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sábado, 28 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 28/08/2021. Sábado de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Dios mismo nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,9-11
Hermanos: Acerca del amor fraterno, no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros; y así lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia. Sin embargo os exhortamos, hermanos, a seguir progresando: esforzaos por vivir con tranquilidad, ocupándoos de vuestros asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.

Palabra de Dios

97, 1. 7-8. 9

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Al Señor, que llega para regir la tierra. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes”».

Palabra de Dios

San Agustín Obispo y doctor de la Iglesia

Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio.

Vuelto a su patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo.

Fomentó la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.

Oración: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

viernes, 27 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 27/08/2021. Viernes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. Santa Mónica



Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8
Hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús: Ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús. Esto es la voluntad de Dios: vuestra santificación, que os apartéis de la impureza, que cada uno de vosotros trate su cuerpo con santidad y respeto, no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos: Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino santa. Por tanto, quien esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

Palabra de Dios

96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12

Alegraos, justos, con el Señor.

El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Justicia y derecho sostienen su trono.

Alegraos, justos, con el Señor.

Los montes se derriten como cera ante el Señor, ante el Señor de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria.

Alegraos, justos, con el Señor.

Odiad el mal los que amáis al Señor: él protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados.

Alegraos, justos, con el Señor.

Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre.

Alegraos, justos, con el Señor.

¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra de Dios

Santa Mónica

Nació en Tagaste, provincia romana al norte de África, el año 331, de familia cristiana. Educada con esmero, muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, pagano, que se convirtió y bautizó antes de morir; hombre bueno pero de carácter irascible, a quien supo amar, servir y soportar, y del que tuvo tres hijos, entre ellos san Agustín, por cuya conversión derramó muchas lágrimas y oró insistentemente a Dios.

Fue un modelo de madre y de esposa; alimentó su fe con la oración y la enriqueció con sus virtudes. Educó a sus hijos en la fe, y según la costumbre de entonces los inscribió en el catecumenado pero no los bautizó. Agustín en su juventud se desvió religiosa y moralmente, lo que provocó las lágrimas y oración de la madre. Ésta lo siguió a Roma y después a Milán, donde Agustín se convirtió y recibió el bautismo de manos de san Ambrosio.

Cuando volvían a África, Mónica murió en Ostia (Roma) el año 387, contenta y satisfecha de ver a su hijo convertido en siervo de Dios.

Oración: Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Lecturas y Santoral 22/11/2020. Domingo de la trigesimacuartasemana de Tiempo Ordinario. Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

A vosotras, mi rebaño, yo voy a juzgar entre oveja y oveja
Primera Lectura. Ezequiel 34, 11-12. 15-17
Esto dice el Señor Dios: «Yo mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré. Como cuida un pastor de su grey dispersa, así cuidaré yo de mi rebaño y lo libraré, sacándolo de los lugares por donde se había dispersado un día de oscuros nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar - oráculo del Señor Dios -. Buscaré la oveja perdida, recogeré a las descarriada; vendaré a las heridas; fortaleceré a la enferma; pero a la que está fuerte y robusta la guardaré: la apacentaré con justicia». En cuanto a vosotros, mi rebaño, esto dice el Señor: «Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío».

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 22, 1-2a. 2b-3. 5. 6

El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar.

El Señor es mi pastor, nada me falta.
Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; 
me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. 

El Señor es mi pastor, nada me falta.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

El Señor es mi pastor, nada me falta.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
Entregará el reino a Dios Padre, y así Dios será todo en todos
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28
Hermanos: Cristo ha resucitó de entre los muertos y es primicia de los que han muerto. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo, en su venida; después en final, cuando Cristo entregue el reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la muerte. Y, cuando le haya sometido todo, entonces también el mismo Hijo se someterá al que se lo había sometido todo. Así Dios será todo en todos.

Palabra de Dios


Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños conmigo lo hicisteis”. Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna». Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


Santa Cecilia, Virgen y Mártir

Según una antigua tradición, la santa pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad. Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda.

