jueves, 14 de abril de 2016

Lecturas y Santoral 14/04/2016. Jueves, tercera semana de Pascua

Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 8, 26-40
En aquellos días, el ángel del Señor le hablo a Felipe y le dijo: - "Levántate y marcha hacia el Sur, por el camino de Jerusalén a Gaza, que está desierto." Se levantó, se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido a Jerusalén para adorar. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: - "Acércate y pégate a la carroza". Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó: - "¿Entiendes lo que estás leyendo?" Contestó: - "Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?" E invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: "Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, así no abre su boca. En su humillación no se le hizo justicia. ¿Quién podrá contar su descendencia? Pues su vida ha sido arrancada de la tierra ". El eunuco preguntó a Felipe: - "Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?" Felipe se puso a hablarle y, tomando pie de este pasaje, le anunció la Buena Nueva de Jesús. Continuando el camino, llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco: - "Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?". Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, Felipe y el eunuco y lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su camino lleno de alegría. Felipe se encontró en Azoto y fue anunciando la Buena Nueva en todos los poblados hasta que llegó a Cesarea.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Felipe-Hechos-de-los-apostoles-Etiopia-Carro-Etiope-Espiritu
Salmo Responsorial. 65, 8-9. 16-17. 20
Aclamad al Señor, tierra entera.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies.

Aclamad al Señor, tierra entera.
Los que teméis a Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua.

Aclamad al Señor, tierra entera.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor.

Aclamad al Señor, tierra entera.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 6, 44-51
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: - "Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el que escucha al Padre y aprende viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Jesus-reza-orando-rezando-padrenuesto-gracias-padre-01

Santa Liduvina

Santa Liduvina

Santa Liduvina es la Patrona de los enfermos crónicos, quienes ofrecen su sufrimiento para la remisión de sus pecados y la conversión de los pecadores. Nació en Schiedam, Holanda, en 1380. Su familia era sumamente piadosa y a la niña le encantaba recoger regalos para llevarlos a gentes muy necesitadas.

A la edad de 15 años sufrió un terrible accidente que le dañó severamente la columna vertebral y la postró en cama casi paralizada. Su estado de salud empeoraba cada día, con continuos vómitos, jaquecas, fiebre intermitente y dolores por todo el cuerpo. La santa sufría mucho a causa de estos tormentos; se entristecía cada vez que escuchaba jugar y reir a sus compañeros, y se preguntaba porque Dios había permitido que padeciese tan duro martirio.

Sin embargo, un día, conoció al Padre Pott, nuevo párroco de la parroquia que estaba cerca de su casa. Este virtuoso sacerdote le recordó que "Dios al árbol que más lo quiere más lo poda, para que produzca mayor fruto y a los hijos que más ama más los hace sufrir". Y luego colocó en frente de la cama de la santa un crucifijo, pidiéndole que de vez en cuando mirara a Jesús crucificado y se comparara con Él y pensara que si Cristo sufrió tanto, debe ser que el sufrimiento lleva a la santidad.

Al principio la joven se negaba a seguir el consejo del sacerdote; pero pronto empezó a mirar al Cristo y a meditar en sus heridas, en sus angustias y dolores y a meditar en su Santísima Pasión y este recuerdo de los sufrimientos de Jesús le produjo un cambio total en su modo de pensar y de sufrir: pidió a Jesús que le diera valor y amor para sufrir como Él por la conversión de los pecadores, y la salvación de las almas. Descubrió que su "vocación" era ofrecer sus padecimientos por la conversión de los pecadores. Y para ello se dedicó a meditar fuertemente en la Pasión y Muerte de Jesús.

La enfermedad fue invadiendo todo su cuerpo; pero nadie la veía triste o desanimada, sino todo lo contrario: feliz por lograr sufrir por amor a Cristo y por la conversión de los pecadores. Pasó 38 años de su vida paralizada, sin comer o beber algo pues sólo se aliementaba con la Sagrada Comunión que recibía a diario.

La santa además recibió de Dios los dones de anunciar el futuro a muchas personas y de curar a numerosos enfermos, orando por ellos, y a los 12 años de estar enferma y sufriendo, empezó a tener éxtasis y visiones.

En los últimos siete meses, la santa no podía conciliar ya el sueño a causa de sus tremendos dolores, pero nunca dejó de elevar su oración a Dios, uniendo sus sufrimientos a los padecimientos de Cristo en la Cruz.

El 14 de abril de 1433, día de Pascua de Resurrección poco antes de las tres de la tarde, pasó santamente a la eternidad. Antes de morir, pidió que su casa se convirtiera en hospital para pobres.

Beato Pedro González (conocido como San Telmo)

San-Telmo-beato-Pedro-Gonzalez

Nació en Frómista (Palencia, España) el año 1185. Fue educado por un tío suyo canónigo y estudió en la universidad de Palencia. Nombrado deán de la catedral, se dio a una vida de lujo y ostentación. Una caída ridícula del caballo, que provocó la rechifla de cuantos lo contemplaban, le hizo comprender lo vano de su proceder. Renunció a todo y vistió el hábito de santo Domingo.

Ordenado de sacerdote, se entregó con celo al apostolado. Su palabra inflamada y la santidad de su vida edificaban a la corte y a los pueblos. Fueron multitud los pecadores convertidos y los fieles que, bajo su dirección, progresaron en la vida cristiana. Fue confesor y capellán del rey san Fernando III. Ejerció un gran apostolado popular en Galicia, y la gente de la mar lo tiene como patrono.

Murió en Tuy (Pontevedra) el año 1246.

Oración: Oh Dios, que por el beato Pedro ayudas de modo especial a los que corren peligro en el mar; concédenos, por su intercesión, que la luz de tu gracia brille como faro en las tormentas de nuestra vida, para que podamos arribar al puerto de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

miércoles, 13 de abril de 2016

Lecturas y Santoral 13/04/2016. Miércoles, tercera semana de Pascua

Iban de un lugar a otro anunciando la Buena Nueva de la Palabra
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 8, 1b-8a
Aquel día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaria. Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Saulo, por su parte, se ensañaba con la Iglesia; penetrando en las casas y arrastrando a la cárcel a hombres y mujeres. Los que habían sido dispersados iban de un lugar a otra anunciando la Buena Nueva de la Palabra. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Felipe-Samaria-Apostoles-predican-predicacion-Hechos
Salmo Responsorial. 65, 1-3a. 4-5. 6-7a
Aclamad al Señor, tierra entera.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: "¡Qué terribles son tus obras!"

Aclamad al Señor, tierra entera.
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres.

Aclamad al Señor, tierra entera.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con él, que con su poder gobierna enteramente.

Aclamad al Señor, tierra entera.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Ésta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 6, 35-40
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: - "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Jesus-reza-orando-rezando-padrenuesto-gracias-padre-01

San Hermenegildo

Hermenegildo

Es el gran defensor de la fe católica en la España de su tiempo contra los durísimos ataques de la herejía arriana. Su gloria consiste en haber padecido el martirio por negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arriano y en ser, de hecho, el primer pilar de la unidad religiosa de la nación española, que llegaría poco después con la conversión de su hermano Recaredo.

Hermenegildo, gobernador de la Bética durante la dominación visigótica, convertido del arrianismo al catolicismo por influjo de su esposa y de san Leandro, se alzó en armas contra su padre, Leovigildo, que pretendía imponer las doctrinas de Arrio. Vencido y apresado en Córdoba, fue a parar a Tarragona donde fue decapitado el 13 de abril del año 586.

Oración: Oh Dios, que suscitaste en tu Iglesia a san Hermenegildo, mártir, como intrépido defensor de la fe, concédenos a cuantos veneramos hoy la memoria de su martirio la unidad en la confesión de tu nombre y la perseverancia en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


San Martín I, papa y mártir +656



San Martín fue el último Papa martirizado. Son más de 40 los pontífices que han sufrido el martirio.

