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jueves, 4 de marzo de 2021

Lecturas y Santoral 04/03/2021. Jueves de la segunda semana de Cuaresma

Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor
Primera Lectura. Jeremías 17,5-10
Esto dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor. Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto. Nada más falso y enfermo que el corazón: ¿Quién lo conoce? Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada cual su conducta según el fruto de sus acciones».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 1, 1-2. 3. 4 y 6

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita, su ley día y noche.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino fe los impíos acaba mal.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas". Pero Abrahán le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consuelo, mientras que tú eres atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros". Él dijo: "Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio, de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento". Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen". Pero él le dijo: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán". Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».

Palabra de Dios

Santa Matilde, emperatriz de Alemania, madre de Otón él Grande, Halberstadt († 968)

Era descendiente del famoso guerrero Widukind e hija del duque de Westfalia. Desde niña fue educada por las monjas del convento de Erfurt y adquirió una gran piedad y una fortísima inclinación hacia la caridad para con los pobres.

Muy jóven se casó con Enrique, duque de Sajonia (Alemania). Su matrimonio fue excepcionalmente feliz. Sus hijos fueron: Otón primero, emperador de Alemania; Enrique, duque de Baviera; San Bruno, Arzobispo de Baviera; Gernerga, esposa de un gobernante; y Eduvigis, madre del famoso rey francés, Hugo Capeto. Su esposo Enrique obtuvo resonantes triunfos en la lucha por defender su patria, Alemania, de las invasiones de feroces extranjeros.

Matilde y Enrique eran un solo corazón. "En ambos, dice el biógrafo, reinaba el mismo amor a Cristo, una misma unión para el bien, una voluntad igual para la virtud, la misma compasión para los súbditos y el mismo afecto entrañable para todos. Los dos merecieron las alabanzas del pueblo".

Diez años después del matrimonio Enrique se convertía en rey de Germania.

En el palacio real más parecía una buena madre que una reina, y en su piedad se asemejaba más a una religiosa que a una mujer de mundo. Ninguno de los que acudían a ella en busca de ayuda se iba sin ser atendido. Después de 23 años de matrimonio quedó viuda, y ofreció desprenderse de todas sus joyas y brillantes por el alma de su esposo recién muerto. Sus últimos años los pasó dedicada a fundar conventos y a repartir limosnas a los pobres, y cuando cumplió 70 años se dispuso a pasar a la eternidad y repartió entre los más necesitados todo lo que tenía en sus habitaciones, y rodeada de sus hijos y de sus nietos, murió santamente el 14 de marzo del año 968.

sábado, 7 de noviembre de 2020

Lecturas y Santoral 07/11/2020. Sábado de la trigesimaprimerasemana de Tiempo Ordinario

Todo lo puedo en aquel que me conforta
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 10-19
Hermanos: Me alegré muchísimo en Cristo de que ahora, por fin, haya vuelto a florecer vuestro interés por mi; siempre lo habíais sentido, pero os faltaba la ocasión. Aunque ando escaso de recursos, no lo digo por eso; yo he aprendido a bastarme con lo que tengo. Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en todo y para todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones. Vosotros, filipenses, sabéis además que, desde que salí de Macedonia y empecé la misión, ninguna Iglesia, aparte de vosotros, me abrió una cuenta de haber y debe. Ya me mandasteis a Tesalónica, más de una vez, un subsidio para aliviar mi necesidad; no es que yo busque regalos, busco que los intereses se acumulen en vuestra cuenta. Tengo lo necesario, y me sobra. Estoy plenamente satisfecho habiendo recibido de Epafrodito vuestro donativo, que es suave olor, sacrificio aceptable y grato a Dios. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 111, 1-2. 5-6. 8a y 9

Dichoso quien teme al Señor.

Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita.

Dichoso quien teme al Señor.

Dichoso el que se apiada y presta, administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.

Dichoso quien teme al Señor.

Su corazón está seguro, sin temor. Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad.

Dichoso quien teme al Señor.

Si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 9-15
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero». Los fariseos, que eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se burlaban de él. Y les dijo: «Vosotros os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios».

Palabra de Dios

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


Beato Francisco Palau

Nació en Aytona (Lérida) el 29 de Diciembre de 1811, de familia pobre pero muy cristiana siendo sus padres José Palau y Antonia Quer.

En 1828 ingresó en el seminario de Lérida, donde estudió 3 años de filosofía y un año de teología.

El 14 de Noviembre de 1832 vistió el hábito de carmelita teresiano en Barcelona, donde profesó el 15 de Noviembre de 1833.

En 1835 incendiaron el convento de Barcelona, donde él vivía, y el 2 de Abril de 1836 se ordenaba sacerdote en Barbastro. Se entregó de lleno al apostolado y a la oración. Vivió doce años exiliado en Francia (1840-1851) y vuelto a España, se le confinó injustamente a Ibiza (1854-1860).

En la soledad del Vedrá -majestuoso islote frente a Ibiza- vive las vicisitudes de la Iglesia inmerso en su Misterio.

En Baleares funda en 1860 las dos congregaciones religiosas: Hermanas y Hermanos Carmelitas Terciarios de la Virgen del Carmen.

