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domingo, 3 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 03/01/2021. Domingo segundo después de Navidad

La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido
Primera Lectura. Eclesiástico 24, 1-2. 8-12
La sabiduría hace su propia alabanza, encuentra su honor en Dios y se gloria en medio de su pueblo. En la asamblea del Altísimo abre su boca y se gloria ante el Poderoso. «El Creador de universo me dio una orden, el que me había creado estableció mi morada y me dijo - “Pon tu tienda en Jacob, y fija tu heredad en Israel”. Desde el principio, antes de lo siglos, me creó, y nunca jamás dejaré de existir. Ejercí mi ministerio en la Tienda santa delante de él, y así me establecí en Sion. En la ciudad amada encontré descanso, y en Jerusalén reside mi poder. Arraigué en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad».

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 147,12-13. 14-15. 19-20
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. 
Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz.

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Anuncia su palabra a Jacob sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos.

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo a ser sus hijos
Segunda Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,3-6.15-18)
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos. Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor. Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado. Por eso, habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones, a fin de que el espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Palabra de Dios



El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Comienzo del santo Evangelio según san Juan (1,1-18)
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a loa que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne., ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra de Dios
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net

El Santísimo nombre de Jesús

El Santísimo Nombre de Jesús, invocado por los fieles desde los comienzos de la Iglesia, comenzó a ser venerado en las celebraciones litúrgicas en el siglo XIV. San Bernardino de Siena y sus discípulos propagaron el culto al Nombre de Jesús: "Yahweh es salvación" con el monograma del Santo Nombre: IHS (abreviación del nombre de Jesús en Griego, y añadiendo el nombre de Jesús al Ave María.

En 1530 el Papa Clemente VII concedió por vez primera a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús. Como fiesta litúrgica fue introducida en el siglo XVI, instituida en el año 1721. Fiesta de especial relevancia para los Jesuitas que celebrarán hoy el Santísimo Nombre del Titular de su Compañía, nuestro Señor Jesús.

Suprimida un tiempo en el calendario romano, pasó a celebrarse el día 1 de enero, ya que en el evangelio de la misa de la solemnidad de Santa María Madre de Dios, de un modo especial, "se conmemora también la imposición del Santísimo nombre de Jesús". La fiesta fue restaurada en el misal romano por el papa Juan Pablo II. Aunque tradicionalmente se realizaba el primer día de enero, desde 2014, por una cuestión del calendario litúrgico, pasó al 3 de enero.

Santa Francisca Cabrini Fundadora de las Misioneras del Sagrado Corazón

Alrededor de 1874, el obispo de Lodi y Monseñor Serrati, invitaron a Francisca a ir a ayudar a un pequeño orfanato llamado la Casa de la Providencia (el cual se encontraba en mal estado a causa de las malas gestiones) y fundar allí una congregación religiosa. En 1877, hizo los primeros votos y, al mismo tiempo, el obispo la nombró superiora. El obispo decidió renunciar al proyecto de la Casa de la Providencia y la cerró. Dijo a Francisca: "Vos deseáis ser misionera. Pues bien, ha llegado el momento de que lo seáis. Yo no conozco ningún instituto misional femenino, fundadlo vos misma."

En Codogno había un antiguo convento franciscano, vacío y olvidado. A él se trasladó la madre Cabrini con sus siete fieles compañeras. En cuanto la comunidad quedó establecida, la santa se dedicó a redactar las reglas. El fin principal de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón era la educación de las jóvenes. Ese mismo año el obispo de Lodi aprobó las constituciones.

Dos años más tarde, se inauguró la primera filial en Gruello, a la que siguió pronto la casa de Milán. Las constituciones de las Hermanas del Sagrado Corazón fueron finalmente aprobadas en 1907. Para entonces, la congregación, que había comenzado en 1880 con ocho religiosas, tenía ya más de 1000 y se hallaba establecida en ocho países. Santa Francisca había hecho más de cincuenta fundaciones, entre las que se contaban escuelas gratuitas, escuelas secundarias, hospitales y otras instituciones.

La madre Francisca Javier murió absolutamente sola en el convento de Chicago, el 22 de diciembre de 1917. Fue canonizada en 1946. Su cuerpo se halla en la capilla de la "Cabrini Memorial School" de Fort Washington, en el estado de Nueva York. Fue la primera ciudadana americana cuya santidad fue públicamente reconocida por la Iglesia mediante la canonización.

martes, 8 de diciembre de 2020

Lecturas y Santoral 08/12/2020 Martes de la segunda semana de Adviento. La Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, patrona de España.

Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer

Primera Lectura. Génesis 3, 9-15. 20
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre:
"¿Dónde estás?".
Él contestó:
"Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí".
El Señor le replicó:
"¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?".
Adán respondió:
"La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí".
El Señor dijo a la mujer:
"¿Qué es lo que has hecho?".
Ella respondió:
"La serpiente me engañó, y comí".
El Señor Dios dijo a la serpiente:
"Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón".
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Cantad al Señor un cántico nuevo, 
porque ha hecho maravillas: 
su diestra le ha dado la victoria, 
su santo brazo.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
El Señor da a conocer su victoria, 
revela a las naciones su justicia: 
se acordó de su misericordia y su fidelidad 
en favor de la casa de Israel.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios. 
Aclama al Señor, tierra entera; 
gritad, vitoread, tocad. 

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo
Segunda Lectura. Carta del apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por su medio hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.

Palabra de Dios.




Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1.26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
-"No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin."
Y María dijo al ángel:
"¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?".
El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible".
María contestó:
"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra".
Y la dejó el ángel.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net/

LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN

El 8 de diciembre de 1854, Pío IX definió este dogma con las siguientes palabras: "Para honor de la santa e indivisa Trinidad, declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles". 

Antes, la Orden Franciscana, en su Capítulo celebrado en Toledo el año 1645, "escogió a la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en cuanto la confesamos y celebramos inmune de la culpa original en su misma Concepción, como Patrona singular de toda la Orden de los Frailes Menores". Y aquello no fue una novedad rara en la historia de la familia franciscana, que desde sus primeros tiempos se distinguió como defensora acérrima de este privilegio sin par de María. El beato Juan Duns Escoto fue su adalid, y la campaña por él iniciada la prosiguió la Orden, sin desmayos, a lo largo de los siglos.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com


"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

sábado, 17 de octubre de 2020

Lecturas y Santoral 17/10/2020. Sábado de la vigesimooctava semana de Tiempo Ordinario. San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir

El Padre dio a Cristo como Cabeza, sobre todo, a la Iglesia, que es su cuerpo.
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 15-23
Hermanos: Habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro. Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 8, 2-3a. 4-5. 6-7a

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos

Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza.

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él?

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies.

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos

El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 12, 8-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios. Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».

Palabra de Dios

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Ignacio de Antioquía

San Ignacio fue el segundo sucesor de san Pedro en el gobierno de la Iglesia de Antioquía (Siria), la primera ciudad en que los seguidores de Cristo empezaron a llamarse “cristianos”. La tradición señala que fue un discípulo de San Juan Evangelista. Por 40 años estuvo como obispo ejemplar de Antioquía que, después de Roma, era la ciudad más importante para los cristianos, porque tenía el mayor número de creyentes.

El emperador Trajano mandó que encarcelaran a todos los que no adoraran a los falsos dioses de los paganos. Como San Ignacio se negó a adorar esos ídolos, fue llevado preso. El emperador ordenó que Ignacio fuera llevado a Roma y condenado a morir devorado por las fieras para diversión del pueblo. Encadenado, fue llevado preso en un barco desde Antioquía hasta Roma en un largo y penosísimo viaje a través de Asia Menor, durante el cual escribió siete cartas que se han hecho famosas e iban dirigidas a las Iglesias de Asia Menor. En esas cartas trata sabia y eruditamente de Cristo, de la constitución de la Iglesia y de la vida cristiana.

En una de esas cartas, el santo señala que los soldados que lo llevaban eran feroces como leopardos; que lo trataban como fieras salvajes y que cuanto más amablemente los trataba él, con más furia lo atormentaban.El barco se detuvo en muchos puertos y en cada una de esas ciudades salían el obispo y todos los cristianos a saludar al santo mártir y a escucharle sus provechosas enseñanzas. De rodillas recibían todos su bendición. Varios se fueron adelante hasta Roma a acompañarlo en su gloriosos martirio.

