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jueves, 19 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 19/08/2021. Jueves de la vigésima semana de Tiempo Ordinario

El primero que salga de la casa será para el Señor y lo ofreceré en holocausto
Primera Lectura. Jueces 11, 29-39a
En aquellos días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté. Atravesó Galaad y Manasés, y cruzó a Mispá de Galaad, de Mispá de Galaad pasó hacía los amonitas. Entonces Jefte hizo un voto al Señor: «Si entregas a los amonitas en mi mano, el primero que salga de las puerta de mi casa, a mi encuentro, cuando vuelva en paz de la campaña contra los amonitas, será para el Señor y lo ofreceré en holocausto». Jefté pasó a luchar contra los amonitas, y el Señor los entregó en su mano. Los batió, desde Aroer hasta Minit - veinte ciudades -, y hasta Abel Queramín. Fue una gran derrota, y los amonitas quedaron sometidos a los hijos de Israel. Cuando Jefté llegó a su casa de Mispa, su hija salió a su encuentro con adufes y danzas. Era su única hija. No tenía más hijos. Al verla, rasgó sus vestiduras y exclamo: «¡Ay, hija mía, me has destrozado por completo y has causado mi ruina! He hecho una promesa al Señor y no puedo volverme atrás». Ella le dijo: «Padre mío, si has hecho una promesa al Señor, haz conmigo según lo prometido, ya que el Señor te ha concedido el desquite de tus enemigos amonitas». Y le pidió a su padre: «Concédeme esto: déjame libre dos meses, para ir vagando por los montes y llorar mi virginidad con mis compañeras». Él le dijo: «Vete». Y la dejó ir dos meses. Ella marchó con sus compañeras y lloró su virginidad por los montes. Al cabo de dos meses volvió donde estaba su padre que hizo con ella según el voto que había pronunciando.

Palabra de Dios

39, 5. 7-8a. 8b-9. 10

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, y no acude a los idólatras, que se extravían con engaños.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios; entonces yo digo: «Aquí estoy».

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

« - Como está escrito en mi libro - para hacer tu voluntad. Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas».

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

He proclamado tu justicia ante la gran asamblea; no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

A todos los que encontréis convidadlos a la boda
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, Jesús volvió hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.” Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

Palabra de Dios

San Juan Eudes

Nació en Ri, diócesis francesa de Séez (Normandía), el año 1601. Estudió en los jesuitas y rehusó el matrimonio ventajoso que se le ofrecía, para consagrarse al Señor. Recibió las órdenes menores e ingresó en la Congregación del Oratorio fundada por el Cardenal De Bérulle.

Ordenado sacerdote en 1625, se dedicó de manera intensa a las misiones populares y la predicación en las parroquias de extensas zonas rurales de Normandía, con mucho fruto de vida cristiana. Para mejor responder a las urgencias de la Iglesia, dejó el Oratorio y fundó dos congregaciones religiosas: una dedicada a las misiones populares y a la formación de los seminaristas, la Congregación de Jesús y María (los Eudistas); y la otra a la reeducación de las jóvenes extraviadas, la de Nuestra Señora de la Caridad.

En sus escritos nos dejó constancia de su profundo conocimiento del misterio de Cristo. Fomentó con entusiasmo la devoción a los Corazones de Jesús y de María. Murió en Caen (Normandía) el 19 de agosto de 1680.

Oración: Oh Dios, que elegiste a san Juan Eudes para anunciar al mundo las insondables riquezas del misterio de Cristo, concédenos, te rogamos, que, por su palabra y su ejemplo, crezcamos en el conocimiento de tu verdad y vivamos según el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Luis de Anjou

Nació el año 1274 en Brignoles (Provenza, Francia), donde murió el 19 de agosto de 1297. Era hijo primogénito de Carlos de Anjou, rey de Nápoles, sobrino de san Luis de Francia y estaba emparentado con otros santos de familias reales. En su juventud, a cambio de la libertad de su padre, estuvo siete años en Barcelona como rehén de Alfonso III de Aragón, confiado a la custodia de los franciscanos, quienes le formaron en las ciencias humanas y en la Sagrada Escritura, y le educaron en las virtudes cristianas.

