jueves, 14 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 14/01/2021. Jueves de la primera semana de Tiempo Ordinario

Animaos, los unos a los otros, mientras dure este «hoy»
Primera Lectura. Hebreos 3, 7-14
Hermanos: Dice el Espíritu Santo: «Si escucháis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como cuando la rebelión, en el día de la prueba en el desierto, cuando me pusieron a prueba vuestros padres y me provocaron, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años. Por eso me indigné contra aquella generación, y dije: Siempre tienen el corazón extraviado; no reconocieron mis caminos, por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso». ¡Atención, hermanos! Que ninguno de vosotros tenga un corazón malo e incrédulo, que lo lleve a desertar del Dios vivo. Animaos, por el contrario, los unos a los otros, cada día, mientras dure este “hoy”, para que ninguno de vosotros se endurezca, engañado por el pecado. En efecto, somos partícipes de Cristo, si conservamos firme hasta el final la actitud del principio.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 94, 6-7. 8-9. 10-11

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masa en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras».

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

Durante cuarenta años aquella generación me asqueó, y dije: «Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso»

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

La lepra se la quitó y quedó limpio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: -«Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: -«Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: -«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que sirva de testimonio». Pero, cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a el de todas partes.

Palabra de Dios

San Félix de Nola S.III

Conocemos su vida gracias a la devoción de san Paulino, el obispo poeta que un siglo y medio más tarde se preocupó por recoger todas las informaciones posibles acerca de aquel venerado taumaturgo.

Hijo de un soldado de origen sirio, Félix era sacerdote en Nola, cerca de Nápoles, habiendo abrazado el servicio apostólico desde muy joven. Al morir su padre, Félix distribuyó su herencia entre los pobres y fue ordenado sacerdote por San Máximo, Obispo de Nola. Al iniciarse la cruel persecución de Decio contra la Iglesia, Máximo huyó al desierto para continuar al servicio de su rebaño. Al no ser encontrado por los soldados romanos, Felix, quien lo sustituía en sus deberes pastorales, fue tomado preso, azotado, cargado de cadenas y encerrado en el calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios.

Sin embargo, el Ángel del Señor se le apareció y le ordenó ir en ayuda de su Obispo, quien yacía medio muerto de hambre y de frío. Pudo salir por entre la dormida guardia guiado por el mensajero celestial. Entonces fue en busca del obispo Máximo, muy anciano y enfermo, y le ayudó a encontrar un refugio hasta que pasara el peligro.

En una nueva persecución, quizá la de Valeriano, confiscaron todos los bienes de Félix. Al morir Máximo quieren hacerle obispo, y él se niega, le dicen que puede reclamar sus bienes y se niega también, ya que no quiere recuperar lo que perdió por Cristo.

Y así, el que había estado a punto de ser mártir y era ya famoso por sus milagros, hasta su muerte sigue siendo un presbítero pobre sin ninguna distinción, porque le gusta pasar inadvertido viviendo con toda naturalidad para el servicio de las buenas gentes de Nola, feliz, como su nombre indica, de ser un sacerdote más.

miércoles, 13 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 13/01/2021. Miércoles de la primera semana de Tiempo Ordinario

Tenía que parecerse en todo a sus hermanos para ser misericordioso
Primera Lectura. Hebreos 2. 14-18
Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenia que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 104, 1-2. 3-4. 6-7. 8-9

El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

Dad gracias al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos. Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas.

El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

Gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.

El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios, él gobierna toda la tierra.

El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac.

El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

Curó a muchos enfermos de diversos males
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron: -«Todo el mundo te busca». Él les responde: -«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido». Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra de Dios

San Hilario de Poitiers Obispo y doctor de la Iglesia

Nació en Poitiers (Francia), de una distinguida familia pagana, a principios del siglo IV. Recibió una excelente formación.

Profesor y padre de familia en Poitiers, él mismo nos dice que fue educado en la idolatría y hace una narración detallada de cómo Dios lo llevó al conocimiento de la fe, recibiendo el bautismo a una edad un tanto avanzada: llega al cristianismo cuando ya tenía 35 años. Su mujer y su hija (de nombre Abra, es honrada como santa) abrazaron la fe cristiana junto con él. Se convirtió a la fe cristiana con la lectura de las Escrituras: la revelación de Dios a Moisés y el prólogo de San Juan impulsaron con su luz a esta alma en la búsqueda sincera de la Verdad: «Dios es bello y de una belleza tal que la sentimos sin poder comprenderla». Hilario vivió desde entonces dentro del resplandor de la belleza. «Si la vida presente no se nos ha dado para avanzar hacia la eternidad, no hay que considerarla como un beneficio».

