martes, 25 de marzo de 2025

Lecturas y Santoral 25/03/2025 - Martes. Anunciación del Señor, solemnidad

Mirad: la virgen está encinta
Primera Lectura. Isaías 7, 10-14; 8, 10

En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo:
"Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo".
Respondió Ajaz:
-"No lo pido, no quiero tentar al Señor".
Entonces dijo Dios:
"Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, porque con nosotros está Dios".

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 39, 7-8a. 8b-9. 10. 11
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: "Aquí estoy".

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
"Como está escrito en mi libro
para hacer tu voluntad".
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
No me he guardado en el pecho tu defensa,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.


Así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí: para hacer ¡oh, Dios! tu voluntad.
Segunda Lectura. carta a los Hebreos 10, 4-10

Hermanos:
Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.
Por eso, al entrar Cristo en el mundo dice:
"Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas expiatorias.
Entonces yo dije: He aquí que vengo - pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí - para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad".
Primero dice: "Tú no quisiste ni sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos ni víctimas expiatorias", que se ofrecen según la ley. Después añade: "He aquí que vengo para hacer tu voluntad".
Niega lo primero, para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios


Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
"No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin".
Y María dijo al ángel:
"¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?".
El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, 'porque para Dios nada hay imposible'".
María contestó:
"He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra".
Y el ángel se retiró.

Palabra de Dios


La Anunciación del Señor
Imagen de La Anunciación del SeñorCandela

Hoy se celebra la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María. Es una fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen: la Encarnación del Hijo del eterno Padre en el seno de la Virgen por obra del Espíritu Santo. El Verbo se hace hijo de María y ésta se convierte en Madre de Dios. Esta fiesta se celebra nueve meses antes de la Natividad de Cristo. Es la celebración del anuncio del nacimiento de Cristo hecho a la Virgen María, como se narra en el Evangelio de San Lucas. Aunque esta fiesta es de origen apostólico, los primeros documentos auténticos de su celebración aparecen en el siglo VI.

San Lucas refiere que el ángel Gabriel, enviado por Dios a la Virgen María, se le presentó en Nazaret y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se conturbó, pero al ángel añadió: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, que será llamado Hijo del Altísimo”. María aclaró que no conocía varón, y el ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios”. Entonces María dijo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. San Juan cierra así la escena: “Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros”.

“Consideremos al Arcángel Gabriel entrando a donde estaba María, para anunciarle que la Santísima Trinidad la ha elegido para ser Madre de Dios. Su humildad y su pudor se alarman ante esta noticia; pero es tranquilizada asegurándosele que será madre sin dejar de ser virgen. ‘Hágase en mí según tu palabra’, exclama; y, al instante, con la sangre purísima de la Virgen Inmaculada, el Espíritu Santo forma el cuerpo adorable de Jesús.”

Oración: Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Imagen Anunciación
"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 24 de marzo de 2025

Lecturas y Santoral 24/03/2025 - Lunes de la 3ª semana de Cuaresma, feria

 PRIMERA LECTURA

Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio

Lectura del segundo libro de los Reyes 5, 1-15a

En aquellos días, Naamán, general del ejército del rey sirio, era un hombre que gozaba de la estima y del favor de su señor, pues por su medio el Señor había dado la victoria a Siria.

Era un hombre muy valiente, pero estaba enfermo de lepra.

En una incursión, una banda de sirios llevó de Israel a una muchacha, que quedó como criada de la mujer de Naamán, y dijo a su señora:

—«Ojalá mi señor fuera a ver al profeta de Samaría: él lo libraría de su enfermedad».

Naamán fue a informar a su señor:

—«La muchacha israelita ha dicho esto y esto».

El rey de Siria le dijo:

—«Ven, que te doy una carta para el rey de Israel».

Naamán se puso en camino, llevando tres quintales de plata, seis mil monedas de oro y diez trajes. Presentó al rey de Israel la carta, que decía así:

—«Cuando recibas esta carta, verás que te envío a mi ministro Naamán para que lo libres de su enfermedad».

Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las vestiduras, exclamando:

—«¿Soy yo un dios capaz de dar muerte o vida, para que éste me encargue de librar a un hombre de su enfermedad? Fijaos bien, y veréis cómo está buscando un pretexto contra mí».

