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martes, 14 de septiembre de 2021

Lecturas y Santoral 14/09/2021. Martes de la vigesimocuarta semana de Tiempo Ordinario. La Exaltación de la Santa Cruz

Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida
Primera Lectura. Números 21, 4b-9
En aquellos días, el pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia». El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes». Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla». Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios

77, 1-2. 34-35. 36-37. 38

No olvidéis las acciones del Señor.

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado.

No olvidéis las acciones del Señor.

Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios altísimo su redentor.

No olvidéis las acciones del Señor.

Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza.

No olvidéis las acciones del Señor.

Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor.

No olvidéis las acciones del Señor.

Tiene que ser elevado el Hijo del Hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 3, 13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».

Palabra de Dios

La exaltación de la Santa Cruz

Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos.

Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba.

En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.

Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.

Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, se produjeron muchos milagros.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

El Signo de la Cruz

Desde niños hemos aprendido a trazar sobre nosotros el signo de la cruz. Esa Cruz nos recuerda a un Dios cercano y entregado por nosotros. Nos infunde esperanza, nos enseña el camino, nos asegura la victoria final en Cristo resucitado. Pero ese gesto tiene un significado más hondo. Al hacer la Cruz desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo hasta el derecho, consagramos nuestra frente, boca y pecho, expresando así el deseo de acoger el misterio de Dios trinidad en nosotros, de manera que los pensamientos de nuestra mente, las palabras que pronuncien nuestra boca y los sentimientos y deseos que nazcan de nuestro pecho sean los de un creyente que vive desde la confianza total en el Padre, siguiendo fielmente al Hijo encarnado en Jesús, y dejándose inspirar por la acción del Espíritu Santo.

Todo lo que es parte de nuestra vida puede ser ocasión de oración. Una alegría o una preocupación, un momento feliz o una desgracia, un éxito o un temor. Nos santiguamos ante un peligro o al comenzar una obra buena. Nos dirigimos a la Santísima Trinidad desde lo que estamos viviendo en ese momento.

Catequesis de San Juan Crisóstomo (Cat 3, 13-19: SC50, 174-177)

San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, fue monje y gran predicador, obispo de Constantinopla. Doctor de la Iglesia, es desterrado por combatir los errores y los pecados de su pueblo, especialmente de la Corte imperial, y muere en el exilio. Para saber más sobre su vida ver el día 13 de Septiembre del Santoral.

"¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. 'Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa' [Ex 12, 5.7]. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? "Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor"...

"¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor: Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, 'uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre' [Jn 19,34]: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía... Con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva"

martes, 23 de marzo de 2021

Lecturas y Santoral 23/03/2021. Martes de la quinta semana de Cuaresma

Los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce
Primera Lectura. Números 21, 4-9
En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el territorio de Edón. El pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia». El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes». Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: «Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla». Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 101, 2-3. 16-18. 19-21

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti; no me escondas tu rostro el día de la desgracia. Inclina tu oído hacia mí; cuando te invoco, escúchame en seguida.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.

Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria. Cuando el Señor reconstruya Sión, y aparezca en su gloria, y se vuelva a las súplicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.

Quede esto escrito para la generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor. Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.

Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy»
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 8, 21-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros». Y los judíos comentaban: «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?». Y él les dijo: «Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que «Yo soy», moriréis por vuestros pecados». Ellos le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les contestó: «Lo que os estoy diciendo. Desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: «Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy», y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Palabra de Dios

Santo Toribio de Mogrovejo

Nació en Mayorga, España, en 1538. Los datos acerca de este Arzobispo, personaje excepcional en la historia de sudamérica, producen asombro y maravilla. El santo era graduado en derecho, y había sido nombrado Presidente del Tribunal de Granada (España) cuando el emperador Felipe II al conocer sus grandes cualidades le propuso al Sumo Pontífice para que lo nombrara Arzobispo de Lima.

En 1581 llegó Toribio a Lima como Arzobispo, dedicándose con todas sus energías a lograr el progreso espiritual de sus súbditos. La ciudad estaba en una grave decadencia espiritual; los conquistadores cometían muchos abusos y los sacerdotes no se atrevían a corregirlos.

