sábado, 5 de octubre de 2024

Lecturas y Santoral 05/10/2024. Sábado de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Témporas de acción de gracias y de petición, memoria obligatoria. Ciclo B año par.

 PRIMERA LECTURA

Dios te da la fuerza para crearte estas riquezas

Lectura del libro del Deuteronomio 8, 7-18

Habló Moisés al pueblo, diciendo:

—«Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus rocas, y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta hartarte, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado.

Pero cuidado, no te olvides del Señor, tu Dios, siendo infiel a los preceptos, mandatos y decretos que yo te mando hoy.

No sea que, cuando comas hasta hartarte, cuando te edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes de todo, te vuelvas engreído y te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final.

Y no digas: "Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas".

Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy».

Palabra de Dios.


Interleccional: 1 Crónicas 29, 10. 11abc. 11d-12a. 12bcd (R.: 12b)

R. Tú eres Señor del universo.

Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuánto hay en cielo y tierra. R.

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R.

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Os pedimos que os reconciliéis con Dios

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 17-21

Hermanos:

El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.

Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación.

Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.

Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio.

En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

Palabra de Dios.


 

Aleluya Mc 1, 15

Está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio.

 

EVANGELIO

 

Quien pide recibe

Cruz Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!».

Palabra del Señor.


Santa María Faustina Kowalska

Imagen de Santa María Faustina KowalskaCandela

Sor María Faustina, apóstol de la Divina Misericordia, forma parte del círculo de santos de la Iglesia más conocidos. A través de ella el Señor Jesús transmite al mundo el gran mensaje de la Divina Misericordia y presenta el modelo de la perfección cristiana basada sobre la confianza en Dios y la actitud de caridad hacia el prójimo.

Nació el 25 de agosto de 1905 como la tercera hija entre diez hermanos en la familia de Mariana y Estanislao Kowalski, campesinos de la aldea de Glogowiec. En el santo bautizo, celebrado en la iglesia parroquial de Swinice Warckie, se le impuso el nombre de Elena. Desde pequeña se destacó por el amor a la oración, la laboriosidad, la obediencia y una gran sensibilidad ante la pobreza humana. A los 9 años recibió la Primera Comunión. La vivió muy profundamente, consciente de la presencia del Huésped Divino en su alma. Su educación escolar duró apenas tres años. Al cumplir 16 años abandonó la casa familiar para, trabajando de empleada doméstica en casas de familias acomodadas de Aleksandrów, Lódz y Ostrówek, mantenerse a sí misma y ayudar a los padres.

Ya desde los 7 años sentía en su alma la llamada a la vida religiosa, pero ante la negativa de los padres para su entrada en el convento, intentó apagar dentro de sí la voz de la vocación divina. Sin embargo, apresurada por la visión de Cristo sufriente fue a Varsovia y allí, el 1 de agosto de 1925 entró en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia donde, como sor María Faustina, vivió trece años. Trabajó en distintas casas de la Congregación. Pasó los períodos más largos en Cracovia, Plock y Vilna cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera.

Para quien la observara desde fuera nada hubiera delatado su singular intensa vida mística. Cumplía sus deberes con fervor, observaba fielmente todas las reglas del convento, era recogida y callada, pero a la vez natural, llena de amor benévolo y desinteresado al prójimo. Su vida, aparentemente ordinaria, monótona y gris, se caracterizó por la extraordinaria profundidad de su unión con Dios.

