No gritará, no voceará por las calles
Primera Lectura. Isaías 42, 1-7
Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.» Así dice el Señor Dios, que creó y desplegó los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, dio el respiro al pueblo que la habita y el aliento a los que se mueven en ella: «Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios.
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Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
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Salmo Responsorial Salmo 26, 1. 2. 3. 13-14
El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mí vida, ¿quién me hará temblar?
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mí vida, ¿quién me hará temblar?
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
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Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 12,1-11
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? .» Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo: - «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.» Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
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Beato Raimundo Lulio S. XIII
El Beato Raimundo Lulio "el Doctor Iluminado", Caballero andante a lo divino, filósofo, místico, trovador y poeta, nació en Mallorca en el siglo XIII. Se casó y tuvo dos hijos.
Decide reparar una primera juventud de frivolidad, entregándose del todo a presentar razonadamente el contenido de la fe, a promover las misiones y a liberar el Santo Sepulcro.
Tras la muerte de su esposa, puede vivir libremente el modo religioso franciscano.
Escribe en prosa y verso libros de filosofía y teología, dedicados especialmente al mundo árabe y judío: Arte magna, Árbol de la Ciencia, Contemplación en Dios, Blanquerna, Cántico del Amigo y del Amado, Canto de Ramón, Cien nombres de Dios.
Por su didáctica intuitiva y el símbolo de su poesía, quedará como una figura cumbre de la lengua catalana, en el siglo XII.
Crea en Mallorca el Centro de Estudios Orientales, de Miramar. Viaja por Europa, África y Asia. En todos sus continuos ajetreos sólo le movía la gloria de Dios. Así cuando visita a Felipe el Hermoso de Francia, y a Jaime II de Aragón y su esposa la dulce Doña Blanca "reina blanca de blanca paz", a la que dedica un Libro sobre la oración. Así cuando acude a la Corte de Roma, y al Concilio de Vienne, durante la cautividad de Avignon, y emplaza al papa Clemente V ante el tribunal de Dios, si el Concilio se malograra.
Aún hervían más empresas en su cerebro. Planea en su opúsculo De Fine la conquista del norte de África, pasando por Málaga y Granada, como el mejor camino para la redención del Santo Sepulcro de Jerusalén, que, con lágrimas en los ojos, había visto abandonado en su viaje a Tierra Santa.
En 1314, ya octogenario, salía de Mallorca para su último gran viaje al África.
En Túnez, una vez más, sufre tales vejaciones de parte de los sarracenos, que, aunque luego sobreviviera, será venerado como mártir.
A Mallorca volvió, vivo o muerto, el año 1315. Allí había nacido hacía ochenta años. Allí reposan sus restos que aún parecen gritarnos las palabras del Amado: "Si vosotros, amadores, queréis agua, venid a mis ojos, que son fuentes de lágrimas, y si queréis fuego, venid a mi corazón y encended en él vuestra antorcha". Así contesta el Amado al Amigo.
Santoral confeccionado consultando: el preparado por oremosjuntos.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es
Decide reparar una primera juventud de frivolidad, entregándose del todo a presentar razonadamente el contenido de la fe, a promover las misiones y a liberar el Santo Sepulcro.
Tras la muerte de su esposa, puede vivir libremente el modo religioso franciscano.
Escribe en prosa y verso libros de filosofía y teología, dedicados especialmente al mundo árabe y judío: Arte magna, Árbol de la Ciencia, Contemplación en Dios, Blanquerna, Cántico del Amigo y del Amado, Canto de Ramón, Cien nombres de Dios.
Por su didáctica intuitiva y el símbolo de su poesía, quedará como una figura cumbre de la lengua catalana, en el siglo XII.
Crea en Mallorca el Centro de Estudios Orientales, de Miramar. Viaja por Europa, África y Asia. En todos sus continuos ajetreos sólo le movía la gloria de Dios. Así cuando visita a Felipe el Hermoso de Francia, y a Jaime II de Aragón y su esposa la dulce Doña Blanca "reina blanca de blanca paz", a la que dedica un Libro sobre la oración. Así cuando acude a la Corte de Roma, y al Concilio de Vienne, durante la cautividad de Avignon, y emplaza al papa Clemente V ante el tribunal de Dios, si el Concilio se malograra.
Aún hervían más empresas en su cerebro. Planea en su opúsculo De Fine la conquista del norte de África, pasando por Málaga y Granada, como el mejor camino para la redención del Santo Sepulcro de Jerusalén, que, con lágrimas en los ojos, había visto abandonado en su viaje a Tierra Santa.
En 1314, ya octogenario, salía de Mallorca para su último gran viaje al África.
En Túnez, una vez más, sufre tales vejaciones de parte de los sarracenos, que, aunque luego sobreviviera, será venerado como mártir.
A Mallorca volvió, vivo o muerto, el año 1315. Allí había nacido hacía ochenta años. Allí reposan sus restos que aún parecen gritarnos las palabras del Amado: "Si vosotros, amadores, queréis agua, venid a mis ojos, que son fuentes de lágrimas, y si queréis fuego, venid a mi corazón y encended en él vuestra antorcha". Así contesta el Amado al Amigo.
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