Muchos para excusarse del mal que estaban haciendo, decían que esa era la costumbre. El arzobispo les respondió que Cristo es verdad y no costumbre. Y empezó a atacar fuertemente todos los vicios y escándalos. Las medidas enérgicas que tomó contra los abusos que se cometían, le atrajeron muchas persecuciones y atroces calumnias; el callaba y ofrecía todo por amor a Dios.

Tres veces visitó completamente su inmensa archidiócesis de Lima. En la primera vez gastó siete años recorriéndola. En la segunda vez duró cinco años y en la tercera empleó cuatro años. La mayor parte del recorrido era a pie. A veces en mula, por caminos casi intransitables, pasando de climas terriblemente fríos a climas ardientes.

Logró la conversión de un enorme número de indios. Santo Toribio se propuso reunir a los sacerdotes y obispos de América en Sínodos o reuniones generales para dar leyes acerca del comportamiento que deben tener los católicos. Cada dos años reunía a todo el clero de la diócesis para un Sínodo y cada siete años a los de las diócesis vecinas. Fundó el primer seminario de América. Insistió y obtuvo que los religiosos aceptaran parroquias en sitios supremamente pobres. Casi duplicó el número de parroquias o centros de evangelización en su archidiócesis. Cuando él llegó había 150 y cuando murió ya existían 250 parroquias en su territorio.

Su generosidad lo llevaba a repartir a los pobres todo lo que poseía. El 23 de marzo de 1606, un Jueves Santo, murió en una capillita de los indios, en una lejana región, donde estaba predicando y confirmando a los indígenas. Estaba a 440 kilómetros de Lima. Santo Toribio tuvo el gusto de administrarle el sacramento de la confirmación a tres santos: Santa Rosa de Lima, San Francisco Solano y San Martín de Porres.

El Papa Benedicto XIII lo declaró santo en 1726. En el Perú, se celebra litúrgicamente su fiesta el 27 de abril.

Oración: Señor, tú que has querido acrecentar la Iglesia mediante los trabajos apostólicos y el celo por la verdad de tu obispo santo Toribio, concede al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en fe y en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

José Oriol

Nació en Barcelona, España, y quedó huérfano de padre siendo todavía muy pequeño. Jovencito fue admitido como monaguillo y cantor en una iglesia, y viendo los sacerdotes su gran piedad y devoción se propusieron costearle los estudios de seminario. Pasaba muchas horas rezando ante el Santísimo Sacramento en el templo.

Ordenado sacerdote, y habiendo recibido en la universidad el grado de doctor, se dedicó a la educación de la juventud. Era sumamente estimado por las gentes y muy alabado por su gran virtud y por sus modos tan amables que tenía en el trato con todos, pero Dios le dejó ver el estado de su alma y desde ese día ya no tuvo José ningún sentimiento de vanidad ni de orgullo. Se dio cuenta de que lo que ante los ojos de la gente brilla como santidad, ante los ojos de Dios no es sino miseria y debilidad. Desde el día en que Dios le permitió ver el estado de su alma, José Oriol se propuso nunca más volver a comer carne en su vida y ayunar todos los días.

A San José Oriol le concedió Dios el don de la dirección espiritual. Las gentes que iban a consultarlo volvían a sus casas y a sus oficios con el alma en paz y el espíritu lleno de confianza y alegría. A las personas que dirigía les insistía en que su santidad no fuera sólo superficial y externa, sino sobre todo interior y sobrenatural.

El santo nunca se atribuía a él mismo ninguno de los prodigios que obraba. Decía que todo se debía a que sus penitentes se confesaban con mucho arrepentimiento y que por eso Dios los curaba. En sus últimos años obtuvo de Dios el don de profecía y anunciaba muchas cosas que iban a suceder en el futuro. Y hasta anunció cuando iba a suceder su propia muerte. En un día del mes de marzo del año 1702, mientras cantaba en su lecho de enfermo un himno a la Virgen María, murió santamente. Tenía apenas 53 años.