Poco después de su bautismo el año 354 es designado obispo de Poitiers, su ciudad natal. San Hilario amaba la verdad sobre todas las cosas y no escatimaba ningún esfuerzo, ni rehuía alguno por defenderla. Luchó valerosamente contra los arrianos, se mostraba presto a «proclamar la divinidad de Cristo» y firme para defenderla «con celo infatigable». Junto con San Atanasio defendió vigorosamente contra los arrianos la fe definida en los decretos del Concilio de Nicea cuando éste se vio amenazado por las intenciones del emperador Constancio quien reunió un concilio de arrianos de Selucia de Isauria, a fin de neutralizarlo. Fue entonces cuando escribió su «Tratado sobre la Trinidad».

Dos años después de haber sido designado obispo, por mandato del emperador Constancio el arrianismo consigue desterrarlo a Frigia. Antes de partir al destierro en Frigia había compuesto un comentario sobre el Evangelio de San Mateo, que ha llegado hasta nosotros. Sin embargo sus principales escritos son sobre el arrianismo. El destierro supone cuatro años de penalidades, de tersos escritos como "discípulo de la Verdad", y de incansable apostolado en Oriente.

Las luchas contra los poderosos y la composición de sus obras no fueron óbice para que Hilario se mostrase muy cercano al pueblo de los fieles, atento a sus necesidades. Desde el año 360, durante los siete años finales de su vida, este doctor de la Iglesia, en uno de los tiempos más convulsos por la herejía, sigue levantando su voz; lo mismo en Poitiers, que en París y Milán; consiguiendo mantener la Galia en la pureza de la Fe. Teólogo, historiógrafo y exégeta bíblico, escribió varias obras admirables por su sabiduría y doctrina (entre ellas el tratado De Trinitate como ya se ha mencionado) destinadas a consolidar la fe católica y a interpretar la Sagrada Escritura.

Tuvo Hilario numerosos discípulos, el más ilustre de ellos san Martín de Tours; al designar para Ligugé al futuro San Martín, convirtió al Poitou en la cuna de la vida monástica de la Galia.

Regresó a Poitiers y allí murió el 13 de enero del año 368. Sus reliquias reposaron en Poitiers hasta el año 1652, en que fueron sacrílegamente quemadas por los hugonotes. Se le ha dado el título de Atanasio de Occidente. San Jerónimo y san Agustín lo llaman gloriosísimo defensor de la fe. Por la profunda influencia que ejerció como escritor, el papa Pío IX, a petición de los obispos reunidos en el sínodo de Burdeos, declaró a san Hilario doctor de la Iglesia.

Oración: Concédenos, Dios todopoderoso, progresar cada día en el conocimiento de la divinidad de tu Hijo y proclamarla con firmeza, como lo hizo, con celo infatigable, tu obispo y doctor san Hilario. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Remigio de Reims, obispo

San Remigio fue el gran apóstol de los franceses, célebre por su sabiduría, su admirable santidad y sus muchos milagros. Nacido en Laon, hacia el año 437, de padres galos, hizo tan considerables progresos en su formación, y particularmente en la elocuencia, que, según el testimonio de San Sidonio Apolinar, compañero suyo en los primeros años, llegó a superar a todos sus iguales. En el año 459 al quedar vacante la sede de Reims, contaba sólo veintidós años de edad, y fue elegido Obispo; los hechos probaron bien pronto que con su celo y fervor de espíritu suplía lo que le faltaba de experiencia desempeñando con energía y entrega su misión durante cerca de 70 años.

Por intercesión y oraciones de la Reina Clotilde, su esposo, el Rey de los franceses Clodoveo, se convirtió al cristianismo, y tuvo como director espiritual a San Remigio. Su elección por Cristo fue apoyada y seguida por sus súbditos quienes al saber de la conversión de su rey, decidieron abandonar la idolatría a los dioses paganos.

Fue ahí, donde San Remigio y sus sacerdotes se dedicaron con todo empeño a enseñar los principios elementales de la fe tanto al rey como a los súbditos que deseaban bautizarse. A los pocos meses, el rey y 2300 súbitos fueron bautizados en una sencilla ceremonia presidida por el santo Obispo.

San Remigio además empezó a predicar la Buena Nueva en el pueblo a fin de combatir a los herejes y paganos. También ayudó al hermano pobre y necesitado, y su solidaridad y servicio se extendió incluso por aquellos que no profesaban la religión cristiana. Dios le concedió el don de hacer curaciones y anunciar lo que iba a suceder en el futuro.

Entre los pocos documentos que de este tiempo se nos han conservado es digna de memoria una carta, dirigida por San Remigio, hacia el año 482 a Clodoveo, en la que lo felicitaba por su feliz principio como rey de los francos en la región de Tournai y le daba excelentes orientaciones y consejos para el gobierno de su pueblo. Así le dice: "Debéis mostrar deferencia con los sacerdotes y recurrir siempre a su consejo. Si reina armonía entre vos y ellos, vuestro reino sacará de ello mucho provecho... Que todos os amen y os respeten... Que vuestro tribunal sea asequible a todos y que nadie salga triste de él. Emplearéis todas las riquezas de vuestros padres en librar cautivos y desatar las cadenas de los esclavos..."

