martes, 12 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 12/11/2019. Martes de la trigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

Los insensatos pensaban que habían muerto, pero ellos están en paz.
Primera Lectura. Sabiduría 2, 23-3, 9

Dios creó al hombre incorruptible y lo hizo a imagen de su propio ser; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los de su bando.
En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios, y ningún tormento los alcanzará.
Los insensatos pensaban que habían muerto, y consideraban su tránsito como una desgracia, y su salida de entre nosotros, una ruina, pero ellos están en paz.
Aunque la gente pensaba que cumplían una pena, su esperanza estaba llena de inmortalidad.
Sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes bienes, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de él.
Los probó como oro en crisol, y los acepto como sacrificio de holocausto.
En el día del juicio resplandecerán y se propagarán como chispas en un rastrojo.
Gobernarán naciones, someterán pueblos y el Señor reinará sobre ellos eternamente.
Los que confían en él comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque la gracia y la misericordia son para sus devotos y la protección para sus elegidos.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 33, 2-3. 16-17. 18-19
Bendigo al Señor en todo momento.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Bendigo al Señor en todo momento.
Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.

Bendigo al Señor en todo momento.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias.
El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.

Bendigo al Señor en todo momento.
Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 7-10
En aquel tiempo, dijo el Señor:
"¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
'En seguida, ven y ponte a la mesa'?
¿No le diréis:
'Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú'?
¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os mandado, decid:
'Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer'".


Palabra de Dios.


San Josafat de Lituania Mártir

Imagen de Candela
Nació en Wolodymir (Ucrania) hacia el año 1580 en el seno de una familia ortodoxa. En Vilna conoció a los católicos uniatas (cristianos de rito oriental en comunión con la Sede romana) y se unió a ellos. En 1604 ingresó allí en la Orden de San Basilio y se ordenó de presbítero en 1609. Celoso sacerdote y religioso, fue superior del monasterio de Byten y luego archimandrita de Vilna.

Fue elegido obispo de Polotsk en 1617. Trabajó infatigablemente por la unidad entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, impulsó entre sus fieles el deseo de la unidad católica, cultivó el rito bizantino eslavo.

Desplegó con gran celo el culto y la disciplina de la Iglesia, restauró la catedral, convocó cada año el sínodo y ayudó cuanto pudo a los pobres.

La nación de Lituania es ahora de gran mayoría católica. Pero en un tiempo en ese país la religión era dirigida por los cismáticos ortodoxos que no obedecen al Sumo Pontífice. Y la conversión de Lituania al catolicismo se debe en buena parte a San Josafat. Pero tuvo que derramar su sangre, para conseguir que su país aceptara el catolicismo.

En 1595 los principales jefes religiosos ortodoxos de Lituania habían propuesto unirse a la Iglesia Católica de Roma, pero los más fanáticos ortodoxos se habían opuesto violentamente y se habían producido muchos desórdenes callejeros. Ahora llegaba al convento el que más iba a trabajar y a sacrificarse por obtener que su nación se pasara a la Iglesia Católica.

Sus enemigos, los que no admitían la existencia de los uniatas, lo asesinaron cruelmente en Vitebsk (Bielorrusia). Cuando sus enemigos se lanzaron contra él, le atravesaron de un lanzazo, le pegaron un balazo, y arrastraron su cuerpo por las calles de la ciudad y lo echaron al río Divina. Era el 12 de noviembre de 1623. Meses después los verdugos se convirtieron a la fe católica y pidieron perdón de su terrible crimen.

Fue mártir de la unidad de la Iglesia y de la verdad católica. El Papa ha declarado a San Josafat, Patrono de los que trabajan por la unión de los cristianos. La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos (Tertuliano).

Oración: Aviva, Señor, en tu Iglesia, el Espíritu que impulsó a san Josafat, obispo y mártir, a dar la vida por su rebaño, y concédenos, por su intercesión, que ese mismo Espíritu nos dé fuerza a nosotros para entregar la vida por nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Millán de la Cogolla abad (574)


Santo español, nacido en el año 473 en Berceo (La Rioja). Hijo de una familia campesina de origen hispanorromano, siendo en su juventud pastor de ovejas. Decidió dedicarse a la vida contemplativa, por lo que pasó a ser uno de los discípulos del monje Félix, retirado en los montes de Bilibio, cerca de Haro, donde llevó una vida solitaria y penitente. Sujeto a la disciplina monacal, pero encontrándola demasiado holgada, se retiró a la soledad durante cuarenta y cuatro años en los montes Distercio, soportando allí las inclemencias del tiempo y la dureza de condiciones del lugar.

Su fama de santidad se extendió de tal manera que todos los que estaban en dificultades espirituales acudían a él y fue llamado por el obispo de Tarrazona, Dídimo, quien no consintió que tanta virtud se perdiese en la soledad del monte, le ordenó sacerdote y le puso al cargo de la parroquia de Santa Eulalia, en su pueblo natal Berceo.

