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lunes, 8 de noviembre de 2021

Lecturas y Santoral 08/11/2021. Lunes de la trigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el espíritu del Señor llena la tierra
Primera Lectura. Sabiduría 1, 1-7
Amad la justicia, gobernantes de la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con sencillez de corazón. Porque se manifiesta a los que no exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él. Los pensamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, puesto a prueba, confunde a los necios. La sabiduría no entra en alma perversa, ley ni habita en cuerpo sometido al pecado. Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentando cuando llega la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua. Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 138, 1-3a. 3b-6. 7-8. 9-10

Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces. Me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso.

Guíame, Señor, por el camino eterno.

No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Señor, te la sabes toda. Me estrechas detrás y delante, me cubres con tu palma. Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco. ¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.

Guíame, Señor, por el camino eterno.

Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha.

Guíame, Señor, por el camino eterno.

Si siete veces en un día vuelve a decirte: «Me arrepiento», lo perdonarás
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás». Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».

Palabra de Dios

San Adeodato I Papa (+ 618)

El Papa Adeodato I, también llamdao Diosdaoo o Deusdedit ("dado por Dios"), emerge de los siglos oscuros del primer medioevo con muy poca evidencia. Pocas son las noticias históricas: hijo del sub diácono romano Esteban, desde joven ingresó para su formación al monasterio benedictino de Roma dedicado a San Erasmo. Fue durante cuarenta años sacerdote en Roma antes de suceder en la cátedra pontificia al Papa Bonifacio IV el 19 de octubre del 615, siendo el sexagésimo octavo Papa.

Fue el primer Papa que estableció con testamento donaciones para distribuir al pueblo con ocasión de los funerales del sumo pontífice. En Roma el Papa no sólo era el obispo y el pastor espiritual, sino también el guía civil, el juez, el supremo magistrado, el que garantizaba el orden. A la muerte de todo pontífice los romanos se sentían sin protección, expuestos a las invasiones de los bárbaros nórdicos o a las venganzas del imperio de Oriente. La teoría medieval de los "dos soles", el Papa y el emperador, que deberían gobernar unidos al mundo cristiano, no era aceptada en Constantinopla.

El Papa Adeodato se demostró un hábil mediador y paciente interlocutor con el otro "sol" que en realidad de verdad fue muy poco solícito con Italia, excepción hecha de la vez que envió al exarca Eleuterio a dominar la revolución de Ravena y de Nápoles. Fue la única ocasión en que el Papa Adeodato, ocupado en aliviar la suerte de los habitantes de Roma por las calamidades ya referidas, tuvo un contacto, aunque indirecto, con el emperador.

Baronio pone en el Martirologio Romano un episodio que confirma la fama de santidad que rodeaba al venerable pontífice como guía de los cristianos en una época tan atormentada: durante una de sus visitas a los enfermos, los más abandonados atacados por la terrible enfermedad de la lepra, habría curado a uno de estos infelices después de haberlo abrazado y besado cariñosamente.

El Liber pontificalis, recordando dos hechos de su pontificado, afirma que Adeodato amó mucho a su clero, al que defendió respecto del clero monástico o regular, privilegiado desde cuando Gregorio Magno les había confiado a los monjes importantes cargos en el apostolado misionero y en la misma organización eclesial. El segundo hecho se refiere a la facultad de celebrar una segunda misa el mismo día.

San Adeodato fue también el primer papa que empleó para autentificar los documentos oficiales un pesado sello de plomo que en latín se llamaba bulla; de esta palabra se deriva el término bula, con el que nos referimos a los decretos del papa.

En 616 asoló a Roma una peste similar a la que ya había causado estragos en 590, y en 618 brotó también una mortal epidemia de peste. Por si fuera poco, en agosto de ese año la Ciudad Eterna fue víctima de un terremoto terrible que dio el golpe de gracia a los marmóreos edificios del Foro, ya desvastados por las continuas invasiones de los bárbaros. En todo momento, ante las tragedias, San Adeodato mantuvo la serenidad y se preocupó por socorrer y consolar a los damnificados, a los enfermos y a los leprosos.

