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lunes, 2 de marzo de 2020

Lecturas y Santoral 02/03/2020. Lunes de la primera semana de Cuaresma

Juzga con justicia a tu prójimo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2. 11-18

El Señor habló así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 18, 8. 9. 10. 15
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El temor del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también éstos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

Palabra de Dios


Santos Emeterio y Celedonio


Nacidos en León, hijos del centurión y mártir Marcelo, estos hermanos formaron también parte de las legiones romanas hasta que se decretó la persecución de los cristianos. Decidieron entonces entregarse al procónsul de Calahorra declarando su fe y aunque fueron encarcelados y torturados nunca renunciaron a su religión, por lo que fueron condenados a morir decapitados a las orillas del río Arnedo el 13 de marzo del año 300. Tras su muerte, estos siervos de Dios, fueron allí sepultados.

Se cuenta que antes de morir, Emeterio lanzó al aire su anillo, y Celedonio su pañuelo, que ascendieron hacia el cielo a la vista de todos. La leyenda también dice que sus cabezas decapitadas llegaron hasta Santander a bordo de una nave de piedra, que atravesaron la roca conocida como la Horadada de los Mártires y encallaron en la costa.

Sus reliquias fueron custodiadas por los monjes de la ciudad, primero en una ermita junto al palacio del gobernador romano y luego en una abadía levantada por Alfonso II, rey de Asturias y León en el año 791. Actualmente reposan en la catedral construída sobre la misma. Los Santos Mártires, como son conocidos, dieron nombre a la ciudad de la que son patronos (Portus Sancti Emeterii – Sant’Emeter – Santander) y que celebra su festividad el 3 de marzo.

La devoción a los Santos Mártires no sólo afecta a la ciudad de Santander, que toma su nombre de San Emeterio, sino que se extiende a toda la Diócesis, ya que el Papa Pío VI, a petición del Obispo Menéndez de Luarca, les declaró patronos de la Diócesis el 30 de septiembre de 1791.

Santa Cunegunda


Nació hacia el año 980 de familia noble. A los veinte años contrajo matrimonio con san Enrique II, duque de Baviera, quien, al saber que ella era estéril, no la repudió, sino que, por sus virtudes, prefirió vivir con ella.

Luego, en el 1002, fueron coronados reyes de Alemania y, en el 1014, recibieron en Roma, de manos del papa Benedicto VIII, la corona imperial. Acompañó a su marido en sus obras y actividades religiosas y caritativas.

Al quedar viuda en el 1024, se retiró al monasterio de Kaufungen (Esse), que ella misma había fundado, y allí vivió como una religiosa más hasta su muerte el año 1033 ó 1039.

domingo, 23 de febrero de 2020

Lecturas y Santoral 23/02/2020. Domingo de la séptima semana de Tiempo Ordinario

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2.17-18

El Señor habló a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
"Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor"».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 102,1-2.3-4.8 y 10. 12-13
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

El Señor es compasivo y misericordioso.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

El Señor es compasivo y misericordioso.
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen.

El Señor es compasivo y misericordioso.

Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 16-23

Hermanos:
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos».
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Palabra de Dios.


Amad a vuestros enemigos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Policarpo, discípulo de los apóstoles. Obispo de Esmirna (+155)



Los Cristianos disponemos de:
  1. la Sagrada Escritura y
  2. una sólida tradición apostólica que comienza con el testimonio de los que fueron testigos oculares del Señor
Me maravilla pensar en Juan el apóstol, aquel que reposó su cabeza en el pecho del Señor, que a su vez enseñó todo lo que había aprendido a sus discípulos y uno de ellos fue Policarpo de Esmirna quien a su vez trasmitió su enseñanza a otros muchos, uno de ellos un pequeño niño llamado Ireneo…

Y de esta manera podemos ir rastreando desde el minuto en que escribo esto hasta encontrar al Señor, ya no solo guiando mis pensamientos y mi vida, como creo firmemente que lo está, sino en aquel momento histórico de hace tantos años en que, tras su muerte y gloriosa Resurrección, envió su Santo Espíritu en Pentecostés para que Juan, el resto de apóstoles y discípulos, perdieran su miedo y salieran, como Iglesia, comunidad de Dios a predicar el mensaje, a ser testigos de Jesus, del Amor de Dios por los hombres para que, a pesar de las mentiras, del dolor, de toda dificultad y amenaza que este mundo pueda mostrarnos, confiemos en Él, en que creemos en su Palabra que nos llega por el amor y la entrega de personas que estuvieron a su lado, rezaron con él, recibieron su enseñanza y enseñaron a muchos otros, como Policarpo.

