sábado, 28 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 28/08/2021. Sábado de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Dios mismo nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,9-11
Hermanos: Acerca del amor fraterno, no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros; y así lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia. Sin embargo os exhortamos, hermanos, a seguir progresando: esforzaos por vivir con tranquilidad, ocupándoos de vuestros asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.

Palabra de Dios

97, 1. 7-8. 9

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Al Señor, que llega para regir la tierra. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud.

El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”. Se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes”».

Palabra de Dios

San Agustín Obispo y doctor de la Iglesia

Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio.

Vuelto a su patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo.

Fomentó la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.

Oración: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

viernes, 27 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 27/08/2021. Viernes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. Santa Mónica



Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8
Hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús: Ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús. Esto es la voluntad de Dios: vuestra santificación, que os apartéis de la impureza, que cada uno de vosotros trate su cuerpo con santidad y respeto, no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos: Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino santa. Por tanto, quien esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

Palabra de Dios

96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12

Alegraos, justos, con el Señor.

El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Justicia y derecho sostienen su trono.

Alegraos, justos, con el Señor.

Los montes se derriten como cera ante el Señor, ante el Señor de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria.

Alegraos, justos, con el Señor.

Odiad el mal los que amáis al Señor: él protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados.

Alegraos, justos, con el Señor.

Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre.

Alegraos, justos, con el Señor.

¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra de Dios

Santa Mónica

Nació en Tagaste, provincia romana al norte de África, el año 331, de familia cristiana. Educada con esmero, muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, pagano, que se convirtió y bautizó antes de morir; hombre bueno pero de carácter irascible, a quien supo amar, servir y soportar, y del que tuvo tres hijos, entre ellos san Agustín, por cuya conversión derramó muchas lágrimas y oró insistentemente a Dios.

Fue un modelo de madre y de esposa; alimentó su fe con la oración y la enriqueció con sus virtudes. Educó a sus hijos en la fe, y según la costumbre de entonces los inscribió en el catecumenado pero no los bautizó. Agustín en su juventud se desvió religiosa y moralmente, lo que provocó las lágrimas y oración de la madre. Ésta lo siguió a Roma y después a Milán, donde Agustín se convirtió y recibió el bautismo de manos de san Ambrosio.

Cuando volvían a África, Mónica murió en Ostia (Roma) el año 387, contenta y satisfecha de ver a su hijo convertido en siervo de Dios.

Oración: Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 26 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 26/08/2021. Jueves de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario. Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen

Que el Señor os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-13
Hermanos, nos hemos sentido animados por vuestra fe en medio de todos nuestros aprietos y luchas. Ahora sí que vivimos, sabiendo que os mantenéis fieles al Señor. ¿Cómo podremos dar gracias a Dios por vosotros, por tanta alegría como gozamos delante de Dios por causa vuestra? Noche y día pedimos insistentemente veros cara a cara y completar lo que falta a vuestra fe. Que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a vosotros. En cuanto a vosotros, que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.

Palabra de Dios

89, 3-4. 12-13. 14 y 17

Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

Tú reduces al hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna.

Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.

Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prosperas las obras de nuestras manos.

Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

Estad preparados
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

Palabra de Dios

Santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, patrona de la ancianidad

Fundadora de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, y Patrona de la Ancianidad. Nació en Aytona (Lérida, España) el año 1843 de familia labradora; era sobrina del beato Francisco Palau. Recibió una buena formación, estudió magisterio y lo ejerció en Argensola. Su tío la invitó a entrar en la congregación por él fundada, pero ella prefirió ingresar, en 1868, en las clarisas de Briviesca (Burgos); por falta de salud tuvo que dejar el noviciado y renunciar al magisterio.

Colaboró en varias organizaciones de la Iglesia que atendían a los ancianos pobres, y en torno a ella se formó un grupo de jóvenes que con el tiempo se transformó en su Congregación, admirable por su dedicación a los ancianos desamparados. La obra empezó en Barbastro y la casa-madre está en Valencia.

Tuvo que superar numerosas dificultades, pero consolidó su fundación, formó aspirantes y novicias, y las fundaciones se multiplican por España y América.

