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miércoles, 10 de marzo de 2021

Lecturas y Santoral 10/03/2021. Miércoles de la tercera semana de Cuaresma

Observad los mandatos y cumplidlos
Primera Lectura. Deuteronomio 4, 1.5-9
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. Mirad: yo os enseño los mandatos y decretos, como me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán: "Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación." Porque, ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos? Y, ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy? Pero, ten cuidado, guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 147, 12-13.15-16.19-20

Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión. Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

Glorifica al Señor, Jerusalén.

Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza.

Glorifica al Señor, Jerusalén.

Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos.

Glorifica al Señor, Jerusalén.

Quien los cumpla y enseñe será grande
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos». 

Palabra de Dios

Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)

La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.

En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente. En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño. Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio ‘se quita la máscara’ e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.

La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.

San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó ‘lago’). Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: ‘Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados’. Quieren ser fieles hasta la muerte… pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia -dice el relato-, asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia. Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires.

Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada. Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.

Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898)

Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898). En Metz, en el número 12 de la calle de "Haut-Poirier", en una gran casa visible todavía en nuestros días, es donde nació Eugenia Milleret, en la noche del 25 al 26 de agosto de 1817, día de San Luís.

La familia Milleret desciende de una familia italiana, Miglioretti, que estaba al servicio de Francia bajo Francisco I. Las armas de la familia: una fortaleza, un águila, dos estrellas y un tallo de mijo, en italiano "miglio" o "miglioretti", probablemente. La divisa del blasón: "Nihil sine fide" (Nada sin la fe).

Jacques Milleret (padre de Eugenia) conoce a Eléonore Eugénie de Brou en Luxemburgo. Sorprendido por la gracia de esta joven, pidió su mano en matrimonio y se casaron. Ella tiene diecinueve años, él tiene veintidós. Cinco hijos nacen de este matrimonio: tres niños y dos niñas. Ana María Eugenia es la penúltima. Más tarde le gustará recordar el rico patronazgo de Santa Ana, de la Virgen María y de la joven mártir Eugenia.

Ana Milleret de Brou nació en Metz, Francia, el 25 de agosto de 1817. Recibe el bautismo el 5 de octubre en la capilla neogótica de Preisch, dedicada a María Magdalena. Recibió educación católica pero por una grave enfermedad tuvo que abandonar los estudios a los 13 años y comenzó una vida frívola, alejada de la religión. Pero al acercarse a misa durante una Cuaresma, quedó impactada por la homilía y cambió su vida hasta fundar más tarde el "Instituto de la Asunción de María", dedicado a la enseñanza. Falleció el 10 de marzo de 1898.

martes, 10 de marzo de 2020

Lecturas y Santoral 10/03/2020. Martes de la segunda semana de Cuaresma

Aprended a hacer el bien, buscad la justicia
Primera Lectura. Isaías 1,10.16-20

Oíd la Palabra del Señor, príncipes de Sodoma, escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones.
Dejad de hacer el mal, aprended a hacer el bien.
Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda.
Venid entonces, y discutiremos - dice el Señor -.
Aunque vuestros pecados sean como escarlata, quedarán blancos como nieve; aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como lana.
Si sabéis obedecer, comeréis de los frutos de la tierra; si rehusáis y os rebeláis, os devorará la espada - ha hablado la boca del Señor - ».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 49, 8-9. 16bc- 17. 21 y 23
Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.

Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?

Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ese me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios»

Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Ellos dicen, pero no hacen
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra de Dios


Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)


La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.

En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente. En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño. Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio ‘se quita la máscara’ e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.

La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.

San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó ‘lago’). Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: ‘Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados’. Quieren ser fieles hasta la muerte… pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia -dice el relato-, asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia. Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires.

Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada. Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.

Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898)


Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898). En Metz, en el número 12 de la calle de "Haut-Poirier", en una gran casa visible todavía en nuestros días, es donde nació Eugenia Milleret, en la noche del 25 al 26 de agosto de 1817, día de San Luís.

La familia Milleret desciende de una familia italiana, Miglioretti, que estaba al servicio de Francia bajo Francisco I. Las armas de la familia: una fortaleza, un águila, dos estrellas y un tallo de mijo, en italiano "miglio" o "miglioretti", probablemente. La divisa del blasón: "Nihil sine fide" (Nada sin la fe).

Jacques Milleret (padre de Eugenia) conoce a Eléonore Eugénie de Brou en Luxemburgo. Sorprendido por la gracia de esta joven, pidió su mano en matrimonio y se casaron. Ella tiene diecinueve años, él tiene veintidós. Cinco hijos nacen de este matrimonio: tres niños y dos niñas. Ana María Eugenia es la penúltima. Más tarde le gustará recordar el rico patronazgo de Santa Ana, de la Virgen María y de la joven mártir Eugenia.