La reina Isabel II interviene para que regrese a España, donde organiza su intenso apostolado. Ha medido sus fuerzas con todos los obstáculos y cuenta con la gracia para ganar todas las batallas que le presente el enemigo.

Dotado por Dios con el don de profecía y milagros, tuvo que soportar varias denuncias y juicios por las numerosas curaciones que hacía sin ser facultativo. En varias ocasiones practicó los exorcismos con el más cumplido éxito.

Predica misiones populares en las islas y en la península, extendiendo la devoción mariana a su paso. Viaja a Roma en 1866 y de nuevo en 1870 para presentar sus preocupaciones sobre el exorcistado al papa y a los Padres del Concilio Vaticano I.

Muere en Tarragona el 20 de Marzo de 1872 a sus 61 años de edad. Es entonces, que las Hermanas se dividen en Carmelitas Misioneras Teresianas y en Carmelitas Misioneras, quienes encarnan su espíritu y hacen que el Padre Palau siga aún hoy vivo en sus hijas. Posteriormente durante la guerra civil española (1936-1939), desaparece la rama masculina de los Hermanos Carmelitas.

El 24 de Abril de 1988 es beatificado por el papa Juan Pablo II.

Su fiesta la celebramos el 7 de noviembre.

Santos Jacinto Castañeda y Vicente Le Quang Liem

Jacinto nació en Játiva (Valencia) el año 1743, y muy joven entró en la Orden de Predicadores. Pidió y obtuvo ser enviado a las misiones de Asia. Embarcó en Cádiz en 1761, descansó algún tiempo en México y llegó a las islas Filipinas en 1762; allí completó los estudios y recibió la ordenación sacerdotal.

Predicó el Evangelio en China hasta que fue apresado y expulsado. Los mandarines prendieron al P. Jacinto y al P. Lavilla que le acompañaba; ellos no ofrecieron ninguna resistencia y fueron llevados a la cárcel. El mismo Jacinto lo cuenta con claridad y sencillez poniendo mucha vida a todo lo que les ha ocurrido:

"El día 18 de julio del año 1769, yendo a administrar a un enfermo, fui preso por un apóstata y otros infieles, quienes dando aviso a los mandarines civil y militar de la villa de Fogan, vinieron éstos la noche siguiente con gran tropa de satélites y echándome cadena al cuello y esposas en las manos, me llevaron así preso a la cárcel de Fogan. Venía en aquella ocasión conmigo el P. Lavilla y así le ocurrió la misma ventura. Fuimos catorce veces presentados a varios Tribunales y fueron diez los mandarines que entendieron nuestra causa. Todas sus preguntas se reducían a ¿cómo os llamáis? ¿qué edad tenéis? ¿qué habéis venido a este reino? ¿en qué casa habéis estado? Y otras cosas impertinentes. Dimos con un virrey y mandarines muy benignos y mansos. Nunca blasfemaron la ley de Dios delante de nosotros, aunque sí delante de los cristianos que prendieron. De éstos, por miedo, muchos pisaron la santa Cruz y dijeron con la boca que no serían mas cristianos.

A nosotros nos quisieron imponer varios crímenes impuros, más no pudieron probar nada, ni haber uno siquiera que atestiguase aun falsamente. Y por ultimo, por un consentimiento de votos, pronunció el Virrey la sentencia de destierro perpetuo contra mí y el P. La Villa, con pena de vida si volvíamos a entrar en aquel reino, y a los cristianos, nuestros caseros, cuarenta azotes y dos meses de canga.

Con esta sentencia, salimos de la cárcel el día 3 de octubre del mismo año y a principios de diciembre llegamos a Macao. Y así ocurrió todo. El Señor ayudó mucho. Sea bendita su divina Majestad por todo."

En 1770 pasó a Vietnam. Le encomendaron la atención de unos 14.000 cristianos en unas sesenta iglesias; desarrollaba su apostolado sobre todo por la noche. Lo detuvieron cuando fue a atender a un enfermo y fue condenado a morir decapitado.

Vicente Lê Quang Liêm era vietnamita y nació en 1731; estudió con los dominicos españoles en Manila para prepararse al sacerdocio, y acabó ingresando en la Orden de Predicadores. Fue enviado a evangelizar a sus compatriotas. Cuando cumplía su misión, lo apresaron y en la cárcel se encontró con el P. Castañeda que había sido detenido antes.

Después de sufrir diversos tormentos, fueron condenados a muerte y decapitados en Hanoi (Vietnam) el 7 de noviembre de 1773.

Oración: Dios todopoderoso, que confirmaste con el triunfo del martirio la vida consagrada de tus siervos Jacinto y Vicente; te rogamos que, por su intercesión, aumente nuestro compromiso de anunciar el Evangelio, y gocemos, con tus santos, de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Lecturas y Santoral 06/11/2020. Viernes de la trigesimoprimerasemana de Tiempo Ordinario

Aguardamos un Salvador; él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17-4, 1
Hermanos, sed imitadores míos y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque - como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos - hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas; sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mí corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 121, 1-2. 4-5

Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.

Vamos alegres a la casa del Señor.

Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor,

Vamos alegres a la casa del Señor.

Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.

