El Señor ha estado grande con nosotros
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía sonar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.El Señor ha estado grande con nosotros
Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos». El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.El Señor ha estado grande con nosotros
Recoge, Señor, a nuestros cautivos como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.El Señor ha estado grande con nosotros
Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.El Señor ha estado grande con nosotros
Se desconoce su fecha de nacimiento; murió alrededor del 107. En el Catálogo Liberiano su nombre aparece como Aristo. En los catálogos papales del siglo II usados por San Ireneo y San Hipólito, él aparece como el cuarto sucesor de San Pedro, inmediatamente después del Papa San Clemente. La misma lista le concede ocho años de pontificado, que cubren desde fines del siglo I hasta comienzos del siglo II (desde alrededor de 98 ó 99 hasta cerca de 106 ó 107).
Las fuentes históricas más antiguas no ofrecen información auténtica sobre él. En su "Historia Eclesiástica" Eusebio de Cesarea dice meramente que él sucedió a Clemente en el episcopado de la Iglesia Romana, dato que era ya conocido de San Ireneo. Este orden de sucesión es indudablemente correcto.
El "Liber Pontificalis" dice que Evaristo provenía de una familia helénica, y que era hijo de un judío de Belén. También le atribuye el reparto de iglesias definidas como tituli a los presbíteros romanos, y la división de la ciudad en siete diaconias o diaconatos; en esta declaración, sin embargo, el "Liber Pontificalis" atribuye arbitrariamente al tiempo de Evaristo una institución más tardía de la Iglesia Romana. Más confiable es la afirmación del "Liber Pontificalis" de que fue enterrado en el Vaticano cerca de la tumba de San Pedro.
El martirio de Evaristo (siendo Trajano emperador, hacia el 117), aunque tradicional, no está probado históricamente.
A lo largo de los nueve años y tres meses que duró su pontificado, fue muy importante su actividad pastoral y organizativa, sobre todo si tenemos en cuenta que le tocó dirigir la Iglesia (y precisamente en Roma, en el corazón y el alma del imperio) cuando más arreció la persecución de Trajano. Ordenó diecisiete presbíteros, dos diáconos y quince obispos, prefiriendo para estas celebraciones el mes de diciembre.
Fue un religioso austero, obediente y carismático, del que Dios se valió para obrar cosas extraordinarias y milagros. Profesaba una especial devoción a la Pasión de Cristo y a la Virgen Inmaculada.
Tenía un carácter fuerte, pero supo dominarlo. Murió en Ravello (Nápoles) el 26 de octubre de 1711.
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