lunes, 8 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 08/07/2024 - Lunes de la 14ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Me desposaré contigo para siempre
Primera Lectura. Oseas 2, 16.17b-18. 21-22

Esto dice el Señor:
"Yo la persuado, la llevo al desierto, le hablo al corazón.
Allí responderá como en los días de su juventud, como el día de su salida de Egipto.
Aquel día - oráculo del Señor -, me llamarás “esposo mío”, y ya no me llamarás "mi amo".
Me desposaré contigo para siempre, me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura, me desposaré contigo en fidelidad y conocerás al Señor".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
El Señor es clemente y misericordioso.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.

El Señor es clemente y misericordioso.
Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.

El Señor es clemente y misericordioso.
Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tu justicia.

El Señor es clemente y misericordioso.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es clemente y misericordioso.
Mi hija acaba de morir, pero ven tú y vivirá
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo:
"Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá".
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo:
"¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado".
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa de aquel jefe y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
"¡Retiraos! La niña no está muerta, está dormida".
Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se levantó.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra de Dios


Beato Eugenio III Papa

Papa de 1145 a 1153. Nació cerca de Pisa (Italia). Siendo allí canónigo conoció a san Bernardo, de quien fue discípulo predilecto, e ingresó en la Orden Cisterciense. Lo enviaron a Italia y fue abad de San Silvestre de Farfa y luego de la abadía de Acque Salvie o Tre Fontane de Roma. Elegido papa, tuvo que irse a Farfa para recibir la coronación; hizo las paces con el Senado, y volvió a Roma, de la que aún tendría que huir varias veces más.

En 1147 fue a Francia para tratar con san Bernardo de la reforma de la curia y de la Iglesia. El propio Eugenio dio ejemplo de una espiritualidad en la que la austeridad de la vida monástica se conciliaba con las responsabilidades del pontificado. Mientras, en Roma, lo atacaba Arnaldo de Brescia, a quien el Papa excomulgó.

En 1145 convocó una cruzada que, a pesar del apoyo de san Bernardo, no tuvo éxito. Presidió concilios en París, Tréveris, Reims y Cremona. Tuvo diferencias con Federico I Barbarroja, pero se logró el acuerdo de Constanza en 1153. Murió en Tívoli (Italia) el 8 de julio de 1153.

Oración: Dios todopoderoso y eterno, que pusiste al papa beato Eugenio al frente de tu pueblo para que, con su ejemplo y su palabra, le ayudara a crecer en santidad; protege por su intercesión a los pastores de la Iglesia y al rebaño que les has confiado, para que siempre caminen por las sendas de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Áquila y Santa Priscila o Prisca

Eran esposos y fueron discípulos y colaboradores del apóstol san Pablo. Así aparecen en los Hechos de los Apóstoles y en las Cartas paulinas. Pablo se hospedó en su casa de Corinto, pues Áquila y él tenían el oficio de tejedores de tiendas. Cuando Pablo marchó a Éfeso, lo acompañaron.

En su Carta a los Romanos, Pablo los elogia diciendo que no dudaron en exponer su propia vida por él. Las últimas referencias de las cartas paulinas, los sitúan en Roma.




San Gregorio Grassi y compañeros, mártires de China

San Gregorio Grassi y sus compañeros son recordados hoy juntos aunque murieron en diferentes fechas, en las que los recordamos por separado. El año 2000, Juan Pablo II canonizó a 120 beatos martirizados en China. De ellos, y además de Juan de Triora, 29 pertenecían a la Familia Franciscana: ocho frailes menores (tres obispos, cuatro sacerdotes y un hermano laico); siete hermanas Franciscanas Misioneras de María; once franciscanos seglares chinos, cinco de los cuales eran seminaristas; y tres fieles laicos chinos.

Todos ellos fueron cruelmente asesinados por los “Boxers” a principios de julio de 1900, en Taiyuanfu, región de Shansi, o en Hunan. Indicamos aquí los nombres de los frailes y las fechas de su martirio: Gregorio Grassi (9 de julio), Francisco Fogolla (9 de julio) y Antonino Fantosati (7 de julio), obispos; Cesidio Giacomantonio (4 de julio), José María Gambaro (7 de julio), Elías Facchini (9 de julio) y Teodorico Balat (9 de julio), sacerdotes; y Andrés Bauer (9 de julio), hermano profeso.

Oración: Oh Dios, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concédenos, por intercesión de san Gregorio, obispo, y compañeros mártires, que todos los pueblos te reconozcan como Dios verdadero, y a tu Hijo Jesucristo como enviado para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 7 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 07/07/2024 - Domingo de la 14ª semana de Tiempo Ordinario

Son un pueblo rebelde y reconocerán que hubo un profeta en medio de ellos
Primera Lectura. Ezequiel 2, 2-5

En aquellos días, el espíritu entró en mí, me puso en pie, y oí que me decía: «Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, un pueblo rebelde que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus padres me han ofendido hasta el día de hoy. También los hijos tienen dura la cerviz y el corazón obstinado; a ellos te envío para que les digas: "Esto dice el Señor." Te hagan caso o no te hagan caso, pues son un pueblo rebelde, reconocerán que hubo un profeta en medio de ellos».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 122, 1-2a. 2bcd. 3-4

Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.
A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores.

Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.
Como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia.

Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos.

Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

Me glorío de mis debilidades, para que resida en mí la fuerza de Cristo.
Segunda Lectura. Segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 7b-10
Hermanos: Para que no me engría, se me ha dado una espina en la carne: un emisario de Satanás que me abofetea, para que no me engría. Por ello, tres veces le he pedido al Señor que lo apartase de mí y me ha respondido: «Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad». Así que muy a gusto me glorío de mis debilidades, para que resida en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de las debilidades, los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Palabra de Dios

No desprecian a un profeta más que en su tierra
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?». Y se escandalizaban a cuenta de él. Les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa». No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra de Dios

San Fermín obispo y mártir (272-303)

Nació en Pompaelo, la actual Pamplona, en Navarra, España, en una época en la que la Hispania aún era una provincia del Imperio Romano.

De acuerdo con la tradición, San Fermín fue hijo de un alto funcionario romano llamado Firmo, que fue gobernante de Pamplona y más tarde senador.
Cuando llegó a la región San Saturnino de Tolosa con sus prédicas, sus padres quedaron cautivados, y él mismo los habría bautizado junto con su hijo Fermín.

Más tarde, San Fermín se formó como discípulo de San Honesto, quien lo instruyó en la religión y en el arte de la oratoria, y lo envió a Tolosa para ser ordenado.

San Fermín predicó primeramente en Navarra, donde se le considera primer obispo de Pamplona. Luego fue enviado a predicar el Evangelio a la Galia, al territorio de la actual Francia.

Estuvo activo en varias ciudades. Una persecución contra los cristianos lo cogió por sorpresa en la actual Beauvais, donde fue hecho prisionero; se dice que todos los habitantes del pueblo invadieron la cárcel para liberarlo.

Finalmente se estableció en Amiens, al norte de Francia, donde fue nombrado obispo hacia 296. San Fermín había iniciado la construcción de la iglesia de la localidad. Cuando el gobernador le ordenó que dejara de predicar el cristianismo, pero él mandó decirle que no podía dejar de hacerlo.

Por el cargo de desobediencia San Fermín fue hecho prisionero, y al negarse a abjurar de su religión lo condenaron a morir decapitado.
En el siglo XII, algunas reliquias de San Fermín fueron llevadas a Pamplona, y desde entonces se le venera con fervor en Navarra. Las fiestas de San Fermín en Pamplona son célebres en la actualidad por los encierros que se practican con toros de lidia corriendo en libertad por las calles hasta llegar a la plaza de toros.

San Panteno S.II
Hombre de gran cultura que perteneció a la secta de los estoicos pero que, tras su conversión al cristianismo, se volvió un ardiente y celoso predicador de la Palabra lo que le mereció ser nombrado catedrático y director de la famosa escuela catequética de Alejandría.

Las fuentes históricas nos señalan que nació en Sicilia (Italia) alrededor del año 140.

Aunque se desconocen más datos de su infancia y juventud, se sabe que Panteno era filósofo estoico. Mas, habiendo conversado y trabado amistad con algunos cristianos, quedó tan enamorado de la doctrina de Jesucristo que abrió los ojos a la luz de la fe y abrazó de todo corazón la ley del Evangelio, dejando definitivamente las supersticiones de los falsos dioses y los libros de la humana filosofía.

Tras su conversión, estudió con gran cuidado las divinas Escrituras, conferenciando sobre ellas con algunos varones virtuosos y eruditos que habían sido discípulos de los santos Apóstoles.

Llegado a Alejandría (Egipto), se hizo alumno de la afamada escuela del lugar, en la que enseñaban los discípulos de San Marcos Evangelista. En silencio escuchaba todas sus lecciones y ocultaba con tan rara modestia y humildad sus grandes talentos, que costó mucho trabajo a sus maestros el descubrirlos. En el 179, por voz común fue nombrado maestro del dogma e interpretación de la Sagrada Escritura, siendo el más ilustre entre todos los de su tiempo, lo que le valió el ser elegido director de la escuela.

Como enseñaba con excelente método, atraía de muchas y lejanas tierras a numerosos discípulos los cuales, viendo la gran ventaja que hacía aquella doctrina del cielo a las de los otros filósofos, abrazaban la fe cristiana y pregonaban por todas partes la admirable sabiduría de su maestro.

Los cristianos de la India (los escritores griegos y latinos de la época aplicaban el nombre de "India" a Arabia, Etiopía, Libia, Partía, Persia y las tierras de los medos) que estudiaban en la Escuela de Alejandría, rogaron a San Panteno que fuese a su país "para predicar a los brahamanes", según menciona San Jerónimo. El santo, vencido por sus ruegos, se encaminó a aquellas apartadas regiones, confirmando su misión Demetrio, Obispo de Alejandría, quien le nombró predicador del Evangelio en las naciones del Oriente.

También el historiador Eusebio señala que Panteno encontró en aquellas tierras (muy probablemente Yemen y Etiopía) la semilla de la fe, puesto que halló una copia del Evangelio de San Mateo, en caracteres hebreos, llevado a aquellos lugares por San Bartolomé.

De vuelta en Alejandría, San Panteno -ya de edad muy avanzada- continuó leyendo algunas lecciones hasta que lleno de méritos y virtudes fue llamado por el Padre, en tiempos del emperador Antonino Caracalla (211-217). Le sucedió en la dirección de la escuela su discípulo, San Clemente de Alejandría, quien reconoció a Panteno como el mejor de sus maestros y le llamó "la Abeja siciliana" por su elocuencia.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

sábado, 6 de julio de 2024

Lecturas y santoral 06/07/2024 - Sábado de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, memoria libre

Repatriaré a los desterrados de mi pueblo y los plantaré en su tierra
Primera Lectura. Amós 9, 11-15

Esto dice el Señor:
"Aquel día, levantaré la cabaña caída de David, repararé sus brechas, restauraré sus ruinas y la reconstruiré como antaño, para que posean el resto de Edón y todas las naciones sobre las cuales fue invocado mi nombre - oráculo del Señor que hace todo esto -.
Vienen días - oráculo del Señor - cuando se encontrarán el que ara con el que siega, y el que pisa la uva con quien esparce la semilla; las montañas destilarán mosto y las colinas se derretirán.
Repatriaré a los desterrados de mi pueblo de Israel; ellos reconstruirán ciudades derruidas y las habitarán, plantarán viñas y beberán su vino, cultivarán huertos y comerán sus frutos. Yo los plantaré en su tierra, que yo les había dado, y ya no serán arrancados de ella - dice el Señor, tu Dios -".

