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lunes, 26 de abril de 2021

Lecturas y Santoral 26/04/2021. Lunes de la cuarta semana de Pascua. San Isidoro. obispo y doctor de la Iglesia

Vuestra fe se apoye en el poder de Dios
Primera Lectura. Primera carta del Apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-10
Yo mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Sabiduría, sí, hablamos entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman». Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 118, 99-100. 101-102. 103-104

Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.

Soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus mandatos.

Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.

Aparto mi pie de toda senda mala, para guardar tu palabra; no me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido.

Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.

¡Qué dulce al paladar tu promesa: más que miel en la boca! Considero tus mandatos, y odio el camino de la mentira.

Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.

Vosotros sois la luz del mundo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 13-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielos».

Palabra de Dios


San Isidoro de Sevilla, obispo y doctor de la Iglesia

El último de los Santos Padres latinos de la Iglesia. Nació hacia el año 560, y era oriundo, como sus santos hermanos Leandro, Fulgencio y Florentina, de Cartagena (España). Educado por su hermano san Leandro, arzobispo hispalense, le sucedió en la sede sevillana, donde desarrolló su extraordinaria labor pastoral y literaria, procurando la maduración cultural y moral del clero, fundando un colegio, prototipo de los futuros seminarios.

Su sabiduría iba unida a una gran humildad y caridad. Compuso libros llenos de erudición, entre los que hay que destacar el de las Etimologías. Organizó bibliotecas, convocó y presidió varios concilios, entre ellos el IV de Toledo del 633, ordenó la liturgia hispano-visigoda, dio cánones sabios para renovar la vida de los religiosos y de los fieles.

Después de 40 años de episcopado, murió el 4 de abril del 636. El año 1063 fue trasladado su cuerpo a León, donde hoy recibe culto en la iglesia de su nombre.

Oración: Señor, Dios todopoderoso, tú elegiste a san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia, para que fuese testimonio y fuente del humano saber; concédenos, por su intercesión, una búsqueda atenta y una aceptación generosa de tu eterna verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Fray Maria Rafael Arnáiz Barón, monje trapense

Nació en Burgos (España) el 9 de abril de 1911, de una familia de alta sociedad y profundamente religiosa. En esa misma ciudad fue bautizado y confirmado. Comenzó sus estudios en el colegio de los padres jesuitas y recibió por primera vez la Eucaristía en 1919.

En esos años tuvo la primera visita de la que habría de ser su asidua compañera: una enfermedad de fiebres colibacilares que le obligó a interrumpir sus estudios. Cuando se recuperó, su padre, en agradecimiento a lo que consideró una intervención especial de la santísima Virgen, a finales del verano de 1921 lo llevó a Zaragoza, donde lo consagró a la Virgen del Pilar.

Su familia se trasladó a Oviedo, y allí continuó sus estudios de bachillerato, en el colegio de los padres jesuitas y al terminar se matriculó en la Escuela superior de arquitectura de Madrid, donde supo unir el estudio con una ardiente y asidua vida de piedad; había introducido en su horario de estudio una larga visita diaria a "el Amo" en el oratorio de Caballero de Gracia, y participaba puntualmente en su turno de adoración nocturna.

De inteligencia brillante y ecléctica, Rafael tenía destacadas dotes para la amistad y buen trato. Poseía un carácter alegre y jovial; era deportista, rico en talento para el dibujo y la pintura; le gustaba la música y el teatro. A la vez que crecía en edad y desarrollaba su personalidad, crecía también en su experiencia espiritual de vida cristiana.

En su corazón bien dispuesto a escuchar a Dios quiso suscitar la invitación a una consagración especial en la vida contemplativa. Había conocido la trapa de San Isidro de Dueñas y se sintió fuertemente atraído porque la percibió como el lugar que correspondía a sus íntimos deseos. Así, en diciembre de 1933 interrumpió sus cursos en la universidad, y el 16 de enero 1934 entró en el monasterio de San Isidro.

Después de los primeros meses de noviciado y la primera Cuaresma vividos con entusiasmo en medio de las austeridades de la trapa, de improviso Dios quiso probarlo misteriosamente con una penosa enfermedad: una aguda diabetes sacarina, que lo obligó a abandonar apresuradamente el monasterio y a regresar a casa de sus padres para ser cuidado adecuadamente.

Regresó a la trapa apenas restablecido, pero la enfermedad le obligó a abandonar varias veces el monasterio, donde volvió otras tantas veces para responder generosa y fielmente a la llamada de Dios.

Se santificó en la gozosa y heroica fidelidad a su vocación, en la aceptación amorosa de los planes de Dios y del misterio de la cruz, en la búsqueda apasionada del rostro de Dios; le fascinaba la contemplación de lo Absoluto; tenía una tierna filial devoción a la Virgen María —la "Señora" como le gustaba llamarla—. Falleció en la madrugada del 26 de abril de 1938, recién cumplidos los 27 años. Fue sepultado en el cementerio del monasterio, y después en la iglesia abacial.

