sábado, 21 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 21/12/2019. Sábado de la tercera semana de Adviento

He aquí mi amado, llega saltando por los montes
Primera Lectura. Cantar de los cantares 2, 8-14

¡La voz de mi amado! Vedlo, aquí llega, saltando sobre los montes, brincando por las colinas.
Es mi amado un gamo, parece un cervatillo.
Vedlo parado tras la cerca, mirando por la ventana, atisbando por la celosía.
Habla mi amado y me dice: «Levántate, amada mía, hermosa mía y ven.
Mira, el invierno ya ha pasado, las lluvias cesaron, se han ido.
Brotan las flores en el campo, llega la estación de la poda, el arrullo de la tórtola se oye en nuestra tierra.
En la higuera despuntan las yemas, las viñas en flor exhalan su perfume.
Levántate, amada mía, hermosa mía, vente.
Paloma mía, en las oquedades de la roca, en el escondrijo escarpado, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz: es muy dulce tu voz y fascinante tu figura».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 32, 2-3. 11-12. 20-21
Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones.

Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
El plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.

Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.

Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino deprisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra de Dios.


San Pedro Canisio


Nació en Nimega, Holanda en 1521. Estudió en Lovaina y Colonia. A los 19 años, consiguió la licenciatura en teología, y para complacer a su padre se dedicó a especializarse en abogacía.


En esta ciudad frecuentaba el monasterio de los cartujos, pero la lectura de los Ejercicios de san Ignacio y el practicarlos con el beato Pedro Fabra, que era compañero de San Ignacio, lo decidieron a entrar en la Compañía de Jesús en 1543. Fue ordenado de sacerdote el año 1546.

Fue admitido en la comunidad y los primeros años de religioso los pasó en Colonia, Alemania, dedicado a la oración, el estudio, la meditación y la ayuda a los pobres. Fue muy caritativo y amable con las personas que le discutían, pero tremendo e incisivo contra los errores de los protestantes.

San Pedro Canisio tenía una especial cualidad para resumir las enseñanzas de los grandes teólogos y presentarlas de manera sencilla para que el pueblo pudiese entender. Logró redactar dos Catecismos, uno resumido y otro explicado. Estos dos libros fueron traducidos a 24 idiomas y en Alemania se propagaron por centenares y millares

Publicó las obras de varios Santos Padres. Participó activamente en el Concilio de Trento como teólogo. San Ignacio lo llamó a Roma y luego lo envió a Mesina y a Bolonia. Destinado a Alemania, desarrolló durante treinta años una valiente labor de defensa de la fe católica con sus escritos y predicación, contra las entonces recientes doctrinas protestantes.

En los treinta años de su incansable labor de misionero recorrió treinta mil kilómetros por Alemania, Austria, Holanda e Italia. Parecía incansable, y a quien le recomendaba descansar un poco le respondía: "Descansaremos en el cielo".

Por muchas ciudades de Alemania fue fundando colegios católicos para formar religiosamente a los alumnos. Además, ayudó a fundar numerosos seminarios para la formación de los futuros sacerdotes. Su intensa y fructífera labor le valió el título de apóstol de Alemania. San Pedro Canisio se dio cuenta del inmenso bien que hacen las buenas lecturas. Se propuso formar una asociación de escritores católicos.

Este santo, llamado "el segundo evangelizador de Alemania", es venerado como uno de los creadores de la prensa católica y fue el primero del numeroso ejército de escritores jesuitas.

Estando en Friburgo el 21 de diciembre de 1597, después de haber rezado el santo Rosario, exclamó lleno de alegría y emoción: "Mírenla, ahí esta. Ahí está". Y murió. La Virgen Santísima había venido para llevárselo al cielo.

El Sumo Pontífice Pío XI, después de canonizarlo, lo declaró Doctor de la Iglesia, en 1925.

Oración Señor, Dios nuestro, que fortaleciste a san Pedro Canisio con la virtud y la ciencia para salvaguardar la unidad de la fe, concede a la comunidad de creyentes perseverar en la confesión de tu nombre, y a todos los que buscan la verdad el gozo de encontrarte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 19 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 19/12/2019. Jueves de la tercera semana de Adviento

El nacimiento de Sansón fue anunciado por el ángel
Primera Lectura. Jueces 13, 2-7. 24-25a

En aquellos días, había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos.
El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo:
«Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, guárdate de beber vino o licor, y no comas nada impuro, pues concebirás y darás a luz un hijo. La navaja no pasará por su cabeza, porque el niño será un nazir de Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos».
La mujer dijo al esposo:
«Ha venido a verme un hombre de Dios. Su semblante era como el semblante de un ángel de Dios, muy terrible. No le pregunté de dónde era, ni me dio a conocer su nombre. Me dijo: "He aquí que concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino o licor, y no comas nada impuro; porque el niño será nazir de Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte”».
La mujer dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. El espíritu del Señor comenzó a agitarlo.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 70, 3-4a. 5-6ab. 16-17
Que se llene mi boca de tu alabanza y así cantaré tu gloria
Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa.

