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miércoles, 29 de diciembre de 2021

Lecturas y Santoral 29/12/2021. Miércoles - Octava de Navidad

Quien ama a su hermano permanece en la luz
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó. Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - y esto es verdadero en él y en vosotros -, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Palabra de Dios

95, 1-2a.2b-3.5b-6

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y esplendor están en su templo.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Luz para alumbrar a las naciones
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-35
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”, a quien has presentado ante todos los pueblos: “luz para alumbrar a las naciones” y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción - y a ti misma una espada te traspasará el alma - para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».

Palabra de Dios

Santo Tomás Becket

Nació en Londres el año 1118. Estudió en París y se hizo clérigo del arzobispo de Canterbury. Completó sus estudios en Roma y Bolonia, y luego en Auxerre.

A la edad de 36 años fue elevado a la dignidad de canciller del reino por Enrique II. Gozó de los favores del rey por siete años y compartió muchos de sus afanes terrenos. El año 1162, nombrado por influencia del rey, sucesor del arzobispo, recibió la ordenación sacerdotal y episcopal. Desde aquel momento cambió su vida, haciéndose más austera y apartándose de los usos de la corte.

Pronto la amistad del rey se convirtió en odio. Tuvo que elegir entre la fidelidad a Enrique II y su responsabilidad como pastor, y optó por lo segundo y además tomó la defensa de los derechos de la Iglesia contra las pretensiones regias. Tomás tuvo que refugiarse en Francia y, vuelto a su sede, fue asesinado por los esbirros del rey el 29 de diciembre de 1170.

Oración: Señor, tú que has dado a santo Tomás Becket grandeza de alma para entregar su vida en pro de la justicia, concédenos, por su intercesión, sacrificar por Cristo nuestra vida terrena para recuperarla de nuevo en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

David, rey y profeta del Antiguo Testamento

La Iglesia conmemora hoy al rey y profeta David, hijo de Jesé, de Belén de Judá, que encontró gracia ante Dios y en su juventud fue ungido con el santo óleo por el profeta Samuel, para que reinase sobre el pueblo de Israel.

Trasladó a la ciudad de Jerusalén el Arca de la Alianza, y el Señor mismo le juró que su descendencia permanecería para siempre, porque de ella nacería Jesucristo según la carne.

Se calcula que murió el año 960 antes de Cristo.

sábado, 12 de junio de 2021

Lecturas y Santoral 12/06/2021. Sábado de la décima semana de Tiempo Ordinario. Inmaculado Corazón de María

Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado a favor nuestro
Primera Lectura. segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 14-21
Hermanos: Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Y Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos. De modo que nosotros desde ahora no conocemos a nadie según la carne; si alguna vez conocimos a Cristo según la carne, ahora ya no lo conocemos así. Por tanto, si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo. Todo procede de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de sus pecados, y ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 102, 1-2. 3-4. 8-9. 11-12

El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

El Señor es compasivo y misericordioso.

Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. No está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo.

El Señor es compasivo y misericordioso.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre los que lo temen; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.

El Señor es compasivo y misericordioso.


Conservaba todo esto en su corazón
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedo en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Palabra de Dios

San Onofre de Egipto

San Onofre, anacoreta egipcio, Muy admirado del ascetismo oriental por la superación de sus mismos límites, el cual vivió en soledad y santamente por espacio de sesenta años en un áspero desierto ejercitándose en obras piadosas, y de penitencia.

Adentrado en el desierto de Tebas, imita la vida de Elías y de Juan Bautista. Fue maestro de San Pafnucio. El abad Pafnucio en visita a los solitarios, lo descubre ya muy enfermo y extrañamente vestido y desfigurado de cuerpo, barba y cabellera; le acompaña en sus últimas horas hasta su muerte; y esclarecido en virtudes y méritos voló al cielo; 400.

Para después, con gran impacto apostólico en su tiempo, describir a este gigante de la penitencia, enfrentado a los pecados del mundo, el abad Pafnucio escribió su admirable vida.





San Juan de Sahagún

Su nombre era Juan González de Castrillo Martínez, pero tomó el de Juan de Sahagún cuando profesó en los Agustinos. Nació en Sahagún de Campos (León, España) hacia 1430 de familia noble y se educó en los benedictinos.

Rechazó el beneficio eclesiástico que le procuraron con miras sobre todo económicas. Entró al servicio del ilustre obispo de Burgos, Alfonso de Cartagena, que lo tomó como su familiar y camarero, y lo ordenó de sacerdote. Insatisfecho con la vida de la curia, marchó a Salamanca a estudiar, y allí se acreditó como predicador celoso y elocuente.