Vamos alegres a la casa del Señor.

Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 1-8
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acosaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. El le dijo: “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dijo: “Aquí está tu recibo, escribe ochenta”. Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».

Palabra de Dios.


San Leonardo de Noblac

Es uno de los santos más populares de Europa central. En efecto; dice un estudioso que en su honor se erigieron no menos de seiscientas iglesias y capillas, y su nombre aparece frecuentemente en la toponomástica y en el folclor. El mismo estudioso añade que él "despertó una devoción particular en tiempos de las cruzadas, y entre los devotos se cuenta el príncipe Boemundo de Antioquía que, hecho prisionero por los infieles en 1100, atribuyó su liberación en 1103 al santo, y, de regreso a Europa, donó al santuario de Saint-Léonard-de-Noblac, como ex voto, unas cadenas de plata parecidas a las que él había llevado durante su cautiverio". San Leonardo de Noblac (o de Limoges) es un santo "descubierto" a principios del siglo XI, y a ese período se remontan las primeras biografías, que después inspiraron el culto hacia él.

Leonardo nació en Galia en tiempos del emperador Anastasio, es decir, entre el 491 y el 518. Como sus padres, además de nobles, eran amigos de Clodoveo, el gran jefe de los Francos, éste quiso servir de padrino en el bautismo del niño. Cuando ya era joven, Leonardo no quiso seguir la carrera de las armas y prefirió ponerse al servicio de San Remigio, que era obispo de Reims.

Como San Remigio, sirviéndose de la amistad con el rey, había obtenido el privilegio de poder conceder la libertad a todos los prisioneros que encontrara, también Leonardo pidió y obtuvo un poder semejante, que ejerció muchas veces. El rey quiso concederle algo más: la dignidad episcopal. Pero Leonardo, que no aspiraba a glorias humanas, prefirió retirarse primero a San Maximino en Micy, y después a un lugar cercano a Limoges, en el centro de un bosque llamado Pavum.

Un día su soledad se vio interrumpida por la llegada de Clodoveo que iba de cacería junto con todo su séquito. Con el rey iba también la reina, a quien precisamente en ese momento le vinieron los dolores del parto. Las oraciones y los cuidados de San Leonardo hicieron que el parto saliera muy bien, y entonces el rey hizo con el santo un pacto muy particular: le obsequiaría, para construir un monasterio, todo el territorio que pudiera recorrer a lomo de un burro. Alrededor del oratorio en honor de María Santísima habría surgido una nueva ciudad.

San Severo mártir y obispo de Barcelona

Nació en Barcelona de familia noble distinguida y recibió una esmerada y cuidadosa educación, como a su rango correspondía. La tradición no nos comunica datos especiales sobre su vida anterior a su episcopado; pero da por supuesto que recibió una educación cristiana y que se dedicó al estado eclesiástico. Más adelante claramente se consigna la noticia de que fue elevado al obispado de Barcelona, donde se distinguió por su celo por las almas, que Dios le había confiado.

La ciudad de Tarragona, ciudad a la que ya había llegado el Evangelio de Jesucristo y en la que muchos habían dado muestras de su fe con el propio martirio. Al parecer en la ciudad de Barcelona es donde este santo padece su martirio, este mismo martirio se encuentran en las actas de los mártires, escritas en el siglo VI.

Era ya sacerdote cuando hacia el año 300 se le consagró obispo de Barcelona, gran obispo que los textos antiguos describen como "humilde, puro, sabio, prudente y magnánimo", resumiendo en estos adjetivos el ideal de pastor de almas. Era un pastor de almas muy entregado a sus fieles cristianos aunque sabía que Daciano había ordenado obediencia absoluta al emperador y obligación de adorar a los ídolos paganos de Roma.

A comienzos del siglo IV estalla la tormenta de la persecución de Diocleciano, y el prefecto Daciano llega a la ciudad para extirpar el cristianismo. Severo y dos de sus diáconos van a refugiarse al otro lado de las montañas que rodean Barcelona, en el Castro Octaviano (hoy San Cugat), para desde allí seguir ayudando a los fieles y en su camino de huida les presta ayuda un labrador, San Medín, donde hoy una ermita recuerda el milagro de unas habas milagrosamente crecidas para desorientar a los perseguidores (lugar de tradicionales romerías barcelonesas).

En San Cugat el obispo se entrega a los soldados, que para intimidarle decapitan a san Medín y a los diáconos; luego le tientan ofreciéndole riquezas y honores a cambio de renegar de su fe, y al verle inconmovible, lo torturaron, azotaron y le hundieron a mazazos un gran clavo en la cabeza (por eso se acostumbra a invocarle contra las jaquecas y neuralgias).

Fueron devotos de este santo San Pedro Nolasco, el rey Martín el Humano - a quien su intercesión curó una pierna gangrenada - y Fernando el Católico.

Los cristianos de Cataluña levantaron en su recuerdo la iglesia de San Severo.

Oración:Señor, tú que has hecho más hermosa a la Iglesia al glorificar con el triunfo del martirio a San Severo, concédenos, te rogamos, que así como a él le diste la gracia de imitar con su muerte la pasión de Cristo, alcancemos nosotros, siguiendo las huellas de tu mártir, los premios eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.