Que se llene mi boca de tu alabanza y así cantaré tu gloria
Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías.

Que se llene mi boca de tu alabanza y así cantaré tu gloria
Contaré tus proezas, Señor mío,
narraré tu justicia, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas.

Que se llene mi boca de tu alabanza y así cantaré tu gloria
Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Lucas 1, 5-25
En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.
Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.
Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo:
«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para convertir los corazones de los padres hacía los hijos”, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».
Zacarías replicó al ángel:
«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».
Respondiendo el ángel le dijo:
«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».
El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.
Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo:
«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor cuando se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente».

Palabra de Dios


San Urbano V, Papa


Una de las épocas más difíciles para la Iglesia Católica fue "El destierro de Avignon, o destierro de Babilonia". Durante este periodo los Papas tuvieron que salir de Roma, a causa de las continuas e insostenibles revoluciones. Se establecieron en Avignon, una ciudad francesa, poco después del año 1300.

Entre todos los Papas que vivieron en Avignon estaba San Urbano V.

Nació en Languedoc, Francia, en 1310. Hizo sus estudios universitarios y entró de monje benedictino. Fue superior de los principales conventos de su comunidad y como tenía especiales cualidades para la diplomacia. Los Sumos Pontífices que vivieron en Avignon lo emplearon como Nuncio o embajador.

Estaba de Nuncio en Nápoles cuando llegó la noticia de que había muerto el Papa Inocencio VI y que él había sido nombrado nuevo Sumo Pontífice. Y no era ni obispo, menos cardenal. En sólo un día fue consagrado obispo, y coronado como Papa.

Como Sumo Pontífice se propuso acabar con los abusos que existían. Quitó los lujos de su palacio y de sus colaboradores. Se preocupó por obtener que el grupo de sus empleados en la Corte Pontificia fuera un verdadero modelo de vida cristiana.

Entregó los principales cargos eclesiásticos a personas de reconocida virtud y luchó fuertemente para acabar con las malas costumbres. Al mismo tiempo trabajó seriamente para elevar el nivel cultural del pueblo y fundó una academia para enseñar medicina.

Con la ayuda de los franciscanos y de los dominicos emprendió la evangelización de Bulgaria, Ucrania, Bosnia, Albania, Lituania, y hasta logró enviar misioneros a la lejana Mongolia. Lo más notorio de este santo Pontífice es que volvió a Roma, después de que ningún Papa lo había hecho desde hacía más de 50 años. Al llegar a Roma no pudo contener las lágrimas. Las grandes basílicas, incluso la de San Pedro, estaban casi en ruinas. La ciudad se hallaba en el más lamentable estado de abandono y deterioro.

Urbano V con sus grandes cualidades de organizador, emprendió la empresa de reconstruir los monumentos y edificios religiosos de Roma. Estableció su residencia en el Vaticano (donde hasta hoy viven los Pontífices). También se dedicó a restablecer el orden en el clero y el pueblo.

Pero las revoluciones se dieron nuevamente, y Urbano, que se encontraba bastante enfermo, dispuso irse otra vez a Francia en 1370. Santa Brígida le anunció que si abandonaba Roma moriría. El 5 de diciembre salió de Roma y el 19 de diciembre murió.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 18/12/2019. Miércoles de la tercera semana de Adviento

Daré a David un vástago legítimo
Primera Lectura. Jeremías 23, 5-8

«Mirad que llegan días - oráculo del Señor - en que daré a David un vástago legítimo: reinará como monarca prudente, con justicia y derecho en la tierra.
En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro.
Y lo llamarán este nombre: «El-Señor-nuestra-justicia».
Así que llegan días - oráculo del Señor - en que no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 71, 1-2.12-13.18-19
En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.

En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta.
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Palabra de Dios


Nuestra Señora de la Esperanza


La Expectación del Parto de la Virgen, Santa María de la "O", son títulos de una fiesta de la Virgen María que no figura en el calendario litúrgico de la Iglesia, pero que tiene larga tradición en España, pues viene del Concilio X de Toledo, celebrado el año 656, que quiso dar mayor relieve a la fiesta de la Anunciación y Encarnación, sacándola del tiempo cuaresmal o pascual, y acercándola, en plena celebración del Adviento, al momento decisivo del parto de la Virgen Madre, acontecimiento esperado por la humanidad y muy especialmente por María.

