes, el obispo Fisher fue elegido para atacar tan fatales errores, y escribió cuatro libros para combatir los errores de los luteranos. En un Sínodo de Inglaterra, el obispo Fisher protestó fuertemente contra la mundanalidad de algunos eclesiásticos, y la vanidad de aquellos que buscaban altos puestos y no la verdadera santidad.

Cuando el rey Enrique VIII dispuso divorciarse de su legítima esposa y casarse con su concubina Ana Bolena, el obispo Juan Fisher fue el primero en oponerse. Y aunque muchos altos personajes, por conservar la amistad del rey, declararon que ese divorcio sí se podía hacer, en cambio Juan, aún con peligro de perder sus cargos y ser condenado a muerte, declaró públicamente que el matrimonio católico es indisoluble.

El terrible rey Enrique VIII se declaró jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra en reemplazo del Sumo Pontífice, y todos los que deseaban conservar sus altos puestos en el gobierno y en la Iglesia, lo apoyaron. Pero Juan Fisher declaró que esto era absolutamente equivocado y en pleno Parlamento exclamó: “Querer reemplazar al Papa de Roma por el rey de Inglaterra, como jefe de nuestra religión es como gritarle un ‘muera’ a la Iglesia Católica”.

Las amenazas de los enemigos empezaron a llegar sobre él. Dos veces lo llevaron a la cárcel. Otra vez trataron de envenenarlo. Le inventaron toda clase de calumnias, y como no lograron intimidarlo, lo mandaron encerrar en la Torre de Londres. Tenía entonces 66 años.

Estando en prisión, recibió del sumo Pontífice el nombramiento de Cardenal. El impío rey exclamó: “Le mandaron el sombrero de Cardenal, pero no podrá ponérselo, porque yo le mandaré cortar la cabeza”. Y así fue.

El 17 de junio de 1535 le leyeron la sentencia de muerte. El rey Enrique VIII mandaba matarlo por no aceptar el divorcio y por no aceptar que el rey reemplazara al Papa en el gobierno de la Iglesia Católica. Al llegar al sitio donde le van a cortar la cabeza, el venerable anciano se dirige a la multitud y les dice a todos que muere por defender a la Santa Iglesia Católica fundada por Jesucristo. Recita el “Tedeum” en acción de gracias y, muere.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

miércoles, 19 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 19/06/2024 - Miércoles de la 11ª semana de Tiempo Ordinario, feria

De pronto, un carro de fuego los separó, y subió Elías al cielo
Primera Lectura. Segundo libro de los Reyes 2. 1. 6-14

Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en la tempestad Elías y Elíseo partieron de Guilgal. Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Elíseo: «Quédate aquí, porque el Señor me envía solo al Jordán». Eliseo volvió a responder: «¡Vive Dios! ¡Por tu vida, no te dejaré!»; y los dos continuaron el camino. Cincuenta hombres de la comunidad de los profetas iban también de camino y se pararon frente al río Jordán, a cierta distancia de Elías y Eliseo, los cuales se detuvieron a la vera del Jordán. Elías se quitó el manto, lo enrolló y golpeó con él las aguas. Se separaron estas a un lado y a otro, y pasaron ambos sobre terreno seco. Mientras cruzaban, dijo Elías a Elíseo: «Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de que sea arrebatado de tu lado». Eliseo respondió: «Por favor, que yo reciba dos partes de tu espíritu». Respondió Elías: «Pides algo difícil, pero si alcanzas a verme cuando sea arrebatado de tu lado, pasarán a ti; sino, no pasarán». Mientras ellos iban conversando por el camino, de pronto, un carro de fuego con caballos de fuego los separó a uno del otro. Subió Elías al cielo en la tempestad. Eliseo lo veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! ¡Carros y caballería de Israel!». Al dejar de verlo, agarró sus vestidos y los desgarró en dos. Recogió el manto que había caído de los hombros de Elías, volvió al Jordán y se detuvo a la orilla. Tomó el manto que había caído de los hombros de Elías y golpeó con él las aguas, pero no se separaron. Dijo entonces: «¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?». Golpeó otra vez las aguas, que se separaron a un lado y a otro, y pasó Eliseo sobre terreno seco. 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 30, 20. 21. 24
Sed valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
Qué bondad tan grande, Señor, 
reservas para tus fieles, 
y concedes a los que a ti se acogen 
a la vista de todos. 

