domingo, 9 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 08-02-14

Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana.
Primera Lectura. Isaías (58,7-10)

Así dice el Señor: "Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy." Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Isaias-58-Cuaresma-ayuno-caridad
Salmo Responsorial Salmo 111,4-5.6-7.8a.9

Salmo 66, Salmo 23El justo brilla en las tinieblas como una luz.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.
Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.
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Nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,1-5)

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios.

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Cruz-Padre-Hijo-Espiritu-Santo-Jesus-Pablo-Ministerio-Evangelio-Filipenses-Colosenses-Corintios-Hebreos-Romanos-Tesalonicenses-Cristianos-Catolicos

Vosotros sois la sal de la tierra.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo (5,13-16)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo."

Palabra de Dios.

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la luz y la sal
Santa Apolonia Virgen y Mártir (+ c.a. 249)




Según la tradición, los padres de Apolonia no tenían descendecia a pesar de sus constantes oraciones a sus dioses. Finalmente la futura madre le pidió a la Virgen Santísima que intercediera por ellos. Cuando la joven Apolonia conoció las circunstancias de su nacimiento, se hizo cristiana.

San Dionisio, obispo de Alejandría, fue testigo de la muerte de Apolonia quien era para entonces una diaconesa de edad avanzada. La describió en una carta a Fabio que fue preservada por Eusebio, obispo de Antioquía.

Estalló una persecución de los cristianos por el populacho pagano de Alejandría en el último año del reino del emperador Felipe. Los cristianos eran arrastrados fuera de sus casas y asesinados, sus propiedades saqueadas. La persecución comenzó cuando un poeta de Alejandría profetizó desastre por la presencia de los cristianos a los que consideraba impíos por no adorar a los dioses.

La primera víctima fue un anciano venerable llamado Metras o Metrius, a quien trataron de obligar a proferir blasfemias contra Dios. Cuando se negó, lo azotaron, le clavaron astillas de caña en los ojos, y lo mataron a pedradas.

La siguiente persona que prendieron fue a una mujer cristiana, llamada Quinta, a quien llevaron a uno de sus templos para forzarla a adorar al ídolo. Ella se dirigió al falso dios con palabras de desprecio que exasperaron tanto al pueblo que la arrastraron por los talones por encima del empedrado, la azotaron y le dieron muerte a pedradas. Por esos días, los alborotadores habían llegado al colmo de su furor. Los cristianos no ofrecían resistencia, sino que se daban a la fuga, abandonando todas sus pertenencias, sin quejarse, porque sus corazones estaban despegados de la tierra. Su constancia era tan general, que San Dionisio no supo de ninguno que hubiera renunciado a Cristo.

Las hordas incontroladas se apoderaron de Apolonia y pretenden obligarla a blasfemar contra Jesucristo. Como nada sale de su boca, con una piedra le destrozan los dientes y después, prendiendo una gran hoguera fuera de la ciudad, la amenazaron con arrojarla dentro si no pronunciaba ciertas palabras impías. Les rogó que le dieran unos momentos de tregua, como si fuera a considerar su posición. Entonces, para dar testimonio de que su sacrificio era perfectamente voluntario, tan pronto como la dejaron libre, se lanzó dentro de las llamas.

Luego descargaron su furia sobre un santo hombre llamado Serapión y lo atormentaron en su propia casa; después lo tiraron de cabeza desde la azotea.

En la mayoría de las regiones de la Iglesia occidental se encuentran iglesias y altares dedicados en honor de Santa Apolonia, pero no se la venera en ninguna iglesia oriental, aun cuando sufrió en Alejandría.

San Agustín explica por que razón anticipó su muerte. El santo supone que obró por una dirección particular del Espíritu Santo, porque de otra manera no sería lícito hacerlo; nadie puede apresurar su propio fin.

Se la invoca contra el dolor de muelas y todas las enfermedades dentales, y se la presenta con un par de pinzas que sostienen un diente o si no, suele distinguirse por un diente de oro pendiente de su collar.

Murió en Alexandria (Egipto) en 249 AD. Su fiesta se celebraba el 9 de febrero ya en el antiguo calendario litúrgico.

Beato Leopoldo de Alpandeire

Leopoldo-de-Alpandeire


Nació en Alpandeire (Málaga, España) el año 1864, en el seno de una familia humilde y laboriosa. Desde muy joven trabajó en el campo, a la vez que profundizaba en su vida de piedad y de caridad. A los 35 años tomó el hábito de los Capuchinos como hermano lego en Sevilla.

Desde 1914 vivió en Granada pidiendo limosna para su convento, para los pobres y para las misiones, mientras distribuía la ayuda espiritual del consuelo, consejo y buen ejemplo de una vida austera y pura, incluso en las situaciones revueltas que se vivieron en España.

Murió el 9 de febrero de 1956. Fue beatificado el año 2010, y de él dijo Benedicto XVI: "La vida de este sencillo y austero Religioso Capuchino es un canto a la humildad y a la confianza en Dios y un modelo luminoso de devoción a la Santísima Virgen María. Invito a todos, siguiendo el ejemplo del nuevo Beato, a servir al Señor con sincero corazón, para que podamos experimentar el inmenso amor que Él nos tiene y que hace posible amar a todos los hombres sin excepción".

Oración: Dios Padre misericordioso, que has llamado al beato Leopoldo a seguir las huellas de tu Hijo Jesucristo por la senda de la humildad, la pobreza y el amor a la cruz, concédenos imitar sus virtudes para participar junto a él en el banquete del Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Anne Catherine Emmerich (08/09/1774 – 09/02/1824)




Religiosa Agustina, estigmática y extática, nació el 8 de septiembre de 1774 en Flamsche, cerca de Coesfeld en la Diócesis de Munster, en Westphalia, Alemania, y murió el 9 de febrero de 1824 en la localidad de Dulmen

Sus padres, que eran campesinos, fueron bastante pobres y piadosos. A la edad de doce años se vio obligada a trabajar en el campo, para luego desempeñarse como costurera durante varios años. Siempre delicada, fue enviada a estudiar música pero al descubrir la pobreza en la que la familia del organista vivía, les entregó lo poco que había ahorrado para su ingreso al convento y trabajó para él y su familia como sirvienta por algunos años.

Por momentos estaba tan necesitada de alimento que su madre le llevaba pan en sus descansos, y parte de ese pan iba destinado a la familia de su amo. Una vez cumplidos los veintiocho años (1802) ingresó al convento augustino de Agnetenberg en Dulmen. Ahí se mostró contenta por ser considerada como la última de la casa. Su celo y entusiasmo, sin embargo, incomodaba al común de las hermanas, que estaban intrigadas y molestas por sus extrañas capacidades y su salud frágil, y que al no comprender los éxtasis en los que entraba cuando estaba en la iglesia, en su celda o mientras trabajaba, la trataban con cierta antipatía. No obstante su intenso ascetismo, ella cumplía con sus deberes fiel y alegremente.

Lo ordinario sobrenatural

Cuando Jerónimo Bonaparte cerró el convento en 1812, se vio obligada a buscar refugio en la casa de una viuda pobre. En 1813 quedó postrada en cama. Logró prever la caída de Napoleón con doce años de anticipación, y aconsejó de una misteriosa manera al sucesor de San Pedro. Incluso durante su infancia lo sobrenatural era tan común para ella que, dada su inocente ignorancia, pensaba que el resto de niños gozaba de los mismos favores que ella, por ejemplo conversar de manera muy familiar con el Niño Jesús, etc. Ella mostraba un conocimiento maravilloso cuando los pobres y enfermos se acercaban a la "brillante hermanita" en busca de ayuda; ella conocía sus enfermedades y les prescribía remedios que nunca fallaban.