En Esmirna fue acogido por san Policarpo, y allí escribió cuatro de sus cartas, entre ellas la dirigida a la “Iglesia de Roma, que preside la caridad… y que ha recibido las órdenes de los apóstoles”; y a los romanos les pide que no intervengan para evitar su martirio: “Trigo soy de Cristo -les argumenta-: seré molido por los dientes de las fieras, a fin de llegar a ser pan blanco de Dios”. El modelo de vida cristiana que propone está centrado en la imitación de Cristo para unirse a Él, y con Él al Padre.

Al llegar a Roma, salieron a recibirlo miles de cristianos. Y algunos de ellos le ofrecieron hablar con altos dignatarios del gobierno para obtener que no lo martirizaran. Él les rogó que no lo hicieran y se arrodilló y oró con ellos por la Iglesia, por el fin de la persecución y por la paz del mundo. Como al día siguiente era el último y el más concurrido día de las fiestas populares y el pueblo quería ver muchos martirizados en el circo, especialmente que fueran personajes importantes, fue llevado sin más al circo para echarlo a las fieras.

Ante el inmenso gentío fue presentado en el anfiteatro. Él oró a Dios y en seguida fueron soltados dos leones hambrientos y feroces que lo destrozaron y devoraron, entre el aplauso de aquella multitud ignorante y cruel. Así consiguió Ignacio lo que tanto deseaba: ser martirizado por proclamar su amor a Jesucristo recibiendo la corona del martirio el año 107, en tiempo del emperador Trajano.

Oración: Dios todopoderoso y eterno, tú has querido que el testimonio de tus mártires glorificara a toda la Iglesia, cuerpo de Cristo; concédenos que, así como el martirio que ahora conmemoramos fue para san Ignacio de Antioquía causa de gloria eterna, nos merezca también a nosotros tu protección constante. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir - Carta a los Romanos (Caps 4,1-2; 6,1-8,3: Funk 1,217-223)

Yo voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco lo mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Os lo pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejad que sea pasto de las fieras, ya que ello me hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo. Rogad por mí a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos, llegue a ser una víctima para Dios.

De nada me servirían los placeres terrenales ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reinar en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida nueva. Por favor, hermanos, no me privéis de esta vida, no queráis que muera; si lo que yo anhelo es pertenecer a Dios, no me entreguéis al mundo ni me seduzcáis con las cosas materiales; dejad que pueda contemplar la luz pura; entonces seré hombre en pleno sentido. Permitid que imite la pasión de mi Dios. El que tenga a Dios en sí entenderá lo que quiero decir y se compadecerá de mí, sabiendo cuál es el deseo que me apremia.

El príncipe de este mundo me quiere arrebatar y pretende arruinar mi deseo que tiende hacia Dios. Que nadie de vosotros, los aquí presentes, lo ayude; poneos más bien de mi parte, esto es, de parte de Dios. No queráis a un mismo tiempo tener a Jesucristo en la boca y los deseos mundanos en el corazón. Que no habite la envidia entre vosotros. Ni me hagáis caso si, cuando esté aquí, os suplicare en sentido contrario; haced más bien caso de lo que ahora os escribo. Porque os escribo en vida, pero deseando morir. Mi amor está crucificado y ya no queda en mí el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en mi interior la voz de una agua viva que me habla y me dice: «Ven al Padre». No encuentro ya deleite en el alimento material ni en los placeres de este mundo. Lo que deseo es el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo, de la descendencia de David, y la bebida de su sangre, que es la caridad incorruptible.

No quiero ya vivir más la vida terrena. Y este deseo será realidad si vosotros lo queréis. Os pido que lo queráis, y así vosotros hallaréis también benevolencia. En dos palabras resumo mi súplica: hacedme caso. Jesucristo os hará ver que digo la verdad, él, que es la boca que no engaña, por la que el Padre ha hablado verdaderamente. Rogad por mí, para que llegue a la meta. Os he escrito no con criterios humanos, sino conforme a la mente de Dios. Si sufro el martirio, es señal de que me queréis bien; de lo contrario, es que me habéis aborrecido.

Santos Rufo y Zósimo

Fueron dos de los primeros discípulos que hicieron los apóstoles al comienzo de su predicación.

Todo lo que se sabe de ellos es que acompañaron a San Ignacio de Antioquía cuando éste se dirigía a Roma, en donde había de ser martirizado.