Al recobrar la libertad, atraído por el ideal franciscano, renunció a sus derechos a la corona, profesó la Regla de san Francisco y se ordenó de sacerdote en 1296. Elegido y consagrado para regir la diócesis de Toulouse (Francia), su pontificado fue breve pero muy provechoso para el clero y para los fieles.

Obró tantos milagros después de su muerte, que el papa Juan XXII lo canonizó en 1317, en presencia su madre y sus hermanos.

Oración: Concédenos, Dios todopoderoso, que imitemos el ejemplo de san Luis, obispo, que antepuso el reino de los cielos al poder temporal y, como él se distinguió en la virtud de la castidad y en el amor a los pobres, así nosotros usemos debidamente de las cosas de este mundo para ganar el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 25 de octubre de 2020

Lecturas y Santoral 25/10/2020. Domingo de la trigésima semana de Tiempo Ordinario

Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros
Primera Lectura. Éxodo 22, 20-26
Esto dice el Señor: «No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos. Si los explotas y gritan a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.»

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 5lab
Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza. 
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; 
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. 

Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos.

Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu ungido.

Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Os convertisteis, abandonando los ídolos, para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 5c-10
Hermanos: Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. No solo ha resonado la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya desde vuestra comunidad, sino que además vuestra fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo os convertisteis a Dios abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios


Amarás al Señor tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente". Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».

Palabra de Dios
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Frutos, Santa Engracia y San Valentín Mártires (642-715)

Los cuerpos de San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, venerados por los cristianos segovianos, se conservaron en la ermita de San Frutos, cerca de la actual Sepúlveda, desde comienzos del siglo VIII hasta el siglo XI.

El rey Alfonso VI concedió esta ermita al monasterio de San Sebastián de Silos -hoy Santo Domingo de Silos- para que la cuidasen y facilitasen la creciente devoción del pueblo; se hizo escritura en el 1076. Los monjes recomponen la ermita como de nuevo y la habilitan para que puedan vivir en ella algunos monjes. Terminadas las obras en el año 1100, la consagra D. Bernardo, el primer Arzobispo de Toledo. Está construida sobre roca escarpada, como cortada a pico, a orillas del río Duratón, afluente del Duero. En ese nuevo lugar se depositan las reliquias de los tres santos.

Restaurada Segovia y restituida a su dignidad episcopal, se pasan a su catedral la mitad de las reliquias desde el monasterio de Silos, con autorización y mandato del Arzobispo de Toledo, en el 1125.

Tan celosamente se guardan que se pierde el sitio donde fueron depositadas hasta que se encontraron milagrosamente, en tiempos del celoso obispo D. Juan Arias de Ávila.

En el año 1558 se depositaron finalmente en la nueva catedral. Allí, en el trascoro, reposan los restos del Patrono de la Ciudad, teniendo por fondo el retablo que trazó Ventura Rodríguez para el palacio de Riofrío y que Carlos III donó para la catedral segoviana.

¿Quién fue el hombre que desde catorce siglos atrás es polo de atracción de tantas generaciones de segovianos?

Nació Frutos, en el año 642, en el seno de una familia rica que tuvo otros dos hijos con los nombres de Valentín y Engracia. Debió ser una familia de profundas convicciones cristianas que supieron, con la misma vida, inculcarlas a sus hijos. Sin que se sepa la causa, murieron los dos. Ahora los tres jóvenes son herederos de unos bienes y comienzan a conocer en la práctica la dureza que supone el ser fieles a los principios. Parece ser que tanto tedio provocó en ellos los vicios, maldades, desenfrenos, asechanzas y envidias de su entorno humano, que Frutos les propone un cambio radical de vida. Los tres, con la misma libertad y libre determinación deciden vender sus bienes y los dan a los pobres. Dejaron la ciudad del acueducto romano y quisieron comenzar una vida de la soledad, oración y penitencia por los pecados de los hombres.