Murió en el año 530 a la edad de 90 años.

martes, 12 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 12/01/2021. Martes de la primera semana de Tiempo Ordinario

Convenía perfeccionar mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación
Primera Lectura. Hebreos 2, 5-12
Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de ello dan fe estas palabras: «¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el ser humano, para que mires por él? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, todo lo sometiste bajo sus pies». En efecto, al someterle todo, nada dejó fuera de su dominio. Pero ahora no vemos todavía que le esté sometido todo. Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Pues, por la gracia de Dios, gustó la muerte por todos. Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 8, 2a y 5. 6-7. 8-9

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.

¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra! ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para mirar por él?

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos. Todo lo sometiste bajo sus pies.

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.

Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar.

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.

Les enseñaba con autoridad
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 1, 21-28
En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar: «¿Qué tenemos que ver nosotros, contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él». El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios

San Bernardo de Corleone

Nació en Corleone (Sicilia, Italia) en 1605. Fue un joven con buena formación religiosa y moral, pero de carácter irascible. En cierta ocasión tuvo un enfrentamiento con otro joven y, en un breve duelo, lo dejó gravemente herido. Invocó el derecho de asilo y se libró de la justicia humana, pero no de su conciencia.

Se arrepintió de su delito y de su vida disipada, pidió perdón a Dios y a los hombres e hizo áspera penitencia. Tomó el sayal de los Capuchinos como hermano lego en Caltanissetta (Sicilia). En el convento ejerció diversas tareas domésticas. Dormía en el suelo pocas horas y multiplicaba sus ayunos. Aunque inculto, alcanzó las alturas de la contemplación, curó enfermos, distribuyó consuelos y consejos, intercedió ante el Señor para alcanzar abundantes gracias para los demás.

Su oración asidua, su caridad ferviente, su filial devoción a la Virgen y a la Eucaristía fueron el secreto de su santidad.

Murió el 12 de enero de 1667 en Palermo. Juan Pablo II lo canonizó el año 2001.

Oración: Oh Dios, que nos has dejado un vivo ejemplo de penitencia y de virtudes cristianas en san Bernardo; te pedimos nos concedas, con la fuerza de tu Espíritu, permanecer fieles en la fe y firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

San Benito Biscop Abad (+ 703)

Tal vez las palabras más apropiadas para “alabar a San Benito Biscop son las que se encuentran en la Vita quinque sanctorum abbatum del Venerable San Beda, que le fue confiado por sus padres a los siete años para que lo educara, y se convirtió así en su más ilustre discípulo y en una de las mayores glorias. A los 25 años Benito renunció a los favores del rey Oswiu para “ponerse al servicio del verdadero Rey, Jesucristo, para recibir no un corruptible don terrenal, sino un reino eterno en la ciudad celestial; abandonó su casa, sus familiares y la patria por Cristo y por el Evangelio, para recibir en céntuplo y poseer la vida eterna”. En el año 653, después de haber hecho su elección, Benito hizo el primero de sus seis viajes a Roma para manifestar su devoción a los Santos Pedro y Pablo y al Papa, como también para buscar modelos de vida y de instituciones monásticas, tanto en Roma como en los varios lugares por donde pasaba.

Con razón pudo decir en su lecho de muerte: “Hijitos míos, no crean que me inventé la constitución que les he dado. Después de haber visitado diecisiete monasterios, de los que traté de conocer perfectamente las leyes y las costumbres, reuní las reglas que me parecieron mejores; y esta reunión es la que les he dado”. En Lerino, por ejemplo, durante el segundo viaje a Roma, en el 665, permaneció casi dos años. No sólo se contentaba con buscar modelos de vida, sino también numerosos libros, documentos iconográficos, reliquias de santos, ornamentos sagrados y otros objetos que sirvieran para el culto en perfecta sintonía con la Iglesia de Roma.

Incluso, una vez le pidió al Papa Agatón que le enviara al cantor de la Basílica de San Pedro, el abad Juan, para que les enseñara el canto romano a sus monjes de los monasterios de Wearmouth y de Yarrow, dedicados naturalmente uno a San Pedro y el otro a San Pablo. Cuando regresó del sexto viaje a Roma, tuvo la desagradable sorpresa de encontrar casi destruidas sus instituciones a causa de una epidemia. San Benito Biscop murió el 12 de enero del año 690 a la edad de 62 años.

Sta Margarita Bourgeoys Fundadora(1620-1700)

Originaria de Troyes, Francia, donde nació en 1620. Se trasladó al Canadá donde fundó la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Montreal, con la finalidad de asistir y enseñar a los niños de la incipiente ciudad de Montreal.