Murió en noviembre del 618, amado y llorado por los romanos, que pudieron apreciar el buen corazón durante las grandes calamidades que atormentaron a Roma durante los tres años de su pontificado.

Los 4 mártires coronados: Severo, Severiano, Carpóforo y Victoriano.

Carpóforo, del griego: fructífero. Victoriano: gentilicio de Víctor. Severiano, del latín: serio. Gentilicio de Severo. Severo del latín: serio, austero.

A finales del siglo III, hubo cuatro hermanos que se distinguieron por su fe en Cristo: Severo, Severiano, Carpóforo y Victoriano. Fueron llamados los "Coronados". Se habían incorporado al ejército romano pero eran cristianos, asistían al culto en las catacumbas y ayudaban a los pobres.

El emperador Diocleciano tenía informes de que en el ejército de Roma había muchos soldados y jefes que eran cristianos, y durante algún tiempo esto no planteó problema alguno. Sin embargo Diocleciano temía que la adoración de los cristianos a un Dios más poderoso que los de Roma pudiese socavar la fe del pueblo romano y la confianza en el emperador. Por ello, ordenó a sus oficiales que "limpiasen" el ejército de cristianos.

Los Coronados fueron apresados y llevados ante el emperador. Diocleciano les habló con aprecio por su valor y por los buenos informes que tenía de ellos, y les ordenó que renunciasen a la fe de Cristo. Al negarse los torturaron azotándolos con látigos con puntas de plomo hasta hacerles morir. Ni protestaron por su martirio ni renunciaron a su fe en Cristo.

Los cristianos los sepultaron en la Vía Labicana. El papa Melquiades mandó celebrar su fiesta y el papa Honorio construyó en su honor el templo que conserva sus reliquias. La iglesia de los Cuatro Santos Coronados de Roma fue levantada en el siglo IV y destruída por los normandos. En el siglo XII la reconstruyó el papa Pascual II. En su cúpula, los frescos de Juan de San Giovanni (1630) representan la historia de los mártires.


Beato Juan Duns Escoto

Nació en Escocia el año 1265, e ingresó de joven en la Orden Franciscana. Fue ordenado sacerdote en 1291 y se graduó luego en la Universidad de París. Posteriormente desempeñó el cargo de maestro en las Universidades de Cambridge, Oxford, París y Colonia. Investigó con gran sutileza la revelación divina y escribió obras importantes de teología y filosofa.

Se le suele llamar "Doctor sutil y mariano", y es considerado uno de los grandes maestros de la teología cristiana. Fue un ferviente heraldo del misterio de la Encarnación del Verbo, un incansable paladín de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y un defensor de la suma autoridad del Romano Pontífice. Rehusó firmar el libelo de Felipe IV, rey de Francia, contra el papa Bonifacio VIII, y por ese motivo fue expulsado de París.

Más tarde fue enviado como maestro a Colonia, donde murió el 8 de noviembre de 1308. Juan Pablo II confirmó en 1991 y 1993 su culto público definiéndolo como "cantor del Verbo encarnado y defensor de la Inmaculada Concepción de María".

Oración: Oh Padre, fuente de toda sabiduría, que en el beato Juan Duns Escoto, defensor de la Virgen Inmaculada, nos has dado un maestro de vida y de enseñanza: haz que, iluminados por su ejemplo y alimentados por su doctrina, permanezcamos unidos fielmente a Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 27 de junio de 2021

Lecturas y Santoral 27/06/2021. Domingo de la decimotercera semana de Tiempo Ordinario

Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo
Primera Lectura. Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24
Dios no hizo la muerte ni se complace destruyendo a los vivos. Él todo lo creó para que subsistiera y las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo reina en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre incorruptible y lo hizo a imagen de su propio ser; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los de su bando.