Santa Rebeca (Rafka) Ar-Rayes

Nació en 1832 cerca de Beirut. Sus padres le enseñaron a amar a Dios y a rezar diariamente. A los 21 años entró en un convento de Mariamat (Hijas de María), en el que pronunció sus votos en 1856. Estudió magisterio y luego comenzó su misión de catequista y maestra por los pueblos de la montaña.

En 1871 fue disuelto su Instituto; entonces entró en el monasterio de San Simeón, de la Orden Libanesa Maronita, en el que hizo la profesión solemne al año siguiente. En él vivió 26 años, siendo un ejemplo vivo de obediencia, oración, abnegación y trabajo silencioso para las monjas.

En 1885 se ofreció para soportar las enfermedades que Dios le enviara, y su salud se fue deteriorando hasta quedar ciega y paralítica. Todo lo aceptó con la seguridad de estar participando en la pasión del Señor.

Murió el 23 de marzo de 1914 en Ad Dahr (Líbano) como altar y holocausto a la vez. Fue canonizada en 2001 por Juan Pablo II.

martes, 31 de marzo de 2020

Lecturas y Santoral 31/03/2020. Martes de la quinta semana de Cuaresma

Los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce.
Primera Lectura. Números 21, 4-9

En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el territorio de Edón.
El pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:
«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia».
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes».
Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:
«Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 101,2-3. 16-18. 19-21
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro
el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco,
escúchame en seguida.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy».
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 8, 21-30

«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros».
Y los judíos comentaban:
«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?».
Y él les dijo:
«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que “Yo soy”, moriréis por vuestros pecados».
Ellos le decían:
«¿Quién eres tú?»
Jesús les contestó:
«Lo que os estoy diciendo. desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él».
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada».
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Palabra de Dios.


Santa Balbina virgen y Mártir S.II


De esta santa con la que concluye el mes de marzo se tienen pocas referencias seguras, pero su nombre va unido a los itinerarios piadosos de Roma, tanto por la necrópolis que hay cerca de la Via Apia, como por la antiquísima iglesia homónima del Aventino, frente a las termas de Caracalla, que debe de datar del siglo IV.

A menudo se habla de ella como de una mártir, pero nada abona explícitamente tal suposición, y los testimonios más antiguos ponderan sólo su virginidad y su perseverancia en "servir y agradar a su Esposo Jesús, hasta que acabada en paz esta vida mortal, se fue al descanso de la gloria".

Sí debió de ser en cambio una conversa, como su padre, el tribuno militar san Quirino, quien tenía encarcelado por orden del emperador al papa san Alejandro I; habiendo oído decir que el pontífice obraba curaciones milagrosas, Quirino le llevó a la cárcel a su hija, que tenía escrófulas, y el papa accedió a sus súplicas disponiendo que le quitara la argolla que llevaba al cuello y se la pusiese a Balbina.

Al sanar repentinamente la muchacha, se convirtieron padre e hija, junto con sus familiares y todos los demás presos que habían asistido al milagro, y san Alejandro los bautizó, después de lo cual instruyó debidamente a Balbina para que supiese cómo conservar la virginidad perpetua, como era su deseo.

Dice la tradición que santa Balbina besaba siempre con mucho amor la argolla que había encadenado al papa y que había sido – aceptando simbólicamente el yugo suave de Jesucristo – el medio de curar y de descubrir la fe.

Amós, profeta (s. VIII a.C.)


Amós era pastor de Tecoa, al límite del desierto de Judá. No era miembro de los clubs de profetas de Israel; ninguna escuela profética. Simplemente Dios le llama, sacándolo de sus labores pastoriles y lo manda a profetizar a Israel.

El marco en que desempeña su ministerio profético está situado junto al santuario de Betel. Y la época particular de su función para "hablar en nombre de otro" -en este caso, de Dios- es en el reinado de Jeroboán II (783-743 a. C.). Es uno de los momentos gloriosos del pueblo de Israel consideradas las cosas desde el punto de vista humano; se vive en paz y tranquilidad, el Reino del Norte se extiende y enriquece hasta el punto que el lujo de los grandes y poderosos es un insulto para la miseria en que está el pueblo. Incluso el esplendor del culto -con inusitado boato- encubre la ausencia de una religión verdadera.