Se retiraron a vivir como ermitaños en las cercanías de Segovia, a la orilla del río Duratón donde les pareció encontrar el lugar adecuado para sus propósitos. Hicieron tres ermitas separadas para lograr la deseada soledad y dedicar el tiempo de su vida de modo definitivo al trato con Dios.

A partir de aquí se tiene noticias de Frutos cuando el estallido de la invasión musulmana y su rápida dominación del reino visigodo. Frutos, en su deseo de servir a Dios, intervino de alguna manera -y con vivo deseo de martirio- en procurar la conversión de algunos mahometanos que se aproximaron a su entorno; defendió a grupos de cristianos que huían de los guerreros invasores; dio animó, secó lágrimas y alentó los espíritus de quienes se desplazaban al norte; fue protagonista de algunos sucesos sobrenaturales y murió en la paz del Señor, con el halo de santo, el año 715.

La misma historia refiere que sus hermanos Valentín y Engracia fueron de los mártires decapitados por los sarracenos y sus cuerpos colocados con el del Santo.

San Crisanto y Santa Daría

San Crisanto y Santa Daría no pudieron ser inducidos, ni por las amenazas ni por las promesas, a adorar a los ídolos. Viéndolos firmes y dispuestos a morir antes que ofender a Dios, el tirano hizo envolver a Crisanto en la piel de un buey y lo expuso así a los ardores de un sol ardiente; hizo conducir a Daría a un lugar de libertinaje, pero un león la defendió contra las infames tentativas de sus enemigos.

Entonces el tirano los hizo arrojar a los dos en un gran brasero, pero salieron de entre las llamas sin haber experimentado mal alguno. Por fin, fueron conducidos a un arenal y allí enterrados vivos bajo un montón de piedras.





Beatas Maria Teresa Ferragud y sus cuatro hijas mártires

María Teresa Ferragud Roig nació en Algemesí, provincia de Valencia en España, el año 1853. Contrajo matrimonio con Vicente Masiá y crearon una familia de nueve hijos.

María Teresa era de misa diaria, muy devota de la Eucaristía, de la Virgen y del Corazón de Jesús, y promovió en la parroquia actividades caritativas. De entre sus hijas, Masiá Ferragud, María Jesús (1882), María Verónica (1884) y María Felicidad (1890) ingresaron en las clarisas capuchinas de Agullent (Valencia), mientras que Josefa de la Purificación (1897) ingresó en las agustinas descalzas de Benigánim (Valencia).

Cuando estalló en España la persecución religiosa de 1936, las cuatro monjas contemplativas tuvieron que dejar sus conventos y se refugiaron en casa de su madre, viuda. El 18 de octubre de aquel año, cuando los milicianos detuvieron a las monjas, la madre se empeñó en correr la misma suerte que sus hijas, y las cinco fueron encarceladas.

El 25 de octubre de 1936 las fusilaron, primero a las hijas y después a su anciana madre, en la Cruz Cubierta de Alzira (Valencia).

Como una nueva madre de los Macabeos, María Teresa animó a sus hijas al ser detenidas, permaneció a su lado aun cuando los guardias le insistían que se marchara a su casa, y les infundió ánimos al afrontar la muerte.