Murió en Liria (Valencia) el 26 de agosto de 1897.

Oración: Oh Dios, que has guiado a la virgen santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos, concédenos, a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo, para ser testimonios de su amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 25/08/2021. Miércoles de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Trabajando día y noche proclamamos entre vosotros el Evangelio
Primera Lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 9-13
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no ser gravosos a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de lo leal, recto e irreprochable que fue nuestro proceder con vosotros, los creyentes, fue leal, recto e irreprochable; sabéis perfectamente que, lo mismo que un padre con sus hijos, nosotros os exhortábamos a cada uno de vosotros, os animábamos y os urgíamos a llevar una vida digna de Dios, que os ha llamado a su reino y a su gloria. Por tanto, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque, al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra humana, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes.

Palabra de Dios

138, 7-8. 9-10. 11-12ab
Señor, tú me sondeas y me conoces. ¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. Señor, tú me sondeas y me conoces. Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha. Señor, tú me sondeas y me conoces. Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mi», ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día. Señor, tú me sondeas y me conoces.

Sois hijos de los que asesinaron a los profetas
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 23, 27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto atestiguáis en vuestra contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».

Palabra de Dios

San José Calasanz, Fundador de los Escolapios

Nació en Aragón, España, en 1556, hijo del gobernador de la región.

Su padre deseaba que fuera militar, pero los religiosos que lo instruyeron en su niñez le entusiasmaron por la vida sacerdotal, y pidió que le dejaran hacer estudios eclesiásticos. Desde muy pequeño su gran deseo era poder alejar el mal y el pecado de las almas de los demás. En el colegio se burlaban de él los compañeros, porque les perecía demasiado piadoso, pero poco a poco con su amabilidad les fue ganando a su favor.

Siendo universitario tuvo que huir de la ciudad donde estudiaba porque una mujer joven pretendía hacerlo pecar. Imitaba así a José el de la Biblia, que prefirió perder cualquier amistad aunque fuera de persona de alta clase social, con tal de no ofender a Dios.

Su padre deseaba que José fuera el heredero administrador de sus muchos bienes y riquezas. Pero en una gravísima enfermedad, el joven le prometió a Dios que si le concedía la curación, se dedicaría únicamente a trabajar por la salvación de las almas. El joven curó de la enfermedad, y entonces el padre le permitió cumplir su promesa, y fue ordenado sacerdote. Ya antes se había graduado de doctor en la universidad de Alcalá.

Cargos importantes

Como tenía fama de gran santidad y de mucha sabiduría, el señor obispo le fue concediendo puestos de mucha responsabilidad. Primero lo envió a una región montañosa donde la gente era casi salvaje y muy ignorante en religión. Allá, entre nieves y barrizales y por caminos peligrosos, se propuso visitar familia por familia para enseñarles la religión y el cambio total.

En Barcelona existía una terrible pelea entre dos familias de las principales de la ciudad, con grave peligro de matanzas. San José fue enviado a poner la paz y logró que se casara un joven de una de las familias con una muchacha de la familia contraria y así volvió a haber paz entre los que antes eran enemigos.

El señor obispo de Urgel lo nombró su vicario general, el más alto puesto en la diócesis después del prelado.

Renuncia a todo

Pero él sentía una voz en su interior que le decía: "¡Váyase a Roma! ¡Váyase a Roma!" Y en sueños veía multitudes de niños desamparados que le suplicaban se dedicara a educarlos. Así que renunciando a sus altos puestos, y repartiendo entre los pobres las grandes riquezas que había heredado de sus padres, se dirigió a pie a la Ciudad Eterna.