Y es por este motivo que voy a extenderme un poco en el día de hoy, facilitando toda la información que en su día encontré de Policarpo, aquel que momentos antes de su martirio contestó esto a sus acusadores ante la insistencia de que renegara de Jesús y alabara al César: "Hace 86 años que sirvo a Jesucristo y de Él solo he recibido bienes; ¿cómo puedo maldecir a mi rey y Señor?"


Brillaba en Asia en tiempos del emperador Trajano, Policarpo. Discípulo de los Apóstoles, los testigos oculares y ministros del Señor que le habían confiado el episcopado de la Iglesia de Esmirna.

Policarpo de Esmirna debió de nacer hacia el año 69. Según San Ireneo, que dice saberlo del mismo Policarpo, fue discípulo de Juan el Apóstol quien seguramente fue quien le hizo Obispo de Esmirna antes del año 100. A juzgar por el tono de la carta de Policarpo a los cristianos de Filipo, su fama y autoridad llegó pronto lejos.

Policarpo e Ireneo

Los fieles le profesaban una gran admiración. Y entre sus discípulos tuvo a varios varones importantes uno de ellos san Ireneo. San Ireneo, en una carta a un cristiano que había dejado la verdadera fe y se dedicaba a enseñar errores, le dice así: "Esto no era lo que enseñaba nuestro venerable maestro San Policarpo. Ah, yo te puedo mostrar el sitio en el que este gran santo acostumbraba sentarse a predicar. Todavía recuerdo la venerabilidad de su comportamiento, la santidad de su persona, la majestad de su rostro y las santísimas enseñanza con que nos instruía. Todavía me parece estarle oyendo contar que él había conversado con San Juan y con muchos otros que habían conocido a Jesucristo, y repetir las palabras que había oído de ellos. Y yo te puedo jurar que si San Policarpo oyera las herejías que ahora están diciendo algunos, se taparía los oídos y repetiría aquella frase que acostumbraba decir: Dios mío, ¿por qué me has hecho vivir hasta hoy para oír semejantes horrores? Y se habría alejado inmediatamente de los que afirman tales cosas".

Ignacio de Antioquía y Policarpo

Ignacio de Antioquía fue segundo en obtener la sucesión de Pedro en el episcopado de Antioquía. Debió de nacer poco después del S.I y a juzgar por el tono de su carta a Policarpo era mayor que este. Fue trasladado a Roma desde Siria para ser pasto de las fieras y, mientras era conducido a través de Asia iba dando ánimos con sus exhortaciones a las Iglesias de cada ciudad, poniendo hincapié en que se aferraran solícitamente a la tradición de los apóstoles cuidándose mucho de las herejías que por entonces empezaban a pulular (especialmente los docetas).
Como Ignacio veía su martirio cercano creyó necesario escribir para que no se perdieran las enseñanzas:
  • Hayándose en Esmirna escribió a varias Iglesias.
  • Ya lejos de Esmirna, en Tróade, conversa con Policarpo, que presidía la Iglesia de Esmirna. San Policarpo salió a recibirlo y besó emocionado sus cadenas. Ignacio reconociendo a Policarpo como varón verdaderamente apostólico y porque era pastor legítimo y bueno, le confía su propio rebaño de Antioquía y le pide que se preocupe de él con solicitud. Policarpo por petición de San Ignacio escribió una carta a los cristianos del Asia, carta que según San Jerónimo, era sumamente apreciada por los antiguos cristianos.
Policarpo en la carta dirigida a los Filipenses y atribuida a él (ver carta a los Filipenses), hace mención del martirio de Ignacio diciendo textualmente: "Os exhorto pues, a todos vosotros, a obedecer y a ejercitar toda paciencia, la que visteis con vuestros ojos no solamente en los bienaventurados Ignacio, Rufo y Zósimo, sino también en otros de los vuestros, y en el mismo Pablo y en los demás apóstoles, persuadidos de que todos éstos no corrieron en vano sino en la fe y en la justicia (…) que amaron a aquel que murió por nosotros y por nosotros también resucitó por obra de Dios".

Los cristianos de Esmirna escribieron una bellísima carta poco después del martirio de este gran santo, y en ella nos cuentan datos muy interesantes, por ejemplo los siguientes:

"Cuando estalló la persecución, Policarpo no se presentó voluntariamente a las autoridades para que lo mataran, porque él tenía temor de que su voluntad no fuera lo suficientemente fuerte para ser capaz de enfrentarse al martirio, y porque sus fuerzas no eran ya tan grandes pues era muy anciano. El se escondió, pero un esclavo fue y contó dónde estaba escondido y el gobierno envió un piquete de soldados a llevarlo preso. Era de noche cuando llegaron. El se levantó de la cama y exclamó: "Hágase la santa voluntad de Dios". Luego mandó que les dieran una buena cena a los que lo iban a llevar preso y les pidió que le permitieran rezar un rato. Pasó bastantes minutos rezando y varios de los soldados, al verlo tan piadoso y tan santo, se arrepintieron de haber ido a llevarlo preso.