En 1463 ingresó en los Ermitaños de San Agustín, profesando al año siguiente. Los superiores le confiaron cargos de responsabilidad. Tuvo una gran devoción a la Eucaristía. Humilde y sincero, fue un promotor incansable de la paz y la convivencia social, y defendió los derechos de los obreros. Logró con sus virtudes y sus buenos modos la concordia entre las banderías ciudadanas.

Murió en Salamanca en 1479.

San Gaspar Bertoni

Fundador de la Congregación de las Sagradas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo. Nació en Verona (Italia) el año 1777. Ordenado de sacerdote, se dedicó a la educación de la juventud y a la asistencia espiritual de santas mujeres. Luego, el obispo le encargó la dirección espiritual del seminario, lo que le permitió fomentar la renovación de la Iglesia desde una mejor formación del clero.

Nombrado misionero apostólico, supo armonizar la predicación y la catequesis con una intensa vida interior. En 1816 se retiró a una casa aneja a la suprimida iglesia de las Santísimas Llagas de San Francisco, título que influiría en el de su fundación y que era como una premonición de los largos años de grandes enfermedades y sufrimientos que soportaría.

Su Congregación armoniza la vida contemplativa y el apostolado, la educación de la juventud, la formación del clero y la predicación misionera, siempre a disposición de los obispos. Murió en Verona el 12 de junio de 1853.

martes, 2 de febrero de 2021

Lecturas y Santoral 02/02/2021. Martes de la cuarta semana de Tiempo Ordinario - La Presentación del Señor

Llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando
Primera Lectura. Malaquías 3, 1-4
Esto dice el Señor: «Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mi. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo. ¿Quién resistirá el día de su llegada?, ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño».

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 23, 7. 8. 9. 10

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternales: va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, héroe valeroso; el Señor, valeroso en la batalla.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternales: va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.
Segunda Lectura. Lectura de la carta a los Hebreos 2, 14-18
Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.

Palabra de Dios

Mis ojos han visto a tu Salvador
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-32
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Palabra de Dios.

Fiesta de la Presentación del Señor

Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, Epifanía y La Presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.

Es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV. Se celebraba allí a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero. La peregrina Egeria (=Eteria=Echeria), que cuenta esto en su famoso diario ("Itinerarium": diario escrito hacia el año 400 tras su peregrinación a los Santos lugares), añade el interesante comentario de que se "celebraba con el mayor gozo, como si fuera la pascua misma". Desde Jerusalén, la fiesta se propagó a otras iglesias de Oriente y de Occidente. En el siglo VII, si no antes, había sido introducida en Roma. Se asoció con esta fiesta una procesión de las candelas. La Iglesia romana celebraba la fiesta cuarenta días después de Navidad.

Entre las iglesias orientales se conocía esta fiesta como "La fiesta del Encuentro" (en griego, Hypapante), nombre muy significativo y expresivo, que destaca un aspecto fundamental de la fiesta: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo. San Lucas narra el hecho en el capítulo 2 de su evangelio. Obedeciendo a la ley mosaica, los padres de Jesús llevaron a su hijo al templo cuarenta días después de su nacimiento para presentarlo al Señor y hacer una ofrenda por él.

Esta fiesta comenzó a ser conocida en Occidente, desde el siglo X, con el nombre de Purificación de la bienaventurada virgen María. Fue incluida entre las fiestas de Nuestra Señora. Pero esto no era del todo correcto, ya que la Iglesia celebra en este día, esencialmente, un misterio de nuestro Señor. En el calendario romano, revisado en 1969, se cambió el nombre por el de "La Presentación del Señor". Esta es una indicación más verdadera de la naturaleza y del objeto de la fiesta. Sin embargo, ello no quiere decir que infravaloremos el papel importantísimo de María en los acontecimientos que celebramos. Los misterios de Cristo y de su madre están estrechamente ligados, de manera que nos encontramos aquí con una especie de celebración dual, una fiesta de Cristo y de María.