Era lista y vivaz por naturaleza y el sufrimiento de los demás le generaba gran compasión muy fácilmente. Este sentimiento se adhirió a su ser espiritual, por lo que ella rezaba y sufría mucho por las almas del Purgatorio a quienes veía con frecuencia, y también por la salvación de los pecadores cuyas miserias ella conocía aún cuando estuviesen muy lejos. Al corto tiempo de haber sido confinada a la cama (1813), sus estigmas se manifestaron externamente, incluso como las marcas de las espinas. Ella intentaba infructuosamente ocultar su situación, tal como había disimulado las cruces impresas en su pecho.

Lo que más temía en el mundo

Como consecuencia llegó aquello a lo que ella le tenía pavor en vista de la publicidad, una comisión episcopal para investigar su vida y la realidad de esos signos maravillosos. Los exámenes fueron sumamente estrictos, pues se requería del mayor cuidado para no dar pretextos para el ridículo y el insulto de parte de los enemigos de la Iglesia. El vicario general, el famoso Overberg, y los tres médicos condujeron la investigación con cuidado escrupuloso y terminaron convencidos de la santidad de la "piadosa Beguina", como se le conocía, y de la veracidad de los estigmas. A fines de 1818 Dios le concedió su más ferviente oración y la alivió de los estigmas, y las heridas de sus manos y pies curaron pero las demás permanecieron, y en Viernes Santo todas se reabrieron.

En 1819 el gobierno envió un comité de investigación que ejerció su comisión de una manera brutal. Enferma de muerte que se encontraba, fue trasladada por la fuerza a una gran habitación en otra casa y se le mantuvo en estricta vigilancia durante el día y la noche durante tres semanas, alejada de todos sus amigos a excepción de su confesor. Se le insultó, amenazó e incluso se le aduló, pero todo fue en vano. La comisión partió sin encontrar nada sospechoso y permaneció en silencio frente a su presidente, y viéndose insultada por su reticencia, declararon que todo era un fraude, tras lo cual hubo una obvia respuesta: ¿Respecto de qué? ¿Y por qué la demora en su publicación?

Sus obras literarias

Alrededor de esos días el famoso poeta Klemens Brentano fue inducido a visitarla; para su gran asombro ella lo reconoció, y le dijo que él había sido señalado como el hombre capaz de ayudarla a que se cumpliera el mandato de Dios, concretamente, que escribiera por el bien de innumerables almas, la revelación que Él le había hecho. Brentano tomó breves notas sobre los principales puntos y, en vista de que ella hablaba el dialecto de Westphalia, él procedió a traducirlos inmediatamente al alemán. Conforme iba escribiendo, le leía y cambiaba y borraba hasta que ella lo aprobara en su totalidad. Como tantos otros, él se vio conquistado por su evidente pureza y sus excesivas humildad y paciencia ante tan indescriptible sufrimiento. Junto con Overberg, Sailer de Ratisbon, Clemente Augusto de Colonia, Stollberg, Louisa Hensel, etc. Él la reverenciaba como la novia escogida de Cristo.

En 1833 aparecieron los primeros frutos del esfuerzo de Brentano, "La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo de acuerdo a las Meditaciones de Anne Catherine Emmerich" (Sulzbach). Brentano preparó para su publicación el trabajo "La Vida de La Santísima Virgen María", pero no apareció hasta 1852 en Munich. Desde el MS de Brentano, el P. Schorger publicó en tres volúmenes "La Vida de Nuestro Señor" (Ratisbon, 1858 – 80), y en 1881 una gran edición ilustrada de la misma obra. Éste también escribió su vida en dos tomos.

Lo original

Las visiones de Anne muestran detalles, generalmente ligeros, que les dan una intensidad que captura el interés del lector, ya que cada escena gráfica es sucedida por otra en una rápida sucesión como si fuesen físicamente visibles a través los ojos. Algunos místicos se preocupan más de las ideas, ella de los eventos; otros se detienen para meditar en voz alta y para guiar los pensamientos del lector, ella deja que los hechos hablen por sí mismos con la simpleza, brevedad y seguridad de una narrativa Evangélica. El tratamiento que le otorga a tan difícil tema, la doble naturaleza de Cristo, es admirable. Su humanidad la muestra clara y definida, pero a través de esta brilla siempre un destello de Divinidad. La expansión rápida y silenciosa de sus trabajos a lo largo de Alemania, Francia, Italia y en cualquier otro lugar habla bien de su mérito. Por algún motivo o produjeron controversias. Dom Guéranger elogia sus méritos en elevados términos (Le Monde, 15 de abril, 1860).

Su santidad y frutos

La Hermana Emmerich vivió durante uno de los más tristes y menos gloriosos periodos de la historia de la Iglesia, cuando la revolución triunfó, la impiedad floreció y muchas de las más justas provincias bajo su dominio fueron invadidas por infieles y echadas a tal ruinosa situación que la Fe parecía estar por extinguirse. Su misión parece haber sido, en parte, ayudar a la restauración de la disciplina de la Iglesia, especialmente en Westphalia a través de sus oraciones y sufrimientos. De la misma manera, fortalecer cuando menos a los más pequeños del rebaño en su fe. Además de todo esto, ella salvó muchas almas y recordó al mundo cristiano que lo sobrenatural está alrededor pero a un grado a veces olvidado. Un rumor acerca del robo del cuerpo fue la causa de que se abriera su tumba seis semanas después de su muerte. El cuerpo fue encontrado fresco, sin ningún signo de corrupción. En 1892 el proceso de su beatificación fue introducido por el Obispo de Münster.

E.P. GRAHAM
Transcrito por Michael T. Barrett
Dedicado a las pobres almas del Purgatorio
Traducido por J.M.M

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sábado, 8 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 08-02-14

Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo.
Primera Lectura. Primer libro de los Reyes (3,4-15)

En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal. En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos.
En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: "Pídeme lo que quieras."
Respondió Salomón: "Tú le hiciste una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?"
Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: "Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y fama, mayores que las de rey alguno."

Palabra de Dios.

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Reyes-3-el-sueño-de-Salomon
Salmo Responsorial 118,9.10.11.12.13.14

Salmo 22 buen pastorEnséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe
de tus mandamientos.

Enséñame, Señor, tus leyes.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Mis labios van enumerando
los mandamientos de tu boca.

Enséñame, Señor, tus leyes.
Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas.

Enséñame, Señor, tus leyes.
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Andaban como ovejas sin pastor
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Marcos (6,30-34)

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco."
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Palabra de Dios.

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Jesus-en-la-Barca
San Jerónimo Emiliani

Jeronimo-Emiliani


San Jerónimo Emiliani (o Miani) nació en Venecia el 1486. Huérfano de padre en tierna edad, fue sabiamente educado en la fe cristiana por la madre, Dionora Morosini, mujer de sentimientos muy elevados. En 1506, entró en la vida pública, dedicándose sobre todo al ejercicio de las armas. Pasó a ser soldado de la Serenísima República, y en 1511 fue enviado a la fortaleza de Castelnuovo de Quero, situada a la orilla del Piave, con carácter de Gobernador regente.

En el Santuario de la 'Madonna Grande' en Treviso, Jerónimo promete solemnemente entregarse totalmente al servicio de Dios y del prójimo. Al volver a Venecia, repartió su patrimonio a los pobres y se asoció a la Compañía del Divino Amor, que se dedicaba, en particular, a la asistencia de los enfermos 'incurables'. También él contrajo, en este servicio, una grave enfermedad, que superó gracias a su robusta fibra, y con nuevas energías volvió al servicio de la caridad.