Nació en Todi, Italia, y se distinguió entre los sacerdotes de Roma por su santidad y su sabiduría.

Fue elegido Papa el año 649 y poco después convocó a un Concilio o reunión de todos los obispos, para condenar la herejía Monotelista, que decía que Jesucristo no había tenido voluntad humana, sino solamente voluntad divina.

Como el emperador de Constantinopla Constante II era hereje monotelista, mandó a un jefe militar con un batallón a dar muerte al pontífice. Pero el que lo iba a asesinar, quedó ciego en el momento en el que lo iba a matar, y el jefe se volvió sin hacerle daño.

Luego envió Constante a otro jefe militar el cual aprovechando que el Papa estaba enfermo, lo sacó secretamente de Roma y lo llevó prisionero a Constantinopla. El viaje duró catorce meses y fue especialmente cruel y despiadado. No le daban los alimentos necesarios y según dice él mismo en sus cartas, pasaron 47 días sin que le permitieran ni siquiera agua para bañarse la cara. Un verdadero martirio que él soportó con especial paciencia. En aquellos días dejó escritas estas palabras: "Me martiriza el frió. Sufro hambre y estoy enfermo. Pero espero que por estos sufrimientos les concederá Dios a mis perseguidores, que después de mi muerte se arrepientan y se conviertan."

En Constantinopla lo expusieron al público como un malhechor, para que las gentes se burlaran de él. Pero lo que consiguieron fue hacer que muchísimos admiraran la virtud de aquel santo varón que todo lo sufría con admirable valor. Un tribunal de herejes lo condenó sin permitirle que dijera ni siquiera una palabra en su defensa. Lo tuvieron tres meses padeciendo en la cárcel destinada a los condenados a muerte, y luego lo sacaron de la cárcel por una petición que hizo el Patriarca Arzobispo de Constantinopla poco antes de morirse, pero lo enviaron al destierro. Martín fue escribiendo en sus cartas lo que le iba sucediendo en aquellos prolongados martirios. En uno de esos escritos cuenta cómo lo llevaron sin las más mínimas muestras de consideración o respeto a Crimea (en el sur de Rusia, junto al Mar Negro) donde estuvo por meses y meses abandonado de todos, sufriendo hambre y desprecios, pero enriqueciéndose para el cielo en el ofrecimiento diario de sus padecimientos a Dios.

Sus sufrimientos eran tan grandes que cuando alguien lo amenazó con que le iban a dar muerte, exclamó: "Sea cual fuere la muerte que me den, seguramente no va a ser más cruel que esta vida que me están haciendo pasar". Lo amenazaron con dejar su cuerpo expuesto a que lo devoraran los cuervos y respondió: "En cuánto a mi cuerpo, Dios se encargará de cuidarlo. Dios está conmigo. ¿Por qué me voy a preocupar?". Y dando un suspiro de esperanza añadió: "Espero que el Señor Dios tendrá misericordia de mí y no prolongará ya por mucho tiempo el tiempo de mi vida en este mundo". De veras que sus sufrimientos debieron ser muy grandes para desear más bien morir que seguir viviendo.

En su última carta, dice así San Martín: "Estoy sorprendido del abandono total en que me tienen en este destierro los que fueron mis amigos. Y más me entristece la indiferencia total con la que mis compañeros de labores me han abandonado. ¿Qué no tienen dinero? ¿Pero no habría ni siquiera unas libras de alimento para enviarlo? ¿O es que el temor a los enemigos de la Iglesia les hace olvidar la obligación que cada uno tiene de dar de comer al hambriento? Pero a pesar de todo, yo sigo rezando a Dios para que conserve firmes en la fe a todos los que pertenecen a la Iglesia". Murió más de padecimientos y de falta de lo necesario que de enfermedad o vejez, en el año 656. En Constantinopla donde había sido tan humillado, fue declarado santo y empezaron a honrarlo como a un mártir de la religión. Y en la Iglesia de Roma se le ha venido honrando entre el número de los santos mártires. Martín I: después de ser humillado por unos años, ha seguido siendo glorificado por muchos siglos. En él se ha cumplido lo que anunció San Pablo: "Después de un corto sufrir en esta tierra, nos espera un inmenso gozar en la gloria celestial".

San Sabas Reyes Salazar (1883-1927) mártir Mexicano

Sabas-Reyes-Salazar

Nació en Cocula, estado de Jalisco (Archidiócesis de Guadalajara), México, el 5 de diciembre de 1883. hijo de Norberto Reyes y Francisca Salazar, un matrimonio muy pobre; vivió en épocas de persecuciones anti-cristianas en su país. De niño, Sabás trabajó como voceador de periódicos en la ciudad de Guadalajara para ayudar a sus padres. Más tarde ingresa al Seminario de esa ciudad, y concluye su formación en el estado de Tamaulipas.

Vicario de Tototlán, Jal. (Diócesis de San Juan de los Lagos). Sencillo y fervoroso, tenía especial devoción a la Santísima Trinidad. También invocaba frecuentemente a las ánimas del purgatorio. Procuró mucho la formación de los niños jóvenes, tanto en la catequesis como en la enseñanza de ciencias, oficios y artes, especialmente en la música. Cumplido y abnegado en su ministerio. Exigía mucho respeto en todo lo referente al culto y le gustaba que con prontitud se cumpliera cualquier deber.

Cuando, por el peligro que había para los sacerdotes, le aconsejaban que saliera de Tototlán, él replicaba: "A mí aquí me dejaron y aquí espero, a ver qué dispone Dios". En la Semana Santa de 1927 llegaron las tropas federales y los agraristas buscando al Sr. Cura Francisco Vizcarra y a sus ministros. Sólo encontraron al padre Reyes y en él concentraron todo su odio. Lo tomaron preso, lo ataron fuertemente a una columna del templo parroquial, lo torturaron tres días por medio del hambre y la sed y con sadismo incalificable, le quemaron las manos porque estaban consagradas. El 13 de abril de 1927, Miércoles Santo, fue conducido al cementerio. Lo remataron a balazos, pero antes de morir, más con el alma que con la voz, pudo gritar el sacerdote mártir: "¡Viva Cristo Rey!".

Fue canonizado por Juan Pablo II en 2000.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

martes, 12 de abril de 2016

Lecturas y Santoral 12/04/2016. Martes, tercera semana de Pascua

Señor Jesús, recibe mi espíritu
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 7, 51-8, 1a
En aquellos días, dijo Esteban al pueblo y a los ancianos y escribas: -"¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! vosotros siempre resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la Ley por mediación de ángeles, y no la habéis observado". Oyendo sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: -"Veo los cielo abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios". Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: - "Señor Jesús, recibe mi espíritu" Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: - "Señor, no les tengas en cuenta este pecado." Y, con estas palabras, murió. Saulo aprobaba su ejecución.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Apolinar- Juan de juanes, martirio de San Esteban
Salmo Responsorial. 30. 3cd-4. 6ab y 7b y 8a. 17 y 21 ab
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás; yo confío en el Señor. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús: - "¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: 'Pan del cielo les dio a comer'". Jesús les replicó: - "En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo". Entonces le dijeron: - "Señor, danos siempre de este pan". Jesús les contestó: - "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Eucaristia-pan-vino-sangre-Cristo-Misa-Comunion-9-pan-orar-rezar

Julio I, papa (+ 352)

Julio I Papa

Se conocen pocos datos de su vida anterior a la elección para Sumo Pontífice el 6 de febrero del 337, muerto el papa Marcos y después de ocho meses de sede vacante. El Liber Pontificalis nos dice que era romano y que su padre se llamaba Rústico.