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 84, 9. 11-12. 13-14
Dios anuncia la paz a su pueblo.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón".

Dios anuncia la paz a su pueblo.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.

Dios anuncia la paz a su pueblo.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino.

Dios anuncia la paz a su pueblo.
¿Es que pueden guardar luto mientras el esposo está con ellos?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole:
-" ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?"
Jesús les dijo:
-" ¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegará días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres; se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan".

Palabra de Dios


Santa María Goretti S. XX

María nació el 16 de octubre de 1890, en Corinaldo, provincia de Ancona, Italia. Hija de Luigi Goretti y Assunta Carlini, tercera de siete hijos de una familia pobre de bienes terrenales pero rica en fe y virtudes, cultivadas por medio de la oración en común, rosario todos los días y los domingos Misa y sagrada Comunión. Al día siguiente de su nacimiento fue bautizada y consagrada a la Virgen. A los seis años recibirá el sacramento de la Confirmación.

Después del nacimiento de su cuarto hijo, Luigi Goretti, por la dura crisis económica por la que atravesaba, decidió emigrar con su familia a las grandes llanuras de los campos romanos, todavía insalubres en aquella época. Se instaló en Ferriere di Conca, poniéndose al servicio del conde Mazzoleni, es aquí donde María muestra claramente una inteligencia y una madurez precoces, donde no existía ninguna pizca de capricho, ni de desobediencia, ni de mentira. Es realmente el ángel de la familia.

Tras un año de trabajo agotador, Luigi contrajo una enfermedad fulminante, el paludismo, que lo llevó a la muerte después de padecer diez días. Como consecuencia de la muerte de Luigi, Assunta tuvo que trabajar dejando la casa a cargo de los hermanos mayores. María lloraba a menudo la muerte de su padre, y aprovecha cualquier ocasión para arrodillarse delante de su tumba, para elevar a Dios sus plegarias para que su padre goce de la gloria divina.

Junto a la labor de cuidar de sus hermanos menores, María seguía rezando y asistiendo a sus cursos de catecismo. Posteriormente, su madre contará que el rosario le resultaba necesario y, de hecho, lo llevaba siempre enrollado alrededor de la muñeca. Así como la contemplación del crucifijo, que fue para María una fuente donde se nutría de un intenso amor a Dios y de un profundo horror por el pecado.

Amor intenso al Señor
María desde muy chica anhelaba recibir la Sagrada Eucaristía. Según era costumbre en la época, debía esperar hasta los once años, pero un día le preguntó a su madre: -Mamá, ¿cuándo tomaré la Comunión?. Quiero a Jesús. -¿Cómo vas a tomarla, si no te sabes el catecismo? Además, no sabes leer, no tenemos dinero para comprarte el vestido, los zapatos y el velo, y no tenemos ni un momento libre. -¡Pues nunca podré tomar la Comunión, mamá! ¡Y yo no puedo estar sin Jesús! -Y, ¿qué quieres que haga? No puedo dejar que vayas a comulgar como una pequeña ignorante. Ante estas condiciones, María se comenzó a preparar con la ayuda de una persona del lugar, y todo el pueblo la ayuda proporcionándole ropa de comunión. De esta manera, recibió la Eucaristía el 29 de mayo de 1902.

La comunión constante acrecienta en ella el amor por la pureza y la anima a tomar la resolución de conservar esa angélica virtud a toda costa. Un día, tras haber oído un intercambio de frases deshonestas entre un muchacho y una de sus compañeras, le dice con indignación a su madre: -Mamá, ¡qué mal habla esa niña! -Procura no tomar parte nunca en esas conversaciones. -No quiero ni pensarlo, mamá; antes que hacerlo, preferiría…Y la palabra morir queda entre sus labios. Un mes después, sucedería lo que ella sentenció.

Pureza eterna
Al entrar al servicio del conde Mazzoleni, Luigi Goretti se había asociado con Giovanni Serenelli y su hijo Alessandro. Las dos familias viven en apartamentos separados, pero la cocina es común. Luigi se arrepintió enseguida de aquella unión con Giovanni Serenelli, persona muy diferente de los suyos, bebedor y carente de discreción en sus palabras.

Después de la muerte de Luigi, Assunta y sus hijos habían caído bajo el yugo despótico de los Serenelli, María, que ha comprendido la situación, se esfuerza por apoyar a su madre: -Ánimo, mamá, no tengas miedo, que ya nos hacemos mayores. Basta con que el Señor nos conceda salud. La Providencia nos ayudará. ¡Lucharemos y seguiremos luchando! Desde la muerte de su marido, Assunta siempre estuvo en el campo y ni siquiera tiene tiempo de ocuparse de la casa, ni de la instrucción religiosa de los más pequeños. María se encarga de todo, en la medida de lo posible. Durante las comidas, no se sienta a la mesa hasta que no ha servido a todos, y para ella sirve las sobras. Su obsequiosidad se extiende igualmente a los Serenelli. Por su parte, Giovanni, cuya esposa había fallecido en el hospital psiquiátrico de Ancona, no se preocupa para nada de su hijo Alessandro, joven robusto de diecinueve años, grosero y vicioso, al que le gusta empapelar su habitación con imágenes obscenas y leer libros indecentes. En su lecho de muerte, Luigi Goretti había presentido el peligro que la compañía de los Serenelli representaba para sus hijos, y había repetido sin cesar a su esposa: -Assunta, regresa a Corinaldo! Por desgracia Assunta está endeudada y comprometida por un contrato de arrendamiento.