El martirio de San Ignacio y sus compañeros Rufo y Zósimo, fue recordado por San Policarpo en su epístola a los Filipenses. En esa carta se dice que Rufo y Zósimo "Participaron en la pasión del Señor, y no amaron la gloria de este mundo, sino a Aquél que por ellos y por todos los hombres murió y resucitó".

Fueron glorificados por Dios con la corona del martirio", hacia el año 107, durante el reinado de Trajano.

viernes, 16 de octubre de 2020

Lecturas y Santoral 16/10/2020. Viernes la vigesimooctava semana de Tiempo Ordinario

Antes esperábamos en el Mesías. Vosotros habéis sido marcados con el sello del Espíritu Santo
Primera Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 11-14
Hermanos: En Cristo hemos heredado también los hijos de Israel, los que ya estábamos destinados por decisión del que lo hace todo según su voluntad, para que seamos alabanza de sus gloria quienes antes esperábamos en el Mesías. En él también vosotros, después de haber escuchado la palabra de la verdad - el evangelio de vuestra salvación -, creyendo en él habéis sido marcados con el sello del Espíritu Santo prometido. Él es la prenda de nuestra herencia, mientras llega la redención del pueblo de su propiedad, para alabanza de su gloria.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 32, 1-2.4-5. 12-13

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres.

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en recámaras se pregonará desde la azotea. A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojara a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».

Palabra de Dios



Santa Margarita María de Alacoque

Nació el año 1647 cerca de Vésrosvres, diócesis de Autún (Borgoña, Francia) en el pequeño pueblo de Lautecour en Francia. La mamá Filiberta Lamyn. Los hijos son cinco. La menor es Margarita. El párroco, Antonio Alacoque, tío suyo, la bautiza a los tres días de nacida. Ella dice en su autobiografía que desde pequeña le concedió Dios que Jesucristo fuera el único dueño de su corazón. Y le concedió otro gran favor: un gran horror al pecado, de manera que aun la más pequeña falta le resultaba insoportable.

Dice que siendo todavía una niña, un día en la elevación de la Santa Hostia en la Misa le hizo a Dios la promesa de mantenerse siempre pura y casta. Voto de castidad. Aprendió a rezar el rosario y lo recitaba con especial fervor cada día y la Virgen Santísima le correspondió librándola de muchos peligros. La llevan al colegio de las Clarisas y a los nueve años hace La Primera Comunión. Dice "Desde ese día el buen Dios me concedió tanta amargura en los placeres mundanos, que aunque como jovencita inexperta que era a veces los buscaba, me resultaban muy amargos y desagradables. En cambio encontraba un gusto especial en la oración”.

En el año 1671 fue admitida en la comunidad de La Visitación, fundada por San Francisco de Sales. Entró al convento de Paray-le=Monial. Una de sus compañeras de noviciado dejó escrito: "Margarita dio muy buen ejemplo a las hermanas por su caridad; jamás dijo una sola palabra que pudiera molestar a alguna, y demostraba una gran paciencia al soportar las duras reprimendas y humillaciones que recibía frecuentemente". La pusieron de ayudante de una hermana que era muy fuerte de carácter y ésta se desesperaba al ver que Margarita era tan tranquila y callada. La superiora empleaba métodos duros y violentos que hacían sufrir fuertemente a la joven religiosa, pero esta nunca daba la menor muestra de estar disgustada. Con esto la estaba preparando Nuestro Señor para que se hiciera digna de las revelaciones que iba a recibir.

El 27 de diciembre de 1673 se le apareció por primera vez el Sagrado Corazón de Jesús. Ella había pedido permiso para ir los jueves de 9 a 12 de la noche a rezar ante el Santísimo Sacramento del altar, en recuerdo de las tres horas que Jesús pasó orando y sufriendo en el Huerto de Getsemaní. De pronto se abrió el sagrario donde están las hostias consagradas y apareció Jesucristo como lo vemos en algunos cuadros que ahora tenemos en las casas. Sobre el manto su Sagrado Corazón, rodeado de llamas y con una corona de espinas encima, y una herida. Jesús señalando su corazón con la mano le dijo: "He aquí el corazón que tanto ha amado a la gente y en cambio recibe ingratitud y olvido. Tú debes procurar desagraviarme". Nuestro Señor le recomendó que se dedicara a propagar la devoción al Corazón de Jesús porque el mundo es muy frío en amor hacia Dios y es necesario enfervorizar a las personas por este amor.