San Alejandro de Sauli, Obispo

San Alejandro cuyo nombre significa "el que protege con fuerza", nació en Milán en 1535. A los 17 años entró como religioso en la comunidad de los Padres Barnabitas, y luego de ordenarse como sacerdote, empezó a predicar con elocuencia y tan formidable doctrina que San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán lo invitó a predicar la cuaresma en su catedral. Fue nombrado superior general de su comunidad, y San Carlos Borromeo lo designó como su confesor. Su fama llegó hasta el Santo Padre Pío V, el cual lo nombró como Obispo de la isla de Córcega, siendo consagrado por el Arzobispo San Carlos.

San Alejandro encontró a Córcega en el más lastimoso estado moral. Los sacerdotes eran poco instruidos y el pueblo tenía muchas supersticiones; los campos estaban infectados por bandoleros y entre las familias había terribles venganzas. Se propuso evangelizar el lugar y lo consiguió. Visitó una por una todas las parroquias exigiendo que se enseñara catecismo y se diera buen ejemplo. Predicaba en todas partes con gran entusiasmo y mucho fruto. El santo trabajó en Córcega durante veinte años y consiguió la reforma.

Dios, nuestro Padre, le concedió a San Alejandro la gracia de hacer milagros, y fueron muchos los milagros que éste santo obró en aquella isla.

San Alejandro murió en 1592 y también después de su muerte siguió haciendo milagros.

Beato Tomás Jihyoe de San Agustín

Nació en Omura, cerca de Nagasaki (Japón), en torno al año 1600, de padres catequistas que fueron martirizados por su fe. Cuando era estudiante en Macao pasó a las islas Filipinas, hizo la profesión en los Agustinos de Manila, después estudió teología en Cebú y recibió la ordenación sacerdotal.

En 1631 consiguió volver a su patria, en la que se había desatado la persecución contra los cristianos y los misioneros caían uno tras otro. Se estableció en Nagasaki, y, como japonés, pudo encubrir su condición de sacerdote católico y así atender a los cristianos. Cuando lo descubrieron, se escondió en una cueva cercana a la ciudad, y solía hacer apostolado por la noche.

En 1637 fue detenido y durante meses los sometieron en vano a torturas para que apostatara. Lo condenaron a muerte y lo sometieron al tormento de la fosa (colgado de los pies y con la cabeza en una fosa) en la Colina de los Mártires de Nagasaki. Fue beatificado junto con otros mártires el año 2008.

jueves, 12 de marzo de 2020

Lecturas y Santoral 12-03-2020. Jueves de la 2ª semana de Cuaresma

Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor
Primera Lectura. Jeremías 17,5-10

Esto dice el Señor:
«Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor.
Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita.
Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza.
Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto.
Nada más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce?
Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada cual su conducta según el fruto de sus acciones».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 1, 1-2. 3. 4 y 6
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita, su ley día y noche.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.

Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16,19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
"Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio, de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento".
Abrahán le dice:
"Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen".
Pero él le dijo:
"No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán".
Abrahán le dijo:
"Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Maximiliano mártir Roma († 295)


La "pasión" de San Maximiliano es uno de los más valiosos documentos del juicio y muerte de uno de los primeros mártires. Durante el consulado de Tuscus y Anulinus, comparecieron ante la corte Víctor y su hijo Maximiliano. El juez, al interrogar a Maximiliano sobre sus datos personales, éste le contestó que él era cristiano y que por lo tanto no podía servir como soldado. El juez volvió a insistir con amenazas de tortura y muerte, pero el santo se mantuvo firme en su adhesión a Jesús. Maximiliano tenía 21 años cuando fue condenado a ser decapitado, sentencia que recibió con mucha alegría y alabanzas a Dios, para sorpresa de sus verdugos.

De camino al sitio de la ejecución, habló a los cristianos: "Amados hermanos, apresúrense a alcanzar la visión de Dios y a merecer una corona como la mía". Al primer golpe lo decapitaron y una mujer llamada Pompeya obtuvo el cuerpo de Maximiliano y le dio cristiana sepultura.

San Inocencio I + 417


Nacido en Albano (Italia) abre el catálogo de los Papas de ese nombre, desde el año 401 al 417.

Este papa, que es el número cuarenta de los sucesores de Pedro y que debió de ser elegido pontífice en el año 401. Era quizás un monje basilio natural de Albano, y se le recuerda sobre todo por su enérgica actitud en dos polémicas sonadas.

En primer lugar, condenando a los perseguidores de san Juan Crisóstomo y enfrentándose al emperador Arcadio, y después haciendo frente a la mayor herejía de su tiempo, el pelagianismo, que negaba la necesidad de la gracia, atendiendo así las peticiones que le había hecho san Agustín.

Pero el gran acontecimiento de su pontificado fue la tragedia del 24 de agosto del 410, cuando las hordas del bárbaro Alarico entraron en Roma por la Puerta Salaria y saquearon la ciudad destruyéndola por completo.