En Roma se hizo socio de una cofradía que se dedicaba a enseñar catecismo a los niños y se dio cuenta de que la ignorancia religiosa era total y que no bastaba con enseñar religión los domingos, sino que era necesario fundar escuelas para que los jovencitos tuvieran educación e instrucción durante la semana. En ese tiempo los gobiernos no tenían ni escuelas ni colegios, y la juventud crecía sin instrucción. Se reunió con unos sacerdotes amigos y fundó entonces su primera escuela en Roma. Su fin era instruir en la religión y formar buenos ciudadanos. Pronto tuvieron ya cien alumnos. Tenían que conseguir profesores y edificio, porque los gobiernos no costeaban nada de eso. Pronto fueron llegando nuevos colaboradores y los alumnos fueron ya setecientos. Más tarde eran ya mil los jóvenes que estudiaban en las escuelas dirigidas por José y su amigos. En sus ratos libres se dedicaban a socorrer enfermos y necesitados, especialmente cuando llegaban la peste o las inundaciones. Con su amigo San Camilo eran incansables en ayudar.

Los Escolapios

A sus institutos educativos les puso por nombre "Escuelas Pías" y los padres que acompañaban al padre Calasanz se llamaron Escolapios. Después de un par de años ya había "Escuelas Pías" en muchos sitios de Italia y en muchos países. Ahora los padres Escolapios tienen 205 casas en el mundo, dedicadas a la educación, con 1630 religiosos. Son estimadísimos como educadores.

Los envidiosos empezaron a hacer llegar quejas contra las Escuelas Pías, y el Sumo Pontífice Clemente VIII envió a los sabios Cardenales Baronio y Antoniani a que hicieran una visita sorpresa a tales escuelas. Los dos cardenales se presentaron repentinamente sin previo aviso y encontraron que todo funcionaba tan sumamente bien, que el Papa al escuchar su excelente informe se propuso ayudarlas mucho más en adelante. Algo parecido hizo más tarde el Papa Paulo V y al darse cuenta de lo bien que funcionaban las escuelas del padre Calasanz, le concedió toda su ayuda. Y en verdad que la necesitaba porque las dificultades que se les presentaban eran muy grandes.

Empiezan los dolores

El padre Calasanz tenía una gran fuerza y un día se echó sobre sus espaldas una pesadísima campana y se subió por una escalera para llevarla a la torre. Pero la escalera se partió y él cayó con la campana y se rompió una pierna. Duró varios meses en cama entre la vida y la muerte y desde entonces su falta de salud le hizo sufrir mucho. Pero los mayores sufrimientos le iban a llegar de otra manera totalmente inesperada.

Recibió el padre Calasanz como colaborador a un hombre ambicioso y lleno de envidia, el cual se propuso hacerle la guerra y quitarle el cargo de Superior General. Por las calumnias de este hombre y de varios más, nuestro santo fue llevado a los tribunales y solamente la intervención de un cardenal obtuvo que no lo echaran a la cárcel. Él repetía: "Me acusan de cosas que no he hecho, pero yo dejo a Dios mi defensa". El envidioso logró a base de calumnias que a San José Calasanz le quitaran el cargo de Superior General, y después las acusaciones mentirosas llegaron a tal punto que la Santa Sede determinó acabar con la congregación que el santo había fundado. San José al escuchar tan triste noticia, repitió las palabras del Santo Job: "Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea Dios".

Afortunadamente, después se supo la verdad y al Fundador le fueron restituidos sus cargos y la Comunidad volvió a ser aprobada y ahora está extendida por todo el mundo.

Dicen que San Alfonso de Ligorio cuando estaba fundando la Congregación de Padres Redentoristas, y encontraba fuertes dificultades y oposiciones, leía la vida de San José de Calasanz para animarse y seguir luchando hasta conseguir la definitiva aprobación.

El 25 de agosto del año 1648, a la edad de 92 años pasó este gran apóstol a la eternidad, a recibir el premio de sus grandes obras apostólicas y de sus muchísimos sufrimientos.

San Luis de Francia

Luis nació en Poissy, el 25 de abril de 1214. A la sabiduría en el gobierno unía el arte de la paz y la virtud de la justicia y la prudencia. San Luis fue un ejemplo perfecto de caballero medieval. Era hijo de Luis VIII de Francia. La primera de las numerosas abadías que fundó fue la de Royaumont.