El paso por la parroquia resultó un estruendoso fracaso ya que las tareas administrativas no parecían encajar con su carácter y entregaba todas las donaciones propiedad de la parroquia a los necesitados por lo que fue acusado de malversación del dinero parroquial por sus hermanos sacerdotes y reprendido por el obispo, quien lo destituyó del cargo.

Decide volver a su soledad y se retira al valle de Suso o de arriba, cercano a su pueblo, donde transcurre la última etapa de su vida. En torno al santo va formándose una comunidad de hermanos y hermanas que formarán un oratorio primitivo, sus nombres son: Aselo, Geroncio, Citonato, Sofronio, Oria y Potamia.

San Millán es visitado, consultado y venerado. Salió al parecer muy poco de su eremitorio. La última salida que hace es para anunciar la destrucción de algunas ciudades de Cantabria. La tradición le atribuye numerosos milagros tanto en vida como después de su muerte, acaecida el 12 de noviembre del 574, con ciento un años, fue enterrado en el suelo del oratorio. Los monjes eligieron otro abad y permanecieron como ermitaños alrededor del sepulcro de San Millán, formando después de la muerte de San Millán el gran Monasterio de San Millán de la Cogolla, en la actualidad declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

No dejó nada escrito, y fue hacia el 650 cuando el obispo de Zaragoza, San Braulio escribió Vita Sancti Emiliani, primera biografía de San Millán basándose en los relatos que había escuchado de su hermano Fronimiano, monje en la Cogolla y más tardíamente Gonzalo de Berceo escribió la Historia del Señor San Millán.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 11/11/2019. Lunes de la trigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el espíritu del Señor llena la tierra
Primera Lectura. Sabiduría 1, 1-7

Amad la justicia, gobernantes de la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con sencillez de corazón.
Porque se manifiesta a los que no exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él.
Los pensamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, puesto a prueba, confunde a los necios.
La sabiduría no entra en alma perversa, ley ni habita en cuerpo sometido al pecado.
Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentando cuando llega la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua.
Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 138, 1-3a. 3b-6. 7-8. 9-10
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

Guíame, Señor, por el camino eterno.
Si siete veces en un día vuelve a decirte: «Me arrepiento», lo perdonarás.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 17, 1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay del que los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y os obedecería».


Palabra de Dios.


San Martín de Tours, Obispo


San Martín es un santo muy querido para los franceses, y muy popular en todo el mundo. Nació en Panonia (Hungría), pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar.

Estando de militar en Amiens (Francia) le sucedió el hecho por el que siempre será recordado: un día de gélido invierno se encontró con un hombre aterido de frío; él sacó su espada y dividiendo en dos su capa le dió la mitad al pobre.

Una noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado al hombre y oyó que le decía: "Martín, hoy me cubriste con tu manto".

Renunció a las armas, se hizo bautizar y decidió seguir a Cristo en una milicia más noble. En seguida se fue a Poitiers donde era Obispo el gran sabio San Hilario, el cual lo recibió como discípulo y se encargó de instruirlo. Como Martín sentía un gran deseo de dedicarse a la oración y a la meditación, San Hilario le cedió unas tierras en un sitio muy solitario y allá fue con varios amigos, fundando el primer convento o monasterio que hubo en Francia. En esa soledad estuvo diez años dedicado a orar, a hacer sacrificios y a estudiar las Sagradas Escrituras.

Fue elegido obispo de Tours (Francia). En los veintisiete años que fue obispo se ganó el cariño de todo su pueblo. Su caridad era inagotable. Los reyes de Francia conservaron como reliquia preciada la media capa que se quedó Martín. Al lugar donde la conservaban le pusieron el nombre latino del objeto: capella("capilla", diminutivo de capa). Al trasladar Carlomagno su corte a Aquisgrán (Aix), se llevó la reliquia de San Martín. Era tal su importancia que pasó a formar parte del nombre de la ciudad: Aix-la-Chapelle. De ahí viene el nombre de "capilla" para referirse a un pequeño oratorio.

En Tours fundó otro convento y pronto tenía ya 80 monjes. Y gracias a los milagros, la predicación, y la piedad del nuevo Obispo, pronto desapareció el paganismo en esa región.

Murió en Candes, cerca de Tours, el 8 de noviembre del año 397.

Oración: Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y la muerte de tu obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan apartarnos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 10 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 10/11/2019. Domingo de la trigesimosegunda semana de Tiempo Ordinario

El Rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
Primera Lectura. Macabeos 7, 1-2. 9-14

En aquellos días, sucedió que arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley.
Uno de ellos habló en nombre de los demás:
«¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres».
El segundo, estando a punto de morir, dijo:
- «Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto por su ley, el Rey del universo nos resucitará para una vida eterna».
Después se burlaron del tercero. Cuando le pidieron que sacara la lengua, lo hizo enseguida y presentó las manos con gran valor. Y habló dignamente:
«Del cielo las recibí y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios».
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos.
Cuando murió éste, torturaron de modo semejante al cuarto.
Y, cuando estaba a punto de morir, dijo:
«Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la esperanza de que Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 16, 1. 5-6. 8 y 15
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño.