Esperanza, pues presenta a María en estado avanzado del embarazo obrado por el Espíritu Santo. Expectación, por el ansia e intensidad con que ella esperaba tener pronto en sus brazos al que llevaba en su seno.

El título de María de la "O" hace referencia a las solemnes antífonas del Cántico de la Virgen, el Magníficat, que en las Vísperas de los siete días anteriores a Navidad empiezan por esa letra. En relación con estas advocaciones de la Virgen, el arte suele representar a María en avanzado estado de gestación, con su vientre abultado y la mano sobre el mismo, apuntando que allí está el Hijo de Dios, que pronto nacerá.

Oración: Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria, asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe íntegra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

San Modesto


Este santo es especialmente reconocido por la Iglesia Católica ya que restauró los templos de los Santos Lugares en Jerusalén, después del terrible destrozo que hicieron allí los persas.

En el año 600 el rey persa Cosroes, pagano y enemigo de la religión católica invadió Tierra Santa en Palestina, y ayudado por los judíos y samaritanos fue destruyendo y quemando sistemáticamente todo lo católico: templos, casas religiosas, altares, etc. Mandó matar a millares de cristianos en Jerusalén, a muchos otros los vendió como esclavos y, a otros, los desterró sin piedad. Uno de ellos fue el Arzobispo de Jerusalén, San Zacarías, y fue San Modesto, superior de uno de los conventos de Tierra Santa al que Dios llamaría para reconstruir los templos. Heráclito, el nuevo gobernante, logró alejar a los persas de la ciudad, situación que el santo aprovechó para comenzar el proyecto de reconstrucción, para lo que contó con la ayuda de sus monjes a recoger.

Lo primero que reconstruyó fue el templo del Santo Sepulcro, y luego el de Getsemaní o el Huerto de los Olivos y la Casa de la Última Cena, o Cenáculo.

El Arzobispo Zacarías había muerto en el destierro, y el emperador Heráclito nombró como sucesor de éste a San Modesto. Lo nombró Patriarca Arzobispo de Jerusalén, siendo una elección muy oportuna, porque entonces sí tuvo facilidad para dedicarse a reconstruir los centenares de templos y demás lugares santos destruidos por los bárbaros. Modesto continuó incansable su labor de reconstruir templos, conseguir contribuciones e inspeccionar los trabajos en los diversos sitios.

Murió el 18 de diciembre mientras llevaba un valioso cargamento de ayuda para la restauración de los santos lugares, fue envenenado por unos perversos para poder robarle los tesoros que llevaba.

San Winebaldo de Heidenheim (701-761)



Nació en Wessex, en la actual Inglaterra, en el seno de una familia cristiana de la nobleza local.

San Winebaldo, o Vunibaldo, fue hijo de un rey de nombre Ricardo, y su madre se llamaba Wunna. Su familia dio muchos servidores a la Iglesia.

Su hermano Wilibaldo fue el célebre obispo de Eichstätt, en Baviera. También en Alemania, su tío Bonifacio fue gran evangelizador y su hermana, Valburga, un modelo de religiosidad en el monasterio de Heidenheim, que él mismo fundó.

En el año 721, Winebaldo y su hermano Wilibaldo acompañaron a su padre a la difícil empresa de una peregrinación a Roma y Palestina, pero lamentablemente durante el viaje el progenitor de ambos murió, en Lucca.

A continuación Wilibaldo perseveró en llegar hasta Tierra Santa, su destino original, mientras que San Winebaldo prefirió permanecer en Roma, donde ingresó a un monasterio en 723, en el que permanecería más de quince años, incluyendo un breve regreso a Gran Bretaña.

En 739 se encontró en Roma a su hermano Wilibaldo y también a San Bonifacio, quien lo convenció de abandonar la vida contemplativa y realizar labor misionera en Alemania. Así, San Winebaldo realizó su apostolado en Baviera y en Turingia.

San Winebaldo se estableció primeramente en Sülzenbrücken, al sur de Erfurt, en Turingia, mientras que su hermano Wilibaldo se convertía en obispo de Eichstätt y San Bonifacio en arzobispo de Maguncia.

De ahí pasó a la Franconia bávara en 744, y en 747 a Maguncia. Finalmente, atraído como siempre por la vida monacal, San Winebaldo se retiró en 751 al monasterio de Heidenheim.