Su corazón, muy sensible a todas las miserias humanas quedó profundamente impresionado viendo la deplorable condición de muchísimos niños, faltos de padres y abandonados al destino. Empezó a dar asilo a unos de estos huérfanos, en su propia casa; y en seguida, como el número iba aumentando, abrió para ellos una casa cerca de la Iglesia de San Basilio y otra cerca de la Iglesia de San Roque, en Venecia. A los huérfanos, el Santo enseñaba los primeros elementos del saber y al mismo tiempo las nociones fundamentales de la fe cristiana. Además procuraba que aprendieran un oficio, para que pudieran entrar a formar parte de la sociedad, como elementos vivos y activos, aptos para desenvolver con dignidad su personalidad humana y cristiana. Fundó y asistió muchos orfelinatos en todo Italia y también en algunas regiones fuera de ella.

Cuando el Santo se dio cuenta de que se iba debilitando físicamente y que tenía que dejar ya sus andanzas apostólicas de caridad, escogió como morada predilecta el pequeño pueblo de Somasca, cerca de Lecco. En este lugar, su ardiente fervor espiritual, podía contar con soledad, oración y meditación.

Murió santamente al amanecer del 8 de Febrero de 1537 a la edad de 51 años, víctima de su misma caridad. Beatificado en 1747, fue proclamado Santo en el año 1767. El Papa Pío XI lo proclamó "Patrono Universal de los huérfanos y de la Juventud abandonada". Su Fiesta se celebra cada año el 8 de Febrero, día de su tránsito al cielo.

Santa Josefina Bakhita

Santa-Josefina-Bakhita


Nació en Sudán entre 1869 y 1872, en la tribu de los Dagiú. Siendo todavía niña, los negreros la raptaron y vendieron cinco veces en los mercados de esclavos. El miedo que experimentó en el rapto le provocó una amnesia que le hizo olvidar incluso su nombre.

Bakhita es el nombre que le dieron los secuestradores; Josefina, el que recibió en el bautismo.

Experimentó las humillaciones y los sufrimientos físicos y morales de la esclavitud, pasando de mano en mano por varios dueños. En Jartum la compró un cónsul italiano, que se la llevó a Génova y se la cedió a unos amigos. Estos, en 1888, la confiaron a las religiosas canosianas de Venecia.

Se fue acercando al catolicismo, en 1890 recibió el bautismo y en 1893 entró en el noviciado de las Hijas de la Caridad Canosianas. Por deseo de sus superioras, escribió sus memorias personales. Durante muchos años se dedicó a diversos trabajos domésticos en la casa de Schio (Vicenza, Italia), hasta que una artritis deformante la dejó postrada en una silla de ruedas.

Murió en Schio el 8 de febrero de 1947. Juan Pablo II la canonizó el año 2000.

Oración: Oh Dios, que de la humillante esclavitud condujiste a santa Josefina a la dignidad de hija tuya y esposa de Cristo, te rogamos nos concedas que, imitando su ejemplo, sigamos con amor firme a Cristo crucificado y, movidos a misericordia, perseveremos en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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viernes, 7 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 07-02-14

De todo corazón amó David a su Creador, entonando salmos cada día
Primera Lectura. Eclesiástico (47,2-13)

Como la grasa es lo mejor del sacrificio, así David es el mejor de Israel. Jugaba con leones como con cabritos, y con osos como con corderillos; siendo un muchacho, mató a un gigante, removiendo la afrenta del pueblo, cuando su mano hizo girar la honda, y derribó el orgullo de Goliat. Invocó al Dios Altísimo, quien hizo fuerte su diestra para eliminar al hombre aguerrido y restaurar el honor de su pueblo. Por eso le cantaban las mozas, alabándolo por sus diez mil. Ya coronado, peleó y derrotó a sus enemigos vecinos, derrotó a los filisteos hostiles, quebrantando su poder hasta hoy. De todas sus empresas daba gracias, alabando la gloria del Dios Altísimo; de todo corazón amó a su Creador, entonando salmos cada día; trajo instrumentos para servicio del altar y compuso música de acompañamiento; celebró solemnemente fiestas y ordenó el ciclo de las solemnidades; cuando alababa el nombre santo, de madrugada, resonaba el rito. El Señor perdonó su delito y exaltó su poder para siempre; le confirió el poder real y le dio un trono en Jerusalén.

Palabra de Dios.

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El gozo de David por el perdón
Salmo Responsorial 17,31.47.50.51

Bendito sea mi Dios y Salvador.
Perfecto es el camino de Dios,
acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen.

Bendito sea mi Dios y Salvador.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
y tañeré en honor de tu nombre.

Bendito sea mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre.

Bendito sea mi Dios y Salvador.
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Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Marcos (6,14-29)

En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: "Juan Bautista ha resucitado, y por eso los ángeles actúan en él." Otros decían: "Es Elías." Otros: "Es un profeta como los antiguos." Herodes, al oírlo, decía: "Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado."
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados.
El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino."
Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?"
La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista."
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista."
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra de Dios.

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Salome-Herodias-Juan-Bautista
San Ricardo el Sajón (¿?-722)




San Ricardo el Sajón nació en Inglaterra. Sus orígenes no han sido del todo corroborados por datos históricos.

Puesto que el primer rey inglés con ese nombre fue Ricardo Corazón de León, quien viviría varios siglos más tarde, se ha puesto en duda que nuestro San Ricardo haya sido rey de Inglaterra. Probablemente haya sido príncipe de Wessex; o sea un gran señor feudal.

Llevó una vida noble y piadosa, y supo transmitir estos valores a la familia que formó. Ya en la edad madura decidió aventurarse a realizar su mayor sueño, que era el de conocer Roma, la "Ciudad Eterna" y Tierra Santa. Y emprendió el viaje, en compañía de sus hijos, en el año 720.

Cruzaron a Francia y comenzaron la larga travesía, primero por el río Sena, y en Rouen continuaron a pie, visitando varios santuarios. Sin embargo, al llegar a la villa de Lucca, San Ricardo falleció repentinamente.

En Lucca se le empezó a venerar muy pronto, pues se dice que aún muerto realizó varios milagros de curación de enfermos, quienes rezaban ante su tumba. La fama de San Ricardo, "rex Anglorum", se extendió, y sus reliquias se conservan todavía en ese lugar.

Sus hijos, acompañantes suyos en la peregrinación que nunca llegó a Roma, con el tiempo fueron canonizados también: San Winebaldo, San Wilibaldo y Santa Walpurga.

Santa Coleta Boylet

Santa-Coleta- Boylet


Nació en Corbie (al norte de Francia) en 1381. Sus padres, ya mayores, la llamaron Nicolette o Colette, agradeciendo a san Nicolás el haberla tenido. Huérfana de padre y madre a los 18 años, distribuyó sus bienes entre los pobres y emprendió una variada experiencia religiosa que pasó por vestir el hábito de la Tercera Orden y llevar vida eremítica, hasta profesar en las clarisas.

Desde su profunda vida de pobreza y oración, se sintió llamada a renovar su Orden, a la que quiso devolver el espíritu y la observancia que le diera santa Clara en su Regla. Con autorización pontificia, reformó unos monasterios y fundó otros nuevos, para los que redactó unas Constituciones, aprobadas por la Iglesia. Aún en la actualidad son numerosos los monasterios de "Coletinas", que se inspiran en Clara y en Coleta.

Su impulso renovador benefició también mucho a los franciscanos. Murió en Gante (Bélgica) el 6 de marzo de 1447. Su fiesta se celebra el 7 de febrero.