Durante 18 meses el Corazón de Jesús se le fue apareciendo. Le pidió que se celebrara la Fiesta del Sagrado Corazón cada año el Viernes de la semana siguiente a la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus). El Corazón de Jesús le hizo a Santa Margarita unas promesas maravillosas para los que practiquen esta hermosa devoción. Por ejemplo "Bendeciré las casas donde sea expuesta y honrada la imagen de mi Sagrado Corazón. Daré paz a las familias. A los pecadores los volveré buenos y a los que ya son buenos los volveré santos. Asistiré en la hora de la muerte a los que me ofrezcan la comunión de los primeros Viernes para pedirme perdón por tantos pecados que se cometen", etc.

Margarita le decía al Sagrado Corazón: "¿Por qué no elige a otra que sea santa, para que propague estos mensajes tan importantes? Yo soy demasiado pecadora y muy fría para amar a mi Dios". Jesús le dijo: "Te he escogido a ti que eres un abismo de miserias, para que aparezca más mi poder. Y en cuanto a tu frialdad para amar a Dios, te regalo una chispita del amor de mi Corazón". Y le envió una chispa de la llama que ardía sobre su Corazón, y desde ese día la santa empezó a sentir un amor grandísimo hacia Dios y era tal el calor que le producía su corazón que en pleno invierno, a varios grados bajo cero, tenía que abrir la ventana de su habitación porque sentía que se iba a quemar con tan grande llama de amor a Dios que sentía en su corazón (¡Ojalá Dios nos diera a nosotros una chispita de esas!)

Nuestro Señor le decía: "No hagas nada sin permiso de las superioras. El demonio no tiene poder contra las que son obedientes". Margarita enfermó gravemente. La superiora le dijo: "Creeré que sí son ciertas las apariciones de que habla, si el Corazón de Jesús le concede la curación". Ella le pidió al Sagrado Corazón que la curara y sanó inmediatamente. Desde ese día su superiora creyó que sí en verdad se le aparecía Nuestro Señor. Dios permitió que enviaran de capellán al convento de Margarita a San Claudio de la Colombiere y este hombre de Dios que era jesuita, obtuvo que en la Compañía de Jesús fuera aceptada la devoción al Corazón de Jesús. Desde entonces los jesuitas la han propagado por todo el mundo.

Margarita fue nombrada Maestra de novicias. Enseñó a las novicias la devoción al Sagrado Corazón (que consiste en imitar a Jesús en su bondad y humildad y en confiar inmensamente en Él, en ofrecer oraciones y sufrimientos y misas y comuniones para desagraviarlo, y en honrar su santa imagen) y aquellas jóvenes progresaron rapidísimo en santidad. Luego enseñó a su hermano (comerciante) esta devoción y el hombre hizo admirables progresos en santidad. Los jesuitas empezaron a comprobar que en las casas donde se practicaba la devoción al Corazón de Jesús las personas se volvían mucho más fervorosas. El Corazón de Jesús le dijo: "Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí". Antes de morir obtuvo que en su comunidad se celebrara por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

El 17 de octubre de 1690 murió llena de alegría porque podía ir a estar para siempre en el cielo al lado de su amadísimo Señor Jesús, cuyo Corazón había enseñado ella a amar tanto en este mundo. Digamos de vez en cuando las dos oraciones tan queridas para los devotos del Sagrado Corazón: "Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo"."Sagrado Corazón de Jesús. En tí confío".

Oración: Infunde, Señor, en nuestros corazones el mismo espíritu con que enriqueciste a santa Margarita María de Alacoque, para que lleguemos a un conocimiento profundo del misterio incomparable del amor de Cristo y alcancemos nuestra plenitud según la plenitud total de Dios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santa Eduvigis

Nació de noble familia en Baviera hacia el año 1174. Era hermana de santa Gertrudis, la madre de santa Isabel de Hungría. Se educó en las benedictinas de Kitzingen y se casó con el príncipe Enrique I de Silesia y de Polonia, futuro duque, del que tuvo siete hijos.

Llevó una vida ejemplar de piedad y se dedicó a socorrer a pobres y enfermos, fundando para ellos lugares de asilo. Vio morir a todos sus hijos, excepto una hija, y afrontó tanta tribulación con serenidad y paciencia. Al morir su esposo en 1238, ingresó en el monasterio cisterciense de Trebnitz (Polonia), donde murió el 15 de octubre de 1243.

