Mostrando entradas con la etiqueta San Bartolomé. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Bartolomé. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de agosto de 2020

Lecturas y Santoral 24/08/2020. Lunes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. San Bartolomé, apóstol

Sobre los cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero
Primera Lectura. Apocalipsis 21, 9b-14
El ángel me habló diciendo: «Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero». Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino. Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel. Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 144, 10-11. 12-13ab. 17-18
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret». Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Felipe le contestó: «Ven y verás». Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?». Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Natanael respondió: -«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Palabra de Dios


San Bartolomé

Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente "hijo de Talmay". El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no tenemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa "Dios ha dado". Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran "signo" realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles referidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a "ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Jn 1,46). Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver también Jn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente "de Nazaret", sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: "Ven y lo verás" (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: "Dichoso el hombre… en cuyo espíritu no hay fraude" (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: "¿De qué me conoces?"(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1,48). No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé- Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información referida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte.

RELIQUIAS
Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina ("Isola San Bartolomeo") del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).

San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

ORACIÓN
Oración:Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres (San Juan Crisóstomo, obispo)
De las homilías sobre la primera carta a los Corintios (Homilía 4,3.4: PG 61,34-36)

El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura, tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello nos demuestra que lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto, que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos, por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya; cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.

Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el evangelista, que no quiso disimular sus defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían presenciado.

¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario, se hubieran dicho: "¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo, no se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa irracional".

Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada.

viernes, 24 de agosto de 2018

Lecturas y Santoral 24/08/2018. Viernes de la vigésima semana de Tiempo Ordinario. San Bartolomé, apóstol

Sobre los cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero
Primera Lectura. Apocalipsis 21, 9b-14

El ángel me habló diciendo:
"Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero".
Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel.
Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 144, 10-11. 12-13ab. 17-18
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
"Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret".
Natanael le replicó:
"¿De Nazaret puede salir algo bueno?".
Felipe le contestó:
"Ven y verás".
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
"Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño".
Natanael le contesta:
"¿De qué me conoces?".
Jesús le responde:
"Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi".
Natanael respondió:
-"Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús le contestó:
"¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores".
Y le añadió:
"En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


San Bartolomé

Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente "hijo de Talmay". El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no tenemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa "Dios ha dado". Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran "signo" realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles referidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a "ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Jn 1,46). Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver también Jn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente "de Nazaret", sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: "Ven y lo verás" (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: "Dichoso el hombre… en cuyo espíritu no hay fraude" (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: "¿De qué me conoces?"(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1,48). No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé- Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información referida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte.

RELIQUIAS

Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina ("Isola San Bartolomeo") del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA

En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).

San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

ORACIÓN

Oración:Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres (San Juan Crisóstomo, obispo)
De las homilías sobre la primera carta a los Corintios (Homilía 4,3.4: PG 61,34-36)

El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura, tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello nos demuestra que lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto, que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos, por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya; cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.

Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el evangelista, que no quiso disimular sus defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían presenciado.

¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario, se hubieran dicho: "¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo, no se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa irracional".

Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada.

Santoral y lecturas confeccionados consultando el preparado por: franciscanos.org, corazones.org, aciprensa.com, caminando-con-jesus.org, www.churchforum.org.mx, eltestigofiel.org, webcatolicodejavier.org, santopedia.com, es.catholic.net, Archidiócesis de Madrid, ewtn.com, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, catholic.net, oremosjuntos.com

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

jueves, 24 de agosto de 2017

Lecturas y Santoral 24/08/2017. Jueves de la vigésima semana de Tiempo Ordinario. San Bartolomé, apóstol

Sobre los cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero
Primera Lectura. Apocalipsis 21, 9b-14

El ángel me habló diciendo:
"Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero".
Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel.
Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Salmo Responsorial. 144, 10-11. 12-13ab. 17-18
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 1, 45-51

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
"Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret".
Natanael le replicó:
"¿De Nazaret puede salir algo bueno?".
Felipe le contestó:
"Ven y verás".
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
"Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño".
Natanael le contesta:
"¿De qué me conoces?".
Jesús le responde:
"Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi".
Natanael respondió:
-"Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús le contestó:
" ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores".
Y le añadió:
"En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".


Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


San Bartolomé


Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente “hijo de Talmay”. El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no tenemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa “Dios ha dado”. Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran “signo” realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles referidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a “ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret” (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” (Jn 1,46), Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver también Jn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente “de Nazaret”, sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: “Ven y lo verás” (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: “Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo” (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: “Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño” (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: “Dichoso el hombre… en cuyo espíritu no hay fraude” (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: “¿De qué me conoces?”(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi” (Jn 1,48). No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: “Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel” (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé- Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información referida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte.

RELIQUIAS

Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina (“Isola San Bartolomeo”) del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA

En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).
San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.


Oración:Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres (San Juan Crisóstomo, obispo)
De las homilías sobre la primera carta a los Corintios (Homilía 4,3.4: PG 61,34-36)

El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura, tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello nos demuestra que lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto, que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos, por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya; cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.

Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el evangelista, que no quiso disimular sus defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían presenciado.

¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario, se hubieran dicho: "¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo, no se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa irracional".

Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lampara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

miércoles, 24 de agosto de 2016

Lecturas y santoral 24/08/2016. Miércoles, vigésima primera semana de Tiempo Ordinario. San Bartolomé, Apóstol

Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero
Primera Lectura. Apocalipsis 21, 9b-14
El ángel me habló así:
-"Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero".
Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.
Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido.
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas.
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Jesus-Eclesiastico-Jerusalen-Dios-san-Juan-Apocalipsis-celestial
Salmo Responsorial. 144, 10-11. 12-13ab. 17-18
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice:
-"Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret".
Natanael le replicó: -"¿De Nazaret puede salir algo bueno?".
Felipe le contestó: -"Ven y verás".
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: -"Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño".
Natanael le contesta: -"¿De qué me conoces?".
Jesús le responde: -"Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi".
Natanael respondió: -"Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús le contestó: -"¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores".
Y le añadió: -"Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Natanael-Bartolome-angeles-israelitas-higuera-01

San Bartolomé

Bartolome Apóstol

Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente "hijo de Talmay". El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no tenemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa "Dios ha dado". Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran "signo" realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles referidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a "ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Jn 1,46). Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver también Jn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente "de Nazaret", sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: "Ven y lo verás" (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: "Dichoso el hombre… en cuyo espíritu no hay fraude" (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: "¿De qué me conoces?"(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1,48)". No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé- Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información referida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte.

RELIQUIAS
Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina ("Isola San Bartolomeo") del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).

San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

ORACIÓN

Oración:Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, franciscanos.org, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

lunes, 24 de agosto de 2015

Lecturas y Santoral 24-08-15

Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero
Primera Lectura. Apocalipsis 21, 9b-14
El ángel me habló así:
-"Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero."
Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.
Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido.
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas.
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Jesus-Eclesiastico-Jerusalen-Dios-san-Juan-Apocalipsis-celestial
Salmo Responsorial. 144, 10-11. 12-13ab. 17-18
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice:
-"Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret."
Natanael le replicó:
-"¿De Nazaret puede salir algo bueno?"
Felipe le contestó:
-"Ven y verás."
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
-"Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño."
Natanael le contesta:
-"¿De qué me conoces?"
Jesús le responde:
-"Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi."
Natanael respondió:
-"Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel."
Jesús le contestó:
-"¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores."
Y le añadió:
-"Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."


Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Natanael-Bartolome-angeles-israelitas-higuera-01
San Bartolomé
Bartolome Apóstol

Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente "hijo de Talmay". El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no tenemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa "Dios ha dado". Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran "signo" realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles referidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a "ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Jn 1,46), Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver también Jn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente "de Nazaret", sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: "Ven y lo verás" (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: "Dichoso el hombre… en cuyo espíritu no hay fraude" (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: "¿De qué me conoces?"(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1,48). No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé- Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información referida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte.

RELIQUIAS

Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina ("Isola San Bartolomeo") del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA

En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).

San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

ORACIÓN

Oración: Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

"La Palabra de nuestro Señor es lámpara para nuestros pasos, y el ejemplo de los Santos de la Iglesia que se nos regala cada día, como una sucesión interminable de fiestas, es estímulo y fuerza continua; por eso me encanta preparar y compartir las lecturas cada día y disfrutar con su enseñanza."

domingo, 24 de agosto de 2014

Lecturas y Santoral 24-08-14. San Bartolomé

Colgaré de su hombro la llave del palacio de David.
Primera Lectura. Isaías 22, 19-23

Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:
"Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacin, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá.
Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

Isaias-Jesus-Siervo-sufriente
Salmo Responsorial 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y Sbc

Misericordia DivinaSeñor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
El Señor es sublime, se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/


Él es el origen, guía y meta del universo.
Segunda Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 33-36

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!
¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva?
Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

sabiduria-ultra-deep-field-hubble-space-image

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Mateo 16, 13-20

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-"¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?"
Ellos contestaron:
-"Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas."
Él les preguntó:
-"Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?"
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-"Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo."
Jesús le respondió:
-"¡ Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo."
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es y www.ciudadredonda.org
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/

tu-eres-Pedro

San Bartolomé

Bartolome Apóstol

Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente "hijo de Talmay". El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no tenemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa "Dios ha dado". Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran "signo" realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles referidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a "ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Jn 1,46). Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver también Jn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente "de Nazaret", sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: "Ven y lo verás" (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: "Dichoso el hombre… en cuyo espíritu no hay fraude" (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: "¿De qué me conoces?"(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1,48). No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé - Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información referida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte.