Muy pronto su fama de santidad se extendió fuera de los muros del convento. Sus numerosos escritos ascéticos y místicos continúan difundiéndose con gran aceptación y para el bien de cuantos entran en contacto con él. Ha sido definido como uno de los más grandes místicos del siglo XX.

El 19 de agosto de 1989 el Papa Juan Pablo II, con ocasión de la Jornada mundial de la juventud en Santiago de Compostela, lo propuso como modelo para los jóvenes del mundo de hoy y el 27 de septiembre de 1992 lo proclamó beato.

La canonización la realizó el Papa Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009. Con su canonización el Papa Benedicto XVI lo presenta como amigo, ejemplo e intercesor a todos los fieles, sobre todo a los jóvenes.

Su fiesta se celebra hoy, 26 de abril.

Algunas máximas espirituales del Beato Fray María Rafael

¡Sólo Dios llena el alma…, y la llena toda!

La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.

El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?

Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.

¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!

Oración: Señor omnipotente que glorificas a los humildes y abates a los soberbios, te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre ensalces la memoria del beato Rafael, concediéndonos la gracia que te pedimos por intercesión del mismo, que vivió y murió para glorificarte a Ti, Señor, que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén

Anacleto (Cleto), Santo

El santo papa Anacleto fue natural de Atenas, hijo de Antioco, y por su mucha santidad y letras fue puesto en la Silla del Príncipe de los Apóstoles, por muerte de San Clemente, papa y mártir, imperando Trajano. Este cruelísimo emperador, viendo crecer la religión cristiana y disminuir el culto de sus falsos dioses, levantó la tercera persecución contra la Iglesia, pensando que con tormentos podría exterminarla; pero la semilla regada con la Sangre de los mártires fructificaba más y más.

En virtud de esta persecución tan rigurosa, ordenó San Anacleto que al fin de la Misa comulgasen todos los que se hallaran presentes. Mandó también que a la consagración del obispo asistiesen otros tres obispos, y que los clérigos fuesen admitidos a las órdenes públicamente. Escribió algunas Epístolas, en las que trata de la autoridad del Sumo Pontífice, afirmando que sólo Dios le puede juzgar. Finalmente, después de haber gobernado la Iglesia de Dios nueve años, tres meses y diez días, padeció martirio por la fe de nuestro Señor Jesucristo en el año 88.

Antiguamente se recordaba a este santo el 13 de julio, en el actual martirologio se trasladó su fiesta al 26 de abril.

martes, 1 de septiembre de 2020

Lecturas y Santoral 01/09/2020. Martes de la vigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

El hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios; en cambio, el hombre espiritual lo juzga todo.
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 10b-16
Hermanos: El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. Pues, ¿quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo conoce solo el Espíritu de Dios. Pero nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo; es el Espíritu que viene de Dios para que conozcamos los dones que de Dios recibimos. Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu. Pues el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que él no está sujeto al juicio de nadie. «¿Quién ha conocido la mente del Señor para poder instruirlo? ». Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 144, 8-9. 10-11. 12-13ab. 13cd-14

El Señor es justo en todos sus caminos.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es justo en todos sus caminos.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

El Señor es justo en todos sus caminos.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

El Señor es justo en todos sus caminos.

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

El Señor es justo en todos sus caminos.

Sé quién eres: el Santo de Dios
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad. Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz: «¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Pero Jesús le increpó diciendo: «¡Cállate y sal! de él». Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño. Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí: «¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen». Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.

Palabra de Dios

Beato José Samsó I Elías

Nació en Castellbisbal (Barcelona) el año 1887. De joven ingresó en el Seminario Diocesano de Barcelona y en 1910 recibió la ordenación sacerdotal. Tuvo varios destinos y desde 1919 fue párroco de Santa María de Mataró.

Fue un excelente catequista, el mejor de la diócesis y de España entonces. Su obra más conocida es la Guía para catequistas, preparada ya en marzo de 1936, pero que no se publicó hasta 1940. Destacó por el celo pastoral como párroco, las celebraciones de la fe, la dirección espiritual, la visita a los enfermos, el fomento de las vocaciones, la atención a los pobres.

Por ser sacerdote lo detuvieron el 30 de julio de 1936. Permaneció en la cárcel de Mataró un mes; en ella llevaba una intensa vida espiritual y hacía apostolado. El 1 de septiembre lo condujeron al cementerio de Mataró y lo fusilaron. En el cementerio dijo a los que se disponían a matarlo que "los perdonaba de corazón como Jesús había perdonado a los que lo habían clavado en la cruz", y exclamó: "Abrazadme, yo os perdono a todos".