Palabra de Dios


IMAGEN PRIMERA
Salmo Responsorial. 29, 2 y 4. 5 6. 11 y l2 a y 13b

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Vuestra abundancia remedia la carencia de los hermanos pobres
Segunda Lectura. Segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 8, 7. 9. 13-15
Hermanos: Lo mismo que sobresalís en todo - en fe, en la palabra, en conocimiento, en empeño y en el amor que os hemos comunicado -, sobresalid también en esta obra de caridad. Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En este momento, vuestra abundancia remedia su carencia, para que la abundancia de ellos remedie vuestra carencia; así habrá igualdad. Como está escrito: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba».

Palabra de Dios



Contigo hablo, niña, levántate
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 5, 21-24. 35b-43
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva». Se fue con él y lo seguía mucha gente. Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe». No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida». Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levanto inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra de Dios



San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor de la Iglesia

Nació en el año 370 en Alejandría de Egipto de familia distinguida. Era sobrino del patriarca Teófilo de Alejandría. Abrazó primero la vida monástica, pero, ordenado sacerdote, acompañó a su tío obispo en sus viajes, y en el año 412 le sucedió en el patriarcado, en una de las épocas más difíciles de la Iglesia de Oriente.

Era una persona de carácter entero, emprendedor e imperativo, firme en sus convicciones. Combatió con energía las herejías de su tiempo y en especial la de Nestorio, que enseñaba la existencia de dos personas en Cristo, separando en Él la naturaleza divina de la humana, y negando la divina maternidad de María, que sería madre únicamente del hombre Jesús.

Cirilo fue figura principal en el Concilio de Éfeso del año 431, en el que se definió que Jesús, Dios y hombre, es uno y el mismo, una sola persona, la divina, y que María es la madre de Dios.

Escribió importantes tratados teológicos y numerosas homilías. Murió en el año 444.

Oración: Señor, tú que hiciste de tu obispo san Cirilo de Alejandría un defensor invicto de la maternidad divina de la Virgen María, concédenos a cuantos la proclamamos verdadera Madre de Dios llegar, por la encarnación de tu Hijo, a la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 11/11/2019. Lunes de la trigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el espíritu del Señor llena la tierra
Primera Lectura. Sabiduría 1, 1-7

Amad la justicia, gobernantes de la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con sencillez de corazón.
Porque se manifiesta a los que no exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él.
Los pensamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, puesto a prueba, confunde a los necios.
La sabiduría no entra en alma perversa, ley ni habita en cuerpo sometido al pecado.
Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentando cuando llega la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua.
Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 138, 1-3a. 3b-6. 7-8. 9-10
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Si siete veces en un día vuelve a decirte: «Me arrepiento», lo perdonarás.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay del que los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y os obedecería».


Palabra de Dios.


San Martín de Tours, Obispo


San Martín es un santo muy querido para los franceses, y muy popular en todo el mundo. Nació en Panonia (Hungría), pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar.

Estando de militar en Amiens (Francia) le sucedió el hecho por el que siempre será recordado: un día de gélido invierno se encontró con un hombre aterido de frío; él sacó su espada y dividiendo en dos su capa le dió la mitad al pobre.

Una noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado al hombre y oyó que le decía: "Martín, hoy me cubriste con tu manto".

Renunció a las armas, se hizo bautizar y decidió seguir a Cristo en una milicia más noble. En seguida se fue a Poitiers donde era Obispo el gran sabio San Hilario, el cual lo recibió como discípulo y se encargó de instruirlo. Como Martín sentía un gran deseo de dedicarse a la oración y a la meditación, San Hilario le cedió unas tierras en un sitio muy solitario y allá fue con varios amigos, fundando el primer convento o monasterio que hubo en Francia. En esa soledad estuvo diez años dedicado a orar, a hacer sacrificios y a estudiar las Sagradas Escrituras.

Fue elegido obispo de Tours (Francia). En los veintisiete años que fue obispo se ganó el cariño de todo su pueblo. Su caridad era inagotable. Los reyes de Francia conservaron como reliquia preciada la media capa que se quedó Martín. Al lugar donde la conservaban le pusieron el nombre latino del objeto: capella("capilla", diminutivo de capa). Al trasladar Carlomagno su corte a Aquisgrán (Aix), se llevó la reliquia de San Martín. Era tal su importancia que pasó a formar parte del nombre de la ciudad: Aix-la-Chapelle. De ahí viene el nombre de "capilla" para referirse a un pequeño oratorio.