Oración: Señor, Dios nuestro, que has elegido a santa Coleta como modelo de vírgenes en el seguimiento de los consejos evangélicos, concédenos caminar por la senda de la vida franciscana, que ella impulsó con su ejemplo y doctrina, y avanzar seguros por ese camino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Juan de Triora

San-Juan-de-Triora


Nació en Triora (Liguria, Italia) en 1760. A los 17 años vistió el hábito franciscano en Roma. Ordenado de sacerdote y después de ejercer con gran provecho el ministerio sagrado en su Provincia religiosa, fue destinado a las misiones de China en 1798. Durante largos años, ayudado por catequistas generosos y por antiguas familias cristianas que habían sobrevivido, ejerció un intenso apostolado, recorriendo incansable inmensos territorios de las provincias de Hunan y de Chensi, predicando y bautizando.

Consciente de que el autor de toda gracia es Dios, se entregaba a una intensa vida de oración y de penitencia. En 1815 se exacerbó la persecución contra la Iglesia y Juan fue hecho prisionero. Sufrió largos meses de cárcel y torturas, y murió estrangulado en Ciansi (Hunan) el 7 de febrero de 1816.

Lo canonizó Juan Pablo II el año 2000.




Beato Pio IX, Papa (Fuente: Zenit)

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Pío IX, en el siglo Giovanni Maria Mastai Ferretti, nació el 13 de mayo de 1792 en Senigallia. Fué elegido pontífice el 16 de junio de 1846, suscitando esperanzas en los ambientes patrióticos liberales y católicos: uno de los primeros actos fue la promulgación de una amnistía para los prisioneros políticos y consintió algunas reformas en el Estado Pontificio. En los primeros dos años del pontificado, se ganó el título de papa liberal, patriótico y reformador.

En abril de 1848, cuando era evidente que la masonería internacional fomentaba atentados, revoluciones y desórdenes contra el Papado y las naciones tradicionalmente católicas, Pío IX tomó distancia de las facciones más radicales de los patriotas italianos. A raiz del desencadenamiento de motines insurreccionales en Roma, se trasladó a Gaeta, mientras que en la ciudad eterna se proclamaba poco después, en 1849, la República Romana por parte de Giuseppe Mazzini, Carlo Armellini e Aurelio Saffi. Las iglesias fueron saqueadas mientras Mazzini se incautaba de obras de arte, propiedad de la Iglesia, para pagar a la masonería británica que había anticipado el dinero necesario para tomar Roma.

Gracias a la intervención de las tropas francesas, la República romana cayó y el Papa pudo volver a la capital en 1850. Desde entonces, el Pontífice puso en marcha una política de intransigencia ("Non possumus") hacia las exigencias del poder laico, convirtiéndose en el adversario más acérrimo del ala anticlerical de la masonería.

En 1854, proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción y, en el primer Concilio Vaticano (1869_70), eldogma de la infalibilidad papal. En 1864, promulgó la encíclica "Quanta cura", con el anexo del "Sillabus", una lista de enseñanzas prohibidas, con la que la iglesia condenaba los errores del momento y conceptos liberales e iluministas. Con la llegada de la unidad de Italia, el último papa_rey se vió desposeido de las regiones de la Romaña (1859), Umbría, las Marcas (1860) y, en 1870, la misma Roma, con la conocida toma de Porta Pia, el 20 de septiembre, que marcó el fin del poder temporal de los papas.

Desde entonces, la masonería italiana celebra su propia fiesta anual, justamente el 20 de septiembre, en recuerdo de la victoria contra la Iglesia. Los documentos antimasónicos del Pontificado de Pío IX son unos 124 y se subdividen en 11 encíclicas, 61 cartas breves, 33 discursos y alocuciones y documentos de varios dicasterios eclesiásticos. Según Pío IX, todos los males que se abatieron en aquél tiempo sobre la Iglesia y sobre la sociedad provenían del ateismo y del cientismo del siglo XVII, postulado por la masonería y exaltado por la Revolución Francesa. En la encíclica "Qui pluribus" (9/10/1849), Pio IX habla de "hombres ligados por una unión nefanda" que corrompen las costumbres y combaten la fe en Dios y en Cristo postulando el naturalismo y el racionalismo y, sobre todo, poniendo en marcha el conflicto entre ciencia y fe. Otro error atribuido a este círculo de pensadores es el hablar de progreso como un mito y contraponerlo a la fe.

Ante estas acusaciones precisas, la Masonería reaccionó con un desdén violento. En primer lugar, convocó un "Anticoncilio masónico, Asamblea de librepensadores" con la idea de liderar un movimiento internacional dedicado a combatir sin tregua al Vaticano. Entre los escritos que se difundieron para esta convocatoria masónica, había uno que decía "El Anticoncilio quiere luz y verdad, quiere ciencia y razón, no fe ciega, no fanatismo, no dogmas, no hogueras. La infalibilidad papal es una herejía. La religión católica romana es una mentira; su reino es un delito".

En esta situación de beligerancia contínua, Pío IX no perdió el ánimo y siguió su trabajo para compactar la Iglesia en torno a un principio de unidad. Atribuyó gran importancia a la espiritualidad popular, a la relación con los santos, especialmente a María a través del reconocimiento de las apariciones de La Salette y de Lourdes. Dió impulso a procesiones, peregrinaciones y todas las formas de piedad popular. En 1870, inauguró un nuevo modo de elección de obispos y prelados, elegidos no ya preferentemente entre los notables sino entre los sacerdotes comunes, allí donde se manifestasen los méritos pastorales. Su popularidad creció enormemente. Fue obstinado en no aceptar ningún arreglo con el Estado italiano. Murió el 7 de febrero de 1878, pero la masonería trató de perseguirlo encarnizadamente incluso tras la muerte. En la noche del 12 al 13 de julio de 1881, su féretro fue trasladado del Vaticano al cementerio del Verano. La masonería organizó una manifestación irreverente, con lanzamiento de piedras, imprecaciones, blasfemias, y canciones vulgares y obscenas, contra el cortejo fúnebre, que a su vez respondía con la recitación del rosario, los salmos, el oficio de difuntos y pías jaculatorias.

El culmen de la agresión tuvo lugar cuando el cortejo fúnebre pasó por el puente Sant'Angelo. Al grito de "¡muerte al Papa, muerte a los curas!", un grupo de desalmados trató de arrojar el cadáver de Pío IX al Tíber. Pero los católicos apretaron las filas en torno a los restos mortales del pontífice y rechazaron el ataque. A la luz de estos acontecimientos, el reconocimiento de la virtud heroica del nuevo beato hace justicia a una persona de gran espesor humano y a un gran Papa.

Pio IX fue beatificado el 30 de Septiembre del 2000. La causa de beatificación de Pío IX fue una de las más largas y difíciles de la historia de la Iglesia. Fue puesta en marcha por Pío X, el 11 de febrero de 1907. Relanzada, por Benedicto XV, sin gran éxito, y también Pío XI animó el proyecto. Tras la segunda guerra mundial, la instructoría canónica fue reiniciada por Pío XII, el 7 de diciembre de 1954. Con Pablo VI la causa experimentó importantes avances: se completó la "positio", es decir, la recogida de las actas del proceso canónico, el análisis de la vida del candidato a la santidad, los interrogatorios de los testigos y las evaluaciones de los historiadores y de los teólogos.

El decreto sobre el ejercicio heroico de las virtudes teologales y cardinales fue promulgado por la Congregación para las Causas de los Santos, el 6 de julio de 1985, y aprobado por Juan Pablo II. Entre las virtudes del Pontífice, figuran el amor sin reservas por la iglesia, la caridad y la gran estima por el sacerdocio y los misioneros. El milagro atribuido a Pío IX, verificado por la Consulta de médicos el 15 de enero de 1986, es la curación inexplicable de una religiosa francesa.