Fue beatificado el año 2010.

San Josué

Caudillo de Israel, fue uno de los grandes patriarcas y uno de los más insignes personajes del Antiguo Testamento. Vivió allá por el siglo XII antes de Cristo. Era hijo de Nun, siervo del Señor. Moisés le impuso las manos y quedó lleno del espíritu de sabiduría; colaboró con él y, después de su muerte, guió al pueblo de Israel y lo introdujo de modo prodigioso en la Tierra Prometida, cruzando el río Jordán (Jos 1,1).

A él se atribuyen hechos milagrosos: las murallas de Jericó se derrumbaron, el sol se detuvo hasta que Israel alcanzó la victoria.

lunes, 31 de agosto de 2020

Lecturas y Santoral 31/08/2020. Lunes de la vigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

Os anuncié a Cristo crucificado
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-5
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado. También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. 

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 118, 97. 98. 99. 100. 101. 102

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!
todo el día la estoy meditando.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

Tu mandato me hace más sabio
que mis enemigos,
siempre me acompaña.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido.

¡Cuánto amo tu ley, Señor!.

Me ha enviado a evangelizar a los pobres... Ningún profeta es aceptado en su pueblo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 4, 16-30
En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor». Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos los clavados en él. Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es este el hijo de José?». Pero Jesús les dijo: «Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún». Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio». Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Palabra de Dios


San Ramón Nonato

Nació en Portell, provincia de Lérida en España, el año 1200. Se le llama “Nonato” porque lo extrajeron del seno de su madre que acababa de morir.

En 1224 ingresó en la Orden de la Merced (Mercedarios), siendo uno de los primeros compañeros de san Pedro Nolasco que la había fundado para la redención de cautivos y la formación religiosa y moral de los esclavos de los territorios ocupados por los árabes.

Después de trabajar un tiempo en España, marchó a Argelia, donde se quedó como rehén y padeció mucho, a la vez que confortaba a sus compañeros de prisión.

Vuelto a Cataluña y ya famoso, el papa Gregorio IX, en 1239, lo creó cardenal y lo llamó a Roma como consejero suyo. Emprendió el viaje, pero pronto lo asaltaron unas fiebres violentas que le causaron la muerte el 31 de agosto de 1240 en Cardona (Barcelona).





Beato Pedro Tarrés I Claret

Nació en Manresa, provincia de Barcelona (España), el año 1905; su padre era mecánico de profesión.

Joven de carácter alegre y abierto, amante de la naturaleza, contemplativo, místico con alma de poeta, estudió medicina y luego la ejerció en Barcelona con gran responsabiilidad. Fue miembro activo y comprometido de la Acción Católica.

El secreto de su vida espiritual era la devoción a la Eucaristía y a la Madre de Dios. Sus hermanas ingresaron en el convento de las Concepcionistas, y él con un compañero fundó la clínica de Nuestra Señora de la Merced.

En julio de 1938 tuvo que enrolarse en el ejército republicano como médico. Después de la guerra ingresó en el seminario de Barcelona y en 1942 recibió la ordenación sacerdotal. En su diócesis trabajó en numerosas obras apostólicas, en la Acción Católica, en la formación de los jóvenes, en la pastoral parroquial, en la atención espiritual de las Franciscanas de la Inmaculada, en obras de beneficiencia.

Murió el 31 de agosto de 1950 en la Clínica que había fundado. Fue beatificado el año 2004.

Santos José de Arimatea y Nicodemo

Estos dos personajes del Nuevo Testamento, amigos de nuestro Señor Jesucristo, recogieron el cuerpo de Jesús bajado de la cruz, lo envolvieron en una sábana y lo pusieron en el sepulcro.

José, miembro respetable del Consejo judío y discípulo del Señor, esperaba el reino de Dios.

Nicodemo, que era fariseo y principal entre los judíos, había ido de noche a ver a Jesús para preguntarle acerca de su misión, y luego lo defendió ante los sumos sacerdotes y los fariseos que querían arrestarlo.

domingo, 16 de febrero de 2020

Lecturas y Santoral 16/02/2020. Domingo de la sexta semana del Tiempo Ordinario

A nadie obligó a ser impío
Primera Lectura. Eclesiástico 15, 16-21

Si quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad.
Él te ha puesto delante fuego y agua, extiende tu mano a lo que quieras.
Ante los hombres está la vida y la muerte, y a cada uno se le dará lo que prefiera.
Porque grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder y lo ve todo.
Sus ojos miran a los que le temen, y conoce todas las obras del hombre.
A nadie obligó a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar.

Palabra de Dios.

Salmo Responsorial. 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34
Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Tú promulgas tus mandatos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus decretos.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu ley.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Muéstrame, Señor, el camino de tus decretos, y lo seguiré puntualmente;
enséñame a cumplir tu ley
y a guardarla de todo corazón.

Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Dios predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria.
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10

Hermanos:
Hablamos de sabiduría entre los perfectos; pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino que, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman».
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios.

Así se dijo a los antiguos; pero yo os digo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 17-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.
Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "necio", merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.
Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio".
Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: "El que se repudie a su mujer, que le dé acta de repudio." Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer -no hablo de unión ilegítima- la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus juramentos al Señor".
Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Onésimo mártir de Asia (¿?-90)

Vivió en el primer siglo de nuestra era. Servía como esclavo para Filemón, señor de la ciudad de Colosas, un desaparecido lugar en la actual Turquía.

Casi todo lo que sabemos de él proviene de San Pablo, pues lo menciona en varias de sus epístolas.

Descontento con su situación como esclavo, Onésimo aprovecha una oportunidad para robar a su amo y escapar. Pero cuando se encontraba huyendo de la justicia, entra en contacto con San Pablo, quien se encontraba prisionero en Roma.

Pablo lo convierte y le coge mucho cariño. Al ver su sincero arrepentimiento, luego de bautizarlo lo manda de vuelta a casa de su amo Filemón, con una carta en la que el Apóstol garantiza su buena conducta y se hace responsable de él.

Filemón, que para entonces ya se había convertido al cristianismo, al recibir a Onésimo lo perdona y le concede la libertad. Además, lo envía de nuevo con San Pablo, a quien le siguió los pasos mucho tiempo.

Según cuenta San Jerónimo, San Onésimo llegó a ser predicador del Evangelio y después obispo de Éfeso por instancia de San Pablo.

Más tarde fue capturado por las autoridades imperiales y llevado de vuelta a Roma, donde murió lapidado.

Juliana, virgen y mártir (+ s. III)


Otro mártir, la doncella de Nicomedia (Asia Menor), cuyas reliquias dieron origen y nombre a la ciudad santanderina de Santillana del Mar, con un culto muy antiguo tanto en Oriente como en Occidente, y a la que sólo conocemos por una "pasión" no poco legendaria y muy tardía.

Como en tantos otros casos, la verdad está enmascarada por un repertorio de clichés hagiográficos que se repiten hasta la más completa inverosimilitud: cúmulo de perfecciones, resistencia heroica a las asechanzas del mundo, tormentos sin fin que no hacen mella en su cuerpo y, tras la manifestación de la evidente ayuda sobrenatural que la asiste, muerte ejemplar a filo de espada.

Hija de paganos, según se nos cuenta, querían casarla con el rico y poderoso Eleusio, a quien ella, para ganar tiempo, impuso la condición de que alcanzase el cargo de prefecto; cuando fue prefecto, le pidió que abrazara el cristianismo, y aquí empieza la historia martirial.

En ella hay un notable episodio: cuando Juliana está en su mazmorra, se le aparece el Maligno en figura de ángel del Cielo y le aconseja que acceda a las pretensiones de Eleusio; la virgen comprende que allí hay engaño, y su oración encadena al Diablo, quien ahora es visible en toda la monstruosidad de su naturaleza.

Sofer, que así se llama el ministro de Satanás, debidamente interrogado confiesa todos sus crímenes – él fue el inductor de Caín y de Judas -, y después de oírle, Juliana, diríase que satisfecha ya su natural curiosidad femenina, le lleva atado hasta el lugar del suplicio, mientras Sofer se lamenta del ridículo que hace ante las gentes y del descrédito que significa aquella humillación para su oficio diabólico. Antes de entregarse al verdugo la santa le echa a un estercolero, y muere decapitada a los dieciocho años.

Santos Elías y compañeros mártires de Cesarea de Palestina.


El año 309, en Cesarea de Palestina, en tiempo del emperador Galerio Maximiano y por obra del gobernador Firmiliano, fueron martirizados un grupo numeroso de cristianos.

Elías, Jeremías, Isaías, Samuel y Daniel, cristianos de Egipto, que habían ido a Cilicia a confortar a sus hermanos en la fe condenados a trabajos forzados en las minas, fueron arrestados, confesaron su fe y se mantuvieron firmes en su fidelidad a Cristo, por lo que, después de sufrir crueles tormentos, fueron muertos a espada. Tras ellos y después de dos años de cárcel, recibieron la corona del martirio Pánfilo, sacerdote, Valente, diácono de Jerusalén, y Pablo, oriundo de la ciudad de Iammia.

También fueron martirizados Porfirio, servidor de Pánfilo, Seleuco de Capadocia, Teódulo, antiguo siervo de la casa del gobernador Firmiliano, y Juliano de Capadocia; éste último, habiendo llegado a la ciudad después de un viaje, se acercó y besó los cuerpos de los mártires, por lo que fue denunciado como cristiano y el gobernador mandó que lo quemaran a fuego lento.