En Heidenheim San Winebaldo fue abad del monasterio masculino, mientras que su hermana Valburga era abadesa del femenino; y encontrándose en la diócesis de Eichstätt, el hermano de ambos, Wilibaldo, era obispo.

martes, 17 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 17/12/2019. Martes de la tercera semana de Adviento

No se apartará de Judá el cetro
Primera Lectura. Génesis 49, 1-2. 8-10

En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:
«Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel:
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás tu mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo?
No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17
Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre.

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar amar,
del Gran Río al confín de la tierra.

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.

Palabra de Dios


San Lazaro


San Lázaro tuvo la dicha de ser el protagonista de uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo, ya que fue resucitado por el Señor después de cuatro días de haber fallecido.

Según las Sagradas Escrituras, Lázaro enfermó gravemente y dos de sus hermanas Marta y María enviaron con urgencia un mensajero al lugar donde se encontraba Jesús con el siguiente mensaje: "Aquél a quien Tú amas, está enfermo". Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte.

El santo fallece y recién al cuarto día llegó el Señor. Las dos hermanas salen al encuentro de Jesús en medio de lágrimas y sollozos diciéndole: "Oh, Señor ¡si hubieras estado aquí! ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus labios: "Jesús". No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte! Oh Señor: sí hubieras estado aquí no se habría muerto nuestro hermano".

Jesús responde: – "Yo soy la resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre". Jesús, al verlas llorar se conmovió y también lloró. Nuestro Redentor verdadero Dios y verdadero hombre, sintió también el dolor ante la muerte de un ser querido. Los judíos que estaban allí en gran número, exclamaron: "¡Miren cuánto lo amaba!". Jesús dijo: ¡Lázaro, yo te mando, sal fuera! Y Lázaro se levantó. Después de cuatro días de muerto, fue resucitado milagrosamente y visto por la multitud que contempló el hecho.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 16/12/2019. Lunes de la tercera semana de Adviento

Avanza una estrella de Jacob
Primera Lectura. Números 24, 2-7.15-17a

En aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos:
«Oráculo, de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Poderoso, que cae y se le abren los ojos:
¡Qué bellas tus tiendas, oh, Jacob y tus moradas, Israel!
Como vegas dilatadas, como jardines junto al río, como áloes que plantó el Señor o cedros junto a la corriente; el agua fluye de sus cubos, y con el agua se multiplica su simiente.
Su rey es más alto que Agag, y descuella su reinado».
Y entonó sus versos:
«Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los planes del Altísimo, que contempla visiones del Poderoso, que cae en éxtasis y se le abren los ojos:
Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto:
Avanza una estrella de Jacob, y surge un cetro de Israel».

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9
Señor, instrúyeme en tus sendas.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.

Señor, instrúyeme en tus sendas.
Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.

Señor, instrúyeme en tus sendas.
El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.

Señor, instrúyeme en tus sendas.
El bautismo de Juan ¿de dónde venía?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 21, 23-27
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:
«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».
Jesús les replicó:
«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar:
«Si decimos "del cielo", nos dirá: "¿Por qué no le habéis creído?" Si le decimos "de los hombres", tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».
Y respondieron a Jesús:
«No sabemos»
Él, por su parte, les dijo:
«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto»

Palabra de Dios


Santa Adelaida emperatriz


Nació el año 931 en el castillo de Orb, hija de Rodolfo II, rey de Borgoña. Contrajo matrimonio el 947 con Lotario, rey de Italia, pero éste murió joven al parecer envenenado por los que deseaban quitarle su reino. La santa quedó viuda con sólo 19 años.

El usurpador Berengario quería casarla con su hijo, pero como la santa se negó rotundamente a esta unión, Berengario la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos. El Padre Martín, su capellán, se quedaba admirado porque Santa Adelaida no se quejaba ni protestaba y seguía tratando a todos los carceleros con exquisita amabilidad y dulzura ya que todo lo que sucedía lo aceptaba como venido de las manos de Dios.


El P. Martín logró liberar a la santa y la refugió en el castillo de Canossa. Sin embargo, Berengario atacó aquel castillo y Santa Adelaida envió a sus embajadores hacia Alemania para pedir la ayuda de Otón, el Emperador. Pronto llegó éste con su ejército, derrotó e hizo prisionero a Berengario y concedió la libertad a la santa reina.

El emperador alemán se enamoró de Adelaida y le pidió que fuera su esposa. Ella aceptó, y el Sumo Pontífice Juan XII coronó a Otón como emperador y a Adelaida como emperatriz el año 962.

Otón el grande reinó durante 36 años, y mientras tanto su santa esposa prestó particular atención a los últimos y a los indigentes, estuvo en estrecha relación con el movimiento de reforma de Cluny, construyó iglesias y monasterios, ayudó a misioneros, religiosos y predicadores. Se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban peleados. Su director espiritual fue en ese tiempo San Odilón, el cual dejó escrito: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad".