Fueron beatificadas por Juan Pablo II, junto con otros mártires valencianos, en 2001.

domingo, 18 de octubre de 2020

Lecturas y Santoral 18/10/2020. Domingo de la vigesimonovena semana de Tiempo Ordinario

Yo he tomado de la mano a Ciro, para doblegar ante él las naciones
Primera Lectura. Isaías 45, 1. 4-6
Esto dice el Señor a su Ungido, a Ciro: Yo lo he tomado de la mano, «Yo lo he tomado de la mano, para doblegar ante él las naciones y desarmar a los reyes, para abrir ante él las puertas, para que los portales no se cierren. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título de honor, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mi no hay dios. Te pongo el cinturón, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mi. Yo soy el Señor, y no hay otro».

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 95, 1 y 3. 4-5. 7-8. 9-10a y e
Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.

Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Porque es grande el Señor,
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles no son nada,
mientras que el Señor ha hecho el cielo.

Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.

Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente».

Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Recordamos vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. En todo momento damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones, pues sin cesar recordamos ante Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido, pues cuando os anuncié nuestro evangelio, no fue solo de palabra, sino también con la fuerza del Espíritu Santo y con plena convicción.

Palabra de Dios



Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 15-21
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?». Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto». Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta imagen y esta inscripción?». Le respondieron: «Del César». Entonces les replicó: «Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Palabra de Dios
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Lucas Evangelista

Nace en Antioquia de Siria, de una familia pagana. Es médico de profesión. Convertido a la fe cristiana, acompaña a san Pablo desde su segundo viaje. Está al lado del apóstol en sus últimos días antes de ser este martirizado en Roma. Escribe el tercer Evangelio, llamado "de san Lucas", que recoge la predicación de san Pablo a los gentiles. Es autor también de los "Hechos de los Apóstoles", en que narra los orígenes de la Iglesia hasta la primera prisión de Pablo en Roma. Tras el martirio del apóstol, abandona Roma, y desde entonces se pierden sus huellas.

Los detalles con que narra el nacimiento y la infancia de Jesús, nos dan a entender que los escuchó de labios de la misma Virgen María. Según algunos escritores antiguos, fue obispo de Tebe en Beocia (Grecia). Lleno de Espíritu Santo, falleció a la edad de 84 años, de muerte natural.

Constantino, fallecido en el año 361, mandó trasladar de Tebas de Beocia a Constantinopla las reliquias del santo.

En el prólogo de su Evangelio, Lucas nos dice que escribió su evangelio para que los cristianos conociesen mejor las verdades en las que habían sido instruidos. Era ante todo un historiador y escribía principalmente para los griegos. Como había muchos que relataban los sucesos tal como los habían oído contar a "aquéllos que fueron los primeros testigos y ministros de la palabra", también a él le pareció "tras de haber estudiado los sucesos desde el principio", referirlos en una narración ordenada. Lucas era muy cercano a San Pablo y se asegura que pasó junto a él los dos períodos en que Pablo estuvo en la cárcel.

San Lucas es el patrón de los médicos y de los pintores. Un autor del siglo VI afirma que la emperatriz Eudoxia había enviado un siglo antes a Santa Pulqueria, una imagen de Nuestra Señora pintada en Jerusalén por Lucas. No cabe duda, además, que las descripciones de San Lucas han inspirado a muchos artistas, sobre todo a pintores.

viernes, 21 de agosto de 2020

Lecturas y Santoral 21/08/2020. Viernes de la vigésima semana de Tiempo Ordinario. San Pío X papa