En Tours fundó otro convento y pronto tenía ya 80 monjes. Y gracias a los milagros, la predicación, y la piedad del nuevo Obispo, pronto desapareció el paganismo en esa región.

Murió en Candes, cerca de Tours, el 8 de noviembre del año 397.

Oración: Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y la muerte de tu obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan apartarnos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Lecturas y Santoral 13/11/2017. Lunes de la trigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el espíritu del Señor llena la tierra
Primera Lectura. Comienzo del libro de la Sabiduría 1, 1-7

Amad la justicia, gobernantes de la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con sencillez de corazón.
Porque se manifiesta a los que no exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él.
Los pensamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, puesto a prueba, confunde a los necios.
La sabiduría no entra en alma perversa, ni habita en cuerpo sometido al pecado.
Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentando cuando llega la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua.
Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 138, 1-3a. 3b-6. 7-8. 9-10
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Si siete veces en un día vuelve a decirte: "Me arrepiento", lo perdonarás.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay del que los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: "Me arrepiento", lo perdonarás".
Los apóstoles le dijeron al Señor:
"Auméntanos la fe".
El Señor dijo:
"Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


San Estanislao de Kostka (1550-1568)



Nació en Polonia, a principios del siglo XVI. Aquel adolescente polaco de noble familia era un muchacho que desconcertaba por su recogimiento y su piedad, y cuando pasó a estudiar con su hermano Pablo en el colegio vienés de los jesuitas todo el mundo esperaba que cambiase amoldándose a los usos discretamente libertinos de los mozos de su condición. No fue así, y los cuatro años de humanidades que cursó en Viena fueron también una dura escuela de malos tratos, desprecios y humillaciones.

Sucedió que el emperador de Austria, Maximiliano, descontento con los progresos que la Compañía de Jesús estaba haciendo en Austria decidió cerrar todos los colegios de la Compañía. Esto apenó mucho a Estanislao quien, convencido de que la Compañía hacía una gran labor, llegó a la conclusión de que la medida tomada por el emperador era injusta. Entonces a sus 17 años solicitó ingresar en ella; su decisión estaba tomada, ser jesuita. Su padre noble caballero polaco se negaba a que se hiciera religioso, y en el colegio, temiendo las iras de su padre, no parecían dispuestos a aceptarle. El padre de Estanislao le hizo internar en su palacio de Kimbercker. No pudo resistir el cautiverio pues quería servir a Dios y, decidido a ser religioso, se escapó vestido como un mendigo.

Disfrazado así, recorrió setecientos kilómetros a pie, perseguido por los suyos, hasta que consiguió llegar al colegio Jesuita de Tréveris. Allí encontró a un jesuita capaz de comprenderle y a quien no parecía importar el escándalo si era por una causa justa, el holandés san Pedro Canisio, provincial de Alemania.

Él le recomendó al padre general de la Compañía, un ilustre español, Francisco de Borja, y también éste supo apreciar lo que valía aquel jovencito. Estanislao fue admitido.

Devotísimo de la Virgen, "la Gran Señora" de los polacos, y espejo de todas las virtudes, cultivaba de un modo especial la de la obediencia, que sabía matizar muy bien, como se advierte por la definición que se le atribuye: "Más vale hacer cosas pequeñas por obediencia que cosas grandes siguiendo la propia voluntad".

Tenía arrebatos místicos en los que con el rostro transfigurado prorrumpía en alabanzas a la Virgen María. Este joven polaco, moría a los dieciocho años siendo novicio jesuita la madrugada del día de la Asunción; había redactado un amoroso mensaje a la Madre de Dios. Le había pedido a su protector, San Lorenzo, que le consiguiera de la Virgen María la gracia de poder celebrar ese año la Fiesta de la Asunción en el cielo.