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

Que el Señor os dé fuerza para toda clase de palabras y obras buenas.
Segunda Lectura. Segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 16-3, 5

Hermanos:
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y os dé fuerza para toda clase de palabras y obras buenas.
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la Palabra de Dios siga avanzando y sea glorificada, como lo fue entre vosotros, y para que nos veamos libres de la gente perversa y malvada, porque la fe no es de todos.
El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.
En cuanto a vosotros, estamos seguros en el Señor de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos mandado.
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciencia en Cristo.

Palabra de Dios.


No es Dios de muertos, sino de vivos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 20, 27-38


En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron cono mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net



San Leon I Magno, Papa y doctor de la Iglesia



Papa del año 440 al año 461 y doctor de la Iglesia. Nacido en Toscana (Italia), pero romano de mentalidad y educación, desempeñó importantes misiones en la Iglesia al servicio de los papas, y el año 440 fue elevado a la cátedra de San Pedro. Ejerció su ministerio como un verdadero pastor y padre de las almas, trabajó incansablemente por la integridad de la fe, defendiendo con ardor la unidad de la Iglesia, hizo lo posible por evitar o mitigar las incursiones de los bárbaros del Norte, cuyo respeto y amistad logró ganarse.

El año 451 convocó el Concilio de Calcedonia, en el que se definió la doble naturaleza, humana y divina, en la única persona de Cristo. Dejó numerosos escritos que destacan por la claridad y profundidad de su doctrina y por sus preciosas homilías, siguiendo el año litúrgico.

Por todo ello ha pasado a la historia con el apelativo de Magno. Murió en Roma el 10 de noviembre del año 461.

Oración: Oh Dios, tú que no permites que el poder del infierno derrote a tu Iglesia, fundada sobre la firmeza de la roca apostólica, concédele, por los ruegos del papa san León Magno, permanecer siempre firme en la verdad, para que goce de una paz duradera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

El especial servicio de nuestro ministerio

San León Magno, papa - Sermón 4,1-2: PL 54,148-149)

Aunque toda la Iglesia está organizada en distintos grados de manera que la integridad del sagrado cuerpo consta de una diversidad de miembros, sin embargo, como dice el Apóstol, todos somos uno en Cristo Jesús; y esta diversidad de funciones no es en modo alguno causa de división entre los miembros, ya que todos, por humilde que sea su función, están unidos a la cabeza. En efecto, nuestra unidad de fe y de bautismo hace de todos nosotros una sociedad indiscriminada, en la que todos gozan de la misma dignidad, según aquellas palabras de san Pedro, tan dignas de consideración: También vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo; y más adelante: Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios.

La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos deben saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo? ¿Y qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las inmaculadas víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón?

Aunque esto, por gracia de Dios, es común a todos, sin embargo, es también digno y laudable que os alegréis del día de nuestra promoción como de un honor que os atañe también a vosotros; para que sea celebrado así en todo el cuerpo de la Iglesia el único sacramento del pontificado, cuya unción consecratoria se derrama ciertamente con más profusión en la parte superior, pero desciende también con abundancia a las partes inferiores.

Así pues, amadísimos hermanos, aunque todos tenemos razón para gozarnos de nuestra común participación en este oficio, nuestro motivo de alegría será más auténtico y elevado si no detenéis vuestra atención en nuestra humilde persona, ya que es mucho más provechoso y adecuado elevar nuestra mente a la contemplación de la gloria del bienaventurado Pedro y celebrar este día solemne con la veneración de aquel que fue inundado tan copiosamente por la misma fuente de todos los carismas, de modo que, habiendo sido el único que recibió en su persona tanta abundancia de dones, nada pasa a los demás si no es a través de él. Así, el Verbo hecho carne habitaba ya entre nosotros, y Cristo se había entregado totalmente a la salvación del género humano.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 08/11/2019. Viernes de la trigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, para que la ofrenda de los gentiles sea agradable.
Primera Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 15, 14-21

Respecto a vosotros, hermanos, yo personalmente estoy convenido de que rebosáis buena voluntad y de que tenéis suficiente saber para aconsejaros unos a otros.
Pese a todo, os he escrito, propasándome a veces un poco, para reavivar vuestros recuerdos.
Lo he hecho en virtud de la gracia que Dios me ha otorgado: ser ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, ejerciendo el oficio sagrado del Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles, consagrada por el Espíritu Santo, sea agradable.
Así pues, tengo qué gloriarme en Cristo y en relación con las cosas que tocan a Dios. En efecto no me atreveré a hablar de otra cosa que no sea lo que Cristo hace a través de mí en orden a la obediencia de los gentiles, con mis palabras y acciones, con la fuerza de signos y prodigios, con la fuerza del Espíritu de Dios
Tanto que, en todas direcciones, partiendo de Jerusalén y llegando hasta la Iliria, he completado el anuncio del Evangelio de Cristo.
Pero considerando una cuestión de honor no anunciar el Evangelio más que allí donde no se haya pronunciado aún el nombre de Cristo, para no construir sobre cimiento ajeno; sino como esta escrito:
«Los que no tenían noticia lo verán, los que no habían oído comprenderán».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 97, 1. 2-3ab. 3cd-4
El Señor revela a las naciones su salvación.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.