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jueves, 6 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 06-02-14

Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, Salomón, sé un hombre!
Primera Lectura. Primer libro de los Reyes (2,1-4.10-12)

Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: "Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: 'Si tus hijos saben comportarse, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel.'"
David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó.

Palabra de Dios.

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rey-david-Salomon
Salmo Responsorial 1Cro 29,10.11ab.11d-12a.12bcd

Tú eres Señor del universo.
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.

Tú eres Señor del universo.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.

Tú eres Señor del universo.
Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria.

Tú eres Señor del universo.
Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.

Tú eres Señor del universo.
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Los fue enviando
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Marcos (6,7-13)

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: "Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa."
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra de Dios.

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Jesus-envia-discipulos-de-dos-en-dos-72-curar-endemoniados-polvo-sandalias-Lucas-12-Marcos-6
Pablo Miki y compañeros Santos Mártires de Japón



Fiesta de los 26 mártires de Japón que fueron crucificados y lanceados en Nagasaki el 5 de febrero de 1597: San Pedro Bautista, franciscano español, y otros cinco hermanos suyos de hábito, así como diecisiete japoneses, seglares franciscanos. San Pablo Miki y dos de sus catequistas, los tres japoneses.

Pablo Miki nació en Japón el año 1566 de una familia pudiente; fue educado por los jesuitas en Azuchi y Takatsuki. Entró en la Compañía de Jesús y predicó el evangelio entre sus conciudadanos con gran fruto. Las tensiones políticas y religiosas surgidas en aquel país desencadenaron una persecución contra los cristianos, que en algún tiempo habían sido bien acogidos. Al recrudecer la persecución contra los católicos, decidió continuar su ministerio y fue apresado junto con otros. En su camino al martirio, él y sus compañeros cristianos fueron forzados a caminar 600 millas para servir de escarmiento a la población. Ellos iban cantando el Te Deum. Les hicieron sufrir mucho. Finalmente llegaron a Nagasaki y, mientras perdonaba a sus verdugos, fue crucificado el día 5 de febrero de 1597.

Desde la cruz predicó su último sermón. Junto a el sufrieron glorioso martirio otros veinticinco compañeros entre los que se encontraba el misionero franciscano español San Pedro Bautista, el escolar Juan Soan (de Gotó) y el hermano Santiago Kisai, de la Compañía de Jesús, y otros 22 religiosos y seglares.

Y he aquí los datos de los frailes franciscanos: San Pedro Bautista nació en San Esteban del Valle (Ávila, España) el año 1542. Vistió el hábito franciscano en Arenas de San Pedro (Ávila). En 1581, ya sacerdote, fue destinado a Filipinas. Estuvo misionando de paso en México y luego en Manila. Con otros compañeros pasó a Japón en 1593, enviado como embajador de Felipe II ante el emperador Taikosama. Trabajó denodadamente y convirtió a muchos a la fe.

San Pablo Miki
San Felipe de Jesús nació en la Ciudad de México en 1571. Vistió el hábito franciscano en Filipinas y, cuando volvía a México para recibir la ordenación, el galeón naufragó en aguas de Tosa; se refugió en el convento de Meaco o Miyako, donde muy pronto lo arrestaron. Es patrono de los plateros y el primer mártir y santo mexicano.

San Francisco Blanco nació en Monterrey (Orense, España) hacia 1567. Ingresó en la Provincia franciscana de Santiago (Galicia). De paso hacia Filipinas, estuvo algún tiempo en México, donde se ordenó de sacerdote. Llegó a Japón en 1596.

San Francisco de La Parrilla, hermano profeso laico, nació en 1543 en La Parrilla (Valladolid). Tomó el hábito a la edad de 21 años. Camino de Filipinas, permaneció un par de años en México. En 1593 formó parte del séquito que acompañó a san Pedro Bautista cuando éste fue a Japón en misión de paz.

San Gonzalo García, hermano profeso laico, nació en la ciudad de Bazaín, en la India Oriental de Portugal, hacia 1562. Se dedicó al comercio hasta que, en Manila, vistió el hábito franciscano. Cuando san Pedro Bautista fue enviado a Japón, Gonzalo fue incluido en su séquito como intérprete.

San Martín Aguirre de la Ascensión, sacerdote, nacido en Vergara (Guipúzcoa, España) en 1567, que, siendo estudiante de teología en la Universidad de Alcalá, vistió el hábito franciscano. Más tarde pasó a México, camino de Filipinas, y luego llegó a Japón en junio de 1596.

Todos ellos fueron canonizados por Pío IX en 1862.

Oración: Oh Dios, fortaleza de todos los santos, que has llamado a san Pedro Bautista, a san Pablo Miki y a sus compañeros a la vida eterna por medio de la cruz, concédenos, por su intercesión, mantener con vigor, hasta la muerte, la fe que profesamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


San Tito Obispo y discípulo de San Pablo (Siglo I)

San Tito


La figura de Tito es inseparable de Pablo. Tito es menos afectivo que Timoteo, pero más enérgico, más fuerte en las contradicciones. Pablo lo llama su ayuda preciosa, su hijo querido, su amadísimo hermano.

Se habían conocido en Antioquía. Pablo lo asocia a su apostolado y se lo lleva al concilio de Jerusalén. Era un caso delicado, pues Tito venía de la gentilidad, y los más rigoristas exigían que fuera circuncidado, para ser admitido a los ágapes. Después de muchas discusiones, la tesis de Pablo venció. Para ser discípulo de Jesús no era necesario circuncidarse.

Tito acompaña a Pablo en el tercer viaje: Asia Menor, Macedonia, Acaya, Jerusalén. Cuando el cisma surgió en Corinto, Pablo envía a Tito a solucionar el conflicto, y a la vez le encarga una colecta en Acaya y Macedonia para la Iglesia madre de Jerusalén. Corinto ardía en discusiones. El celo y habilidad de Tito logró la pacificación de la comunidad de Corinto.

Después Pablo lo consagra obispo y le recomienda poner orden en la difícil situación por la que pasa la comunidad de Creta. Todo estaba allí muy confuso. Epiménides, cretense, pintaba con duros trazos a sus compatriotas: "Son mentirosos empedernidos, malas bestias, vientres perezosos". Tito había de poner en juego toda su habilidad para separar el trigo de la paja, pues muchos se habían hecho cristianos con torcidas intenciones.

San Pablo escribe una Carta a Tito, y le recomienda que proceda con autoridad frente a los indisciplinados, y con mucha vigilancia en lo que se refiere "a cuestiones necias, genealogías, altercados y vanas disputas sobre la Ley". "Habla con imperio y que nadie te desprecie". Otra vez el celo apostólico de Tito triunfó como antes en Corinto. Tito supo ganarse el cariño de los cretenses y a ellos se entregó hasta el fin de su vida.

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miércoles, 5 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 05-02-14

Soy yo el que he pecado, haciendo el censo de la población. ¿Qué han hecho estas ovejas?
Primera Lectura. Segundo libro de Samuel (24,2.9-17)

En aquellos días, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él: "Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo."
Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá quinientos mil.
Pero, después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: "He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque ha hecho una locura."
Antes que David se levantase por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor: "Vete a decir a David: 'Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno, y yo lo ejecutaré.'"
Gad se presentó a David y le notificó: "¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres dias de peste en tu territorio. ¿Qué le respondo al Señor, que me ha enviado?"
David contestó: "¡Estoy en un gran apuro! Mejor es caer en manos de Dios, que es compasivo, que caer en manos de hombres."
Y David escogió la peste. Eran los días de la recolección del trigo. El Señor mandó entonces la peste a Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado. Y desde Dan hasta Berseba, murieron setenta mil hombres del pueblo. El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla.
Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor: "¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mí y sobre mi familia."
El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando a la población: "¡Basta! ¡Detén tu mano!"