El populacho estaba reunido en el estadio y allá fue llevado Policarpo para ser juzgado. El gobernador le dijo: "Declare que el César es el Señor". Policarpo respondió: "Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios". Añadió el gobernador: ¿Y qué pierde con echar un poco de incienso ante el altar del César? Renuncie a su Cristo y salvará su vida. A lo cual San Policarpo dio una respuesta admirable. Dijo así: "Ochenta y seis años llevo sirviendo a Jesucristo y El nunca me ha fallado en nada. ¿Cómo le voy yo a fallar a El ahora? Yo seré siempre amigo de Cristo".

El gobernador le grita: "Si no adora al César y sigue adorando a Cristo lo condenaré a las llamas",. Y el santo responde: "Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga".

En ese momento el populacho empezó a gritar: ¡Este es el jefe de los cristianos, el que prohíbe adorar a nuestros dioses. Que lo quemen! Y también los judíos pedían que lo quemaran vivo. El gobernador les hizo caso y decretó su pena de muerte, y todos aquellos enemigos de nuestra santa religión se fueron a traer leña de los hornos y talleres para encender una hoguera y quemarlo.

Hicieron un gran montón de leña y colocaron sobre él a Policarpo. Los verdugos querían amarrarlo a un palo con cadenas pero él les dijo: "Por favor: déjenme así, que el Señor me concederá valor para soportar este tormento sin tratar de alejarme de él". Entonces lo único que hicieron fue atarle las manos por detrás.

Policarpo, elevando los ojos hacia el cielo, oró así en alta voz: "Señor Dios, Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: yo te bendigo porque me has permitido llegar a esta situación y me concedes la gracia de formar parte del grupo de tus mártires, y me das el gran honor de poder participar del cáliz de amargura que tu propio Hijo Jesús tuvo que tomar antes de llegar a su resurrección gloriosa. Concédeme la gracia de ser admitido entre el grupo de los que sacrifican su vida por Ti y haz que este sacrificio te sea totalmente agradable. Yo te alabo y te bendigo Padre Celestial por tu santísimo Hijo Jesucristo a quien sea dada la gloria junto al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos".

"Tan pronto terminó Policarpo de rezar su oración, prendieron fuego a la leña, y entonces sucedió un milagro ante nuestros ojos y a la vista de todos los que estábamos allí presentes (sigue diciendo la carta escrita por los testigos que presenciaron su martirio): las llamas, haciendo una gran circunferencia, rodearon al cuerpo del mártir, y el cuerpo de Policarpo ya no parecía un cuerpo humano quemado sino un hermoso pan tostado, o un pedazo de oro sacado de un horno ardiente. Y todos los alrededores se llenaron de un agradabilísimo olor como de un fino incienso. Los verdugos recibieron la orden de atravesar el corazón del mártir con un lanzazo, y en ese momento vimos salir volando desde allí hacia lo alto una blanquísima paloma, y al brotar la sangre del corazón del santo, en seguida la hoguera se apagó".

"Los judíos y paganos le pidieron al jefe de la guardia que destruyeran e hicieran desaparecer el cuerpo del mártir, y el militar lo mandó quemar, pero nosotros alcanzamos a recoger algunos de sus huesos y los veneramos como un tesoro más valioso que las más ricas joyas, y los llevamos al sitio donde nos reunimos para orar".

El día de su martirio fue el 23 de febrero del año 155.

Concédanos el Dios Todopoderoso poder también nosotros como San Policarpo ser fieles a Nuestro Señor Jesucristo hasta el último momento de nuestra vida.

Acta completa del martirio de san Policarpo (http://www.primeroscristianos.com)

lunes, 11 de marzo de 2019

Lecturas y Santoral 11/03/2019. Lunes de la primera semana de Cuaresma

Juzga con justicia a tu prójimo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2. 11-18

El Señor habló así a Moisés:
"Di a la comunidad de los hijos de Israel:
'Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor'".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 18, 8. 9. 10. 15
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El temor del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
'Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme'.
Entonces los justos le contestarán:
'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?'
Y el rey les dirá:
'En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis'.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
'Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis'.
Entonces también estos contestarán:
'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?'.
Él les replicará:
'En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo'.
Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/



San Eulogio de Córdoba




Nació en Córdoba a comienzos del siglo IX y en esta ciudad ejerció su ministerio sacerdotal. Es el principal escritor de la Iglesia mozárabe, y uno de sus santos más importantes. Dada la difícil situación de la comunidad cristiana española por la dominación árabe, san Eulogio fue siempre consuelo y aliento para todos los perseguidos por su fe.