El profeta Eliseo se enteró de que el rey de Israel se había rasgado las vestiduras y le envió este recado:

—«¿Por qué te has rasgado las vestiduras? Que venga a mí y verá que hay un profeta en Israel».

Naamán llegó con sus caballos y su carroza y se detuvo ante la puerta de Eliseo. Eliseo le mandó uno a decirle:

—«Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia».

Naamán se enfadó y decidió irse, comentando:

—«Yo me imaginaba que saldría en persona a verme, y que, puesto en pie, invocaría al Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me libraría de mi enfermedad. ¿Es que los ríos de Damasco, el Abana y el Farfar, no valen más que toda el agua de Israel? ¿No puedo bañarme en ellos y quedar limpio?».

Dio media vuelta y se marchaba furioso. Pero sus siervos se le acercaron y le dijeron:

—«Señor, si el profeta te hubiera prescrito algo difícil, lo harías. Cuanto más si lo que te prescribe para quedar limpio es simplemente que te bañes».

Entonces Naamán bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva y se presentó al profeta, diciendo:

—«Ahora reconozco que no hay dios en toda la tierra más que el de Israel».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 41, 2. 3; 42, 3. 4 (R.: cf. 41, 3)

R. Mi alma tiene sed del Dios vivo:
¿cuándo veré el rostro de Dios?

Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío. R.

Tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios? R.

Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R.

Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R.

 

Aleluya Sal 129, 5. 7

Espero en el Señor, espero en su palabra,
porque de él viene la misericordia,
la redención copiosa.

 

EVANGELIO

Jesús, igual que Elías y Eliseo, no ha sido enviado únicamente a los judíos

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 24-30

En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret:

—«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio».

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Palabra del Señor.


Santa Catalina de Suecia

Imagen de Santa Catalina de SueciaCandela

Fue la segunda o la cuarta de los ocho hijos de Santa Brígida, la gran mística sueca, y el príncipe Ulpho de Nericia, en ese país escandinavo.

A muy joven edad Santa Catalina es casada con Edgarvon Kyren, noble de ascendencia, pero más noble de espíritu. Tanto era así, que ambos decidieron llevar un matrimonio de continencia.

A los 19 años, Catalina se reúne con su madre en Roma, donde participó de su intensa vida religiosa. En peregrinaciones y buenas obras, Catalina vivió 25 años con su madre, siguiendo siempre de cerca su ejemplo.

En 1372 Catalina y su hermano Birger fueron con su madre en peregrinación a Tierra Santa. Pero al llegar a Jerusalén, Santa Brígida enfermó. Retornando a Roma, entregó a Dios su espíritu.

Dos años después, conforme a la voluntad de su madre, Catalina regresó a Suecia llevando sus restos mortales para ser sepultados en el Monasterio de Wadstena, que ella fundó. Santa Catalina ingresó entonces a esa institución, siendo reconocida como superiora.

Más tarde volvió a Roma buscando la canonización de su madre. Se entrevistó con Gregorio XI, quien lamentablemente falleció. Luego vio a su sucesor, Urbano VI, pero los asuntos políticos de la época impidieron al Papa hacerse cargo del asunto.

Durante su estancia de cinco años en la Ciudad Eterna, se dice que Santa Catalina Ulfsdotter obró numerosos milagros. Está fama la acompaña de vuelta a Suecia, donde finalmente muere en santa paz.

San Agapito S. III

Imagen de San Agapito S. IIICandela

Obispo de Sínnada, en Frigia, durante el siglo III, se hizo célebre por su oración y presencia de Dios.

Y también por su fama taumatúrgica, tan renombrada como las canteras marmóreas de Sínnada; con su alabastro de una blancura, símbolo de la que el alma precisa para reflejar a Dios.