Santa Margarita Bourgeoys, que nació en Troyes (Francia), el año 1620, dedicó totalmente su vida a los más necesitados, a partir de la edad de 20 años. Su campo de acción fueron las familias pobres de la ciudad natal. Pero luego fue a Montreal (Canadá), entonces posesión francesa y allí durante largos años se entregó, juntamente con sus primeras hermanas, a impartir una instrucción humana y cristiana tanto en las escuelas como en las parroquias, hasta su muerte, que tuvo lugar en 1700.

De modo especial cooperó a la edificación de aquel nuevo país, intuyendo el papel determinante de las mujeres, y se afanó con asiduidad en su formación con un espíritu profundamente cristiano.

En una época en donde no se concebían religiosas que vivieran fuera de la clausura de los conventos, Margarita, animada por la certeza del llamado de Dios, fundó en Canadá la primera Congregación Femenina sin clausura de la historia de la Iglesia.

En 1652, Margarita se entera de que el gobernador de Montreal estaba buscando una maestra de escuela para su pequeña colonia, y ella interpretó esto como un signo de Dios, embarcándose rumbo a esta joven colonia americana para servir como maestra.

En 1657 inauguró la primera escuela de Montreal, que poco a poco va recibiendo más alumnos. Como ya no podía darse abasto y le preocupara también la educación de los niños indígenas, regresa a Francia por ayuda. Un año más tarde retorna con cuatro jóvenes y comienza a pensar en fundar una nueva congregación religiosa que recibe el aliento del Rey de Francia, al que visita en un nuevo viaje en busca de más jóvenes que quisieran vivir su llamado.

En 1676, el primer obispo de Quebec, Mons. Laval, quiere orientar a la nueva comunidad según sus ideas; en 1683, el convento se incendia y dos hermanas mueren carbonizadas, entre ellas su sobrina.

El nuevo obispo decide deshacer la comunidad e integrarla a las ursulinas que vivían en claustro. Margarita lucha y reza para que se manifieste la voluntad de Dios y finalmente, en 1698, las veinticuatro primeras hermanas pudieron hacer la profesión de votos simples, en la nueva Congregación.

Había fundado la primera escuela para indios en 1676. En 1679, había ya dos jóvenes iroquesas en la congregación. En 1685, fueron invitadas a Quebec, y allí fundaron la segunda de las más de doscientas casas que tendrán más tarde.

Murió el 12 de enero de 1700 en Montreal, Canadá. Fue beatificada por Pío XII en 1950 y canonizada en 1982 por Juan Pablo II.

San Arcadio, Mártir

Se desconoce la fecha exacta de su martirio, pero parece que tuvo lugar en alguna ciudad de Mauritania, probablemente en Cesarea, la capital. Las persecuciones estaban en todo su furor y miles de cristianos eran torturados por los soldados romanos sin esperar la sentencia del juez.

En tan terribles circunstancias, San Arcadio se retiró a la soledad. Sin embargo, el gobernador de la ciudad al saber que no se había presentado a los sacrificios públicos, capturó a un pariente y lo mantuvo como rehén hasta que el prófugo se presentara. Al saberlo, el mártir volvió a la ciudad y se entregó al juez quien lo obligó a que se sacrificase a los dioses. Ante su negativa, el juez lo condenó a muerte, cortando cada uno de sus miembros de manera lenta. Al encontrarse totalmente mutilado, el mártir se dirigió a la comunidad pagana, exhortándolos a abandonar a sus dioses falsos y a adorar al único Dios verdadero, el Señor Jesús.

Los paganos se quedaron maravillados de tanto valor y los cristianos recogieron su cadáver y empezaron a honrarlo como a un gran santo.

lunes, 11 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 11/01/2021. Lunes de la primera semana de Tiempo Ordinario

Dios nos ha hablado por el Hijo
Primera Lectura. Comienzo de la carta a los Hebreos 1, 1-6
En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos, Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy»; y en otro lugar: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo?» Asimismo, cuando introduce en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 96, 1 y 2b. 6 y 7c. 9

Adorad a Dios, todos sus ángeles.

El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Justicia y derecho sostienen su trono.

Adorad a Dios, todos sus ángeles.

Los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. Adoradlo todos sus ángeles.

Adorad a Dios, todos sus ángeles.

Porque tú eres, Señor, Altísimo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses.

Adorad a Dios, todos sus ángeles.

Convertíos y creed en el Evangelio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 1, 14-20
Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio». Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Palabra de Dios

Santo Tomás de Cori

Nació en Cori (Latina, Italia) en 1655. Pronto quedó huérfano de padre y madre. Trabajó como pastor y, casadas sus dos hermanas, ingresó en la Orden franciscana. Fue ordenado sacerdote en 1683; poco después pidió integrarse en el nuevo Retiro de Bellegra (Roma); allí permaneció hasta su muerte, excepto los seis años en que fue guardián de Palombara, donde instauró el Retiro.