Lo decapitaron, por vivir y confesar públicamente la fe cristiana, el 11 de marzo del año 859, cuando había sido preconizado arzobispo de Toledo; en España su fiesta se celebra el 9 de enero.

Oración: Señor y Dios nuestro: tú que, en la difícil situación de la Iglesia mozárabe, suscitaste en san Eulogio un espíritu heroico para la confesión intrépida de la fe, concédenos superar con gozo y energía, fortalecidos por ese mismo espíritu, todas nuestras situaciones adversas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén


Santos Vicente, abad, Ramiro, prior, y doce monjes más, martirizados en León por los suevos († s. VI)




Jesús había prevenido a sus discípulos que nunca faltaría en la Iglesia la persecución. “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si fuerais del mundo, el mundo no os odiaría. Pero, como no sois del mundo, el mundo os perseguirá”. Así se ha cumplido siempre. Después de las persecuciones romanas, los herejes persiguieron a los católicos.

En el siglo VI dominaban en Galicia los suevos, que se habían inficionado de la herejía arriana. San Vicente era abad del monasterio de San Clodio, en la ciudad de León, y acérrimo defensor de la divinidad de Jesucristo. Este era el punto cardinal de la reñida controversia entre católicos y arrianos.

Reunieron un conciliábulo los herejes en la ciudad y citaron a Vicente con el ánimo de obligarle a abrazar la herejía. El abad se presentó, pero después de proclamar su fe y atacar la herejía, afirmó que no creía en otra fe que en la definida en el concilio de Nicea, y por ella estaba dispuesto a derramar su sangre, si fuera necesario.

Irritados los arrianos que no esperaban tanta valentía, descargaron contra él todo su furor y violencia, lo azotaron horriblemente y lo encerraron en un hediondo calabozo. Vicente, como ya les sucedió a los apóstoles y a tantos mártires, se sentía dichoso de sufrir por Jesucristo.

San Eutimio abad




San Eutimio abad nació el año 377 en Melitina, capital de la Pequeña Armenia. A los tres años quedó huérfano de padre, y a los diecinueve fue ordenado sacerdote y al poco tiempo fue nombrado archimandrita de todos los monasterios de alrededor de la ciudad. Hacia el año 405 ingresó en un monasterio.

Desde su estado monástico fue haciendo estancias por diversos monasterios; en primer lugar por los de los Santos Lugares, y luego visitó las célebres lauras de Pharan, Douka y Souka fundadas por san Caritón, para ver de retirarse en la más discreta, pues era brillantísimo a la par que afable y de buen trato, y la gloria le perseguía por doquier. Se decidió por la de Pharan, más próxima a Jerusalén. Pero al cabo de 5 años se vio impelido a abandonar aquel lugar y retirarse a la gruta de Dabor con otro santo varón, Teoctisto. Pero también allí fueron descubiertos, y se les agregaron otros cristianos deseosos de imitar aquella vida. Allí tuvo lugar en 421 la curación de Terebón, hijo de Aspebet, musulmán, que acudió desde Caldea en busca de Eutimio con gran séquito, y que al recobrar su hijo la salud instantáneamente por obra del ermitaño, se convirtió al cristianismo con todo su séquito.

Volvió a cambiar de lugar para poder entregarse a la oración y a la contemplación. Llegó a Sabel, al sur de Palestina, cerca del mar Muerto, donde estuvo en contacto más directo con los árabes, a quienes trataba como si fuesen sus propios hermanos, por lo que se convirtieron en gran número. Consiguió asimismo unificar la iglesia oriental en torno al concilio de Calcedonia, cuarto ecuménico y convirtió a la emperatriz Eudoxia.

San Eutimio obispo de Sades de Lidia, sufrió el martirio el año 840 por orden del emperador Teófilo. En el conflicto ocasionado por los iconoclastas, Eutimio se distinguió por el fervor con que defendió las imágenes en el culto religioso. Pero habiendo tomado partido el emperador Nicéforo por los iconoclastas, condenó a Eutimio al destierro, con el que empezó su calvario.

Santos Trofimo y Talo, Mártires


Trofimo y Talo eran dos hermanos, naturales de Estratónica, detenidos por ser cristianos, durante la persecución de Diocleciano. Se intentó lapidarlos, pero las piedras no llegaron a tocarlos; parecían estar protegidos por un escudo invisible que le hubiera enviado Dios.

Sorprendido el prefecto por este prodigio, dejó libres a los mártires, pero poco después fueron denunciados como cristianos y como ellos hicieran pública profesión de su fe en Jesús, se les condenó a morir despedazados por los garfios.