Así lo había expresado San Teófilo, obispo de Antioquía, y cronológicamente el primer gran teólogo cristiano: "Si me dices: 'Muéstrame a tu Dios', te diré yo a mi vez: "Muéstrame primero a tu hombre y yo te enseñaré a mi Dios". Antes debo saber si tus ojos y tus oídos (espirituales) están dispuestos para percibirle. No basta con poseer los ojos del corazón. Todos los tienen. Se deben tener sin manchas ni nubes interiores que estorben recibir la luz del sol. Si los ciegos no ven la luz, no es esa culpa de la luz del sol, sino deficiencia de la ceguera y de los ojos de uno mismo. Además el espejo del corazón del hombre debe estar bien bruñido para que se refleje límpida la imagen divina. Mientras haya vaho en la superficie del metal del espejo, no hay por qué exijamos se vea con nitidez el semblante del que en él se mire. Pues bien, el pecado es al alma lo que el vaho al espejo. Dices te enseñe mi Dios. Enséñame primero cuál eres como hombre; si eres dado al libertinaje, si despojador, si dado a la envidia, o a la arrogancia y la soberbia, si insubordinado a los mayores. No dirijas tus ojos a Dios sin saber si está purificada tu vista".

Lecturas y Santoral 23/03/2025 - Domingo de la 3ª semana de Cuaresma

PRIMERA LECTURA

«Yo soy» me envía a vosotros.

Lectura del libro del Éxodo 3, 1-8a. 13-15

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.

El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.

Moisés se dijo:

—«Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza».

Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:

—«Moisés, Moisés».

Respondió él:

—«Aquí estoy».

Dijo Dios:

—«No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado».

Y añadió:

—«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob».

Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.

El Señor le dijo:

—«He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel».

Moisés replicó a Dios:

—«Mira, yo iré a los israelitas y les diré:

"El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros".

Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?».

Dios dijo a Moisés:

—«"Soy el que soy"; esto dirás a los israelitas: "'Yo-soy' me envía a vosotros"».

Dios añadió:

—«Esto dirás a los israelitas: "Yahvé (Él-es), Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Éste es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación"».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11 (R.: 8a)

R. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R

 

SEGUNDA LECTURA

La vida del pueblo con Moisés en el desierto fue escrita para escarmiento nuestro.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 1-6. 10-12

No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.

Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron aquéllos.

No protestéis, como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador.

Todo esto les sucedía como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Mt 4, 17

Convertíos
—dice el Señor—,
porque está cerca el reino de los cielos


EVANGELIO

Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús contestó:

—«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera».

Y les dijo esta parábola:

—«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.

Dijo entonces al viñador:

"Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?".

Pero el viñador contestó:

"Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas».

Palabra del Señor.

Santo Toribio de Mogrovejo

Imagen de Santo Toribio de MogrovejoCandela

Nació en Mayorga, España, en 1538. Los datos acerca de este Arzobispo, personaje excepcional en la historia de sudamérica, producen asombro y maravilla. El santo era graduado en derecho, y había sido nombrado Presidente del Tribunal de Granada (España) cuando el emperador Felipe II al conocer sus grandes cualidades le propuso al Sumo Pontífice para que lo nombrara Arzobispo de Lima.

En 1581 llegó Toribio a Lima como Arzobispo, dedicándose con todas sus energías a lograr el progreso espiritual de sus súbditos. La ciudad estaba en una grave decadencia espiritual; los conquistadores cometían muchos abusos y los sacerdotes no se atrevían a corregirlos.

Muchos para excusarse del mal que estaban haciendo, decían que esa era la costumbre. El arzobispo les respondió que Cristo es verdad y no costumbre. Y empezó a atacar fuertemente todos los vicios y escándalos. Las medidas enérgicas que tomó contra los abusos que se cometían, le atrajeron muchas persecuciones y atroces calumnias; el callaba y ofrecía todo por amor a Dios.

Tres veces visitó completamente su inmensa archidiócesis de Lima. En la primera vez gastó siete años recorriéndola. En la segunda vez duró cinco años y en la tercera empleó cuatro años. La mayor parte del recorrido era a pie. A veces en mula, por caminos casi intransitables, pasando de climas terriblemente fríos a climas ardientes.

