viernes, 5 de febrero de 2016

Lecturas y Santoral 05-02-16. Viernes, 4ª semana del Tiempo Ordinario

Con todo su corazón David entonó himnos, demostrando el amor por su Creador
Primera Lectura. Eclesiástico 47, 2-13
Como se para la grasa en el sacrificio de comunión, así David fue separado de entre los hijos de Israel. Jugó con leones como si fueran cabritos, y con los osos como si fueran cordero. ¿Acaso no mató de joven al gigante, y quitó el oprobio del pueblo, lanzando la piedra con la honda y abatiendo la arrogancia de Goliat? Porque invocó al Señor altísimo, quien dio vigor a su diestra, para aniquilar al potente guerrero y reafirmar el poder de su pueblo. Pues él aplastó a los enemigos del contorno, aniquiló a los filisteos, sus adversarios, para siempre quebrantó su poder. Por todas sus acciones daba gracias al Altísimo, el Santo, proclamando su gloria. Con todo su corazón, entonó himnos, demostrando el amor por su Creador. Organizó coros de salmistas ante el altar, y con sus voces armonizó los cantos; y cada día tocarán su música. Dio esplendor a las fiestas, embelleció las solemnidades a la perfección, haciendo que alabaran el santo nombre del Señor, llenando de cánticos el santuario desde la aurora. El Señor perdonó sus pecados y exaltó su poder para siempre: le otorgó una alianza real y un trono de gloria en Israel.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

1 Samuel David y Goliat 02
Salmo Responsorial. 17, 31. 47 y 50. 51
Bendito sea mi Dios y Salvador.
Perfecto es el camino de Dios, acendrada es la promesa del Señor; él es escudo para los que a él se acogen.

Bendito sea mi Dios y Salvador.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador. Te daré gracias entre las naciones, Señor, y tañeré en honor de tu nombre.

Bendito sea mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu ungido, de David y su linaje por siempre.

Bendito sea mi Dios y Salvador.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 14-29
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: -"Juan Bautista ha resucitado, de entre los muertos y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él". Otros decían: -"Es Elías". Otros: -"Es un profeta como los antiguos". Herodes, al oírlo, decía: -"Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado." Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener a la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: -"Pídeme lo que quieras, que te lo daré". Y le juró: -"Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: -"¿Qué le pido?". La madre le contestó: -"La cabeza de Juan, el Bautista". Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: -"Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista". El rey se puso muy triste; pero por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

5.-Salome-muestra-la-cabeza-de-Juan-el-Bautista
Santa Águeda

Santa Agueda

Es una de las más famosas vírgenes y mártires de la antigüedad cristiana, desde la antigüedad su culto se extendió por toda la Iglesia y su nombre fue incluido en el canon romano de la misa. Nació en Catania o Palermo hacia el año 230, de padres cristianos, nobles y ricos. En su juventud consagró su virginidad al Señor.

Santa Águeda poseía todo lo que una joven suele desear: Una familia distinguida y belleza extraordinaria. Pero atesoraba mucho mas que todo su fe en Jesucristo. Así lo demostró cuando el Senador Quinciano (Quintianus), gobernador de la isla de Sicilia, se aprovechó de la persecución del emperador Decio (250-253) contra los cristianos para intentar poseerla. Las propuestas del senador fueron resueltamente rechazadas por la joven virgen, que ya se había comprometido con otro esposo: Jesucristo. Quintianus no se dio por vencido y la entregó en manos de Afrodisia, una mujer malvada, con la idea de que esta la sedujera con las tentaciones del mundo. Pero sus malas artes se vieron fustigadas por la virtud y la fidelidad a Cristo que demostró Santa Águeda.

Quinciano entonces, poseído por la ira, sometió a Águeda a los más crueles y vejatorios tormentos porque se negó ella a las pretensiones amorosas de él, no quiso sacrificar a los dioses y se mantuvo firme en su fe cristiana. Según cuenta la tradición, Quinciano, despechado y furioso, ordenó que le cortaran los pechos. Es famosa la respuesta de Santa Águeda: "Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?". La santa fue consolada con una visión de San Pedro quién, milagrosamente, la sanó. Pero las torturas continuaron y al fin fue meritoria de la palma del martirio, siendo echada sobre carbones encendidos, muriendo virgen y mártir en Catania, Sicilia (Italia) el 5 de febrero del año 251.

Según la tradición, en una erupción del volcán Etna, ocurrida un año después del martirio de Santa Águeda (c.250), la lava se detuvo milagrosamente al pedir los pobladores del área la intercesión de la santa mártir. Por eso la ciudad de Catania la tiene como patrona y las regiones aledañas al Etna la invocan como patrona y protectora contra fuego, rayos y volcanes. Además de estos elementos, la iconografía de Santa Águeda suele presentar la palma (victoria del martirio), y algún símbolo o gesto que recuerde las torturas que padeció (ver imagen, arriba).

Tanto Catania como Palermo reclaman el honor de ser la cuna de Santa Águeda. En algunos lugares, el "pan de Santa Águeda" y agua son bendecidos durante la misa de su fiesta.

La Iglesia de Santa Águeda en Roma tiene una impresionante pintura de su martirio sobre el altar mayor.

Oración: Te rogamos, Señor, que la virgen santa Águeda nos alcance tu perdón, pues ella fue agradable a tus ojos por la fortaleza que mostró en su martirio y por el mérito de su castidad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

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