Los santos fueron atados a sendos caballetes y los verdugos comenzaron a arrancar trozos de sus cuerpos. En medio de los tormentos, no hacían sino rezar y burlarse de los paganos de modo que el prefecto ordenó que los crucificaran. Cuando por fin expiraron, los fieles recogieron los cuerpos y les dieron piadosa sepultura.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

lunes, 6 de marzo de 2017

Lecturas y Santoral 06/03/2017. Lunes de la primera semana de Cuaresma.

Juzga con justicia a tu prójimo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2. 11-18

El Señor habló así a Moisés:
"Di a la comunidad de los hijos de Israel:
"Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 18, 8. 9. 10. 15
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El temor del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme".
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis".
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis".
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos"
Él les replicará:
"En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo".
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".

Palabra de Dios.

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San Olegario



Nació en Barcelona de familia noble hacia el año 1060. Se educó en la escuela catedralicia y en 1093 se ordenó de sacerdote. Sintiéndose atraído por la vida religiosa, ingresó en los Canónigos Regulares de San Adrián de Besós; luego pasó a San Rufo de Provenza, donde fue elegido abad en 1110.

Cinco años después lo eligieron obispo de Barcelona, y se entregó al ministerio de la predicación y a la asistencia a los pobres y enfermos. Cuando Tarragona fue reconquistada, el papa le encomendó su sede metropolitana, sin dejar la de Barcelona. Asistió al Concilio Ecuménico I de Letrán el año 1123. Fue legado pontificio en la tarea de reconquista del conde de Barcelona. Visitó Tierra Santa.

A la muerte del papa Honorio II, hubo una doble elección, y Olegario prestó su obediencia a Inocencio II. En medio de una intensa actividad eclesiástica y civil, como la mediación entre los reyes de Castilla y Aragón, llevó una intensa vida interior, de alta contemplación, con un profundo sentido de la justicia y una generosa caridad para con los pobres. Murió en Barcelona el año 1136.

Santa Rosa de Viterbo


Nació en Viterbo (Italia) en 1234. Muy joven quiso entrar en las clarisas, pero no pudo por su edad y su pobreza. Una grave enfermedad le facilitó el rápido ingreso en la Tercera Orden de San Francisco. Recuperada la salud, se entregó a la vida de oración y penitencia, a la vez que recorría las calles de su ciudad, llevando una pequeña cruz y exhortando al amor de Jesús y de María, y a la fidelidad a la Iglesia.

Dios le concedió carismas extraordinarios y por su medio obró milagros. Viterbo estaba dividida en partidarios del Emperador, que eran quienes la gobernaban, y partidarios del Papa. Para afianzar la fe católica, Rosa hacía campaña contra los enemigos del Papa, por lo que fue desterrada con su familia a Soriano.

En 1250 murió Federico II, Viterbo volvió a la obediencia pontificia y Rosa y los suyos regresaron a su ciudad. Allí murió el 6 de marzo de 1252. El 4 de septiembre de 1258 su cuerpo incorrupto fue trasladado al monasterio de las clarisas.

Oración: Padre de bondad, que has unido en la joven santa Rosa de Viterbo la firmeza de ánimo y el encanto de la bondad; al celebrar hoy su fiesta, concédenos imitar también sus virtudes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santa Coleta, Nicolette o Nicoleta, virgen



Observó primero la tercera Orden de San Francisco y consiguió luego que un gran número de conventos de la segunda Orden aceptase la observancia primitiva († 1447). Recibe en 1381 el nombre de Nicoleta, en agradecimiento de sus padres, cincuentenarios, al ver cumplidas sus plegarias a San Nicolás, pidiendo familia.

De su padre, artesano en Corbie, junto a Amiens, aprende la virtud y el trabajo. De su madre, una honda piedad, reflejada en la confesión semanal. Después de sus estudios, se hace religiosa de Santa Clara; y lleva a su Orden el fervor de la observancia perfecta, al frente de muchos conventos, hasta su muerte en Gante el 6 de marzo de 1447. Santa Colette se sintió llamada por Dios a restaurar la Orden a su severidad inicial.

Bajo el consejo de su director espiritual, se puso en marcha para su misión. No hace falta decir que no fue recibida con entusiasmo. El cardenal Pedro de Luna había escuchado y bendecido sus ideales en Niza. Y ella a su vez trabajó incansablemente, apoyando a San Vicente Ferrer, en sus esfuerzos por superar el cisma de Occidente.

