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viernes, 23 de octubre de 2020

Lecturas y Santoral 23/10/2020. Viernes de la vigesimonovena semana de Tiempo Ordinario

Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4,1-6
Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobre llevaos mutuamente con amor; esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.

Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.

Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob.

Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: "Va a caer un aguacero", y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: "Va a hacer bochorno", y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo? Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el última monedilla».

Palabra de Dios


San Juan de Capistrano Religioso, predicador (1385-1456)

Considerado como uno de los predicadores más famosos que ha tenido la Iglesia Católica, San Juan nació en Capistrano, en la región montañosa de Italia, en 1386. Fue un estudiante sumamente consagrado a sus deberes y llegó a ser abogado, juez y gobernador de Perugia. Tras caer preso a causa de una guerra civil, el santo reflexionó sobre su actitud en la vida, dándose cuenta que en vez de dedicarse a conseguir dinero, honores y dignidades en el mundo, era mejor trabajar por conseguir la santidad y la salvación en una comunidad de religiosos, por lo que decidió ingresar a la orden franciscana.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y luego, durante 40 años recorrió toda Europa predicando con enormes éxitos espirituales. Tuvo por maestro de predicación y por guía espiritual al gran San Bernardino de Siena, y formando grupos de seis y ocho religiosos se distribuyeron primero por toda Italia, y después por los demás países de Europa predicando la conversión y la penitencia.

Luego de su muerte, se reunieron los apuntes de los estudios que hizo para preparar sus sermones, sumando 17 volúmenes. La Comunidad Franciscana lo eligió por dos veces como Vicario General, y aprovechó este altísimo cargo para tratar de reformar la vida religiosa de los franciscanos, llegando a conseguir que en toda Europa esta Orden religiosa llegara a un gran fervor, no sin antes sortear una serie de dificultades y obstáculos.

San Juan tenía mucha habilidad para la diplomacia; era sabio, prudente, y medía muy bien sus juicios y sus palabras. Había sido juez y gobernador y sabía tratar muy bien a las personas. Por eso cuatro Pontífices (Martín V, Eugenio IV, Nicolás V y Calixto III) lo emplearon como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas y con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron los Sumos Pontífices nombrarle obispo de importantes ciudades, pero prefirió seguir siendo humilde predicador, pobre y sin títulos honoríficos.

San Juan de Capistrano predicó durante 40 años todos los días, dejando a sus escuchas encantados con sus palabras. Fundó hospitales, organizó trabajos sociales, y a la vez fue consejero espiritual de diversos gobernantes y poderosos. De él se conservan copias de muchas de sus prédicas, así como una cuantiosa correspondencia y escritos sobre teología moral.

Parte de su vida abogó porque se emprendiera una cruzada religiosa contra los turcos musulmanes que en 1453 se habían apoderado de Constantinopla, y se propusieron invadir a Europa para acabar con el cristianismo; con sus sermones para alentar a los combatientes contribuyó en parte a la victoria de la cristiandad en la batalla de Belgrado, en 1456, por lo que se le consideró "Salvador de Europa".

Al encontrarse San Juan Capistrano en Ilok, Hungría, actualmente Croacia, falleció de tifus el 23 de octubre de 1456, y fue enterrado en la iglesia franciscana de allí. Su tumba fue saqueda en 1526 a causa de las guerras de la Reforma, y sus reliquias se perdieron.

En 1690 fue canonizado por el papa Alejandro VIII. Es el santo patrono de los juristas y abogados. Se le representa iconográficamente con una bandera de Cruzado.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Lecturas y Santoral 23/10/2019. Miércoles de la vigesimonovena semana de Tiempo Ordinario

Ofreceos a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la muerte.
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 12-18