Sed valientes de corazón, los que esperáis en el Señor. 
En el asilo de tu presencia 
los escondes de las conjuras humanas; 
los ocultas de tu tabernáculo, 
frente a las lenguas pendencieras. 

Sed valientes de corazón, los que esperáis en el Señor. 
Amad al Señor, fieles suyos;
el Señor guarda a sus leales, 
y a los soberbios les paga con creces.

Sed valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 6, 1-6- 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará». 

Palabra de Dios


San Romualdo Abad 1027

Anacoreta y padre de los monjes Camaldulenses, nació en Rávena (Italia) hacia el año 952, de la noble familia ducal de los Onesti.

Aunque creció como un joven mundano, esclavo de sus pasiones, algunas veces aspiró a ideales más elevados. La muerte de un pariente suyo a manos de su propio padre durante un duelo, hizo que el joven escapase horrorizado, y se internase en un monasterio cercano, donde permaneció por tres años en la más absoluta austeridad y fervor.

Luego, el santo permaneció por años en compañía de un santo ermitaño, quien veló por la total conversión y formación de San Romualdo, de manera que éste pudiese predicar con ardor y corazón a Jesús. Justamente, el anuncio del evangelio fue uno de sus más grandes sueños, y contando con el permiso del Papa, decidió partir a Hugría para iniciar su misión evangelizadora. Sin embargo, una terrible enfermedad impidió su viaje, y San Romualdo, que siempre estuvo atento a las señales de Dios, se dio cuenta que el Padre Celestial no lo quería para esa misión.

Por treinta años, el santo fundó numerosas ermitas y monasterios por toda Italia. El monasterio más famoso del santo es el de Camáldoli, fundado por él alrededor del año 1012, y donde impuso reglas aún más severas que las de San Benito, dando inicio a una nueva congregación llamada Camaldulense, en la cual unió la vida cenobítica con la eremítica.

Luego de permanecer algunos años en Camáldole, el santo retornó a sus viajes apostólicos. Pero la muerte lo sorprendió mientras estaba visitando la región de Val-di-Castro, cerca de Fabriano (Italia), falleciendo el 19 de junio de 1027.

Oración: Oh Dios, que has renovado en tu Iglesia la vida eremítica por medio del abad san Romualdo, haz que, negándonos a nosotros mismos para seguir a Cristo, merezcamos llegar felizmente al reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 18 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 18/06/2024 - Martes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Has hecho pecar a Israel
Primera Lectura. Primer libro de los Reyes 21, 17-29

Después que hubo muerto Nabot, la palabra del Señor llegó a a Elías tesbita para decirle: «Levántate, baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, que está en Samaria. Ahora se encuentra en la viña de Nabot, adonde ha bajado para tomar posesión de ella. Le hablarás diciendo: “Así habla el Señor: ¿Has asesinado, y pretendes tomar posesión? Por esto, así habla el Señor: En el mismo lugar donde los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán los perros también tu propia sangre”» Entonces Ajab se dirigió a Elías diciendo: «Así que has dado conmigo, enemigo mío» Respondió Elías: «He dado contigo. Así, por haberte vendido, haciendo el mal a los ojos del Señor, yo mismo voy a traer sobre ti el desastre. Barreré tu descendencia y exterminaré en Israel a todos los varones de la familia de Ajab, del primero al último. Dispondré de tu casa como la de de Jeroboán, hijo de Nebat, y de la de Baasá, hijo de Ajías, por la irritación que me has producido y por haber hecho pecar a Israel. También contra Jezabel ha hablado el Señor diciendo: "Los perros devorarán a Jezabel en el campo de Yezrael", y lo perros devorarán a los de Ajab que mueran en la ciudad y las aves del cielo a los que mueran en el campo». No hubo otro como Ajab que, instigado por su mujer Jezabel, se vendiera para hacer el mal a los ojos del Señor. Actuó del modo más abominable, yendo tras los ídolos, procediendo en todo como los amorreos a quienes el Señor había expulsado frente a los hijos de Israel. Ajab, al oír estas palabras, rasgó sus vestiduras, se echó un sayal sobre el cuerpo y ayunó. Con el sayal puesto se acostaba y andaba pesadamente. Llegó a Elías tesbita la palabra del Señor: «¿Has visto cómo se ha humillado Ajab ante mí? No traeré el mal en los días de su vida, por haberse humillado ante mí, sino en vida de su hijo». 