Con un estilo sencillo y tan rudo como cabe esperar de un pastor que pasa su vida entre los animales que cuida en soledad, condena la vida corrompida de las ciudades, se indigna por las desigualdades sociales que claman al cielo como grita una injusticia y protesta por la falsa seguridad depositada por sus contemporáneos en los ritos religiosos que están vacíos porque no llevan a compromisos personales. Dios castigará a los poderosos -clase dirigente- de Samaría que pecan maltratando a los pequeños del pueblo. Critica las idolatrías, violencias, injusticias, disolución y universal corrupción en la que está sumido el rebaño elegido.

Por primera vez emplea dos expresiones que luego serán utilizadas ampliamente en la literatura profética posterior. Habla del "día de Yahwéh", cargado de acentos terribles, para designar el momento en que Dios tomará justas decisiones reivindicativas; en medio de tinieblas, Yahwéh castigará a Israel por sus maldades, utilizando a un pueblo que en la mente del profeta Amós es Asiria sin llegar a mencionar su nombre. Otra expresión novedosa es "el resto", término con el que se quiere designar a una porción de israelitas fieles al yawismo puro en quienes reposará la esperanza de una perspectiva de salvación posterior.

Desde siempre ambicionó el hombre las riquezas para poseer, el poder para dominar a los demás y la gloria para alimentar su soberbia; esto trae como directa consecuencia el oscurecimiento y eclipse de Dios. Amós, profeta, dijo en su nombre que Él mira y valora lo de "dentro". Cumplió con valentía el encargo dificultoso de hablar claro y sin tapujos para clarificar actitudes, aunque le llevaran a sufrir las acusaciones de Amasías, sacerdote de Betel, y la persecución de su hijo Ozías.

San Benjamín Diácono y Mártir

El rey Yezdigerd, hijo de Sapor II puso fin a la cruel persecución de los cristianos que había sido llevada a cabo en Persia durante el reinado de su padre. Sin embargo, el obispo Abdas con un celo mal entendido incendió el Pireo o templo del fuego, principal objeto del culto de los persas.

El rey amenazó con destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que el obispo reconstruyera el templo, pero éste se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó matar e inició una persecución general que duró 40 años.

Uno de los primeros mártires fue Benjamín, diácono. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año, pero obtuvo su libertad gracias al embajador del Constantinopla y prometiendo bajo su responsabilidad que el santo se abstendría de hablar acerca de su religión.

Sin embargo, Benjamín declaró que él no podía cumplir tal condición y no perdió la oportunidad de predicar el Evangelio. Fue de nuevo aprehendido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.

Beato Cristobal Robinson
Cristóbal Robinson nació probablemente en Woodside, cerca de Carlisle, entre 1565 y 1570. Es un pueblecito del condado de Cumberland (Inglaterra), hoy es parte de Cumbri. Su memoria nunca ha sido olvidada allí, en donde él es el único mártir católico causando una profunda impresión.

Fue admitido, con otras seis jóvenes, el 17 de agosto 1589 en el colegio de Douai como estudiante. Esta escuela había sido fundada el 29 de septiembre de 1568 por William Allen, un ex profesor de Oxford y que más tarde llegaría a ser cardenal. Los primeros cuatro sacerdotes fueron enviados a Inglaterra en 1574, y en los próximos diez años algo más de un centenar serían ordenados y partirían hacia Inglaterra. De 1568 a 1594 el Colegio fue reasentado junto a la Universidad de Reims y fue en este período en el que Cristóbal Robinson era estudiante del Colegio.

