viernes, 27 de junio de 2025

Lecturas y Santoral 27/06/2025 - Viernes de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. El Sagrado Corazón de Jesús

 PRIMERA LECTURA

Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo les haré sestear

Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-16

Así dice el Señor Dios:

«Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas,
siguiendo su rastro.

Como sigue el pastor el rastro de su rebaño,
cuando las ovejas se le dispersan,

así seguiré yo el rastro de mis ovejas
y las libraré,

sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron
un día de oscuridad y nubarrones.

Las sacaré de entre los pueblos,
las congregaré de los países,

las traeré a su tierra,
las apacentaré en los montes de Israel,
en las cañadas y en los poblados del país.

Las apacentaré en ricos pastizales,
tendrán sus dehesas en los montes más altos de Israel;

se recostarán en fértiles dehesas
y pastarán pastos jugosos en los montes de Israel.

Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo les haré sestear
—oráculo del Señor Dios—.

Buscaré las ovejas perdidas,
recogeré a las descarriadas;

vendaré a las heridas;
curaré a las enfermas;

a las gordas y fuertes las guardaré
y las apacentaré como es debido».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 (R.: 1)

   R. El Señor es mi pastor,
nada me falta.

   El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

 

SEGUNDA LECTURA

La prueba de que Dios nos ama

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 5b-11

Hermanos:

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.

En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos del castigo!

Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos, salvos por su vida!

Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Mt 11, 29ab

Cargad con mi yugo y aprended de mí
—dice el Señor—,
que soy manso y humilde de corazón.

 

EVANGELIO

¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 3-7

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos y escribas esta parábola:

—«Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido".

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse».

Palabra del Señor.




Sagrado Corazón de Jesús

Devoción al sagrado corazón de Jesús

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene por objeto el Corazón de Jesucristo y el amor inmenso en que se abrasa por nosotros.

Tiene por fin devolverle amor por amor, darle gracias por sus beneficios y reparar los ultrajes que no cesa de recibir.

Esta devoción es la más excelente sea por su objeto material, que es el corazón de carne del Hombre Dios, manantial de la sangre que ha salvado al mundo, sea sobre todo por su objeto espiritual que es el amor de este divino Salvador.

Este divino Corazón ha sido formado para nosotros en el seno de María; ha palpitado, ha orado, se ha conmovido, ha sufrido. Él ha dictado las hermosas páginas del Evangelio; es la fuente de los Sacramentos.

Él es quien, desde el Tabernáculo santo, sostiene, dirige, consuela a las almas; este Corazón es el que inspira todos los sacrificios, el que santifica todos nuestros dolores, el que hace nacer todas nuestras virtudes.

Este Corazón es el que perdona en el santo tribunal de la Penitencia, que se manifiesta a nosotros por sus inspiraciones interiores; es el que nos ha dado por madre a María, y el que, en la Eucaristía, hace sus delicias al habitar entre los hijos de los hombres.

Esta devoción es una de las más completas, porque resume la religión entera, que no es otra cosa sino un "intercambio" de amor entre Dios y el hombre.

Esta devoción es una de las más amables y más consoladoras, puesto que nos muestra todos nuestros padecimientos sufridos por el corazón de nuestro Dios, antes de llegar a nuestros corazones; porque nos da a conocer el Corazón de Jesús, ese Corazón en el cual abundan todas las cualidades que forman los corazones buenos, los corazones nobles, grandes, generosos, heroicos.

El Corazón de Jesús es el corazón del amigo más adicto y más fiel, el corazón del mejor y del más tierno de los padres, el corazón del libertador más desinteresado y magnánimo, el corazón de un Dios que posee todos los atractivos, todas las perfecciones que puedan agradar, conmover y atraer.

Promesas de Jesucristo a Santa Margarita María, a favor de las personas devotas de su Sagrado Corazón.
1. Les dará todas las gracias necesarias a su estado.
2. Pondrá paz en sus familias.
3. Les consolará en todas sus penas.
4. Será su refugio seguro durante su vida y sobre todo en la muerte.
5. Derramará abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón un manantial y el océano de la misericordia.
7. Las almas tibias se volverán fervorosas.
8. Las almas fervorosas llegarán rápidamente a una gran perfección.
9. Bendeciré las casas en las cuales sea expuesta y honrada la imagen de mi sagrado Corazón.
10. Daré a los sacerdotes el talento necesario para ablandar los corazones más endurecidos.
11. El nombre de las personas que propaguen esta devoción quedará escrito en mi Corazón y jamás se borrará.

Al Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Te adoro con toda mi alma y te consagro para siempre jamás, todos mis pensamientos, mis palabras y obras.

¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto amor y tanta gloria como Tú consagras a tu eterno Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi muerte. Esta gracia te la pido también para los pobres pecadores, los corazones afligidos, los enfermos y los agonizantes; para mis parientes y bienhechores, amigos y enemigos; por las personas que se encomiendan a mis oraciones, especialmente por aquellas por quien tengo obligación de pedir y, en fin, para todos los hombres que existen en la tierra, a fin de que los méritos de tu preciosa Sangre no se pierdan para ellos. Haz también que sean aplicados en sufragio por las almas del Purgatorio, para que todos en el Cielo podamos bendecirte, adorarte y amarte. Amén.

¡Alabado sea el sagrado Corazón de Jesús en el santísimo sacramento del Altar!
¡Sea por siempre bendito y alabado!
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!

Confío:
El pasado a vuestra Misericordia,
El presente a vuestro Amor
Y el futuro a vuestra Providencia.
San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor de la Iglesia

Imagen de San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor de la IglesiaCandela

Nació el año 370 en Alejandría de Egipto de familia distinguida. Era sobrino del patriarca Teófilo de Alejandría. Abrazó primero la vida monástica, pero, ordenado de sacerdote, acompañó a su tío obispo en sus viajes, y el año 412 le sucedió en el patriarcado, en una de las épocas más difíciles de la Iglesia de Oriente.

Era una persona de carácter entero, emprendedor e imperativo, firme en sus convicciones. Combatió con energía las herejías de su tiempo y en especial la de Nestorio, que enseñaba la existencia de dos personas en Cristo, separando en Él la naturaleza divina de la humana, y negando la divina maternidad de María, que sería madre únicamente del hombre Jesús.

Cirilo fue figura principal en el Concilio de Éfeso del año 431, en el que se definió que Jesús, Dios y hombre, es uno y el mismo, una sola persona, la divina, y que María es la madre de Dios.

Escribió importantes tratados teológicos y numerosas homilías. Murió el año 444.

Oración: Señor, tú que hiciste de tu obispo san Cirilo de Alejandría un defensor invicto de la maternidad divina de la Virgen María, concédenos a cuantos la proclamamos verdadera Madre de Dios llegar, por la encarnación de tu Hijo, a la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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