Ana Milleret de Brou nació en Metz, Francia, el 25 de agosto de 1817. Recibe el bautismo el 5 de octubre en la capilla neogótica de Preisch, dedicada a María Magdalena. Recibió educación católica pero por una grave enfermedad tuvo que abandonar los estudios a los 13 años y comenzó una vida frívola, alejada de la religión. Pero al acercarse a misa durante una Cuaresma, quedó impactada por la homilía y cambió su vida hasta fundar más tarde el "Instituto de la Asunción de María", dedicado a la enseñanza. Falleció el 10 de marzo de 1898.

jueves, 10 de marzo de 2016

Lecturas y Santoral 10-03-16. Jueves, 4ª semana de Cuaresma

Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo
Primera Lectura. Éxodo 32, 7-14
En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: - "Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: 'Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto'". Y el Señor añadió a Moisés: - "Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo". Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: - "¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Por qué han de decir los egipcios: 'Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra'? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: 'Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre'". Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Oracion-de-Moises
Salmo Responsorial. 105, 19-20. 21-22. 23
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
En Horeb se hicieron un becerro, adoraron un ídolo de fundición; cambiaron su gloria por la imagen de un toro que come hierba.

Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Se olvidaron de Dios, su salvador, que había hecho prodigios en Egipto, maravillas en la tierra de Cam, portentos junto al mar Rojo.

Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Dios hablaba ya de aniquilarlos; pero Moisés, su elegido, se puso en la brecha frente a él, para apartar su cólera del exterminio.

Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 5, 31-47
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: - "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis. Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése si lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Jesus-come-casa-fariseo-01
Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)

40 martires de Sebaste

La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.

En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente. En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño. Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio 'se quita la máscara' e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.

La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.

San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó ‘lago’). Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: ‘Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados’. Quieren ser fieles hasta la muerte pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia -dice el relato-, asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia. Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires.

Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada. Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.

Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898)



Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898). En Metz, en el número 12 de la calle de "Haut-Poirier", en una gran casa visible todavía en nuestros días, es donde nació Eugenia Milleret, en la noche del 25 al 26 de agosto de 1817, día de San Luís.

La familia Milleret desciende de una familia italiana, Miglioretti, que estaba al servicio de Francia bajo Francisco I. Las armas de la familia: una fortaleza, un águila, dos estrellas y un tallo de mijo, en italiano "miglio" o "miglioretti", probablemente. La divisa del blasón: "Nihil sine fide" (Nada sin la fe).

Jacques Milleret (padre de Eugenia) conoce a Eléonore Eugénie de Brou en Luxemburgo. Sorprendido por la gracia de esta joven, pidió su mano en matrimonio y se casaron. Ella tiene diecinueve años, él tiene veintidós. Cinco hijos nacen de este matrimonio: tres niños y dos niñas. Ana María Eugenia es la penúltima. Más tarde le gustará recordar el rico patronazgo de Santa Ana, de la Virgen María y de la joven mártir Eugenia.

Ana Milleret de Brou nació en Metz, Francia, el 25 de agosto de 1817. Recibe el bautismo el 5 de octubre en la capilla neogótica de Preisch, dedicada a María Magdalena. Recibió educación católica pero por una grave enfermedad tuvo que abandonar los estudios a los 13 años y comenzó una vida frívola, alejada de la religión. Pero al acercarse a misa durante una Cuaresma, quedó impactada por la homilía y cambió su vida hasta fundar más tarde el "Instituto de la Asunción de María", dedicado a la enseñanza. Falleció el 10 de marzo de 1898.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 10 de marzo de 2015

Lecturas y Santoral 10-03-15

Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde
Primera Lectura. Daniel 3, 25. 34-43
En aquellos días, Azarías se detuvo a orar y, abriendo los labios en medio del fuego, dijo:
"Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados.
Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor.
Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia.
Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Daniel-3-Azarias-horno-fuego
Salmo Responsorial. Salmo 24, 4 5ab. 6 y 7bc. 8-9
Señor, recuerda tu misericordia.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.

Señor, recuerda tu misericordia.
Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.

Señor, recuerda tu misericordia.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.

Señor, recuerda tu misericordia.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 18,21-35
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:
"Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta:
"No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."
El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo!
"Págame lo que me debes."
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré"
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Pedro-Apostol-apartate-Satanas
Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)
40 martires de Sebaste

La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.