El desastre sacudió los cimientos del mundo cristiano. Desde su retiro de Belén, san Jerónimo se declara anonadado, "la tierra entera ha recibido un golpe mortal", "la antorcha más brillante de la humanidad acaba de apagarse", y no es menor el efecto que la noticia causa en África a san Agustín, quien escribe el más profundo y ambicioso de sus libros, La ciudad de Dios, para explicar a la luz de la fe un hecho de tanta magnitud.

Para los contemporáneos la destrucción de Roma es algo casi apocalíptico, inconcebible. ¿Cómo ha permitido Dios una cosa semejante? ¿Por qué ha entregado a sus enemigos para que lo pisotearan el mismo corazón de su Iglesia? ¿Cómo interpretar un misterio de la historia tan doloroso y humillante?.

La historia, tejida de fracasos y contradicciones que desmienten nuestras certezas humanas, sigue, san Agustín nos da La ciudad de Dios, e Inocencio, después de la catástrofe, vuelve a Roma, porque la vida y la Iglesia continúan su misterioso camino hacia el Absoluto.

Defendió siempre la paz y la unidad: "Por todos debe guardarse lo que por el príncipe de los apóstoles, Pedro, fue entregado a la Iglesia Romana, y hasta ahora se ha custodiado".

Los Sínodos Provinciales proponen siempre "sin prejuzgar a la Iglesia Romana, a la que en todas las causas se debe guardar reverencia".

Su mano firme y el heroísmo del monje Telémaco que fue muerto tumultuariamente por oponerse a los combates de los gladiadores, contribuyeron a terminar con los espectáculos sangrientos.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 08/11/2019. Viernes de la trigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, para que la ofrenda de los gentiles sea agradable.
Primera Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 15, 14-21

Respecto a vosotros, hermanos, yo personalmente estoy convenido de que rebosáis buena voluntad y de que tenéis suficiente saber para aconsejaros unos a otros.
Pese a todo, os he escrito, propasándome a veces un poco, para reavivar vuestros recuerdos.
Lo he hecho en virtud de la gracia que Dios me ha otorgado: ser ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, ejerciendo el oficio sagrado del Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles, consagrada por el Espíritu Santo, sea agradable.
Así pues, tengo qué gloriarme en Cristo y en relación con las cosas que tocan a Dios. En efecto no me atreveré a hablar de otra cosa que no sea lo que Cristo hace a través de mí en orden a la obediencia de los gentiles, con mis palabras y acciones, con la fuerza de signos y prodigios, con la fuerza del Espíritu de Dios
Tanto que, en todas direcciones, partiendo de Jerusalén y llegando hasta la Iliria, he completado el anuncio del Evangelio de Cristo.
Pero considerando una cuestión de honor no anunciar el Evangelio más que allí donde no se haya pronunciado aún el nombre de Cristo, para no construir sobre cimiento ajeno; sino como esta escrito:
«Los que no tenían noticia lo verán, los que no habían oído comprenderán».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 97, 1. 2-3ab. 3cd-4
El Señor revela a las naciones su salvación.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.

El Señor revela a las naciones su salvación.
El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.

El Señor revela a las naciones su salvación.
Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.

El Señor revela a las naciones su salvación.
Los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”.
El administrador se puso a echar sus cálculos:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él dijo:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo, escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz».

Palabra de Dios.


San Adeodato I Papa (+ 618)


El Papa Adeodato I, también llamdao Diosdaoo o Deusdedit ("dado por Dios"), emerge de los siglos oscuros del primer medioevo con muy poca evidencia. Pocas son las noticias históricas: hijo del sub diácono romano Esteban, desde joven ingresó para su formación al monasterio benedictino de Roma dedicado a San Erasmo. Fue durante cuarenta años sacerdote en Roma antes de suceder en la cátedra pontificia al Papa Bonifacio IV el 19 de octubre del 615, siendo el sexagésimo octavo Papa.

Fue el primer Papa que estableció con testamento donaciones para distribuir al pueblo con ocasión de los funerales del sumo pontífice. En Roma el Papa no sólo era el obispo y el pastor espiritual, sino también el guía civil, el juez, el supremo magistrado, el que garantizaba el orden. A la muerte de todo pontífice los romanos se sentían sin protección, expuestos a las invasiones de los bárbaros nórdicos o a las venganzas del imperio de Oriente. La teoría medieval de los "dos soles", el Papa y el emperador, que deberían gobernar unidos al mundo cristiano, no era aceptada en Constantinopla.

El Papa Adeodato se demostró un hábil mediador y paciente interlocutor con el otro "sol" que en realidad de verdad fue muy poco solícito con Italia, excepción hecha de la vez que envió al exarca Eleuterio a dominar la revolución de Ravena y de Nápoles. Fue la única ocasión en que el Papa Adeodato, ocupado en aliviar la suerte de los habitantes de Roma por las calamidades ya referidas, tuvo un contacto, aunque indirecto, con el emperador.

Baronio pone en el Martirologio Romano un episodio que confirma la fama de santidad que rodeaba al venerable pontífice como guía de los cristianos en una época tan atormentada: durante una de sus visitas a los enfermos, los más abandonados atacados por la terrible enfermedad de la lepra, habría curado a uno de estos infelices después de haberlo abrazado y besado cariñosamente.