Huesos secos, escuchad la palabra del Señor. Os sacaré de vuestros sepulcros, casa de Israel
Primera Lectura. Ezequiel 37, 1-14
En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí. El Señor me sacó en espíritu y me colocó en medio de un valle todo lleno de huesos. Me hizo dar vueltas y vueltas en torno a ellos: eran muchísimos en el valle y estaban completamente secos. Me preguntó: «Hijo del hombre: ¿podrán revivir estos huesos?». Yo respondí: «Señor, Dios mío, tú lo sabes». Él me dijo: «Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y diles: '¡Huesos secos, escuchad la palabra del Señor! Esto dice el Señor Dios a estos huesos: Yo mismo infundiré espíritu obre vosotros y viviréis. Pondré sobre vosotros los tendones, haré crecer sobre la carne, extenderé sobre ella la piel, os infundiré espíritu, y viviréis. Y comprenderéis que yo soy el Señor'». Y profeticé como me había ordenado y mientras hablaba se oyó un estrépito, y los huesos se unieron entre sí. Vi sobre ellos los tendones, la carne había crecido y la piel los recubría; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo: «Conjura al espíritu, conjúralo, hijo del hombre, y di al espíritu: 'Esto dice el Señor Dios: ven de los cuatro vientos, espíritu, y sopla sobre estos muertos para que vivan'». Yo profeticé como me había ordenado; vino sobre ellos el espíritu, y revivieron y se pusieron en pie. Era una multitud innumerable. Y me dijo: «Hijo del hombre, estos huesos son la entera casa de Israel, que dice: 'Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, ha perecido, estamos perdidos'. Por eso profetiza y diles: 'Esto dice el Señor Dios: Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os sacaré de ellos, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de ellos, pueblo mío, comprenderéis que soy el Señor. Pondré mi espíritu, en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestra tierra y comprenderéis que yo, el Señor, lo digo y lo hago'» - oráculo del Señor -.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 106, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Que lo confiesen los redimidos por el Señor,
los que él rescató de la mano del enemigo,
los que reunió de todos los países:
oriente y occidente, norte y sur.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Erraban por un desierto solitario,
no encontraban el camino de ciudad habitada;
pasaban hambre y sed,
se les iba agotando la vida.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.
Los guió por un camino derecho,
para que llegaran a ciudad habitada.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.
Calmó el ansia de los sedientos,
y a los hambrientos los colmó de bienes.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».

Palabra de Dios

San Pio X, papa de 1903 a 1914

José Sarto, que ese era su nombre de pila, nació en Riese (Treviso, Italia) el año 1835, de familia campesina. Estudió en el seminario de Padua y se ordenó de sacerdote en 1858. Ejerció diversos ministerios en su diócesis hasta que, en 1884, fue nombrado obispo de Mantua, y más tarde patriarca de Venecia.

En 1903 fue elegido papa. Adoptó como lema de su pontificado "Instaurar todas las cosas en Cristo", consigna que, llevada a la práctica con espíritu de sencillez, pobreza y fortaleza, dio grandes frutos: impulsó la lectura de la Sagrada Escritura en lengua vulgar, alentó la participación en las celebraciones litúrgicas para las que renovó los libros y la música, promovió la acción misionera de los laicos, fomentó la primera comunión en edad temprana, publicó su Catecismo predicado antes por él mismo, simplificó la organización de la Curia, atajó los errores de su tiempo, combatió el modernismo. Murió en Roma el 20 de agosto de 1914.

Oración: Señor, Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al papa san Pío de sabiduría divina y fortaleza apostólica, concédenos que, siguiendo su ejemplo y su doctrina, podamos alcanzar la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 20 de agosto de 2020

Lecturas y Santoral 20/08/2020. Jueves de la vigésima semana de Tiempo Ordinario. San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia

Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu
Primera Lectura. Ezequiel 36, 23-28
Esto dice el Señor: «Manifestaré la santidad de mi gran nombre, profanado entre los gentiles, porque vosotros lo habéis profanado en medio de ellos. Reconocerán las naciones que yo soy el Señor - oráculo del Señor Dios -, cuando por medio de vosotros les haga ver mi santidad. Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios».

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. SALMO RESPONSORIAL 50, 12-13. 14-15. 18-19
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Oh Dios, crea en mi un corazón puro, 
renuévame por dentro con espíritu firme. 
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. 

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Los sacrificios no te satisfacen: 
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado, tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
A todos los que encontréis, llamadlos a la boda
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que dijeran a los convidados: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda". Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de boda?”. El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos».

Palabra de Dios.