La bendición de las candelas antes de la misa y la procesión con las velas encendidas son rasgos chocantes de la celebración actual. El misal romano ha mantenido estas costumbres, ofreciendo dos formas alternativas de procesión. Es adecuado que, en este día, al escuchar el cántico de Simeón en el evangelio (Lc 2,22-40), aclamemos a Cristo como "luz para iluminar a las naciones y para dar gloria a tu pueblo, Israel". Esta fiesta, también se llama "La Candelaria", y a continuación el episodio según lo narra san Lucas:

Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, a los 40 días del parto, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor y así cumplir su santa Ley. En el templo les salió al encuentro el anciano Simeón, hombre justo y que esperaba la consolación de Israel. El anciano anunció a María su participación en la Pasión de su Hijo, y proclamó a éste "luz para alumbrar a las naciones". De ahí que los fieles, en la liturgia de hoy, salgan al encuentro del Señor con velas en sus manos y aclamándolo con alegría. Es una fiesta fundamentalmente del Señor, pero también celebra a María, vinculada al protagonismo de Jesús en este acontecimiento por el que es reconocido como Salvador y Mesías.

Oración: Dios todopoderoso y eterno, te rogamos humildemente que, así como tu Hijo unigénito, revestido de nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos concedas, de igual modo, a nosotros la gracia de ser presentados delante de ti con el alma limpia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Jornada de la vida consagrada

Esta Jornada, instituida por Juan Pablo II en 1997 y que se viene celebrando desde aquel año el 2 de febrero, "quiere ayudar -dice el Papa- a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor".

Según el mismo Pontífice, las finalidades de la Jornada son tres:
1) alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada;
2) promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada;
3) que las personas consagradas celebren juntas y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en ellas.

"La Jornada -establece el Papa- se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2,22)".

viernes, 1 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 01/01/2021. Viernes Octava de Navidad. Santa María, Madre de Dios

Invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré
Primera Lectura. Números 6. 22-27
El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos: esta es la fórmula con que bendeciréis a los hijos de Israel: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz.” Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 66, 2-3. 5. 6 y 8

Que Dios tenga piedad y nos bendiga.

Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.

Que Dios tenga piedad y nos bendiga.

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.

Que Dios tenga piedad y nos bendiga.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.

Que Dios tenga piedad y nos bendiga.

Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer
Segunda Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos: Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción filial. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

Palabra de Dios

Encontraron a María y a José, y al niño. Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacía Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto; conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

Palabra de Dios

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net

Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primera Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo "Santa María Antigua" en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma.

La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre de "María, Madre de Dios" (Theotókos) que han sido encontradas en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa en tiempos de las persecuciones.

Más adelante, el rito romano celebraba el 1º de enero la octava de Navidad, conmemorando la circuncisión del Niño Jesús. Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo, que es verdadero Hijo de Dios; pero en la última reforma del calendario –luego del Concilio Vaticano II– se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios.

De esta manera, esta Fiesta Mariana encuentra un marco litúrgico más adecuado en el tiempo de la Navidad del Señor; y al mismo tiempo, todos los católicos empezamos el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María.

El Concilio de Éfeso

En el año de 431, el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, afirmando: "¿Entonces Dios tiene una madre? Pues entonces no condenemos la mitología griega, que les atribuye una madre a los dioses". Ante ello, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso –la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años– e iluminados por el Espíritu Santo declararon: "La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".

Asimismo, San Cirilo de Alejandría resaltó: "Se dirá: ¿la Virgen es madre de la divinidad? A eso respondemos: el Verbo viviente, subsistente, fue engendrado por la misma substancia de Dios Padre, existe desde toda la eternidad. Pero en el tiempo él se hizo carne, por eso se puede decir que nació de mujer".

Madre del Niño Dios

"He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra"

Es desde ese fiat, hágase, que Santa María respondió firme y amorosamente al Plan de Dios; gracias a su entrega generosa Dios mismo se pudo encarnar para traernos la Reconciliación, que nos libra de las heridas del pecado.

La doncella de Nazareth, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo; vemos pues que todo en ella apunta a su Hijo Jesús.

Es por ello, que María es modelo para todo cristiano que busca día a día alcanzar su santificación. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, ayudándonos a conformarnos con Él y poder decir como el Apóstol "vivo yo más no yo, es Cristo quien vive en mí".

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Lecturas y Santoral 30/12/2020. Miércoles - Octava de Navidad

El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre
Primera Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 12-17
Os escribo, hijos, porque se os han perdonado vuestros pecados por su nombre. Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. Os repito, hijos, porque conocéis al Padre. Os repito, padres, porque ya conocéis al que existía desde el principio. Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la arrogancia del dinero -, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, y su concupiscencia. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 95, 7-8a. 8b-9. 10

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente».