Después de tener mayor contacto con la familia Goretti, Alessandro comenzó a hacer proposiciones deshonestas a la inocente María, que en un principio no comprende. Más tarde, al adivinar las intenciones perversas del muchacho, la joven está sobre aviso y rechaza la adulación y las amenazas. Suplica a su madre que no la deje sola en casa, pero no se atreve a explicarle claramente las causas de su pánico, pues Alessandro la ha amenazado: -Si le cuentas algo a tu madre, te mato. Su único recurso es la oración. La víspera de su muerte, María pide de nuevo llorando a su madre que no la deje sola, pero, al no recibir más explicaciones, ésta lo considera un capricho y no concede ninguna importancia a aquella reiterada súplica.

El 5 de julio, a unos cuarenta metros de la casa, están trillando las habas en la tierra. Alessandro lleva un carro arrastrado por bueyes. Lo hace girar una y otra vez sobre las habas extendidas en el suelo. Hacia las tres de la tarde, en el momento en que María se encuentra sola en casa, Alessandro dice:

-"Assunta, ¿quiere hacer el favor de llevar un momento los bueyes por mí?" Sin sospechar nada, la mujer lo hace. María, sentada en el umbral de la cocina, remienda una camisa que Alessandro le ha entregado después de comer, mientras vigila a su hermanita Teresina, que duerme a su lado.
-"¡María!, grita Alessandro. -¿Qué quieres? -Quiero que me sigas. -¿Para qué? -¡sígueme!-Si no me dices lo que quieres, no te sigo".
Ante semejante resistencia, el muchacho la agarra violentamente del brazo y la arrastra hasta la cocina, atrancando la puerta. La niña grita, pero el ruido no llega hasta el exterior. Al no conseguir que la víctima se someta, Alessandro la amordaza y esgrime un puñal. María se pone a temblar pero no sucumbe. Furioso, el joven intenta con violencia arrancarle la ropa, pero María se deshace de la mordaza y grita:
-No hagas eso, que es pecado… Irás al infierno.
Poco cuidadoso del juicio de Dios, el desgraciado levanta el arma:-Si no te dejas, te mato.
Ante aquella resistencia, la atraviesa a cuchilladas. La niña se pone a gritar:
-¡Dios mío! ¡Mamá!, y cae al suelo.
Creyéndola muerta, el asesino tira el cuchillo y abre la puerta para huir, pero, al oírla gemir de nuevo, vuelve sobre sus pasos, recoge el arma y la traspasa otra vez de parte a parte; después, sube a encerrarse a su habitación.
María recibió catorce heridas graves y quedó inconsciente. Al recobrar el conocimiento, llama al señor Serenelli: -¡Giovanni! Alessandro me ha matado… Venga. Casi al mismo tiempo, despertada por el ruido, Teresina lanza un grito estridente, que su madre oye. Asustada, le dice a su hijo Mariano: -Corre a buscar a María; dile que Teresina la llama.

En aquel momento, Giovanni Serenelli sube las escaleras y, al ver el horrible espectáculo que se presenta ante sus ojos, exclama: -¡Assunta, y tú también, Mario, venid! . Mario Cimarelli, un jornalero de la granja, trepa por la escalera a toda prisa. La madre llega también: -¡Mamá!, gime María. -¡Es Alessandro, que quería hacerme daño! Llaman al médico ya los guardias, que llegan a tiempo para impedir que los vecinos, muy excitados, den muerte a Alessandro en el acto.

Sufrimiento redentor

Al llegar al hospital, los médicos se sorprendieron de que la niña todavía no hubiera sucumbido a sus heridas, pues ha sido alcanzado el pericardio, el corazón, el pulmón izquierdo, el diafragma y el intestino. Al diagnosticar que no tiene cura, llamaron al capellán. María se confiesa con toda claridad. Luego, durante dos horas, los médicos la cuidaron sin dormirla.

María no se lamenta, y no deja de rezar y de ofrecer sus sufrimientos a la santísima Virgen, Madre de los Dolores. Su madre consiguió que le permitan permanecer a la cabecera de la cama. María aún tiene fuerzas para consolarla: -Mamá, querida mamá, ahora estoy bien… ¿Cómo están mis hermanos y hermanas?

En un momento, María le dice a su mamá: -Mamá, dame una gota de agua. -Mi pobre María, el médico no quiere, porque sería peor para ti. Extrañada, María sigue diciendo:
-¿Cómo es posible que no pueda beber ni una gota de agua? Luego, dirige la mirada sobre Jesús crucificado, que también había dicho ¡Tengo sed!, y entendió.
El sacerdote también está a su lado, asistiéndola paternalmente. En el momento de darle la Sagrada Comunión, le preguntó: -María, ¿perdonas de todo corazón a tu asesino? Ella le respondió: -Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado… Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado.
Pasando por momentos análogos por los que pasó el Señor Jesús en la Cruz, María recibió la Eucaristía y la Extremaunción, serena, tranquila, humilde en el heroísmo de su victoria.
Después de breves momentos, se le escucha decir: “Papá". Finalmente, María entra en la gloria inmensa de la Comunión con Dios Amor. Es el día 6 de julio de 1902, a las tres de la tarde.