La primera de las actuaciones que deberá realizar -que le seguirá luego por toda su vida- está directamente relacionada con la lucha contra el arrianismo. Había sido condenada la herejía en el Concilio universal de Nicea, en el 325; pero una definición dogmática no liquida de modo automático un problema, cuando las personas implicadas están vivas, se aferran a sus esquemas y están preñadas de otros intereses menos confesables.

A la muerte del emperador Constantino, por decreto, pueden regresar a sus respectivas diócesis los obispos que estaban en el destierro. Es el caso de Atanasio que vuelve a su legítima sede de Alejandría con el gozo de los eclesiásticos y del pueblo. Pero los arrianos habían elegido para obispo de esa sede a Pisto y comienzan las intrigas y el conflicto. El Papa Julio recibe la información de las dos partes y decide el fin del pleito a favor de Atanasio.

Eusebio de Nicomedia, Patriarca proarriano con sede en Constantinopla, envía una embajada a Roma solicitando del papa la convocatoria de un sínodo. Por su parte, Atanasio -recuperadas ya sus facultades de gobierno- ha reunido un importante sínodo y manda al papa las actas que condenan decididamente el arrianismo y una más explícita profesión de fe católica.

Julio I, informado por ambas partes, convoca el sínodo pedido por los arrianos. Pero estos no envían representantes y siguen cometiendo tropelías.

Muere Eusebio y le sucede Acacio en la línea del arrianismo. Otro sínodo arriano vuelve a deponer a Atanasio y nombra a Gregorio de Capadocia para Alejandría.

El papa recoge en Roma a los nuevamente perseguidos y depuestos obispos con Atanasio a la cabeza. Como los representantes arrianos siguen sin comparecer, Julio I envía pacientemente a los presbíteros Elpidio y Filoxeno con un resultado nulo en la gestión porque los arrianos siguen rechazando la cita que pidieron.

En el año 341 se lleva a cabo la convocatoria del sínodo al que no quieren asistir los arrianos por más que fueron ellos los que lo solicitaron; ahora son considerados por el papa como rebeldes. En esta reunión de obispos se declara solemnemente la inocencia de Atanasio; el papa manda una encíclica a los obispos de Oriente comunicando el resultado y añade paternalmente algunas amonestaciones, al tiempo que mantiene con claridad la primacía y autoridad de la Sede Romana.

Los arrianos se muestran rebeldes y revueltos; en el mismo año 341 reúnen otro sínodo en Antioquía que reitera la condena a Atanasio y en el que se manifiestan antinicenos.

Estando así las cosas, el papa Julio I decide convocar un concilio más universal. En este momento se da la posibilidad de contar con la ayuda de Constancio y Constante -hijos de Constantino y ahora emperadores- que se muestran propicios a apoyar las decisiones del encuentro de obispos arrianos y católicos. El lugar designado es Sárdica; el año, el 343; el presidente, el español -consejero del emperador- Osio, obispo de Córdoba. El papa envía también por su parte legados que le representen.

Pero se complican las cosas. Los obispos orientales arrianos llegan antes y comienzan por su cuenta renovando la exclusión de Atanasio y demás obispos orientales católicos. Luego, cuando llegan los legados que dan legitimidad al congreso, se niegan a tomar parte en ninguna deliberación, apartándose del Concilio de Sárdica, reuniendo otro sínodo en Philipópolis, haciendo allí otra nueva profesión de fe y renovando la condenación de Atanasio. El bloque compacto de obispos occidentales sigue reunido con Osio y los legados. Celebran el verdadero Concilio que declara la inocencia de Atanasio, lo repone en su cargo, hace profesión de fe católica y excomulga a los intrusos rebeldes arrianos. Como conclusión, se ha mantenido la firmeza de la fe de Nicea, reforzándose así la ortodoxia católica.

Aún pudo Julio I recibir una vez más en Roma al tan perseguido campeón de la fe y ortodoxia católica que fue Atanasio, cuando va a agradecer al primero de todos los obispos del orbe su apoyo en la verdad, antes de volver a Alejandría.

Julio I escribirá otra carta más a los obispos orientales y de Egipto.

En los 15 años de papado, sobresale su gobierno leal no exento de muchas preocupaciones y desvelos por defender la verdad católica. La lealtad a la fe y la búsqueda de la justicia en el esclarecimiento de los hechos fueron sus ejes en toda la controversia posnicena contra el arrianismo. Su paciente gobierno contribuyó a la clarificación de la ortodoxia fortaleciendo la primacía y autoridad de la Sede Romana.


San Sabas el Godo + 372



Una carta sobre su martirio escrita muy poco después de su muerte fecha con notable exactitud los sucesos, que debieron de tener por escenario las tierras del norte del Danubio, posiblemente Tirgoviste, en la actual Rumania.

Sabas, al parecer lector en la iglesia, no debía de ser considerado como una lumbrera, y es significativo que de él se nos diga que "no era elocuente en las palabras"; cantaba y decía los oficios del culto divino, pero su elocuencia para incitar a todos a vivir bien residía mucho más en el ejemplo que en la voz.

En el curso de una persecución fue prendido y soltado al poco tiempo por juzgársele persona insignificante; no valía la pena ensañarse con un infeliz como él, quizá de cortas luces o de muy escasa instrucción, en cualquier caso un don nadie en la comunidad cristiana de aquella turbulenta Gotlandia.

Prendido por segunda vez, "le llevaron desnudo por lugares ásperos y espinosos, dándole muchos palos y azotes", y al ver que su actitud era de mansedumbre y de alegría, una fe tan elocuente exasperó a sus verdugos, que le torturaron hasta dejarle por muerto. Una piadosa mujer le desató de noche y le llevó a su casa, pero volvió a caer en manos de sus perseguidores.

Entonces se le exigió que comiese manjares sacrificados a los ídolos, dando así un testimonio público de apostasía. Es improbable, como sugiere algún hagiógrafo, que en esta ocasión se le desatara la lengua, no era hombre de grandes discursos. Tal vez sólo dijo no o hizo un gesto negativo con la cabeza, aceptando el martirio. Se le ató a un tronco y murió ahogado en el río Buzau.

Santa Catalina de Ricci, Virgen

Catalina de Ricci

El 23 de abril de 1522 nacía en Florencia, Toscana-Italia, la futura santa Catalina aunque al ser bautizada le fue impuesto el nombre de Alejandra. Sus padres, que se llamaban Francisco y Catalina, eran buenos cristianos y pertenecientes más bien a la aristocracia de la ciudad. Poco después de nacer Alejandra, murió su madre y su padre contrajo segundas nupcias. Cuando tenía diez años fue internada por su padre en el Monasterio de Monticelli donde estaba de religiosa su tía Luisa Ricci. Muy pronto quedaron profundamente admiradas las religiosas al descubrir las muchas y profundas virtudes que adornaban su alma.

A los trece años volvió a la casa paterna siguiendo casi la misma vida que llevara en el internado, pero al poco tiempo y con la aprobación paterna, ingresó al Convento de San Vicente de Prato y vistió el hábito de la Orden dominicana y al año siguiente emitió los votos religiosos con gran gozo de su alma y de todas las religiosas ya que todas sabían apreciar el gran regalo que les había hecho la Divina Providencia al enviarles esta perla de criatura.

Al poco tiempo de profesar sus votos, la santa enfermó gravemente, al punto de que su vida corría peligro. Los tormentos que azotaron su cuerpo por causa de la enfermedad, los ofrecía y soportaba con paciencia y humildad, y sobre todo meditando en la Pasión y Muerte de Jesucristo.