El Liber pontificalis, recordando dos hechos de su pontificado, afirma que Adeodato amó mucho a su clero, al que defendió respecto del clero monástico o regular, privilegiado desde cuando Gregorio Magno les había confiado a los monjes importantes cargos en el apostolado misionero y en la misma organización eclesial. El segundo hecho se refiere a la facultad de celebrar una segunda misa el mismo día.

San Adeodato fue también el primer papa que empleó para autentificar los documentos oficiales un pesado sello de plomo que en latín se llamaba bulla; de esta palabra se deriva el término bula, con el que nos referimos a los decretos del papa.

En 616 asoló a Roma una peste similar a la que ya había causado estragos en 590, y en 618 brotó también una mortal epidemia de peste. Por si fuera poco, en agosto de ese año la Ciudad Eterna fue víctima de un terremoto terrible que dio el golpe de gracia a los marmóreos edificios del Foro, ya desvastados por las continuas invasiones de los bárbaros. En todo momento, ante las tragedias, San Adeodato mantuvo la serenidad y se preocupó por socorrer y consolar a los damnificados, a los enfermos y a los leprosos.

Murió en noviembre del 618, amado y llorado por los romanos, que pudieron apreciar el buen corazón durante las grandes calamidades que atormentaron a Roma durante los tres años de su pontificado.

Los 4 mártires coronados: Severo, Severiano, Carpóforo y Victoriano.


Carpóforo, del griego: fructífero. Victoriano: gentilicio de Víctor. Severiano, del latín: serio. Gentilicio de Severo. Severo del latín: serio, austero.

A finales del siglo III, hubo cuatro hermanos que se distinguieron por su fe en Cristo: Severo, Severiano, Carpóforo y Victoriano. Fueron llamados los "Coronados". Se habían incorporado al ejército romano pero eran cristianos, asistían al culto en las catacumbas y ayudaban a los pobres.

El emperador Diocleciano tenía informes de que en el ejército de Roma había muchos soldados y jefes que eran cristianos, y durante algún tiempo esto no planteó problema alguno. Sin embargo Diocleciano temía que la adoración de los cristianos a un Dios más poderoso que los de Roma pudiese socavar la fe del pueblo romano y la confianza en el emperador. Por ello, ordenó a sus oficiales que "limpiasen" el ejército de cristianos.


Los Coronados fueron apresados y llevados ante el emperador. Diocleciano les habló con aprecio por su valor y por los buenos informes que tenía de ellos, y les ordenó que renunciasen a la fe de Cristo. Al negarse los torturaron azotándolos con látigos con puntas de plomo hasta hacerles morir. Ni protestaron por su martirio ni renunciaron a su fe en Cristo.

Los cristianos los sepultaron en la Vía Labicana. El papa Melquiades mandó celebrar su fiesta y el papa Honorio construyó en su honor el templo que conserva sus reliquias. La iglesia de los Cuatro Santos Coronados de Roma fue levantada en el siglo IV y destruída por los normandos. En el siglo XII la reconstruyó el papa Pascual II. En su cúpula, los frescos de Juan de San Giovanni (1630) representan la historia de los mártires.







Beato Juan Duns Escoto


Nació en Escocia el año 1265, e ingresó de joven en la Orden Franciscana. Fue ordenado de sacerdote en 1291 y se graduó luego en la Universidad de París. Posteriormente desempeñó el cargo de maestro en las Universidades de Cambridge, Oxford, París y Colonia. Investigó con gran sutileza la revelación divina y escribió obras importantes de teología y filosofa.

Se le suele llamar "Doctor sutil y mariano", y es considerado uno de los grandes maestros de la teología cristiana. Fue un ferviente heraldo del misterio de la Encarnación del Verbo, un incansable paladín de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y un defensor de la suma autoridad del Romano Pontífice. Rehusó firmar el libelo de Felipe IV, rey de Francia, contra el papa Bonifacio VIII, y por ese motivo fue expulsado de París.

Más tarde fue enviado como maestro a Colonia, donde murió el 8 de noviembre de 1308. Juan Pablo II confirmó en 1991 y 1993 su culto público definiéndolo como "cantor del Verbo encarnado y defensor de la Inmaculada Concepción de María".

Oración: Oh Padre, fuente de toda sabiduría, que en el beato Juan Duns Escoto, defensor de la Virgen Inmaculada, nos has dado un maestro de vida y de enseñanza: haz que, iluminados por su ejemplo y alimentados por su doctrina, permanezcamos unidos fielmente a Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 29 de septiembre de 2019

Lecturas y Santoral 29/09/2019. Domingo de la vigesimosexta semana de Tiempo Ordinario

Ahora se acabará la orgía de los disolutos
Primera Lectura. Amós 6, la. 4-7
Esto dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de los que se sienten seguros en Sión, y confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil; se arrellanan en sus divanes, comen corderos de rebaño y terneras del establo; tartamudean como insensatos e inventan como David instrumentos musicales; beben el vino en elegantes copas, se ungen con el mejor de los aceites pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al desierto a la cabeza de los deportados y se acabará la orgía de los disolutos».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 145, 7. 8-9a. 9bc-10
Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

Alaba, alma mía, al Señor.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.