Beata Felipa Mareri


Nació de la noble familia de los Mareri a finales del siglo XII cerca de Rieti (Italia). Tuvo la fortuna de ver y escuchar a san Francisco cuando el santo, de viaje por el Valle de Rieti, se hospedaba en casa de sus padres.

Movida por el ejemplo de Francisco decidió consagrarse a Dios y, como sus familiares no aprobaban su propósito, huyó de casa y se refugió, con algunas compañeras, en una gruta de las montañas cercanas. Allí permaneció hasta que sus hermanos le dieron, en 1228, el castillo de Borgo San Pietro (Abruzzo) y la iglesia aneja, donde se fue organizando la vida claustral siguiendo las normas y forma de vida que san Francisco había dado a las clarisas de San Damián.

El mismo Francisco encomendó al beato Rogerio de Todi el cuidado espiritual del monasterio, en el que se oraba y se trabajaba, se hacía apostolado y se ayudaba a los pobres. Felipa murió el 16 de febrero de 1236.

domingo, 9 de febrero de 2020

Lecturas y Santoral 09/02/2020. Domingo de la quinta semana de Tiempo Ordinario

Surgirá tu luz como la aurora.
Primera Lectura. Isaías 58, 7-10

Esto dice el Señor:
«Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, cubre a quien ves desnudo y no te desentiendas de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora, enseguida se curarán tus heridas; ante ti marchará la justicia, detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor, y te responderá; pedirás ayuda y te dirá: "Aquí estoy".
Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies el alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía».

Palabra de Dios.



Salmo Responsorial. 111, 4-5. 6-7. 8a y 9
El justo brilla en las tinieblas como una luz.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.
Porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.
Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre
y alzará la frente con dignidad.

El justo brilla en las tinieblas como una luz.

Os anuncié el misterio de Cristo crucificado.
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-5

Yo mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado.
También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios.


Vosotros sois la luz del mundo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net



Santa Apolonia Virgen y Mártir (+ c.a. 249)


Según la tradición, los padres de Apolonia no tenían descendencia a pesar de sus constantes oraciones a sus dioses. Finalmente la futura madre le pidió a la Virgen Santísima que intercediera por ellos. Cuando la joven Apolonia conoció las circunstancias de su nacimiento, se hizo cristiana.

San Dionisio, obispo de Alejandría, fue testigo de la muerte de Apolonia quien era para entonces una diaconesa de edad avanzada. La describió en una carta a Fabio que fue preservada por Eusebio, obispo de Antioquía.

Estalló una persecución de los cristianos por el populacho pagano de Alejandría en el último año del reino del emperador Felipe. Los cristianos eran arrastrados fuera de sus casas y asesinados, sus propiedades saqueadas. La persecución comenzó cuando un poeta de Alejandría profetizó desastre por la presencia de los cristianos a los que consideraba impíos por no adorar a los dioses.

La primera víctima fue un anciano venerable llamado Metras o Metrius, a quien trataron de obligar a proferir blasfemias contra Dios. Cuando se negó, lo azotaron, le clavaron astillas de caña en los ojos, y lo mataron a pedradas.

La siguiente persona que prendieron fue a una mujer cristiana, llamada Quinta, a quien llevaron a uno de sus templos para forzarla a adorar al ídolo. Ella se dirigió al falso dios con palabras de desprecio que exasperaron tanto al pueblo que la arrastraron por los talones por encima del empedrado, la azotaron y le dieron muerte a pedradas. Por esos días, los alborotadores habían llegado al colmo de su furor. Los cristianos no ofrecían resistencia, sino que se daban a la fuga, abandonando todas sus pertenencias, sin quejarse, porque sus corazones estaban despegados de la tierra. Su constancia era tan general, que San Dionisio no supo de ninguno que hubiera renunciado a Cristo.

Las hordas incontroladas se apoderaron de Apolonia y pretenden obligarla a blasfemar contra Jesucristo. Como nada sale de su boca, con una piedra le destrozan los dientes y después, prendiendo una gran hoguera fuera de la ciudad, la amenazaron con arrojarla dentro si no pronunciaba ciertas palabras impías. Les rogó que le dieran unos momentos de tregua, como si fuera a considerar su posición. Entonces, para dar testimonio de que su sacrificio era perfectamente voluntario, tan pronto como la dejaron libre, se lanzó dentro de las llamas.

Luego descargaron su furia sobre un santo hombre llamado Serapión y lo atormentaron en su propia casa; después lo tiraron de cabeza desde la azotea.

En la mayoría de las regiones de la Iglesia occidental se encuentran iglesias y altares dedicados en honor de Santa Apolonia, pero no se la venera en ninguna iglesia oriental, aun cuando sufrió en Alejandría.