Inmediatamente comenzó sus estudios teológicos y recibió la tonsura y las primeras Órdenes Menores el 18 de agosto de 1590. Era tal la necesidad urgente de sacerdotes que habían concedido al Colegio una dispensa general para acortar el tiempo de formación para el sacerdocio que habitualmente es de seis años. Cristóbal Robinson recibió el resto de órdenes menores y también las ordenes del subdiaconato y el diaconato en ceremonias realizadas durante los tres últimos días del mes de marzo de 1591. El 24 de febrero de 1592 fue ordenado sacerdote por el Cardenal Philip Sega en su capilla privada en Reims. Partió para Inglaterra el 1 de septiembre de 1592.

Cumberland y probablemente parte de Westmorland iban a ser su campo de trabajo. Existe una lista de 1596 en la que junto a su nombre se indica "vive principalmente en Woodside, cerca de Carlisle en Cumberland". La única vivienda conocida con certeza por haber sido visitada y usada por él fue Johnby Hall, hogar de la familia Musgrave, a unas seis millas de Penrith, cerca de Castillo de Greystoke.

Él seguramente conocía a John Boste, natural de Dufton, cerca de Appleby, quien era el sacerdote más perseguido en los condados del norte. Él fue eventualmente capturado cerca de Brancepeth, en el Condado de Durham, el 13 de septiembre de 1593. Cristóbal Robinson se enteró de su captura y, teniendo la seguridad de que nadie lo reconocería, cabalgó para asistir a su juicio. Después escribió un detallado relato del proceso y muerte de John Boste. Este es el único documento de tu testigo presencial de un martirio, escrito inmediatamente luego de ocurrido los hechos. Él mismo fue detenido tres años y medio después, el 4 de marzo de 1597. Una carta del P. Henry Garnett S.J., fechada el 7 de abril de 1597 establece lo siguiente:

"Robinson, un sacerdote del seminario, fue recientemente encarcelado y ahorcado en Carlisle. Durante la ejecución la cuerda se rompió dos veces y a la tercera el P. Robinson reprochó al comisario por su crueldad, diciéndole que, aunque él nunca cedería y se alegraba de su lucha, sin embargo la carne y la sangre eran débiles, por lo que pedía un poco más de humanidad para no atormentar a un hombre durante tanto tiempo. Cuando ellos optaron por usar dos cuerdas, él dijo: con eso tardaré más en morir, pero no importa, estoy dispuesto a sufrir todo".

El tiempo se ha encargado de hacer desaparecer los motivos por los que Cristóbal Robinson fuera juzgado, pero hay pruebas abundantes de que la única causa de su ejecución fue el ser un sacerdote católico. También hay muchas evidencias de que en Carlisle el nombre de Cristóbal Robinson no es sólo recordado sino también invocado como un verdadero mártir.

Fuente: Catholic.net, traducido por Xavier Villalta de www.olsjcarlisle.org.uk

sábado, 14 de septiembre de 2019

Lecturas y Santoral 14/09/2019. Sábado de la vigesimotercera semana de Tiempo Ordinario. La Exaltación de la Santa Cruz

Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida
Primera Lectura. Números 21, 4b-9

En aquellos días, el pueblo se cansó de caminar, y habló contra Dios y contra Moisés:
«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia».
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes».
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
«Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Salmo Responsorial. 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38
No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.

No olvidéis las acciones del Señor.
Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo su redentor.

No olvidéis las acciones del Señor.
Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.

No olvidéis las acciones del Señor.
Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor.

No olvidéis las acciones del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Tiene que ser elevado el Hijo del Hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 3, 13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

La exaltación de la Santa Cruz.


Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos.

Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba.

En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.

Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.

Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, se produjeron muchos milagros.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

El Signo de la Cruz

Desde niños hemos aprendido a trazar sobre nosotros el signo de la cruz. Esa Cruz nos recuerda a un Dios cercano y entregado por nosotros. Nos infunde esperanza, nos enseña el camino, nos asegura la victoria final en Cristo resucitado. Pero ese gesto tiene un significado más hondo. Al hacer la Cruz desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo hasta el derecho, consagramos nuestra frente, boca y pecho, expresando así el deseo de acoger el misterio de Dios trinidad en nosotros, de manera que los pensamientos de nuestra mente, las palabras que pronuncien nuestra boca y los sentimientos y deseos que nazcan de nuestro pecho sean los de un creyente que vive desde la confianza total en el Padre, siguiendo fielmente al Hijo encarnado en Jesús, y dejándose inspirar por la acción del Espíritu Santo.