En 1239, Balduino II, el emperador latino de Constantinopla, regaló a San Luis la "Corona de Espinas" para agradecerle la generosidad con la que había ayudado a los cristianos de Palestina y de otros países de oriente. El santo mandó derribar su capilla de San Nicolás y construyó la "Sainte Chapelle" para depositar ahí la Corona de Espinas. Llevó a París a los cartujos y les regaló el palacio de Vauvert. también ayudó a su madre a fundar el convento de Maubuisson. Participó en dos cruzadas que no tuvieron gran éxito pero aun así fue considerado en su época como uno de los caballeros más valientes.

San Luis fundó en París, el hospital de ciegos de Quinze-Vingts ("Los Trescientos"), llamado así porque albergaba a trescientos enfermos.

Recibió los últimos sacramentos, el 24 de agosto de 1270. Fue trasladado a Francia y depositado en la iglesia de Saint- Denis, donde estuvieron sus restos hasta que fueron profanados durante la Revolución Francesa. Fue canonizado en 1297.

lunes, 23 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 23/08/2021. Lunes de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Os convertisteis a Dios, abandonando los ídolos, aguardando la vuelta de su Hijo, a quien ha resucitado
Primera Lectura. Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5. 8b-10
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. En todo momento damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones, pues sin cesar recordamos ante Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido, pues cuando os anuncié nuestro evangelio, no fue solo de palabra, sino también con la fuerza del Espíritu Santo y con plena convicción. Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Vuestra fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo os convertisteis a Dios, abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios

149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b
El Señor ama a su pueblo. 
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; 
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

El Señor ama a su pueblo. 
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

El Señor ama a su pueblo.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles.

El Señor ama a su pueblo.

¡Ay de vosotros, guías ciegos!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 23, 13-22
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga” ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de dios y también por el que está sentado en él». 

Palabra de Dios
Santa Rosa de Lima

Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo.

Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios.

Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad.

Murió en Lima el 24 de agosto de 1617.

Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que santa Rosa de Lima, encendida en tu amor, se apartara del mundo y se consagrara a ti en la penitencia; concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la verdadera vida, lleguemos a gozar en el cielo de la abundancia de los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

domingo, 22 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 22/08/2021. Domingo de la vigesimoprimera semana de Tiempo Ordinario

Serviremos al Señor, ¡porque él es nuestro Dios!
Primera Lectura. Josué 24, 1-2a. 15-17. 18b
En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén y llamó a los ancianos de Israel, a los jefes, a los jueces y a los magistrados. Y se presentaron ante Dios. Josué dijo a todo el pueblo: «Si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: si a los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor». El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses! Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de Egipto, de la casa de la esclavitud; quien hizo ante nuestros ojos aquellos prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos por los que atravesamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡porque él es nuestro Dios!».

Palabra de Dios

33, 2-3.16-17.18-19.20-21.22-23

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren.

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria.

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos.

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor; él cuida de todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará.

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

La maldad da muerte al malvado, y los que odian al justo serán castigados. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él.

Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia
Segunda Lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 21-32
Hermanos: Sed sumisos unos a otros en el temor de Cristo: las mujeres, a sus maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para presentársela gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpo suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne». Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

Palabra de Dios

¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Juan 6,60-69
En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?» Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, hay algunos de vosotros que no creen». Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede». Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

Palabra de Dios

Santa María Virgen, Reina

Celebramos hoy a María, la madre de Jesucristo y madre nuestra, glorificada por el Padre como Reina junto a su Hijo. Aunque el título de Reina se atribuye a María desde antiguo -recuérdese la Salve Regina, el Regina coeli o las letanías lauretanas- su fiesta fue instituida por Pío XII en 1954.

Desde el año siguiente, la Iglesia la celebraba el 31 de mayo, como coronación del mes mariano, mientras la Familia franciscana, por especial concesión pontificia, la celebraba, con misa y oficio propios y bajo el título de "María Virgen, Reina de la Orden de los Menores", el 15 de diciembre, octava de la Inmaculada.

En la última reforma litúrgica, la celebración se ha trasladado al 22 de agosto, octava de la Asunción, para subrayar el vínculo de la realeza de María con su participación especial en la obra de la redención y en el misterio de la Asunción.

Dice el Concilio Vaticano II en su Constitución dogmática: "María fue asunta a la gloria celestial y fue ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemeje de forma más plena a su Hijo".