En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente. En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño. Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio "se quita la máscara" e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.

La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.

San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó ‘lago’). Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: "Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados". Quieren ser fieles hasta la muerte… pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia -dice el relato-, asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia. Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires.

Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada. Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.

Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898)



Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898). En Metz, en el número 12 de la calle de "Haut-Poirier", en una gran casa visible todavía en nuestros días, es donde nació Eugenia Milleret, en la noche del 25 al 26 de agosto de 1817, día de San Luís.

La familia Milleret desciende de una familia italiana, Miglioretti, que estaba al servicio de Francia bajo Francisco I. Las armas de la familia: una fortaleza, un águila, dos estrellas y un tallo de mijo, en italiano "miglio" o "miglioretti", probablemente. La divisa del blasón: "Nihil sine fide" (Nada sin la fe).

Jacques Milleret (padre de Eugenia) conoce a Eléonore Eugénie de Brou en Luxemburgo. Sorprendido por la gracia de esta joven, pidió su mano en matrimonio y se casaron. Ella tiene diecinueve años, él tiene veintidós. Cinco hijos nacen de este matrimonio: tres niños y dos niñas. Ana María Eugenia es la penúltima. Más tarde le gustará recordar el rico patronazgo de Santa Ana, de la Virgen María y de la joven mártir Eugenia.

Ana Milleret de Brou nació en Metz, Francia, el 25 de agosto de 1817. Recibe el bautismo el 5 de octubre en la capilla neogótica de Preisch, dedicada a María Magdalena. Recibió educación católica pero por una grave enfermedad tuvo que abandonar los estudios a los 13 años y comenzó una vida frívola, alejada de la religión. Pero al acercarse a misa durante una Cuaresma, quedó impactada por la homilía y cambió su vida hasta fundar más tarde el "Instituto de la Asunción de María", dedicado a la enseñanza. Falleció el 10 de marzo de 1898.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 10 de marzo de 2014

Lecturas y Santoral 10-03-14

Juzga con justicia a tu conciudadano
Primera Lectura. Levítico (19,1-2.11-18)

El Señor habló a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: 'Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo. No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de Dios. Yo soy el Señor. No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero. No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor. No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano. No andarás con cuentos de aquí para allá, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.'"

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Moises hablando con Dios
Salmo Responsorial 18,8.9.10.15

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia
el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo (25,31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

tuve sed y me disteis de beber
Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)

40 martires de Sebaste


La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.

En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente. En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño. Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio 'se quita la máscara' e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.

La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.

San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó 'lago'). Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: 'Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados'. Quieren ser fieles hasta la muerte… pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia -dice el relato-, asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia. Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires.

Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada. Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.

Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898)




Beata María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, fundadora de las religiosas asuncionistas, Francia († 1898). En Metz, en el número 12 de la calle de "Haut-Poirier", en una gran casa visible todavía en nuestros días, es donde nació Eugenia Milleret, en la noche del 25 al 26 de agosto de 1817, día de San Luís.

La familia Milleret desciende de una familia italiana, Miglioretti, que estaba al servicio de Francia bajo Francisco I. Las armas de la familia: una fortaleza, un águila, dos estrellas y un tallo de mijo, en italiano "miglio" o "miglioretti", probablemente. La divisa del blasón: "Nihil sine fide" (Nada sin la fe).

Jacques Milleret (padre de Eugenia) conoce a Eléonore Eugénie de Brou en Luxemburgo. Sorprendido por la gracia de esta joven, pidió su mano en matrimonio y se casaron. Ella tiene diecinueve años, él tiene veintidós. Cinco hijos nacen de este matrimonio: tres niños y dos niñas. Ana María Eugenia es la penúltima.

Nació en Metz, Francia, el 25 de agosto de 1817. Recibe el bautismo el 5 de octubre en la capilla neogótica de Preisch, dedicada a María Magdalena. Recibió educación católica pero por una grave enfermedad tuvo que abandonar los estudios a los 13 años y comenzó una vida frívola, alejada de la religión. Pero al acercarse a misa durante una Cuaresma, quedó impactada por la homilía y cambió su vida. Más tarde le gustará recordar el rico patronazgo de Santa Ana, de la Virgen María y de la joven mártir Eugenia.

Fundó la Congregación de Hermanas de la Asunción, para la educación cristiana de niñas. Atenta a las necesidades de los seres humanos de su tiempo, entendió el equilibrio de educar en el saber, el ser y el creer, y se lanzó por el camino de la educación, un valor que dignifica a la persona.

Falleció el 10 de marzo de 1898.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com