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 50, 3-4. 5-6a. 11 y 16
Misericordia, Señor: hemos pecado. 
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, 
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.

Misericordia, Señor: hemos pecado. 
Pues yo reconozco mi culpa, 
tengo siempre presente mi pecado: 
contra ti, contra ti solo pequé, 
cometí la maldad en tu presencia. 

Misericordia, Señor: hemos pecado. 
Aparta de mi pecado tu vista, 
borra en mí toda culpa. 
Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia. 

Misericordia, Señor: hemos pecado.
Amad a vuestros enemigos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto». 

Palabra de Dios


Santa Juliana de Falconieri, Fundadora de las religiosas terciarias servitas (1270-1341)

Sobrina de San Alejo Falconieri, tuvo la dicha de ser dirigida espiritualmente por San Felipe Benicio. Nació en Florencia en el año 1270, y provenía de una noble y rica familia. De niña acostumbraba pasar largos ratos rezando en el templo donde fue descubriendo su verdadera vocación, y a los 15 años decidió ingresar a la orden Terciaria de los Siervos de María.

Santa Juliana permaneció en la casa de su madre, pero observando una conducta tan religiosa y tan santa como la de una fervorosa religiosa. Otras jovencitas, que también sentían un llamado especial a la vida religiosa, les agradó este modo de practicar la vida consagrada y siguieron su ejemplo, llevando todas como distintivo un manto sobre la cabeza. Como el número de muchachas creció muy rápido, se formó la asociación de "Siervas de la Virgen María", de la cual, Santa Juliana fue la superiora durante 35 años.

La santa se caracterizó por su bondad, caridad, amabilidad y sobre todo por buscar el bien de todas las almas; pasaba largas horas en constante oración y sus ayunos casi diarios los ofrecía como penitencia para la conversión de las almas pecadoras.

Falleció a la edad de 71 años, de una severa infección estomacal. En su sepulcro se obraron numerosos milagros.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 17 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 17/06/2024 - Lunes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Nabot ha sido lapidado y está muerto
Primera Lectura. Primer libro de los Reyes 21, 1-16