Todo lo que es parte de nuestra vida puede ser ocasión de oración. Una alegría o una preocupación, un momento feliz o una desgracia, un éxito o un temor. Nos santiguamos ante un peligro o al comenzar una obra buena. Nos dirigimos a la Santísima Trinidad desde lo que estamos viviendo en ese momento.

Catequesis de San Juan Crisóstomo (Cat 3, 13-19: SC50, 174-177)


San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, fue monje y gran predicador, obispo de Constantinopla. Doctor de la Iglesia, es desterrado por combatir los errores y los pecados de su pueblo, especialmente de la Corte imperial, y muere en el exilio. Para saber más sobre su vida ver el día 13 de Septiembre del Santoral.

"¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. 'Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa' [Ex 12, 5.7]. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? "Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor"...

"¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor: Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, 'uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre' [Jn 19,34]: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía... Con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva".


Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

martes, 20 de marzo de 2018

Lecturas y Santoral 20/03/2018. Martes de la quinta semana de Cuaresma

Los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce
Primera Lectura. Números 21, 4-9

En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el territorio de Edom.
El pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:
- "¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia".
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
- "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes".
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
- "Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 101,2-3. 16-18. 19-21
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro
el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco,
escúchame en seguida.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que "Yo soy"
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 8, 21-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
"Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros".
Y los judíos comentaban:
"¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: 'Donde yo voy no podéis venir vosotros'?".
Y él les dijo:
"Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que 'Yo soy', moriréis en vuestros pecados".
Ellos le decían:
"¿Quién eres tú?".
Jesús les contestó:
"Lo que os estoy diciendo desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él".
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
"Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que 'Yo soy', y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada".
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Palabra de Dios.

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San Daniel, profeta del antiguo testamento



Los datos de este santo los sabemos por el libro de Daniel, en la Santa Biblia. Pertenecía a una familia importante de Jerusalem. Era muy inteligente y estudioso y de agradable presencia.

Cuando el rey Nabucodonosor invadió Jerusalem se lo llevó prisionero a Babilonia junto con otros jóvenes. Al darse cuenta de las cualidades de este adolescente, Nabucodonosor lo hace instruir en todas las ciencias políticas y sociales de su país.

Siendo este profeta todavía muy joven, unos jueces quisieron hacer pecar a una mujer casada y como ella no aceptó las infames pretensiones de ellos, la calumniaron inventando que la habían visto pecar con un joven. La gente creyó la calumnia y la llevaban para matarla a pedradas, cuando apareció Daniel. Llamó a los dos jueces y los interrogó uno por uno, por separado, y les preguntó: "¿Dónde estaba Susana cuando ella cometió la falta?" Uno respondió: "Debajo de una acacia". Y el otro dijo: "Debajo de una encina." Entonces Daniel les dijo: "Ustedes estaban acostumbrados a hacer pecar a mujeres sin fe y sin valor, pero ahora se encontraron a una mujer que cree y es valiente. Su hermosura los sedujo y creyeron poder hacer que ella ofendiera a Dios, pero no lo lograron. Ahora tendrán el pago de su delito". Y el pueblo condenó a muerte a estos dos impuros calumniadores y alabó a Dios por la sabiduría que le había concedido a Daniel.

Los enemigos de la religión acusaron a Daniel porque tres veces cada día se arrodillaba en la azotea de su casa a adorar y rezar a Dios. En castigo fue echado al foso donde había leones sin comer. Pero Dios hizo el milagro de que los leones no lo atacaran, y esto hizo que el rey creyera en el verdadero Dios.El joven se abstenía de tomar bebidas alcohólicas y de consumir alimentos prohibidos por la Ley de Moisés, y Dios en cambio le concedió una inmensa sabiduría, con la cual logró escalar los más altos puestos de gobierno hasta llegar a ser primer ministro bajo los gobiernos de Nabucodonosor, Baltasar, Darío y Ciro.

