lunes, 9 de septiembre de 2019

Lecturas y Santoral 09/09/2019. Lunes de la vigesimotercera semana de Tiempo Ordinario

Nombrado servidor de la Iglesia para llevar a plenitud el misterio escondido desde siglos
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 24-2, 3

Hermanos:
Ahora me alegro de mi sufrimiento por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado servidor, conforme al encargo que me ha sido encomendado en orden a vosotros: llevar a plenitud la Palabra de Dios, el misterio escondido desde siglos y generaciones y revelado ahora a sus santos, a quienes Dios ha querido dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para presentarlos a todos perfectos en Cristo. Por este motivo lucho denodadamente con su fuerza, que actúa poderosamente en mí.
Quiero que sepáis el duro combate que sostengo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente; para que se llenen de ánimo sus corazones y, estrechamente unidos en el amor mutuo, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y el perfecto conocimiento del misterio de Dios, que es Cristo.
En él están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 61, 6-7. 9
De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Descansa solo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
Dios es nuestro refugio.

De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Estaban al acecho para ver si curaba en sábado.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 6, 6-11
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar.
Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y, levantándose, se quedó en pie.
Jesús les dijo:
«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?».
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo:
«Extiende tu mano».
Él lo hizo y su mano quedó restablecida.
Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


San Pedro Claver predicador (1580-1654)


Nació en Verdú, en Cataluña, España, en el seno de una humilde familia campesina.

Más allá de que provenía de un medio de trabajadores del campo, es poco lo que se sabe de la infancia de San Pedro Claver, sólo que antes de cumplir veinte años ingresó a la Orden Jesuita, en Tarragona.

Mientras estudiaba filosofía en la escuela misionera de Palma de Mallorca, San Pedro Claver conoció y trabó amistad con el portero de la institución, Alonso Rodríguez, quien también habría de alcanzar la santidad.

La influencia de Alfonso fue fundamental para que San Pedro Claver inclinara su vida hacia la evangelización en América.

De este modo, San Pedro Claver se embarcó rumbo a Nueva Granada, la actual Colombia, en 1610. Sus primeros dos años transcurrieron en Santa Fe de Bogotá, y posteriormente lo asignaron a Cartagena de Indias, donde fue ordenado sacerdote en 1616.

Cartagena era para entonces el principal puerto para el tráfico de esclavos africanos en las posesiones españolas en América. Las condiciones inmundas en que llegaban las víctimas de esta infame actividad lo impresionaron vivamente.

Fue entonces que tomó una postura radical, y decidió convertirse, como él mismo lo plasmó, en "esclavo de los esclavos".

Durante 38 años, San Pedro Claver se preocupó por hacer un poco mejores las condiciones en que vivían esas personas que eran tratadas como animales, y por llevarles la palabra de Dios y el sacramento del bautismo.

San Pedro ideó así una manera para llevar comida, medicina y alivio a los cautivos, sobre todo a los recién desembarcados y a los que aún permanecían en las galeras de los buques esclavistas.

Para ayudarse en su labor catequética, organizó grupos de intérpretes para que la Palabra pudiera transmitirse a los distintos idiomas africanos hablados por los esclavos según su procedencia.

Esta actitud le ganó a San Pedro Claver numerosas críticas y múltiples enemigos, lo mismo entre los traficantes de esclavos que entre la gente de sociedad de Cartagena por otras partes. Ya en vida se le conocía como "Apóstol de los negros".

Sin embargo, el santo benefactor siempre supo oponerse a sus detractores. Su respuesta eran sus acciones, y sus acciones un postulado de que la vida humana es un don de Dios, y por lo tanto existe una dignidad fundamental que en ese aspecto nos hace iguales a todos los seres humanos.

Luego de casi cuatro décadas de sentir en su propia persona el sufrimiento de los demás, San Pedro Claver falleció en santa paz en Cartagena.

San Pedro Claver fue canonizado en 1888 por el papa León XIII, quien lo nombró también, en 1896, santo patrono de las "misiones entre los negros". También es patrono de Colombia.

Oración: Oh Dios, que fortaleciste a san Pedro Claver con admirable caridad y paciencia para ser esclavo de los esclavos; concédenos por su intercesión buscar lo que es de Jesucristo amando a nuestros hermanos con obras y de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santa María de la Cabeza viuda



Esta santa mujer fue esposa de San Isidro Labrador. María Toribia, llamada de la Cabeza, llevó una vida humilde y laboriosa. Los nombres de Caraquiz, cerca de Uceda, en la Diócesis de Toledo, y el de Torrelaguna aparecen en su leyenda.

Le gustaba ir a la Ermita de Santa María para hacer el aseo y orar. La calumniaron ante su marido, quien la vió cruzar sobre su capa el Jarama (crecido afluente del Tajo), lo que se consideró un juicio de Dios que probaba su inocencia. Sobrevivió a San Isidro y fue enterrada en la ermita que con tanto amor visitaba.

Esta ermita fue atendida por los templarios hasta el 1311, después se hicieron cargo de ella los menores enclaustrados (después le sucedieron los menores observantes) cuando la cabeza de María fue colocada sobre el altar mayor del oratorio. Esta reliquia se tiene por eficaz contra los dolores de cabeza. En el 1511 el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros renovó el relicario que guardaba la cabeza.

Procesiones y cofradías atestiguaron la veneración pública hacia la Santa. Inocencio XII aprobó su culto en el 1697. Se trasladaron sus reliquias a Madrid para unirlas a las de su esposo, San Isidro Labrador.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

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