Recibió muchos dones y regalos del cielo: Revelaciones, gracias de profecía y milagros. Luces especiales en los más delicados asuntos de los que ella nada sabía. Por ello acudieron a consultarla Papas, cardenales y grandes de la tierra igual que personas sencillas y humildes. A todos atendía con gran bondad y humildad ya que se veía anonada por sus miserias y se sentía la más pecadora de los mortales. El 2 de febrero de 1590 expiró en el Señor.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 11 de abril de 2016

Lecturas y Santoral 11/04/2016. Lunes, tercera Semana de Pascua

No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 6, 8-15
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Entonces indujeron a unos que asegurasen: - "Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios". Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y viniendo de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos falsos que decían: -"Este individuo no para de hablar contra el Lugar Santo y la Ley, pues le hemos oído decir que ese Jesús el Nazareno destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dio Moisés". Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron su mirada en él y su rostro les pareció el de un ángel.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Esteban-Sanedrin-02
Salmo Responsorial. 118, 23-24. 26-27. 29-30
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita tus decretos; tus preceptos son mi delicia, tus enseñanzas son mis consejeros.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Te expliqué mi camino, y me escuchaste: enséñame tus mandamientos; instrúyeme en el camino de tus mandatos, y meditaré tus maravillas.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu ley; escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Trabajad no por el alimento que perece, sino por el que perdura para la vida eterna
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 6,22-29
Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas barcas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: - "Maestro, ¿cuándo has venido aquí?" Jesús les contestó: - "En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios". Ellos le preguntaron: - "Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?" Respondió Jesús: - "La obra de Dios es ésta: que creáis en el que él ha enviado".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Tissot-Jesus-enseña-a-discipulos-gente-apostoles

San Estanislao de Cracovia

San Estanislao obispo de Cracovia y martir

Nació en Szczepanowski (Cracovia, Polonia) hacia el año 1030. Hizo sus estudios en París y fue ordenado sacerdote por el obispo de Cracovia, Lamberto, a quien sucedió el año 1071, después de haber ejercido el ministerio como canónigo y predicador.

Fue un buen pastor al frente de su diócesis, ayudó a los pobres y oprimidos y cuidó la formación de sus clérigos, a los que visitaba todos los años. Defendió con entereza la libertad de la Iglesia, la civilización y las costumbres cristianas frente a las injusticias de su tiempo. El 11 de abril de 1097, mientras celebraba la eucaristía, fue asesinado por el rey Boleslao, a quien había increpado por su mala conducta.

Fue canonizado en Asís el año 1523 por Inocencio IV.

Oración: Señor, tú has otorgado a san Estanislao, tu obispo, la gracia de sucumbir en aras de tu gloria bajo la espada de los perseguidores; concédenos, por su intercesión, perseverar con firmeza en la fe, hasta la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Santa Gema Galgani

Santa Gema Galgani

Santa Gemma nació el 12 de marzo de 1878 en el pueblo de Borgonovo de Capannori, Italia. Tuvo como padre a Enrique Galgani y Aurelia Landi, quienes tuvieron 8 hijos –Carlos, Guido, Héctor, Gino, Antonio, Angelina y Julita–. De ellos, Gemma fue la cuarta en nacer y la primera niña de la familia.

Al día siguiente, Gemma fue bautizada por el Padre Pedro Quilici, Párroco de San Miguel, bajo los nombres de Gemma Hipólita Pía. Luego de un mes, toda la familia se mudó a Lucca, donde vivió el resto de su vida.

Desde muy niña Gemma mostró signos de santidad. Cuando tenía cuatro años, estaba de visita en la casa de su abuelita, cuando un día, ésta al entrar en su cuarto, la encontró de rodillas frente a una imagen de la Virgen. La abuela corrió a llamar al tío, quien la contempló por largos minutos; luego le dijo: "¡Gemmita! ¿Que estas haciendo?. La niña, sin inmutarse, contestó: "Estoy rezando el Ave María. Salid que estoy en oración". Desde esta tierna edad, la oración era ya para ella el sostén de su vida y de sus virtudes.

Nos podríamos preguntar: ¿Quién enseñó a Gemma a amar a Jesús y a María?. Su primera y gran maestra en la escuela del amor a Jesús fue su madre, Doña Aurelia, quien inculcó en el corazón de su hija lo que sería el distintivo especial de toda su vida: Su amor a Cristo Crucificado, del que llegaría a ser como imagen viva, y a la Santísima Virgen, que hizo su santidad tan dulce y atrayente.

Al hablar sobre su infancia, Santa Gemma señaló: "De lo primero que me acuerdo es que mi mamá, cuando yo era pequeñita, acostumbraba a tomarme a menudo en brazos y, llorando... me enseñaba un crucifijo y me decía que había muerto en la Cruz por los hombres".

Había también, entre ellas, diálogos como este: "Hija mía –me decía mamá– yo moriré pronto y tendré que dejarte. Si pudiera te llevaría conmigo. ¿Te gustaría venir?".

—"¿Y a dónde vamos?", le preguntaba yo.

—"Al Paraíso con Jesús y con los ángeles."

A los siete años de edad, el 26 de Marzo de 1885, Gemma recibió la Confirmación por medio de Mons. Nicolás Ghilardi, Arzobispo de Lucca. Durante la Ceremonia se desarrolló entre el Espíritu
Santo y Gemma este diálogo:

—De repente, una voz me dijo al corazón: -"¿Quieres darme a tu mamá?"

—"Sí", respondí, "pero llévame también a mí".


—"No", me replicó la voz, "dame generosamente a tu mamá. Tu debes quedar por ahora con papá. Llevaré a tu mamá al cielo, ¿sabes?, ¿me la entregas de buena gana?".


—Tuve que decir que sí. Acabada la misa fui corriendo a casa. ¡Dios mío!
Miraba a mamá y lloraba, no podía contenerme.

Mi madre Santa María
Al morir su mamá, Gemma indicó: "Al perder a mi madre
terrena me entregué a la Madre del cielo. Postrada ante su imagen,
le dije: "¡María!, ya no tengo madre en la tierra;
se tú desde el cielo mi Madre". Y también expresó:
"¡Oh, cuántas veces –dice la santa– depositando
en mi Mamá del cielo las angustias y penalidades de mi corazón
afligido, ella me consolaba! Sí; yo recuerdo que hallándome
en las mayores angustias, huérfana de madre en la tierra, me
tendió cariñosamente los brazos la Madre del cielo".


Primera Comunión

Para Santa Gemma, la Eucaristía era el centro de su vida. Este deseo
de recibir a Jesús en la Sagrada Hostia iba en aumento mientras
pasaban los años. Si bien era cierto que ya estaba Confirmada,
no podía recibir la Primera Comunión ya que no tenía
la edad requerida en ese momento para recibir el Sacramento. Santa Gemma
tenía 9 años.

Fue su confesor, el Obispo de Lucca, Monseñor Volpi, quien conociendo
el anhelo tan grande de su corazón, le dijo a su padre que si
no le daba el permiso para recibir la Comunión, Gemma moriría
de dolor.
Fue
así que Don Enrique dio el permiso para que las religiosas del
Colegio de Santa Zita, donde Gemma asistía, la preparasen para
recibir este Sacramento. Inmediatamente comenzó un retiro de
15 días con las demás niñas del colegio. Dice Santa
Gemma: "Apenas me vi en el convento rebosaba de felicidad. Corrí
a la capilla a dar gracias a Jesús y le pedí con gran
fervor la gracia de prepararme bien para la primera comunión".