Palabra de Dios.

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Samuel-24-censo-David-peste-plaga
Salmo Responsorial 31,1-2.5.6.7

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: "Confesaré al Señor mi culpa",
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Tú eres mi refugio,
me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación.

Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
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No desprecian a un profeta más que en su tierra
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Marcos (6,1-6)

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?"
Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa."
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra de Dios.

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Jesus sinagoga
Santa Águeda


Santa Agueda


Es una de las más famosas vírgenes y mártires de la antigüedad cristiana, desde la antigüedad su culto se extendió por toda la Iglesia y su nombre fue incluido en el canon romano de la misa. Nació en Catania o Palermo hacia el año 230, de padres cristianos, nobles y ricos. En su juventud consagró su virginidad al Señor.

Santa Águeda poseía todo lo que una joven suele desear: Una familia distinguida y belleza extraordinaria. Pero atesoraba mucho mas que todo su fe en Jesucristo. Así lo demostró cuando el Senador Quinciano (Quintianus), gobernador de la isla de Sicilia, se aprovechó de la persecución del emperador Decio (250-253) contra los cristianos para intentar poseerla. Las propuestas del senador fueron resueltamente rechazadas por la joven virgen, que ya se había comprometido con otro esposo: Jesucristo. Quintianus no se dio por vencido y la entregó en manos de Afrodisia, una mujer malvada, con la idea de que esta la sedujera con las tentaciones del mundo. Pero sus malas artes se vieron fustigadas por la virtud y la fidelidad a Cristo que demostró Santa Águeda.

Quinciano entonces, poseído por la ira, sometió a Águeda a los más crueles y vejatorios tormentos porque se negó ella a las pretensiones amorosas de él, no quiso sacrificar a los dioses y se mantuvo firme en su fe cristiana. Según cuenta la tradición, Quinciano, despechado y furioso, ordenó que le cortaran los pechos. Es famosa la respuesta de Santa Águeda: "Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?". La santa fue consolada con una visión de San Pedro quién, milagrosamente, la sanó. Pero las torturas continuaron y al fin fue meritoria de la palma del martirio, siendo echada sobre carbones encendidos, muriendo virgen y mártir en Catania, Sicilia (Italia) el 5 de febrero del año 251.

Según la tradición, en una erupción del volcán Etna, ocurrida un año después del martirio de Santa Águeda (c.250), la lava se detuvo milagrosamente al pedir los pobladores del área la intercesión de la santa mártir. Por eso la ciudad de Catania la tiene como patrona y las regiones aledañas al Etna la invocan como patrona y protectora contra fuego, rayos y volcanes. Además de estos elementos, la iconografía de Santa Águeda suele presentar la palma (victoria del martirio), y algún símbolo o gesto que recuerde las torturas que padeció (ver imagen, arriba).

Tanto Catania como Palermo reclaman el honor de ser la cuna de Santa Águeda. En algunos lugares, el "pan de Santa Águeda" y agua son bendecidos durante la misa de su fiesta.

La Iglesia de Santa Águeda en Roma tiene una impresionante pintura de su martirio sobre el altar mayor.

Oración: Te rogamos, Señor, que la virgen santa Águeda nos alcance tu perdón, pues ella fue agradable a tus ojos por la fortaleza que mostró en su martirio y por el mérito de su castidad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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martes, 4 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 04-02-14

¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti!
Primera Lectura. Segundo libro de Samuel (18,9-10.14b.24-25a.30–19,3)

En aquellos dias, Absalón fue a dar en un destacamento de David. Iba montado en un mulo, y, al meterse el mulo bajo el ramaje de una encina copuda, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que cabalgaba se le escapó.
Lo vio uno y avisó a Joab: "¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina!"
Agarró Joab tres venablos y se los clavó en el corazón a Absalón. David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió al mirador, encima de la puerta, sobre la muralla, levantó la vista y miró: un hombre venía corriendo solo.
El centinela gritó y avisó al rey. El rey dijo: "Retírate y espera ahí." Se retiró y esperó alli.
Y en aquel momento llegó el etíope y dijo: "¡Albricias, majestad! ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los que se habían rebelado contra ti!"
El rey le preguntó: "¿Está bien mi hijo Absalón?"
Respondió el etíope: "¡Acaben como él los enemigos de vuestra majestad y cuantos se rebelen contra ti!"
Entonces el rey se estremeció, subió al mirador de encima de la puerta y se echó a llorar, diciendo mientras subía: "¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!"
A Joab le avisaron: "El rey está llorando y lamentándose por Absalón."
Así la victoria de aquel dia fue duelo para el ejército, porque los soldados oyeron decir que el rey estaba afligido a causa de su hijo. Y el ejército entró aquel día en la ciudad a escondidas, como se esconden los soldados abochornados cuando han huído del combate.

Palabra de Dios.

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Muerte-de-Absalom-Rey-David-Samuel por James Tissot
Salmo Responsorial 21,26b-27.28.30.31-32

Te alabarán, Señor, los que te buscan.
Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre.

Te alabarán, Señor, los que te buscan.
Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán las familias de los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,
ante él se inclinarán los que bajan al polvo.

Te alabarán, Señor, los que te buscan.
Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor.

Te alabarán, Señor, los que te buscan.
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Contigo hablo, niña, levántate
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Marcos (5,21-43)

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva."
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: "¿Quién me ha tocado el manto?"
Los discípulos le contestaron: "Ves como te apretuja la gente y preguntas: '¿Quién me ha tocado?'"
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo.
Él le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud."
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: "Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?"
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas; basta que tengas fe."
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: "¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida."
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: "Talitha qumi" (que significa: "Contigo hablo, niña, levántate").
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra de Dios.

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Resurrección de la hija de Jairo curacion hemorroisa
San Andrés Corsini (año 1373) El lobo que llegó a ser cordero

San Andres Corsino
Candela

Lo llamaron Andrés por haber nacido en el día de la fiesta del apóstol San Andrés (30 de noviembre) en el año 1602, en Florencia, Italia. Andrés significa: "varonil".

Su juventud, a pesar de ser hijo de unos padres muy buenos y piadosos, fue dedicada al vicio y al pecado, porque tuvo la desgracia de juntarse con malas amistades, y se cumplió en él aquel antiguo refrán "El que con lobos anda, a aullar aprende". Los sabios dicen que cada cual es lo que sean sus amistades. Y Andrés se volvió malo porque sus amistades no eran nada buenas.

Un día el joven disipado le oyó contar a su madre un misterioso sueño: "Poco antes de que tú nacieras, yo te vi en sueños convertido en un lobo feroz y que entrabas a un templo y allí ante la imagen de la Sma. Virgen te convertías en un manso cordero. Oh cuanto he rezado a Dios y a la Virgen para que la segunda parte de este sueño se convierta en realidad. Lobo ya lo has sido, y más malo de lo que jamás hubiéramos imaginado que ibas a llegar a ser. ¡Pero confío en que la Madre de Dios te habrá de convertir algún día en manso cordero que no ofenda al Señor! ¡Desde el día de tu nacimiento yo te consagré a Dios y a la Madre Santísima. Y con tu padre no hemos dejado un solo día de rezar para que te conviertas y cambies de modo de comportarte!