A su gran sabiduría, a su habilidad para gobernar y a su santidad debe él que a pesar de los cambios de gobierno lograra conservar su cargo durante el reinado de cuatro reyes. Daniel recibió de Dios la gracia de revelar sueños y visiones.

Daniel fue un profeta tan estimado que pudo corregir a los mismos jefes de gobierno de su tiempo y sus correcciones fueron recibidas con buena voluntad. Ante el pueblo apareció siempre como un hombre iluminado por Dios y de una conducta ejemplar y como un creyente de una profunda piedad y devoción.

Santa María Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra


Nació en Vitoria (España) en 1842. En 1860 estuvo a punto de entrar en las Concepcionistas de Aranjuez; una enfermedad se lo impidió. A los 22 años ingresó en las Siervas de María, donde fue recibida por santa Soledad Torres. El Señor quiso llevarla por otros caminos, y, tras consultar a santa Soledad y a san Antonio María Claret, dejó su congregación para fundar otra, parecida pero distinta, la de las Siervas de Jesús, dedicada a atender a los enfermos y a los pobres en sus domicilios.

Murió en Bilbao el 20 de marzo de 1912. De ella dijo Juan Pablo II cuando la canonizó (1-X-2000): "Su estilo asistencial buscaba conjugar la atención material con la espiritual, procurando por todos los medios la salvación de las almas… Se entregó sin límites al servicio caritativo del enfermo en un clima de espíritu contemplativo, recordando que la asistencia no consiste sólo en dar medicinas y alimentos al enfermo; hay otra clase de asistencia y es la del corazón, procurando acomodarse a la persona que sufre".



San José Bilczewski

Nació en Wilamowice (Polonia) el año 1860 en el seno de una familia campesina. En 1880 ingresó en el seminario de Cracovia y, ordenado de sacerdote, perfeccionó sus estudios en Viena, Roma y París. Ya en su diócesis, se dedicó a la pastoral y a la docencia universitaria.

En 1900 fue nombrado arzobispo de Lvov de los latinos. Con gran fervor se entregó a la cristianización de las costumbres y a la formación doctrinal del clero y del pueblo de rito latino. La compleja situación social, económica, étnica y religiosa hizo difícil el gobierno pastoral de la archidiócesis, y los conflictos bélicos multiplicaron los problemas.

Fue pastor celoso y padre de los pobres. Se distinguió por su bondad, comprensión, humildad, piedad. Murió en Lvov (Ucrania) el 20 de marzo de 1923. Lo canonizó Benedicto XVI en el 2005.

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"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."


jueves, 14 de septiembre de 2017

Lecturas y Santoral 14/09/2017. Jueves de la vigesimotercera semana de Tiempo Ordinario. La Exaltación de la Santa Cruz

Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida
Primera Lectura. Números 21, 4b-9

En aquellos días, el pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:
"¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia".
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
"Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes".
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
"Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Salmo Responsorial. 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38
No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.

No olvidéis las acciones del Señor.
Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios altísimo su redentor.

No olvidéis las acciones del Señor.
Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.

No olvidéis las acciones del Señor.
Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor.

No olvidéis las acciones del Señor.
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Tiene que ser elevado el Hijo del hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 3, 13-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
"Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


La exaltación de la Santa Cruz


Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos.

Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba.

En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.

Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.

Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, se produjeron muchos milagros.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


El Signo de la Cruz

Desde niños hemos aprendido a trazar sobre nosotros el signo de la cruz. Esa Cruz nos recuerda a un Dios cercano y entregado por nosotros. Nos infunde esperanza, nos enseña el camino, nos asegura la victoria final en Cristo resucitado. Pero ese gesto tiene un significado más hondo. Al hacer la Cruz desde la frente hasta el pecho y desde el hombro izquierdo hasta el derecho, consagramos nuestra frente, boca y pecho, expresando así el deseo de acoger el misterio de Dios trinidad en nosotros, de manera que los pensamientos de nuestra mente, las palabras que pronuncien nuestra boca y los sentimientos y deseos que nazcan de nuestro pecho sean los de un creyente que vive desde la confianza total en el Padre, siguiendo fielmente al Hijo encarnado en Jesús, y dejándose inspirar por la acción del Espíritu Santo.

