Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 18,23-28
Dios es el rey del mundo.
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra.
Dios es el rey del mundo.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Dios es el rey del mundo.
Los príncipes de los gentiles
e reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.
Dios es el rey del mundo.
San Francisco nació en Grottaglie, cerca de Taranto, en 1642. Este elocuente misionero jesuita, al que llamaban "el apóstol de Nápoles", se distinguió por su ilimitado celo en favor de la conversión de los pecadores y por su amor a los pobres, los enfermos y los oprimidos.
En 1666, antes de cumplir los 24 años de edad, San Francisco recibió la ordenación sacerdotal. Durante los cinco años siguientes, enseñó en el "Collegio dei Nobili", que los Jesuitas tenían en Nápoles. A los 28 años ingresó en la Compañía de Jesús. De 1671 a 1674, ayudó en el trabajo misional al célebre predicador Agnello Bruno.
Al concluir sus estudios de teología, los superiores le nombraron predicador de la Iglesia del Gesú Nuovo, de Nápoles. Se dice que convertía por lo menos a unos 400 pecadores al año. El Santo visitaba las prisiones, los hospitales y no vacilaba en seguir a los pecadores hasta los antros del vicio, donde algunas veces fue brutalmente maltratado.
San Francisco murió a los 74 años de edad y fue sepultado en la Iglesia de los Jesuitas de Nápoles. Su canonización tuvo lugar en 1839.
Nació probablemente en Vienne, Francia; se especula que pertenecía a una acaudalada familia gala de las cercanías de Lyons.
A pesar de que se ignoran casi todos los hechos biográficos de San Mamerto hasta antes de ser nombrado Obispo de Vienne, en 461, se sabe con certeza que tuvo un hermano teólogo, llamado Claudiano.
Ambos hermanos se distinguieron por sus conocimientos tanto en asuntos profanos como sacros; es probable que San Mamerto haya estado casado antes de ser nombrado obispo.
En 463 San Mamerto se vio involucrado en una disputa con el papa, San Hilario, con relación a los límites de las provincias eclesiásticas de Arlés y de Vienne. Eventualmente, bajo el riesgo de infringir los derechos del obispado vecino, San Mamerto consagró a un obispo para la villa de Die (la actual Dea).
Recordemos que en esas épocas las comunicaciones eran lentas y difíciles, y muchas veces era necesario tomar decisiones inmediatas, que no podían esperar meses para ser consultadas en otras partes.
Sucedió que el rey Gundiaco de Borgoña se quejó con el Papa de dicha consagración, lo cual concluyó en un sínodo que falló en contra de San Mamerto, quien acató la disposición con obediencia.
De regreso en su diócesis de Vienne, surgió la amenaza de una plaga. San Mamerto instituyó entonces en esa ciudad, en el año 470, el solemne triduo de letanías como preparación para la Ascención del Señor.
Se trataba de procesiones para prevenir calamidades y pedir la intercesión divina. Estas letanías se extendieron por toda la Galia y la Hispania.
A partir de su muerte, San Mamerto de Vienne comenzó a ser venerado como santo.
"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."
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