Estas palabras impresionaron profundamente al joven Andrés. Lleno de vergüenza y arrepentimiento se fue a la iglesia de los Padres Carmelitas y de rodillas ante la imagen de Nuestra Señora del Carmen prometió que su vida cambiaría totalmente.

Preguntó a un santo sacerdote qué debería hacer para enmendar su mala vida pasada y él le aconsejó que entrara de religioso. Y así lo hizo. Se fue de fraile carmelita, y aunque sus antiguos amigotes y un tío materialista hicieron todo lo posible por convencerlo de que se quedara en el mundo en su vida de pecado y vicio, pudo más la gracia de Dios que los atractivos del mal, y se fue de religioso.

A uno que le ofrecía un elegante matrimonio le respondió: "¿Y de qué me sirve todo eso si no consigo la paz de mi alma?".

Cuando se ordenó de sacerdote, sus parientes, que eran de las riquísimas familias Corsini, le prepararon unas fiestas muy suntuosas en Florencia, su ciudad natal, pero él, sabiendo que esas fiestas lo iban a disipar en vez de enfervorizarlo, se fue a una iglesita apartada y solitaria y allá celebró muy piadosamente sus primeras misas, lejos de las fiestas mundanas que no sirven para aumentar el fervor.

Pocos años después de su ordenación sacerdotal, empezó Dios a premiarle su vida de santidad y de grandes sacrificios, concediéndole el don de obrar milagros. Profetizaba lo que iba a suceder, y sus profecías se cumplían exactamente. Bendecía enfermos y estos se curaban. Pero sobre todo lograba la conversión de grandes pecadores, como su materialista tío Juan Corsini, que ante su predicación dejó la vida mundana de pecado y empezó a dedicarse a orar y a obrar el bien.

Los jefes de la Iglesia de Fiésole se reunieron y aclamaron como obispo al Padre Andrés, pero éste salió huyendo y se escondió en un apartado convento, porque se consideraba indigno de ese cargo.

Después de buscarlo inútilmente por todas partes, ya iban a elegir otro como obispo, cuando un niño anunció que el Padre Andrés estaba en el convento de los cartujos. Entonces el pueblo se fue hacia allá y lo trajo y tuvo que aceptar tan difícil cargo. Fue obispo por 24 años y ejerció su oficio con la mansedumbre de un cordero.

Aunque vivía en el palacio episcopal, su vida era la de un penitente. Totalmente dedicado a servir y a ayudar a su pueblo y a colaborar con cuanta obra fuera posible en favor de los pobres y de los pecadores, su vida individual parecía la de un monje del desierto. Dormía en el suelo sobre una estera. Dedicaba varias horas al día a la oración. Ayunaba y guardaba abstinencia continuamente. Su meditación preferida era el pensar en la Pasión y Muerte de Jesucristo.

En la dirección espiritual y confesión de las mujeres jamás las miraba al rostro y prácticamente no sabía cómo era el rostro de ninguna de ellas. No le agradaba nada que lo vivieran felicitando o llamándolo santo, pues se creía un pobre y miserable pecador. En cambio aceptaba con mucho gusto las humillaciones que le hacían.

Todo lo que el obispo Andrés conseguía lo repartía entre los pobres e iba de puerta en puerta pidiendo para ellos.

Iba personalmente a buscar a los pobres "vergonzantes", o sea a aquellos que en un tiempo tuvieron buena posición económica pero que habían caído en la miseria y les daba pena pedir, y él en persona les llevaba las ayudas que necesitaban. La gente decía: "Monseñor Andrés jamás niega un favor al que lo necesita, si en su mano está el poder hacerlo".

Pero en lo que más sobresalía San Andrés Corsini era en su capacidad de poner paz entre los que estaban peleados. El Sumo Pontífice lo envió a poner paz en Bolonia, donde la gente estaba dividida en dos partidos: pobres y ricos, y se odiaban espantosamente. Después de soportar muchas humillaciones y hasta cárceles, el santo logró apaciguar los ánimos. Se hicieron las paces y por muchos años aquellos dos grupos no volvieron a pelear.

Murió el 6 de enero de 1373, a los 71 años, e inmediatamente el pueblo lo declaró santo y empezó a pedirle favores y a obtenerlos por montones. Después el Sumo Pontífice Urbano Octavo lo canonizó en 1629.

San Andrés Corsini: Pídele a Dios que nos conceda dedicar nuestra vida a ayudar a los pobres y poner paz entre los demás. Y a la Virgencita que te convirtió, ruégale por nosotros los que hasta ahora hemos sido lobos dañinos, para que nos convirtamos pronto como lo lograste tú, en mansos corderos del rebaño de Cristo.

Santa Catalina de Ricci, virgen + 1590


Candela

El siglo XVI fue fecundo en Santos en varias naciones, entre ellas Italia. El 23 de abril de 1522 nacía en Florencia, Toscana-Italia, la futura santa Catalina aunque el ser bautizada le fue impuesto el nombre de Alejandra. Sus padres, que se llamaban Francisco y Catalina, eran buenos cristianos y pertenecientes más bien a la aristocracia de la ciudad. Poco después de nacer Alejandra, murió su madre y su padre pasó a segundos nupcias.

La pequeña Alejandra tanto por su padre como por la madrastra fue tratada y educada con todo cuidado. Ya desde niña aparecieron en ella virtudes que después darían más copioso fruto cuando se hiciera mayor.

Cuando tenía diez años fue internada por su padre en el Monasterio de Monticelli donde estaba de religiosa su tía Luisa Ricci. Muy pronto quedaron profundamente admiradas las religiosas al descubrir las muchas y profundas virtudes que adornaban su alma. Alguna religiosa medio la espiaba para ver si su virtud, sobre todo la que manifestaba cuando se encontraba ante el Señor en oración, si era algo natural o pasajero. Pasaba largas horas postrada ante el Santísimo Sacramento y meditaba en la Pasión del Señor, en cada uno de los pasos que nos recuerdan los Evangelios. Siendo ya religiosa sería ésta una de las notas más destacadas de su rica vida espiritual.

A los trece años volvió a la casa paterna siguiendo casi la misma vida que llevara en el internado. Su padre, según costumbre de la época, le propuso un lisonjero porvenir ya que tenía proyectado unirla en matrimonio con uno de los jóvenes de familia más noble de la ciudad. Alejandra agradeció a su padre sus buenos deseos pero le contestó resueltamente que no entraba en sus planes el contraer matrimonio ya que se había ya desposado con Jesucristo al que le había hecho voto de virginidad.

Conoció a dos religiosas dominicas del Convento de San Vicente de Prato, que iban por la calle recogiendo limosna y la joven les pidió que le dieran toda clase de explicaciones del género de vida que en el convento llevaban. Después de bien enterada de ello pidió permiso a sus padres y con su bendición ingresó en aquel mismo Monasterio el 1535, cuando tan sólo contaba trece años. Vistió el hábito de la Orden dominicana y al año siguiente emitió los votos religiosos con gran gozo de su alma y de todas las religiosas ya que todas sabían apreciar el gran regalo que les había hecho la Divina Providencia al enviarles esta perla de criatura.

Al poco de profesar, el Señor vino a visitarla enviándole una terrible y múltiple enfermedad ya que fueron varias las dolencias que a la vez afligían su débil cuerpo. Las mismas religiosas y los médicos quedaban admirados cómo era posible que pudiera resistir tanto dolor de todo tipo. Se le apareció un Santo de su Orden, hizo sobre ella la señal de la cruz y quedó curada por varios años. Durante estos atroces tormentos tenia una medicina que la curaba, por lo menos le daba paz y alivio: Era el meditar en la Pasión del Señor, en los muchos dolores que Él sufrió por nosotros. Meditaba paso a paso, en toda su viveza y a veces se le manifestaba el Señor bien con la Cruz a cuestas, bien coronado de espinas o clavado en la Cruz. Ante estos dolores del Maestro, Catalina, que así se llamó desde que vistió el hábito dominicano, encontraba fuerzas para cargar con su propia cruz.