Imagen de Santa María Faustina Kowalska

Su espiritualidad se basa en el misterio de la Divina Misericordia, que ella meditaba en la Palabra de Dios y contemplaba en lo cotidiano de su vida. El conocimiento y la contemplación del misterio de la Divina Misericordia desarrollaban en ella una actitud de confianza de niño hacia Dios y la caridad hacia el prójimo. Oh Jesús mío -escribió- cada uno de tus santos refleja en sí una de tus virtudes, yo deseo reflejar tu Corazón compasivo y lleno de misericordia, deseo glorificarlo. Que tu misericordia, oh Jesús, quede impresa sobre mi corazón y mi alma como un sello y éste será mi signo distintivo en esta vida y en la otra. (Diario 1242). Sor Faustina era una fiel hija de la Iglesia a la que amaba como a Madre y como el Cuerpo Místico de Jesucristo. Consciente de su papel en la Iglesia, colaboró con la Divina Misericordia en la obra de salvar a las almas perdidas. Con este propósito se ofreció como víctima cumpliendo el deseo del Señor Jesús y siguiendo su ejemplo. Su vida espiritual se caracterizó por el amor a la Eucaristía y por una profunda devoción a la Madre de la Divina Misericordia.

Los años de su vida en el convento abundaron en gracias extraordinarias: revelaciones, visiones, estigmas ocultos, la participación en la Pasión del Señor, el don de bilocación, los dones de leer en las almas humanas, de profecía y de desposorios místicos. Un contacto vivo con Dios, con la Santísima Madre, con ángeles, santos y almas del purgatorio: todo el mundo extraordinario no era para ella menos real que el mundo que percibía a través de los sentidos. Colmada de tantas gracias extraordinarias sabía, sin embargo, que no son éstas las que determinan la santidad. En el Diario escribió: Ni gracias, ni revelaciones, ni éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hace perfecta, sino la comunión interior de mi alma con Dios. Estos dones son solamente un adorno del alma, pero no constituyen ni la sustancia ni la perfección. Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios (Diario 1107).

El Señor Jesús escogió a sor Faustina por secretaria y apóstol de su misericordia para, a través de ella, transmitir al mundo su gran mensaje. En el Antiguo Testamento -le dijo- enviaba a los profetas con truenos a mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla con mi Corazón misericordioso (Diario 1588).

La misión de sor Faustina consiste en 3 tareas:

- Acercar y proclamar al mundo la verdad revelada en la Sagrada Escritura sobre el amor misericordioso de Dios a cada persona.

- Alcanzar la misericordia de Dios para el mundo entero, y especialmente para los pecadores, por ejemplo a través de la práctica de las nuevas formas de culto a la Divina Misericordia, presentadas por el Señor Jesús: la imagen de la Divina Misericordia con la inscripción: Jesús, en ti confío, la fiesta de la Divina Misericordia, el primer domingo después de la Pascua de Resurrección, la coronilla a la Divina Misericordia y la oración a la hora de la Misericordia (las tres de la tarde). A estas formas de la devoción y a la propagación del culto a la Divina Misericordia el Señor Jesús vinculó grandes promesas bajo la condición de confiar en Dios y practicar el amor activo hacia el prójimo.

- La tercera tarea es inspirar un movimiento apostólico de la Divina Misericordia que ha de proclamar y alcanzar la misericordia de Dios para el mundo y aspirar a la perfección cristiana siguiendo el camino trazado por la sant María Faustina. Este camino es la actitud de confianza de niño hacia Dios que se expresa en cumplir su voluntad y la postura de caridad hacia el prójimo. Actualmente este movimiento dentro de la Iglesia abarca a millones de personas en el mundo entero: congregaciones religiosas, institutos laicos, sacerdotes, hermandades, asociaciones, distintas comunidades de apóstoles de la Divina Misericordia y personas no congregadas que se comprometen a cumplir las tareas que el Señor Jesús transmitió por sor María Faustina.

Sor María Faustina manifestó su misión en el Diario que escribió por mandato del Señor Jesús y de los confesores. Registró en él con fidelidad todo lo que Jesús le pidió y describió todos los encuentros de su alma con Él. Secretaria de mi más profundo misterio -dijo el Señor Jesús a sor María Faustina- tu misión es la de escribir todo lo que te hago conocer sobre mi misericordia para el provecho de aquellos que leyendo estos escritos, encontrarán en sus almas consuelo y adquirirán valor para acercarse a mí (Diario 1693). Esta obra acerca de modo extraordinario el misterio de la misericordia Divina. Atrae no solamente a la gente sencilla sino también a científicos que descubren en ella un frente más para sus investigaciones. El Diario ha sido traducido a muchos idiomas, por citar algunos: inglés, alemán, italiano, español, francés, portugués, árabe, ruso, húngaro, checo y eslovaco.