El aspecto más evidente de su vida espiritual fue sin duda la centralidad de la Eucaristía, testimoniada en la celebración eucarística, intensa y participada, y en la oración silenciosa de adoración en las largas noches de retiro, después del oficio divino celebrado a medianoche.

Su vida de oración estuvo marcada por una aridez persistente de espíritu. Nunca olvidó el bien de sus hermanos y el corazón de la vocación franciscana, que es apostólico.

Recorrió comarcas y pueblos del Lacio, anunciando con sencillez el Evangelio, administrando los sacramentos y realizando milagros, signo de la presencia del Reino.

Murió en Bellegra el 11 de enero de 1729. Lo canonizó Juan Pablo II en 1999.

San Teodosio Cenobiarca y confesor(423-529)

San Teodosio nació en una aldea de Capadocia, el año 423, de padres ricos, nobles y cristianos. Antes de abrazar el estado religioso fue a Jerusalén. Prefirió el instituto cenobítico al solitario, poniéndose bajo la enseñanza del santo anciano Longino, y luego se retiró a un desierto, escondiéndose en una gruta, donde era tradición que los Reyes Magos habían dormido a su regreso de Belén. Aquí se entregó a la oración y a la penitencia rigurosa. Pero luego recibió algunos compañeros y les dio por primera lección que hiciesen una bóveda para entierro de todos.

Los muchos milagros que se siguieron hicieron célebre a la pequeña comunidad, y, aumentando los discípulos, fue necesario construir un monasterio, en el que llegó a haber Mil monjes, y para todos hubo celda y lo necesario para alabar al Señor con cultos solemnísimos. Para evitar la ociosidad de tanta gente, cuidó de que el tiempo sobrante a la oración lo empleasen en el trabajo corporal para los menesteres de la casa. Tuvo estrecha amistad con San Sabas; después de una vida ejemplar y laboriosa, llena de méritos, murió pacíficamente el 11 de Octubre del 529, a los ciento seis años de edad.


San Higinio Papa

Filósofo de origen ateniense, durante su pontificado surgieron en Roma doctrinas gnósticas de mano de figuras como Marción, Valentín y Cerdón.

Según el Liber Pontificalis, durante su pontificado organizó las órdenes menores en el clero y definió los grados de la jerarquía eclesiástica que, debido a las persecuciones sufridas con Trajano, Adriano y Antonino Pío, habían terminado confundidas.

La tradición afirma que instauró la figura de los padrinos en el bautismo, con el objeto de que los bautizados fuesen guiados espiritualmente.

Higinio estableció asimismo que todos los templos debían consagrarse y que para su construcción contasen con la autorización de obispo correspondiente.

Aunque no existen fuentes históricas que los fundamenten, está considerado mártir por la Iglesia Católica, celebrándose su festividad el 11 de enero.

Fue sepultado junto a San Pedro.

domingo, 10 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 10/01/2021. Domingo. El Bautismo del Señor

Mirad a mi siervo, en quien me complazco
Primera Lectura. Isaías 42, 1-4. 6-7
Esto dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan las tinieblas».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 28, 1a y 2.3ac-4.3b y 9b-10
El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Hijos de Dios, aclamad al Señor, 
aclamad la gloria del nombre del Señor, 
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.

El Señor bendice a su pueblo con la paz.
La voz del Señor sobre las aguas, el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica.

El Señor bendice a su pueblo con la paz.
El Dios de la gloria ha tronado. 
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!» 
El Señor se sienta por encima del diluvio, 
el Señor se sienta como rey eterno.

El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo
Segunda Lectura. Hechos de los apóstoles 10,34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Ahora comprendo con toda la verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los hijos de Israel, anunciando la Buena Nueva de la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él».

Palabra de Dios

Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Comienzo del santo Evangelio según san Marcos 1, 7-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo». Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos: «Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».

Palabra de Dios
Lecturas obtenidas de https://www.buigle.net

San Gonzalo de Amarante Confesor (+ 1260)

San Gonzalo fué español de nación, natural de un lugar llamado Taglide, en el reino de Portugal, y de muy esclarecido linaje. Desde niño empezó a dar muestras de su futura santidad: hacía muchas cosas que de todos eran juzgadas por milagrosas. Resplandeció en muchas virtudes, particularmente en la castidad y misericordia con los pobres. Fue a Roma y visitó los sagrados cuerpos de los apóstoles San Pedro y San Pablo, y después pasó a Jerusalén a visitar el Santo Sepulcro.

Era muy devoto de la Virgen María, a quien pidió le mostrase el más seguro camino de la gloria, y Su Majestad se le apareció y le dijo que tomase el hábito del glorioso Padre Santo Domingo. Así lo hizo, y, después de haber hecho su profesión, tomó licencia de su prior y volvió a la ermita que tenía cerca de un lugar llamado Amarante, para vivir solitario, donde hizo una vida muy penitente. Obró Dios por él muchos milagros, y en una ocasión hiriendo con su bordón un peñasco salió una fuente de vino.