El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos.

Pero Valeriano y Tiburcio (su hermano que también se bautizó) se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de mártires cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Sin embargo, el oficial que fue a detenerlos fue convertido igualmente tras haberlos escuchado, de modo que fue llevado a prisión junto con Valeriano y Tiburcio, donde los tres fueron martirizados.

Santa Cecilia se encargó personalmente de dar sepultura a los cuerpos, y por esa causa la detuvieron a ella también. Las autoridades la condenaron a morir ahogada, pero ella siempre sobrevivió; en vista de eso la introdujeron en agua hirviendo, pero ella se puso a cantar como si tomara un baño.

Ante los repetidos fracasos, en su propia casa intentaron cortarle la cabeza tres veces, pero la espada fue incapaz de desprenderla; entonces los verdugos salieron huyendo, asustados, y la dejaron ahí tendida. Durante los tres días que sobrevivió tuvo aún manera de repartir limosnas entre los pobres y de redactar un testamento para legar su casa a fin de consagrarla como iglesia.

Al parecer, el patronazgo de Santa Cecilia sobre la música proviene de un antiquísimo error de traducción. No obstante, su sensibilidad y su pasión por la música quedaron como legado simbólico para conmemorar a este bello arte en nuestra cultura.

En 1594, el papa Gregorio XIII le concedió oficialmente el patronazgo de la música, y de la música sacra, a Santa Cecilia, y desde hace siglos se celebran en esta fecha festivales musicales en todo el mundo.

Oración: Acoge nuestras súplicas, Señor, y, por intercesión de santa Cecilia, dígnate escucharnos con bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Lecturas y santoral 15/11/2020. Domingo de la trigesimatercerasemana de Tiempo Ordinario

Trabaja con la destreza de sus manos
Primera Lectura. Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31
Una mujer fuerte, ¿quién la hallará? Supera en valor a las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias, no pérdidas todos los días de su vida. Busca la lana y el lino y los trabaja con la destreza de sus manos. Aplica sus manos al huso, con sus dedos sostiene la rueca. Abre sus manos al necesitado y tiende sus brazos al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en público.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial. 127, 1-2. 3. 4-5
Dichosos los que temen al Señor. 
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. 

Dichosos los que temen al Señor.
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.

Dichosos los que temen al Señor.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. 
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.

Dichosos los que temen al Señor.
Que el día del Señor no os sorprenda como un ladrón
Segunda Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6
En lo referente al tiempo y a las circunstancias, hermanos, no necesitáis que os escriba, pues vosotros sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, de forma que ese día os sorprenda como un ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no nos entreguemos al sueño como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente.

Palabra de Dios



Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu señor
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco". Su señor le dijo: "Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor". Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos". Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor". Se acercó también el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabia que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo". El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes"». Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


San Alberto Magno doctor de la Iglesia

Nació en Lauingen (Baviera) en 1206. Era de familia rica y de importancia en el gobierno y en la alta sociedad. Estudió en Bolonia y en Padua donde vistió el hábito de los dominicos en 1229.

Ejerció con éxito el profesorado en varios centros de Alemania y, a partir de 1245, en París; de muchas naciones iban estudiantes a escuchar sus clases. En París fue el maestro del más grande sabio que ha tenido la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino. Él descubrió la genialidad del joven Tomás a quien tuvo por discípulo predilecto.

Tuvo el mérito de haber separado la teología de la filosofía, y de rescatar y reconciliar las ideas del filósofo con las cristianas (lo cual perfeccionará luego su discípulo Santo Tomás).

Escribió 38 volúmenes, de todos los temas. Fue nombrado superior provincial de su comunidad de Dominicos. Y el Sumo Pontífice lo nombró Arzobispo de Ratisbona en 1260. Allí fue un pastor celoso y austero, que puso todo su empeño en pacificar pueblos y ciudades. Dos años después renunció para predicar la cruzada y volver a la docencia. Es autor de muchas e importantes obras de teología, y también de ciencias naturales.