Sor María Faustina extenuada físicamente por la enfermedad y los sufrimientos que ofrecía como sacrificio voluntario por los pecadores, plenamente adulta de espíritu y unida místicamente con Dios murió en Cracovia el 5 de octubre de 1938, con apenas 33 años. La fama de la santidad de su vida iba creciendo junto con la propagación de la devoción a la Divina Misericordia y a medida de las gracias alcanzadas por su intercesión. Entre los años 1965-67 en Cracovia fue llevado a cabo el proceso informativo sobre su vida y sus virtudes y en 1968 se abrió en Roma el proceso de beatificación, concluido en diciembre de 1992. El 18 de abril de 1993, en la Plaza de San Pedro de Roma, el Santo Padre Juan Pablo II beatificó a Sor María Faustina. El mismo Juan Pablo II la canonizó el 30 de abril de 2000, día en que también instituyó la fiesta de la Divina Misericordia. Sus reliquias yacen en el santuario de la Divina Misericordia de Cracovia-Lagiewniki.

San Froilán obispo y patrono de Leon

Imagen de San Froilán obispo y patrono de LeonCandela

Según una corta biografía: Nace el año 833 en los arrabales de Lugo. Allí recibe durante sus primeros años la enseñanza que los concilios exigían a los candidatos para el sacerdocio. Al llegar a los dieciocho años su vida interior entró en crisis. Dudó entre la vida retirada del desierto o la actividad apostólica. El futuro fundador de cenobios y gran predicador de muchedumbres opta por la soledad de los montes. Los espíritus superiores toman personalmente la iniciativa de su vida y Froilán quiso consagrarla totalmente a la familiaridad íntima con Dios. Buscaba a Dios en aquellos montes y lo encontraba en todas las criaturas, que le hablaban de una belleza arcana y superior.

Más tarde, sin embargo, la voluntad superior lo encaminó a una vida apostólica que comenzó recorriendo toda Galicia, para culminar como Obispo de León bajo la protección del Rey Alfonso III. Sus restos todavía reposan en aquella catedral, junto a ese famoso Rey de León, en una impresionante sepultura, pero es en su ciudad natal donde lo siguen recordando con mayor fervor. Su nombre aparece unido a una parroquia extramuros, así como a una de las grandes iglesias barrocas del casco viejo, aunque donde reina es en la catedral, compitiendo solamente con Nuestra Señora de los Ojos Grandes.

Cuenta la tradición que, el representar al patrono de la ciudad en compañía de un lobo podría deberse a un encuentro que tuvo con uno de ellos en uno de sus múltiples peregrinajes por las tierras de la provincia. Dicen que estando San Froilán una mañana rezando y absorto en sus oraciones, se le apareció un lobo hambriento que vio en el asno del Santo un apetitoso almuerzo. Abalanzándose sobre él, comenzó a devorarlo momento en el que lo encontró el Santo, que con su mirada dejó al lobo acurrucado y temeroso, mientras le hablaba de amor y paz.

Así fue como San Froilán consiguió quitarle al lobo el miedo al hombre y al fuego, tomándolo a su servicio para llevarle por el mundo las alforjas. Desde entonces, el lobo caminó siempre a su lado, arrimado a su pierna derecha aunque lo que tenga de cierto ya nadie lo sabe.

Hizo mucho bien a toda la gente, pero sobre todo a los pobres y abandonados. Fundó hospitales y monasterios. Es Patrono de León.

Témporas de acción de gracias y de petición

Imagen de Témporas de acción de gracias y de peticiónCandela

Desde antiguo, y hasta la última reforma litúrgica, la Iglesia celebraba las “Cuatro Témporas”, correspondientes a las cuatro estaciones del año, en tres días sucesivos. En la actualidad, las Témporas se celebran al menos el día 5 de octubre, y es aconsejable celebrarlas también en otros dos días de la misma semana.