Por aquel tiempo, Nabot, el de Yezrael, tenía una viña junto al palacio de Ajab, rey de Samaria. Ajab habló a Nabot diciendo: «Dame tu viña para que pueda tener un huerto ajardinado, pues está pegando a mi casa; yo te daré en cambio una viña mejor o, si prefieres, te pagaré su precio en plata». Nabot respondió a Ajab: «¡Dios me libre de cederte la herencia de mis padres!». Se fue Ajab a su casa abatido y enfadado por la respuesta que le había dado Nabot de Yezrael: «No te cederé la heredad de mis padres». Se postro en su lecho de cara a la pared y se negó a comer. Jezabel, su mujer, se le acercó y le dijo: «¿Qué te pasa que estás entristecido y no comes alimento alguno?» Él le respondió: «Hablé con Nabot de Yezrael y le propuse: “Véndeme tu viña por su valor en plata, o, si lo prefieres, te daré otra viña a cambio”; pero él me contestó: “No te cederé mi viña”». Jezabel, su mujer, le replicó: «¡Ya es hora de que ejerzas el poder regio en Israel! Levántate, come y se te alegrará el ánimo. Yo misma me encargo de darte la viña de Nabot de Yezrael» Escribió cartas con el nombre de Ajab y las selló con el sello de él, enviándolas a los ancianos y notables que vivían junto a Nabot. En las cartas escribió lo siguiente: «Proclamad un ayuno y sentad a Nabot al frente de la asamblea. Frente a él sentad a dos hombres hijos de Belial que testifiquen en contra diciendo: "Tú has maldecido a Dios y al rey." Entonces lo sacaréis fuera y lo lapidaréis hasta que muera». Los hombres de la ciudad, los ancianos y notables que vivían junto a Nabot en su ciudad, hicieron tal como Jezabel les ordenó según lo escrito en las cartas remitidas a ellos. Así proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot al frente de la asamblea. Llegaron los dos hombres hijos de Belial, se le sentaron frente a él y testificaron contra él diciendo: «Nabot ha maldecido a Dios y al rey». Lo sacaron fuera de la ciudad y lo lapidaron a pedradas hasta que murió. Enviaron a decir a Jezabel: «Nabot ha sido lapidado y está muerto». En cuanto Jezabel oyó que Nabot había muerto lapidado, dijo a Ajab: «Levántate y toma posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael, el que se negó a vendértela por su valor en plata, pues Nabot ya no está vivo, ha muerto». Apenas oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a la viña de Nabot, el de Yezrael, para tomar posesión de ella. 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 5, 2-3. 5-6. 7
Atiende a mis gemidos, Señor.
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.

Atiende a mis gemidos, Señor.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.

Atiende a mis gemidos, Señor.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor.

Atiende a mis gemidos, Señor.
Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 38-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: 'Ojo por ojo, diente por diente'. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas". 

Palabra de Dios


San Rainiero de Pisa Ermitaño (1118-1161)

Nació en Pisa, Italia, en el seno de una familia de nobles y de comerciantes acaudalados.

Sus padres fueron Gandulfo Scacceri y Mingarda Buzzacherini, quienes, deseosos de impartirle una educación religiosa, encomendaron a su único hijo con un sacerdote educador.

Sin embargo Rainiero era un joven con aptitudes naturales para la música, y con un gusto igualmente natural para las diversiones y la vida licenciosa. Ni siquiera sus padres fueron capaces de hacerle cambiar de actitud para dedicarse al estudio.

A los 19 años, empero, quiso Dios que conociera a un eremita de Córcega de nombre Alberto, que se había establecido en el monasterio pisano de San Vito. Rainiero sintió identificación inmediata con ese modelo, y su vida cambió completamente al abrazar la fe y embarcarse rumbo a Tierra Santa.

A los 23 años San Rainiero tomo la decisión de vivir en austeridad absoluta. Todas sus riquezas las repartió entre los pobres, y se retiró a vivir entre los ermitaños de Tierra Santa, sustentándose exclusivamente de limosnas y alimentándose sólo dos veces a la semana. Durante este periodo San Rainiero sometió su cuerpo a grandes sacrificios.

Precedido por una fama de santidad, San Rainiero regresó a Pisa en 1154, luego de más de diez años de ausencia. En su ciudad natal continuó obrando los mismos milagros que había realizado en Tierra Santa, con lo que se ganó la veneración de sus conciudadanos. Ahí fue donde falleció en 1161.

En 1632, San Rainiero fue nombrado patrono principal de la diócesis y de la ciudad de Pisa. Su cadáver incorrupto puede apreciarse todavía en la catedral de dicha ciudad, resguardado por un féretro de vidrio.

San Gregorio Barbarigo Cardenal y Obispo de Padua

San Gregorio nació en Venecia en 1625. Al cumplir los veinte años fue escogido por el gobierno veneciano como acompañante del embajador Luigi Contarini, al famoso Congreso de Munster, donde los representantes de Alemania, Francia y Suecia, firmaron el tratado de Westfalia, el 24 de octubre de 1648, y así pusieron fin a la guerra de Treinta Años.