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 36-40
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, y se lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

Palabra de Dios

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net

San Raúl monje Cisterciense

San Raúl es un monje cisterciense de origen inglés del que sabemos que en 1131 fundó el monasterio de Vaucelles (cerca de Cambrai, Francia). Fue discípulo de san Bernardo de Claraval, el gran reformador de la vida monástica, por lo que puso su monasterio bajo las nuevas reglas, contribuyendo a la regeneración de la vida eclesiástica. Su rectitud y su austeridad le valieron ser elevado al honor de los altares. Los que llevan el nombre de Raúl celebran su onomástica el 30 de diciembre, día en que la Iglesia conmemora a este santo.

Recomendaba que las oraciones que más debemos repetir cada día son: Miserere: o sea Señor ten piedad, perdón Señor que soy un pecador. Y Aleluya, Tedeum: o sea: Gracias a Dios. Bendito sea Dios.

martes, 29 de diciembre de 2020

Lecturas y Santoral 29/12/2020. Martes - Octava de Navidad

Quien ama a su hermano permanece en la luz
Primera Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó. Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - y esto es verdadero en él y en vosotros -, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 95,1-2a.2b-3.5b-6

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y esplendor están en su templo.

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Luz para alumbrar a las naciones
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-35
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”, a quien has presentado ante todos los pueblos: “luz para alumbrar a las naciones” y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción - y a ti misma una espada te traspasará el alma - para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».

Palabra de Dios

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net

 
Santo Tomás Becket

Nació en Londres el año 1118. Estudió en París y se hizo clérigo del arzobispo de Canterbury. Completó sus estudios en Roma y Bolonia, y luego en Auxerre.

A la edad de 36 años fue elevado a la dignidad de canciller del reino por Enrique II. Gozó de los favores del rey por siete años y compartió muchos de sus afanes terrenos. El año 1162, nombrado por influencia del rey, sucesor del arzobispo, recibió la ordenación sacerdotal y episcopal. Desde aquel momento cambió su vida, haciéndose más austera y apartándose de los usos de la corte.

Pronto la amistad del rey se convirtió en odio. Tuvo que elegir entre la fidelidad a Enrique II y su responsabilidad como pastor, y optó por lo segundo y además tomó la defensa de los derechos de la Iglesia contra las pretensiones regias. Tomás tuvo que refugiarse en Francia y, vuelto a su sede, fue asesinado por los esbirros del rey el 29 de diciembre de 1170.

Oración: Señor, tú que has dado a santo Tomás Becket grandeza de alma para entregar su vida en pro de la justicia, concédenos, por su intercesión, sacrificar por Cristo nuestra vida terrena para recuperarla de nuevo en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San David, rey y profeta del Antiguo Testamento

La Iglesia conmemora hoy al rey y profeta David, hijo de Jesé, de Belén de Judá, que encontró gracia ante Dios y en su juventud fue ungido con el santo óleo por el profeta Samuel, para que reinase sobre el pueblo de Israel.

Trasladó a la ciudad de Jerusalén el Arca de la Alianza, y el Señor mismo le juró que su descendencia permanecería para siempre, porque de ella nacería Jesucristo según la carne.

Se calcula que murió en el año 960 antes de Cristo.

domingo, 2 de febrero de 2020

Lecturas y Santoral 02/02/2020. Domingo de la cuarta semana de Tiempo Ordinario - Presentación del Señor

Llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando.
Primera Lectura. Lectura de la profecía de Malaquías 3, 1-4

Esto dice el Señor:
«Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mi.
De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada?, ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 23, 7. 8. 9. 10
El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, valeroso en la batalla.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.
Segunda Lectura. Carta a los Hebreos 2, 14-18

Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.
Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.

Palabra de Dios.


Mis ojos han visto a tu Salvador
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-32
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


Fiesta de la Presentación del Señor


Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, Epifanía y La Presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.

Es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV. Se celebraba allí a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero. La peregrina Egeria (=Eteria=Echeria), que cuenta esto en su famoso diario ("Itinerarium": diario escrito hacia el año 400 tras su peregrinación a los Santos lugares), añade el interesante comentario de que se "celebraba con el mayor gozo, como si fuera la pascua misma". Desde Jerusalén, la fiesta se propagó a otras iglesias de Oriente y de Occidente. En el siglo VII, si no antes, había sido introducida en Roma. Se asoció con esta fiesta una procesión de las candelas. La Iglesia romana celebraba la fiesta cuarenta días después de Navidad.