Son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios, de quien procede todo bien, terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual. Son una ocasión que presenta la Iglesia para rogar a Dios por las necesidades de los hombres, principalmente por los frutos de la tierra y por el trabajo humano, dando gracias a Dios públicamente.

Cuando las Témporas se celebran en tres días, el primero se centra en la acción de gracias, el segundo es un día penitencial, y el tercero se consagra a la petición por la actividad humana.

Oración: Señor Dios, Padre lleno de amor, que diste a nuestros padres de Israel una tierra buena y fértil, para que en ella encontraran descanso y bienestar, y, con el mismo amor, nos das a nosotros fuerza para dominar la creación y sacar de ella nuestro progreso y nuestro sustento, al darte gracias por todas tus maravillas, te pedimos que tu luz nos haga descubrir siempre que has sido tú, y no nuestro poder, quien nos ha dado fuerza para crear las riquezas de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

viernes, 4 de octubre de 2024

Lecturas y Santoral 04/10/24. Viernes de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Ciclo B año par

 PRIMERA LECTURA

¿Has mandado a la mañana o has entrado por los hontanares del mar?

Lectura del libro de Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5

El Señor habló a Job desde la tormenta:

«¿Has mandado en tu vida a la mañana
o has señalado su puesto a la aurora,

para que agarre la tierra por los bordes
y sacuda de ella a los malvados,

para que la transforme como arcilla bajo el sello
y la tiña como la ropa;

para que les niegue la luz a los malvados
y se quiebre el brazo sublevado?

¿Has entrado por los hontanares del mar
o paseado por la hondura del océano?

¿Te han enseñado las puertas de la muerte
o has visto los portales de las sombras?

¿Has examinado la anchura de la tierra?
Cuéntamelo, si lo sabes todo.

¿Por dónde se va a la casa de la luz
y dónde viven las tinieblas?

¿Podrías conducirlas a su país
o enseñarles el camino de casa?

Lo sabrás, pues ya habías nacido entonces
y has cumplido tantísimos años».

Job respondió al Señor:

«Me siento pequeño, ¿qué replicaré?
Me taparé la boca con la mano;

he hablado una vez, y no insistiré,
dos veces, y no añadiré nada».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 138, 1-3, 7-8. 9-10. 13-14ab (R.: 24b)

R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras. R.

 

Aleluya Cf. Sal 94, 8ab

No endurezcáis hoy vuestro corazón;
escuchad la voz del Señor.

 

EVANGELIO

Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús:

—«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza.

Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.

Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.

Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado».

Palabra del Señor.


San Francisco de Asís, Fundador

Imagen de San Francisco de Asís, FundadorCandela

Francisco Bernardone nació en Asís, Italia, en el año 1182. Sus padres fueron Pietro Bernardone y Madonna Pica. Siendo joven participó en la guerra entre las regiones de Perusa y Asís, en 1202, y en la batalla de Collestrada fue tomado prisionero y liberado al año siguiente. En 1205 se enroló nuevamente en el ejército y partió a la guerra, pero en el trayecto tuvo un sueño en el que una voz le ordenó volver y dar otro rumbo a su vida. Entonces comenzó su conversión: se apartó de los amigos, frecuentó la compañía de los pobres e intensificó la vida de soledad y oración.

En 1206, a la edad de 24 años, renunció a las riquezas y a su familia, y se trasladó a la localidad de Gubbio para servir a los leprosos. De regreso en Asís, vistió el hábito de ermitaño y trabajó en la restauración de las ermitas de San Damián, San Pedro y Santa María de los Ángeles (también llamada la Porciúncula).