El Señor revela a las naciones su salvación.
El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.

El Señor revela a las naciones su salvación.
Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.

El Señor revela a las naciones su salvación.
Los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 16, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”.
El administrador se puso a echar sus cálculos:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él dijo:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo, escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz».

Palabra de Dios.


San Adeodato I Papa (+ 618)


El Papa Adeodato I, también llamdao Diosdaoo o Deusdedit ("dado por Dios"), emerge de los siglos oscuros del primer medioevo con muy poca evidencia. Pocas son las noticias históricas: hijo del sub diácono romano Esteban, desde joven ingresó para su formación al monasterio benedictino de Roma dedicado a San Erasmo. Fue durante cuarenta años sacerdote en Roma antes de suceder en la cátedra pontificia al Papa Bonifacio IV el 19 de octubre del 615, siendo el sexagésimo octavo Papa.

Fue el primer Papa que estableció con testamento donaciones para distribuir al pueblo con ocasión de los funerales del sumo pontífice. En Roma el Papa no sólo era el obispo y el pastor espiritual, sino también el guía civil, el juez, el supremo magistrado, el que garantizaba el orden. A la muerte de todo pontífice los romanos se sentían sin protección, expuestos a las invasiones de los bárbaros nórdicos o a las venganzas del imperio de Oriente. La teoría medieval de los "dos soles", el Papa y el emperador, que deberían gobernar unidos al mundo cristiano, no era aceptada en Constantinopla.

El Papa Adeodato se demostró un hábil mediador y paciente interlocutor con el otro "sol" que en realidad de verdad fue muy poco solícito con Italia, excepción hecha de la vez que envió al exarca Eleuterio a dominar la revolución de Ravena y de Nápoles. Fue la única ocasión en que el Papa Adeodato, ocupado en aliviar la suerte de los habitantes de Roma por las calamidades ya referidas, tuvo un contacto, aunque indirecto, con el emperador.

Baronio pone en el Martirologio Romano un episodio que confirma la fama de santidad que rodeaba al venerable pontífice como guía de los cristianos en una época tan atormentada: durante una de sus visitas a los enfermos, los más abandonados atacados por la terrible enfermedad de la lepra, habría curado a uno de estos infelices después de haberlo abrazado y besado cariñosamente.

El Liber pontificalis, recordando dos hechos de su pontificado, afirma que Adeodato amó mucho a su clero, al que defendió respecto del clero monástico o regular, privilegiado desde cuando Gregorio Magno les había confiado a los monjes importantes cargos en el apostolado misionero y en la misma organización eclesial. El segundo hecho se refiere a la facultad de celebrar una segunda misa el mismo día.

San Adeodato fue también el primer papa que empleó para autentificar los documentos oficiales un pesado sello de plomo que en latín se llamaba bulla; de esta palabra se deriva el término bula, con el que nos referimos a los decretos del papa.

En 616 asoló a Roma una peste similar a la que ya había causado estragos en 590, y en 618 brotó también una mortal epidemia de peste. Por si fuera poco, en agosto de ese año la Ciudad Eterna fue víctima de un terremoto terrible que dio el golpe de gracia a los marmóreos edificios del Foro, ya desvastados por las continuas invasiones de los bárbaros. En todo momento, ante las tragedias, San Adeodato mantuvo la serenidad y se preocupó por socorrer y consolar a los damnificados, a los enfermos y a los leprosos.

Murió en noviembre del 618, amado y llorado por los romanos, que pudieron apreciar el buen corazón durante las grandes calamidades que atormentaron a Roma durante los tres años de su pontificado.

Los 4 mártires coronados: Severo, Severiano, Carpóforo y Victoriano.


Carpóforo, del griego: fructífero. Victoriano: gentilicio de Víctor. Severiano, del latín: serio. Gentilicio de Severo. Severo del latín: serio, austero.

A finales del siglo III, hubo cuatro hermanos que se distinguieron por su fe en Cristo: Severo, Severiano, Carpóforo y Victoriano. Fueron llamados los "Coronados". Se habían incorporado al ejército romano pero eran cristianos, asistían al culto en las catacumbas y ayudaban a los pobres.

El emperador Diocleciano tenía informes de que en el ejército de Roma había muchos soldados y jefes que eran cristianos, y durante algún tiempo esto no planteó problema alguno. Sin embargo Diocleciano temía que la adoración de los cristianos a un Dios más poderoso que los de Roma pudiese socavar la fe del pueblo romano y la confianza en el emperador. Por ello, ordenó a sus oficiales que "limpiasen" el ejército de cristianos.


Los Coronados fueron apresados y llevados ante el emperador. Diocleciano les habló con aprecio por su valor y por los buenos informes que tenía de ellos, y les ordenó que renunciasen a la fe de Cristo. Al negarse los torturaron azotándolos con látigos con puntas de plomo hasta hacerles morir. Ni protestaron por su martirio ni renunciaron a su fe en Cristo.