San Agustín explica por que razón anticipó su muerte. El santo supone que obró por una dirección particular del Espíritu Santo, porque de otra manera no sería lícito hacerlo; nadie puede apresurar su propio fin.

Se la invoca contra el dolor de muelas y todas las enfermedades dentales, y se la presenta con un par de pinzas que sostienen un diente o si no, suele distinguirse por un diente de oro pendiente de su collar.

Murió en Alexandria (Egipto) en 249 AD. Su fiesta se celebraba el 9 de febrero ya en el antiguo calendario litúrgico.

Fray Leopoldo de Alpandeire


Nació en Alpandeire (Málaga, España) el año 1864, en el seno de una familia humilde y laboriosa. Desde muy joven trabajó en el campo, a la vez que profundizaba en su vida de piedad y de caridad. A los 35 años tomó el hábito de los Capuchinos como hermano lego en Sevilla.

Desde 1914 vivió en Granada pidiendo limosna para su convento, para los pobres y para las misiones, mientras distribuía la ayuda espiritual del consuelo, consejo y buen ejemplo de una vida austera y pura, incluso en las situaciones revueltas que se vivieron en España.

Murió el 9 de febrero de 1956. Fue beatificado el año 2010, y de él dijo Benedicto XVI: "La vida de este sencillo y austero Religioso Capuchino es un canto a la humildad y a la confianza en Dios y un modelo luminoso de devoción a la Santísima Virgen María. Invito a todos, siguiendo el ejemplo del nuevo Beato, a servir al Señor con sincero corazón, para que podamos experimentar el inmenso amor que Él nos tiene y que hace posible amar a todos los hombres sin excepción".

Oración: Dios Padre misericordioso, que has llamado al beato Leopoldo a seguir las huellas de tu Hijo Jesucristo por la senda de la humildad, la pobreza y el amor a la cruz, concédenos imitar sus virtudes para participar junto a él en el banquete del Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Anne Catherine Emmerich (08/09/1774 – 09/02/1824)



Religiosa Agustina, estigmática y extática, nació el 8 de septiembre de 1774 en Flamsche, cerca de Coesfeld en la Diócesis de Munster, en Westphalia, Alemania, y murió el 9 de febrero de 1824 en la localidad de Dulmen.

Sus padres, que eran campesinos, fueron bastante pobres y piadosos. A la edad de doce años se vio obligada a trabajar en el campo, para luego desempeñarse como costurera durante varios años. Siempre delicada, fue enviada a estudiar música pero al descubrir la pobreza en la que la familia del organista vivía, les entregó lo poco que había ahorrado para su ingreso al convento y trabajó para él y su familia como sirvienta por algunos años.

Por momentos estaba tan necesitada de alimento que su madre le llevaba pan en sus descansos, y parte de ese pan iba destinado a la familia de su amo. Una vez cumplidos los veintiocho años (1802) ingresó al convento augustino de Agnetenberg en Dulmen. Ahí se mostró contenta por ser considerada como la última de la casa. Su celo y entusiasmo, sin embargo, incomodaba al común de las hermanas, que estaban intrigadas y molestas por sus extrañas capacidades y su salud frágil, y que al no comprender los éxtasis en los que entraba cuando estaba en la iglesia, en su celda o mientras trabajaba, la trataban con cierta antipatía. No obstante su intenso ascetismo, ella cumplía con sus deberes fiel y alegremente.

Lo ordinario sobrenatural

Cuando Jerónimo Bonaparte cerró el convento en 1812, se vio obligada a buscar refugio en la casa de una viuda pobre. En 1813 quedó postrada en cama. Logró prever la caída de Napoleón con doce años de anticipación, y aconsejó de una misteriosa manera al sucesor de San Pedro. Incluso durante su infancia lo sobrenatural era tan común para ella que, dada su inocente ignorancia, pensaba que el resto de niños gozaba de los mismos favores que ella, por ejemplo conversar de manera muy familiar con el Niño Jesús, etc. Ella mostraba un conocimiento maravilloso cuando los pobres y enfermos se acercaban a la "brillante hermanita" en busca de ayuda; ella conocía sus enfermedades y les prescribía remedios que nunca fallaban.

Era lista y vivaz por naturaleza y el sufrimiento de los demás le generaba gran compasión muy fácilmente. Este sentimiento se adhirió a su ser espiritual, por lo que ella rezaba y sufría mucho por las almas del Purgatorio a quienes veía con frecuencia, y también por la salvación de los pecadores cuyas miserias ella conocía aún cuando estuviesen muy lejos. Al corto tiempo de haber sido confinada a la cama (1813), sus estigmas se manifestaron externamente, incluso como las marcas de las espinas. Ella intentaba infructuosamente ocultar su situación, tal como había disimulado las cruces impresas en su pecho.