Entre las iglesias orientales se conocía esta fiesta como "La fiesta del Encuentro" (en griego, Hypapante), nombre muy significativo y expresivo, que destaca un aspecto fundamental de la fiesta: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo. San Lucas narra el hecho en el capítulo 2 de su evangelio. Obedeciendo a la ley mosaica, los padres de Jesús llevaron a su hijo al templo cuarenta días después de su nacimiento para presentarlo al Señor y hacer una ofrenda por él.

Esta fiesta comenzó a ser conocida en Occidente, desde el siglo X, con el nombre de Purificación de la bienaventurada virgen María. Fue incluida entre las fiestas de Nuestra Señora. Pero esto no era del todo correcto, ya que la Iglesia celebra en este día, esencialmente, un misterio de nuestro Señor. En el calendario romano, revisado en 1969, se cambió el nombre por el de "La Presentación del Señor". Esta es una indicación más verdadera de la naturaleza y del objeto de la fiesta. Sin embargo, ello no quiere decir que infravaloremos el papel importantísimo de María en los acontecimientos que celebramos. Los misterios de Cristo y de su madre están estrechamente ligados, de manera que nos encontramos aquí con una especie de celebración dual, una fiesta de Cristo y de María.

La bendición de las candelas antes de la misa y la procesión con las velas encendidas son rasgos chocantes de la celebración actual. El misal romano ha mantenido estas costumbres, ofreciendo dos formas alternativas de procesión. Es adecuado que, en este día, al escuchar el cántico de Simeón en el evangelio (Lc 2,22-40), aclamemos a Cristo como "luz para iluminar a las naciones y para dar gloria a tu pueblo, Israel". Esta fiesta, también se llama "La Candelaria", y a continuación el episodio según lo narra san Lucas:

Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, a los 40 días del parto, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor y así cumplir su santa Ley. En el templo les salió al encuentro el anciano Simeón, hombre justo y que esperaba la consolación de Israel. El anciano anunció a María su participación en la Pasión de su Hijo, y proclamó a éste "luz para alumbrar a las naciones". De ahí que los fieles, en la liturgia de hoy, salgan al encuentro del Señor con velas en sus manos y aclamándolo con alegría. Es una fiesta fundamentalmente del Señor, pero también celebra a María, vinculada al protagonismo de Jesús en este acontecimiento por el que es reconocido como Salvador y Mesías.

Oración: Dios todopoderoso y eterno, te rogamos humildemente que, así como tu Hijo unigénito, revestido de nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos concedas, de igual modo, a nosotros la gracia de ser presentados delante de ti con el alma limpia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Jornada de la vida consagrada


Esta Jornada, instituida por Juan Pablo II en 1997 y que se viene celebrando desde aquel año el 2 de febrero, "quiere ayudar -dice el Papa- a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor".

Según el mismo Pontífice, las finalidades de la Jornada son tres:


1) alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada;

2) promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada;

3) que las personas consagradas celebren juntas y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en ellas.

"La Jornada -establece el Papa- se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2,22)".

lunes, 30 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 30/12/2019. Lunes - Octava de Navidad.

El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2, 12-17

Os escribo, hijos, porque se os han perdonado vuestros pecados por su nombre.
Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el principio.
Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno.
Os repito, hijos, porque conocéis al Padre.
Os repito, padres, porque ya conocéis al que existía desde el principio.
Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al Maligno.
No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la arrogancia del dinero -, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, y su concupiscencia.
Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 95, 7-8a. 8b-9. 10
Alégrese el cielo, goce la tierra.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor.

Alégrese el cielo, goce la tierra.
Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.

Alégrese el cielo, goce la tierra.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».

Alégrese el cielo, goce la tierra.

Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 36-40
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, y se lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Raúl monje Cisterciense


San Raúl es un monje cisterciense de origen inglés del que sabemos que en 1131 fundó el monasterio de Vaucelles (cerca de Cambrai, Francia). Fue discípulo de san Bernardo de Claraval, el gran reformador de la vida monástica, por lo que puso su monasterio bajo las nuevas reglas, contribuyendo a la regeneración de la vida eclesiástica.

Su rectitud y su austeridad le valieron ser elevado al honor de los altares. Los que llevan el nombre de Raúl celebran su onomástica el 30 de diciembre, día en que la Iglesia conmemora a este santo.