Oración: Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

jueves, 19 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 19/08/2021. Jueves de la vigésima semana de Tiempo Ordinario

El primero que salga de la casa será para el Señor y lo ofreceré en holocausto
Primera Lectura. Jueces 11, 29-39a
En aquellos días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté. Atravesó Galaad y Manasés, y cruzó a Mispá de Galaad, de Mispá de Galaad pasó hacía los amonitas. Entonces Jefte hizo un voto al Señor: «Si entregas a los amonitas en mi mano, el primero que salga de las puerta de mi casa, a mi encuentro, cuando vuelva en paz de la campaña contra los amonitas, será para el Señor y lo ofreceré en holocausto». Jefté pasó a luchar contra los amonitas, y el Señor los entregó en su mano. Los batió, desde Aroer hasta Minit - veinte ciudades -, y hasta Abel Queramín. Fue una gran derrota, y los amonitas quedaron sometidos a los hijos de Israel. Cuando Jefté llegó a su casa de Mispa, su hija salió a su encuentro con adufes y danzas. Era su única hija. No tenía más hijos. Al verla, rasgó sus vestiduras y exclamo: «¡Ay, hija mía, me has destrozado por completo y has causado mi ruina! He hecho una promesa al Señor y no puedo volverme atrás». Ella le dijo: «Padre mío, si has hecho una promesa al Señor, haz conmigo según lo prometido, ya que el Señor te ha concedido el desquite de tus enemigos amonitas». Y le pidió a su padre: «Concédeme esto: déjame libre dos meses, para ir vagando por los montes y llorar mi virginidad con mis compañeras». Él le dijo: «Vete». Y la dejó ir dos meses. Ella marchó con sus compañeras y lloró su virginidad por los montes. Al cabo de dos meses volvió donde estaba su padre que hizo con ella según el voto que había pronunciando.

Palabra de Dios

39, 5. 7-8a. 8b-9. 10

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, y no acude a los idólatras, que se extravían con engaños.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios; entonces yo digo: «Aquí estoy».

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

« - Como está escrito en mi libro - para hacer tu voluntad. Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas».

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

He proclamado tu justicia ante la gran asamblea; no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

A todos los que encontréis convidadlos a la boda
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, Jesús volvió hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.” Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

Palabra de Dios

San Juan Eudes

Nació en Ri, diócesis francesa de Séez (Normandía), el año 1601. Estudió en los jesuitas y rehusó el matrimonio ventajoso que se le ofrecía, para consagrarse al Señor. Recibió las órdenes menores e ingresó en la Congregación del Oratorio fundada por el Cardenal De Bérulle.

Ordenado sacerdote en 1625, se dedicó de manera intensa a las misiones populares y la predicación en las parroquias de extensas zonas rurales de Normandía, con mucho fruto de vida cristiana. Para mejor responder a las urgencias de la Iglesia, dejó el Oratorio y fundó dos congregaciones religiosas: una dedicada a las misiones populares y a la formación de los seminaristas, la Congregación de Jesús y María (los Eudistas); y la otra a la reeducación de las jóvenes extraviadas, la de Nuestra Señora de la Caridad.

En sus escritos nos dejó constancia de su profundo conocimiento del misterio de Cristo. Fomentó con entusiasmo la devoción a los Corazones de Jesús y de María. Murió en Caen (Normandía) el 19 de agosto de 1680.

Oración: Oh Dios, que elegiste a san Juan Eudes para anunciar al mundo las insondables riquezas del misterio de Cristo, concédenos, te rogamos, que, por su palabra y su ejemplo, crezcamos en el conocimiento de tu verdad y vivamos según el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

San Luis de Anjou

Nació el año 1274 en Brignoles (Provenza, Francia), donde murió el 19 de agosto de 1297. Era hijo primogénito de Carlos de Anjou, rey de Nápoles, sobrino de san Luis de Francia y estaba emparentado con otros santos de familias reales. En su juventud, a cambio de la libertad de su padre, estuvo siete años en Barcelona como rehén de Alfonso III de Aragón, confiado a la custodia de los franciscanos, quienes le formaron en las ciencias humanas y en la Sagrada Escritura, y le educaron en las virtudes cristianas.