La conversión de Alessandro
En el juicio, Alessandro, aconsejado por su abogado, confesó: -"Me gustaba. La provoqué dos veces al mal, pero no pude conseguir nada. Despechado, preparé el puñal que debía utilizar". Por ello, fue condenado a 30 años de trabajos forzados. Aparentaba no sentir ningún remordimiento del crimen tanto así que a veces se le escuchaba gritar:
-"¡Anímate, Serenelli, dentro de veintinueve años y seis meses serás un burgués!". Sin embargo, unos años más tarde, Mons. Blandini, Obispo de la diócesis donde está la prisión, decide visitar al asesino para encaminarlo al arrepentimiento. -"Está perdiendo el tiempo, monseñor -afirma el carcelero-, ¡es un duro!"
Alessandro recibió al obispo refunfuñando, pero ante el recuerdo de María, de su heroico perdón, de la bondad y de la misericordia infinitas de Dios, se deja alcanzar por la gracia. Después de salir el Prelado, llora en la soledad de la celda, ante la estupefacción de los carceleros.
Después de tener un sueño donde se le apareció María, vestida de blanco en los jardines del paraíso, Alessandro, muy cuestionado, escribió a Mons. Blandino: “Lamento sobre todo el crimen que cometí porque soy consciente de haberle quitado la vida a una pobre niña inocente que, hasta el último momento, quiso salvar su honor, sacrificándose antes que ceder a mi criminal voluntad. Pido perdón a Dios públicamente, ya la pobre familia, por el enorme crimen que cometí. Confío obtener también yo el perdón, como tantos otros en la tierra". Su sincero arrepentimiento y su buena conducta en el penal le devuelven la libertad cuatro años antes de la expiración de la pena. Después, ocupará el puesto de hortelano en un convento de capuchinos, mostrando una conducta ejemplar, y será admitido en la orden tercera de san Francisco.
Gracias a su buena disposición, Alessandro fue llamado como testigo en el proceso de beatificación de María. Resultó algo muy delicado y penoso para él, pero confesó: “Debo reparación, y debo hacer todo lo que esté en mi mano para su glorificación. Toda la culpa es mía. Me dejé llevar por la brutal pasión. Ella es una santa, una verdadera mártir. Es una de las primeras en el paraíso, después de lo que tuvo que sufrir por mi causa".
En la Navidad de 1937, Alessandro se dirigió a Corinaldo, lugar donde Assunta Goretti se había retirado con sus hijos. Lo hace simplemente para hacer reparación y pedir perdón a la madre de su víctima. Nada más llegar ante ella, le pregunta llorando. -"Assunta, ¿puede perdonarme? -Si María te perdonó -balbucea-, ¿cómo no voy a perdonarte yo?" El mismo día de Navidad, los habitantes de Corinaldo se ven sorprendidos y emocionados al ver aproximarse a la mesa de la Eucaristía, uno junto a otro, a Alessandro y Assunta.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

viernes, 5 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 05/07/2024 - Viernes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Enviaré hambre, no de pan, sino de escuchar la palabra del Señor
Primera Lectura. Amós 8, 4-6. 9-12

Escuchad esto, los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo: "¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?" Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Aquel día -oráculo del Señor- haré ponerse el sol a mediodía, y en pleno día oscureceré la tierra. Cambiaré vuestras fiestas en luto, vuestros cantos en elegía; vestirá de saco toda cintura, quedará calva toda cabeza. Y habrá un llanto como por el hijo único, y será el final como día amargo. Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que enviaré hambre a la tierra: no hambre de pan ni sed de agua, sino de escuchar la palabra del Señor. Irán vacilantes de oriente a occidente, de norte a sur; vagarán buscando la palabra del Señor, y no la encontrarán.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial Sal 118
No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos.

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mi alma se consume, deseando continuamente tus mandamientos.

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos.

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mira cómo ansío tus decretos: dame vida con tu justicia.

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Abro la boca y respiro, ansiando tus mandamientos.

No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: "¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús lo oyó y dijo: "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".

Palabra del Señor

San Antonio María Zaccaría

Nació en Cremona (Italia) el año 1502. Estudió medicina en Padua, profesión que empezó a ejercer, pero que pronto dejó para prepararse y recibir la ordenación sacerdotal. Ordenado de sacerdote en 1528, se fue a Milán en 1530 y allí fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo, santo que era el norte y guía de su vida, también llamados Barnabitas por su casa madre en Milán (San Bernabé), y que tenía por finalidad promover la reforma del clero y de los laicos siguiendo las directrices del Concilio de Trento.

Fundó también la comunidad de las Angélicas de San Pablo y la de Los Casados de San Pablo para comprometer a los seglares en el apostolado. Se le puede considerar como el precursor de san Carlos Borromeo en la reforma católica.

Murió en su ciudad natal el 5 de julio de 1539.

Oración: Concédenos, Señor, crecer, según el espíritu de san Pablo, apóstol, en el conocimiento incomparable de tu Hijo Jesucristo, que impulsó a san Antonio María Zaccaría a proclamar en tu Iglesia la palabra de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Atanasio de Jerusalén

Era diácono en la iglesia de la Santa Resurrección del Señor en Jerusalén. En su tiempo estaba al vivo la polémica sobre las dos naturalezas de Cristo. El monje hereje Teodosio, seguidor de Eutiques, defendió la doctrina monofisita y exhortó al pueblo a que rechazara el Concilio de Calcedonia.