Recomendaba que las oraciones que más debemos repetir cada día son: Miserere: o sea Señor ten piedad, perdón Señor que soy un pecador. Y Aleluya, Tedeum: o sea: Gracias a Dios. Bendito sea Dios.

viernes, 2 de febrero de 2018

Lecturas y Santoral 02/02/2018. Viernes de la cuarta semana del Tiempo Ordinario. La Presentación del Señor

Llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando
Primera Lectura. Malaquías 3, 1-4

Esto dice el Señor:
"Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mi.
De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada?, ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 23, 7. 8. 9. 10 d
El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, valeroso en la batalla.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria.

El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Tenía que parecerse en todo a sus hermanos
Segunda Lectura. Carta a los Hebreos 2, 14-18

Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.
Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Mis ojos han visto a tu Salvador
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 2, 22-32
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo varón primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones".
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Fiesta de la Presentación del Señor


Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, Epifanía y La Presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.

Es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV. Se celebraba allí a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero. La peregrina Egeria (=Eteria=Echeria), que cuenta esto en su famoso diario ("Itinerarium": diario escrito hacia el año 400 tras su peregrinación a los Santos lugares), añade el interesante comentario de que se "celebraba con el mayor gozo, como si fuera la pascua misma". Desde Jerusalén, la fiesta se propagó a otras iglesias de Oriente y de Occidente. En el siglo VII, si no antes, había sido introducida en Roma. Se asoció con esta fiesta una procesión de las candelas. La Iglesia romana celebraba la fiesta cuarenta días después de Navidad.

Entre las iglesias orientales se conocía esta fiesta como "La fiesta del Encuentro" (en griego, Hypapante), nombre muy significativo y expresivo, que destaca un aspecto fundamental de la fiesta: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo. San Lucas narra el hecho en el capítulo 2 de su evangelio. Obedeciendo a la ley mosaica, los padres de Jesús llevaron a su hijo al templo cuarenta días después de su nacimiento para presentarlo al Señor y hacer una ofrenda por él.

Esta fiesta comenzó a ser conocida en Occidente, desde el siglo X, con el nombre de Purificación de la bienaventurada virgen María. Fue incluida entre las fiestas de Nuestra Señora. Pero esto no era del todo correcto, ya que la Iglesia celebra en este día, esencialmente, un misterio de nuestro Señor. En el calendario romano, revisado en 1969, se cambió el nombre por el de "La Presentación del Señor". Esta es una indicación más verdadera de la naturaleza y del objeto de la fiesta. Sin embargo, ello no quiere decir que infravaloremos el papel importantísimo de María en los acontecimientos que celebramos. Los misterios de Cristo y de su madre están estrechamente ligados, de manera que nos encontramos aquí con una especie de celebración dual, una fiesta de Cristo y de María.

La bendición de las candelas antes de la misa y la procesión con las velas encendidas son rasgos chocantes de la celebración actual. El misal romano ha mantenido estas costumbres, ofreciendo dos formas alternativas de procesión. Es adecuado que, en este día, al escuchar el cántico de Simeón en el evangelio (Lc 2,22-40), aclamemos a Cristo como "luz para iluminar a las naciones y para dar gloria a tu pueblo, Israel". Esta fiesta, también se llama "La Candelaria", y a continuación el episodio según lo narra san Lucas:

Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, a los 40 días del parto, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor y así cumplir su santa Ley. En el templo les salió al encuentro el anciano Simeón, hombre justo y que esperaba la consolación de Israel. El anciano anunció a María su participación en la Pasión de su Hijo, y proclamó a éste "luz para alumbrar a las naciones". De ahí que los fieles, en la liturgia de hoy, salgan al encuentro del Señor con velas en sus manos y aclamándolo con alegría. Es una fiesta fundamentalmente del Señor, pero también celebra a María, vinculada al protagonismo de Jesús en este acontecimiento por el que es reconocido como Salvador y Mesías.

Oración: Dios todopoderoso y eterno, te rogamos humildemente que, así como tu Hijo unigénito, revestido de nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos concedas, de igual modo, a nosotros la gracia de ser presentados delante de ti con el alma limpia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Jornada de la vida consagrada


Esta Jornada, instituida por Juan Pablo II en 1997 y que se viene celebrando desde aquel año el 2 de febrero, "quiere ayudar -dice el Papa- a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor".

Según el mismo Pontífice, las finalidades de la Jornada son tres:


1) alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada;

2) promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada;

3) que las personas consagradas celebren juntas y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en ellas.

"La Jornada -establece el Papa- se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2,22)".

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."