San Bernardo de Claraval abad y doctor de la Iglesia

Es uno de los padres de la Orden Cisterciense. Nació en el castillo de Fontaines-les-Dijon (Francia), el año 1090, de familia noble. Recibió una piadosa educación, y el año 1111 entró con 30 compañeros en el monasterio de Cîteaux (Borgoña, Francia), recién fundado.

Poco después lo eligieron fundador y primer abad del monasterio de Claraval, en el departamento francés de Aube, donde permaneció hasta su muerte. Fue un monje contemplativo y de actividad desbordante al servicio de la Iglesia en la que promovió una vida más evangélica, formador de monjes y reformador de comunidades religiosas, consejero de papas y obispos, predicador insigne y escritor lleno de sabiduría y unción. Recorrió Europa para restablecer la paz y la unidad.

Con su vida y sus escritos ejerció una enorme influencia en la vida y espiritualidad cristiana de su tiempo y de los siglos posteriores, e inspiró un devoto afecto a la humanidad de Cristo y a la Virgen Madre.

Murió el 20 de agosto de 1153.

Oración: Señor, Dios nuestro, tú hiciste del abad san Bernardo, inflamado en el celo de tu casa, una lámpara ardiente y luminosa en medio de tu Iglesia; concédenos, por su intercesión, participar de su ferviente espíritu y caminar siempre como hijos de la luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

viernes, 23 de agosto de 2019

Lecturas y Santoral 23/08/2019. Viernes de la vigésima semana de Tiempo Ordinario. Santa Rosa de Lima, virgen

Noemí volvió de la región de Moab junto con Rut, y llegaron a Belén
Primera Lectura. Rut 1, 1. 3-6. 14b-16. 22

Sucedió en tiempo de los jueces, que hubo hambre en el país y un hombre decidió emigrar, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la region de Moab.
Murió Elimélec, el marido de Noemí, y quedó ella sola con sus dos hijos. Estos tomaron por mujeres a dos moabitas llamadas Orfá y Rut. Pero, después de residir allí unos diez años, murieron también los dos , quedando Noemí sin hijos y sin marido.
Entonces Noemí, enterada de que el Señor había bendecido a su pueblo procurándole alimentos, se dispuso a abandonar la región de Moab en compañía de sus dos nueras.
Orfá dio un beso a su suegra y se volvió a su pueblo, mientras que Rut permaneció con Noemí.
«Ya ves - dijo Noemí - que tu cuñada vuelve a su pueblo y a sus dioses. Ve tú también con ella».
Pero Rut respondió:
«No insistas en que vuelva y te abandone. Iré adonde tú vayas, viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios».
Así fue como Noemí volvió de la región de Moab junto con Rut, su nuera moabita. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la siega de la cebada.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 145, 5-6ab. 6c-7. 8-9a. 9be-10
Alaba, alma mía, al Señor.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente.

Alaba, alma mía, al Señor.
Hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.

Alaba, alma mía, al Señor.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.

Alaba, alma mía, al Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Amarás al Señor tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?".
Él le dijo:
"'Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente'.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'.
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Santa Rosa de Lima


Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo.

Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios.

Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad.

Murió en Lima el 24 de agosto de 1617.

Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que santa Rosa de Lima, encendida en tu amor, se apartara del mundo y se consagrara a ti en la penitencia; concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la verdadera vida, lleguemos a gozar en el cielo de la abundancia de los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

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jueves, 23 de agosto de 2018

Lecturas y Santoral 23/08/2018. Jueves de la vigésima semana de Tiempo Ordinario

Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu
Primera Lectura. Ezequiel 36, 23-28

Esto dice el Señor:
"Manifestaré la santidad de mi gran nombre, profanado entre los gentiles, porque vosotros lo habéis profanado en medio de ellos.
Reconocerán las naciones que yo soy el Señor - oráculo del Señor Dios -, cuando por medio de vosotros les haga ver mi santidad.
Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Salmo Responsorial. 50, 12-13. 14-15. 18-19
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.

Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.

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A todos los que encontréis, llamadlos a la boda
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
-"El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que dijeran a los convidados:
"Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda".
Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego dijo a sus criados:
"La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda".
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:
"Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de boda?".
El otro no abrió la boca.
Entonces el rey dijo a los servidores:
"Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes".
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos".

Palabra de Dios.

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Santa Rosa de Lima


Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo.

Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios.

Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad.

Murió en Lima el 24 de agosto de 1617.

Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que santa Rosa de Lima, encendida en tu amor, se apartara del mundo y se consagrara a ti en la penitencia; concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la verdadera vida, lleguemos a gozar en el cielo de la abundancia de los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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domingo, 29 de octubre de 2017

Lecturas y Santoral 29/10/2017. Domingo de la trigésima semana de Tiempo Ordinario.

Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros
Primera Lectura. Éxodo 22, 20-26
Esto dice el Señor:
"No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
No explotarás a viudas ni a huérfanos. Si los explotas y gritan a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y a vuestros hijos huérfanos.
Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero cargándole intereses.
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mi, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo."


Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial. 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 5lab
Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.

Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu ungido.

Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Os convertisteis, abandonando los ídolos, para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 5c-10
Hermanos:
Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya.
No solo ha resonado la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya desde vuestra comunidad, sino que además vuestra fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo os convertisteis a Dios abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios.

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Amarás al Señor tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?".
Él le dijo:
"'Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente'.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
'Amarás a tu prójimo como a ti mismo.'
En estos dos mandamientos sostienen toda la Ley y los Profetas".

Palabra de Dios.

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San Narciso obispo de Jerusalén

Era ya muy anciano cuando fue elegido obispo de Jerusalén, en torno al año 190. Mereció alabanzas por su santidad, paciencia y fe. Acerca de cuándo debía celebrarse la Pascua cristiana, manifestó estar de acuerdo con el papa san Víctor, y que no había otro día mejor que el domingo para celebrar el misterio de la Resurrección de Jesucristo.

Eusebio cuenta que, en su tiempo, los cristianos de este lugar recordaban todavía algunos de los milagros del santo obispo. Por ejemplo como los diáconos no tuviesen aceite para las lámparas la víspera de la Pascua, San Narciso pidió que trajesen agua, se puso en oración y después mandó que la pusiesen en las lámparas. Así lo hicieron y el agua se transformó en aceite.

Algunos molestos por la severidad del santo, y por la disciplina que exigía en su diócesis, le acusaron de haber cometido un crimen. Para no ser causa de conflicto decidió retirarse a la soledad. Ya no se supo más de él hasta que, durante el gobierno de Gordio, apareció nuevamente. Como ya se sentía muy anciano para retomar el obispado, nombró a San Alejandro por coadjutor. Se dice que Narciso murió a los 116 años, descansando en el Señor hacia el 222.

San Cayetano Errico, fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones


Nació el año 1791 en Secondigliano (Nápoles). Recibió una buena educación cristiana y en 1808 ingresó en el seminario de Nápoles, donde se ordenó de sacerdote en 1815. Se le confió la tarea de maestro comunal y se dedicó con amor al servicio parroquial.

Desarrolló su actividad apostólica en cuatro direcciones: anuncio de la Palabra, ministerio de la reconciliación, asistencia material y espiritual de los enfermos, servicio de la caridad: cuatro maneras distintas para decir a los hombres que Dios es Padre y los ama.

Para promover los retiros espirituales y la contemplación de la Eucaristía fundó su Congregación, y sus religiosos se empeñaron en la actividad misionera, la predicación al pueblo, los ejercicios espirituales a religiosas, la dirección espiritual y, especialmente, la administración del sacramento de la reconciliación.

Murió en Secondigliano el 29 de octubre de 1860. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2008.

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"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."