Así resplandeció por su santidad como esposa fiel y solícita, como madre educadora de sus hijos, como duquesa entregada al servicio de los indigentes y, en los últimos años de su vida, como religiosa de vida contemplativa.

Oración: Señor, por intercesión de santa Eduvigis, cuya vida fue para todos un admirable ejemplo de humildad, concédenos siempre los auxilios de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Beato Aniceto Koplinski

Nació en Debrzno (Polonia) el año 1875 de padre polaco y madre alemana. A los 18 años vistió el hábito capuchino en la Provincia alemana de Renania-Westfalia, y en 1900 fue ordenado de sacerdote.

Atendió pastoralmente a los polacos que vivían en Renania y Westfalia (Alemania) hasta que, en 1918, lo trasladaron a Varsovia, donde fue apóstol de los pobres, en especial los parados y los vagabundos, a los que protegía y para los que pedía limosna.

Fue arrestado por la Gestapo el 26 de julio de 1941 por la noche, junto con otros 22 religiosos. No se valió de su ascendencia alemana para salvarse de la muerte. El 4 de septiembre del mismo año fue trasladado al campo de concentración de Auschwitz, donde murió en la cámara de gas el 16 de octubre de 1941. En los interrogatorios declaró: "Soy sacerdote y donde quiera que haya hombres, allí trabajo, sean ellos hebreos o polacos, y más si sufren y son pobres".

Es uno de los Mártires de la II Guerra Mundial (1940-43) beatificados por Juan Pablo II en 1999.

San Longinos

Personaje del Nuevo Testamento. El evangelista san Juan, hablando de la muerte de Jesús en la cruz, dice: "Fueron los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua" (Jn 19,32-34).

A este soldado romano, que atravesó el costado del Señor, es a quien se conmemora en esta fecha con el nombre de san Longinos.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com

domingo, 24 de mayo de 2020

Lecturas y Santoral 24/05/2020. Domingo de la séptima semana de Pascua. La Ascensión del Señor

A la vista de ellos, fue elevado al cielo
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 1, 1 - 11
En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios. Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días». Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?». Les dijo: «No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y “hasta el confín de la tierra”». Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo». 

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 46, 2-3. 6-7. 8-9
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. 
Pueblos todos batid palmas, 
aclamad a Dios con gritos de júbilo; 
porque el Señor es sublime y terrible, 
emperador de toda la tierra. 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. 
Dios asciende entre aclamaciones; 
el Señor, al son de trompetas; 
tocad para Dios, tocad, 
tocad para nuestro Rey, tocad. 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. 
Porque Dios es el rey del mundo; 
tocad con maestría. 
Dios reina sobre las naciones, 
Dios se sienta en su trono sagrado. 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
Lo sentó a su derecha en el cielo
Segunda Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23
Hermanos: El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos. 

Palabra de Dios


Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos». 

Palabra de Dios
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


Santa María Auxiliadora

En la fecha de hoy, la Iglesia conmemora una vez más, a la Santísima Virgen, bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos. La historia del establecimiento de la fiesta de María Auxiliadora se remonta a la Revolución Francesa, la cual había asestado un duro golpe a la Iglesia y desquiciado completamente a la religión cristiana. Cuando Napoleón Bonaparte asume el poder, restableció el catolicismo en Francia: anula las leyes revolucionarias de proscripción, permite a los sacerdotes regresar a sus iglesias y devuelve catedrales, parroquias y seminarios a obispos. Sin embargo, embriagado por sus triunfos y ambición desordenada, comenzó a exigir al Papa Pío VII algunas cosas que el Pontífice no podía conceder, dando lugar a nuevos conflictos con la Iglesia.

El Papa fue hecho prisionero en el castillo de Fontainebleau por el emperador francés y durante los cinco años que estuvo preso, dedicaba especialmente una parte del tiempo de sus oraciones a María Santísima, Auxilio de los Cristianos para que protegiese a la Iglesia perseguida, desgobernada y desamparada. Los ruegos del Papa fueron escuchados y en 1814 Napoleón firma su abdicación. En 1815, cuando la Iglesia había recuperado su posición y poder espiritual, el Papa para manifestar el agradecimiento de todo el orbe católico a la Virgen María, bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos y como un expreso reconocimiento de la infalible protección de la Madre de Dios, instituyó la fiesta de María Auxiliadora en el día 24 de mayo para perpetuar el recuerdo de su entrada triunfal a Roma al volver de su cautiverio en Francia.