Hizo
confesión general tres veces sucesivas con Monseñor Volpi,
quien sería su confesor ordinario.
Llegó,
por fin, el día tan anhelado, 17 de Junio 1887, fiesta del Sagrado
Corazón. Las vivencias de Santa Gemma solo ella las puede explicar:
"me siento incapaz de describir la experiencia de aquel encuentro.
En ese momento comprendí que las delicias del cielo no son como
las de la tierra. Hubiera anhelado no interrumpir nunca aquella unión
con mi Dios. Me sentía cada vez más desprendida del mundo
y más dispuesta para la unión con el Señor. Aquella
misma mañana Jesús despertó en mi un gran deseo
de ser religiosa".
A
raíz de la primera comunión se afianza la vocación
de Gemma. Ella misma lo afirma: "sentía desarrollarse en
mí un ardiente anhelo de padecer y de ayudar a Jesús a
sobrellevar la Cruz".
Más
adelante, fallece su papá, situación dolorosa que produce
la separación de los hermanos. Héctor emigra al Brasil,
donde muere. Guido abandona la práctica religiosa e interrumpe
sus estudios de farmacia en Pisa, que más tarde concluye. Julia
y Angelina se quedan con las tías Elena y Elisa. Gemma y Antonio
se refugian en Camaiore con los tíos Carolina Galgani y Domingo
Lencioni.

Gemma
poco a poco se fue alejando del Señor, aunque Él nunca
la dejo de proteger y librar de pecados graves. Esta crisis se da hasta
cuando tenía 20 años, en este momento Jesús permite
una enfermedad grave para que Gemma retorne a Él con todo su
corazón y nunca más se distraiga con las cosas del mundo.
Ella cuenta: "De repente comencé a andar jorobada y a sentir
dolores de riñón. Resistí durante algún
tiempo, pero como la cosa iba peor, pedí permiso a la tía
para regresar a Lucca".
Al
continuar el dolor, el médico la atendió y diagnóstico
osteítis en las vértebras lumbares con sucesivo absceso
frío en los inguinales. Se quedó paralítica de
ambas piernas. El 28 de Enero de 1899 le sobreviene un dolor insoportable
en la cabeza, fruto de una otitis media purulenta aguda con participación
del mastoide. Los médicos, viendo que los remedios no producían
mejoría y que la enfermedad avanzaba, la desahuciaron; solo por
cumplimiento acuden de cuando en cuando a verla.
El
8 de Diciembre, Fiesta de la Inmaculada, Santa Gemma, indicó:
"le dije a Jesús que no rezaría más si no
me curaba. Y le pregunté qué pretendía teniéndome
así. El ángel de la guarda me respondió: -Si Jesús
te aflige en el cuerpo es para purificarte cada vez más en el
espíritu".

San Gabriel de la Dolorosa
Su antigua profesora, sor Julia Sestini, le contó la biografía
de un joven pasionista, llamado Gabriel de la Dolorosa. Una señora
piadosa, Cecilia Giannini, acudió a practicar una obra de misericordia
con Gemma; un día la visitó, y para que se distrajera
le prestó la biografía de Gabriel de la Dolorosa, escrita
por un desconocido P. Germán de San Estanislao, C.P. ¡Cómo
son las cosas del Señor! Estas dos personas serían para
Santa Gemma, en los últimos años de su vida dos grandes
regalos de Dios. Doña Cecilia sería la que cuidaría
de ella, y estaría al tanto de sus éxtasis y experiencias
místicas y el P. Germán sería el director espiritual
que el mismo Señor le enviaría para que guiara su alma
y para confirmar luego la autenticidad de su vida.

Dice Santa Gemma: "Tomé el libro con desprecio y lo puse debajo
de la almohada... Un día estaba sola. Serían como las
doce. Me sobrevino una fuerte tentación, y me decía para
mí que estaba aburrida de todo. El demonio se valió de
esto para tentarme, diciéndome que si le hacía caso me
curaría. Estuve a punto de sucumbir. Pero de repente me vino
una idea; recurrí al Venerable Gabriel y le dije: Primero el
alma, después el cuerpo".

Superada esta tentación, comenzó a leer el libro de la vida del
Venerable Gabriel y queda maravillada. No se cansa de admirar sus virtudes.
Cuando doña Cecilia volvió para recoger su libro le costó
mucho a Gemma devolvérselo. Aquella misma noche, "se me
apareció (Gabriel) vestido de blanco. No lo reconocí....
se quitó la túnica blanca y se apareció vestido
de pasionista."

Me dijo: "Ya ves qué agradable ha sido tu sacrificio. He venido
yo mismo a verte. Procura ser buena y volveré."

En otra ocasión se le apareció de nuevo el Ven. Gabriel y
esta vez le dijo que hiciese un voto de hacerse religiosa, pero que
no añadiera nada más.

"¿Y por qué?", le pregunté.
"Me
sonrió y me miró. Me puso el escudo pasionista y repitió:
'Hermana mía...', y desapareció."

La curación
Su
salud empeoraba, y le sugirieron que le pidiera a la Beata Margarita
María por el milagro de su sanación. Ella inició
la novena al Sagrado Corazón varias veces pero su debilidad no
le permitía continuarla. El día 23 de Febrero 1899, recomienza
en serio la novena, y en la noche del día 1 al 2 de Marzo ocurre
esto: Faltando algunos minutos para la media noche, Gemma escuchó
el rozar de las cuentas de un rosario y sintió una mano que se
le posó en la frente, la voz que escuchaba rezar le preguntó:


—¿Quieres curarte?.

—"Todo me
da igual", le respondí.

—Te curarás.
Ruega con fervor al Sagrado Corazón...

—"¿Y
a la Beata Margarita?", pregunté.

—"Añade
en su honor tres veces el 'Gloria'". (La Beata Margarita es hoy
Santa Margarita María)
"En
el penúltimo día de la Novena quería recibir la
Comunión, ya que terminaba en Primer Viernes del mes de marzo.
Comulgué muy temprano. ¡Que momentos tan deliciosos pasé
con Jesús! El me repetía: '¿Quieres curarte?'.
No pude contestar por la emoción. ¡Pobre Jesús!
La gracia había sido concedida. ¡Estaba curada!".

Al
amanecer del 2 de marzo se levantó con sus propios pies y toda
la familia al verla lloraba de alegría ante aquel milagro de
Dios. Este milagro es la antesala de otras grandes gracias que Santa
Gema recibiría durante su vida. Su amor por Cristo crucificado
y su anhelo de ser solo para Jesús la llevarían a cada
vez más a ofrecerse al Señor como víctima de amor.


Los estigmas

El 8 de Junio 1899, Víspera de la Fiesta del Sagrado Corazón,
luego de haber sido rechazada en varias comunidades religiosas a causa
de su frágil salud, Jesús la eleva en este día
a la categoría de "Víctima". Al respecto, Santa
Gema cuenta: "Después de la Comunión, Jesús
me avisó de que por la tarde me haría una gracia grandísima.
Se lo dije a Monseñor Volpi, y este me dijo que estuviese atenta
y que se lo contara luego. Llegó la tarde. De repente me asaltó
un fuerte dolor de mis pecados. Después me sentí recogida...
Al recogimiento sucedió la pérdida de los sentidos y me
hallé en presencia de mi Madre Celestial y del angel de la guarda,
que me mandó hacer un acto de contrición. Después
mi Madre me dijo: "Hijita, en nombre de Jesús te sean perdonados
tus pecados. Mi Hijo te ama mucho y quiere hacerte una gracia muy grande.
Sabrás hacerte digna de ella... Yo seré tu Madre. Sabrás
mostrarte verdadera hija". Me cubrió con su manto, y en
ese instante apareció Jesús. De sus llagas no salía
sangre sino llamas de fuego, que vinieron a cerbarse en mis manos, pies
y costado. Creía morir y habría caído al suelo
si mi Madre no me hubiera sostenido. Permanecí así varias
horas. Después mi Madre me besó en la frente, desapareció
y me hallé de rodillas. Seguía sintiendo un dolor fuerte
en las manos, pies y costado. Me levanté para acostarme, pero
noté que de estas partes manaba sangre..."

Santa Gema, la víctima de Jesús, comienza a "suplir en
su carne lo que le falta a la Pasión de Cristo". Este hermoso
regalo se repetirá en las tardes del jueves al viernes, todas
las semanas. Para disimular las llagas usa guantes.