Los cristianos los sepultaron en la Vía Labicana. El papa Melquiades mandó celebrar su fiesta y el papa Honorio construyó en su honor el templo que conserva sus reliquias. La iglesia de los Cuatro Santos Coronados de Roma fue levantada en el siglo IV y destruída por los normandos. En el siglo XII la reconstruyó el papa Pascual II. En su cúpula, los frescos de Juan de San Giovanni (1630) representan la historia de los mártires.







Beato Juan Duns Escoto


Nació en Escocia el año 1265, e ingresó de joven en la Orden Franciscana. Fue ordenado de sacerdote en 1291 y se graduó luego en la Universidad de París. Posteriormente desempeñó el cargo de maestro en las Universidades de Cambridge, Oxford, París y Colonia. Investigó con gran sutileza la revelación divina y escribió obras importantes de teología y filosofa.

Se le suele llamar "Doctor sutil y mariano", y es considerado uno de los grandes maestros de la teología cristiana. Fue un ferviente heraldo del misterio de la Encarnación del Verbo, un incansable paladín de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y un defensor de la suma autoridad del Romano Pontífice. Rehusó firmar el libelo de Felipe IV, rey de Francia, contra el papa Bonifacio VIII, y por ese motivo fue expulsado de París.

Más tarde fue enviado como maestro a Colonia, donde murió el 8 de noviembre de 1308. Juan Pablo II confirmó en 1991 y 1993 su culto público definiéndolo como "cantor del Verbo encarnado y defensor de la Inmaculada Concepción de María".

Oración: Oh Padre, fuente de toda sabiduría, que en el beato Juan Duns Escoto, defensor de la Virgen Inmaculada, nos has dado un maestro de vida y de enseñanza: haz que, iluminados por su ejemplo y alimentados por su doctrina, permanezcamos unidos fielmente a Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

jueves, 7 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 07/11/2019. Jueves de la trigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Ya vivamos ya muramos, somos del Señor
Primera Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14, 7-12

Hermanos:
Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para si mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos ya muramos, somos del Señor.
Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano?
De hecho, todos compareceremos ante el tribunal de Dios, pues está escrito:
«Por mi vida, dice el Señor, ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua alabará a Dios».
Así pues, cada uno de nosotros dará cuenta de si mismo a Dios.

Palabra de Dios.

IMAGEN PRIMERA
Salmo Responsorial. 26, 1. 4. 13-14
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 15, 1-10
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».

Palabra de Dios.


Beato Francisco Palau



Nació en Aytona (Lérida) el 29 de Diciembre de 1811, de familia pobre pero muy cristiana siendo sus padres José Palau y Antonia Quer.

En 1828 ingresó en el seminario de Lérida, donde estudió 3 años de filosofía y un año de teología.

El 14 de Noviembre de 1832 vistió el hábito de carmelita teresiano en Barcelona, donde profesó el 15 de Noviembre de 1833.

En 1835 incendiaron el convento de Barcelona, donde él vivía, y el 2 de Abril de 1836 se ordenaba sacerdote en Barbastro. Se entregó de lleno al apostolado y a la oración. Vivió doce años exiliado en Francia (1840-1851) y vuelto a España, se le confinó injustamente a Ibiza (1854-1860).

En la soledad del Vedrá -majestuoso islote frente a Ibiza- vive las vicisitudes de la Iglesia inmerso en su Misterio.

En Baleares funda en 1860 las dos congregaciones religiosas: Hermanas y Hermanos Carmelitas Terciarios de la Virgen del Carmen.

La reina Isabel II interviene para que regrese a España, donde organiza su intenso apostolado. Ha medido sus fuerzas con todos los obstáculos y cuenta con la gracia para ganar todas las batallas que le presente el enemigo.

Dotado por Dios con el don de profecía y milagros, tuvo que soportar varias denuncias y juicios por las numerosas curaciones que hacía sin ser facultativo. En varias ocasiones practicó los exorcismos con el más cumplido éxito.

Predica misiones populares en las islas y en la península, extendiendo la devoción mariana a su paso. Viaja a Roma en 1866 y de nuevo en 1870 para presentar sus preocupaciones sobre el exorcistado al papa y a los Padres del Concilio Vaticano I.

Muere en Tarragona el 20 de Marzo de 1872 a sus 61 años de edad. Es entonces, que las Hermanas se dividen en Carmelitas Misioneras Teresianas y en Carmelitas Misioneras, quienes encarnan su espíritu y hacen que el Padre Palau siga aún hoy vivo en sus hijas. Posteriormente durante la guerra civil española (1936-1939), desaparece la rama masculina de los Hermanos Carmelitas.

El 24 de Abril de 1988 es beatificado por el papa Juan Pablo II.

Su fiesta la celebramos el 7 de noviembre.


Santos Jacinto Castañeda y Vicente Le Quang Liem

Jacinto nació en Játiva (Valencia) el año 1743, y muy joven entró en la Orden de Predicadores. Pidió y obtuvo ser enviado a las misiones de Asia. Embarcó en Cádiz en 1761, descansó algún tiempo en México y llegó a las islas Filipinas en 1762; allí completó los estudios y recibió la ordenación sacerdotal.