Armonizó en su persona la sabiduría de los santos y el saber humano y las ciencias de la naturaleza. Desempeñó cargos importantes en su Orden y, junto con san Buenaventura, defendió ante el Papa la causa de los mendicantes contra quienes querían excluirlos de la docencia universitaria.

Murió en Colonia el 15 de noviembre de 1280.

Oración: Señor, tú que has hecho insigne al obispo san Alberto Magno, porque supo conciliar de modo admirable la ciencia divina con la sabiduría humana, concédenos a nosotros aceptar de tal forma su magisterio que, por medio del progreso de las ciencias, lleguemos a conocerte y a amarte mejor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

viernes, 28 de agosto de 2020

Lecturas y Santoral 28/08/2020. Viernes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia

Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los hombres; pero para los llamados es sabiduría de Dios
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios Corintios 1, 17-25
Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. Pues el mensaje de la cruz es necedad para los que se pierden; pero para los que se salvan, para nosotros, es fuerza de Dios. Pues está escrito: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces». ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el docto? ¿Dónde está el sofista de este tiempo? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo? Y puesto que, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció Dios por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación para salvar a los que creen. Pues los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados - judíos o griegos -, un Cristo que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 

Palabra de Dios



Salmo Responsorial. 32, 1-2. 4-5. 10-11

La misericordia del Señor llena la tierra.

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.

La misericordia del Señor llena la tierra.

La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.

La misericordia del Señor llena la tierra.

El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos, pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad.

La misericordia del Señor llena la tierra.

¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra de Dios



San Agustín Obispo y doctor de la Iglesia

Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio.

Vuelto a su patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo.

Fomentó la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.

Oración: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

lunes, 2 de marzo de 2020

Lecturas y Santoral 02/03/2020. Lunes de la primera semana de Cuaresma

Juzga con justicia a tu prójimo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2. 11-18

El Señor habló así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 18, 8. 9. 10. 15
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El temor del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también éstos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

Palabra de Dios


Santos Emeterio y Celedonio


Nacidos en León, hijos del centurión y mártir Marcelo, estos hermanos formaron también parte de las legiones romanas hasta que se decretó la persecución de los cristianos. Decidieron entonces entregarse al procónsul de Calahorra declarando su fe y aunque fueron encarcelados y torturados nunca renunciaron a su religión, por lo que fueron condenados a morir decapitados a las orillas del río Arnedo el 13 de marzo del año 300. Tras su muerte, estos siervos de Dios, fueron allí sepultados.

Se cuenta que antes de morir, Emeterio lanzó al aire su anillo, y Celedonio su pañuelo, que ascendieron hacia el cielo a la vista de todos. La leyenda también dice que sus cabezas decapitadas llegaron hasta Santander a bordo de una nave de piedra, que atravesaron la roca conocida como la Horadada de los Mártires y encallaron en la costa.

Sus reliquias fueron custodiadas por los monjes de la ciudad, primero en una ermita junto al palacio del gobernador romano y luego en una abadía levantada por Alfonso II, rey de Asturias y León en el año 791. Actualmente reposan en la catedral construída sobre la misma. Los Santos Mártires, como son conocidos, dieron nombre a la ciudad de la que son patronos (Portus Sancti Emeterii – Sant’Emeter – Santander) y que celebra su festividad el 3 de marzo.

La devoción a los Santos Mártires no sólo afecta a la ciudad de Santander, que toma su nombre de San Emeterio, sino que se extiende a toda la Diócesis, ya que el Papa Pío VI, a petición del Obispo Menéndez de Luarca, les declaró patronos de la Diócesis el 30 de septiembre de 1791.

Santa Cunegunda


Nació hacia el año 980 de familia noble. A los veinte años contrajo matrimonio con san Enrique II, duque de Baviera, quien, al saber que ella era estéril, no la repudió, sino que, por sus virtudes, prefirió vivir con ella.