En 1657, el Papa Alejandro VII, le nombró obispo de Bérgamo y en 1660, le consagró cardenal; cuatro años más tarde, fue transferido al obispado de Padua.

Era benigno y misericordioso, su piedad se mostraba sobre todo a los que sufrían o estaban en desgracia. Con el propósito de fomentar la cultura, fundó un colegio y un seminario que tuvieron gran renombre. A las dos instituciones las dotó con imprenta propia y una biblioteca bien surtida, particularmente con los escritos de los Padres de la Iglesia y los estudios sobre las Sagradas Escrituras.

San Gregorio Barbarigo murió el 15 de junio de 1697 y fue beatificado en 1761 y canonizado por S.S. Juan XXIII, el 26 de mayo de 1959.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 16 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 16-06-2024 16/06/2024 - Domingo de la 11ª semana de Tiempo Ordinario

Ensalzo los árboles humildes
Primera Lectura. Ezequiel 17,22-24

Esto dice el Señor Dios:
- Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré.
De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble.
Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas.
Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 91,2-3. 13-14. 15-16
Es bueno darte gracias, Señor.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad.

Es bueno darte gracias, Señor.
El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano;
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios.

Es bueno darte gracias, Señor.
En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Es bueno darte gracias, Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
En el destierro o en patria, nos esforzamos en el Señor
Segunda Lectura. Segunda Carta a los Corintios 5, 6-10
Hermanos:
Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.
Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

Palabra de Dios

Era la semilla más pequeña, pero se hace más alta que las demás hortalizas
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

Palabra de Dios

Beata María Teresa Scherer

Fundadora, con el capuchino P. Teodosio Fiorentini, de las Franciscanas de la Caridad de la Santa Cruz de Ingenbohl. Nació el año 1825 en Meggen (Cantón de Lucerna, Suiza). A los 17 años fue admitida en la Tercera Orden de san Francisco y, durante una peregrinación a Einsiedeln, se sintió llamada a la vida religiosa.

En 1845 ingresó en el instituto fundado por el P. Teodosio, dedicado primero a la enseñanza y luego también a los enfermos y a los pobres. En 1855 falleció el fundador y ella tuvo que responsabilizarse del Instituto, superando situaciones tensas y conflictivas que le causaron muchos sufrimientos.

Elegida superiora general, orientó con acierto a sus hermanas al servicio de la escuela y de los pobres. La Congregación se extendió por Europa y tenía 422 casas y más de 1500 religiosas cuando el 16 de junio de 1888 falleció la fundadora en Ingenbohl. La beatificó Juan Pablo II en 1995.

Julita y Quirico

Julita (o Julieta) y su hijo Quirico (o Quirce) eran cristianos naturales de Licaonia (Asia Menor) que emigraron a Tarso huyendo de la persecución decretada por el emperador Diocleciano.

La tradición cristiana relata que en el año 303 fueron detenidos por el gobernador Domiciano, y que el pequeño Quirce murió por llorar durante el martirio de su madre, asesinado con brutalidad por el propio juez que vigilaba el cumplimiento de la sentencia.

Ambos cadáveres fueron arrojados a una fosa común, de donde unos cristianos, según tradición, los sacaron para darles sepultura venerable. Son considerados abogados de los pobres y de los niños y su fiesta se celebra el 16 de junio.


San Aureliano de Arlés

Elegido obispo de Arlés (Francia) el año 546, el papa Vigilio lo honró con el palio y lo nombró vicario papal para la Galia. Fomentó la vida monástica y fundó dos monasterios, el uno masculino y el otro femenino, y les dio una Regla estricta y severa, inspirada en la de san Cesáreo.