RELIQUIAS

Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina ("Isola San Bartolomeo") del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA

En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).
San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

ORACIONES

Oración: Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com

sábado, 24 de agosto de 2013

San Bartolomé Apóstol. Lecturas y Santoral 24-08-13

La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.
Primera Lectura. Apocalipsis (21,9b-14)

El ángel me habló así: "Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero."
Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading

Isaias Apocalipsis nueva Jerusalen
Salmo Responsorial 144,10-11.12-13ab.17-18

Salmo 145 Ven, Señor, a salvarnosQue tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading

Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo - Juan (1,45-51)

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret."
Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?"
Felipe le contestó: "Ven y verás."
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño."
Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?"
Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi."
Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel."
Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

Palabra de Dios.

Lecturas obtenidas de www.archimadrid.es
Official readings of the Liturgy in English at http://www.usccb.org/bible/reading
Natanael - te vi debajo de la higuera - Bartolome
San Bartolomé

Bartolome Apóstol



Tiene un nombre formulado con una referencia explícita al nombre de su padre, bar Talmay, que significa precisamente "hijo de Talmay". El origen de este nombre es probablemente arameo.

De Bartolomé no enemos noticias relevantes; en efecto, su nombre aparece siempre y solamente dentro de las listas de los Doce citadas anteriormente y, por tanto, no se encuentran jamás en el centro de ninguna narración. Pero tradicionalmente se le identifica con Natanael: un nombre que significa "Dios ha dado". Este Natanael provenía de Caná (Jn 21,2) y, por consiguiente, es posible que haya sido testigo del gran "signo" realizado por Jesús en aquel lugar (Jn 2,1-11). La identificación de los dos personajes probablemente se deba al hecho de que este Natanael, en la escena de vocación narrada por el evangelio de san Juan, está situado al lado de Felipe, es decir, en el lugar que tiene Bartolomé en las listas de los apóstoles refereidas por los otros evangelios.

A este Natanael, Felipe le comunicó que había encontrado a "ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas: Jesús el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1,45). Como sabemos Natanael le manifestó un prejuicio más bien fuerte: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Jn 1,46), Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como lo era precisamente Nazaret (ver tambiénJn 7,42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. También sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente "de Nazaret", sino que había nacido en Belén (Mt 2,1; Lc 2,4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.

Felipe en su réplica, dirige a Natanael una invitación significativa: "Ven y lo verás" (Jn 1,46). Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás ciertamente es importante, puesto que por lo general toda nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de uno o más testigos. Pero después nosotros mismos debemos implicarnos personalmente en una relación íntima y profunda con Jesús. Análogamente los samaritanos, después de haber oído el testimonio de su conciudadana, a la que Jesús había encontrado junto al pozo de Jacob, quisieron hablar directamente con él y, después de ese coloquio, dijeron a la mujer: "Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que este es verdaderamente el Salvador del mundo" (Jn 4, 42).

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos refiere que, cuando Jesús ve acercarse a Natanael, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" (Jn 1,47). Se trata de un elogio que recuerda el texto de un salmo: "Dichoso el hombre... en cuyo espíritu no hay fraude" (Sal 32,2), pero que suscita la curiosidad de Natanael, que replica asombrado: "¿De qué me conoces?"(Jn 1,48). La respuesta de Jesús no es inmediatamente comprensible. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1,48). No sabemos qué había sucedido bajo esa higuera. Es evidente que se trata de un momento decisivo en la vida de Natanael. Él se siente tocado en el corazón por estas palabras de Jesús, se siente comprendido y llega a la conclusión: este hombre sabe todo sobre mí, sabe y conoce el camino de la vida, de este hombre puedo fiarme realmente. Y así responde con una confesión de Fe límpida y hermosa, diciendo: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1,49).

Sobre la sucesiva actividad apostólica de Bartolomé- Natanael no tenemos noticias precisas. Según una información refereida por el historiador Eusebio, en el siglo IV, un tal Panteno habría encontrado incluso en la India signos de la presencia de Bartolomé (Historia Eclesiástica V, 10, 3). En la tradición posterior, a partir de la Edad media, se impuso la narración de su muerte desollado, que llegó a ser muy popular.

Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé, a pesar de la escasez de informaciones sobre él, de todos modos sigue estando ante nosotros para decirnos que la adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse también sin la realización de obras sensacionales. Extraordinario es y seguirá siendolo, Jesús mismo, al que cada uno de nosotros está llamado a consagrarle su vida y su muerte

RELIQUIAS
Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma adonde las habría llevado el emperador alemán Otón III en el año 983. Actualmente se veneran en la iglesia dedicada a él en la isla Tiberina ("Isola San Bartolomeo") del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.

ICONOGRAFÍA
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).

San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

ORACIÓN
Oración:Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el mundo como sacramento de salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santoral confeccionado consultando el preparado por: catholic.net, santoral-virtual.blogspot.com.es, www.churchforum.org, magnificat.ca, aciprensa.com, mercaba.org, franciscanos.org, archivalencia.org, vatican.va, www.enciclopediacatolica.com, corazones.org, caminando con Jesus, mercaba, El almanaque, monover.com, Arhidiócesis de Madrid, web católico de Javier, la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo, oremosjuntos.com