Después de haber vivido muchos años en vida santísima, descansó felizmente en el Señor el 10 de Enero, año de Cristo de 1260.

San Nicanor (Nicandro)

San Nicanor fue uno de los siete primeros diáconos de la Iglesia de Jerusalén, que nombraron los apóstoles para atender a la multitud de pobres y enfermos que acudían a ellos en busca de auxilio.

Ésta fue precisamente la actividad de los cristianos que más los distinguió de los paganos y de los judíos, y que fue el mayor argumento de convicción para cuantos los veían. Nicanor bajo la dirección de san Esteban, protodiácono y protomártir, tenía que distribuir entre los pobres los bienes y el dinero que tan generosamente aportaban sin cesar las familias más acomodadas que se iban convirtiendo ante aquel inaudito espectáculo de caridad cristiana.

Cuenta la tradición que tan pronto como pudo dejar su labor de diaconado en buenas manos, fue enviado por los apóstoles a evangelizar a Chipre. Continuó en la isla predicando y practicando la caridad, por lo que las conversiones eran incontables. Dicen los hagiógrafos que hacía cundir milagrosamente los recursos que le confiaban. Murió el año 76, victima de las primeras persecuciones. Su fiesta se celebra el 10 de enero.

sábado, 9 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 09/01/2021. Sábado después de Epifanía

Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 4,11-18
Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amarnos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 71, 1-2. 10-11. 12-13

Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan.

Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres.

Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

Lo vieron andar sobre el lago
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 45-52
Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado. Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice: - «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.» Entró en la barca con ellos, y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.

Palabra de Dios

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San Eulogio de Córdoba

Nació en Córdoba a comienzos del siglo IX y en esta ciudad ejerció su ministerio sacerdotal. Es el principal escritor de la Iglesia mozárabe, y uno de sus santos más importantes.

Dada la difícil situación de la comunidad cristiana española por la dominación árabe, san Eulogio fue siempre consuelo y aliento para todos los perseguidos por su fe.

Lo decapitaron, por vivir y confesar públicamente la fe cristiana, el 11 de marzo del año 859, cuando había sido preconizado arzobispo de Toledo; en España su fiesta se celebra el 9 de enero.

Oración: Señor y Dios nuestro: tú que, en la difícil situación de la Iglesia mozárabe, suscitaste en san Eulogio un espíritu heroico para la confesión intrépida de la fe, concédenos superar con gozo y energía, fortalecidos por ese mismo espíritu, todas nuestras situaciones adversas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


San Julián Mártir (+ 304) y Santa Basilisa Virgen (313)

Los Santos esposos Julián y Basilisa nacieron en el tercer siglo de la Iglesia, en Antioquía, capital de la Siria. Su vida nos ofrece el ejemplo de aquellas virtudes raras y sublimes, desconocidas a la gentilidad, que sólo la religión de Jesucristo podía producir entre los hombres: la virginidad en el matrimonio.

Julián era hijo único de una noble y rica familia, profundamente educado en la religión cristiana, tenía hecho voto de castidad cuando al cumplir los dieciocho años de edad sus padres se empeñaron en que contrajese matrimonio con una joven de igual nobleza, llamada Basilisa. Temeroso el virtuoso muchacho de faltar a su voto, pero sintiendo también desobedecer a sus padres, acude al Señor con la oración y el ayuno. Y dice la tradición que por celestial revelación le fue dado a conocer que con su esposa podría guardar la anhelada virginidad. Julián y Basilisa son milagrosamente arrastrados hacia el amor virginal; apareciéndoseles nuestro Señor Jesucristo, que aprueba su determinación de conservarse castos.

A este difícil sacrificio añadieron también el de la pobreza; desde aquel día consagran plenamente sus vidas a los demás. Reparten sus bienes entre los pobres y se retiran a vivir en dos casas situadas en las afueras de la ciudad que convierten en monasterios. A la de Julián acuden hombres de todas las clases sociales, para que les guíe con sus prudentes y santos consejos. A la de Basilisa una multitud de muchachas que, edificadas con el ejemplo de su virtud, muchas de ellas abrazan la vida religiosa viviendo en santa paz bajo su dirección. Muy pronto la fama de ambos esposos se extenderá por todo el Imperio.

Sin embargo el Señor, que quería que Julián padeciese solo, llamó a si a Basilisa antes que llegase a Siria la persecución de Diocleciano. Julián lloró la muerte de su esposa, y todos los días iba a hacer oración sobre su sepulcro.

Suscitada en aquel tiempo la persecución de Diocleciano y Maximiano contra el Cristianismo, se ordena apresar y encarcelar a Julián y a cuantos con él residen en su apacible monasterio. Llegado a Antioquía, el presidente Marciano, cruel ejecutor de los decretos imperiales contra los cristianos, le hizo prender inhumanamente y atormentar.

