viernes, 8 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 08/01/2021. Viernes después de Epifanía

Dios es amor
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 4, 7-10
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 71, 1-2. 3-4ab. 7-8

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre.

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, el Gran Río al confín de la tierra.

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Al multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 34-44
En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: - «Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer». El les replicó: - «Dadles vosotros de comer» Ellos le preguntaron: - «¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Él les dijo: - «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver». Cuando lo averiguaron le dijeron: - «Cinco, y dos peces». Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.

Palabra de Dios


San Severino, Predicador

Nació en Roma hacia el año 410, dentro de una familia noble y rica. Tenía gran capacidad profética y daba buenos consejos.

Llevó una vida sencilla, pacífica, pobre y religiosa, y milagrosamente las hordas de guerreros bárbaros le respetaron y permitieron que continuara con su predicación cristiana. En la ciudad de Cumana, profetizó que sus habitantes serían castigados si no se convertían. La población de Cumana decidió acudir a los templos a orar, entonces un terremoto se desencadenó en las cercanías, haciendo huir a los bárbaros que ya estaban preparados para atacar la ciudad.

Obró un milagro similar en Faviana, ciudad situada junto al Danubio. El río, helado por el frío invernal, no permitía la llegada de barcos con alimentos. Los dueños de los almacenes de alimentos vendían estos a precios abusivos, inasequibles para muchos de los habitantes. El santo les ordenó que repartieran los alimentos, amenazándoles con un castigo divino si no lo hacían. Ellos le obedecieron y los repartieron. El santo, acompañado de varios discípulos, comenzó a orar y, poco después, el hielo se derritió, el río volvió a ser navegable y a los pocos días llegaron los barcos con las provisiones.

Movido por su piedad para convertir pecadores, recorría descalzo las regiones de Austria y Alemania, durísimas especialmente en invierno, sin comer nada durante el día, predicando a todos para que hicieran penitencia y ayudaran a los pobres, y curando enfermos, llevando a todos la palabra de Dios.

Murió el 8 de enero de 482, entonando la frase del último salmo de la Biblia, el 150: "Todo ser que tiene vida, alabe al Señor". Seis años después, al desenterrar sus restos, lo hallaron incorrupto, como si estuviera recién enterrado. Al levantarle los párpados vieron que sus bellos ojos azules brillaban como si estuviera dormido.

Santa Gúdula Virgen patrona de Bruselas († ca.712)
       
Santa Gúdula, virgen, patrona de Bruselas. Según un escritor, la Santa nació en Brabante (Pagus Brachatensis), región situada en la parte central de la actual Bélgica y que ha tenido a lo largo de la historia un gran influjo en la historia del país, en el año 650 en el seno de una aristocrática familia franca.


Fue hija de Witger, duque de Lorena, y de Santa Amalberga. En el monasterio de Nivelles y bajo la tutela de su santa madrina fue educada la niña, según la costumbre de las familias en esta época. Muerta Santa Gertrudis en 659, volvió a la casa paterna. Según unos, vivió recluida en el oratorio de San Salvador de Moorsel, a pocas millas de su pueblo natal. Según otros, permaneció en casa de sus padres, llevando una vida extraordinaria de piedad y recogimiento.

Hubert, nos presenta a Santa Gúdula como una mujer consagrada en cuerpo y alma al socorro del prójimo. En una ocasión vino a su encuentro una leprosa llamada Emenfreda. La Santa examinó sus llagas, la consoló con dulces pensamientos y después la curo. La noticia de estos prodigios se extendió rápidamente por toda la región. Y una multitud de desgraciados acudía a ella en busca de socorro.

Tras breve enfermedad murió, probablemente el 8 de enero de 712. Hubert nos describe la desolación de las pobres gentes de la comarca que estaban acostumbradas a ver en ella una especie de hada protectora. Fue enterrada en Vilvoorde. Después de algún tiempo fue trasladado su cuerpo a Moorsel, donde se estableció un monasterio de religiosas que duró poco tiempo. Más tarde sus restos mortales fueron confiados a Carlos de Francia, hijo de Luis, duque de la Baja Lorena. Probablemente en 977.

Durante unos 60 años su cuerpo reposó en la iglesia de San Géry de Bruselas, entonces simple capilla castrense, construida junto a la residencia condal. Por fin, el conde de Lovaina, Lamberto II, hizo trasladar en 1047 el precioso depósito a la iglesia de Molemberg, dedicada a San Miguel, que fue probablemente la primera parroquia de Bruselas y que después cambió su nombre por el de Santa Gúdula. Todos los visitantes de Bruselas conocen su catedral dedicada a esta virgen patrona de la ciudad, pero fuera de Bélgica es muy poco conocida.

Una anécdota más o menos legendaria de su juventud es la que le identifica visualmente con el atributo de la linterna: dícese que a media noche se levantaba para hacer sus devociones alumbrándose con una linterna o farol (según otras fuentes salía de su casa para ir a la iglesia antes del amanecer), y Satán le apagaba siempre la luz con un rabioso soplido, después de lo cual la oración de la santa S. XIV volvía a encenderla. Por eso se la ve representada con una linterna en la mano.

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