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domingo, 14 de febrero de 2010

Él está ahí... contigo - Karl Rahner

Cuando cae el hombre en la cuenta de que está sepultado, dos reacciones son posibles. O bien se defiende con la angustia del náufrago o del enterrado vivo, y se abalanza a toda forma de actividad que disipe la negrura del horizonte; o bien cae en una auténtica desesperación, unas veces confesada a gritos, otras remansada en una fría calma, en la que maldice, se odia a sí y al mundo, y dice "no hay Dios".

Dice no hay Dios porque ha cambiado el verdadero Dios por aquello que él tenía por Dios. Y en el fondo de su pensamiento hasta tiene razón; su Dios, el de él, ése no existe; el Dios de la seguridad terrena, el Dios que asegura e inmuniza contra las decepciones de la vida; el Dios que asegura el que los hijos no lloren y que la justicia se instale en el mundo y ahorre lágrimas a la tierra; el Dios que da garantías al amor humano para que no acabe en terrible desengaño..., ese Dios en verdad no existe.

Pero quienes así piensan tampoco hacen frente en realidad a la desesperación. Creen haber sacadao valiente y honradamente las consecuencias de su experiencia vital; pero lo cierto es que no han comprendido bien la desesperación, pues han visto en ella la muerte de Dios, en vez de ver en ella su verdadero advenimiento.

Así es realmente deja en ese trance del corazón que la deseperación te arrebate aparentemente todo; en realidad, de verdad, se habrá llevado sólamente lo finito, lo que es nada e intrascendente, aunque se presente grande y admirable, y aun se haya llevado a tí mismo; a tí con tus ideales, con tus presupuestos vitales que fueron calculados por tí muy prudente, exacta y luminosamente; a tí con tu idea de Dios que se te inoculó en lugar de la verdadera idea del Incomprensible. Lo que te puede ser quitado no es jamás Dios. Ciérrate todas las salidas; te cerrarás sólo las salidas a la finitud, las vías a lo descaminado. No te atemorice quedarte solo en el desamparo de tu cárcel interior, que ahora aparece como ocupada solamente por a impotencia, la desesperanza, el cansancio y el vacío. ¡No temas!

Porque mira: si aguantas firme y dejas con denuedo que te anegue la desesperación y, al desencantarte de todos los anteriores ídolos de tu vida, vitales o espirituales, hermosos y dignos (sí, lo son), a los que tú llamaste "Dios", no desesperas del verdadero Dios; si, en efecto, resistes firme (y esto es ya un milagro de la gracia que se te da a tí), de repente caerás en la cuenta, de que en realidad no estás sepultado entre ruinas, que tu cárcel solo tiene cerrojos para la nada y la finitud, que su mortal vacío es sólo falsa apariencia de una espléndida interioridad de Dios, que su silencio lóbrego está colmado por la palabra sin palabra, por Aquel que es sobre todo nombre, por Aquel que es todo en todas las cosas. Y su silencio te dice que Él está ahí.

Y esto es lo segundo que has de hacer en tu desesperación; advertir que Él está allí, saber que Él está contigo. Tener conciencia de que en el profundo calabozo de tu corazón hace ya tiempo que te esperaba; darte cuenta de que de mucho atrás escuchaba en silencio y aguardaba a que te desprendiera por fin de todo el barullo de tu quehacer vital y de toda esa palabrería que pomposamente llamabas tu filosofía de la vida curada de ilusiones, la que acaso tomaste tú por tu oración y en la que te entretuviste tú contigo mismo; aguardaba a ver si después de todos tus ayes desesperados y necios gemidos sobre las miserias de la vida, eras al fin capaz de callar ante Él, de ponerte al habla con Él, con la Palabra que para el hombre que tú hasta ahora fuiste sólo sonaba a silencio de muerte.