Predicó el Evangelio en China hasta que fue apresado y expulsado. Los mandarines prendieron al P. Jacinto y al P. Lavilla que le acompañaba; ellos no ofrecieron ninguna resistencia y fueron llevados a la cárcel. El mismo Jacinto lo cuenta con claridad y sencillez poniendo mucha vida a todo lo que les ha ocurrido:

"El día 18 de julio del año 1769, yendo a administrar a un enfermo, fui preso por un apóstata y otros infieles, quienes dando aviso a los mandarines civil y militar de la villa de Fogan, vinieron éstos la noche siguiente con gran tropa de satélites y echándome cadena al cuello y esposas en las manos, me llevaron así preso a la cárcel de Fogan. Venía en aquella ocasión conmigo el P. Lavilla y así le ocurrió la misma ventura. Fuimos catorce veces presentados a varios Tribunales y fueron diez los mandarines que entendieron nuestra causa. Todas sus preguntas se reducían a ¿cómo os llamáis? ¿qué edad tenéis? ¿qué habéis venido a este reino? ¿en qué casa habéis estado? Y otras cosas impertinentes. Dimos con un virrey y mandarines muy benignos y mansos. Nunca blasfemaron la ley de Dios delante de nosotros, aunque sí delante de los cristianos que prendieron. De éstos, por miedo, muchos pisaron la santa Cruz y dijeron con la boca que no serían mas cristianos.

A nosotros nos quisieron imponer varios crímenes impuros, más no pudieron probar nada, ni haber uno siquiera que atestiguase aun falsamente. Y por ultimo, por un consentimiento de votos, pronunció el Virrey la sentencia de destierro perpetuo contra mí y el P. La Villa, con pena de vida si volvíamos a entrar en aquel reino, y a los cristianos, nuestros caseros, cuarenta azotes y dos meses de canga.

Con esta sentencia, salimos de la cárcel el día 3 de octubre del mismo año y a principios de diciembre llegamos a Macao. Y así ocurrió todo. El Señor ayudó mucho. Sea bendita su divina Majestad por todo."


En 1770 pasó a Vietnam. Le encomendaron la atención de unos 14.000 cristianos en unas sesenta iglesias; desarrollaba su apostolado sobre todo por la noche. Lo detuvieron cuando fue a atender a un enfermo y fue condenado a morir decapitado.

Vicente Lê Quang Liêm era vietnamita y nació en 1731; estudió con los dominicos españoles en Manila para prepararse al sacerdocio, y acabó ingresando en la Orden de Predicadores. Fue enviado a evangelizar a sus compatriotas. Cuando cumplía su misión, lo apresaron y en la cárcel se encontró con el P. Castañeda que había sido detenido antes.

Después de sufrir diversos tormentos, fueron condenados a muerte y decapitados en Hanoi (Vietnam) el 7 de noviembre de 1773.

Oración: Dios todopoderoso, que confirmaste con el triunfo del martirio la vida consagrada de tus siervos Jacinto y Vicente; te rogamos que, por su intercesión, aumente nuestro compromiso de anunciar el Evangelio, y gocemos, con tus santos, de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 06/11/2019. Miércoles de la trigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

La plenitud de la ley es el amor.
Primera Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10

Hermanos:
A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás» y cualquiera de los otros mandamientos, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la la ley es el amor.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 111, 1-2. 4-5. 9
Dichoso el que se apiada y presta.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

Dichoso el que se apiada y presta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.

Dichoso el que se apiada y presta.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

Dichoso el que se apiada y presta.
Aquel que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 14, 25-33
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?
No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:
"Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.
¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?
Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.
Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».

Palabra de Dios.


San Leonardo de Noblac


Es uno de los santos más populares de Europa central. En efecto; dice un estudioso que en su honor se erigieron no menos de seiscientas iglesias y capillas, y su nombre aparece frecuentemente en la toponomástica y en el folclor. El mismo estudioso añade que él "despertó una devoción particular en tiempos de las cruzadas, y entre los devotos se cuenta el príncipe Boemundo de Antioquía que, hecho prisionero por los infieles en 1100, atribuyó su liberación en 1103 al santo, y, de regreso a Europa, donó al santuario de Saint-Léonard-de-Noblac, como ex voto, unas cadenas de plata parecidas a las que él había llevado durante su cautiverio". San Leonardo de Noblac (o de Limoges) es un santo "descubierto" a principios del siglo XI, y a ese período se remontan las primeras biografías, que después inspiraron el culto hacia él.

Leonardo nació en Galia en tiempos del emperador Anastasio, es decir, entre el 491 y el 518. Como sus padres, además de nobles, eran amigos de Clodoveo, el gran jefe de los Francos, éste quiso servir de padrino en el bautismo del niño. Cuando ya era joven, Leonardo no quiso seguir la carrera de las armas y prefirió ponerse al servicio de San Remigio, que era obispo de Reims.