Atanasio, por el contrario, se manifestó en público exigiendo la adhesión al Concilio y a su definición que afirmaba de la doble naturaleza de Cristo. Teodosio temió que las palabras de Atanasio hicieran mella en el pueblo, y lo asesinó. Era el año 451.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

jueves, 4 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 04/07/2024 - Jueves de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Ve, profetiza a mi pueblo
Primera Lectura. Amós 7, 10-17

En aquellos días, Amasías, sacerdote de Betel envió un mensaje a Jeroboam, rey de Israel: «Amós está conspirando contra ti en medio de Israel. El país no puede ya soportar sus palabras. Esto es lo que dice Amos: Jeroboam morirá a espada e Israel será deportado de su tierra». Y Amasias dijo a Amós: «Vidente, vete, huye al territorio de Judá. Allí podrás ganarte el pan y allí profetizaras. Pero en Betel no vuelvas a profetizar, porque es el santuario del rey y la casa del reino». Pero Amós respondió a Amasías: «Yo no soy profeta ni hijo de profeta. Yo era un pastor y un cultivador de sicomoros. Pero el Señor me arrancó de mi rebaño y me dijo: “Ve, profetiza a mi pueblo Israel”. Pues bien, escucha la palabra del Señor: Tú me dices. "No profetices sobre Israel y no vaticines contra la casa de Isaac". Por eso, esto dice el Señor: “Tu mujer deberá prostituirse en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán por la espada, tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en un país impuro e Israel será deportado de su tierra”». 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. SALMO RESPONSORIAL 18, 8. 9. 10. 11
Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. 
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; 
el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. 
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; 
la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. 
El temor del Señor es puro y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. 
Más preciosos que el oro, más que el oro fino; 
más dulces que la miel de un panal que destila. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 9, 1-8
En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En eso le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados». Algunos de los escribas se dijeron: «Este blasfema». Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados - entonces dice al paralítico -: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa”». Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad. 

Palabra de Dios


Santa Isabel de Portugal Reina (1271-1336)

Nació en Zaragoza, reino de Aragón, en España; por sus venas corría sangre de reyes y de santos.

Isabel de Aragón fue la quinta hija del rey aragonés Pedro III; era nieta del rey Jaime el Conquistador y biznieta de Federico II Hohenstaufen, emperador de los países alemanes; y por el lado materno era biznieta de Isabel de Turingia, mejor conocida como Santa Isabel de Hungría.

En honor de esta santa que perteneció al linaje de su familia la bautizaron así, y las vidas de ambas santas del mismo nombre también habrían de mostrar notables similitudes.

A los 12 años de edad, la pequeña Isabel fue entregada en matrimonio al rey Dionisio de Portugal. Éste no se esforzaba mucho por ocultarle sus continuos engaños amorosos, aunque al mismo tiempo mantenía controlada a su esposa con enfermizos celos. No obstante, Santa Isabel también aceptó entre los suyos a los hijos ilegítimos.

Dionisio tampoco confiaba en su mujer en la vida política de su país. La acusó de conspirar en su contra junto con su hijo Alfonso IV; actuando violenta e impulsivamente, a la esposa la desterró y al hijo le declaró la guerra.

Sin embargo, Santa Isabel pudo escapar de su destierro y llegar a tiempo justo antes de la batalla. Desarmada, ella misma cabalgó entre ambos ejércitos, y así consiguió evitar la confrontación y que padre e hijo hicieran las paces.

En su vida privada, Santa Isabel se volvía cada vez más devota; patrocinaba conventos, fundó el convento de las Clarisas en Coimbra, así como numerosos hospitales. Y finalmente, a la muerte de su esposo, en 1325, profesó como terciaria franciscana.

Muchos años pasó Santa Isabel recluida en el convento de Coimbra, ofrendando su vida a la oración y al cuidado de los pobres y de los enfermos. Su intervención durante una severa hambruna salvó muchas vidas, lo cual le valió el amor de todo Portugal.

En 1336 estaba a punto de estallar otra guerra de familia, en esta ocasión entre su hijo Alfonso IV y el suegro de éste, el rey de Castilla. A pesar de su edad avanzada y de su débil salud, Santa Isabel se dirigió de inmediato a Estremoz, donde habría de librarse la batalla, y volvió a cabalgar entre los dos ejércitos, parando otra vez la guerra.

A los pocos días falleció en ese lugar, donde dejó todas sus fuerzas. Santa Isabel yace sepultada en Coimbra. Fue canonizada en 1525 por el papa Urbano VIII.

El atributo de Santa Isabel de Portugal son las rosas, pues son también el símbolo de los reyes portugueses. Ella es la santa patrona de Portugal, Coimbra, Estremoz y Zaragoza; se invoca su ayuda en casos de amenazas bélicas.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

miércoles, 3 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 03/07/2024 - Miércoles. Santo Tomás, apóstol, fiesta

Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 19-22

Hermanos: Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu. 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. SALMO RESPONSORIAL 116, 1-2
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. 
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos.

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. 

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
¡Señor mío y Dios mío!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 20, 24-29
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto». 

Palabra de Dios


Santo Tomás Apóstol

A Santo Tomás se le conoce por su incredulidad después de la muerte del Señor. Jesús se apareció a los discípulos el día de la resurrección para convencerlos de que había resucitado realmente.