Defendió con firmeza la fe católica proclamada en los Concilios y participó en la famosa cuestión de los “Tres Capítulos”. Murió en Lyon el año 551.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

sábado, 15 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 15/06/2024 - Sábado de la 10ª semana de Tiempo Ordinario, memoria libre

Eliseo se levantó y marchó tras Elías
Primera Lectura. I Reyes 19, 16b. 19-21
En aquellos días, el Señor dijo a Elías: "Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén." Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto. Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: "Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo." Elías le dijo: "Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?" Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial Sal 15

Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; 
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien." 
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; 
mi suerte está en tu mano.

Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, 
hasta de noche me instruye internamente. 
Tengo siempre presente al Señor, 
con él a mi derecha no vacilaré.

Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, 
y mi carne descansa serena. 
Porque no me entregarás a la muerte, 
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Me enseñarás el sendero de la vida, 
me saciarás de gozo en tu presencia, 
de alegría perpetua a tu derecha.

Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Yo os digo que no juréis en absoluto
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Habéis oído que se dijo a los antiguos: 'No jurarás en falso' y 'Cumplirás tus juramentos al Señor'.
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno".

Palabra de Dios

Santa María Micaela del Santísimo Sacramento

Nació en Madrid de familia noble el año 1809. Recibió una esmerada educación y tuvo que llevar una vida de sociedad acorde con su rango, que sabía armonizar con una intensa vida religiosa. El amor a Cristo en la Eucaristía y a la Virgen fue el alma de su vida y de su obra. Renunció a las grandezas nobiliarias y a su porvenir como Vizcondesa de Jorbalán, para consagrarse a la educación de la juventud inadaptada socialmente.

Fundó la Congregación de Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad. Realizó un bien inmenso a la juventud extraviada o en riesgo de extraviarse. Murió en Valencia, víctima de su caridad, al atender a los enfermos de cólera, el 24 de agosto de 1865.

Su memoria se celebra el 15 de junio, día de sus votos perpetuos. Fue canonizada en 1934.

Oración: Oh Dios, que amas a los hombres y concedes a todos tu perdón, suscita en nosotros un espíritu de generosidad y de amor que, alimentado y fortalecido por la eucaristía, a imitación de santa María Micaela, nos impulse a encontrarte en los más pobres y en los más necesitados de tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Amós
Es uno de los llamados "Profetas menores" del Antiguo Testamento, que vivió en el siglo VIII antes de Cristo, en tiempo del rey Jeroboam II (786-746 a. C.). Era pastor y cultivador de higueras en Técoa, junto a Belén, y Dios lo llamó y lo envió a los hijos de Israel para reafirmar la justicia y santidad del Señor contra sus prevaricaciones.

Fustigó de palabra y por escrito con energía la vida del reino de Israel que, en tiempo de prosperidad, había abandonado la ley divina. Amós le profetizó el castigo divino y la salvación de unos pocos justos que perpetuarían el pueblo de Dios. Tuvo el mérito, que lo hace muy actual, de denunciar el culto reducido a meras exterioridades y la falsa seguridad de los hombres frente a Dios.

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

viernes, 14 de junio de 2024

Lecturas y Santoral 14/06/2024 - Viernes de la 10ª semana de Tiempo Ordinario, feria.

Permanece de pie en el monte ante el Señor
Primera Lectura. Primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-16

En aquellos días, cuando Elías llegó a Horeb, el monte de Dios, se introdujo en la cueva y pasó la noche. Le llegó la palabra del Señor, y le dijo: «Sal y permanece de pie en el monte ante el Señor». Entonces pasó el señor y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante el Señor, aunque en el huracán no estaba el Señor. Después del huracán, un terremoto, pero en el terremoto no estaba el Señor. Después del terremoto fuego, pero en el fuego tampoco estaba el Señor. Después del fuego, el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se puso en pie a la entrada de la cueva. Y llegó una voz que le dijo: «¿Qué haces, aquí, Elías?», y él respondió: «Ardo en celo por el Señor, Dios del universo, porque los hijos de Israel han abandonado tu alianza, derribado tus altares y pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para arrebatármela». Le dijo el Señor: «Vuelve a tu camino en dirección al desierto de Damasco. Cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá». 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 26, 7 8a. 8b 9abc. 13-14
Tu rostro buscaré, Señor. 
Escúchame, Señor, que te llamo; 
ten piedad, respóndeme. 
Oigo en mi corazón: 
«Buscad mi rostro». 