Luego, en el 1002, fueron coronados reyes de Alemania y, en el 1014, recibieron en Roma, de manos del papa Benedicto VIII, la corona imperial. Acompañó a su marido en sus obras y actividades religiosas y caritativas.

Al quedar viuda en el 1024, se retiró al monasterio de Kaufungen (Esse), que ella misma había fundado, y allí vivió como una religiosa más hasta su muerte el año 1033 ó 1039.

sábado, 31 de agosto de 2019

Lecturas y Santoral 31/08/2019. Sábado de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario.

Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 9-11
Hermanos:
Acerca del amor fraterno no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros.
Como ya lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia.
Hermanos, os exhortamos a seguir progresando: esforzaos por mantener la calma, ocupándoos de vuestros propios asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Salmo Responsorial. 97, 1. 7-8. 9
El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu señor
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco".
Su señor le dijo:
"Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor."
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos".
Su señor le dijo:
"¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
"Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".
El señor le respondió:
"Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes"».

Palabra de Dios.

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San Ramón Nonato, Beato Pedro Tarrés I Claret, Santos José de Arimatea y Nicodemo

Nació en Portell, provincia de Lérida en España, el año 1200. Se le llama “Nonato” porque lo extrajeron del seno de su madre que acababa de morir.

En 1224 ingresó en la Orden de la Merced (Mercedarios), siendo uno de los primeros compañeros de san Pedro Nolasco que la había fundado para la redención de cautivos y la formación religiosa y moral de los esclavos de los territorios ocupados por los árabes.

Después de trabajar un tiempo en España, marchó a Argelia, donde se quedó como rehén y padeció mucho, a la vez que confortaba a sus compañeros de prisión.

Vuelto a Cataluña y ya famoso, el papa Gregorio IX, en 1239, lo creó cardenal y lo llamó a Roma como consejero suyo. Emprendió el viaje, pero pronto lo asaltaron unas fiebres violentas que le causaron la muerte el 31 de agosto de 1240 en Cardona (Barcelona).




Beato Pedro Tarrés I Claret


Nació en Manresa, provincia de Barcelona (España), el año 1905; su padre era mecánico de profesión.

Joven de carácter alegre y abierto, amante de la naturaleza, contemplativo, místico con alma de poeta, estudió medicina y luego la ejerció en Barcelona con gran responsabiilidad. Fue miembro activo y comprometido de la Acción Católica.

El secreto de su vida espiritual era la devoción a la Eucaristía y a la Madre de Dios. Sus hermanas ingresaron en el convento de las Concepcionistas, y él con un compañero fundó la clínica de Nuestra Señora de la Merced.

En julio de 1938 tuvo que enrolarse en el ejército republicano como médico. Después de la guerra ingresó en el seminario de Barcelona y en 1942 recibió la ordenación sacerdotal. En su diócesis trabajó en numerosas obras apostólicas, en la Acción Católica, en la formación de los jóvenes, en la pastoral parroquial, en la atención espiritual de las Franciscanas de la Inmaculada, en obras de beneficiencia.

Murió el 31 de agosto de 1950 en la Clínica que había fundado. Fue beatificado el año 2004.

Santos José de Arimatea y Nicodemo


Estos dos personajes del Nuevo Testamento, amigos de nuestro Señor Jesucristo, recogieron el cuerpo de Jesús bajado de la cruz, lo envolvieron en una sábana y lo pusieron en el sepulcro.

José, miembro respetable del Consejo judío y discípulo del Señor, esperaba el reino de Dios. Nicodemo, que era fariseo y principal entre los judíos, había ido de noche a ver a Jesús para preguntarle acerca de su misión, y luego lo defendió ante los sumos sacerdotes y los fariseos que querían arrestarlo.

El apóstol San Pablo murió decapitado, ya que como ciudadano romano gozaba de esa gracia que lo eximía de la crucifixión.