Murió Coleta, después de recibir fervorosamente los sacramentos, en Gante (Bélgica), el día 6 de marzo de 1447, con sesenta y seis años de edad, después de haber sido adornada con los dones de profecía y milagros. Ella misma fundó dieciocho nuevos conventos llamados de las Clarisas Pobres, las descalzas, que viven en alegría el espíritu de Coleta.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 19 de febrero de 2017

Lecturas y Santoral 19/02/2017. Domingo de la séptima semana del Tiempo Ordinario

Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2.17-18
El Señor habló a Moisés:
"Di a la comunidad de los hijos de Israel:
'Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor'".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Salmo Responsorial. Sal 102,1-2.3-4.8 y 10. 12-13 (R.: 8a)
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

El Señor es compasivo y misericordioso.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

El Señor es compasivo y misericordioso.
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen.

El Señor es compasivo y misericordioso.
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Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 16-23
Hermanos:
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: "Él caza a los sabios en su astucia". Y también: "El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos".
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

Palabra de Dios.


Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Amad a vuestros enemigos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Habéis oído que se dijo: 'Ojo por ojo, diente por diente'. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: 'Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo'.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto".

Palabra de Dios.

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Beato Álvaro de Córdoba, Religioso de la Orden de Predicadores (Dominicos), Sacerdote (siglo XV)



Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble familia Cardona. Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368. Fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos.

Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro Salvador. Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que reproducían la "vía dolorosa", por él venerada en Jerusalén. Enamorado de la Pasión de Cristo -la que le llevó a Tierra Santa- planta pasos que recuerdan la Pasión de Jesús en la sierra de Córdoba desde Getsemaní hasta la cruz del Gólgota; piadosamente reza, medita y recorre una y otra vez los distintos momentos o pasos o estaciones del itinerario doloroso del Señor. Era para Álvaro y sus religiosos la "Vía dolorosa".


Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la devoción tan bella del "Vía Crucis", apreciadísima en la piedad cristiana. Luego, el holandés Adricomio y el P. Daza darán la forma y fijarán en catorce las estaciones al primer Via Crucis que Leonardo de Porto Mauricio popularizará más adelante también en Italia, importándolo de España.

De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró milagros. Murió el 19 de febrero y fue sepultado en su convento. El Papa Benedicto XIV, aprobó su culto el 22 de septiembre de 1741.

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lunes, 15 de febrero de 2016

Lecturas y Santoral 15/02/16. Lunes, 1ª semana de Cuaresma

Juzga con justicia a tu prójimo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2. 11-18
El Señor habló así a Moisés: - "Di a la comunidad de los hijos de Israel: 'Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No robaréis ni defraudaréis ni os engañaréis unos a otros. No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor. No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero. No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor. No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo. No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor'".

Palabra de Dios.

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levitico-13-Lepra
Salmo Responsorial. 18, 8. 9. 10. 15
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El temor del Señor es puro y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón, Señor, Roca mía, Redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños, conmigo lo hicisteis
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "En verdad os digo: lo que no lo hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo " Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".

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Mateo-25-Jesus-Rey-del-Universo-2-venida
San Claudio de la Colombiere +1683




La "llamada" a la vida religiosa es un misterio. El Señor se sirve de miles de caminos para conseguir lo que quiere. El pequeño Claudio había recibido una muy esmerada educación cristiana de aquella familia que en los Anales de la Visitación se llama "familia de santos", especialmente de parte de su buena madre que con visión profética le dijo en el lecho de muerte: -"Hijo mío, tú tienes que ser un santo religioso".

A pesar de ello, como después él mismo escribirá en sus apuntes espirituales, no era este el género de vida por el que sentía inclinación Claudio, más bien todo lo contrario. Escribió: "Cuando me hice religioso tenía una grandísima aversión a la vida que iba a abrazar. Los planes que se trazan para servir a Dios, nunca se realizan sino a costa de grandes sacrificios. He ingresado en la Compañía de Jesús por el aprecio que siempre he tenido de sus Reglas; y por haber visto que los Superiores saben exigir de tal manera su observancia, que estoy persuadido ser cosa fácil santificarse uno mismo y ayudar con la palabra y el ejemplo a la santificación de los demás".

A sus dieciocho años, en 1658, ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en la ciudad de los Papas, Aviñón. El Maestro de novicios dio al P. Provincial este informe del joven novicio Claudio: "Es un joven con una prudencia superior a lo que corresponde a su edad. De juicio sólido, de rara piedad y las más altas virtudes no le parecen excesivas a su fervor". Durante el año de la tercera Probación hizo el voto de guardar con exactitud todas las Reglas y Constituciones de la Compañía, y añadió: "Hago el propósito firme de cumplir cuanto me sea posible con toda fidelidad todos los deberes de mi estado y ser fiel al Señor aun en las cosas más mínimas; romper de un golpe y para siempre las cadenas del amor propio, quitándole toda la esperanza de ser alguna vez tenido en consideración; adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga; reparar las irregularidades pasadas; dar a Dios una prueba de gratitud por las infinitas gracias recibidas, y hacer de mi parte cuanto pueda para ser de Dios sin reserva alguna".