Aciprensa tiene el siguiente especial sobre esta advocación de la Santa Madre de Dios: http://www.aciprensa.com/Maria/Auxiliadora/index.html

San Vicente de Lerins

Su singularidad estriba en haber sido un santo que se equivocó en sus opiniones teológicas, lo cual a simple vista no deja de parecer chocante; se equivocó, hay que aclararlo, cuando lo que se discutía era aún una cuestión abierta, y sólo después de su muerte la Iglesia se pronunció en contra de sus tesis.

Poco se sabe de este Vicente, quizá natural del norte de Francia, que fue una de las luminarias intelectuales del famoso monasterio de Lérins, fundado por san Honorato; un gran sabio que se hizo religioso una vez "ahuyentados los vientos de la vanidad y de la soberbia, aplacando a Dios con el sacrificio de la humildad cristiana".

¿Tuvo un pasado borrascoso, como parece deducirse de cierta alusión que hace en uno de sus libros? No es seguro, posiblemente el énfasis que pone en sus palabras hay que cargarlo a cuenta de la severidad con que los santos acostumbran a juzgarse a sí mismos.

Lo que sí es indudable es que fue un hombre muy docto en las Escrituras y con profundos conocimientos de las letras clásicas. Un temible polemista cuando se lanza al fragor de la discusión teológica, oponiéndose a san Agustín, con quien intercambia vehementes latines y complicados argumentos (su tan leído Commonitorium es más o menos del 434) sobre el delicadísimo problema de armonizar gracia divina y libertad.

En la querella del semipelagianismo parece que san Vicente se inclinó por soluciones que más tarde el magisterio había de rechazar, pero ahí está en la lista de los santos, apaciguado por el amor de Dios, que está más allá de las polémicas de los teólogos.

Dedicación de la Basílica de San Francisco en Asís

San Francisco murió el año 1226. Dos años después, en 1228, el papa Gregorio IX lo canonizó en Asís y mandó que se levantara una suntuosa iglesia en las afueras de la ciudad para su sepultura. Él mismo puso la primera piedra y la distinguió con el título de “Cabeza y Madre” de la Orden de los Menores.

Terminadas en lo fundamental las obras, el 25 de mayo de 1230 fue solemnemente trasladado el cuerpo de san Francisco desde la iglesia de San Jorge, donde había sido sepultado después de su muerte, a la nueva basílica. Más tarde, el 25 de mayo de 1253, Inocencio IV consagró personalmente y con gran solemnidad esta iglesia. Y Benedicto XIV la elevó a la dignidad de Basílica patriarcal y Capilla papal el 25 de marzo de 1754.

Oración: Señor, tú que edificas el templo de tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica en tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, a fin de que tu pueblo, por intercesión de nuestro Padre san Francisco, crezca siempre para edificación de la Jerusalén celeste. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 2 de junio de 2019

Lecturas y Santoral 02/06/2019. Domingo de la séptima semana de Pascua. La Ascensión del Señor

A la vista de ellos, fue elevado al cielo.
Primera Lectura. Hechos de los apóstoles 1, 1 - 11
En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo.
Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».
Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo:
«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?».
Les dijo:
«No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y 'hasta el confín de la tierra'».
Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 46, 2-3. 6-7. 8-9
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Lo sentó a su derecha en el cielo.
Segunda Lectura. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23
Hermanos:
El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 24, 46-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto».
Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/



Santos Marcelino y Pedro

Marcelino era sacerdote y Pedro exorcista, y ambos fueron mártires. El papa san Dámaso es quien nos ha dejado las noticias de su muerte que oyó de boca del mismo verdugo. Fueron condenados a muerte en Roma durante la persecución de Diocleciano, a comienzos del siglo IV, seguramente el año 304.

Para su ejecución los llevaron a un bosque fuera de la ciudad, a fin de que se desconociera el lugar de su sepultura. Allí los obligaron a cavar con sus manos su propia fosa, en la que los enteraron después de haberlos decapitado. Pero una piadosa matrona romana, llamada Lucilia, consiguió localizar los restos de los mártires, los recogió y los sepultó en el cementerio llamado Ad duas lauros, en la Vía Labicana de Roma donde, después de la paz de Constantino, su madre, santa Elena, hizo construir una basílica.