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

viernes, 30 de agosto de 2019

Lecturas y Santoral 30/08/2019. Viernes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8

Hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús:
Ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguid adelante.
Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.
Esto es la voluntad de Dios: vuestra santificación, que os apartéis de la impureza, que cada uno de vosotros trate su cuerpo con santidad y respeto, no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.
Y que en este asunto nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos: Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino santa. Por tanto, quien esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Salmo Responsorial. 96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12
Alegraos, justos, con el Señor.
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono.

Alegraos, justos, con el Señor.
Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Señor de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.

Alegraos, justos, con el Señor.
Odiad el mal los que amáis al Señor:
él protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados.

Alegraos, justos, con el Señor.
Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre.

Alegraos, justos, con el Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las prudentes:
"Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas".
Pero las prudentes contestaron:
"Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis".
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
"Señor, señor, ábrenos".
Pero él respondió:
"En verdad os digo que no os conozco".
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra de Dios.

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Beata María Rafols


Nació en Vilafranca del Penedés, provincia de Barcelona en España, el año 1781. Pronto formó parte de un grupo de jóvenes que, bajo la dirección del sacerdote Juan Bonal, cuidaban a los enfermos en un hospital.

En 1804 se trasladaron a Zaragoza donde continuaron su apostolado en el hospital de Nuestra Señora de Gracia, que acogía a enfermos, dementes, niños abandonados y toda suerte de indigentes. Durante los sitios de la ciudad en la Guerra de la Independencia, fue extraordinaria la obra de caridad llevada a cabo por la M. Rafols y sus hermanas: acudió tanto a las autoridades francesas como a las españolas para interceder por los enfermos, heridos y prisioneros.

Desde 1813 estuvo al frente de la Inclusa, con los niños huérfanos o sin hogar, los más pobres entre los pobres. No le faltaron contrariedades y llegó a estar encarcelada unos meses y desterrada seis años. Fundó y dirigió la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

Murió en Zaragoza el 30 de agosto de 1853.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

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lunes, 11 de marzo de 2019

Lecturas y Santoral 11/03/2019. Lunes de la primera semana de Cuaresma

Juzga con justicia a tu prójimo
Primera Lectura. Levítico 19, 1-2. 11-18

El Señor habló así a Moisés:
"Di a la comunidad de los hijos de Israel:
'Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni lo robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor'".

Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial. 18, 8. 9. 10. 15
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
El temor del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
'Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme'.
Entonces los justos le contestarán:
'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?'
Y el rey les dirá:
'En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis'.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
'Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis'.
Entonces también estos contestarán:
'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?'.
Él les replicará:
'En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo'.
Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
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San Eulogio de Córdoba




Nació en Córdoba a comienzos del siglo IX y en esta ciudad ejerció su ministerio sacerdotal. Es el principal escritor de la Iglesia mozárabe, y uno de sus santos más importantes. Dada la difícil situación de la comunidad cristiana española por la dominación árabe, san Eulogio fue siempre consuelo y aliento para todos los perseguidos por su fe.

Lo decapitaron, por vivir y confesar públicamente la fe cristiana, el 11 de marzo del año 859, cuando había sido preconizado arzobispo de Toledo; en España su fiesta se celebra el 9 de enero.

Oración: Señor y Dios nuestro: tú que, en la difícil situación de la Iglesia mozárabe, suscitaste en san Eulogio un espíritu heroico para la confesión intrépida de la fe, concédenos superar con gozo y energía, fortalecidos por ese mismo espíritu, todas nuestras situaciones adversas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén


Santos Vicente, abad, Ramiro, prior, y doce monjes más, martirizados en León por los suevos († s. VI)




Jesús había prevenido a sus discípulos que nunca faltaría en la Iglesia la persecución. “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si fuerais del mundo, el mundo no os odiaría. Pero, como no sois del mundo, el mundo os perseguirá”. Así se ha cumplido siempre. Después de las persecuciones romanas, los herejes persiguieron a los católicos.