Mientras su alma se transforma, otra alma gemela, la futura Santa Margarita María de Alacoque recibe durante una visión este aviso que tanta alegría proporciona a su alma: "No temas, muy pronto te enviaré a mi amigo y siervo fiel para que guíe tus pasos y te ayude en la misión que te voy a encomendar".

Hechos los votos solemnes el 2 de febrero de 1675, fue enviado como superior a la Casa de la Compañía en Paray-le-Monial. Allí, en el convento de la Visitación estaba de religiosa Margarita María de Alacoque que ya había recibido especiales luces de lo alto pero se sentía temerosa si aquello era o no de Dios. Pronto fue a visitarles el nuevo superior jesuita y al verlo oyó como una voz interior que le decía a Margarita: "Ese es mi amigo fiel que te traigo para que te ayude en la misión que te tengo encomendada". Poco después le abría "su alma totalmente, tanto lo bueno como lo malo." Escribió después la Santa: "El padre tuvo que sufrir mucho por mi causa. Decíase que yo pretendía engañarle con mis ilusiones, pero él no se preocupaba de las habladurías y no dejó de ayudarme mientras estuvo en la ciudad y no ha dejado nunca de ayudarme".

Lo mismo en Avignon que en París y Lyón, se esfuerza por "ser fiel al Señor aún en las cosas más pequeñas, adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga y ser de Dios sin reserva alguna".

Como Superior de Paray-le-Monial, en el año 1675 impulsa la consagración de la vida y de los hombres a Cristo todo Corazón, con un amor pleno y reparación máxima de las faltas a ese amor; como corresponde a un "siervo fiel y amigo perfecto"; y con los mismos ideales de Santa Margarita María de Alacoque.

Esta devoción al Corazón de Jesús tiene ocasión de difundirla en Inglaterra, hasta que su apostolado se trunca violentamente, al ser detenido y torturado en la Torre de Londres.

Por la intervención del Rey de Francia le es conmutada la pena de muerte por el destierro; pero sólo para morir con 43 años en Paray-le-Monial, tras aquellos sufrimientos; a su juicio "una de las mayores misericordias que Dios le había concedido".

Miguel Sopocko, Beato Presbítero y Fundador

Miguel Sopocko Faustina Kowalska Divina Misericordia

Director espiritual de Santa Faustina Kowalska. Martirologio Romano: En Bialystok, Polonia, beato Michal Sopocko, presbítero, fundador de las Hermanas de Jesús Misericordioso (1975).

Fecha de beatificación: Fue beatificado el 28 de septiembre de 2008 en el Santuario de la Divina Misericordia en Bialystok, bajo el pontificado de S. S. Benedicto XVI.

Miguel Sopocko nació el 1 de noviembre de 1888 en Nowosady (Juszewszczyzna), en aquel entonces parte de la Rusia Imperial. La autoridad zarista perseguía a la Iglesia Católica, y también a los polacos y lituanos dentro de sus territorios. En la familia Sopocko, que era de noble linaje, las tradiciones polacas y católicas se conservaban y fortalecían.

El joven Miguel maduró en esa atmósfera religiosa y patriótica, sentía un fuerte deseo de servicio incondicional a Dios, a la Iglesia y a la humanidad, por ello ingresó al Seminario Mayor de Vilna. El 15 de junio de 1914, fue ordenado al sacerdocio por el Obispo Franciszek Karewicz.

Por cuatro años (1914-1918) fue vicario parroquial en Taboryszki, donde abrió dos misioneras en Miedniki y Onzadw, así como diversas escuelas.

Informado por alguien de que las autoridades alemanas de la zona lo buscaban para arrestarlo, dejó la parroquia y se trasladó a Varsovia. Allí asumió el cargo de capellán del ejército polaco. Mientras se dedicaba a su ministerio como capellán, ingresó a estudiar en la Facultad de Teología de la Universidad de Varsovia en la que obtuvo un doctorado. Al mismo tiempo, se graduó del Instituto Pedagógico Nacional. En 1924, se convirtió en uno de los coordinadores regionales de los capellanes militares, con sede en Vilna.

En 1927, el arzobispo Romuald Jalbrzykowski le encomendó la responsabilidad de ser el Director Espiritual del Seminario Mayor. Durante este mismo período fue profesor en la Facultad de Teología en la Universidad Stefan Batory, también en Vilna. Finalmente pidió al Arzobispo ponerlo en libertad de su pastoral castrense y del seminario. Su deseo era dedicarse totalmente a los estudios teológicos. En 1934, recibió el título de "docente" en teología pastoral. Mientras enseñaba, nunca olvidó la importancia del servicio pastoral.