San Julián profesa con gran valentía ante el tirano su fe en Cristo Jesús. Hay expectación en la gente cuando Marciano, el juez, increpa con solemnidad a Julián: "Adora a los dioses". "No hay más omnipotente que Dios, Nuestro Padre". "Obedece los decretos del emperador". "Jesucristo es mi único César". "¿Crees en un Crucificado?" "Él tiene escuadrones inmortales". "Marcharás a la muerte". "El emperador de Roma también es polvo y en polvo se convertirá". "¿Te ríes de nuestros dioses y de nuestro emperador? Ante los tormentos no habrá réplicas". Marciano, viéndose fracasado intenta cambiar de táctica para vencerle: "Tus padres, Julián, fueron nobles. Te daremos honores". "Desde el cielo me alientan a permanecer fiel a mi santa religión".

Lleno de confusión, el magistrado condena a Julián a morir degollado. Fue el día 9 de Enero del año 308. Su gloriosa muerte arrastra hacia la fe en Cristo a muchos paganos, que admiran su firmeza. Y la proyección de su ejemplaridad se dilata a través de los siglos en la devoción de los fieles.
(Autor de parte del texto: José Gros y Raguer, San Julián)

viernes, 8 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 08/01/2021. Viernes después de Epifanía

Dios es amor
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 4, 7-10
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 71, 1-2. 3-4ab. 7-8

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre.

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, el Gran Río al confín de la tierra.

Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.

Al multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Marcos 6, 34-44
En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: - «Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer». El les replicó: - «Dadles vosotros de comer» Ellos le preguntaron: - «¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Él les dijo: - «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver». Cuando lo averiguaron le dijeron: - «Cinco, y dos peces». Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.

Palabra de Dios


San Severino, Predicador

Nació en Roma hacia el año 410, dentro de una familia noble y rica. Tenía gran capacidad profética y daba buenos consejos.

Llevó una vida sencilla, pacífica, pobre y religiosa, y milagrosamente las hordas de guerreros bárbaros le respetaron y permitieron que continuara con su predicación cristiana. En la ciudad de Cumana, profetizó que sus habitantes serían castigados si no se convertían. La población de Cumana decidió acudir a los templos a orar, entonces un terremoto se desencadenó en las cercanías, haciendo huir a los bárbaros que ya estaban preparados para atacar la ciudad.

Obró un milagro similar en Faviana, ciudad situada junto al Danubio. El río, helado por el frío invernal, no permitía la llegada de barcos con alimentos. Los dueños de los almacenes de alimentos vendían estos a precios abusivos, inasequibles para muchos de los habitantes. El santo les ordenó que repartieran los alimentos, amenazándoles con un castigo divino si no lo hacían. Ellos le obedecieron y los repartieron. El santo, acompañado de varios discípulos, comenzó a orar y, poco después, el hielo se derritió, el río volvió a ser navegable y a los pocos días llegaron los barcos con las provisiones.

Movido por su piedad para convertir pecadores, recorría descalzo las regiones de Austria y Alemania, durísimas especialmente en invierno, sin comer nada durante el día, predicando a todos para que hicieran penitencia y ayudaran a los pobres, y curando enfermos, llevando a todos la palabra de Dios.

Murió el 8 de enero de 482, entonando la frase del último salmo de la Biblia, el 150: "Todo ser que tiene vida, alabe al Señor". Seis años después, al desenterrar sus restos, lo hallaron incorrupto, como si estuviera recién enterrado. Al levantarle los párpados vieron que sus bellos ojos azules brillaban como si estuviera dormido.

Santa Gúdula Virgen patrona de Bruselas († ca.712)
       
Santa Gúdula, virgen, patrona de Bruselas. Según un escritor, la Santa nació en Brabante (Pagus Brachatensis), región situada en la parte central de la actual Bélgica y que ha tenido a lo largo de la historia un gran influjo en la historia del país, en el año 650 en el seno de una aristocrática familia franca.


Fue hija de Witger, duque de Lorena, y de Santa Amalberga. En el monasterio de Nivelles y bajo la tutela de su santa madrina fue educada la niña, según la costumbre de las familias en esta época. Muerta Santa Gertrudis en 659, volvió a la casa paterna. Según unos, vivió recluida en el oratorio de San Salvador de Moorsel, a pocas millas de su pueblo natal. Según otros, permaneció en casa de sus padres, llevando una vida extraordinaria de piedad y recogimiento.

Hubert, nos presenta a Santa Gúdula como una mujer consagrada en cuerpo y alma al socorro del prójimo. En una ocasión vino a su encuentro una leprosa llamada Emenfreda. La Santa examinó sus llagas, la consoló con dulces pensamientos y después la curo. La noticia de estos prodigios se extendió rápidamente por toda la región. Y una multitud de desgraciados acudía a ella en busca de socorro.