En el siglo VI dominaban en Galicia los suevos, que se habían inficionado de la herejía arriana. San Vicente era abad del monasterio de San Clodio, en la ciudad de León, y acérrimo defensor de la divinidad de Jesucristo. Este era el punto cardinal de la reñida controversia entre católicos y arrianos.

Reunieron un conciliábulo los herejes en la ciudad y citaron a Vicente con el ánimo de obligarle a abrazar la herejía. El abad se presentó, pero después de proclamar su fe y atacar la herejía, afirmó que no creía en otra fe que en la definida en el concilio de Nicea, y por ella estaba dispuesto a derramar su sangre, si fuera necesario.

Irritados los arrianos que no esperaban tanta valentía, descargaron contra él todo su furor y violencia, lo azotaron horriblemente y lo encerraron en un hediondo calabozo. Vicente, como ya les sucedió a los apóstoles y a tantos mártires, se sentía dichoso de sufrir por Jesucristo.

San Eutimio abad




San Eutimio abad nació el año 377 en Melitina, capital de la Pequeña Armenia. A los tres años quedó huérfano de padre, y a los diecinueve fue ordenado sacerdote y al poco tiempo fue nombrado archimandrita de todos los monasterios de alrededor de la ciudad. Hacia el año 405 ingresó en un monasterio.

Desde su estado monástico fue haciendo estancias por diversos monasterios; en primer lugar por los de los Santos Lugares, y luego visitó las célebres lauras de Pharan, Douka y Souka fundadas por san Caritón, para ver de retirarse en la más discreta, pues era brillantísimo a la par que afable y de buen trato, y la gloria le perseguía por doquier. Se decidió por la de Pharan, más próxima a Jerusalén. Pero al cabo de 5 años se vio impelido a abandonar aquel lugar y retirarse a la gruta de Dabor con otro santo varón, Teoctisto. Pero también allí fueron descubiertos, y se les agregaron otros cristianos deseosos de imitar aquella vida. Allí tuvo lugar en 421 la curación de Terebón, hijo de Aspebet, musulmán, que acudió desde Caldea en busca de Eutimio con gran séquito, y que al recobrar su hijo la salud instantáneamente por obra del ermitaño, se convirtió al cristianismo con todo su séquito.

Volvió a cambiar de lugar para poder entregarse a la oración y a la contemplación. Llegó a Sabel, al sur de Palestina, cerca del mar Muerto, donde estuvo en contacto más directo con los árabes, a quienes trataba como si fuesen sus propios hermanos, por lo que se convirtieron en gran número. Consiguió asimismo unificar la iglesia oriental en torno al concilio de Calcedonia, cuarto ecuménico y convirtió a la emperatriz Eudoxia.

San Eutimio obispo de Sades de Lidia, sufrió el martirio el año 840 por orden del emperador Teófilo. En el conflicto ocasionado por los iconoclastas, Eutimio se distinguió por el fervor con que defendió las imágenes en el culto religioso. Pero habiendo tomado partido el emperador Nicéforo por los iconoclastas, condenó a Eutimio al destierro, con el que empezó su calvario.

Santos Trofimo y Talo, Mártires


Trofimo y Talo eran dos hermanos, naturales de Estratónica, detenidos por ser cristianos, durante la persecución de Diocleciano. Se intentó lapidarlos, pero las piedras no llegaron a tocarlos; parecían estar protegidos por un escudo invisible que le hubiera enviado Dios.

Sorprendido el prefecto por este prodigio, dejó libres a los mártires, pero poco después fueron denunciados como cristianos y como ellos hicieran pública profesión de su fe en Jesús, se les condenó a morir despedazados por los garfios.

Los santos fueron atados a sendos caballetes y los verdugos comenzaron a arrancar trozos de sus cuerpos. En medio de los tormentos, no hacían sino rezar y burlarse de los paganos de modo que el prefecto ordenó que los crucificaran. Cuando por fin expiraron, los fieles recogieron los cuerpos y les dieron piadosa sepultura.

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