Quiero misericordia, y no sacrificios; conocimiento de Dios, más que holocaustos.
Primera Lectura. Oseas (6,1-6)
Vamos a volver al Señor: él, que nos despedazó, nos sanará; él, que nos hirió, nos vendará. En dos días nos sanará; al tercero nos resucitará; y viviremos delante de él. Esforcémonos por conocer al Señor: su amanecer es como la aurora, y su sentencia surge como la luz. Bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia tardía que empapa la tierra. "¿Qué haré de ti, Efraín? ¿Qué haré de ti, Judá? Vuestra piedad es como nube mañanera, como rocío de madrugada que se evapora. Por eso os herí por medio de los profetas, os condené con la palabra de mi boca. Quiero misericordia, y no sacrificios; conocimiento de Dios, más que holocaustos."
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading
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Salmo Responsorial 50,3-4.18-19.20-21ab
Quiero misericordia, y no sacrificios.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Quiero misericordia, y no sacrificios.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
Quiero misericordia, y no sacrificios.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos.
Quiero misericordia, y no sacrificios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
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Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Lucas (18,9-14)
En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: '¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.' El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.' Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."
Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
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Santo Domingo Savio(1842-1857)
Nació en Riva de Chieri,(Turín, Italia) el 2 de abril de 1842, en el seno de una familia humilde y muy devota, su padre era herrero y su madre costurera.
Desde su tierna infancia mostró un comportamiento muy santo. Casi desde que aprendió a hablar se fijó su propósito en la vida: ser un verdadero cristiano.
En 1849 hace su primera comunión. Fue un día trascendental en su vida, y ahí escribió cuatro sencillos propósitos que normaron su camino a la santidad; se propuso "antes morir que pecar"
En 1854, a los doce años, su padre lo presentó a Don Bosco, quien de inmediato percibe las virtudes cristianas del niño. Se convierte en un padre y amigo, y se lo lleva consigo a Turín, a vivir entre los niños pobres que Don Bosco recibía en su Oratorio.
Bajo la guía del Santo, alcanzó una madurez humana y cristiana precoz. Sus grandes devociones fueron Jesús Sacramentado, la Inmaculada Concepción de María, el Papa. Tenía una salud frágil y era de natural vivo y sensible, y tuvo que superarse y afrontar no pocas dificultades.
Domingo se muestra siempre atento a las necesidades del prójimo. Sereno y alegre, transmitía el catecismo a sus compañeros, ayudaba a los enfermos y detenía los pleitos que se suscitaban entre los muchachos. También fue víctima de acusaciones injustas, que sufrió con resignación, emulando a Jesús.
Delicado de salud, y tal vez por permanecer rezando en la capilla en invierno hasta altas horas de la noche, enferma gravemente. La enfermedad lo obligó a dejar el Oratorio de Turín y trasladarse Mondonio. Al sentir la muerte, un mes antes de cumplir 15 años, Domingo se despide de sus compañeros con estas palabras: “¡Adiós, nos veremos en el Paraíso!”.
Murió el 9 de marzo de 1857.
El papa Pío XII lo canonizó en 1954. Santo Domingo Savio es el santo patrono de los monaguillos, de los niños cantores y de las mujeres embarazadas.
Oración:Oh Dios, fuente de todo bien, que en santo Domingo Savio ofreces a los adolescentes un ejemplo admirable de caridad y de pureza: concédenos también a nosotros crecer como hijos en la alegría y en el amor hasta la plena estatura de Cristo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santa Catalina de Bolonia
Nació en Bolonia en 1413, de familia noble. Recibió una esmerada educación humanística en la corte de Ferrara. Después de la experiencia en una asociación piadosa de mujeres y de largos años de tribulación espiritual, formó parte, en 1432, de la primera comunidad de clarisas de Ferrara.
La nombraron maestra de novicias, a las que dio una sólida formación con su ejemplo y sus consejos, fruto de sus experiencias. Allí escribió su obra principal, "Las siete armas", que tiene tanto de autobiografía como de tratado espiritual.
En 1436 se trasladó a Bolonia con otras monjas, para poner en marcha, como abadesa, el nuevo monasterio. Sobresalió en la pobreza y humildad. Vivió el seguimiento de Cristo crucificado, la contemplación del Niño de Belén y el amor a la Eucaristía con su temperamento vivaz y artístico, propenso al canto y a la danza.
Murió en Bolonia el 9 de marzo de 1463.
Oración: Señor, Dios nuestro, que has colmado de gracias extraordinarias a tu virgen santa Catalina de Bolonia, concédenos imitar sus virtudes para merecer con ella el gozo de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Santa Francisca Romana
Nació en Roma el año 1384 de familia noble y rica. Pronto se sintió atraída por la vida religiosa, pero no pudo rehuir la boda que sus padres le prepararon. Se casó muy joven y tuvo tres hijos. Fue una esposa amante y abnegada, que se adaptó y cuidó a su buen marido, y guardó las formas que su estado le exigían, sin renunciar por ello a su vida de oración, austeridad y penitencia.
Encontró en su cuñada Vanozza una amiga y compañera ideal para la vida virtuosa. Fue siempre generosa con todos, especialmente con los indigentes. El año 1425 fundó la Congregación de Oblatas, bajo la Regla de San Benito, que no necesariamente vivían enclaustradas.
Muerto su esposo en 1435, repartió sus bienes entre los pobres, se dedicó al cuidado de los enfermos, a los que atendía en sus casas, en los hospitales de Roma, e incluso en su propio domicilio, y desempeñó una admirable actividad con los necesitados, destacando, sobre todo, por su humildad y paciencia. Murió el año 1440.
Oración: Oh Dios, que nos diste en santa Francisca Romana un modelo singular de vida matrimonial y monástica, concédenos vivir en tu servicio con tal perseverancia, que podamos descubrirte y seguirte en todas las circunstancias de la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santoral y lecturas confeccionados consultando el preparado por: archimadrid.es, caminando-con-jesus.org, corazones.org, aciprensa.com, www.churchforum.org.mx, franciscanos.org, eltestigofiel.org, webcatolicodejavier.org, santopedia.com, es.catholic.net, Archidiócesis de Madrid, ewtn.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, catholic.net, oremosjuntos.com