Debes sentir que no te hundes en el abismo cuando te sueltas de la convulsiva y tiránica angustia por tí y por tu vida, que no está todo perdido cuando dudas de tí, de tu ciencia, de tu fuerza y aun de tu capacidad de ayudarte a tí mismo para conseguir la vida y la libertad del gozar. Por el contrario, sentirás como por encanto, de repente y por un milagro que se ha de repetir cada día sin hacerse rutina, sentirás que estás con Él. Experimentarás de repente que la pétrea faz de tu desesperanza no era más que la aurora de Dios en tu alma, que las tinieblas del mundo no eran sino el resplandor de Dios, que no conoce sombra; que la aparente cerrazón de horizontes y caminos era la auténtica inmensidad de Dios que no necesita caminos, porque Él está ya allí.

Comprenderás en seguida que no es propiamente que Él haya de venir a tu corazón sepultado, sino que no has de empeñarte tú en huir de ese corazón, porque Él está allí y no hay motivo alguno para salir de esa bendita desesperación a buscar un consuelo fuera, que no lo sería y que no lo hay. Notarás que tú, el sí libre de tu fe y de tu amor, debe encerrarse en el corazón sepultado para encontrar allí al que ya siempre estuvo allí y esperaba, al Dios vivo y verdadero.

Eso es lo segundo. Él está en tu sepultado corazón. Él solo. Pero Él, el que lo es todo, y por eso parece como si no fuera nada. Él está allí, aun cuando tú no estés; y sin Él nada tendrías tú, ni a ti mismo.

Karl Rahner
De la necesidad y don de la Oración, 18-20
Dios, amor que desciende. Escritos espirituales
Sal Terrae

domingo, 31 de enero de 2010

Por tu Amor a los hombres

Por tu amor a los hombres
vienes a iluminar nuestra vida, escondido.

Tú Dios mismo, venido del Cielo
viviendo en Nazareth
con María y José
a su cargo, su Dios
transformando su vida,
Padre y Madre en Belén
Tú la Virgen María, lo sabes muy bien
guardando en tu corazón
cada acontecimiento.

Milagros escondidos
y después descubiertos
por todo hombre y mujer.

Que cada alma te alabe
por siempre Señor
tu Gracia infinita
tu infinito Amor
tu Poder y tu Gloria
el eterno Yo Soy.

Bendito sea tu nombre
por todos los siglos, Señor.

miércoles, 6 de enero de 2010

Que mañana también sea Navidad :)

Deseo de corazón que Dios nos traiga a todos mucho Amor, y alegría en este nuevo año recién estrenado. Ojalá no tengamos que esperar a que ocurran desgracias para compadecernos y ayudar a los demás, y podamos disponer nuestro ánimo y nuestras fuerzas a intentar ayudarnos siempre que sea posible y no ser tan individualistas como el mundo actual nos quiere imponer. Señor Jesús muchísimas gracias por enseñarnos a Dios y hablarnos siempre a pesar de nuestra sordera empedernida.

Que mañana también sea Navidad
La encarnación de Dios, en Jesús de Nazareth
es la traducción del Misterio de Dios,
es la gramática con que Dios nos habla.
Dios irrumpe en nuestra historia porque ama al mundo,
ama al hombre.
La Navidad, hoy 25-12-2009(23:09),
además de recordar esa preciosa noche
en que ocurrió lo inimaginable,
es tener Fe en lo invisible, en lo que a priori
no podemos ver, pero que es EL responsable
de disponer nuestro corazón y razón
para que cada acontecimiento sea un verdadero Milagro,
ya sea una hoja cayendo de lo más alto de un árbol
o una nube con forma de Cruz en el cielo.

Bendita la Sagrada Familia.
Alabado sea Jesucristo.
Dios quiera que Jesús nazca en cada corazón.




miércoles, 23 de diciembre de 2009

Ven Jesús, quédate

En un par de noches reviviremos
aquel momento que nos cambió,
Dios hecho hombre entre nosotros
nuestra esperanza resucitó.

Difícilmente entendible por mente humana
solo a quien Él quiere enseñar
Oídos que miran, ojos que escuchan,
corazón que siente y gusta de amar.

Sea en el cielo o aquí a ras de suelo
te haces presente como en Belén,
Felicidad y certeza infinitas
Dios de mañana y de ayer también.