Oración: Señor, tú has hecho del glorioso testimonio de tus mártires san Marcelino y san Pedro nuestra protección y defensa; concédenos la gracia de seguir sus ejemplos y de vernos continuamente sostenidos por su intercesión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Félix de Nicosia, religioso (1715-1787)



Nació en Nicosia, en Sicilia, Italia; fue uno de tres hijos de un zapatero y una madre costurera, en una familia pobre y muy religiosa.

El joven Filippo Giacomo Amoroso ejerció el oficio de su padre, pero a la muerte de sus progenitores decide atender a sus inquietudes religiosas. A los 20 años, pidió su admisión en el convento de los capuchinos, de donde fue rechazado. Sin renunciar por ello a sus propósitos, el joven se entregó al trabajo, las plegarias y la mortificación, renovando cada cierto tiempo su solicitud en el convento. Por fin, luego de siete años fue admitido en el convento de los capuchinos en Mistreta donde profesó como hermano lego con el nombre de fray Félix de Nicosia.

Fue enviado entonces de vuelta a su ciudad natal para acompañar al hermano limosnero. Si bien en el convento de Nicosia fue zapatero, cocinero, portero, enfermero y hortelano, el oficio de limosnero, que ejerció por más de cuarenta años, le permitía tener un contacto directo y edificante con la gente.

San Félix de Nicosia destacó por sus elevadas virtudes, como la humildad, la caridad, la austeridad y la mansedumbre, así como una delicada espiritualidad que se manifestaba en la atención que recibía de los fieles, que se vieron beneficiados por sus favores y por algunos milagros que se le atribuyeron. Realizó curaciones milagrosas, sobretodo en la epidemia que sacudió el pueblo de Cerami, en 1777. Curó también las enfermedades del espíritu, convirtiendo a muchos pecadores, inclusive a algunos delincuentes presos, a quienes el beato socorría con alimentos y con la Palabra de Dios.


El 31 de Mayo de 1787, San Félix de Nicosia falleció en su convento a la edad de 78 años. Fue beatificado por el papa León XIII en 1888, y canonizado por Su Santidad Benedicto XVI el 23 de Octubre de 2005.

Oración: Oh San Félix, hijo de Sicilia, testimonio del amor de Cristo, amante de la Bienaventurada Virgen María, un hermano entre hermanos como San Francisco de Asís, custodio y protector de todos los buscadores de Dios; él todavía lleva hoy en día, en el bolso, la paz y la prosperidad, amor y esperanza de Dios. San Félix, un hombre de silencio y de la escucha, intercede ante el Padre, para regenerarnos, ante el Hijo para salvarnos, ante el Espíritu para santificarnos y conseguirnos ... (Pide una gracia ...) Para que contigo podamos alabar al Señor para siempre. Amen.


San Eugenio I Papa 75 (¿?-657)

Nació probablemente en Roma, o por lo menos en Italia, hijo de un ciudadano llamado Rufiniano; era una época de dificultad y debilidad para la Iglesia. Se conoce muy poca información acerca de la vida de San Eugenio I antes de su llegada a la Silla de San Pedro, salvo que ya estaba asentado en Roma desde tiempo atrás.

En 653, el emperador Constante I ordenó la captura violenta del papa, Martín I, a quien hizo encadenar y expulsó de la Ciudad Eterna rumbo a Constantinopla, donde habría de fallecer poco después. El clero romano, o bien la intervención directa del emperador, encontró sucesor en la persona de Eugenio I, pues se trataba de una persona recta y piadosa, con méritos suficientes para ejercer el Sumo Pontificado.

De este modo, en 654 San Eugenio I fue consagrado como septuagésimo quinto Papa de la cristiandad. A pesar de la supuesta cercanía con el emperador, ya como papa San Eugenio I denunció públicamente las vejaciones a las que había sido sometido su antecesor por las órdenes del emperador Constante.Es muy probable que San Eugenio I hubiera estado a punto de sufrir la misma suerte que el papa que lo precedió, pero lo impidió su repentina muerte.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, aciprensa.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, www.corazones.org, vatican.va, catholic.net, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."