Alaba, alma mía, al Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Guarda el mandamiento hasta la manifestación del Señor
Segunda Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6, 11-16
Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste notablemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da la vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor e imperio eterno. Amén.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Recibiste bienes y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
- «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
"Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas".
Pero Abrahán le dijo:
"Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros".
El dijo:
"Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también vengan ellos a este lugar de tormento".
Abrahán le dice:
"Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen".
Pero él le dijo:
"No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán"
Abrahán le dijo:
"Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto"».

Palabra de Dios.

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Santos Arcángeles Miguel, Gabriel, y Rafael

En la Biblia, desde el AT, aparecen los ángeles y sus jefes, los arcángeles, criaturas espirituales, como ministros o servidores de Dios, bien sea para llevar a los hombres los mensajes y la protección divina, bien sea para alabar al Señor y presentarle las preces de los hombres. La Biblia sólo menciona por su nombre a tres de los siete Arcángeles que, según la tradición judío cristiana, se hallan más cerca del trono de Dios: Miguel, Gabriel y Rafael. La Iglesia celebra a estos tres arcángeles.


SAN MIGUEL ARCÁNGEL


Miguel, que significa "¿Quién como Dios?", es el defensor de los derechos divinos y el protector del pueblo de Dios y de la Iglesia contra las asechanzas del mal; a él se refieren Dan 10-12, Ap 12 y la carta de Judas.

Su fiesta se ha celebrado con gran solemnidad a fines de septiembre, desde el siglo sexto por lo menos. El Martirologio Romano afirma que en la festividad se celebra la dedicación de una Basílica en honor de San Miguel, a unos 10 kilómetros al norte de Roma. En el oriente, donde antaño se tenia al arcángel como protector de los enfermos (actualmente se le considera como Capitán de las legiones celestiales y Patrón de los soldados), la veneración a San Miguel es todavía mas antigua.







SAN GABRIEL ARCANGEL


Gabriel, "Fuerza de Dios", es sobre todo el ángel que interviene, enviado por Dios, en los acontecimientos de la Anunciación y del nacimiento de Juan Bautista y de Jesús (Lc 1).

Por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, se ordenó que la fiesta de San Gabriel Arcángel fuera considerada en el futuro como doble de primera clase, a partir del 24 de marzo, para toda la Iglesia occidental. Según el profeta Daniel (IX, 21) fue Gabriel el que anunció le anunció el tiempo de la venida del Mesías; que fue él, de nuevo, quien se apareció a Zacarías "estando de pie a la derecha del altar del incienso" (Lucas 1, 10-19), para darle a conocer el futuro nacimiento del Precursor y finalmente, que el arcángel como embajador de Dios, fue enviado a María, en Nazaret para proclamar el misterio de la Encarnación.

Es por lo tanto apropiado que Gabriel sea honrado en este día que precede a la fiesta de la Anunciación de la Santísima Virgen. Por otro lado, existe evidencia arqueológica que el culto de San Gabriel no es en ningún sentido una innovación; hay muchas representaciones del ángel en el arte primitivo cristiano, tanto de oriente como de occidente. Este mensajero del cielo es también el santo patrón de los que trabajan en los servicios postales, de telégrafos y teléfonos.

SAN RAFAEL ARCANGEL


Rafael, "Medicina de Dios", aparece en el libro de Tobías, donde se cuenta que Dios envió a San Rafael a ayudar al anciano Tobías, quien estaba ciego y se hallaba en una gran aflicción, y a Sarah, la hija de Raquel, cuyos siete maridos habían muerto la noche del día bodas.

San Rafael tomó la forma humana y se hizo llamar Azarías. Éste, acompañó a Tobías en su viaje, le ayudó en sus dificultades y le explicó cómo podía casarse con Sarah sin peligro alguno. En el libro de Tobías él mismo Arcángel se describe como "uno de los siete que están en la presencia del Señor".


En las oraciones que pronuncian los fieles en la misa también están comprendidos el resto de ángeles. En esas oraciones se pide que demos gracias a Dios por la gloria de que gozan los ángeles y que nos alegremos de felicidad, así como también, se nos invita a honrar a los ángeles y a implorar su intercesión y ayuda.

Con el Salmo 102 podemos rezar: "Bendecid al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes, prontos a la voz de su palabra".

Oración: Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios de los ángeles y los hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos que te asisten continuamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 22 de septiembre de 2019

Lecturas y Santoral 22/09/2019. Domingo de la vigesimoquinta semana del Tiempo Ordinario

Contra los que «compran por dinero al pobre»
Primera Lectura. Amos 8, 4-7
Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre y elimináis a los humildes del país, diciendo:
«¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal - reduciendo el peso y aumentando el precio, y modificando las balanzas con engaño - ,para comprar al indigente por plata, y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la gloria de Jacob: «No olvidará jamás ninguna de sus acciones».

Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial. 112, 1-2. 4-6. 7-8
Alabad al Señor, que alza al pobre.
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.

Alabad al Señor, que alza al pobre.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Alabad al Señor, que alza al pobre.
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo.

