viernes, 27 de marzo de 2015

Lecturas y Santoral 27-03-15

El Señor es mi fuerte defensor
Primera Lectura. Jeremías 20, 10-13
Oía el cuchicheo de la gente: "Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo." Mis amigos acechaban mi traspié: "A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él."
Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará.
Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa.
Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

03-profeta-Jeremias-Jeremías-Rembrandt
Salmo Responsorial. Salmo 17, 2-3a. 3bc-4. 5-6. 7
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.

En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte.

En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
En el peligro invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos.

En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 10,31-42
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
- "Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?"
Los judíos le contestaron:
- "No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios."
Jesús les replicó:
- "¿No está escrito en vuestra ley: 'Yo, os digo: Sois dioses'? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la Palabra de Dios. (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre."
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían:
- "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad."
Y muchos creyeron en él allí.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

James-Tissot-los-judios-cogen rocas-para-apedrear-lapidar-fariseos
San Juan de Egipto (304-394)
San Juan de Egipto

El sienés Pietro Lorenzetti pintó la escena en un fresco del camposanto de Pisa, según la historia de Rufino: una mujer de hermosura extraña y glacial fija su mirada obsesionante en el monje barbudo que aprieta su mano. Una atmósfera como de sueño, voluptuosa y fatídica, envuelve a la bella y al solitario.

El eremita había acogido en su caverna del desierto a la mujer errante y extenuada que le conmovió con la dulzura de sus palabras; "siguieron otras más dulces aún, mezcladas con risas y caricias, y hasta tuvo el atrevimiento de tocar las barbas y el mentón de Juan".

Y cuando éste, "cediendo a los impulsos de una pasión desordenada" tendió sus brazos hacia ella, "el demonio, revestido de aquella apariencia, pero cuyo cuerpo fantasmagórico no era más que aire, se esfumó lanzando alaridos espantosos, y un tropel de malos espíritus acudió para presenciar entre burlas la confusión del hombre de Dios".

De Juan de Egipto sabemos que nació en Licópolis, hoy Asiut, que era carpintero y que en su edad madura se dedicó a hacer vida de ermitaño, hasta adquirir una reputación de santidad sólo inferior a la del famosísimo san Antonio. Se dice que profetizó sus victorias al emperador Teodosio.

Pero en el recuerdo la imagen que permanece es la de la debilidad, la compasión peligrosa que permite su caída y que el Diablo le escarnezca. Y no es malo ver también a los santos desde este punto de vista, apeados de sus altares y de su aparente impasibilidad superior, turbados y zarandeados por el instinto, débiles como todos hasta querer abrazar la fantasmagoría que se deshace en un estrépito infernal, en humo y arrepentimiento.

San Ruperto

San Ruperto

Era obispo de Worms (Alemania), pero tuvo que salir de allí porque se le pusieron en contra los arrianos y los paganos. Entonces el duque de Baviera, Teodo II, lo invitó a predicar en su territorio que entonces comprendía también una parte de Austria.

Comenzó su apostolado en Ratisbona y lo siguió a lo largo del río Danubio. Reconstruyó una antigua ciudad romana arruinada que le dio el duque, llamada Juvavum, a la que puso el nombre de Salzburgo y de la que fue el primer obispo. Erigió un monasterio masculino, bajo el título de San Pedro, el más antiguo de Austria, con catedral y escuela anejas, del que fue abad a la vez que era obispo, y otro femenino. Buscó colaboradores adecuados, que hizo ir desde su tierra de origen, para la tarea evangelizadora y así pudo fundar iglesias y monasterios.

Como abad-obispo hizo una labor que le mereció el título de apóstol de Baviera y de Austria. Murió en Salzburgo el año 718.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

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