Como San Remigio, sirviéndose de la amistad con el rey, había obtenido el privilegio de poder conceder la libertad a todos los prisioneros que encontrara, también Leonardo pidió y obtuvo un poder semejante, que ejerció muchas veces. El rey quiso concederle algo más: la dignidad episcopal. Pero Leonardo, que no aspiraba a glorias humanas, prefirió retirarse primero a San Maximino en Micy, y después a un lugar cercano a Limoges, en el centro de un bosque llamado Pavum.

Un día su soledad se vio interrumpida por la llegada de Clodoveo que iba de cacería junto con todo su séquito. Con el rey iba también la reina, a quien precisamente en ese momento le vinieron los dolores del parto. Las oraciones y los cuidados de San Leonardo hicieron que el parto saliera muy bien, y entonces el rey hizo con el santo un pacto muy particular: le obsequiaría, para construir un monasterio, todo el territorio que pudiera recorrer a lomo de un burro. Alrededor del oratorio en honor de María Santísima habría surgido una nueva ciudad.

San Severo mártir y obispo de Barcelona



Nació en Barcelona de familia noble distinguida y recibió una esmerada y cuidadosa educación, como a su rango correspondía. La tradición no nos comunica datos especiales sobre su vida anterior a su episcopado; pero da por supuesto que recibió una educación cristiana y que se dedicó al estado eclesiástico. Más adelante claramente se consigna la noticia de que fue elevado al obispado de Barcelona, donde se distinguió por su celo por las almas, que Dios le había confiado.

La ciudad de Tarragona, ciudad a la que ya había llegado el Evangelio de Jesucristo y en la que muchos habían dado muestras de su fe con el propio martirio. Al parecer en la ciudad de Barcelona es donde este santo padece su martirio, este mismo martirio se encuentran en las actas de los mártires, escritas en el siglo VI.

Era ya sacerdote cuando hacia el año 300 se le consagró obispo de Barcelona, gran obispo que los textos antiguos describen como "humilde, puro, sabio, prudente y magnánimo", resumiendo en estos adjetivos el ideal de pastor de almas. Era un pastor de almas muy entregado a sus fieles cristianos aunque sabía que Daciano había ordenado obediencia absoluta al emperador y obligación de adorar a los ídolos paganos de Roma.

A comienzos del siglo IV estalla la tormenta de la persecución de Diocleciano, y el prefecto Daciano llega a la ciudad para extirpar el cristianismo. Severo y dos de sus diáconos van a refugiarse al otro lado de las montañas que rodean Barcelona, en el Castro Octaviano (hoy San Cugat), para desde allí seguir ayudando a los fieles y en su camino de huida les presta ayuda un labrador, San Medín, donde hoy una ermita recuerda el milagro de unas habas milagrosamente crecidas para desorientar a los perseguidores (lugar de tradicionales romerías barcelonesas).

En San Cugat el obispo se entrega a los soldados, que para intimidarle decapitan a san Medín y a los diáconos; luego le tientan ofreciéndole riquezas y honores a cambio de renegar de su fe, y al verle inconmovible, lo torturaron, azotaron y le hundieron a mazazos un gran clavo en la cabeza (por eso se acostumbra a invocarle contra las jaquecas y neuralgias).

Fueron devotos de este santo San Pedro Nolasco, el rey Martín el Humano - a quien su intercesión curó una pierna gangrenada - y Fernando el Católico.

Los cristianos de Cataluña levantaron en su recuerdo la iglesia de San Severo.

Oración:Señor, tú que has hecho más hermosa a la Iglesia al glorificar con el triunfo del martirio a San Severo, concédenos, te rogamos, que así como a él le diste la gracia de imitar con su muerte la pasión de Cristo, alcancemos nosotros, siguiendo las huellas de tu mártir, los premios eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.

San Alejandro de Sauli, Obispo


San Alejandro cuyo nombre significa "el que protege con fuerza", nació en Milán en 1535. A los 17 años entró como religioso en la comunidad de los Padres Barnabitas, y luego de ordenarse como sacerdote, empezó a predicar con elocuencia y tan formidable doctrina que San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán lo invitó a predicar la cuaresma en su catedral. Fue nombrado superior general de su comunidad, y San Carlos Borromeo lo designó como su confesor. Su fama llegó hasta el Santo Padre Pío V, el cual lo nombró como Obispo de la isla de Córcega, siendo consagrado por el Arzobispo San Carlos.

San Alejandro encontró a Córcega en el más lastimoso estado moral. Los sacerdotes eran poco instruidos y el pueblo tenía muchas supersticiones; los campos estaban infectados por bandoleros y entre las familias había terribles venganzas. Se propuso evangelizar el lugar y lo consiguió. Visitó una por una todas las parroquias exigiendo que se enseñara catecismo y se diera buen ejemplo. Predicaba en todas partes con gran entusiasmo y mucho fruto. El santo trabajó en Córcega durante veinte años y consiguió la reforma.

Dios, nuestro Padre, le concedió a San Alejandro la gracia de hacer milagros, y fueron muchos los milagros que éste santo obró en aquella isla.