Recibió muchos dones y regalos del cielo: Revelaciones, gracias de profecía y milagros. Luces especiales en los más delicados asuntos de los que ella nada sabía. Por ello acudieron a consultarla Papas, cardenales y grandes de la tierra igual que personas sencillas y humildes. A todos atendía con gran bondad y humildad ya que se veía anonada por sus miserias y se sentía la más pecadora de los mortales. El 2 de febrero de 1590 expiró en el Señor.

(Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo)

San José de Leonisa(Leonessa) sacerdote Capuchino

Jose-de-Leonisa
Candela

Nació en Leonessa (Rieti, Italia) en 1556 de una familia acomodada y piadosa. A la edad de dieciocho años hizo su profesión como fraile capuchino en su ciudad natal, y tomó el nombre de José, en lugar de Eufranio, su nombre de pila. Llevó una vida entregada a la oración y la penitencia. En 1580 recibió la ordenación sacerdotal y se consagró con fervor al apostolado de la predicación en tierras de la Italia central.

En 1587 los superiores lo enviaron a Constantinopla como misionero entre los cristianos del suburbio de Pera, para que atendiera en lo espiritual y en lo humano a los galeotes y demás prisioneros cristianos. Se entregó con todas sus fuerzas a esta tarea; allí animaba y servía a los esclavos cristianos de las galeras con maravillosa devoción, especialmente durante una peste maligna, de la cual se contagió, aunque después recobró la salud.

Convirtió a muchos apóstatas, y se expuso al rigor de la ley turca cuando predicaba la fe a los musulmanes. Quiso llegar hasta el Sultán para anunciarle el Evangelio y pedirle la libertad religiosa de todos los creyentes. Pero lo apresaron; José fue encarcelado dos veces, y la segunda vez lo condenaron a muerte y lo torturaron cruelmente. Mediante afilados garfios que atravesaban una de sus manos y uno de sus pies fue colgado de una horca. Sin embargo, después de haber sido torturado por muchas horas, fue milagrosamente liberado y se le conmutó su sentencia por el destierro. Volvió a Italia en 1589, donde reemprendió la predicación y se dedicó a los pobres y enfermos, para los que promovió obras e instituciones sociales.

Hacia el fin de su vida sufrió mucho a causa de un tumor. Para extirpárselo, fue sometido a dos operaciones durante las que no exhaló el menor gemido o queja, sosteniendo todo el tiempo un crucifijo sobre el cual tenía fijos los ojos. Cuando se sugirió que antes de la operación debería ser atado, señaló el crucifijo, diciendo: "Este es el lazo más fuerte; esto me sujetará mejor que cualquier cuerda lo haría". La operación no tuvo éxito y San José murió felizmente el 4 de febrero de 1612 en Amatrice (Rieti), a la edad de cincuenta y ocho años.

Oración: Te rogamos, Señor, que, a ejemplo de san José de Leonisa, predicador de tu Evangelio, animados por su mismo entusiasmo, nos entreguemos a la salvación de los hombres y te sirvamos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santa Juana de Valois

Juana-de-Valois
Candela

Hija de Luis XI, rey de Francia, nació con malformaciones el año 1464 en Nogent-le-Roy. Aún en la cuna, fue prometida en matrimonio al futuro Luis XII, con el que se casó en 1476. Tras veintidós años de calvario y sin haber tenido descendencia, su matrimonio fue anulado y ella se retiró al ducado de Berry, que gobernó con sabiduría y caridad.

De siempre había llevado una profunda vida religiosa, a la que ahora podía dedicarse sin trabas. Gozó de carismas y fenómenos místicos extraordinarios. Bajo la guía de su director espiritual, el franciscano Gabriel María (Gilberto) Nicolás, fundó la Orden de la Anunciación, en honor de la Virgen, que desde el principio estuvo bajo el régimen de los franciscanos y participó de los privilegios de las clarisas.

Murió en Bourges (Aquitania) el 4 de febrero de 1505.





Santos Filoromo y Fileas, Mártires

Candela

Fileas pertenecía a una de las familias más nobles y más antiguas del bajo Egipto. Era originario de Thmuis, ocupó altos cargos, desempeñó funciones públicas y poseía amplios conocimientos filosóficos. Probablemente se convirtió al cristianismo a la edad madura, siendo luego elegido obispo de su ciudad natal. Paralelamente, Filoromo ocupaba un alto puesto administrativo en Alejandría, y también él se convirtió al cristianismo tardíamente. Ambos fueron hechos prisioneros al mismo tiempo y sin duda estuvieron en la mazmorra los últimos meses del año 306.

En este lapso, Fileas dirigió una carta a los fieles de su diócesis exhortándolos a seguir firme en la fe a Cristo aún después de su inminente muerte. Posteriormente, los dos mártires fueron interrogados por Culciano, prefecto de Egipto y al mantenerse firmes a su adhesión a Jesús, fueron condenados a ser decapitados. Murieron el 18 de mayo del año 307.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

lunes, 3 de febrero de 2014

Lecturas y Santoral 03-02-14

Huyamos de Absalón. Dejad a Semeí que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor
Primera Lectura. Segundo libro de Samuel (15,13-14.30;16,5-13a)

En aquellos días, uno llevó esta noticia a David: "Los israelitas se han puesto de parte de Absalón."
Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: "¡Ea, huyamos! Que, si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros, y pase a cuchillo la población."
David subió la cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza, y subían llorando. Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía.
Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos –toda la gente y los militares iban a derecha e izquierda del rey–, y le maldecía: "¡Vete, vete, asesino, canalla! El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino."
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: "Ese perro muerto ¿se pone a maldecir a mi señor? iDéjame ir allá, y le corto la cabeza!"
Pero el rey dijo: "¡No os metáis en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?"
Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: "Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizá el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy."
David y los suyos siguieron su camino.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Samuel-15-Semei-David-huye-de-Abasalon
Salmo Responsorial 3,2-3.4-5.6-7

Levántate, Señor, sálvame.
Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
"Ya no lo protege Dios."

Levántate, Señor, sálvame.
Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo.

Levántate, Señor, sálvame.
Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.

Levántate, Señor, sálvame.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Espíritu inmundo, sal de este hombre
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Marcos (5,1-20)

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre, poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes."
Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre."
Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?"
Él respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos."
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte.
Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos."
Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia."
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Marcos 5 - endemoniado de gerasa piara de cerdos gerasenos
San Blas obispo de Sebaste y mártir 316

San Blas obispo de Sebaste y mártir


Nació en Sebaste (Armenia) en la segunda mitad del siglo III. Según la tradición fue médico y cristiano ejemplar. Lo eligieron obispo de su ciudad natal, y fue pastor prudente y celoso, intrépido protector de sus fieles en las terribles persecuciones del Imperio Romano de principios del siglo IV.

Tuvo que huir a las montañas donde se entregó a la penitencia y la contemplación. Lo apresaron, y su traslado ante el prefecto constituyó una apoteosis popular, acompañada de milagros. Ante su negativa a renunciar a la fe, lo sometieron a toda clase de tormentos, y murió decapitado en su ciudad natal, con toda probabilidad el año 316.

Su culto se extendió por toda Europa y es invocado como intercesor en las enfermedades de garganta. Se le atribuye el milagro de la espina atravesada en la garganta de un niño al que Blas salvó tocando el lugar del atragantamiento.

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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