Su Confesor

Conversando con la señora Cecilia Gianni, Gema oye hablar del P. Germán
de San Estanislao, le pide a Jesús que se lo muestre y el Señor
lo hace en un éxtasis y le dice que este es el sacerdote que
guiará su alma. Efectivamente el P. Germán se convierte
en el confesor y director extraordinario de Gema, quien es testigo de
las obras de Dios en su alma.

Muchos fenómenos relacionados con la Pasión se dieron en la vida
de Santa Gema; además de las estigmas, tuvo sudor y lágrimas
de sangre. Se la vio padeciendo la flagelación. Recibió
un regalo que apreció con todo su corazón. Su ángel
de la guarda un día le mostró dos coronas y le pidió
que escogiese la que ella quisiera, y ella escogió "la de
Jesús".

Su Ángel de la Guarda

Santa Gema tenía una relación muy particular con su ángel
de la guarda, que siempre le acompañaba y le protegía,
e incluso muchas veces le servía de "cartero", llevando
sus cartas al P. Germán. Se asegura que también tenía
el don de leer los corazones y que en varias ocasiones le dijo a varios
religiosos que abandonarían la religión, cosa que sucedió
mas tarde, confirmando este don de su corazón.

Hay una anécdota muy preciosa que le sucedió a Santa Gema
en la casa Giannini. En el comedor de la casa hay un crucifijo grande
al que toda la familia tenía gran devoción. También
Gema en muchas ocasiones le hacía pequeñas "visitas",
orando frente el. Un día, al tiempo que Gema preparaba la mesa,
alzó los ojos hacia su Jesús y le dijo que tenía
hambre y sed de Él. Siente ansias de dar un beso a la imagen,
pero no alcanza porque estaba alta. Jesús le sale al encuentro.
Desprendiendo un brazo de la cruz, la atrae, la abraza muy estrechamente,
permitiéndole apagar su sed en la fuente viva de su costado abierto.


El combate contra el enemigo
Jesús dijo cierto día a Gema: "Prepárate, pues el demonio
será quien dé la última mano a la obra que en ti
deseo ejecutar". Y estas palabras del Señor se cumplieron
al pie de la letra. El demonio detestaba a Gema; le daba golpes, la
tentaba contra la pureza con pensamientos e imágenes sugestivas
y grotescas; trataba de impedir que comulgase e incluso llegó
a aparecérsele bajo la apariencia del mismo Jesús.
Por
todos los medios trataba de privarla de dirección espiritual,
insinuándole cosas malas acerca de sus confesores, o haciéndose
pasar por ellos. Era una guerra constante y continua que duró
hasta su misma muerte. Era de esperar esta guerra de parte del demonio
ya que serían muchas las almas que se beneficiarían de
los sufrimientos y oraciones de Santa Gema, y mas aún, ella solo
quería conformarse con la voluntad de Dios para su vida. Esto
hacía que el demonio se revolcara de rabia, porque no podía
vencerla.
Tanta
era la rabia que sentía hacia la pureza de Santa Gema que un
día la tentó visiblemente, de tal modo que, no pudiendo
huir de él, hizo la señal de la Cruz y se arrojó
en un pozo de agua helada en el jardín. Su ángel la sacó
y la felicitó por su gran amor a la pureza, por su valentía
y por su triunfo.
En
otra ocasión, cuando la santa, por orden del P. Germán,
escribía su vida: "dándose cuenta el demonio del
fruto que podía hacer (el libro de su vida), se lo robó
gritando: '¡Guerra, guerra a tu Padre!, tu escrito está
en mis manos'; y se relamía y se revolcaba en el suelo de la
satisfacción."
El
P. Germán, enterado por una carta de Gema, se fue al sepulcro
de San Gabriel de la Dolorosa y allí, leyó los exorcismos,
ordenando al demonio que volviese el manuscrito a su lugar. El demonio
lo devolvió todo chamuscado, aunque perfectamente legible, como
se conserva todavía hoy en el Convento de los Pasionistas de
Roma, produciendo honda impresión en cuantos lo ven.
Escribe
la santa: "El demonio me hace sufrir mucho, pero siempre terminan
por vencerle Jesús y María, o bien el Ángel o San
Pablo de la Cruz o el hermano Gabriel; siempre son estos tres."

"¡Si
viera cómo escapa tan luego como se presenta alguno de ellos!.."


Más
adelante, al despedirse por última vez del Padre Germán,
el demonio no reconoció límites su bestialidad durante
siete largos meses. Perturbaba su imaginación con horribles fantasmas
con el fin de producirle estados de ansiedad, tristeza, amargura y temor,
que la indujeran a la desesperación. Le decía muchas veces:
"Ahí tienes lo que has conseguido con tus fatigas en el
servicio de Dios"; y le presentaba tales figuras contra la pureza,
que escribió al P. Germán: "Padre mío, pídale
a Jesús que me cambie esta cruz por cualquier otra. Haga desde
ahí los exorcismos para que este perverso se vaya, o mande a
su ángel para que lo ahuyente".
Viendo
que con tentaciones no podía vencerla, empezó a maltratarla
con los golpes más brutales y en forma de bestias feroces, que
amenazaban despedazarla. Dirigiéndose entonces a María
Santísima, le decía: "Madre mía; me encuentro
bajo el poder del demonio que quiere arrancarme de las manos de Jesús.
Ruéguele por mí. ¡Viva Jesús!".
Jesús
y María, complacidos al ver como luchaba, le enviaban a San Pablo
de la Cruz o a San Gabriel para animarla. El mismo Jesús le dijo:
"Hija mía; humíllate bajo mi mano poderosa y lucha,
que tu lucha te conducirá a la victoria".
Entrega su vida por un pecador
Le
escribía al P. Germán: "Usted siempre me recomienda
paz. Gracias a Dios la tengo siempre, aunque a veces en lo exterior
parezca seria. Y tendré mayor aún, cuando se convierta
mi pecador".
Este
pecador al que se refiere la santa, era un sacerdote que había
dejado el sacerdocio hacía ya doce años y daba mucho escándalo
con su vida, haciendo que muchos se perdieran. Santa Gema viendo que
los sacrificios que ofrecía no eran suficientes, pidió
permiso a su director, para ofrecerle al Señor la mitad de su
vida por su conversión; el padre dijo que sí y Jesús
aceptó el intercambio.
Este
sacerdote se convertiría dos días antes de Gema morir,
dándole a ella un gran consuelo, exactamente en el plazo que
ella había ofrecido al Señor. (Pasados los doce años
que aquel sacerdote andaba descarriado; doce años y medio es
la mitad de la vida de Santa Gema quien morirá en sus 25 años).


El tránsito hacia el Padre Celestial

Gema
había pedido a Jesús morir crucificada con Él,
y crucificada moriría. Como a las diez de la mañana doña
Cecilia pensaba retirarse un poco y Gema le dijo: "No me dejes,
mamá, mientras no esté clavada en la cruz, pues Jesús
me ha dicho que tengo que morir crucificada como Él". Momentos
después entró en éxtasis profundo, extendió
un poco sus brazos y, en esta posición permaneció hasta
mediodía. Su semblante era mezcla de amor y dolor, de calma y
desolación... ¡Agonizaba, como Jesús en la Cruz!
Los presentes la contemplaban atónitos. Era
Viernes Santo, 10 de Abril de 1903.
A
las ocho de la mañana del sábado, se le administró
la Extremaunción (hoy día se le llama Unción de
los Enfermos), a cuyo rito sagrado contestó con pleno conocimiento.
A doña Cecilia que le habló del P. Germán le dijo:
"Ya he ofrecido a Dios el sacrificio de todo y de todos, para prepararme
a morir".
Tomó
entonces el crucifijo en las manos y exclamó: "¡Jesús!...
¡En tus manos encomiendo mi pobre alma!"; y volviéndose
a la imagen de María, añadió: "¡Mamá
mía!, recomienda a Jesús mi pobre alma... Dile que tenga
misericordia de mí".
De
repente toda señal de agonía desapareció, y una
sonrisa de cielo se dibujó en sus labios. Dos lágrimas
corrieron de sus ojos. El párroco, que estaba presente exclamó:
"Jamás he presenciado muerte semejante". Y él
mismo puso sobre el pecho de Gema el escudo pasionista que llevó
al sepulcro.
Muere
Santa Gema a la 1:45 p.m. del Sábado Santo, 11 de Abril de 1903.