Al recobrar la libertad, atraído por el ideal franciscano, renunció a sus derechos a la corona, profesó la Regla de san Francisco y se ordenó de sacerdote en 1296. Elegido y consagrado para regir la diócesis de Toulouse (Francia), su pontificado fue breve pero muy provechoso para el clero y para los fieles.

Obró tantos milagros después de su muerte, que el papa Juan XXII lo canonizó en 1317, en presencia su madre y sus hermanos.

Oración: Concédenos, Dios todopoderoso, que imitemos el ejemplo de san Luis, obispo, que antepuso el reino de los cielos al poder temporal y, como él se distinguió en la virtud de la castidad y en el amor a los pobres, así nosotros usemos debidamente de las cosas de este mundo para ganar el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 18/08/2021. Miércoles de la vigésima semana de Tiempo Ordinario

Pedisteis que os gobernara un rey, cuando vuestro rey era el Señor
Primera Lectura. Jueces 9, 6-15
En aquel tiempo, se reunieron todos los señores de Siquén y todo Bet Millo, y fueron a proclamar rey a Abimélec junto a la encina de la estela que hay en Siquén. Se lo anunciaron a Jotán, que, puesto en pie sobre la cima del monte Garizín, alzó la voz y les dijo a gritos: «Escuchadme, señores de Siquén, y así os escuche Dios. Fueron una vez los árboles a ungir rey sobre ellos. Y dijeron al olivo: "Reina sobre nosotros". El olivo les contestó: “¿Habré de renunciar a mi aceite, que tanto aprecian en mí dioses y hombres para ir a mecerme sobre los árboles?”. Entonces los árboles dijeron a la higuera: “Ven tú a reinar sobre nosotros”. La higuera les contestó: “¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme sobre los árboles?”. Los árboles dijeron a la vid: “Ven tú a reinar sobre nosotros”. La vid les contestó: “¿Voy a renunciar a mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?” Todos los árboles dijeron a la zarza: “Ven tú a reinar sobre nosotros”. La zarza contestó a los árboles: “Si queréis en verdad ungirme rey sobre vosotros, venid a cobijaros a mi sombra. Y si no, salga fuego de la zarza que devore los cedros del Líbano”».

Palabra de Dios



20, 2-3. 4-5. 6-784, 9. 11-12. 13-14

Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

Señor, el rey se alegra por tu fuerza, ¡y cuánto goza con tu victoria! Le has concedido el deseo de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios.

Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, y has puesto en su cabeza una corona de oro fino. Te pidió vida, y se la has concedido, años que se prolongan sin término.

Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

Tu victoria ha engrandecido su fama, lo has vestido de honor y majestad. Le concedes bendiciones incesantes, lo colmas de gozo en tu presencia.

Señor, el rey se alegra por tu fuerza.

¿Vas a tener a tú envidia porque yo soy bueno?
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 20, 1-16a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: “Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido”. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también vosotros a mi viña”. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. Él replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”. Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos».

Palabra de Dios


Santa Elena

Elena significa: “antorcha resplandeciente”.

Nació a mediados del siglo III, probablemente en Bitinia, región del Asia Menor. Los autores británicos sostienen que nació en Inglaterra, que era en aquel tiempo provincia romana, y que Constancio Cloro, tribuno y más tarde gobernador de la isla, se enamoró de ella, y la tomó en matrimonio. Hacia el año 274 tuvieron a un niño, a quien pusieron por nombre Constantino.

Constancio Cloro llegó a ser mariscal de campo; luego el emperador Maximiano lo nombró corregente y, por tanto, su sucesor en el Imperio, pero con la condición de que repudiara a su mujer y tomase por esposa a su hijastra Teodora.

Tanto Elena como Constancio Cloro eran paganos. Llevado por la ambición Constancio se separó de ella y se llevó a Roma a su pequeño hijo Constantino. Catorce años lloró Elena su desgracia, hasta que al morir Constancio, en el año 306, fue nombrado emperador Constantino, con lo que se inició para ella una nueva forma de vida.

Constantino mandó llamar a su madre a la corte, le confirió el nombre de Augusta y el título de emperatriz.