Hermanos:
Que el pecado no siga reinando en vuestro cuerpo mortal, sometiéndoos a sus deseos; no pongáis vuestros miembros al servicio del pecado, como instrumentos de injusticia; antes bien, ofreceos a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la muerte, y poned vuestros miembros, al servicio de Dios, como instrumentos para la justicia.
Porque el pecado no os ejercerá su dominio sobre vosotros: pues no estáis bajo la ley, sino bajo gracia.
Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, puesto que no estamos bajo la ley, sino bajo gracia? ¡En absoluto!
¿No sabéis que, al ofreceros a alguien como esclavos para obedecerle, os hacéis esclavos de aquel a quien obedecéis: bien del pecado, para la muerte, bien de la obediencia, para la justicia?
Pero gracias sean dadas a Dios, porque erais esclavos del pecado, mas habéis obedecido de corazón al modelo de doctrina al que fuisteis entregados; liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 123, 1-3. 4-6. 7-8
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
- que lo diga Israel -,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor,
que no nos entregó
en presa a sus dientes.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador;
la trampa se rompió,
y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Pedro le dijo:
«Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».
El Señor dijo:
«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más se le pedirá».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


San Juan de Capistrano Religioso, predicador (1385-1456)


Considerado como uno de los predicadores más famosos que ha tenido la Iglesia Católica, San Juan nació en Capistrano, en la región montañosa de Italia, en 1386. Fue un estudiante sumamente consagrado a sus deberes y llegó a ser abogado, juez y gobernador de Perugia. Tras caer preso a causa de una guerra civil, el santo reflexionó sobre su actitud en la vida, dándose cuenta que en vez de dedicarse a conseguir dinero, honores y dignidades en el mundo, era mejor trabajar por conseguir la santidad y la salvación en una comunidad de religiosos, por lo que decidió ingresar a la orden franciscana.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y luego, durante 40 años recorrió toda Europa predicando con enormes éxitos espirituales. Tuvo por maestro de predicación y por guía espiritual al gran San Bernardino de Siena, y formando grupos de seis y ocho religiosos se distribuyeron primero por toda Italia, y después por los demás países de Europa predicando la conversión y la penitencia.

Luego de su muerte, se reunió los apuntes de los estudios que hizo para preparar sus sermones, sumando 17 volúmenes. La Comunidad Franciscana lo eligió por dos veces como Vicario General, y aprovechó este altísimo cargo para tratar de reformar la vida religiosa de los franciscanos, llegando a conseguir que en toda Europa esta Orden religiosa llegara a un gran fervor, no sin antes sortear una serie de dificultades y obstáculos.

San Juan tenía mucha habilidad para la diplomacia; era sabio, prudente, y medía muy bien sus juicios y sus palabras. Había sido juez y gobernador y sabía tratar muy bien a las personas. Por eso cuatro Pontífices (Martín V, Eugenio IV, Nicolás V y Calixto III) lo emplearon como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas y con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron los Sumos Pontífices nombrarlo obispo de importantes ciudades, pero prefirió seguir siendo humilde predicador, pobre y sin títulos honoríficos.

San Juan de Capistrano predicó durante 40 años todos los días, dejando a sus escuchas encantados con sus palabras. Fundó hospitales, organizó trabajos sociales, y a la vez fue consejero espiritual de diversos gobernantes y poderosos. De él se conservan copias de muchas de sus prédicas, así como una cuantiosa correspondencia y escritos sobre teología moral.

Parte de su vida abogó porque se emprendiera una cruzada religiosa contra los turcos musulmanes que en 1453 se habían apoderado de Constantinopla, y se propusieron invadir a Europa para acabar con el cristianismo; con sus sermones para alentar a los combatientes contribuyó en parte a la victoria de la cristiandad en la batalla de Belgrado, en 1456, por lo que se le consideró "Salvador de Europa".

Al encontrarse San Juan Capistrano en Ilok, Hungría, actualmente Croacia, falleció de tifus el 23 de octubre de 1456, y fue enterrado en la iglesia franciscana de allí. Su tumba fue saqueda en 1526 a causa de las guerras de la Reforma, y sus reliquias se perdieron.