La
profecía de Santa Gema se cumplió. Los pasionistas la
rechazaron en vida, pero después de su muerte la tomaron para
sí. El Señor que había acrisolado su corazón
con el sufrimiento, también había pedido de ella el sacrificio
de no entrar en ninguna orden religiosa y ella lo aceptó y lo
ofreció al Señor, como todo lo demás.
Era
necesaria una prueba irrefutable que revelara las intimidades del corazón
de aquella criatura que había amado ardientemente a Jesús.

La
prueba se tuvo cuando al fin, y Dios sabe con qué sacrificios,
llegó el P. Germán a Lucca.
Ya
habían pasado 14 días de la muerte de Santa Gema. El Padre
anhelaba volver a ver aquel rostro lleno de dulzura. Pero quería
sobre todo verificar los misterios de aquel corazón virginal
cuyos secretos en vida nadie mejor que él había profundizado...
"El 24 de Abril se procedió a exhumarlo. Se abrió
el cuerpo y se extrajo el corazón, que apareció fresco,
lozano, flexible, rubicundo, humedecido de sangre, igual que si estuviera
vivo. Los especialistas que practicaban la autopsia quedaron maravillados.
Estaba bastante achatado y dilatado por ambos lados, apareciendo como
más ancho que alto. Al abrirlo fluyó enseguida la sangre,
bañando el mármol donde se realizaba la intervención".
Aquella que en muchas ocasiones le había pedido al Señor
que le ensanchara el corazón para poder amarlo más, recibió
esta gracia que tanto pedía. Su corazón se conserva en
el convento Pasionista de Madrid.

El proceso para la canonización se abrió el 3 de Octubre
de 1907, cuatro años después de su muerte; el Papa Benedicto
XV dispensó el proceso de "fama de santidad", porque
era conocida ya en todo el mundo.

Gema fue Beatificada el 14 de Mayo de 1933, Año Santo del XIX Centenario
de la Redención; la Beatificó el Papa Pío XI.

Gema fue Canonizada el 2 de Mayo de 1940 (día de la Ascensión
del Señor), por el Papa Pío XII, que dijo: "Santa
Gema será la piedra preciosa de nuestro Pontificado".

Los grandes amores de Santa Gema, durante toda su vida fueron Jesús
Crucificado, la Virgen María, la Eucaristía y la sed de
conversión de las almas. Para ellos vivió toda su vida
y por ellos murió como víctima de amor.


¡Santa Gemma Galgani, ruega por nosotros!.


--------------------------------------------------------------------------------
Oración
compuesta por Santa Gemma


Aquí me
tenéis postrada a vuestros Pies Santísimos,

mi querido Jesús, para manifestaros en cada instante

mi reconocimiento y gratitud por tantos y tan contínuos favores

como me habéis otorgado y que todavía queréis
concederme.

Cuántas veces os he invocado, ¡oh Jesús!,

me habéis dejado siempre satisfecha;

he recurrido a menudo a vos,

y siempre me habéis consolado .

¿Cómo podré expresaros mis sentimientos amado Jesús?

Os doy gracias ... pero otra gracia quiero de Vos.

¡Oh, Dios mío! , si es de vuestro agrado ...

(Aquí se manifiesta la gracia que se desea conseguir).

Si no fuérais Todopoderoso no os haría esta súplica
.

¡Oh Jesús!, tened piedad de mí.

Hagase en todo vuestra santísima Voluntad.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria .

(Con licencia eclesiástica)



Santa Gema Galganihttp://www.corazones.org/santos/gema_galgani.htm

http://webcatolicodejavier.org/SantaGema.html

http://www.fluvium.org/textos/lectura/lectura565.htm

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com


"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 10 de abril de 2016

Lecturas y Santoral 10/04/2016. Domingo, tercera semana de Pascua

Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo
Primera Lectura. Hechos de los Apóstoles 5, 27b-32. 40b-41
En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles, diciendo: - "¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre". Pedro y los apóstoles replicaron: - "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen". Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Ellos, pues, salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Hechos-Apostoles-4,13-Pedro-Juan-Sanedrin-escribas-ancianos
Salmo Responsorial. Sal 29, 2 y 4. 5 y 6. 11 y l2a y 13b
Rey-David-arpa-salmo-02-grandeTe ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mi. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Tañed para el Señor, fieles suyos, celebrad el recuerdo de su nombre santo; su cólera dura un instante, su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Escucha, Señor, y ten piedad de mi; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza
Segunda Lectura. Apocalipsis 5, 11-14
Yo, Juan, miré, y escuché la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los vivientes y de los ancianos, y eran miles de miles, miríadas de miríadas, y decían con voz potente: "Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza." Y escuché a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar - todo lo que hay en ellos -, que decían: "Al que está sentado en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos". Y los cuatro vivientes respondían: "Amén". Y los ancianos se postraron y adoraron.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Apocalipsis Trono de Dios

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo; Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: - "Me voy a pescar". Ellos contestan: - "Vamos también nosotros contigo". Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: - "Muchachos, ¿tenéis pescado?". Ellos contestaron: - "No". Él les dice: - "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. "La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: - "Es el Señor". Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: - "Traed de los peces que acabáis de coger". Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: - "Vamos, almorzad". Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Resurreccion-resucitado-cuerpo-sepulcro-cristo-glorioso-Jesus-tumba-19-Harold-Copping
Ezequiel, profeta (s. VII a. C.)
Ezequiel

Cuando vive, ya se ha terminado el imperio asirio con la caída de Nínive; ahora los poderosos son los caldeos, con Nabucodonosor.

Es una época dificultosa para el pueblo de Israel. En Jerusalén reina Joaquín, hijo del piadoso rey Josías, que murió en la batalla de Megiddo (609 a. C.). En un primer momento, Joaquín intenta halagar al coloso babilónico, pero termina uniéndose en coalición con pequeñas potencias contra Nabucodonosor. Jeremías ya dio la voz de alerta, sugiriendo la sumisión, pero el orgullo de los elegidos la hizo imposible. En 598, los babilonios ponen cerco a Jerusalén y capitula Judá. Su precio es la deportación de gran parte de la población, entre ellos el rey Jeconías, hijo de Joaquín, que murió durante el asedio. Con los deportados va también el joven Ezequiel que será el profeta del exilio.

Dos etapas enmarcan su acción profética.

La primera es antes de la destrucción de Jerusalén por los caldeos (598 a. C.). Aquí el hombre de Dios se encuentra con un pueblo ranciamente orgulloso y lleno de falso optimismo, fruto de la presunción. “¿Cómo va Dios a abandonarnos? ¡Están las Promesas! Es imposible una catástrofe total”. Así razonaban ante los requerimientos del profeta. Es verdad que siglo y medio antes había permitido Dios la desaparición de Samaría, el Reino del Norte; pero Jerusalén es otra cosa; Yahwéh habita en ella. Pensaban que pasaría como en tiempos de Senaquerib, un siglo antes, cuando tuvo que abandonar el asedio por una intervención milagrosa; ahora Dios repetiría el prodigio. Ezequiel no piensa como ellos. Afirma y predica que Jerusalén será destruida con el Templo. Dice a todos que ha llegado la hora del castigo divino para el pueblo israelita pecador; solo queda aceptar con compunción y humildad los designios punitivos de Yahwéh. A esta altura, el profeta tiene una misión ingrata porque es un agorero de males futuros y próximos. Para la gente sencilla y las autoridades pasa por ser considerado como un judío despreciable que no tiene categoría para comprender los altos designios del Pueblo; es un derrotista ciego de pesimismo.