Muerte dichosa de San Estanislao de Kotska (Texto extraído de "Las Glorias de María", de San Alfonso María de Ligorio)

Mientras vivía este santo joven, consagrado por completo al amor de María, sucedió que el primero de agosto de aquel año oyó un sermón del P. Pedro Canisio en el que éste, predicando a los novicios de la Compañía de Jesús, inculcó a todos el gran consejo de vivir cada día como si fuera el último de su vida, después del cual dijo san Estanislao a sus compañeros que aquel consejo tan especial para él había sido como la voz de Dios, pues iba a morir ese mismo mes. Dijo esto o porque Dios se lo reveló o porque tuvo una especie de presentimiento interior, como se verá por lo que acaeció.

Cuatro días después fue, en compañía del P. Sa, a Santa María la Mayor, y hablando de la próxima fiesta de la Asunción le dijo: "Padre, yo pienso que en ese día se ve en el cielo un nuevo paraíso al contemplarse la gloria de la Madre de Dios coronada como reina del cielo y de la tierra y colocada muy cerca del Señor sobre todos los coros de los ángeles. Y si es verdad que todos los años, como lo tengo por cierto, se renueva la fiesta en el cielo, espero presenciar la de este año en el paraíso". Habiéndole tocado en suerte a san Estanislao por su protector del mes el glorioso mártir san Lorenzo, ese día escribió una carta a su madre María en que rogaba le obtuviera la gracia de contemplar su fiesta en el paraíso.


El día de san Lorenzo comulgó y suplicó al santo que presentara aquella carta a la Madre de Dios interponiendo su intercesión para que María santísima le escuchase. Y he aquí que al terminar el día tuvo un poco de fiebre, que aunque ligera él tomó como señal cierta de que había obtenido la gracia de la próxima muerte. Al acostarse dijo, sonriente y jubiloso: "Ya no me levantaré de esta cama". Y al padre Acquaviva le añadió: "Padre mío, creo que san Lorenzo me ha obtenido de María la gracia de encontrarme en el cielo en la fiesta de la Asunción". Pero nadie hizo caso de estas cosas. Llegó la vigilia de la fiesta y el mal seguía leve, pero el santo le dijo a un hermano que la noche siguiente ya estaría muerto, a lo que el hermano le respondió: "Más milagro se requiere para morir de tan pequeño mal que para curar". Pero pasado el mediodía le asaltó un mortal desfallecimiento, con sudor frío y decaimiento general de fuerzas.

Acudió el superior, al que Estanislao suplicó le hiciera poner sobre la tierra desnuda para morir como penitente. Para contentarlo, lo pusieron en el suelo sobre una estera. Luego se confesó y recibió el santo viático, no sin lágrimas de los presentes, pues al entrar en la estancia el Santísimo Sacramento lo vieron resplandeciente y destellando por los ojos celestial alegría y la cara inflamada de santo ardor que lo asemejaba a un serafín. Recibió también la santa unción, y entre tanto alzaba los ojos al cielo y otras veces contemplaba y estrechaba con afecto contra su pecho la imagen de María. Le dijo un padre que para qué aquel rosario en la mano si no podía rezarlo, y le respondió: "Me sirve de consuelo siendo cosa de la Virgen María". "Cuánto más –le respondió el padre– le consolará el verla y besar su mano en el cielo".

Entonces el santo, con el rostro arrebolado, elevó las manos, manifestando de ese modo el ansia de encontrarse presto en su presencia. Luego se le apareció su amada Madre, como él mismo lo declaró a los presentes, y poco antes del alba del día 15 de agosto expiró sin estertores, como un santo, con los ojos fijos en el cielo. Los presentes le acercaron la imagen de la Virgen y viendo que no hacía ninguna demostración comprendieron que su alma había volado al cielo junto a su amada Reina.

San Diego de Alcalá, hermano lego


Nació en San Nicolás del Puerto (Sevilla) hacia 1400, de familia humilde. Muy joven abrazó la vida eremítica en la serranía de Córdoba, entregándose a la oración y al trabajo.

A la edad de 30 años ingresó en la Orden franciscana como hermano laico; era analfabeto y se dedicó a los oficios más humildes como hortelano, enfermero, portero. Residió en varios conventos de su Provincia, promoviendo con su ejemplo el movimiento de la observancia.