Lo que más temía en el mundo

Como consecuencia llegó aquello a lo que ella le tenía pavor en vista de la publicidad, una comisión episcopal para investigar su vida y la realidad de esos signos maravillosos. Los exámenes fueron sumamente estrictos, pues se requería del mayor cuidado para no dar pretextos para el ridículo y el insulto de parte de los enemigos de la Iglesia. El vicario general, el famoso Overberg, y los tres médicos condujeron la investigación con cuidado escrupuloso y terminaron convencidos de la santidad de la "piadosa Beguina", como se le conocía, y de la veracidad de los estigmas. A fines de 1818 Dios le concedió su más ferviente oración y la alivió de los estigmas, y las heridas de sus manos y pies curaron pero las demás permanecieron, y en Viernes Santo todas se reabrieron.

En 1819 el gobierno envió un comité de investigación que ejerció su comisión de una manera brutal. Enferma de muerte que se encontraba, fue trasladada por la fuerza a una gran habitación en otra casa y se le mantuvo en estricta vigilancia durante el día y la noche durante tres semanas, alejada de todos sus amigos a excepción de su confesor. Se le insultó, amenazó e incluso se le aduló, pero todo fue en vano. La comisión partió sin encontrar nada sospechoso y permaneció en silencio frente a su presidente, y viéndose insultada por su reticencia, declararon que todo era un fraude, tras lo cual hubo una obvia respuesta: ¿Respecto de qué? ¿Y por qué la demora en su publicación?

Sus obras literarias

Alrededor de esos días el famoso poeta Klemens Brentano fue inducido a visitarla; para su gran asombro ella lo reconoció, y le dijo que él había sido señalado como el hombre capaz de ayudarla a que se cumpliera el mandato de Dios, concretamente, que escribiera por el bien de innumerables almas, la revelación que Él le había hecho. Brentano tomó breves notas sobre los principales puntos y, en vista de que ella hablaba el dialecto de Westphalia, él procedió a traducirlos inmediatamente al alemán. Conforme iba escribiendo, le leía y cambiaba y borraba hasta que ella lo aprobara en su totalidad. Como tantos otros, él se vio conquistado por su evidente pureza y sus excesivas humildad y paciencia ante tan indescriptible sufrimiento. Junto con Overberg, Sailer de Ratisbon, Clemente Augusto de Colonia, Stollberg, Louisa Hensel, etc. Él la reverenciaba como la novia escogida de Cristo.

En 1833 aparecieron los primeros frutos del esfuerzo de Brentano,"La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo de acuerdo a las Meditaciones de Anne Catherine Emmerich" (Sulzbach). Brentano preparó para su publicación el trabajo "La Vida de La Santísima Virgen María", pero no apareció hasta 1852 en Munich. Desde el MS de Brentano, el P. Schorger publicó en tres volúmenes "La Vida de Nuestro Señor" (Ratisbon, 1858 – 80), y en 1881 una gran edición ilustrada de la misma obra. Éste también escribió su vida en dos tomos.

Lo original

Las visiones de Anne muestran detalles, generalmente ligeros, que les dan una intensidad que captura el interés del lector, ya que cada escena gráfica es sucedida por otra en una rápida sucesión como si fuesen físicamente visibles a través los ojos. Algunos místicos se preocupan más de las ideas, ella de los eventos; otros se detienen para meditar en voz alta y para guiar los pensamientos del lector, ella deja que los hechos hablen por sí mismos con la simpleza, brevedad y seguridad de una narrativa Evangélica. El tratamiento que le otorga a tan difícil tema, la doble naturaleza de Cristo, es admirable. Su humanidad la muestra clara y definida, pero a través de esta brilla siempre un destello de Divinidad. La expansión rápida y silenciosa de sus trabajos a lo largo de Alemania, Francia, Italia y en cualquier otro lugar habla bien de su mérito. Por algún motivo no produjeron controversias. Dom Guéranger elogia sus méritos en elevados términos (Le Monde, 15 de abril, 1860).

Su santidad y frutos

La Hermana Emmerich vivió durante uno de los más tristes y menos gloriosos periodos de la historia de la Iglesia, cuando la revolución triunfó, la impiedad floreció y muchas de las más justas provincias bajo su dominio fueron invadidas por infieles y echadas a tal ruinosa situación que la Fe parecía estar por extinguirse. Su misión parece haber sido, en parte, ayudar a la restauración de la disciplina de la Iglesia, especialmente en Westphalia a través de sus oraciones y sufrimientos. De la misma manera, fortalecer cuando menos a los más pequeños del rebaño en su fe. Además de todo esto, ella salvó muchas almas y recordó al mundo cristiano que lo sobrenatural está alrededor pero a un grado a veces olvidado. Un rumor acerca del robo del cuerpo fue la causa de que se abriera su tumba seis semanas después de su muerte. El cuerpo fue encontrado fresco, sin ningún signo de corrupción. En 1892 el proceso de su beatificación fue introducido por el Obispo de Münster.