La segunda fase de su profecía se desarrolla una vez consumada la catástrofe. Ahora ha de levantar los ánimos oprimidos; debe dar esperanzas luminosas sobre un porvenir mejor. Creían sus compatriotas deportados que Dios se había excedido en el castigo, o que les había hecho cargar con los pecados de los antepasados. “¡Nuestros padres comieron las agraces y nosotros sufrimos la dentera!”, es el grito unánime de protesta. Ezequiel se preocupará de hacerles ver que Dios ha sido justo y que el castigo no tiene otra finalidad que la de purificarlos antes de pasar a una nueva etapa gloriosa nacional.
Y esto lo hace Ezequiel empleando un estilo que no tiene nada que ver con el de los profetas preexílicos Amós, Oseas, Isaías y Jeremías; no goza de su sencillez y frescor. Ezequiel pertenece a la clase sacerdotal, está cabalgando entre dos épocas y se aproxima a la literatura apocalíptica del judaísmo tardío. Frecuentemente, su mensaje viene expresado con el simbolismo de las visiones y también con el simbolismo de su propia existencia. Es conocidísima la visión “de los cuatro vivientes” (c. 1) en la que toda la creación simbolizada en el hombre, el toro, el león y el águila, son el trono del Creador que viene triunfante y esplendoroso a visitar a los exiliados de Mesopotamia. Y el expresivo contenido de la visión del “campo lleno de huesos” (c. 37) que reviven por el poder de Yahwéh, cubriéndose de nervios y carne, cobrando vida nuevamente. O la otra del “Templo que mana un torrente de aguas” (c. 47) para regar y hacer feracísima la nueva tierra con plenitud edénica. En todas ellas está vivo el mensaje de restauración nacional; volverá del exilio un pueblo purificado y vendrá con certeza una teocracia mesiánica.

Fue la vida profética de Ezequiel un período de veinte años (593-573) de amplia actividad para salvar las esperanzas mesiánicas de sus compañeros de infortunio, al derrumbarse la monarquía israelita.

Quizá hoy en la Iglesia convenga también un nuevo tipo religioso que, surgido en horas de aturdimiento y desaliento general, sea instrumento de Dios para salvar la crisis de conciencia que trae el desmoronamiento de los principios. Bien puede estar el secreto en copiar la fidelidad de Ezequiel.

San Miguel de los Santos Místico (1591-1625)

San-Miguel-de-los-Santos

Nació en Vich, cerca de Barcelona, España, con el nombre de Miguel Argemir, en el seno de una familia devota.

Miguel queda huérfano siendo niño, por lo que es encomendado a unos tutores. Pero ya desde entonces sentía profundamente el llamado de la vocación religiosa. Incluso escapó en un par de ocasiones de su casa para internarse en un monte, pretendiendo llevar una vida de ermitaño, aunque fue devuelto a su hogar con sus deseos frustrados.

En 1603, cuando él contaba con 11 años de edad, fue recibido en el convento de los Trinitarios de Barcelona, y en 1607 profesa los votos de la Orden. Recibe el hábito de Descalzo, y pasa a llamarse desde entonces Miguel de los Santos.

Debido a su profundo fervor, y acaso a los extremos rigores ascéticos a los que se sometía (como periodos de penitencia en los que sólo comía pan y agua los jueves y los domingos), San Miguel de los Santos tuvo una vida mística muy intensa.

Se cuenta, por ejemplo, que cuando estudiaba teología en Salamanca antes de ordenarse como sacerdote, un día que el maestro hablaba al grupo sobre el amor de Cristo, San Miguel estaba tan absorto que se elevó del suelo y permaneció levitando un cuarto de hora, ante los ojos atónitos de sus compañeros y del profesor.

Los frecuentes e incontrolados arrebatos místicos y visiones extásicas llaman la atención de sus superiores, por lo que el Santo es enviado a Sevilla para ser examinado por sacerdotes expertos, quienes confirman la veracidad de los fenómenos.

A pesar de su sencillez extrema y de su encantadora modestia, cuando fue nombrado vicario general de los Padres Trinitarios en Valladolid supo actuar con delicadeza, comprensión, entrega y sentido práctico.

Entregado a la oración y al servicio, y padeciendo esos arranques de experiencia mística con que se privaba, San Miguel de los Santos contrajo fiebres tifoideas, que tras un grave suplicio le quitaron la vida en Valladolid, a los 34 años de edad.

Beatos Colombianos de San Juan de Dios, Mártires

Santoral Católico

En 1934 estalló en España una cruel persecución contra los católicos por parte de los comunistas, masones y de la extrema izquierda. En pocos meses fueron destruidos en España más de mil templos católicos y gravemente afectados más de dos mil. Desde 1936 hasta 1939, los comunistas españoles asesinaron a 4100 sacerdotes seculares; 2300 religiosos; 283 religiosas y miles de laicos.

Unas de las víctimas de esta persecución fueron siete jóvenes colombianos, hermanos de la Comunidad de San Juan de Dios, que estaban estudiando y trabajando en España a favor de los que padecían enfermedades mentales y se encontraban en condición de abandono. Sus nombres eran: Juan Bautista Velásquez, Esteban Maya, Melquiades Ramírez de Sonsón, Eugenio Ramírez, Rubén de Jesús López, Arturo Ayala y Gaspar Páez Perdomo de Tello. La Comunidad colombiana los había enviado a España a perfeccionar sus estudios de enfermería, y a asistir a los enfermos que vivian en un centro médicos ubicado en Ciempozuelos cerca de Madrid.

Hasta dicho lugar, llegaron personal del gobierno comunista español quienes les ordenaron abandonar el plantel y dejarlo en manos de empleados marxistas desconocedores de la medicina y de la dirección de centros médicos. Los siete jóvenes fueron hechos prisioneros y llevados a una cárcel de Madrid.

Gracias a la intercesión de la cancillería colombiana en el país, los jóvenes consiguieron su libertad, y ya su comunidad religiosa había gestionado los pasajes y viáticos para su retorno al país natal. Sin embargo, antes de abordar el tren que los transportaría a Barcelona, de donde partirían a Colombia, oficiales del gobierno comunista español los asesinaron cruelmente. El Cónsul de Colombia en España los identificó en el Hospital Clínico del país, y dio aviso a la congregación religiosa.

Pese a las protestas por parte del gobierno colombiano y de la cancillería en España, el gobierno comunista no realizó ninguna investigación pertinente, dejando sin castigo alguno a los responsables del asesinato de los religiosos.

El Papa Juan Pablo II beatificó a los siete religiosos en 1992, convirtiéndose en los primeros beatos del país latinoamericano.

Santa Magdalena de Canosa

Santa-Magdalena-de-Canosa

Nació en Verona de una familia aristocrática en 1774. Muy niña quedó huérfana de padre y fue abandonada por la madre, que la confió a una institutriz y se casó de nuevo con un marqués. A los 17 años entró en el Carmelo de Trento y después en el de Cornegliano. Pero tuvo que salir para asumir la administración financiera de su casa principesca, aunque dominada siempre por el deseo de servir a los pobres. Acogió en su palacio a muchachas pobres.

En Venecia entró en la Fraternidad Hospitalaria y se consagró a la educación de las niñas abandonadas, extendiendo además su caridad a todas las obras de misericordia. Generosamente entregada a la vida espiritual, tuvo experiencias místicas.

Fundó un doble Instituto, Hijos e Hijas de la Caridad, para la educación de jóvenes. Murió en Verona el 10 de abril de 1835.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."