San Alejandro murió en 1592 y también después de su muerte siguió haciendo milagros.

Beato Tomás Jihyoe de San Agustín


Nació en Omura, cerca de Nagasaki (Japón), en torno al año 1600, de padres catequistas que fueron martirizados por su fe. Cuando era estudiante en Macao pasó a las islas Filipinas, hizo la profesión en los Agustinos de Manila, después estudió teología en Cebú y recibió la ordenación sacerdotal.

En 1631 consiguió volver a su patria, en la que se había desatado la persecución contra los cristianos y los misioneros caían uno tras otro. Se estableció en Nagasaki, y, como japonés, pudo encubrir su condición de sacerdote católico y así atender a los cristianos. Cuando lo descubrieron, se escondió en una cueva cercana a la ciudad, y solía hacer apostolado por la noche.

En 1637 fue detenido y durante meses los sometieron en vano a torturas para que apostatara. Lo condenaron a muerte y lo sometieron al tormento de la fosa (colgado de los pies y con la cabeza en una fosa) en la Colina de los Mártires de Nagasaki. Fue beatificado junto con otros mártires el año 2008.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

martes, 5 de noviembre de 2019

Lecturas y Santoral 05/11/2019. Martes de la trigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Existimos en relación con los otros miembros
Primera Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 5-16a

Hermanos:
Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros.
Teniendo dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado, deben ejercerse así: la profecía, de acuerdo con la regla de la fe; el servicio, dedicándose a servir; el que enseña, aplicándose a la enseñanza; el que exhorta, ocupándose en la exhortación; el que se dedica a distribuir los bienes, hágalo con generosidad; el que preside, con solicitud; el que hace obras de misericordia, con gusto.
Que vuestro amor no sea una fingido; aborreciendo lo malo, apegaos a lo bueno.
Amaos cordialmente unos con otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo; en la actividad, no seáis negligentes; en el espíritu, manteneos fervorosos, sirviendo constantemente al Señor.
Que la esperanza os tenga alegres; manteneos firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración; compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis. Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran. Tened la misma consideración y trato unos con otros: sin pretensiones de grandeza, sino poniéndoos al nivel de la gente humilde. No os tengáis por sabios.

Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial. 130, 1. 2. 3
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad.

Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
como un niño saciado
así está mi alma dentro de mí.

Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Sal por los caminos y senderos, e insisteles hasta que entren y se llene mi casa.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 14, 15-24
En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús:
«¡Bienaventurado el que coma en el reino de Dios!».
Jesús le contestó:
«Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados:
"Venid, que ya está preparado".
Pero todos a una empezaron a excusarse.
El primero le dijo:
"He comprado un campo y necesito ir a verlo. Dispénsame, por favor".
Otro dijo:
"He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor."
Otro dijo:
"Me acabo de casar y, por ello, no puedo ir."
El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado:
"Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos".
El criado dijo:
"Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio".
Entonces el señor dijo al criado:
"Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se llene mi casa."
Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Santos Zacarias e Isabel



Fueron los padres de Juan bautista y Zacarías era sacerdote de la Antigua Ley. No tenían hijos y habían llegado ya a una edad en que no podían esperar tenerlos, cuando un ángel se le apareció a Zacarías, en el momento en que éste oficiaba en el templo y le dijo:

"No temas Zacarías porque tu plegaria ha sido escuchada, e Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, al que pondrás por nombre Juan. Desde el seno de su madre será lleno del Espíritu Santo y, a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor su Dios".

Y así sucedió.

Según un escrito apócrifo, Zacarías habría muerto mártir. Cuenta que fue asesinado en el templo por mandato de Herodes, porque se había negado a decir dónde estaba su hijo.

El Martirologio, sin embargo, no menciona el martirio al conmemorar a Zacarías e Isabel el 5 de noviembre.

Santa Ángela de la Cruz



Nació en Sevilla el año 1846, en el seno de una familia numerosa y pobre, trabajadora y piadosa. Desde muy joven trabajó en un taller de zapatería, a la vez que se entregaba al servicio de los más pobres y marginados.

Bajo la guía de un experto confesor, el P. Torres, intentó hacerse religiosa, hasta que comprendió que el Señor la llamaba a fundar una congregación, la Compañía de las Hermanas de la Cruz que, viviendo en gran austeridad, atendían a enfermos y menesterosos.

Mujer de vida contemplativa y de una gran actividad, gozó de carismas extraordinarios. A pesar de no tener estudios, dejó escritos de gran profundidad. Fue terciaria franciscana y su vida y espiritualidad tienen rasgos franciscanos muy marcados.

Murió en Sevilla el 2 de marzo de 1932 y su memoria se celebra el 5 de noviembre, día de su beatificación en 1982. Juan Pablo II la canonizó en el año 2003.

Oración: Oh Dios, que iluminaste a Santa Angela virgen con la sabiduría de la cruz, para que reconociese a Cristo, tu Hijo, en los pobres y en los enfermos, y los sirviese como humilde esclava, concédenos que, imitando el ejemplo de su caridad, podamos llegar a ti, junto con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com