Purificada por el sufrimiento, Elena recibió el bautismo, probablemente en el año 307, y fue una cristiana ejemplar, testigo de la gran jornada en que Constantino hizo poner por primera vez la cruz en los estandartes de sus legiones para vencer en batalla a su rival Majencio. Era el mes de octubre del año 312.

A comienzos del 313 el emperador publicó el edicto de Milán, por el cual se permitía al cristianismo en el Imperio. Siguiendo el ejemplo de su madre, se convirtió, siendo bautizado por el Papa san Silvestre. Después de trescientos años de persecución, la Iglesia de Cristo se asentaba triunfante en la tierra. La piadosa emperatriz se dedicó por entero a socorrer a los pobres y aliviar las miserias de sus semejantes.

Anciana ya -tenía entonces setenta y siete años- visitó en peregrinación los santos lugares. Subió a la cima del Gólgota; donde se erigía un templo en honor de Venus, hecho construir por el emperador Adriano, y al enterarse de la costumbre judía de enterrar en el lugar de la ejecución de un malhechor los instrumentos que sirvieron para darle muerte, mandó derribar el templo y buscar la cruz donde padeciera el Redentor. Tres cruces fueron halladas. Una antigua tradición relata el modo milagroso como logró identificar la que correspondió a Jesús, mediante la curación de un moribundo.

Santa Elena hizo dividir la cruz en tres partes. Uno de los trozos lo entregó al obispo Macario, para que lo entronizara en la Iglesia de Jerusalén; el segundo lo envió a la Iglesia de Constantinopla y el tercero a Roma, a la basílica que, por tal motivo, se llamó Santa Cruz de Jerusalén. Mandó también construir tres edificios, llamados casas de Dios: uno junto al monte Calvario, otro en la cueva de Belén y un tercero en el monte de los Olivos. La emperatriz permaneció largo tiempo en Palestina, sirviendo al Señor con la oración y las obras de caridad. Cuidaba a los enfermos, libertaba a los cautivos y daba alimentos a los pobres, llevando siempre en su espíritu -como ejemplo- la imagen de la Virgen María.

Tenía ochenta años cuando regresó de su viaje. Falleció poco después, probablemente en Tréveris, hacia el año 328 ó 330. El martirologio romano la conmemora el 18 de agosto.

Algunas de sus reliquias se conservan en Roma, en una capilla dedicada a ella.

San Alberto Hurtado Cruchaga

Nació en Viña del Mar, Chile, el año 1901. La muerte prematura del padre llevó a su familia a una situación precaria. Una beca le permitió estudiar.

Trabajando y estudiando, hizo la carrera de Derecho. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1923 y luego completó estudios en Argentina, España y Bélgica, donde fue ordenado de sacerdote en 1933. Regresó a Chile en 1936.

Ya en su patria, su celo apostólico se extendió a todos los campos: enseñanza, publicación de libros, dirección de ejercicios espirituales, Acción Católica, etc. En 1944 inició una de sus obras más conocidas: el “Hogar de Cristo”, lugar de acogida y educación para los marginados.

Su apostolado se caracterizó por una gran dedicación a los niños pobres y abandonados, un celo ardiente por la formación de los laicos y un vivo sentido de justicia social cristiana.

Murió en Santiago de Chile el 18 de agosto de 1952. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2005.

