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viernes, 24 de febrero de 2012

Lecturas y Santoral 24-02-12

El ayuno que yo quiero es éste.
Primera Lectura. Isaías (58,1-9a)

Así dice el Señor Dios: "Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. '¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?" Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: 'Aquí estoy.'»

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/

Isaias 52 varon de dolores mi siervo cargo con los pecados y la iniquidad
Salmo Responsorial 50,3-4.5-6a.18-19
Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/
Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunaran.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo (9,14-15)
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: "Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?"
Jesús les dijo: "¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunaran."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/nab/. You can get too Daily Scripture Readings at http://beingbob.wordpress.com/

Jesus-Ayuno-discipulos
San Etelberto de Kent
santoral católicoCandela

Etelberto, rey de Kent, se casó con una princesa cristiana llamada Berta, que era hija única de Chariberto, rey de París. Etelberto concedió a su esposa plena libertad para participar de su religión, y Berta llevó a Inglaterra a Liudardo, un obispo francés. La tradición habla de la piedad y las amables virtudes de Berta, que indudablemente impresionaron mucho a su marido; sin embargo, el rey no se convirtió hasta la llegada de San Agustín y sus compañeros.

Los misioneros enviados por San Gregorio el Grande, desenbarcaron en Thanet, desde donde se comunicaron con el rey, anunciándole su llegada y las razones de su viaje. El rey les rogó que permanecieran en la isla y pocos días más tarde, fue personalmente a escucharlos. Luego de este encuentro, San Etelberto les concedió permiso para predicar en todo el pueblo, convertir a cuantos pudieran y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias.

Las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el rey y su corte fueron bautizados en Pentecostés del año 597. El rey además les dio permiso para reconstruir las antiguas iglesias y construir otras nuevas.
Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbitos; sus leyes le ganaron el aprecio de Inglaterra, en épocas posteriores, y su apoyo a la fe católica permitió que se construyesen muchos templos, monasterios y algunas diócesis, como la de Rochester.

El santo pronto se convirtió en un modelo por la nobleza de su conversión. La acogida que dio a los misioneros y su gesto de escucharles sin prejuicions son un caso extraordinario en la historia. Con su actitud de no imponer la fe en sus súbditos, a pesar de su celo por propagarla, favoreció enormemente la obra de los misioneros.

Después de cincuenta y seis años de reinado, falleció en el año 616, y fue sepultado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde descansaban los restos de la reina Santa Berta y San Liudardo.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, catholic.net, oremosjuntos.com, Vidas de los Santos de Butler, devocioncatolica.blogspot.com