En 1441 partió como misionero a las islas Canarias, donde evangelizó, enseñó a cultivar la tierra y defendió los derechos de los nativos; lo nombraron superior del convento de Fuerteventura, pero se vio abrumado de dificultades.

En 1450 se trasladó a Roma, donde atendió a apestados, a pobres y enfermos, curando con su oración a muchos. Pasó sus últimos años en Alcalá de Henares (Madrid), edificando a todos con su santidad y sabiduría evangélica. También es famoso por los milagros que Dios obró por su medio. Los últimos años de su vida pasaba días enteros dedicados a la oración y al ver un crucifijo quedaba en éxtasis. Su amor por la Virgen Santísima era inmenso y untaba a los enfermos con un poco de aceite de la lámpara del altar de la Virgen, y éstos se curaban.

Murió en Alcalá el 12 de noviembre de 1463. En su sepulcro se obraron muchos milagros. Fue canonizado en 1588.

Oración: Dios omnipotente, que derribas del trono a los poderosos y enalteces a los humildes, concédenos imitar la humildad de san Diego de Alcalá, para hacernos partícipes de su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


San Leandro de Sevilla
Nació en la provincia romana de Cartagena hacia el año 540. Es hermano de los santos Fulgencio, Florentina e Isidoro. Su familia, expulsada de Cartagena, tuvo que refugiarse en Sevilla, donde él se hizo religioso.

El año 578 fue nombrado arzobispo de Sevilla. Sufrió persecución y destierro por su empeño en la conversión a la fe católica del pueblo visigodo que profesaba la herejía arriana. Presidió el Concilio III de Toledo (año 589), en el que se logró la conversión del rey visigodo Recaredo y la unidad católica de la nación.

Murió en Sevilla el 13 de marzo del 599. San Isidoro, su hermano y sucesor en la sede hispalense, hace de él esta semblanza: "Leandro era hombre de condición apacible, de extraordinaria inteligencia y de preclarísima prudencia. La conversión de los visigodos, de la herejía arriana a la fe católica, fue fruto de su constancia y prudencia".

Oración: Oh Dios, que por medio de tu obispo san Leandro mantuviste en tu Iglesia la integridad de la fe, concede a tu pueblo permanecer siempre libre de todos los errores. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 30 de octubre de 2016

Lecturas y Santoral 30/10/2016. Domingo, trigésimo primera semana del Tiempo Ordinario

Te compadeces de todos, porque amas a todos los seres
Primera Lectura. Sabiduría 11, 22-12, 2
Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza, como gota de rocío mañanero sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan.
Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no lo habrías creado.
¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?, o ¿cómo se conservaría, si tú no las hubieras llamado?
Pero tú eres indulgente con todas las cosas porque son tuyas, Señor, amigo de la vida.
Pues tu soplo incorruptible. está en todas ellas.
Por eso, corriges poco a poco a los que caen, los reprendes y les recuerdas su pecado, para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13cd-14
Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mí rey.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mí rey.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mí rey.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mí rey.
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mí rey.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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El nombre de Cristo será glorificado en vosotros y vosotros en él
Segunda Lectura. Segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 11 - 2 , 2
Hermanos:
Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
A propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima.

Palabra de Dios.


Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 19, 1 - 10
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
"Zaqueo, data prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa".
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
"Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador".
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
"Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más".
Jesús le dijo:
"Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido".

Palabra de Dios.

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MARCELO de TÁNGER, Mártir (¿?-298)


Nació en Arzas, en la actual Galicia, en España; provenía de una familia de ciudadanos del Imperio Romano.

Las referencias nos presentan a San Marcelo como centurión de una legión romana, la Legio VII Gemina, que estaba adscrita a Hispania.

La legión se encontraba acantonada en la ciudad de León el 28 de julio de 298, día en que los romanos conmemoraban el onomástico de los césares.

Los centuriones presentaban armas ante el gobernador militar, Fortunato, pero San Marcelo se despojó frente a él de su cinturón militar, su espada y su escudo, y le dijo: “Yo soy cristiano, y por lo tanto sólo podía militar en el ejército de Jesucristo, hijo de Dios omnipotente.”