En 1208, mientras oía misa en la Porciúncula, escuchó el evangelio del envío de los discípulos en misión y descubrió su vocación evangélica y apostólica. Empezó a predicar la paz, la igualdad entre los hombres, el alejamiento de la riqueza, la dignidad de la pobreza, el amor a todas las criaturas y la venida del Reino de Dios. Entonces se le unieron los tres primeros compañeros: Bernardo de Quintavalle, Pedro Cattani y Gil de Asís, con quienes nace la I Orden Franciscana.

En 1209 escribió la primera Regla de la Orden, que dictaba el estilo de vida para los franciscanos. Sus preceptos eran una vida basada en el amor, la oración y la paz; votos de pobreza completa, lo que incluía renunciar a las propiedades; sustento del propio trabajo o, en caso necesario, de la limosna; y ofrecer ejemplo de renuncia de sí mismo. Viajó a Roma con sus once compañeros para reunirse con el Papa Inocencio III y consiguió la aprobación verbal de la Regla. La pequeña fraternidad escogió la Porciúncula como el primer hogar de la Orden. En marzo de 1212, la noche del Domingo de Ramos, fue consagrada Clara, dando inicio a la II Orden Franciscana, también llamada Clarisas o Damas Pobres. Ese mismo año, Francisco se embarcó rumbo a Siria para continuar su obra apostólica en Oriente, pero los vientos contrarios hicieron fracasar su viaje y regresó. Los años siguientes viajó por Italia, Francia y España. El 14 de mayo de 1217, durante Pentecostés, se celebró en la Porciúncula el primer Capítulo General, junta para organizar a sus seguidores en provincias y señalar lugares específicos de misión. La Orden se dividió en doce provincias.

En 1219 consiguió viajar a Oriente, donde fue recibido por el sultán de Egipto, pero tuvo que regresar apresuradamente a Italia debido a problemas surgidos entre sus seguidores. En 1220 se retiró del gobierno de la Orden y nombró como su Vicario a Pedro Catan. En 1221 fundó la III Orden, conocida como Terciarios, a la que podían pertenecer quienes estuvieran ligados a ocupaciones civiles, estuvieran casados o simplemente no pudieran seguir la I Orden por razones de vocación o enfermedad. Ese mismo año, la organización eclesiástica le solicitó que la Regla escrita hace once años (llamada primera Regla) fuera nuevamente redactada, más breve. La Regla definitiva fue aceptada por el Capítulo de Pentecostés (junta de religiosos) y aprobada y confirmada mediante bula (documento eclesiástico) por el papa Honorio III. En 1224, Francisco pasó la cuaresma de San Miguel en el monte La Verna (en los Montes Apeninos, Italia), con el fin de hacer penitencia. Allí recibió en su cuerpo las Llagas (estigmas o señales) de la Pasión de Cristo. En ese tiempo también tuvo una grave afección a los ojos que lo dejó casi ciego, pero pese a su condición continuó predicando. En 1226, su estado de salud siguió empeorando progresivamente y fue trasladado a Asís. Al sentir cercana la muerte, pidió que lo llevaran a la Porciúncula.

El sábado 3 de octubre de 1226, hacia las 19 horas, murió a la edad de 44 años. Al día siguiente, domingo 4 de octubre, su cuerpo fue trasladado a Asís y sepultado en la iglesia de San Jorge. El 16 de julio de 1228, el Papa Gregorio IX canonizó a Francisco de Asís y se convirtió en Santo.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Lecturas y Santoral 02/10/2024. Miércoles de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Ciclo B año par

 PRIMERA LECTURA

El hombre no es justo frente a Dios

Lectura del libro de Job 9, 1-12. 14-16

Respondió Job a sus amigos:

«Sé muy bien que es así:
que el hombre no es justo frente a Dios.

Si Dios se digna pleitear con él,
él no podrá rebatirle de mil razones una.

¿Quién, fuerte o sabio,
le resiste y queda ileso?

Él desplaza las montañas sin que se advierta
y las vuelca con su cólera;

estremece la tierra en sus cimientos,
y sus columnas retiemblan;

manda al sol que no brille
y guarda bajo sello las estrellas;

él solo despliega los cielos
y camina sobre la espalda del mar;

creó la Osa y Orión,
las Pléyades y las Cámaras del Sur;

hace prodigios insondables,
maravillas sin cuento.

