viernes, 14 de mayo de 2010

Lecturas y Santoral 14-05-10

Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 1, 15-17. 20-26
Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas): -«Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: "Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella", y también: "Que su cargo lo ocupe otro. " Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión.» Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: -«Señor, tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio.» Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
Salmo Responsorial Salmo 112,1-2.3-4.5-6.7-8
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra?
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
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No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.» Palabra del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
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San Matías Apóstol
No conocemos a San Matías más que por el relato de su elección en los días que mediaron entre la Ascensión y Pentecostés. Por lo demás esa circunstancia es la razón de que se celebre su fiesta al final del tiempo pascual. Pero la alocución de Pedro antes de la elección de Matías es de la mayor importancia, en primer lugar que los Apóstoles eran conscientes de pertenecer a un grupo aparte, el colegio de los Doce, explícitamente establecido por Jesús para continuar su propia misión. Al haber fallado uno de los Doce, era menester remplazarlo, puesto que el número era sagrado: el nuevo pueblo de Dios se edifica sobre los Doce Apóstoles lo mismo que el antiguo Israel procede de los doce hijos de Jacob. Además, para ser elegido como Apóstol, es necesario haber seguido a Jesús desde su bautismo hasta la ascensión, a fin de «hacerse testigo de su resurrección». El haber vivido junto a Cristo, escuchando sus enseñanzas, compartido su vida, y más tarde haber comido y bebido con él tras su resurrección de entre los muertos, es la experiencia irremplazable que permitirá a los Apóstoles hablar con seguridad y les otorgará la fuerza para sellar su testimonio con su propia sangre.

Retomar algo donde otro lo dejó es delicado. Ya es bastante difícil tener que vivir a la altura de la reputación gloriosa de tu predecesor, pero más difícil aún es tener que vivir una mala reputación. San Matías tenía ese problema. Lo único que sabemos acerca de él es que fue escogido para coger el puesto de Judas Iscariote entre los doce apóstoles. Imagina lo que tiene que ser atravesar la historia conocido como el que reemplazó a Judas. Hiciera lo que hiciera Matías, lo primero que la gente iba a recordar sería que sustituyó a la persona que traicionó a Jesús.

Nosotros podemos tener dificultades similares. Si reemplazamos una persona bien querida y que tuvo que partir bajo condiciones favorables, podemos acabar siendo recordados constantemente que nuestro predecesor hizo las cosas de modo diferente. Y a la inversa, si la persona fue expulsada, somos conocidos como el que la sustituyó en tal y cual trabajo. En cualquiera de ambos casos, es difícil establecer nuestra propia identidad a la sombra de nuestro predecesor.

La mejor - y única - cosa que podemos hacer cuando nos enfrentamos a una situación así es la de centrar nuestra atención en la tarea que tenemos a mano. No podemos cambiar lo que hizo o dejó de hacer la persona que tuvo el trabajo antes que nosotros. Lo único que podemos controlar son nuestras propias acciones.

Santoral confeccionado consultando: el preparado por catholic.net,oremosjuntos.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, Aciprensa.com, archimadrid.es

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