Tomás, que estaba ausente, se negó a creer en la resurrección de Jesús: "Si no veo en sus manos la huella de los clavos y pongo el dedo en los agujeros de los clavos y si no meto la mano en su costado, no creeré". Ocho días más tarde, cuando Jesús se encontraba con los discípulos, se dirigió a Tomás y le dijo: "Pon aquí tu dedo y mira mis manos: dame tu mano y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente." Tomás cayó de rodillas y exclamó: "Señor mío y Dios mío!" Jesús replicó: "Has creído, Tomás, porque me has visto. Bienaventurados quienes han creído sin haber visto."

El Martirologio Romano, que combina varias leyendas, afirma que Santo Tomás predicó el Evangelio a los partos, medos, persas e hircanios, y que después pasó a la India y fue martirizado en "Calamina". Conmemora el 3 de julio la traslación de las reliquias de Santo Tomás a Edesa. En el Malabar y en todas las iglesias sirias dicha fecha es la de la fiesta principal, pues el martirio tuvo lugar el 3 de julio del año 72.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 2 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 02/07/2024 - Martes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, feria

El Señor Dios ha hablado, ¿quién no profetizará?
Primera Lectura. Amós 3, 1-8; 4, 11-12

Escuchad la palabra que el Señor ha pronunciado contra vosotros, hijos de Israel, contra toda tribu que saqué de Egipto: «Solo a vosotros he escogido, de entre todas las tribus de la tierra. Por eso os pediré cuentas de todas vuestras transgresiones». ¿Acaso dos caminan juntos sin haberse puesto de acuerdo? ¿Acaso ruge el león en la foresta si no tiene una presa? ¿Deja el cachorro oír su voz desde el cubil si no ha apresado nada? ¿Acaso cae el pájaro en la red, a tierra, si no hay un lazo? ¿Salta la trampa del suelo si no tiene una presa? ¿Se toca el cuerno en una ciudad sin que se estremezca la gente? ¿Sucede una desgracia en una ciudad sin que el Señor la haya causado? Ciertamente, nada hace el Señor Dios sin haber revelado su designio a sus servidores los profetas. Ha rugido el león, ¿quién no temerá? El Señor, Dios ha hablado ¿quién no profetizará? Os transformé como Dios transformó a Sodoma y Gomorra y quedasteis como tizón sacado del incendio. Pero no os convertisteis a mí -oráculo del Señor-. Por eso, así voy a tratarte, Israel. Sí, así voy a tratarte: prepárate al encuentro con tu Dios 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. SALMO RESPONSORIAL 5, 5-6. 7. 8
Señor, guíame con tu justicia. 
Tú no eres un Dios que ame la maldad, 
ni el malvado es tu huésped, 
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. 

Señor, guíame con tu justicia. 
Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; 
al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. 

Señor, guíame con tu justicia. 
Pero yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, 
me postraré ante tu templo santo en tu temor. 

Señor, guíame con tu justicia.
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 8, 23-27
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron. En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Él les dice: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?». Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados: «¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?». 

Palabra de Dios


San Juan Francisco Regis, 1597-1640
La mejor síntesis de su biografía tan estupenda nos la da él con estas palabras de autoconfesión: "Mi vida ¿para qué es sino para sacrificarla por las almas? ¿Cómo podría probar yo mi amor a Dios, si no ofrezco lo que más se estima en este mundo, la salud y la vida? No me sería grata la vida si no tuviere algo que perder por Jesucristo. Siento un deseo vivísimo de ir a las mansiones de los iroqueses y ofrecer mi vida por la salvación de aquellos salvajes".

Nos encontramos, pues, ante un hombre totalmente de Dios y entregado al amor de sus hermanos para llevarlos a Cristo.

El apóstol del Languedoc, que se consagra a rehacer la fe y las costumbres, tan maltrechas en aquellas comarcas después de las guerras de religión. Su sueño era evangelizar el Canadá francés, pero nunca se lo consintieron, y consumió su vida en un ámbito mucho más reducido, que era el de su tierra natal.

Nació en Fontcouverte, en Languedoc, (Francia) el 31 de enero de 1587. Sus padres muy fervorosos cristianos y en muy buena posición económica, lo educaron en la sobriedad y en los más sanos principios cristianos. De niño sólo llamaba la atención por sus modales dulces, atento, servicial y muy entregado a cuanto se refiere a la Iglesia. Nunca se cansaba de estar en ella ni de los rezos familiares por más que se prolongasen. Por el 1610, comienza a frecuentar el colegio de los jesuitas de Beziers. Tiene trece años. Llama la atención no por hacer algo raro, sino por hacer todo cuanto estaba mandado perfectamente bien. Es el primero en todo: Estudios, piedad, esparcimientos, pero lo que más gusta a sus superiores y compañeros es ver que no se lo cree. Es sencillo, humilde, el compañero más fiel. ¿Dónde encuentra Juan Francisco la fuerza para ello? En su ferviente amor a la Eucaristía que recibe casi a diario y que para aquellos tiempos era cosa bastante rara. Su tierno amor a la Virgen María, a la que acude con amor filial. A su Ángel de la Guarda que hasta a veces parece que le acompaña.

El día de la Inmaculada de 1616 ingresa en la Compañía de Jesús como novicio y se entrega de lleno a formarse en los votos religiosos. Emite los votos y los superiores lo destinan a que profundice en los estudios teológicos y filosóficos, en los que también hace maravillosos progresos. Antes de dedicarse al apostolado, pasa largas horas en oración. Los superiores lo ven maduro para dar el paso del sacerdocio y el día de la Sma. Trinidad de 1630 tiene el gozo de recibir el don del sacramento sacerdotal.

La vida de Juan Francisco ahora ya no tiene freno. Comienzan sus famosas misiones rurales. Recorre una gran cantidad de pueblos y ciudades. A todas partes llega su fogosa palabra. El Señor le bendice y regala el don de hacer milagros; todos los encamina para despertar el amor a Dios y el odio al pecado.