Si cruza junto a mí, no puedo verlo,
pasa rozándome, y no lo siento;

si coge una presa, ¿quién se la quitará?;
¿quién le reclamará: "Qué estás haciendo?".

Cuánto menos podré yo replicarle
o escoger argumentos contra él.

Aunque tuviera razón, no recibiría respuesta,
tendría que suplicar a mi adversario;

aunque lo citara y me respondiera,
no creo que me hiciera caso».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 87, 10bc-11. 12-13. 14-15 (R.: 3a)

R. Llegue hasta ti mi súplica, Señor.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias? R.

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en las tinieblas,
o tu justicia en el país del olvido? R.

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro? R.

 

Aleluya Flp 3, 8-9

Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura
con tal de ganar a Cristo y existir en él.

 

EVANGELIO

Te seguiré a donde vayas

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno:

—«Te seguiré a donde vayas».

Jesús le respondió:

—«Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

A otro le dijo:

—«Sígueme».

Él respondió:

—«Déjame primero ir a enterrar a mi padre».

Le contestó:

—«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».

Otro le dijo:

—«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia».

Jesús le contestó:

—«El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios».

Palabra del Señor.



Fiesta de los Ángeles Custodios
Imagen de Fiesta de los Ángeles CustodiosCandela

En la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos. Por tanto La tradición bíblica nos presenta a los ángeles como ministros o funcionarios de Dios, mensajeros de su voluntad y ejecutores de sus órdenes, que por designio divino son los custodios, guardianes o protectores de los hombres.

En el siglo II el gran sabio Orígenes señalaba que "los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja".

En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).

En el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: "Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custódiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen."

Y en el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.

San Francisco de Asís, según nos cuenta su biógrafo Tomás de Celano, "tenía en muchísima veneración y amor a los ángeles, que están con nosotros en la lucha y van con nosotros entre las sombras de la muerte. Decía que a tales compañeros había que venerarlos en todo lugar; que había que invocar, cuando menos, a los que son nuestros custodios. Enseñaba a no ofender la vista de ellos y a no osar hacer en su presencia lo que no se haría delante de los hombres. Y porque en el coro o capilla se salmodia en presencia de los ángeles, quería que todos cuantos hermanos pudieran se reunieran en el coro y salmodiaran allí con devoción” (2 Cel 197).

Oración: Oh Dios, que en tu providencia amorosa te has dignado enviar para nuestra custodia a tus santos ángeles, concédenos, atento a nuestras súplicas, vernos siempre defendidos por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

HIMNO DE LAUDES AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía. En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.

ANGEL DE DIOS Ángel de Dios, bajo cuya custodia me puso el Señor con amorosa piedad, a mí que soy vuestro encomendado, alumbradme hoy, guardadme, regidme y gobernadme. Amén.

ORACIÓN AL ANGEL DE LA GUARDA (Macario, El Egipcio) Ángel santo, que velas por mi pobre alma y por mi vida, no me dejes - soy pecador - y no me desampares a causa de mis manchas. No dejes que se me acerque el mal espíritu. Y dirígeme poderoso preservando mi cuerpo mortal. Toma mi mano débil y condúceme por el camino de la salvación.

DEVOCIÓN AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA (San Juan Berchmans) Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y por amor a Jesucristo te suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sostenme, si estoy en peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.

ORACIÓN AL ANGEL DE LA GUARDA Ángel de la paz, Ángel de la Guarda, a quien soy encomendado, mi defensor, mi vigilante centinela; gracias te doy, que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma. Gracias te doy, que estando durmiendo, me velaste, y despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones me avisaste.

Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero, protector y fiel guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor y compañero celestial. En mis desobediencias, vilezas y descortesías, ayúdame y guárdame siempre de noche y de día. Amén.

Padrenuestro y Avemaría.