lunes, 9 de julio de 2018

Lecturas y Santoral 09/07/2018. Lunes de la decimocuarta semana de Tiempo Ordinario

Me desposaré contigo para siempre
Primera Lectura. Oseas 2, 16.17b-18. 21-22
Esto dice el Señor:
"Yo la persuado, la llevo al desierto, le hablo al corazón.
Allí responderá como en los días de su juventud, como el día de su salida de Egipto.
Aquel día - oráculo del Señor -, me llamarás “esposo mío”, y ya no me llamarás "mi amo".
Me desposaré contigo para siempre, me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura , me desposaré contigo en fidelidad y conocerás al Señor".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
El Señor es clemente y misericordioso.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.

El Señor es clemente y misericordioso.
Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.

El Señor es clemente y misericordioso.
Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tu justicia.

El Señor es clemente y misericordioso.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es clemente y misericordioso.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Mi hija acaba de morir, pero ven tú y vivirá
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo:
"Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá".
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo:
"¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado".
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa de aquel jefe y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
"¡Retiraos! La niña no está muerta, está dormida".
Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se levantó.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Santa Verónica Giuliani, mística(1660-1727)


Nació en Mercatello, en la región de Urbino, en Italia, y fue bautizada con el nombre de Úrsula.

Ella era la séptima hija de Francesco y Benedetta Giuliani. El señor Giuliani era un alto y acaudalado funcionario público que pensaba en un matrimonio por conveniencia para su hija.

Sin embargo, lo que ella deseaba era una vida religiosa, por lo que, siguiendo su vocación, ingresó a los 17 años con las hermanas Clarisas de Città Castello, profesando con el nombre de Verónica.

En su comunidad fue cocinera, enfermera, panadera y despensera, entre otros varios oficios que había que desempeñar en el monasterio; llegó a ser abadesa, y por casi 35 años fue maestra de novicias.

Santa Verónica tuvo una primera experiencia mística en 1693, al tener una visión en la que Jesús le ofrecía un cáliz; ella al principio se negaba a recibirlo, pero finalmente lo aceptaba, y a partir de ese día su vida cambió dolorosamente.

De no haber sido por su confesor, quien le recomendó firmemente que escribiera un diario, el conocimiento de las profundas experiencias místicas de Santa Verónica se hubiera perdido.

A Santa Verónica le sucedía que ella misma absorbía en su persona las heridas y el sufrimiento que por nuestra salvación padeció Jesucristo.

En 1694 su cuerpo se marcó visiblemente con las heridas de la corona de espinas de Jesús, y también con el dolor de las espinas clavándosele en la cabeza, el cual se le volvió permanente. En 1697, en Viernes Santo, le ocurrió al estar en sus oraciones acostumbradas que su cuerpo se empezó a marcar con los estigmas y heridas de Jesús Crucificado.

No obstante, su propia abadesa la denunció ante la Inquisición, lo cual representó penurias y humillaciones que duraron años, hasta que los inquisidores la dejaron en paz. Ella lo aceptó con humildad ejemplar. Y con todo, su cuerpo siguió presentando los estigmas y la llaga en el costado, los cuales no desaparecieron ni con dietas ni con exorcismos.

Santa Verónica Giuliani salió librada: se le devolvieron sus cargos, y sus hermanas la nombraron abadesa en 1716. En 1727, finalmente, le acometió una apoplejía. 33 días, igual que los años que vivió Jesús, estuvo agonizando, hasta que finalmente falleció en el convento de Città Castello.

El diario que Santa Verónica Giuliani legó después de su muerte abarca más de veinte mil páginas. Se dice que al practicarle la autopsia, los médicos encontraron que su corazón estaba marcado con la Cruz.

Santa Verónica Giuliani fue canonizada por el papa Gregorio XVI en 1839. En la actualidad existe la propuesta para nombrarla Doctora de la Iglesia.

San Nicolás Pieck y compañeros mártires de Gorcum 1572


En junio de 1572, los calvinistas se apoderaron de Gorcum (Holanda) y detuvieron a los frailes franciscanos del convento de aquella ciudad y a otros religiosos y sacerdotes. Los llevaron por pueblos y aldeas exponiéndolos a las burlas de la gente. Por fin, en la ciudad de Brielle, con diversas torturas, intentaron forzarlos a renegar de la fe católica, particularmente de la doctrina sobre la eucaristía y sobre el primado del romano Pontífice.

Y como se mantenían firmes en la fe, el 9 de julio de 1572, tras torturarlos cruelmente, los ahorcaron y luego los descuartizaron. El grupo de mártires lo formaban un dominico, dos premonstratenses, un canónigo regular de San Agustín, cuatro sacerdotes seculares y once franciscanos. Los franciscanos, todos ellos moradores del convento de Gorcum, eran: Nicolás Pieck, guardián, Jerónimo de Weert, vicario, Nicasio de Heeze, Teodoro van der Eem, Willehald de Dinamarca, Godofredo de Melveren, Antonio de Weer, Antonio de Hoornaert y Francisco van Rooy, sacerdotes, y los hermanos legos Pedro de Assche y Cornelio de Wijk.

Oración: Oh Dios, que has premiado el martirio de tus santos Nicolás, Willaldo y compañeros con la gloria eterna; concédenos imitar su constancia en la fe y recibir el premio que ellos consiguieron. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral y lecturas confeccionados consultando el preparado por: franciscanos.org, corazones.org, aciprensa.com, caminando-con-jesus.org, www.churchforum.org.mx, eltestigofiel.org, webcatolicodejavier.org, santopedia.com, es.catholic.net, Archidiócesis de Madrid, ewtn.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, catholic.net, oremosjuntos.com


Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

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