Logró la conversión de un enorme número de indios. Santo Toribio se propuso reunir a los sacerdotes y obispos de América en Sínodos o reuniones generales para dar leyes acerca del comportamiento que deben tener los católicos. Cada dos años reunía a todo el clero de la diócesis para un Sínodo y cada siete años a los de las diócesis vecinas. Fundó el primer seminario de América. Insistió y obtuvo que los religiosos aceptaran parroquias en sitios supremamente pobres. Casi duplicó el número de parroquias o centros de evangelización en su archidiócesis. Cuando él llegó había 150 y cuando murió ya existían 250 parroquias en su territorio.

Su generosidad lo llevaba a repartir a los pobres todo lo que poseía. El 23 de marzo de 1606, un Jueves Santo, murió en una capillita de los indios, en una lejana región, donde estaba predicando y confirmando a los indígenas. Estaba a 440 kilómetros de Lima. Santo Toribio tuvo el gusto de administrarle el sacramento de la confirmación a tres santos: Santa Rosa de Lima, San Francisco Solano y San Martín de Porres.

El Papa Benedicto XIII lo declaró santo en 1726. En el Perú, se celebra litúrgicamente su fiesta el 27 de abril.

Oración: Señor, tú que has querido acrecentar la Iglesia mediante los trabajos apostólicos y el celo por la verdad de tu obispo santo Toribio, concede al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en fe y en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

José Oriol

Imagen de José OriolCandela

Nació en Barcelona, España, y quedó huérfano de padre siendo todavía muy pequeño. Jovencito fue admitido como monaguillo y cantor en una iglesia, y viendo los sacerdotes su gran piedad y devoción se propusieron costearle los estudios de seminario. Pasaba muchas horas rezando ante el Santísimo Sacramento en el templo.

Ordenado sacerdote, y habiendo recibido en la universidad el grado de doctor, se dedicó a la educación de la juventud. Era sumamente estimado por las gentes y muy alabado por su gran virtud y por sus modos tan amables que tenía en el trato con todos, pero Dios le dejó ver el estado de su alma y desde ese día ya no tuvo José ningún sentimiento de vanidad ni de orgullo. Se dio cuenta de que lo que ante los ojos de la gente brilla como santidad, ante los ojos de Dios no es sino miseria y debilidad. Desde el día en que Dios le permitió ver el estado de su alma, José Oriol se propuso nunca más volver a comer carne en su vida y ayunar todos los días.

A San José Oriol le concedió Dios el don de la dirección espiritual. Las gentes que iban a consultarlo volvían a sus casas y a sus oficios con el alma en paz y el espíritu lleno de confianza y alegría. A las personas que dirigía les insistía en que su santidad no fuera sólo superficial y externa, sino sobre todo interior y sobrenatural.

El santo nunca se atribuía a él mismo ninguno de los prodigios que obraba. Decía que todo se debía a que sus penitentes se confesaban con mucho arrepentimiento y que por eso Dios los curaba. En sus últimos años obtuvo de Dios el don de profecía y anunciaba muchas cosas que iban a suceder en el futuro. Y hasta anunció cuando iba a suceder su propia muerte. En un día del mes de marzo del año 1702, mientras cantaba en su lecho de enfermo un himno a la Virgen María, murió santamente. Tenía apenas 53 años.

Santa Rebeca (Rafka) Ar-Rayes

Imagen de Santa Rebeca (Rafka) Ar-RayesCandela

Nació en 1832 cerca de Beirut. Sus padres le enseñaron a amar a Dios y a rezar diariamente. A los 21 años entró en un convento de Mariamat (Hijas de María), en el que pronunció sus votos en 1856. Estudió magisterio y luego comenzó su misión de catequista y maestra por los pueblos de la montaña.

En 1871 fue disuelto su Instituto; entonces entró en el monasterio de San Simeón, de la Orden Libanesa Maronita, en el que hizo la profesión solemne al año siguiente. En él vivió 26 años, siendo un ejemplo vivo de obediencia, oración, abnegación y trabajo silencioso para las monjas.

En 1885 se ofreció para soportar las enfermedades que Dios le enviara, y su salud se fue deteriorando hasta quedar ciega y paralítica. Todo lo aceptó con la seguridad de estar participando en la pasión del Señor.

Murió el 23 de marzo de 1914 en Ad Dahr (Líbano) como altar y holocausto a la vez. Fue canonizada el 2001 por Juan Pablo II.