Pacífico Ramota nació en la ciudad de Novara, en el Piamonte en el año de 1424. Sus padres murieron cuando era muy joven y quedó al cuidado de los benedictinos en la abadía de Novara. A la edad de 21 años salió de ahí para tomar el hábito en el convento franciscano de la estricta observancia. Después de su ordenación trabajó como predicador en toda Italia entre los años 1452 y 1471. Escribió un tratado de teología moral titulado "Sometta di Pacifica Concienza" que fue publicado en Milán, en 1475.
Durante mucho tiempo éste fue un modelo del género, ya que simplifica las explicaciones y usa un lenguaje claro. En 1480 se le ordenó el traslado a Cerdeña como Visitador e Inspector General para los conventos de la estricta observancia, así como Nuncio Apostólico, encargado por el Papa Sixto II de proclamar una cruzada contra Mahoma II. Para este tiempo, el Santo sabía ya que no le quedaba mucho tiempo de vida y apenas había comenzado la cruzada cayó gravemente enfermo. Murió en Sassari, el 4 de junio de 1482. El cadáver fue llevado a Cerano, donde se construyó una iglesia en su honor.
En Aix, de la Provenza, en la Galia, san Maximino, al que se atribuye el comienzo de la fe cristiana en esta ciudad (s. I inc.). La verdad es que de este santo se sabe muy poco y abunda más la leyenda que otra cosa. Aparece en la leyenda provenzal de Santa María Magdalena (22 de julio, 5 de mayo en la Iglesia Oriental). Según esta leyenda Maximino era amigo de la familia de Betania, a la par que uno de los 72 discípulos del Señor. Con Cedón, el ciego de nacimiento de San Juan 9; Sara y Marcela, criadas de la familia; Lázaro (17 de diciembre), Marta (29 de julio); María Magdalena, Sidonio, María Salomé (22 de octubre y 5 de mayo) y María la de Santiago (9 de abril y 5 de mayo) se trasladaría a la Provenza, entre los años 42-43 y evangelizaría la zona de Aix, siendo el ¡primer obispo! de esta ciudad.
Allí, junto a la Magdalena, habría construido y consagrado una pequeña capilla dedicada al Salvador, en cuyo altar pondría reliquias del Santo Sepulcro de Cristo. Esta iglesia fue destrozada por los sarracenos en el siglo IX y reconstruida en el siglo XI, en el 1080, pero como una gran basílica, hasta el punto que la pequeña capilla hoy ocuparía un trocito de la nave derecha de la catedral del Salvador, que es su nombre.
Su culto y santuario.
San Maximino es el patrón de la diócesis de Aix y su culto está relacionado con la "Santa Cueva" donde la leyenda dice que la Magdalena pasó sus últimos días haciendo penitencia y oración, hasta que San Maximino le dio la última comunión y la enterró. Esta cueva alcanzó su gran esplendor devocional a partir del siglo XIII, cuando Carlos de Anjou, hermano de San Luis de Francia (25 de agosto) tomó poder del territorio de Provenza y el 12 de diciembre de 1279 se publicó el hallazgo de las reliquias de la Magdalena, Maximino, Marcela, Susana y Sidonio, cuyas tumbas están en la cripta.
El de María es un monumento funerario con símbolos cristianos del siglo IV y los otro cuatro son sarcófagos de mármol, lo cual indica una devoción temprana a estos personajes, tal vez mártires o eremitas locales, identificados con los personajes evangélicos.
Hay que decir que la iglesia parroquial se hallaba consagrada a San Maximino de Trier (29 de mayo, traslación, y 12 de septiembre), pero que fue derribada al ampliar el santuario de la Santa Cueva. ¿Será una interpolación de los dos santos? ¿Un culto nuevo, sustentado en una leyenda, que sustituye a otro? Podría ser. Es un poco complicado entender este afán de tener reliquias exclusivas e importantes, pero con decir que las peregrinaciones atraían beneficios económicos en impuestos, comercios se entiende ya.
El hecho es que las reliquias de Santa María Magdalena y San Maximino comenzaron a ser veneradas, en 1295 se comenzó a construir una basílica y Bonifacio VIII la consagró en 1316 (aún hoy no terminada, se nota en algunos detalles). Los dominicos la ocuparon e incluso declararon a la Magdalena como copatrona de su Orden. Fue tanta su importancia que 8 papas y 18 reyes la visitaron, la dotaron de importantes beneficios económicos y espirituales. Destaca en esta basílica su estupendo órgano, montado en 1773, con el que se ofrecen conciertos de gran calidad.
María del Divino Corazón nació el 8 de septiembre de 1863, en Münster (Alemania).Su padre era el conde Clemente Droste de Vischering y su madre la condesa Helena von Galen. De niña vivió la persecución de obispos y sacerdotes en la Alemania liberal del siglo XIX. A los quince años le impresionaron las siguientes palabras de un sacerdote: No podemos brindarle a Jesús más que un corazón sincero totalmente entregado.
En su diario escribió: Con gusto hubiera tapado los oídos de mi alma, pero fue imposible renunciar a la voz de Dios. En este día comenzó nuestro Señor a traerme de una manera muy especial, robándome por fin el corazón. A los quince años ingresó en el internado de las Hermanas del Sagrado Corazón, en Riedenburg. Cuando terminó su educación escolar, en 1881, quiso ingresar al convento, pero se lo impidió su débil salud. Hizo voto de castidad y comenzó a vivir más intensamente la oración y el apostolado en su familia. Ayudaba a jóvenes abandonadas y a prostitutas en el hospital que atendían las Hermanas del Buen Pastor.
A los veinticinco años su salud mejoró lo suficiente para ser admitida entre las religiosas, en el convento de Münster.
Empezó el noviciado el 10 de enero de 1889 y recibió el nombre de María del Sagrado Corazón y profesó sus votos el 29 de enero de 1891. Ese año fue trasladada a Oporto (Portugal), donde desde 1894 fue superiora de la comunidad. Logró un convento ejemplar, pero su salud quedó totalmente quebrantada y contrajo una enfermedad en la columna vertebral que le producía intensos dolores y parálisis progresiva. Mandó hacer una camilla para ser trasladada por las diversas partes de la casa y poder ayudar con su consejo.
Ofreciéndose como víctima, recibió del Sagrado Corazón de Jesús el deseo de que se le consagrara el mundo entero para lo cual escribió al Papa en el mes de junio de 1898. Todavía en el mes de enero del año 1899, a instancias del Sagrado Corazón, envió otra carta al Papa. León XIII acogió su deseo y anunció la consagración del mundo al Sagrado Corazón en la encíclica "Annum Sacrum" del 25 de mayo de 1899. El 8 de junio recibió las dos copias de la encíclica que le había mandado el Papa. Murió ese día a las 3.05 p.m., en Oporto. Mi misión en la tierra, había dicho, se completará en cuanto se haga la consagración del mundo al Sagrado Corazón y que realizó el papa León XIII el 11 de junio de 1899. Fue beatificada por el papa Pablo VI el 1 de noviembre de 1975.
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