A Fortunato le pareció que el ordinario centurión había enloquecido. De modo que lo hizo aprehender y lo envió con su superior, Aurelio Agricolano, quien se encontraba en Tánger, para que él juzgara a San Marcelo.

Tres meses después, el 30 de octubre, San Marcelo es presentado ante Aurelio Agricolano, quien le enuncia los cargos y lo interroga. Pero el centurión remiso se mantiene firme, por lo cual es condenado a la decapitación.

Los restos de San Marcelo de Tánger permanecieron en esa ciudad del actual Marruecos hasta 1493, cuando el rey de Portugal recuperó para la cristiandad esa sede. Fueron entonces trasladados a León.

En la actualidad, las reliquias de San Marcelo de Tánger se conservan en un arcón de plata bajo el altar mayor de la iglesia que lleva su nombre en León, ciudad de la cual San Marcelo es santo patrono.

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lunes, 11 de noviembre de 2013

Lecturas y Santoral 11-11-13

Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían.
Primera Lectura. Sabiduría (1,1-7)

Amad la justicia, los que regís la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con corazón entero. Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían. Los razonamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, sometido a prueba, pone en evidencia a los necios. La sabiduría no entra en alma de mala ley ni habita en cuerpo deudor del pecado. El espíritu educador y santo rehúye la estratagema, levanta el campo ante los razonamientos sin sentido y se rinde ante el asalto de la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al deslenguado; Dios penetra sus entrañas, vigila puntualmente su corazón y escucha lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra y, como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
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sabiduria de Dios
Salmo Responsorial 138,1-3a.3b-6.7-8.9-10

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
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Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Lucas (17,1-6)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: 'Lo siento', lo perdonarás."
Los apóstoles le pidieron al Señor: "Auméntanos la fe."
El Señor contestó: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar.' Y os obedecería."

Palabra de Dios.

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Si tuvierais fe como un granito de mostaza
San Martín de Tours, Obispo

SAN-MARTIN-DE-TOURS

San Martín es un santo muy querido para los franceses, y muy popular en todo el mundo. Nació en Panonia (Hungría), pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar.

Estando de militar en Amiens (Francia) le sucedió el hecho por el que siempre será recordado: un día de gélido invierno se encontró con un hombre aterido de frío; él sacó su espada y dividiendo en dos su capa le dió la mitad al pobre

Una noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado al hombre y oyó que le decía: "Martín, hoy me cubriste con tu manto".

Martin de Tours
Renunció a las armas, se hizo bautizar y decidió seguir a Cristo en una milicia más noble. En seguida se fue a Poitiers donde era Obispo el gran sabio San Hilario, el cual lo recibió como discípulo y se encargó de instruirlo. Como Martín sentía un gran deseo de dedicarse a la oración y a la meditación, San Hilario le cedió unas tierras en un sitio muy solitario y allá fue con varios amigos, fundando el primer convento o monasterio que hubo en Francia. En esa soledad estuvo diez años dedicado a orar, a hacer sacrificios y a estudiar las Sagradas Escrituras.

Fue elegido obispo de Tours (Francia). En los veintisiete años que fue obispo se ganó el cariño de todo su pueblo. Su caridad era inagotable. Los reyes de Francia conservaron como reliquia preciada la media capa que se quedó Martín. Al lugar donde la conservaban le pusieron el nombre latino del objeto: capella("capilla", diminutivo de capa). Al trasladar Carlomagno su corte a Aquisgrán (Aix), se llevó la reliquia de San Martín. Era tal su importancia que pasó a fomrar parte del nombre de la ciudad: Aix-la-Chapelle. De ahí viene el nombre de "capilla" para referirse a un pequeño oratorio.

En Tours fundó otro convento y pronto tenía ya 80 monjes. Y gracias a los milagros, la predicación, y la piedad del nuevo Obispo, pronto desapareció el paganismo en esa región.

Murió en Candes, cerca de Tours, el 8 de noviembre del año 397.

Oración: Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y la muerte de tu obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan apartarnos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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