Alabad al Señor, que alza al pobre.
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Que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios, que quiere que todos los hombres se salven
Segunda Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 1-8
Querido hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol - digo la verdad, no miento -, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando las manos limpias, sin ira ni divisiones.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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No podéis servir a Dios y al dinero
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
"¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando".
El administrador se puso a decir para sí:
"¿Qué voy a hacer, pus mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa."
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Éste respondió:
"Cien barriles de aceite."
Él le dijo:
"Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta."
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Él contestó:
"Cien fanegas de trigo".
Le dijo:
"Aquí está tu recibo, escribe ochenta".
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

Palabra de Dios.

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San Mauricio


La legión de Tebas fue una de esas que Diocleciano sacó del Este para componer su ejército para su expedición a la Galia. Maximiliano, al cruzar los Alpes, hizo un alto con su ejército para que los soldados pudieran descansar. Llegaron a Octodurun, una ciudad en Rhône sobre el lago de Ginebra. Aquí Maximiliano dió orden de que todo el ejército se uniese para hacer un sacrificio a los dioses por el éxito de la campaña. La legión de Tebas se retiró de allí y acampó cerca de Agauno ahora llamado Saint Maurice d´Agaune, a tres leguas de Octodurun. El emperador les mandó de nuevo las órdenes para que volviesen al campamento y se unieran a los sacrificios; y, ante su constante y unánime negación ordenó que fueran diezmados. Así, se dió muerte a diez hombres, elegidos por sorteo; el resto, mientras tanto se exortaban los unos a los otros a la perseverancia.

Después de la primera matanza se comenzaría una segunda a menos que los soldados acataran las órdenes; pero gritaron que sufrirían lo más extremo antes de hacer algo contrario a su religión. Fueron animados principalmente por tres de sus oficiales, Mauricio, Exuperius y Cándido.

El emperador mandó nuevas amenazas de que si persisitían en su desobediencia ninguno de entre ellos escaparía de la muerte. La legión contestó con una debida amonestación, la esencia de la cual se contiene aquí: "Somos tus soldados, pero los siervos del verdadero Dios. Solo te debemos servicio y obediencia militar pero no podemos renunciar a Él que es nuestro maestro y creador. Tú nos ordenas castigar a los cristianos: mira, nosotros somos tales. Tenemos armas en nuestras manos pero no opondremos resistencia, porque preferimos morir como inocentes." Esta legión estaba constituída por alrededor de 6600 hombres. Maximiliano ordenó a todo su ejército que los rodeara y los cortara en trozos. No se resistieron, sino que dejaron caer sus armas y sufrieron una carnicería como inocentes ovejas. El suelo se cubrió con sus cuerpos, y arroyos de sangre corrían por todos lados. Estos mártires son llamados por Fortunato "La Feliz Legión". Su festividad se menciona en este día en los martiriólogos de San Jerónimo, Bead y otros.

San Alfonso de Orozco


Nació en la localidad de Oropesa, Diócesis de Avila, en el año de 1500, y desde temprana edad sintió el fervoroso deseo de consagrarse al servicio de Dios. Realizó sus estudios en Talavera y en Toledo para luego continuarlos en la universidad de Salamanca, donde gracias a los sermones de Santo Tomás de Villanueva, tomó los hábitos de la orden de lo Ermitaños de San Agustín a la edad de 22 años.

Tras su ordenación, Fray Alfonso se entregó en cuerpo y alma a la enseñanza, la predicación y otras actividades de su apostolado, y su profundo conocimiento del alma humana y su evidente bondad, le hicieron muy solicitado como confesor. En cuatro ocasiones, fue prior de otras tantas casas de agustinos y dos años más tarde fue nombrado predicador de la corte y enseguida comenzó a ejercer su influencia sobre la nobleza, a quienes atraía tanto por la elocuencia de sus sermones como por la calidad exquisita de su música, a la que era muy afecto y destacaba por su destreza.

Durante treinta años realizó el trabajo de mantener la vida cristiana en su más alto nivel de entre la nobleza y la gentilidad, así como entre la servidumbre de la corte española. Falleció a la edad de noventa años, fue beatificado en 1881, y canonizado en el 2002 por Juan Pablo II.

José Aparicio Sanz y 232 compañeros mártires


El 11 de marzo del año 2001, el papa Juan Pablo II beatificó en Roma a 233 mártires de la persecución religiosa en España durante los años 1936 y 1937, inmolados en distintos lugares y fechas, y estableció que su fiesta conjunta se celebre el 22 de septiembre.

Son el Beato José Aparicio y 232 compañeros: sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de las distintas órdenes y congregaciones, hombres y mujeres seglares, casados y solteros, ancianos y jóvenes, etc. De cada uno de ellos hacemos memoria en el día de su martirio. Entre ellos hay 49 miembros de la Familia Franciscana: 4 Franciscanos (Bto. Pascual Fortuño y Comps.); 6 Conventuales (Bto. Alfonso López y Comps.); 12 Capuchinos y 5 Clarisas-Capuchinas (Bto. Aurelio de Vinalesa y Comps.); 19 Terciarios Capuchinos y 3 Terciarias Capuchinas(Bto. Vicente Cabanes y Comps.); también hay Terciarios, miembros de la Orden Franciscana Seglar, laicos o sacerdotes seculares. A ellos nos referimos en las fechas de sus respectivos martirios.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."