Tuvo tres hijos, entre ellos Otón II. Cuando murió éste, tuvo que convertirse en la regente del imperio en nombre de su nieto Otón III. Cuando su nieto, Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró y pasó los últimos años de su vida en el monasterio benedictino de Selz, cerca de Estrasburgo (en la actual Francia), que ella había edificado, dedicada a la oración y a meditar en las verdades eternas. Allí murió el 16 de diciembre del año 999.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 15/12/2019. Domingo de la tercera semana de Adviento

Dios viene en persona y os salvará
Primera Lectura. Isaías 35, 1-6a. 10

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo.
Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: «Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite, la retribución de Dios. Viene en persona y os salvará».
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo.
Retornan los rescatados del Señor. Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 145, 7. 8-9a. 9bc-10
Ven, Señor, a salvarnos.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

Ven, Señor, a salvarnos.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos.

Ven, Señor, a salvarnos.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.

Ven, Señor, a salvarnos.

Fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca
Segunda Lectura. Carta del apóstol Santiago 5, 7-10

Hermanos, esperad con paciencia hasta la venida del Señor.
Mirad: el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.
Esperad con paciencia también vosotros, y fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca.
Hermanos, no os quejéis los unos de los otros, para que no seáis condenados; mirad: el juez está ya a la puerta.
Hermanos, tomad como modelo de resistencia y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.

Palabra de Dios.


¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 11, 2-11
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle.
«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».
Jesús les respondió:
«Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí! ».
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
"Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti".
En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net


Tercer Domingo de Adviento

La corona de adviento, tercera semana

La palabra ADVIENTO tiene su origen en el latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo.

Son cuatro semanas de camino para la oración, la reflexión y el recuerdo de cómo las profecías acerca de la venida de Jesucristo fueron cumplidas a través del tiempo y la distancia. En la encarnación, Dios se hace uno como nosotros, busca y abraza todo lo humano. Hemos de prepararnos para recibir en nuestro corazón al Rey de reyes, Jesucristo.

Explicación de la Corona de Adviento

La corona de adviento se hace con ramas verdes en forma circular sobre las que se insertan cuatro velas. La forma circular de la corona, recuerda la eternidad de Dios y nos hace pensar en los miles de años de espera del Mesías, así como en la actual espera de la segunda venida de Cristo. El color verde significa la esperanza de la vida.

Las velas se van encendiendo de una en una, durante los cuatro domingos de adviento. Su encendido se acompaña de oración en familia y la lectura de algún pasaje de la Biblia.

La vela blanca simboliza a nuestro Señor Jesucristo, nuestro salvador. Con su nacimiento, vino a iluminar definitivamente la vida del hombre, disipando las tinieblas. Él es la fuente de nuestra fe, de nuestra esperanza. Su justicia es resultado de su infinito amor por nosotros y nos otorga una paz verdadera.

La noche del 24 de diciembre con las velas encendidas, tras leer el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén y haber hecho una reflexión y oración en familia, cantamos villancicos y se "acuesta al niño Jesús" en el nacimiento.

Bendición de la corona
Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.

Santa Maria de la Rosa, Fundadora


Nació en Brescia (Italia) en 1813, y al cumplir los 17 años, consagró su vida al servicio de obras de caridad. En la finca de sus padres fundó con las campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las hizo crecer y madurar en la fe católica.

En su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres. En 1836 llegó la peste del cólera a Brescia. Después de la peste, como habían quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años pero que gozaba de la estima y confianza de toda la ciudad. Desempeñó ese cargo con gran eficacia durante dos años, y luego se dedicó a organizar su propia obra abriendo un internado para las niñas huérfanas o muy pobres. Poco después inauguró también un instituto para niñas sordomudas.

En 1840 se fundó en Brescia una asociación de mujeres piadosas para atender a los enfermos de los hospitales y nombraron como superiora a Santa María de la Rosa. Las mujeres que pertenecían a la asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32. Muchas personas admiraban la obra que las Doncellas de la Caridad hacían en los hospitales, atendiendo a los más abandonados y enfermos de gravedad. En 1850 se fue a Roma y obtuvo que el Papa Pío Nono aprobara su consagración.

Murió el 15 de diciembre de 1855.

Santa Virginia Centurione Bracelli (1587-1651)


Nació en Génova, Italia, en el seno de una familia noble. Santa Virginia fue hija de Giorgio Centurione y de Lelia Spinola; su padre llegó a ejercer el cargo de Duque de la República de Génova, de 1621 a 1623.