Fue rector de la Iglesia de San Miguel y también sirvió como confesor de Hermanas de la Congregación de María Madre de la Misericordia.

Uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Fr. Sopocko se produjo en 1933, cuando se convirtió en el director espiritual de Sor (ahora Santa) Faustina Kowalska. Él siguió prestando asistencia a la Santa después de que fuera trasladada a Lagiewniki, donde ella murió el 5 de octubre de 1938.

Divina-Misericordia-Faustina-Kowalska-Miguel-Sopocko-Juan-Pablo-II-Jesus-Dios
Como su confesor, él emprendió una evaluación completa de las experiencias místicas de Sor Faustina sobre la devoción a la Divina Misericordia. Siguiendo un consejo dado por él, ella escribió su "Diario", material que hasta el momento sigue siendo de valiosa inspiración espiritual.

Sor Faustina, apoyándose en las revelaciones del Salvador que experimentaba aún de llegar a Vilna, le hablaba al padre Sopocko de las indicaciones que recibía durante esas revelaciones. Se trataba de pintar el cuadro del Salvador Misericordioso, establecer la Fiesta de la Divina Misericordia para el primer domingo después de la Pascua y fundar una nueva Congregación Conventual. La Divina Providencia confió la realización de estas tareas al padre Sopocko.

Apoyado en la doctrina de la iglesia, buscaba los argumentos teológicos que explicaran la existencia de la cualidad de la misericordia en Dios y los fundamentos para fijar como fiesta el día mencionado en las revelaciones. Los resultados de sus investigaciones y los argumentos para introducir el día en el calendario festivo de la iglesia, los presentó en varios artículos en las revistas teológicas y en varios trabajos autónomos acerca del tema de la Divina Misericordia.

En junio de 1936 en Vilna, publicó el primer folleto titulado "Divina Misericordia" con la imagen de Jesucristo Misericordioso en la portada (creado por el artista Eugeniusz Kazimirowski). Envió esa publicación a todos los obispos reunidos en la conferencia del Episcopado en Czestochowa. Sin embargo, no recibió ni una respuesta de alguno de ellos. El segundo folleto titulado "Divina Misericordia en la liturgia" se publicó en 1937 en Poznan.

En 1938, él estableció un comité para construir la Iglesia de la Divina Misericordia en Vilna. Sin embargo, este esfuerzo tuvo que ser detenido por el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Pero a pesar de la guerra y la ocupación alemana, Fr. Sopocko persistió en sus esfuerzos para promover la devoción a la Divina Misericordia. Lleno de celo, ayudó constantemente a aquéllos que fueron oprimidos y amenazados con el exterminio, por ejemplo, las numerosa población judía. Afortunadamente, él logró evitar ser arrestado.

En 1942, junto con los profesores y estudiantes del seminario, fue obligado a ocultarse cerca de Vilna. Permanecería oculto por dos años, tiempo durante el cual Fr. Sopocko tuvo un rol importante en la creación de una nueva Congregación Religiosa. Según las revelaciones de Sor Faustina, esta Congregación tendría como fin promover la devoción a la Divina Misericordia. Después de la Guerra, él escribió la Constitución de la Congregación, y trabajó activamente en el crecimiento y desarrollo de lo que nosotros conocemos como la Congregación de las Hermanas de la Divina Misericordia.

En 1947, el Arzobispo Jalbrzykowski, que desde dos años antes estaba en Bialystok con su Curia diocesana, buscó que Fr. Sopocko se trasladara a esa ciudad. Él aceptó una posición como profesor en el Seminario Mayor Archidiocesano. Allí enseñó pedagogía, caterética, homilética, teología pastoral, y espiritualidad. Adicionalmente, continuó impulsando el apostolado de la Divina Misericordia. También hizo serios esfuerzos para obtener la aprobación oficial para la devoción a la Divina Misericordia de las autoridades de la Iglesia. Fr. Sopocko trabajó incansablemente en los fundamentos bíblicos, teológicos y pastorales para explicar la verdad doctrinal acerca de la devoción de la Divina Misericordia. Sus publicaciones se tradujeron a numerosos idiomas, entre ellos: latín, inglés, francés, italiano, y portugués.

Fr. Miguel Sopocko murió el 15 de febrero de 1975, en su apartamento en la Calle Poleska. Aclamado popularmente para su santidad fue enterrado en el cementerio de la parroquia en Bialystok. Luego de iniciado el proceso para su Beatificación, su cuerpo se trasladó a la Iglesia de la Divina Misericordia el 30 de noviembre de 1988.

Vía Crucis padre Sopocko

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