Al final de su vida en Puy, feudo tradicional de los calvinistas, se le llamaba "el santo" por antonomasia, y las multitudes acudían a oír a aquel religioso de sotana raída y con remiendos, y de oratoria poco brillante, a menudo tachada de vulgar, que sacudía las conciencias con palabras sencillas e irresistibles.

Cuando no predicaba o confesaba – con el extenuante horario que se había impuesto a sí mismo -, recorría las aldeas más apartadas hablando de Dios a los campesinos que no veían un cura en todo el año, y atendía solícitamente a los herejes consiguiendo muchas conversiones.

La fundación de una serie de casas de refugio para mujeres de vida airada dio pie a calumnias y amenazas de muerte, pero lo más duro fue la postura incomprensiva de sus superiores, quienes juzgaron que se excedía en su celo, y que a menudo pusieron no pocas trabas a su actividad, por lo cual en cierto modo puede también considerársele como mártir silencioso de la obediencia.

Supo descubrir el enorme valor del dolor y del sufrimiento. Se abrazó a él y a cuantos sufrían. Los amaba como la más tierna madre. Les curaba de sus pestilentes enfermedades. Solía decir: "Sufrir por Jesucristo es el único consuelo que hallo en este mundo. Señor, dame fuerzas para poder sufrir más y más por tu amor".

Alguien dijo de él "que no tenía más que a Dios dentro de su alma, a Dios en la boca y a Dios delante de sus ojos". Poseía una gracia enorme para convertir las almas, aun las más alejadas. Se dice que una dama que era totalmente reacia a la Iglesia y hasta enemiga declarada, al ver sus distinguidos modales y su gran santidad, le dijo: "Padre ¿cómo no me voy a convertir a la fe cristiana si usted me lo pide con tanta gracia?".

Agotado de sus apostolados, volaba al cielo el 26 de diciembre de 1640.

San Bernardino Realino

Nació en Carpi, provincia de Módena (Italia), el año 1630, en el seno de una familia acomodada. Estudió primero en su casa, y luego en Módena y Bolonia, donde sacó el doctorado en ambos derechos. Ejerció diversos cargos en la administración civil. El fallecimiento de su prometida le provocó una crisis sobre su vocación.

Se trasladó a Nápoles, como lugarteniente del virrey, y allí conoció a los jesuitas. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1564 y en 1567 recibió la ordenación sacerdotal. Estuvo trabajando en un colegio de Nápoles hasta que en 1574 lo destinaron a Lecce, donde pasó el resto de su vida.

Realizó una muy grande labor apostólica en la ciudad como predicador, confesor y director de las congregaciones marianas, y atrajo a multitud de personas a la vida cristiana. Fue ilustre por su caridad y su benignidad; había despreciado los honores del mundo y se entregó al cuidado pastoral de los presos y de los enfermos, y al ministerio de la palabra y del sacramento de la penitencia. Murió el 2 de julio de 1616.

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lunes, 1 de julio de 2024

Lecturas y Santoral 01/07/2024 - Lunes de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, feria

Revuelcan en el polvo al desvalido
Primera Lectura. Amós 2, 6-10. 13-16

Así dice el Señor: "A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente. Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios. Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo. Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día." Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial Sal 49
Atención, los que olvidáis a Dios.
"¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza, 
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?"

Atención, los que olvidáis a Dios.
"Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño."

Atención, los que olvidáis a Dios.
"Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar? ¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara."

Atención, los que olvidáis a Dios.
"Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias, ése me honra;
al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios."

Atención, los que olvidáis a Dios.
Sígueme
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo 8, 18-22
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un letrado y le dijo: "Maestro, te seguiré a donde vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Otro, que era discípulo, le dijo: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos".

Palabra del Señor
Beato Ignacio Falzon

Nació en La Valetta (Malta) en 1813, y murió allí mismo el 1 de julio de 1865. Pertenecía a una familia respetable y acomodada. Se doctoró en Derecho, pero nunca ejerció de abogado. Miembro de la Orden Franciscana Seglar, fue clérigo, pues recibió las órdenes menores, pero nunca se consideró digno de recibir la ordenación sacerdotal.

Vivió una existencia silenciosa. A su vida de oración y de gran devoción a la Eucaristía y a la Virgen, unió una intensa labor de catequista y humanitaria, dirigida particularmente a los numerosos militares y marineros ingleses, incluidos los protestantes y los no cristianos, que entonces se encontraban en la isla de Malta. Además, apoyó a las vocaciones sacerdotales y ayudó a los necesitados. Fue beatificado por Juan Pablo II el año 2001.

San Aarón, sacerdote de la ley mosaica, 1471 a. de J. C.

Hermano de Moisés, como se explicaba con más facilidad que su hermano, que tartamudeaba, fue el encargado de dirigir la palabra a Faraón para pedirle que dejase salir al pueblo de Dios de la tierra de Egipto. Hizo las veces de caudillo de su pueblo cuando Moisés subió al monte a orar y a recibir las tablas de la Ley; pero tuvo la fragilidad de dejar al pueblo apostatar y adorar un becerro de oro.

Sostuvo los brazos de su hermano, cuando Moisés oraba para que el pueblo no pereciese bajo la espada de los amalecitas. Murió en el monte Hor, a la vista de la tierra de promisión; pero no entró, en castigo de su desconfianza, en Cades, cuando Moisés hirió la roca con su vara para hacer brotar agua en abundancia.

Su hijo Eleázar le sucedió en el sacerdocio.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."