De niña mostró siempre mucha devoción y amor a los estudios, y su mayor deseo era vivir una vida enclaustrada, consagrándose a la religión. Sin embargo, cuando llegó a edad casadera, según las costumbres de entonces sus padres arreglaron un matrimonio conveniente sin siquiera preguntarle su opinión. Así, en 1602, a los 15 años de edad, Santa Virginia fue casada con Gaspare Grimaldi Bracelli, un noble acaudalado con quien procreó dos hijas: Lelia e Isabella. El matrimonio no fue muy duradero, pues luego de cinco años falleció Gaspare, y ella quedó viuda a la edad de 20. No obstante, ahora sí rechazó cualquier tipo de matrimonio, concertado o no, para seguir el llamado de su vocación de ayudar al prójimo.

En un principio combinaba su labor caritativa con el cuidado de sus hijas, pero en cuanto ellas se casaron Santa Virginia se dedicó por completo a su misión en favor de los pobres. A partir de que acogió casualmente a una chica desamparada, germinó en su corazón la claridad para saber su camino, y a partir de ahí la actividad fundamental de Santa Virginia se centró en proteger a las muchachas abandonadas, a los ancianos y a los enfermos. Cuando se desató la guerra en el sur de Italia en 1624, ella auxilió por igual a quien se lo pidiera, hospedando a los damnificados en sus propiedades.

En 1625, al morir su suegra, Santa Virginia puede disponer de más espacio para realizar su labor caritativa, y con ese fin fundó el Centro del Señor de la Misericordia Protector de los Pobres de Jesucristo. Santa Virginia Centurione tuvo nuevamente una actividad notable durante la peste de 1630, durante la cual tuvo que alquilar el convento de Montecalvario para hospedar a sus internos.

Cinco años después, con más de 300 pacientes, el centro, llamado de las Obras de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario, obtuvo reconocimiento como hospital por parte del gobierno.

Su extensa actividad prosiguió fundando otras dos grandes casas de refugio en la medida que crecía su obra entre los marginados de la sociedad, especialmente las muchachas jóvenes.

A los 64 años de edad falleció Santa Virginia Centurione Bracelli en aura de santidad. Un siglo y medio después, en 1801, fue descubierto su cadáver incorrupto, el cual se conserva aún en la capilla de las hermanas de Nuestra Señora del Refugio en Génova.

Santa Virginia Centurione Bracelli fue canonizada en 2003 por el papa Juan Pablo II.

sábado, 14 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 14/12/2019. Sábado de la segunda semana de Adviento

Elías volverá de nuevo.
Primera Lectura. Eclesiástico 48,1-4.9-11

En aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego, su palabra quemaba como antorcha.
Él hizo venir sobre ellos el hambre, y con su celo los diezmó.
Por la palabra del Señor cerró los cielos y también hizo caer fuego tres veces.
¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos!
¿Quién puede gloriarse de ser como tú?
Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente, en un carro de caballos de fuego; tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros, para aplacar la ira antes de que estallara, para reconciliar a los padres con los hijos y restablecer las tribus de Jacob.
Dichosos lo que te vieron y se durmieron en el amor.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19
Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Dios del universo, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña.
Cuida la cepa que tu diestra plantó,
y al hijo del hombre que tú has fortalecido.

Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.

Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Elías ya ha venido y no lo reconocieron.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 17, 10-13

Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Él les contestó:
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Palabra de Dios.


San Juan de la Cruz


Nace en Fontiveros (Ávila-España) en 1542. De niño, al quedar huérfano de padre, se gana la vida con servicios varios en un hospital. A los 21 años viste el hábito carmelita en Medina, el año 1563. Estudia filosofía y teología en Salamanca y se ordena sacerdote en 1567. El mismo año se encuentra con Teresa de Ávila, la reformadora de las carmelitas, que lo convence a iniciar también él la reforma de los carmelitas, proyecto que le gana persecuciones y la prisión. Humillado y marginado, pero lleno de una alegría que nada ni nadie le puede arrebatar.

A los 21 años fue recibido como religioso en la comunidad de Padres Carmelitas, y obtuvo el permiso de observar los reglamentos con toda la exactitud posible sin buscar excepciones en nada. Al ser ordenado sacerdote en 1567, pidió a Dios como especial regalo que lo conservara siempre en gracia y sin pecado y que pudiera sufrir con todo valor y con mucha paciencia toda clase de dolores, penas y enfermedades.