Todo lo que es parte de nuestra vida puede ser ocasión de oración. Una alegría o una preocupación, un momento feliz o una desgracia, un éxito o un temor. Nos santiguamos ante un peligro o al comenzar una obra buena. Nos dirigimos a la Santísima Trinidad desde lo que estamos viviendo en ese momento.

Catequesis de San Juan Crisóstomo (Cat 3, 13-19: SC50, 174-177)

crucifixion-de-Jesucristo-Bautismo-Eucaristia
San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, fue monje y gran predicador, obispo de Constantinopla. Doctor de la Iglesia, es desterrado por combatir los errores y los pecados de su pueblo, especialmente de la Corte imperial, y muere en el exilio. Para saber más sobre su vida ver el día 13 de Septiembre del Santoral.

"¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. 'Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa' [Ex 12, 5.7]. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? "Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor"...

"¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor: Pues muerto ya el Señor, dice el Evangelio, 'uno de los soldados se acercó con la lanza, y le traspasó el costado, y al punto salió agua y sangre' [Jn 19,34]: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la eucaristía... Con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado ambos del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva".

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

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martes, 4 de abril de 2017

Lecturas y Santoral 04/04/2017. Martes de la quinta semana de Cuaresma

Los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce
Primera Lectura. Números 21, 4-9

En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el territorio de Edón.
El pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:
"¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia".
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
"Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes".
Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:
"Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial. 101, 2-3. 16-18. 19-21
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro
el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco,
escúchame en seguida.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que "Yo soy"
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
"Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros".
Y los judíos comentaban:
"¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: 'Donde yo voy no podéis venir vosotros'?".
Y él les dijo:
"Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que "Yo soy", moriréis por vuestros pecados".
Ellos le decían:
"¿Quién eres tú?"
Jesús les contestó:
"Lo que os estoy diciendo. desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él".
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
"Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que 'Yo soy', y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada".
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Palabra de Dios.

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San Benito de Palermo (1526-1589)



Siciliano de nacimiento y negro de piel, hijo de unos esclavos africanos – tal vez nubios –que trabajaban en una propiedad cercana a Messina, el amor de sus padres le concedió la libertad al nacer y se sabe que de niño fue pastor.

Su amo le dio la libertad y a los veintitantos años se unió a un grupo de eremitas franciscanos, convirtiéndose a partir de entonces en un fidelísimo seguidor del ejemplo del santo de Asís. Después de que este grupo se dispersara hacia 1564, Benito fue aceptado como hermano lego en el convento de santa María de Palermo, y como no sabía leer ni escribir se le confiaron las tareas de la cocina.

Un cocinero singular por su admirable piedad, por su humildad y por las curaciones milagrosas que prodigaba. A todo esto, ¿qué platos saldrían de sus manos, qué guisos angélicos prepararía ese frailecito de color de carbón?

Su singularidad se puso de manifiesto en 1578 cuando a pesar de ser sólo lego y analfabeto encima, se le eligió superior. Costó mucho convencerle de que aceptara, y luego tal vez más de un fraile se arrepintió de haberle convencido, porque impuso la interpretación más estricta y austera de la regla franciscana.

Más tarde fue maestro de novicios y, al parecer, otra vez cocinero, que era lo que él prefería, un santo literalmente entre pucheros, asediado por multitudes de enfermos que invadían la cocina conventual pidiéndole que les sanara con su infalible oración y su gesto taumatúrgico entre el vaho de las cacerolas.

Con renombre taumatúrgico, que llegaría pronto hasta los hombres de color, lo mismo en África que en América. Está muy extendida su devoción en Venezuela, y en Galicia se venera en la Parroquia de Santiago de Redondela.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."