martes, 17 de agosto de 2021

Lecturas y Santoral 17/08/2021. Martes de la vigésima semana de Tiempo Ordinario

Gedeón, salva a Israel. Yo te envío
Primera Lectura. Jueces 6, 11-24a
En aquellos días, vino el ángel del Señor y se sentó bajo el terebinto que hay en Ofrá, perteneciente a Joás, de los de Abiezer. Su hijo Gedeón estaba desgranando el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Se le apareció el ángel del Señor y le dijo: «El Señor está contigo, valiente guerrero». Gedeón respondió: «Perdón, mi señor; si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sucedido todo esto? ¿Dónde están todos los prodigios que nos han narrado nuestros padres, diciendo: el Señor nos hizo subir de Egipto? En cambio ahora, el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado en manos de Madián». El Señor se volvió hacia él y le dijo: «Ve con esa fuerza tuya y salva a Israel de las manos de Madián. Yo te envío». Gedeón replicó: «Perdón, mi Señor ¿con qué voy a salvar a Israel? Mi clan es el más pobre de Manasés y yo soy el menor de la casa de mi padre». El Señor le dijo: «Yo estaré contigo y derrotarás a Madián como a un solo hombre». Gedeón insistió: «Si he hallado gracia a tus ojos, dame una señal de que eres tú el que estás hablando conmigo. Te ruego que no te retires de aquí hasta que vuelva a tu lado, traiga mi ofrenda y la deposite ante ti». El Señor respondió: «Permaneceré sentado hasta que vuelvas». Gedeón marchó a preparar un cabrito y panes ácimos con unos cuarenta y cinco kilos de harina. Puso la carne en un cestillo, echó la salsa en una olla; lo llevó bajo la encina y lo presentó. El ángel de Dios le dijo entonces: «Coge la carne y los panes ácimos, deposítalos sobre aquella peña, y vierte la salsa». Así lo hizo. El ángel del Señor alargó la punta del bastón que tenía en la mano, tocó la carne y los panes ácimos, y subió un fuego de la peña que consumió la carne y los panes ácimos. Después el ángel del Señor desapareció de sus ojos. Cuando Gedeón reconoció que se trataba del ángel del Señor, dijo: «¡Ay, Señor mío, Señor, que he visto cara a cara al ángel del Señor!». El Señor respondió: «La paz contigo, no temas, no vas a morir». Gedeón erigió allí un altar al Señor y lo llamó «el Señor paz».

Palabra de Dios

Salmo Responsorial. 84, 9. 11-12. 13-14

Dios anuncia la paz a su pueblo.

Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón».

Dios anuncia la paz a su pueblo.

La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo.

Dios anuncia la paz a su pueblo.

El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, y sus pasos señalarán el camino.

Dios anuncia la paz a su pueblo.

Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de un aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Mateo 19, 23-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos». Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo». Entonces dijo Pedro a Jesús: «Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?». Jesús les dijo: «En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros».

Palabra de Dios

Santa Beatriz de Silva, Virgen

Nació en Ceuta hacia el año 1426, de padres portugueses. Siendo aún niña se trasladó con su familia a Campo Mayor (Alentejo, Portugal). Junto con sus once hermanos, entre ellos el beato Amadeo de Silva, reformador franciscano, recibió una excelente educación y la devoción a María Inmaculada.

En su juventud sirvió como dama de honor a doña Isabel de Portugal, esposa del rey Juan II de Castilla. Huyendo de las insidias de la corte, salió de Tordesillas y se refugió en Toledo, donde por espacio de unos treinta años residió en el monasterio de Santo Domingo el Antiguo.

En 1484 pasó con unas compañeras a los Palacios de Galiana, cedidos por Isabel la Católica, y allí iniciaron una vida monástica que desembocaría en la Orden de la Inmaculada Concepción, en la que se armonizaban la devoción al gran privilegio de María y la espiritualidad franciscana.

Beatriz falleció el 16 o más probablemente el 17 de agosto de 1491.

Oración: Oh Dios, que has distinguido a santa Beatriz de Silva por su altísima contemplación y su amor a la Concepción Inmaculada de María, concédenos, por su intercesión, vivir en inocencia, buscar las cosas de arriba y gozar de la dicha del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Santa Clara de la Cruz

Nació el año 1268 en Montefalco (Umbría, Italia), donde trascurrió toda su vida. Siendo adolescente ingresó en el beaterio del que su hermana Juana era la superiora.

En 1290 el beaterio se trasformó en un verdadero monasterio de la Orden de Ermitañas de San Agustín, en el que ella profesó. Cuando en 1291 murió su hermana, las religiosas la eligieron priora.

Gobernó su comunidad santamente a la vez que se interesaba por la vida de la Iglesia, por lo que mantenía una estrecha relación con las autoridades de la misma.

Fue una gran mística que centró su vida y sus experiencias en torno al misterio de la Pasión de Cristo.

Murió en 1308.