En 1690 fue canonizado por el papa Alejandro VIII. Es el santo patrono de los juristas y abogados. Se le representa iconográficamente con una bandera de Cruzado.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

domingo, 23 de octubre de 2016

Lecturas y Santoral 23/10/2016. Domingo, trigésima semana del Tiempo Ordinario

La oración del humilde atraviesa las nubes
Primera Lectura. Eclesiástico 35, 12-14. 16-19a
El Señor es juez, y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre, sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano, ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado, y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes, y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende, juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. Sal 33, 2-3. 17-18. 19 y 23
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias.

Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él.

Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Me está reservada la corona de la justicia
Segunda Lectura. Segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 6-8. 16-18
Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser derramado en liberación y el momento de mi partida es inminente.
He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.
Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no sólo a mi, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.


Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
"¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo".
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
"¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador".
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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San Juan de Capistrano Religioso, predicador (1385-1456)


Considerado como uno de los predicadores más famosos que ha tenido la Iglesia Católica, San Juan nació en Capistrano, en la región montañosa de Italia, en 1386. Fue un estudiante sumamente consagrado a sus deberes y llegó a ser abogado, juez y gobernador de Perugia. Tras caer preso a causa de una guerra civil, el santo reflexionó sobre su actitud en la vida, dándose cuenta que en vez de dedicarse a conseguir dinero, honores y dignidades en el mundo, era mejor trabajar por conseguir la santidad y la salvación en una comunidad de religiosos, por lo que decidió ingresar a la orden franciscana.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y luego, durante 40 años recorrió toda Europa predicando con enormes éxitos espirituales. Tuvo por maestro de predicación y por guía espiritual al gran San Bernardino de Siena, y formando grupos de seis y ocho religiosos se distribuyeron primero por toda Italia, y después por los demás países de Europa predicando la conversión y la penitencia.

Luego de su muerte, se reunió los apuntes de los estudios que hizo para preparar sus sermones, sumando 17 volúmenes. La Comunidad Franciscana lo eligió por dos veces como Vicario General, y aprovechó este altísimo cargo para tratar de reformar la vida religiosa de los franciscanos, llegando a conseguir que en toda Europa esta Orden religiosa llegara a un gran fervor, no sin antes sortear una serie de dificultades y obstáculos.

San Juan tenía mucha habilidad para la diplomacia; era sabio, prudente, y medía muy bien sus juicios y sus palabras. Había sido juez y gobernador y sabía tratar muy bien a las personas. Por eso cuatro Pontífices (Martín V, Eugenio IV, Nicolás V y Calixto III) lo emplearon como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas y con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron los Sumos Pontífices nombrarlo obispo de importantes ciudades, pero prefirió seguir siendo humilde predicador, pobre y sin títulos honoríficos.

San Juan de Capistrano predicó durante 40 años todos los días, dejando a sus escuchas encantados con sus palabras. Fundó hospitales, organizó trabajos sociales, y a la vez fue consejero espiritual de diversos gobernantes y poderosos. De él se conservan copias de muchas de sus prédicas, así como una cuantiosa correspondencia y escritos sobre teología moral.

Parte de su vida abogó porque se emprendiera una cruzada religiosa contra los turcos musulmanes que en 1453 se habían apoderado de Constantinopla, y se propusieron invadir a Europa para acabar con el cristianismo; con sus sermones para alentar a los combatientes contribuyó en parte a la victoria de la cristiandad en la batalla de Belgrado, en 1456, por lo que se le consideró "Salvador de Europa".

Al encontrarse San Juan Capistrano en Ilok, Hungría, actualmente Croacia, falleció de tifus el 23 de octubre de 1456, y fue enterrado en la iglesia franciscana de allí. Su tumba fue saqueda en 1526 a causa de las guerras de la Reforma, y sus reliquias se perdieron.

En 1690 fue canonizado por el papa Alejandro VIII. Es el santo patrono de los juristas y abogados. Se le representa iconográficamente con una bandera de Cruzado.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com


"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."