Tu rostro buscaré, Señor. 
Tu rostro buscaré, Señor, 
no me escondas tu rostro. 
No rechaces con ira a tu siervo, 
que tú eres mi auxilio; no me deseches. 

Tu rostro buscaré, Señor. 
Espero gozar de la dicha del Señor 
en el país de la vida. 
Espera en el Señor, sé valiente, 
ten ánimo, espera en el Señor. 

Tu rostro buscaré, Señor.
Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 27-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo "No cometerás adulterio". Pues yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”. Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pues yo os digo que si uno repudia a su mujer - no hablo de unión ilegítima - la induce a cometer adulterio, y el que se case con la repudiada comete adulterio». 

Palabra de Dios


San Metodio de Constantinopla (790-847)

Nació en Sicilia y se hizo monje en la isla de Chio (mar Egeo). San Nicéforo, patriarca de Constantinopla, lo llamó a sí y lo tuvo de colaborador personal suyo.

Era el tiempo de las polémicas en torno al culto de las imágenes. El emperador iconoclasta León V el Armenio depuso a Nicéforo, y Metodio huyó a Roma para informar al papa Pascual I; allí recibió la ordenación sacerdotal.

Cuando murió León, el Papa envió a Metodio a Constantinopla con una carta para el nuevo emperador, pero de inmediato fue detenido y desterrado, y así permaneció siete años. La emperatriz santa Teodora restableció el culto de los santos iconos. Metodio fue nombrado patriarca de Constantinopla el año 842 y celebró con toda solemnidad el triunfo de la recta fe.

En su gobierno tuvo que afrontar la difícil situación interna de la Iglesia. Había obispos y abades afectos a las ideas iconoclastas; los destituyó, pero encontró enemigos a la hora de proveer las sedes vacantes, que incluso lo calumniaron.

Murió el 14 de junio del año 847.

San Eliseo profeta
San Eliseo profeta bíblico, compañero y seguidor del profeta Elías, al que sucedió, cuando Dios se llevó a Elías a las alturas montado en un carro de fuego.

Vivió Eliseo en el siglo IX antes de Jesucristo. Al suceder a Elías, éste le dejó como recuerdo su manto, para expresar de este modo la protección que ejercería sobre él. Los dos libros de los Reyes nos proporcionan, en la Biblia, mucha información acerca de Eliseo, que combatió la extensión de la idolatría.

En su vida realizó diversos hechos prodigiosos, como sanar las aguas, multiplicar el aceite de la viuda, devolver la vida al hijo de una sunamita, purificar la olla, alimentar a los profetas, sanar la lepra de Naamán, proveer de alimentos en estados de sitio a ciudades israelitas, predecir al rey la victoria final sobre Siria. Incluso después de muerto siguió realizando prodigios: al contacto de sus huesos, revivió el cadáver de un moabita que por error estaban enterrando en la sepultura de Eliseo. Intervino en la corte, como consejero del rey de Israel.

Fuera del país se mostró ardiente defensor del culto de Yahvé. La iconografía cristiana se ha ocupado repetidamente de Eliseo: aparece representado con frecuencia al ilustrar la vida de su maestro Elías, en miniaturas para Biblias y en el sarcófago del museo de Arles. También aparece en la estatua del crucero norte de la catedral de Chartres. Asimismo tenemos un bajorrelieve del profeta, realizado por Berruguete, en la sillería del coro de la catedral toledana, y cuadros de sus milagros más famosos por Benjamin West (Londres) y el esmalte del Mosa del siglo XII, hoy en Londres.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."