Santa Teresa había fundado la comunidad de las Hermanas Carmelitas Descalzas y deseaba fundar también una comunidad de Padres Carmelitas que se dedicaba a observar los reglamentos con la mayor exactitud posible. Mientras tanto nuestro santo le pedía a Dios que le iluminara un modo de vivir tan fervoroso que lo llevara pronto a la santidad. Y he aquí que al encontrarse los dos santos, descubrió Santa Teresa que este era el indicado para empezar su nueva comunidad y con otros dos frailes fundó su nueva comunidad de Carmelitas descalzos. Los envió a vivir a un convento muy pobre, llamado Duruelo.

Al fundar su nuevo convento en Salamanca, fue nombrado como rector Fray Juan de la Cruz, dedicándose con todas sus fuerzas al apostolado.

Dios le había concedido una cualidad especial: la de saber enseñar el método para llegar a la santidad. Y eso que enseñaba de palabra a personas que dirigía, lo fue escribiendo y resultaron unos libros tan importantes que le han conseguido que el Sumo Pontífice lo haya declarado Doctor de la Iglesia.

Como poeta ha sido admirado por siglos a causa de la musicalidad de sus poesías y de la belleza de sus versos. Son célebres sus pensamientos: "En el atardecer de tu vida serás examinado sobre el amor", "Donde no hay amor, siembra amor y recogerás amor". Nos ha dejado varias obras magníficas sobre su extraordinaria experiencia mística: Cántico Espiritual (muy popular), Comentarios al Cántico Espiritual y Subida al Monte Carmelo, La llama de amor viva, La noche oscura del alma. Es patrono de los místicos y de los poetas.

Después de tres meses de sufrimientos muy agudos, el santo murió el 14 de diciembre del año 1591. Apenas tenía 49 años.

Oración: Dios, Padre nuestro, que hiciste a tu presbítero san Juan de la Cruz modelo perfecto de negación de sí mismo y de amor a la cruz, ayúdanos a imitar su vida en la tierra para llegar a gozar de tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 12/12/2019. Jueves de la segunda semana de Adviento

Yo soy tu liberador, el Santo de Israel
Primera Lectura. Isaías 41, 13-20

Yo, el Señor, tu Dios, te tomo por tu diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».
No temas, gusanillo de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio -oráculo del Señor-. tu redentor es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo nuevo, aguzado, de doble filo: trillarás los montes hasta molerlos; reducirás a paja las colinas; los aventarás, y el viento se los llevará, el vendaval los dispersará.
Pero tú te alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la encuentran; su lengua está reseca de sed.
Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en cumbres desoladas; en medio de los valles, manantiales; transformaré el desierto en marisma y el yermo en fuentes de agua.
Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivares; plantaré en la estepa cipreses, junto con olmos y alerces, para que vean y sepan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado.

Palabra de Dios.


Salmo Responsorial. 144,1 y 9.10-11.12-13ab
El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 11,11-15
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista, hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos que oiga».

Palabra de Dios


Nuestra Señora de Guadalupe (México), Patrona de México, de América y de Filipinas



El 9 de diciembre de 1531, en un lugar denominado Tepeyac, María Santísima se apareció al indio san Juan Diego (cf. 9 de diciembre). La Virgen le encargó que en su nombre pidiese al obispo de México, el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una iglesia en el lugar de la aparición.

El obispo no aceptó la idea y le pidió pruebas objetivas en confirmación del prodigio. El 12 de diciembre, la Virgen se le volvió a presentar y lo invitó a subir hasta la cima de la colina de Tepeyac para recoger flores y traérselas a ella. No obstante la fría estación invernal y la aridez del lugar, Juan Diego encontró unas flores muy hermosas. Una vez recogidas las colocó en su "tilma" y se las llevó a la Virgen, que le mandó presentarlas al Sr. Obispo como prueba de veracidad. Una vez ante el obispo el Santo abrió su «tilma» y dejó caer las flores, mientras en el tejido apareció impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe, que desde aquel momento se convirtió en el corazón espiritual de la Iglesia en México.

El obispo mandó construir la capilla, luego trasformada en grandioso templo. El 23 de enero de 1999 dijo Juan Pablo II en la basílica de Guadalupe: "Tengo la alegría de anunciar ahora que he declarado que el día 12 de diciembre en toda América se celebre a la Virgen María de Guadalupe con el rango litúrgico de fiesta".

Oración: Señor, Dios nuestro, que has concedido a tu pueblo la protección maternal de la siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, permanecer siempre firmes en la fe y servir con sincero amor a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Hallazgo del cuerpo de San Francisco.



San Francisco murió en la Porciúncula al atardecer del 3 de octubre de 1226, y su cuerpo fue enterrado al día siguiente en la iglesia de San Jorge, de Asís. El 25 de mayo de 1230 fue trasladado solemnemente a la nueva basílica construida en su honor y, para evitar hurtos de tan valiosa reliquia, se le enterró con tal secreto, que no se sabía el lugar exacto en que reposaba.