Ven Jesús, quédate.
22-12-2009 22:24

Formacion nubosa mamatus.Tres Cantos tarde del 22-12-09

lunes, 14 de diciembre de 2009

Fuerza de Lágrimas - Lope de Vega

Con ánimo de hablarle en confianza
de su piedad entré en el templo un día,
donde Cristo en la cruz resplandecía
con el perdón de quien le mira alcanza.

Y aunque la fe, el amor y la esperanza
a la lengua pusieron osadía,
acordéme que fue por culpa mía
y quisiera de mí tomar venganza.

Ya me volvía sin decirle nada
y como vi la llaga del costado,
paróse el alma en lágrimas bañada.

Hablé, lloré y entré por aquel lado,
porque no tiene Dios puerta cerrada
al corazón contrito y humillado.



Fuerza de Lágrimas - Lope de Vega


Corona de adviento. Tercera Semana

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Habla Dios...

... y lo hace de muchas maneras, a veces se puede ver, escuchar, incluso fotografiar. Otras veces solo el corazón lo percibe, por mucho que le cueste a la razón.


Señor Haz de mí un instrumento de tu paz (San Francisco de Asís)
Oh, Señor, haz de mí un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
Ser comprendido, sino comprender;
Ser amado, como amar.
Porque es dando, que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.
Amén.

martes, 24 de noviembre de 2009

A Orillas del Jordán

A Orillas del Jordán, como aquel día al igual que hoy, tú eres uno de nosotros. Uno entre la gente, que pasa desapercibido. Eres el Rey de los pobres, el esclavo del Señor hijo de carpintero, Judío piadoso y buen compañero hijo amoroso venido del cielo.

En la fila de Juan uno más de nosotros nos viniste a enseñar y a curarnos a todos pero aún no te veo. Mi buen compañero, mi hermano, Señor quiero hacer tu palabra quiero verte mejor. Te busco en la fila miro uno por uno y espero que un día te pueda encontrar.
Carl Bloch - El bautismo de Cristo

lunes, 23 de noviembre de 2009

Blaise Pascal (1623 – 1662) El Memorial

Blaise Pascal (1623 – 1662)
Blaise Pascal (1623 – 1662)
"El corazón tiene razones que la razón desconoce".
Resulta muy difícil poner por escrito el camino interior de la conversión pues exige percibir a cada paso lo que sucede y conservarlo con claridad en la memoria.
Si quien ha dejado tan íntimo testimonio es una persona con "vida intelectual" llama especialmente la atención por la capacidad que brinda para contemplar en detalle las circunstancias que han llevado a ese momento importante. Blaise Pascal (1623 – 1662), uno de los fundadores del cálculo matemático de probabilidades, llamó a esa fotografía instantánea de su encuentro definitivo con Dios, "El Memorial", y llevó ese testimonio cosido al forro de su chaleco durante los últimos 8 años de su vida.

AÑO DE GRACIA DE 1654
Lunes 23 de noviembre, día de San Clemente papa y mártir y otros del martirologio. Víspera de San Crisógono mártir y otros santos.
Desde las diez y media de la noche aproximadamente hasta casi las doce y media

FUEGO
Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, no de los filósofos ni de los sabios.
Certeza, certeza. Sentimiento. Alegría. Paz
Dios de Jesucristo.
Deum meum et Deum vestrum.
“Tu Dios será mi Dios.”
Olvido del mundo y de todo, menos de Dios.
Sólo se le encuentra por los caminos enseñados en el Evangelio.
Grandeza del alma humana.
“Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido.”
Alegría, alegría, alegría, lágrimas de alegría
Me he separado de él:
Dereliquerunt me fontem aquae vivae.
“Dios mío, ¿me abandonarás tú?”
Que no me separe de él eternamente.
¡Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único verdadero Díos, y al que tú has enviado, Jesucristo.”
Jesucristo.
Jesucristo.


Yo me he separado de él; le he huido, he renunciado a él, le he crucificado.
Que no sea jamás separado de él.
Sólo se le conserva por los caminos enseñados en el Evangelio.
Renunciación total y dulce.
Sumisión total a Jesucristo y a mi director.
Alegría eterna por un día de fatiga sobre la tierra.
Non obliviscar sermones tuos. Amén.