Tras breve enfermedad murió, probablemente el 8 de enero de 712. Hubert nos describe la desolación de las pobres gentes de la comarca que estaban acostumbradas a ver en ella una especie de hada protectora. Fue enterrada en Vilvoorde. Después de algún tiempo fue trasladado su cuerpo a Moorsel, donde se estableció un monasterio de religiosas que duró poco tiempo. Más tarde sus restos mortales fueron confiados a Carlos de Francia, hijo de Luis, duque de la Baja Lorena. Probablemente en 977.

Durante unos 60 años su cuerpo reposó en la iglesia de San Géry de Bruselas, entonces simple capilla castrense, construida junto a la residencia condal. Por fin, el conde de Lovaina, Lamberto II, hizo trasladar en 1047 el precioso depósito a la iglesia de Molemberg, dedicada a San Miguel, que fue probablemente la primera parroquia de Bruselas y que después cambió su nombre por el de Santa Gúdula. Todos los visitantes de Bruselas conocen su catedral dedicada a esta virgen patrona de la ciudad, pero fuera de Bélgica es muy poco conocida.

Una anécdota más o menos legendaria de su juventud es la que le identifica visualmente con el atributo de la linterna: dícese que a media noche se levantaba para hacer sus devociones alumbrándose con una linterna o farol (según otras fuentes salía de su casa para ir a la iglesia antes del amanecer), y Satán le apagaba siempre la luz con un rabioso soplido, después de lo cual la oración de la santa S. XIV volvía a encenderla. Por eso se la ve representada con una linterna en la mano.

jueves, 7 de enero de 2021

Lecturas y Santoral 07/01/2021. Jueves después de Epifanía

Examinad si los espíritus vienen de Dios

Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Juan 3, 22-4, 6
Queridos hermanos: Cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio. Queridos: no os fieis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo. Podréis conocer en esto el espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en carne es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios: es del Anticristo. El cual habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo. Vosotros, hijos míos, sois de Dios y lo habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y el mundo los escucha. Nosotros somos de Dios. Quien conoce a Dios nos escucha, quien no es de Dios no nos escucha. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 2, 7-8. 10-12a

Te daré en herencia las naciones.

Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy. Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión, los confines de la tierra.»

Te daré en herencia las naciones.

Y ahora, reyes, sed sensatos; escarmentad, los que regís la tierra: servid al Señor con temor, rendidle homenaje temblando.

Te daré en herencia las naciones.

Está cerca el reino de los cielos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 4, 12-17. 23-25
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.» Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: - «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.» Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Trasjordania.

Palabra de Dios

San Raimundo de Peñafort presbítero

Nace en el 1175 en el castillo de Peñafort, Barcelona (España). Estudia en Bologna (Italia), donde llega a ocupar una cátedra a los 20 años. Tiene como profesor a san Alberto Magno, y por director espiritual a san Pedro Nolasco, a quien ayuda a fundar la Orden de la Merced, en el 1223 para la redención de cautivos.

Es ordenado sacerdote. Eminente canonista, editó, por mandato del papa Gregorio IX, la recopilación de todos los decretos pontificios en materia dogmática y disciplinar. De regreso a Barcelona, fue nombrado canónigo de la iglesia barcelonesa y después ingresó en la Orden de Predicadores al fundarse en la ciudad una comunidad de dominicos en 1222. En 1234 el Papa le ofrece el arzobispado de Tarragona, pero no acepta. En 1238 sus hermanos dominicos lo eligen superior general, como tercer sucesor del fundador santo Domingo de Guzmán; la gobernó con sabiduría y prudencia. Encomienda a su cohermano santo Tomás de Aquino la redacción de la Summa contra Gentiles.

Entre sus escritos destacan las obras destinadas a la administración genuina y provechosa del sacramento de la penitencia. Además de apoyar a san Pedro Nolasco en la fundación de los Mercedarios para la redención de cautivos, fue consejero del rey Jaime I de Aragón. Propició la acción misionera frente a las herejías y entre los musulmanes y los judíos.

Realizó viajes por diferentes regiones españolas, inculcando lecciones espirituales para lograr la total transformación del pueblo contaminado por las costumbres de los moros. En 1230, el Papa lo llamó a Roma, convirtiéndose en su confesor e imponiéndole la penitencia de oír y despachar inmediatamente las peticiones de los pobres. Al caer enfermo, el santo regresó a Barcelona, donde continuó con su labor apostólica, luchando en contra de la herejía. También fundó un convento en Túnez y otro en Murcia entre los moros.

El santo entregó su alma a Dios en Barcelona a la edad de 100 años, en 1275.

Oración: Oh Dios, que diste a san Raimundo de Peñafort una entrañable misericordia para con los cautivos y los pecadores, concédenos por su intercesión que, rotas las cadenas del pecado, nos sintamos libres para cumplir tu divina voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.