Así pasaron los siglos, sin que los papas permitieran exploraciones, hasta que Pío VII autorizó las oportunas excavaciones: la tumba y el cuerpo del Santo se hallaron, debajo del altar mayor de la Basílica, el 12 de diciembre de 1818.

Acomodado el lugar, se expuso allí el sarcófago a la veneración de los fieles. En 1978 Pablo VI autorizó un nuevo reconocimiento de los restos del Santo que, una vez tratados de manera conveniente, fueron repuestos en la cripta rehabilitada. León XII estableció en 1824 que la Orden franciscana celebrara la fiesta del Hallazgo, fiesta ahora suprimida.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Lecturas y Santoral 11/12/2019. Miércoles de la segunda semana de Adviento

El Señor todopoderoso fortalece a quien está cansado
Primera Lectura. Isaías 40, 25-31

«¿Con quién podréis compararme, quien es semejante a mí?», dice el Santo.
Alzad los ojos a lo alto y mirad: ¿quién creó todo esto?
Es él, que despliega su ejército al completo y a cada uno convoca por su nombre. Ante su grandioso poder, y su robusta fuerza, ninguno falta a su llamada.
¿Por qué andas diciendo, Jacob, y por qué murmuras, Israel: «Al Señor no le importa mi destino, mi Dios pasa por alto mis derechos»?
¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído?
El Señor es un Dios eterno que ha creado los confines de la tierra.
No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia.
Fortalece a quien está cansado, acrecienta el vigor del exhausto.
Se cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan.

Palabra de Dios.



Salmo Responsorial. 102, 1-2. 3-4. 8 y 10
Bendice, alma mía, al Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

Bendice, alma mía, al Señor.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.

Bendice, alma mía, al Señor.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

Bendice, alma mía, al Señor.
Venid a mí todos los que estáis cansados
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra de Dios

San Dámaso I.


Papa del año 366 al año 384. Era de origen español y nació probablemente en Roma hacia el año 305. Siendo diácono incardinado en Roma, sirvió al papa Liberio y lo acompañó en el destierro. Le sucedió en la sede de Pedro el año 366, cuando la Iglesia pasaba por momentos muy delicados, hizo honor a su nombre, que significa "domador", porque tuvo que sofocar una sangrienta rebelión que se levantó en Roma contra él.

Sufrió persecuciones, destierro y calumnias, hubo de reunir frecuentes sínodos contra los cismáticos y herejes, defendió la fe proclamada en el Concilio de Nicea, fue gran promotor del culto a los mártires y se hizo famoso por haber redactado y hecho grabar los epitafios o lápidas en los sepulcros de muchos famosos mártires de las catacumbas de Roma.

Tuvo como Secretario al gran San Jerónimo, a quien le encargó que tradujera la S. Biblia al idioma popular, conocida con el nombre de "La Vulgata", y que fue empleada por la Iglesia Católica durante cerca de 15 siglos. Sustituyó el uso del griego por el latín en la liturgia, consolidó y adecentó las catacumbas, hizo de su propia casa una basílica dedicada a san Lorenzo.

La tradición señala que el Papa San Dámaso fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén". Durante todo su pontificado se preocupó por conseguir que los obispos de todas las naciones reconocieran al Sumo Pontífice de Roma como el obispo más importante del mundo.

Murió el 11 de diciembre del año 384 a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo se había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.

Oración:Concédenos la gracia, Señor, de glorificarte siempre por el triunfo de tus mártires, a quienes profesó devoción entrañable el papa san Dámaso. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

María de las Maravillas de Jesús (María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán)


La Madre Maravillas nació en Madrid en 1891 de familia aristocrática. En 1919 ingresó en las carmelitas descalzas de El Escorial (Madrid), donde hizo su primera profesión en 1921. Fueron años de intensa oración ante el sagrario, en los que se forjó la fundación del Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid), centro geográfico de España, donde se había levantado un monumento al Sagrado Corazón de Jesús.

El nuevo Carmelo, del que la madre Maravillas fue nombrada priora, se inauguró en 1926, y pronto se pobló de vocaciones. En 1936, al estallar la guerra civil, las monjas tuvieron que salir del convento, al que volvieron en 1939. Desde su clausura la Santa fundó en España y en India numerosos Carmelos de estricta observancia y también obras sociales en favor de los pobres.

Fueron continuas sus enfermedades y penitencias, que sobrellevó con paz y serenidad. Murió en La Aldehuela (Madrid) el 11 de diciembre de 1974. Fue canonizada el año 2003.