E.P. GRAHAM
Transcrito por Michael T. Barrett
Dedicado a las pobres almas del Purgatorio
Traducido por J.M.M

martes, 4 de septiembre de 2018

Lecturas y Santoral 04/09/2018. Martes de la vigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

El hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios; en cambio, el hombre espiritual lo juzga todo
Primera Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, l0b-16

Hermanos:
El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. Pues, ¿quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo conoce solo el Espíritu de Dios.
Pero nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo; es el Espíritu que viene de Dios para que conozcamos los dones que de Dios recibimos.
Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu. Pues el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que él no está sujeto al juicio de nadie. "¿Quién ha conocido la mente del Señor para poder instruirlo?". Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 144, 8-9. 10-11. 12-13ab. 13cd-14
El Señor es justo en todos sus caminos.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es justo en todos sus caminos.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

El Señor es justo en todos sus caminos.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

El Señor es justo en todos sus caminos.
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

El Señor es justo en todos sus caminos.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Sé quién eres: el Santo de Dios
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
"¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios".
Pero Jesús le increpó diciendo:
"¡Cállate y y sal! de él".
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.
Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
"¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen".
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


San Moisés S. XIII A. C.


En el Antiguo Testamento es la figura capital del depositario de la promesa, el varón fuerte que aguanta sobre sus hombros la Ley: profeta, guerrero, legislador y libertador, el que habla con Dios en las tempestuosas alturas y saca al pueblo elegido de la esclavitud en medio de prodigios estupendos.

En la tremenda visión de Miguel Ángel es un titán airado y sublime, sujetando las tablas que recibió en el Sinaí, negándose a aceptar la debilidad de los suyos, que en el desierto murmuran: al menos cuando éramos esclavos en Egipto comíamos todos los días, allí había ollas de carne y nos hartábamos de pan.

Dios ha elegido a aquella gente entre todas las razas, la guía y la protege, la hace libre y le anuncia cosas inimaginables, y se quejan porque la comida no es de su gusto, echan de menos el cautiverio en el que tenían la pitanza segura; eran esclavos en tierra extranjera, pero podían hartarse de pan, su mayor aspiración.

A Moisés la mediocridad y la cobardía le sublevan, es un caudillo con una talla moral superior a la de la mayoría de los israelitas que le siguen.

Y como siempre la santidad está marcada por un intenso contraste para recordarnos lo que somos, y Moisés va a morir contemplando la Tierra prometida desde el otro lado del Jordán. "Verás de lejos, pero no entrarás en la tierra que voy a dar a los israelitas".


Santa Rosalía de Palermo


Vivió en el siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se desconocen datos sobre su patria y vida, una leyenda asegura que a los 14 años se retiró a una cueva del monte Coscina y luego a otra del monte Pellegrino, cercano a Palermo.

En la Edad Media se le dedicaron varias iglesias y se le consideró Protectora y Patrona de Palermo. Sus restos fueron descubiertos un 15 de julio y el Papa Urbano VIII la incluyó como santa en el Martirologio.

Se le invoca como abogada contra la peste y los terremotos. La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de rosas, en alusión a su nombre; y un crucifiJo y una calavera, por su ascesis.






San Marcelo de Chalons-sur-Saone Mártir


La matanza de los mártires de Lyon, con el obispo San Potino a la cabeza, sucedió durante la persecución de Marco Aurelio, en el año 177.

Por revelación divina, el P. Marcelo consiguió escapar de la muerte y refugiarse en Chalonsur-Saône; pero cierto día, emprendió un viaje hacia el norte y en el camino se encontró con la comitiva del gobernador Prisco, quien lo invitó a un banquete en su casa. El religioso aceptó pero pronto se dio cuenta que Prisco y sus invitados se disponían realizar algunos ritos religiosos paganos, disculpándose de no tomar parte en la celebración, pues él era cristiano. El gobernador ordenó a Marcelo adorar la estatua de Saturno y como el sacerdote se negó rotundamente, Prisco ordenó matarlo.

El santo fue llevado a las orillas del río Saòne, y enterrado hasta el pecho en la tierra apretada siendo abandonado a su suerte, y falleciendo a los tres días de hambre y sed.

Santoral y lecturas confeccionados consultando el preparado por: franciscanos.org, corazones.org, aciprensa.com, caminando-con-jesus.org, www.churchforum.org.mx, eltestigofiel.org, webcatolicodejavier.org, santopedia.com, es.catholic.net, Archidiócesis de Madrid, ewtn.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, catholic.net, oremosjuntos.com

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com